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Causas de estrés en la policía

Aunque los agentes de la policía suelen ser reconocidos como héroes, muchas
personas desconocen la magnitud del estrés al que se enfrentan los policías. Todo el
mundo se enfrenta al estrés en el trabajo, pero el estrés de la policía es
verdaderamente diferente de otros tipos de estrés en el trabajo. El estrés de la policía
a largo plazo puede resultar en hipertensión arterial, cardiopatías, úlceras, dolores
de cabeza y trastornos digestivos e incluso puede perjudicar la salud mental de un
oficial. Aquí están las causas del estrés de la policía.

Indecencia y dolor humano


Dejar de lado los sentimientos personales y tratar con delincuentes y sus víctimas
puede resultar desafiante. Muchos oficiales de policía ven ejemplos de indecencia
humana y dolor a diario. Ver personas, particularmente ancianos y niños que son
víctimas de un asesinato, golpes, robos, violaciones y crímenes sexuales pueden afectar
la salud mental de los oficiales. El perfil criminal e introducirse en las mentes de los
criminales que cometen estos tipos de crímenes también puede causar estrés mental.

Estresantes personales e internos


Los agentes de la policía suelen trabajar a diferentes turnos, a veces en rotaciones
mensuales. Las alteraciones continuas del ritmo corporal, como cambiar de un turno
de día a un turno de noche o estar de guardia 24/7, requiere ajustes biológicos. Estos
cambios continuos en las horas de trabajo no sólo causan estrés del cuerpo, sino que
también pueden causar estrés personal, ya que los oficiales hacen ajustes en la forma
de interactuar con sus cónyuges, hijos, padres, miembros de la familia extendida y
amigos. Tal y como se establece un patrón en las relaciones personales, los cambios de
turnos de trabajo pueden alterar estas relaciones y rutinas.

Sistema de justicia criminal


Trabajar con los distintos organismos dentro del sistema de justicia penal puede causar
estrés. Tener que comparecer en el tribunal puede interferir con el sueño de un oficial,
tiempo personal y las asignaciones de trabajo actual. Las batallas entre los organismos
y la decisión del tribunal para liberar a los delincuentes también pueden causar estrés.
La ineficacia percibida de los organismos al que las víctimas se refieren a menudo por
los policías también puede causar estrés. Puede hacer que los oficiales sientan que
realmente no pueden ayudar a las víctimas de delitos y tal vez nunca sientan que han
cerrado un caso.

Seguridad
El trabajo de policía es un trabajo peligroso. Los oficiales nunca saben cuando se les
llama para hacer un trabajo si regresarán a casa esa noche. Mantener la capacidad de
controlar tus emociones y proteger las vidas de los demás incluso cuando se ve
amenazada tu seguridad es un gran desafío. Un día de un funcionario puede fluctuar de
aburrimiento lento a una repentina movilización de energía. Esto crea estrés físico y
mental. Llevar una pistola también puede causar estrés en los oficiales.
Estresantes administrativos
Además de elaborar en el público, ocurren muchas cosas dentro de un departamento
de policía. Tratar con cuestiones administrativas, trámites e investigaciones internas
pueden causar estrés. Los oficiales pueden sentir que son observados y que incluso su
tiempo de inactividad se está supervisando. La falta de reconocimiento y de
entrenamiento también puede contribuir al estrés de la policía. Las funcionarias
pueden sentir aún más estrés ya que podrían sentirse desafiadas constantemente al
tener que demostrar su valía a los propios oficiales masculinos.

EFECTOS FISICOS FAMILIARES


Y CONDUCTUALES DEL
ESTRES EN LOS MIEMBROS DE
LA POLICIA
La labor policial requiere de vocación y sentido
humanitario debido a las exigencias propias del
trabajo: tiempo completo, asertividad, preparación
física, mental e intelectual, Valores y principios como el
patriotismo, legalidad, humanismo, profe-sionalismo,
integridad, servicio a la comunidad y espíritu de
cuerpo.

Los y las policías deben enfrentar diferentes


acontecimientos, viven-ciando un estado de alerta
activado por los actos de tipo delictivo, violencia
verbal, física y conflictos de la sociedad en que se
encuentran laborando. Esto significa que en cualquier
momento pueden perder la vida y sufrir afectaciones
psicológicas de parte de quienes alteran el orden
público e infringen la ley, también sus familiares se ven
expuestos a un riesgo similar. Según las estadísticas
de la Policía Nacional de Estelí, los delitos más
comunes a los que se enfrentan estos operativos son:
los expendios de licor, robos en diferentes
modalidades, expendios de drogas y el consumo de
las mismas, los delitos de abigeato, las alteraciones al
orden publico, las violencias intrafamiliar y sexual.
Las características del trabajo policial no
les permite tener una alimentación buena. Su régimen
alimenticio no es el más adecuado. Es por ello que
carecen de una dieta balanceada, dado a que no
consumen alimentos ricos en proteínas, pero sí los
que son perjudiciales para la salud como la comida
chatarra, fritanga etc. Este tipo de consumo provoca
descontrol en la cantidad de grasa en las comidas,
carencia de vitaminas B y C, minerales y fibra, entre
otros que son importantes en el equilibrio nervioso y
una buena función cerebral que ayudan a prevenir el
estrés.

Debido al alto nivel de estrés que experimentan, las


relaciones sociales de los y las policías de patrullaje y
vigilancia no son totalmente saludables, existe en ellos
desconfianza, insatisfacción, actitud negativa,
poca asertividad y limitada tolerancia hacia las
personas que se encuentran a su alrededor, esto no
les permite establecer un circulo amplio de amistades
y realizar actividades externas a su trabajo.

Las relaciones familiares se ven afectadas de manera


directa porque los y las policías trasladan la
problemática que experimentan en su trabajo hacia su
hogar. Reflejándose el estrés en agresiones
injustificadas a los seres queridos tanto verbal como
físico, la falta de tiempo para la familia. En las
relaciones de pareja, la incomprensión, desconfianza e
inseguridad que generan discusiones, esto se debe a
los cambios repentinos en los planes de trabajo,
cuando surgen tareas extras y no les permiten
estabilidad para con la familia.

A base de los resultados obtenidos después de un


intenso trabajo en grupo, consideramos necesario
brindar las siguientes propuestas al complejo policial.

A) Que integren equipos inter-disciplinarios


(profesionales de la salud mental) para ejecutar
programas psicoeducativos y brindar posibles
soluciones a las problemáticas que enfrentan los
miembros implicados.
b) Destinar un espacio arquitectónico que cumpla con
todas las condiciones para atender psicológicamente
al personal.

EL ESTRES POLICIAL

Prof. Lincoln Alayo Bernal

Durante mucho tiempo se ha reconocido que el trabajo de la POLICIA a nivel de las

Americas puede ser el más estresante.

El policía se enfrenta habitualmente con lo peores ejemplos del comportamiento

humano; y, aún así, se espera de ellos lo mejor, a pesar de que en su rutina diaria

trabajan con beligerantes, gente peligrosa y seres insensibles .

Además, se les pide que sean respetuosos, atentos y considerados hacia todo, incluso

cuando se enfrentan con provocaciones severas.

Para muchos, el vivir en conformidad con estas expectativas requiere de considerable

represión y adaptación emocional. Recientes investigaciones , confirman que el

ocultamiento de las emociones puede ser la causa del estrés que se relaciona con el

trabajo policial.

Cualquiera sea la causa, muchos policías sufren de problemas de estrés, por lo tanto se

deben tomar medidas para reducirlos lo antes posible.

Se ha demostrado que la educación y el entrenamiento de las causas y de los métodos

para hacer frente al estrés, ha ayudado significativamente a reducir el problema.


Así mismo, es importante que el personal policial, aprenda a reconocer y a controlar el

estrés a principio de su carrera. De esta forma puede evitarse el posible

comportamiento, el daño emocional y físico que causa el estrés referido a la faz

policíaca.

CONCEPTO DE ESTRÉS

El estrés es la respuesta no especifica del cuerpo hacia cualquier demanda sobre él.

Todo comportamiento es un intento para satisfacer determinadas necesidades. Estas

pueden ser físicas, psicológicas, sociales o emocionales.

“Cualquier demanda”, se refiere al hecho de que todo comportamiento es un intento del

cuerpo para responder algunos deseos internos o externos y que los problemas de estrés

puedan resultar de las demandas agradables y desagradables.

Un “Estresante”, es un evento, una circunstancia opuesta o una situación, la que puede

evocar tal demanda. El estrés negativo o “malo” se denomina “angustia”, y se refiere a

las demandas desagradables.

El estrés positivo o “bueno” se denomina entrega y se refiere a las demandas que la

mayoría de la gente define como agradables o gratas.

Básicamente, el estrés ocurre cuando un individuo se entera de una situación donde él o

ella participan de métodos comunes de comportamiento donde estos no se adecuan, y

las consecuencias se perciben como mental o físicamente serias. El estrés no es

siempre malo. El estrés solo llega a ser un problema si este es intenso, prolongado o

incontrolable.

EL ESTRÉS Y LA PERCEPCIÓN

Según estudiosos en Psicología, el trabajo de los efectivos policiales, es uno de los

trabajos del mundo más emocionalmente exigentes. Todos los tipos de estrés se

producen por nuestra reacción hacia la presencia de actividades estresantes

especificas. Todo lo que se enfrentan a estas mismas pueden o no pueden percibirlas

como estresantes.
Estos son muchos tipos de trabajos que son más peligrosos que el trabajo de la fuerza

policíaca:

Rescate bajo el agua, la construcción de estructuras metálicas, la explotación de túneles

profundos, por nombrar algunos de ellos. Estos trabajos requieren mas esfuerzo de lo que

la gente puede soportar, y mientras se les percibe como peligrosos, aquellas personas

que lo hacen no lo consideran estresantes.

A ellos se le ve como una actividad prestigiosa y novedosa, lo que involucra el origen de

una serie de peligros específicos. El peligro personal sólo se percibe si la persona

comienza a consultar, su habilidad para enfrentarse a riegos específicos. Si eso sucede,

el trabajo se vuelve estresante y es rara vez necesario cambiar de trabajo.

En el trabajo de la fuerza policíaca no hay un solo set de peligros, el trabajo trata con las

personas y constituye una infinita e impredecible variedad de riesgos. Además, rara vez

hay otra recompensa que no sea más que el sentimiento de satisfacción personal. A

pesar de esto, la comprensión es la clave del esfuerzo.

El entrenamiento y la educación ayudan a descender los niveles del estrés. Ayuda a

entender mejor los tipos de situaciones que deberá enfrentar. El entrenamiento permite

definir el trabajo en grupos específicos de peligro que pueden ser superados en forma

segura aplicando una técnica de procedimientos.

EL MODELO DEL ESTRÉS

Existe una variedad de conceptos entorno a como se desarrolla el estrés. Uno de los más

informativos es el denominado “Modelo de Estrés”. Utilizando este acercamiento,

podemos observar el desarrollo del estrés y como afecta a la persona.

El modelo consiste en:

Un estimulo, algo que causa una acción o reacción. En este caso el estimulo es un

estresor.

Frustración (no obtener lo que se desea)

Miedo ( a no ser capaz de controlar situaciones futuras)


Complicidad (por acciones o pensamientos que Ud. sabe que estuvieron errados pero que

Ud. no trato de evitar)

Shock ( encontrar condiciones que no se esperaban)

Apreciación (percepciones del estresor).

La persona no es capaz de controlar mucho de los estímulos que están en el medio

ambiente (guerra, inflación, hambre)

Reacción (psicológico o fisiológica)

A menudo ésta es la única parte que la persona puede controlar.

Como reacciona Ud. ante la escena de un crimen, ver una persona muerta, accidentada,

herida, ahogada, quemada, etc.

Comportamiento (hacer frente a acciones con ayuda)

Nauseas al ver sangre

Golpear a una persona que lo provoca

Que puede hacer la persona en relación a ello Acondicionamiento, preparación, práctica.

Todos los factores estresantes tienen una causa en común. Aumentar la demanda frente

al problema. Algunos estimulantes se encuentran siempre alrededor y el cuerpo humano

se acostumbra a ajustarse a las necesidades. Otros estimulantes se encuentran solo en

forma excepcional y requieren de mayores ajustes para manejarlos en forma exitosa.

RESPUESTAS DEL ESTRÉS

Respuestas fisiológicas

El síndrome de adaptación general, a menudo llamado la respuesta “pelear o volar”

*Se acumulan energías para luchar o para huir.

*Involucran a la mayor parte del cuerpo


*Aumenta la habilidad para desenvolverse ante heridas

*Coordinan todas las funciones para sobrevivir

Se divide en tres fases:

Reacción de alarma: El organismo se prepara para defenderse a través del sistema

nervioso autónomo

Etapa de resistencia: El cuerpo esta listo y los sistemas están estimulados para repara

cualquier daño provocado por el despertar del estimulante.

Etapa de agotamiento: Las defensas comienzan a colapsar.

Una vez desencadenado, el síndrome de adaptación general requiere de mucha actividad

física. El ejercicio en forma regular evitará que el problema se transforme en algo serio.

Respuestas psicológicas

El problema principal al producirse el hecho involucra cambios en la escala de las

emociones y de la razón. Durante el transcurso en que se produce S.A.G. (Síndrome de

Adaptación General) en el organismo, la mente también esta trabajando con el fin de

defenderse de él.

En el nivel de conciencia, el individuo reacciona al estrés en una combinación de tres

formas:

Ataca la fuente del estrés

Se compromete de alguna forma

Se aísla

En el nivel de inconsciencia, los mecanismos de defensa o “defensores mentales de la

mente” se ponen en acción en cualquier momento en que él se siente amenazado.

Negación: Niega a la percepción, pretende pasar por alto o desconocer la existencia de

la fuente del estrés.


Racionalización: Busca hacer algo más razonable o aceptable al engañarse a si mismo y

no aceptarse como la verdadera naturaleza del estimulante.

Aislamiento del afecto: Retirando los aspectos emocionales del estresor

Proyección: Culpando a otros por sentimientos o defectos inaceptables.

Represión: Evitar el conocimiento o pensamientos inaceptables en la mente consciente

al forzarlos a trasladarse a la mente inconsciente.

PROBLEMAS DE ESTRÉS CRÓNICO.

Cuando el individuo ha sido sometido a condiciones de estrés severas por un periodo de

tiempo prolongado, el cuerpo comienza a desmoronarse de muchas formas:

El principio de problemas conductuales

Alcoholismo

Promiscuidad

Apuestas

Arrogancia, problemas disciplinarios

Falta de decisión

Otras actividades irracionales

Actividades ilegales, malversación, corrupción

El principio de problemas emocionales

Desordenes de ansiedad y neurosis

Depresión

Ira

El Principio de Problemas Físicos

Ulcera

Diarrea

Dolores de cabeza

Desordenes de gastrointestinales

Desordenes cardiovasculares

Tic involuntarios

y otros desordenes similares


SEÑALES DE ALERTA

Un aumento significativo en el uso de drogas y alcohol

Inicio de relaciones sexuales con un miembro de un grupo criminal

Aumento en el riesgo de comportarse con falso sentimiento de “despreocupación” hacia

el trabajo

Siempre elegir estar solo

Sentirse sin ayuda

Aumento desmedido en los sentimientos de agotamiento: Estar sin dormir por mas de

tres días o promediar menos de cuatro horas de sueño por noche durante un período

prolongado

Poca destreza al imaginar o al buscar promociones o diferentes tareas a futuro.

Sentimiento de agrado o preferencia de la compañía de elementos criminales en

desmedro de colegas, Institución o de la familia

Constantes o persistentes dolores de cabeza, indigestión o diarrea sin causa aparente

Permanecer en forma mental “de turno” cuando se encuentra con la familia o amigos

Deprimirse o estar excesivamente pesimista en relación al trabajo o el sistema de

Justicia Penal

Sentir la necesidad de pelear o golpear a alguien para aliviar sus frustraciones

USTED PUEDE APRENDER A MONITOREAR SUS PROPIAS REACCIONES DE ESTRÉS Y

COMO REDUCIRLAS

Básicamente, el control del estrés enfatiza tres técnicas:

Ejercicio , dieta y Relajación

Entrenamiento , Ejercicio y dieta


Coma tres comidas diarias Evite el azúcar, el café, el cigarrillo, el alcohol, la sal, la grasa

animal y la harina procesada

Siga un curso regular de ejercicios, preferentemente aeróbico al menos 20 minutos

diarios

Duerma lo suficiente (de seis a ocho horas)

Practique respiración abdominal y relajación Establezca su propio ritmo

Identifique y acepte sus necesidades emocionales y limites

Observe las señales de alerta del estrés

Debe darse el gusto de vez en cuando

Hable de sus problemas

Distribuya su plan de vida en tres categorías con tiempo adecuado para cada área. No

descuide una a favor de la otra

*Tiempo ocupacional

*Tiempo familiar

*Tiempo personal

Entrenamiento

Prepararse para manejar diferentes tipos de problemas.

Lea libros relacionados con el tema

Hable con personal más antiguo para determinar sus métodos

Tome todo el entrenamiento que se les ofrezca

Busque información de otras agencias de resguardo de la ley y como seleccionan

problemas similares
Familiarícese con técnicas de estrés y cuales serian las más efectivas en su caso

personal Relajación progresiva, Ejercicio, Hobbies, Actividades religiosas y

Preocuparse de la nutrición

CONCLUSIÓN

El control del estrés es de responsabilidad del individuo. Asumiendo que Ud. tiene una

personalidad que puede afrontar una cantidad normal de estrés, Ud. puede aprender a

manejar el estrés adicional que se asocia a las tareas del resguardo de la Ley. Usted

puede aprender a monitorear sus propias reacciones de control del estrés y como

reducirlas. Básicamente, todas las técnicas de control del estrés enfatizan una

combinación de tres técnicas. Recuerde que el entrenamiento en el manejo del personal

y de problemas profesionales, relajación y ejercicio reducirán de manera efectiva casi

cualquier forma de estrés.

EL STRESS POLICIAL

Después de un día duro de trabajo el cúmulo de stress nos


puede jugar malas pasadas y convertirnos en lo que odiamos, somos humanos
y tenemos sentimientos por eso a veces sin querer desatamos nuestra ira y
rabia contenida con los que menos se lo merecen, pero nuestra profesión es
así y hay que asimilarlo, por eso controlando nuestras emociones
garantizamos nuestra salud familiar y calidad de vida, nosotros vemos lo que
nadie quiere ver y ese submundo o esa realidad paralela no nos puede robar lo
que nos da la vida, nuestra familia. Nuestro amigo Fernando de
www.psipolicial.blogspot.com nos ha escrito un artículo sobre el stress policial,
después de más de tres décadas de experiencia como psicólogo este gran
hombre se ha especializado en nosotros, ya veréis como alguno de vosotros se
identifica con el siguiente escrito, Gracias Fernando por comprendernos.
EL EFECTO DEL TRABAJO POLICIAL EN LA PERSONALIDAD DEL
POLICÍA

foto by el NicoXxX©

Durante su trabajo, el policía se topa con aspectos de la conducta humana que


otras personas nunca verán: suicidios, muertos, personas alucinando, víctimas
de violación, etc. Viven experiencias que no tienen sentido para sus amigos
que no son policías. Todas estas experiencias hacen que se desarrollen una
serie de habilidades de afrontamiento que les permiten seguir funcionando en
un entorno repleto de estrés.

foto by Shutter Hand ©

La entrevistas con policías revelan que hay 4 maneras en que las presiones
cotidianas afectan al policía:

1. Una pequeña minoría de agentes niega que la experiencia de su trabajo


les cause algún efecto. Sienten que son las mismas personas ahora que
cuando comenzaron a trabajar como policías.
2. Otra pequeña minoría piensa que han desarrollado una personalidad de
“trabajo” que funciona desde que se ponen el uniforme. Esta personalidad es
diferente de su personalidad habitual y creen que se comportan como dos
personas diferentes.
3. El grupo más numeroso de policías reconocen que las experiencias en el
trabajo les ha afectado, pero han conseguido integrar estos nuevos elementos
en una personalidad central, tanto cuando están de servicio como fuera de él.
Básicamente, son las mismas personas que eran, pero tienen nuevas maneras
de actuar y de hacer las cosas diferente a la que empleaban antes.
4. Una pequeña minoría va un paso más allá y creen que su experiencia les
ha afectado mucho y que han desarrollado una nueva personalidad que
también se extiende fuera del trabajo. Estas personas viven su rol de policía
dentro y fuera del trabajo.

foto by Stephen Poff © y MOLECULA DE ADRENALINA

¿Qué cambios importantes se han producido en la personalidad de estos


policías?:

1. El policía se encuentra en una posición de autoridad y, como resultado de


ello, se va incrementando gradualmente su nivel de confianza en sí mismo y su
asertividad.
2. Se produce un endurecimiento emocional o la creación de una coraza
protectora que le aísla de las situaciones perturbadoras que todo policía
enfrenta de tanto en cuando.
3. Debido a la existencia de una parte de peligro en el trabajo, los pacientes
se vuelven especialmente perceptivos ante las señales avisan de violencia
potencial o de incumplimiento de la ley, volviéndose más suspicaces y
desconfiados.
4. Siendo testigos de la parte más negativa de las personas, el policía pierde
la ingenuidad y se vuelve más cínico. Esto también los convierte en personas
más suspicaces y desconfiadas.
5. También se vuelven más intolerantes, con prejuicios y punitivos o, por el
contrario, más tolerantes y comprensivos. No es probable que sean
moderados en sus actitudes.
6. La mayor parte del control sobre las personas se lleva a cabo hablando
con ellas. A medida que el policía mejora sus habilidades de comunicación se
vuelven más manipuladores, jugando psicológicamente con las personas para
ver cómo reaccionan. El control puede convertirse en algo muy importante
para el policía, tanto dentro como fuera del trabajo.

Fernando Pérez Pacho


Psicólogo desde hace casi 3 décadas, con título de Especialista en Psicología
Clínica. Amplia experiencia en la formación a cuerpos de seguridad y personal
de emergencias.
www.psipolicial.blogspot.com/

...

Nuestro amigo Fernando no se equivoca, yo


personalmente me identifico con este escrito y sus roles. Hablando con los compañeros
coincidimos en una solución para eliminar tensión y es hacer deporte
controlado, siendo una forma sana de eliminar esa ira y a la vez cuidarnos. De todos
modos hablar con un profesional de vez en cuando no es malo, tenemos que eliminar
esos prejuicios ya que en situaciones complejas un psicólogo especializado nos puede
ayudar bastante, somos lo que somos y todo tiene su límite.

ESTRÉS POLICIAL Y SUICIDIO

Acabo de leer un artículo relativamente reciente que afirma


que los suicidios de policías locales en Madrid ha aumentado desde 2011. Otra noticia -
esta vez desde Colombia - señala que la policía allí registra, como promedio, un suicidio
por semana. Hay muchas noticias parecidas a estas en los medios impresos. En algunos
casos se ha intentado la prevención identificando los factores de riesgo y las señales
tempranas de aviso de futuros problemas.
Sin tener que viajar demasiado lejos, nos encontraremos con un viejo conocido como uno
de los factores precipitantes del suicido: el estrés. El trabajo policial es uno de los que más
estrés producen. Una buena parte de este estrés se explica por el hecho de tener que
controlarse frente a sujetos que, por sus actos, merecen otro tipo de trato. El policía NO
PUEDE actuar según lo que "le pide el cuerpo", y esto requiere unos elevados grados de
autocontrol.
El trabajo policial, por su naturaleza, exige altos niveles de autocontrol. Mucho
autocontrol. Y andar controlándose continuamente genera buenas cantidades de estrés.
La progresiva profesionalización de la policía, el mayor control social de sus actuaciones,
ha generado una mayor presión social sobre las intervenciones policiales. El policía debe
pensárselo varias veces antes de sacar su arma o aplicar la fuerza sobre un ciudadano. En
ocasiones, esta vacilación puede costarle la vida al agente. De cualquier forma, el policía
que sale a la calle sabe que hay muchos ojos pendientes de lo que hace y de cómo lo
hace. No es extraño entonces que el estrés haya aumentado en los cuerpos policiales. Por
contra, poco se está haciendo para reconocer y abordar este estrés desde las
Administraciones.
Si echamos un vistazo a la investigación sobre el estrés en los cuerpos policiales, los
factores desencadenantes más importantes son:
 Matar a alguien en acto de servicio.
 Que nuestro/a compañero/a muera en acto de servicio.
 Falta de apoyo por parte de los mandos/departamento.
 El trabajo a turnos y los inconvenientes que genera a nivel familiar y los hábitos
cotidianos.
 Tener que lidiar con la incomprensión de los medios y la sociedad en general.
Curiosamente, el miedo al daño físico puntúa muy bajo en la lista de estresores. El peor
de los efectos que tiene el estrés entre los policías es el suicidio. Cada vez son más los
casos de agentes de policía que deciden acabar con su vida. ¿Podemos hacer algo para
limitar esta curva ascendente de muertes innecesarias? Desde luego que sí. Hay cuatro
factores que suelen acompañar al suicidio policial, y son: divorcio, elevado consumo de
alcohol, depresión y no contar con ayuda profesional.
Estos problemas no se atajan con cursos sobre el estrés. El manejo del estrés en el
trabajo policial debería formar parte de la preparación básica del agente de policía. El
manejo de las emociones en entornos tan desfavorables, como lo suele ser el trabajo
policial, requiere de entrenamiento específico y continuado. Un curso de "x" horas sólo te
proporciona - en el mejor de los casos - una preparación básica que luego requiere de
desarrollo y práctica. Precisamente, muchos policías se encuentran con que estos cursos
de estrés policial resultan después de difícil aplicación práctica, y no porque la formación
en sí no sea buena, sino porque a) no se aplica a la propia especificidad del trabajo policial
y/o b) no se ha realizado posteriormente un adecuado seguimiento para trabajar e
interiorizar adecuadamente las técnicas aprendidas.
El estrés es también uno de los causantes directos de los problemas de actitud que puede
mostrar el policía en su trabajo. Diversos estudios han demostrado que las diferentes
situaciones a las que debe enfrentarse el agente en su actividad cotidiana, unido al poco
margen de actuación que pueden tener según sea el caso, pueden alimentar actitudes de
cinismo (disposición a no creer en la sinceridad o bondad humana, ni en sus motivaciones
y acciones, así como una tendencia a expresar esta actitud mediante la burla y el
sarcasmo). Este tipo de actitudes erosionan la motivación, con un efecto directo sobre la
calidad del trabajo policial y la satisfacción que el agente experimenta llevándolo a cabo.
Aunque es un tema muy manido y hablado hasta la saciedad, la realidad es que se han
realizado pocas actuaciones reseñables para abordar en profundidad el estrés policial. La
formación puntual no es suficiente. Hay que profundizar en las raíces, en las causas
específicas propias del estrés policial para poder proponer intervenciones eficaces. Pero no
sólo eso. El conocimiento de estas causas (y ya disponemos de mucha información al
respecto) pueden variar dependiendo del entorno en el que realiza el agente su trabajo.
Es decir, que los estresores potenciales variarán de un lugar a otro, de una comisaría a
otra. Lógicamente hay muchos estresores policiales que se solapan, pero debemos
conocer bien las características específicas del lugar en el que vamos a intervenir para
enseñar a los agentes a controlar el estrés que le genera, tanto su trabajo en la calle,
como en la comisaría.

¿QUÉ SE HACE PARA ABORDAR EL ESTRÉS


POLICIAL?

Un estudio realizado en Detroit concluye que el factor aislado más importante que conduce al
policía al suicidio es el conflicto matrimonial. Estudios realizados en la Policía de New York
muestran que casi todos los policías habían consumido alcohol en el momento de cometer suicidio.

ESTRÉS CRÓNICO

El estrés policial no es siempre único ni resulta obvio. Muchas personas pueden ver el peligro que
supone un tiroteo y el posible trauma subsiguiente. Estresores como éste son fáciles de ver por la
intensa tensión emocional que sufre el individuo. Pero, ¿qué ocurre con los estresares crónicos y
no tan obvios? El estrés crónico tiene al menos 2 efectos sobre las personas. Primero, el estrés
prolongado causa en las personas una regresión. Su crecimiento psicológico se da la vuelta,
volviéndose más inmaduros, infantiles y primitivos. Por ejemplo, cuando alguien está enfermo
sufriendo dolor y molestias prolongadas, puede volverse quejita e irritable, esperando atención y
cuidados constantes. Esta persona puede llegar a comportarse como un niño egoísta. Las
personas hacen regresiones naturales durante un malestar crónico.
Segundo, el estrés crónico entumece la sensibilidad de las personas. No pueden aguantar el
contemplar continuamente la miseria humana. Tienen que dejar de sentir o no sobrevivirán. La
mente tiene este mecanismo de defensa, de manera que las personas puedan seguir trabajando
en situaciones horribles. Si reaccionan con la sensibilidad normal pueden desmoronarse. Al tiempo
que se tornan insensibles antes su propio sufrimiento, también se vuelven insensibles ante el
sufrimiento de otros. Cuando se les humilla, no sólo pierden su sentido de la propia dignidad, sino
que también el de los demás. El dolor de otros comienza a no importarles, y tampoco les importa
hacer daño a otros.
El policía puede encontrar estresores en cada servicio que van socavando su resistencia. La
acumulación de este estrés cotidiano hace que el policía se torne más vulnerable ante los
incidentes traumáticos y las presiones normales de la vida. El proceso de debilitamiento suele ser
demasiado lento como para percatarse; ni el sujeto ni sus amigos se dan cuenta del daño en curso.
Si se identifican los estresores crónicos, el agente de policía puede tomar una acción proactiva.
Puede hacer algo antes de terminar convirtiéndose en una estadística más de suicidio. Los
departamentos de policía deberían dejar de hacer esa distinción artificial entre problemas
relacionados con el trabajo y los personales. Ambos están interrelacionados y se contribuyen
mutuamente.

El estrés laboral

 INTRODUCCIÓN
Hoy en día se reconoce que el estrés laboral es uno de los principales problemas para la
salud de los trabajadores y el buen funcionamiento de las entidades para las que trabajan.
Un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco motivado, ser menos
productivo y tener menos seguridad laboral; además, la entidad para la que trabaja suele
tener peores perspectivas de éxito en un mercado competitivo.
El estrés puede estar ocasionado por problemas domésticos o laborales. Por lo general,
los empleadores no pueden proteger a sus empleados contra el estrés originado fuera del
trabajo, pero sí pueden protegerlos contra el estrés derivado de su actividad laboral.
El estrés laboral puede suponer un auténtico problema para la entidad y para sus
trabajadores. Una buena gestión y una organización adecuada del trabajo son la mejor
forma de prevenir el estrés. Si un empleado sufre estrés, su jefe debería ser consciente
de ello y saber cómo ayudarle.
Los objetivos de las prácticas óptimas para gestionar el estrés son prevenir su aparición o,
en el caso de que los empleados ya lo estén sufriendo, impedir que perjudique
gravemente su salud o el buen funcionamiento de la entidad para la que trabaja.
La legislación de muchos países exige a los empleadores que se ocupen de la salud y
seguridad de sus trabajadores. Normalmente, se considera que esta obligación incluye la
gestión de los riesgos asociados al estrés, el estrés laboral y sus efectos en la salud
mental y física. Los empleadores deberían familiarizarse con la legislación de su país al
respecto.
 HISTORIA Y ANTECEDENTES DEL ESTRÉS
La propia palabra ESTRÉS surgió antes del inicio de la historia, relacionada con el
concepto en el cual estamos interesados.
ESTRÉS se deriva del griego stringere, que significa provocar tensión. La palabra se usa
por primera vez probablemente alrededor del siglo XIV, y a partir de entonces, durante
muchos años, se emplearon en textos en ingles numerosa variantes de la misma,
como stress, stresse, strest, e inclusive straisse.
Hasta a mediados del siglo XIX el Fisiólogo francés Claude Bernard sugirió que los
cambios externos en el ambiente pueden perturbar al organismo, y que era esencial que
este, a fin de mantener el propio ajuste frente a tales cambios, alcanzara la estabilidad
de milieu interieur(medio interior). Este puede ser uno de las primeras consecuencias
potenciales de disfunción, provocadas por el rompimiento del equilibrio en el organismo, o
de someterse al ESTRÉS.
En 1920 el fisiólogo estadounidense Walter Cannon enfoco su investigación hacia las
reacciones especificas, esenciales para mantener el equilibrio interno en situaciones de
emergencia, en realidad se enfrenta a lo que, previa evolución, se habría de convertir en
el concepto actual de ESTRÉS.
El inicio del empleo actual del termino no tiene su antecedente en Cannon, sino en el
doctor Hans Selye, endocrinólogo de la Universidad de Montreal, a quien frecuentemente
se le llama “padre del concepto estrés”. Sus investigaciones constituyeron las primeras
aportaciones significativamente al estudio del ESTRÉS y sentaron las bases para llevar a
cabo investigaciones, aun en la actualidad.
Quizá la contribución más significativa de Selye haya sido la publicación de vasta obra del
Stress. En ella modifico su definición de estrés, para denotarse una condición interna del
organismo, que se traduce en una respuesta a agentes evocadores. Propuso inclusive un
nombre para dichos agentes: estresores, sentando así las bases de gran parte de la
terminología actual de este campo.
En 1989, y tras controvertidas discusiones científicas sobre si el estrés era el estímulo o la
respuesta del organismo, los autores Paterson y Neufeld comienzan a considerar el
término estrés como un término genérico que hace referencia a un área o campo de
estudio determinado
El concepto de estrés laboral, según aparece en los documentos divulgativos del Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales (1997) desde una perspectiva integradora, se define como "la respuesta
fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y
ajustarse a presiones internas y externas". El estrés laboral aparece cuando se presenta
un desajuste entre la persona, el puesto de trabajo y la propia organización.
En la actualidad, los investigadores del comportamiento tienden a ocuparse más del
estudio del ESTRÉS que los médicos, lo que ha dado lugar a diversas consecuencias
importantes, la mayoría de las cuales ha hecho crecer la controversia en torno a lo que
realmente significa estrés.
 ¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
El término estrés proviene de la física y la arquitectura y se refiere a la fuerza que se
aplica a un objeto, que puede deformarlo o romperlo. En la Psicología, estrés suele hacer
referencia a ciertos acontecimientos en los cuáles nos encontramos con situaciones que
implican demandas fuertes para el individuo, que pueden agotar sus recursos de
afrontamiento.
El estrés consiste en un esquema de reacciones «arcaicas» que preparan al organismo
humano para la pelea o la huida, es decir, para la actividad física. El estrés era la
respuesta adecuada cuando el hombre prehistórico tenía que enfrentarse a una manada
de lobos, pero no lo es cuando el trabajador actual tiene que esforzarse para adaptarse a
turnos cambiantes, tareas muy monótonas y fragmentarias o a clientes amenazadores o
excesivamente exigentes. Suele ser síntoma de una mala adaptación y producir
enfermedades.

La salud y el bienestar pueden verse influidos por el trabajo, positiva y negativamente. El


trabajo puede constituir un objetivo y dar sentido a la vida. Puede estructurar y llenar de
contenido nuestra jornada, la semana, el año, la vida entera. Puede ofrecernos identidad,
autoestima, apoyo social y recompensas materiales. Todo esto puede suceder si las
exigencias laborales son óptimas (y no máximas), si a los trabajadores se les permite
ejercer un grado razonable de autonomía y si el «clima» de trabajo es amable y favorable.
De ser así, el trabajo puede ser uno de los factores favorecedores de la salud más
importantes de nuestra vida.

Por el contrario, si las condiciones de trabajo presentan los atributos opuestos, pueden —
al menos, a largo plazo— producir enfermedad, acelerar su curso o desencadenar sus
síntomas.

Entre los mecanismos patógenos se incluyen los siguientes:


 Reacciones emocionales (ansiedad, depresión, hipocondría y alienación).
 Reacciones cognitivas (dificultad para concentrarse, recordar, aprender nuevas
cosas, ser creativo, tomar decisiones).
 Reacciones de conducta (consumo de drogas, alcohol y tabaco; conducta
destructiva y autodestructiva, e inhibiciones ante la búsqueda y la aceptación
de ofertas de terapias y rehabilitación); y reacciones fisiológicas (disfunción
neuroendocrina e inmunológica).
 DEFINICIONES
Un diccionario no especializado indica que la palabra <<estrés>> procede del inglés
medieval stresse (presión, tensión), del francés antiguoestresse (estrechez), del latín
vulgar strictia, del latín strictus (ajustado, estrecho).
¿Qué es, pues, el estrés? Según el creador del concepto biológico de estrés (Selye,
1936), es el mínimo común denominador de las reacciones del organismo a (casi)
cualquier tipo imaginable de exposición, desafío o exigencia; dicho de otro modo, los
caracteres estereotípicos e inespecíficos de la reacción del organismo a todo tipo de
estresores. Otro modo de describir el fenómeno del <<estrés>> es recurrir a la referencia
de Selye (1971) a “la velocidad a la que se producen los procesos corporales de
desgaste”. Es como revolucionar el motor o pisar el acelerador, preparar al organismo
para la acción, para una actividad muscular o de otro tipo.
Según la Health and Safety Comisión (HSC) británica (1999), <<el estrés es la reacción
de las personas a presiones excesivas u otro tipo de exigencias con las que se
enfrentan>>.
Para el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH), EE.UU. (1999),
<<el estrés en el trabajo puede definirse como las respuestas nocivas físicas y
emocionales que se producen cuando las exigencias del trabajo no corresponden a
las capacidades, recursos o necesidades del trabajador. El estrés en el trabajo
puede conducir a una mala salud o a una lesión>>.
El estrés relacionado con el trabajo se define como <<el conjunto de reacciones
emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento a ciertos aspectos
adversos o nocivos del contenido, la organización o el entorno de trabajo. Es un
estado que se caracteriza por altos niveles de excitación y angustia, con la
frecuente sensación de no poder hacer frente a la situación>>.
De esta definición se desprende que incluso unos altos niveles de exigencia en el trabajo,
dentro de límites razonables, no necesariamente tienen que ser nocivos si se permite al
trabajador, o incluso si se le anima, a influir en la manera de hacer frente a tal exigencia.
Aun existen muchas maneras de definir ESTRÉS en su mayoría caen en una de estas
tres categorías: las definiciones basadas en los estímulos, las fundamentales en las
respuestas, y las centradas en el concepto estimulo-respuesta.
Definición basada en los estímulos Una de las definiciones dentro de este grupo podría
ser: ESTRÉS es la fuerza o estimulo que actúa sobre el individuo y que da lugar a
una respuesta de tensión, en la cual tensión es sinónimo de presión o, en sentido
físico, de deformación.
Definición de ESTRÉS en términos de ingeniería Tomada de las ciencias físicas. En
física el ESTRÉS se relaciona con la fuerza externa aplicada a un objeto por ejemplo,
la viga de un puente, y tensión es la consecuencia de dicha fuerza de la viga.
Definición basada en la respuesta Una de ella seria: ESTRÉS es la respuesta
fisiológica o psicológica que manifiesta un individuo ante el estresor ambiental, en
la cual el estresor puede consistir en un evento externo o en una situación, ambos
potencialmente dañinos.
Definición basada en el concepto estimulo-respuesta En realidad esta constituye una
combinación de las dos clases anteriores. Un ejemplo seria el siguiente: ESTRÉS es
una consecuencia de la interacción de los estímulos ambientales y la respuesta
idiosincrásica del individuo.
Una definición funcional El ESTRÉS es una respuesta adaptativa, medida por las
características y/o por procesos psicológicos, la cual es a la vez consecuencia de
alguna acción, de una situación o un evento externos que plantean a la persona
especiales demandas físicas y/o psicológicas.
 RESPUESTA DE ESTRÉS
La respuesta de estrés es la respuesta inespecífica del organismo a cualquier demanda y
el término estresor o situación estresante se refiere al estimulo o situación que provoca
una respuesta de estrés.
Es una respuesta automática del organismo ante cualquier cambio ambiental, externo o
interno, mediante la cual el organismo se prepara para hacer frente a las posibles
demandas que se generen como consecuencia de la nueva situación. (Prof. Labrador
1996). Esta respuesta va encaminada en líneas generales a facilitar el responder y hacer
frente a la nueva situación generada (y sus consiguientes nuevas demandas), poniendo a
disposición del organismo recursos excepcionales, básicamente un importante aumento
en el nivel de activación fisiológica y cognitiva. De esta forma el organismo, con una
mayor activación fisiológica y cognitiva, puede percibir mejor la nueva situación,
interpretar más rápidamente lo que le demanda, decidir cuál debe ser la/s conducta/s que
hay que llevar a cabo y realizar éstas de la forma más rápida e intensa posible. Es
probable que con estos recursos excepcionales que supone la respuesta de estrés sea
más fácil responder y controlar la situación estresante. Cuando las demandas de la
situación se han solucionado cesa la respuesta de estrés y el organismo vuelve a un
estado de equilibrio (homeostasis).
La respuesta de estrés no es algo malo en sí misma, sino al contrario, facilita el disponer
de más recursos para hacer frente a situaciones que se suponen excepcionales. Eso sí,
dado que se activan una gran cantidad de recursos extraordinarios, supone un desgaste
importante para el organismo. Si éste es episódico no habrá ningún problema, pues el
organismo tiene capacidad para recuperase entre cada respuesta de estrés. Pero si estas
respuestas de estrés se repiten con excesiva frecuencia, intensidad o duración, quizá el
organismo no pueda recuperarse y se produzca la aparición de problemas conocidos
como trastornos psicofisiológicos o trastornos asociados al estrés.
Pero atención, para saber si el organismo dará o no una respuesta de estrés no basta con
determinar si una situación es o no estresante. Todos sabemos que ante las mismas
situaciones o demandas del medio una persona puede estresarse (dar respuestas de
estrés) y otra no. Para que haya una respuesta de estrés es tan importante la situación e
sí como que la persona en cuestión la perciba como amenazante y piense que no dispone
de habilidades o conductas para hacerla frente. En otras palabras, el que una persona dé
una respuesta de estrés depende tanto de las demandas objetivas del medio (la situación)
como de la percepción que tiene de la misma y de los recursos o habilidades de que
dispone para enfrentarse a ellas.
La exposición a situaciones de estrés provoca la “respuesta de estrés”, que consiste en
un importante aumento de la activación fisiológica y cognitiva, así como en la preparación
del organismo para una intensa actividad motora. Estas respuestas favorecen una mejora
en la percepción de la situación y sus demandas, un procesamiento más rápido y potente
de la información disponible, una mejor búsqueda de soluciones y selección de las
conductas adecuadas para hacer frente a las demandas de la situación, y prepara al
organismo para actuar de forma más rápida y vigorosa ante las posibles exigencias de la
situación. La sobreactivación a estos tres niveles (fisiológico, cognitivo y motor) es eficaz
hasta un cierto límite, pero superado éste tienen un efecto más bien desorganizador del
comportamiento, en especial cuando a pesar de esa sobreactivación no se encuentra una
conducta adecuada para hacer frente a la situación (véase Fig. 1).
 MECANISMO DEL ESTRÉS
Se describen tres fases sucesivas de adaptación del organismo:
1.- Fase de reacción de alarma: Ante un estímulo estresante, el organismo reacciona
automáticamente preparándose para la respuesta, para la acción, tanto para luchar como
para escapar del estimulo estresante. Se genera una activación del sistema nervioso con
las típicas manifestaciones de sequedad de boca, pupilas dilatadas, sudoración, tensión
muscular, taquicardia, aumento de frecuencia respiratoria, aumento de la tensión arterial,
aumento de la síntesis de glucosa y de la secreción de adrenalina y noradrenalina.
Se genera también una activación psicológica, aumentando la capacidad de atención y
concentración. Es una fase de corta duración y no es perjudicial cuando el organismo
dispone de tiempo para recuperarse.
2.- Fase de resistencia: Aparece cuando el organismo no tiene tiempo de recuperarse y
continúa reaccionando para hacer frente a la situación.
3.- Fase de agotamiento: Como la energía de adaptación es limitada, si el estrés
continúa o adquiere más intensidad pueden llegar a superarse las capacidades de
resistencia, y el organismo entra en una fase de agotamiento, con aparición de
alteraciones psicosomáticas.

Síndrome general de adaptación (Hans Selye, 1936)


 CARACTERÍSTICAS INDIVIDUALES
En toda situación de estrés, existen una serie de características comunes:
 Se genera un cambio o una situación nueva.
 Suele haber falta de información.
 Incertidumbre. No se puede predecir lo que va a ocurrir.
 Ambigüedad: cuanto más ambigua sea la situación, mayor poder
estresante generará.
 La inminencia del cambio puede generar todavía más estrés.
 En general, se tienen habilidades para manejar las nuevas
situaciones.
 Se producen alteraciones de las condiciones biológicas del
organismo que nos obligan a trabajar más intensamente para volver al estado
de equilibrio.
 Duración de la situación de estrés. Cuanto más tiempo dure una
situación nueva, mayor es el desgaste del organismo.
 ¿ES NOCIVO EL ESTRÉS?
La respuesta es: sí y no.
El estrés puede conducir a la enfermedad cuando los imperativos profesionales son
elevados y es reducida la influencia que el trabajador ejerce en sus condiciones de
trabajo, cuando el apoyo social de la dirección o de los colegas es insuficiente, o cuando
la recompensa que recibe -en cuanto a remuneración, estima o control de la situación- no
corresponde al trabajo realizado. También, de modo más general, cuando todas estas
situaciones son intensas, crónicas o se repiten a menudo. El resultado de ellas es una
amplia gama de enfermedades corporales, mentales, e incluso la muerte.
Depende de la situación -en el trabajo y fuera de él- en la que se produce. Por decirlo
metafóricamente, un vehículo se detiene en un semáforo y el conductor «revoluciona el
motor». De resultas de ello el motor se acelera, lo que aumenta su desgaste y la
acumulación de hollín en las válvulas, sin que el coche se mueva. En cambio, acelerar al
conducir por una autopista puede ser razonable y productivo. No puede eliminarse el
estrés en este último sentido fisiológico (de adaptación). Sin este estrés la vida se
detendría, pues la ausencia total de estrés equivale a la muerte. Lo que hay que evitar es
el estrés intenso y crónico, en el sentido de «revolucionar el motor» (deformación). En
definitiva, lo que hay que preguntarse es: «¿Qué intensidad tiene? ¿Cuánto dura? ¿Es
adecuado a las exigencias de la situación? ¿Desde el punto de vista de quién?»
He aquí algunos ejemplos: La tristeza de una empleada puede convertirse en una
depresión que la conduce a ideas de suicidio. La frustración de un trabajador puede
inducir un abuso de alcohol que, a su vez, lo lleva a conflictos laborales y conyugales, o a
conducir en estado de embriaguez, o a dañar su hígado. El exceso de estímulo de un
ejecutivo -o su aburrimiento- puede llevarlo a convertirse en fumador empedernido, lo que
acaba conduciendo a una bronquitis crónica, o coadyuvar a una cardiopatía isquémica o
al cáncer de pulmón. O bien, un estado permanente de exceso de trabajo (en la empresa
y fuera de ella) puede contribuir a que un empleado presente un estado crónico de
hiperexcitación nerviosa y endocrina que podrá después tener que ver con la aparición de
una hipertensión arterial que, a su vez, puede inducir un ictus.
Además de estas consecuencias claras, el estrés relacionado con el trabajo puede
conducir a la agravación de cualquier enfermedad, sea cual sea su causa principal.
Hay muchas explicaciones para este último efecto. Una de ellas, que guarda relación con
el estrés, es la mayor conciencia de la sintomatología de una enfermedad, cualesquiera
que sean sus causas o su tipo. Otra, la propensión a interpretar dicha sintomatología
como más agobiante o amenazadora. Quizás al «revolucionar» el organismo se
intensifican, de hecho, los síntomas. A veces, cuando la implicación en el trabajo es
excesiva, se desdeñan o analizan, a expensas de la salud del trabajador, los síntomas
que deberían exponerse al médico.
 ¿PUEDE INFLUIR EN LA SALUD EL ESTRÉS EN EL TRABAJO?
La salud y el bienestar pueden verse influidos por el trabajo, positiva y negativamente. El
trabajo puede constituir un objetivo y dar sentido a la vida. Puede brindar una estructura y
un contenido a nuestro día, semana, año, vida entera. Puede ofrecernos identidad,
autoestima, apoyo social y recompensas materiales. Todo esto puede suceder cuando las
exigencias laborales son óptimas (y no máximas), cuando a los trabajadores se les
permite un grado razonable de autonomía, y cuando el «ambiente» en el trabajo es
amistoso y solidario. De ser así, el trabajo puede ser uno de los factores favorecedores de
la salud («salutógenos») más importantes de nuestra vida (como ya se ha dicho).
Por el contrario, si las condiciones de trabajo presentan los atributos opuestos, pueden -al
menos, a largo plazo- producir enfermedad, acelerar su curso o desencadenar sus
síntomas.
Al vernos expuestos a dichos estresores u otros similares, la mayor parte de nosotros
experimenta reacciones emocionales como ansiedad, depresión, malestar, desasosiego o
fatiga.
El estrés en el trabajo también puede modificar nuestros comportamientos, lo que llevará
a algunos a fumar más, comer en exceso, refugiarse en el alcohol o correr riesgos
innecesarios en el trabajo o al conducir. Muchos de estos comportamientos pueden llevar
a la enfermedad y a la muerte prematura. El suicidio es un ejemplo de ello, entre muchos
otros.
También se producen reacciones fisiológicas en nuestros órganos internos. Si nos
sentimos injustamente criticados por nuestro superior, puede que aumente nuestra
tensión arterial; la frecuencia cardiaca puede aumentar o hacerse irregular; podemos
experimentar tensión muscular con rigidez de la nuca, dolor de cabeza y de hombros;
garganta y boca secas, o hiperacidez gástrica.
Todas estas reacciones de estrés pueden hacernos sufrir, enfermar e incluso morir: de
alguna enfermedad cardiovascular, o de cáncer (exceso de tabaco, de grasas, carencia
de sustancias nutritivas).
Es decir, puede verse afectado prácticamente cualquier aspecto de la salud y la
enfermedad relacionadas con el trabajo. Todo lo antedicho puede estar también
mediatizado por una mala interpretación, emocional o cognitiva, de unas condiciones de
trabajo que se consideran amenazadoras cuando no lo son, o de unos signos o síntomas
corporales banales que interpretamos como manifestación de una enfermedad grave.
Todo ello puede conducir a una amplia gama de trastornos, enfermedades, malestares y a
una pérdida de la productividad.
 ¿LA FATIGA ES IGUAL QUE EL ESTRÉS?
La fatiga, podemos definirla como el agotamiento corporal o mental que se produce como
consecuencia de un trabajo o de un esfuerzo, y que se caracteriza por la incapacidad para
realizar tareas físicas con el ritmo o con la fuerza habituales, y por una mayor lentitud de
los procesos racionales que pueden ocasionar un fallo de memoria.
Un esfuerzo mental continuo produce lo que se denomina fatiga mental; esto ocurre por
ejemplo cuando se trabaja sobre un problema determinado durante mucho tiempo.
Desde el punto de vista de la Seguridad e Higiene Industrial, vemos a la fatiga como un
elemento que en forma transitoria puede alterar el estado psíquico-físico del trabajador,
siendo el reflejo de los efectos de un trabajo prolongado, con sus respectivas
consecuencias sobre el individuo. Este estado de ánimo que comporta modificaciones
fisiológicas del cuerpo o cansancio psicológico, como consecuencia de lo cual se presenta
la disminución del rendimiento en el trabajo, tiene una influencia negativa en la
producción, ya que la fuerza de trabajo disminuye y el rendimiento baja, pudiendo
provocar accidentes laborales, lo que se traduce en pérdidas de tiempo, de material,
disminución en la producción y otros gastos.
Estrés físico y estrés mental.
Algunos autores diferencian entre el estrés físico y el estrés mental, mientras que otros
combinan ambas definiciones cuando hablan del estrés. Según un artículo en el
Biomonitor, esta diferenciación depende del origen o causa del estrés, definiendo
al estrés físicoprincipalmente como fatiga o cansancio físico.
Por otro lado, el origen del estrés mental está en las relaciones interpersonales,
frustraciones y apegos, conflictos con nuestra cultura o religión o por la preocupación por
alguna enfermedad.

FATIGA ESTRES

Fenómeno de desgaste
provocado por un
consumo de energía
superior al normal, con Reacción física y
pérdida de capacidad psicológica a un estímulo
funcional y sensación de excesivo. Trastorno
malestar afectando la psicológico causado por
salud, originado por una tensión mental
exceso de trabajo o falta constante con
DEFINICIÓN de descanso. repercusiones fisiológicas

Infartos de miocardio
Sistema músculo- Úlceras de estómago
esquelético
Aumento del ritmo
Sistema circulatorio cardiaco
Sistema nervioso Vértigo agudo
Sistema digestivo Dolores de cabeza
PARTES AFECTADAS Sistema respiratorio Etc.

 ESTRÉS LABORAL
Desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en 1995, se ha
dado un impulso a los aspectos relacionados con la Salud Laboral, entre los factores
desencadenantes de distintos problemas de salud, deterioro de las relaciones
interpersonales, absentismo y disminución de la productividad, se encuentra el estrés.
La Comisión Europea, a través de la Fundación Europea para la Mejora de las
Condiciones de Vida y Trabajo (1999) ha realizado un estudio sobre el estrés laboral en el
que concluye que el 28% de los trabajadores europeos padece estrés y el 20% burnout
(se sienten "quemados" en su trabajo), siendo los sectores más afectados los trabajos
manuales especializados, el transporte, la restauración y la metalurgia.
Los altos costes personales y sociales generados por el estrés laboral, han dado lugar
a que organizaciones internacionales como la Unión Europea y la OMS insistan cada vez
más en la importancia que tienen la prevención y el control del estrés en el ámbito laboral.
El concepto de estrés laboral, según aparece en los documentos divulgativos del Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales (1997) desde una perspectiva integradora, se define como "la respuesta
fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y
ajustarse a presiones internas y externas". El estrés laboral aparece cuando se
presenta un desajuste entre la persona, el puesto de trabajo y la propia
organización.
DISTRIBUCIÓN DE PORCENTAJES DEL ÁREA QUE MÁS CONTRIBUYE AL ESTRES

DISTRIBUCIÓN DE PORCENTAJES DEL NIVEL DE ESTRÉS LABORAL


DISTRIBUCIÓN EN FUNCIÓN DEL GRADO DE COMPROMISO
El 91,4 % está comprometido con los objetivos y finalidades de la orientación.
 SÍNTOMAS QUE PUEDE PROVOCAR EL ESTRÉS LABORAL
El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor
parte de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a
una reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y se precisan
procedimientos diagnósticos para determinar el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel
psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados
por la persona que está sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos
encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.
Los síntomas de estrés más frecuentes son:
1. A nivel cognitivo-subjetivo:
 Preocupación,
 Temor,
 Inseguridad,
 Dificultad para decidir,
 Miedo,
 Pensamientos negativos sobre uno mismo
 Pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros,
 Temor a que se den cuenta de nuestras dificultades,
 Temor a la pérdida del control,
 Dificultades para pensar, estudiar, o concentrarse, etc.
2. A nivel fisiológico:
 Sudoración,
 Tensión muscular,
 Palpitaciones,
 Taquicardia,
 Temblor,
 Molestias en el estómago,
 Otras molestias gástricas,
 Dificultades respiratorias,
 Sequedad de boca,
 Dificultades para tragar,
 Dolores de cabeza,
 Mareo,
 Náuseas,
 Molestias en el estómago,
 Tiritar, etc.
3. A nivel motor u observable:
 Evitación de situaciones temidas,
 Fumar, comer o beber en exceso,
 Intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.),
 Ir de un lado para otro sin una finalidad concreta,
 Tartamudear,
 Llorar,
 Quedarse paralizado, etc.
El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-
depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer.
Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente otros
síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento,
etc.
Finalmente, si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a producir
enfermedades físicas y desórdenes mentales, en definitiva problemas de salud.
 CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS LABORAL
Inicialmente el estrés puede dinamizar la actividad del individuo provocando un proceso
de incremento de recursos (atención, memoria, activación fisiológica, rendimiento, etc.)
que hace aumentar la productividad. Sin embargo, cuando este proceso de activación es
muy intenso o dura mucho tiempo, los recursos se agotan y llega el cansancio, así como
la pérdida de rendimiento.
Para realizar tareas complejas, o para aumentar la velocidad en tareas simples, se
necesita un cierto grado de activación. Sin embargo, un exceso de activación dificulta la
realización de dichas actividades.
Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a grandes rasgos, cabe
señalar su influencia negativa sobre la salud, así como sobre el deterioro cognitivo y el
rendimiento.
El estrés puede influir negativamente sobre la salud por varias vías, como son:
1) Por los cambios de hábitos relacionados con la salud,
2) Por las alteraciones producidas en los sistemas fisiológicos (como el sistema
nervioso autónomo y el sistema inmune)
3) Por los cambios cognitivos (pensamientos) que pueden afectar a la conducta, las
emociones y la salud.

 En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con salud, de


manera que con las prisas, la falta de tiempo, la tensión, etc.,aumentan las
conductas no saludables, tales como fumar, beber, o comer en exceso, y se
reducen las conductas saludables, como hacer ejercicio físico, guardar una
dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene, etc. Estos
cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por supuesto,
pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias muy
negativas para el individuo en las principales áreas de su vida, como son la
familia, las relaciones sociales, el trabajo, la salud, etc. Veamos algunos datos:

o En algunas profesiones altamente estresantes hay tasas más altas de
tabaquismo, alcoholismo y otras adicciones;
o Esto también es cierto en trabajadores desempleados, frente a lo que tienen
trabajo;
o Las personas con obesidad presentan niveles de ansiedad más altos que las
personas que no presentan obesidad;
o Los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) también están muy ligados
con ansiedad;
o Muchas personas con fobia social tienen problemas con el alcohol.
A su vez, el desarrollo de hábitos perniciosos para salud, como es el caso de las
adicciones, hace aumentar el estrés. Los programas de intervención para la reducción del
peso, o los programas de intervención en adicciones, o el tratamiento de los trastornos de
alimentación, etc., deben incluir técnicas de reducción de ansiedad y manejo del estrés,
pues cuando así se hace mejoran su eficacia.

 En segundo lugar, el estrés puede producir una alta activación


fisiológica que, mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones
psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza tensionales,
problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas sexuales, etc.
(Labrador y Crespo, 1993); a su vez, el estrés puede producir cambios en otros
sistemas, en especial puede producir una inmunodepresión que hace aumentar
el riesgo de infecciones (como la gripe) y puede aumentar la probabilidad de
desarrollar enfermedades inmunológicas, como el cáncer (Cano Vindel y Miguel
Tobal, 1994). Veamos datos:

o Los pacientes hipertensos presentan niveles de ansiedad e ira más altos que
las personas con presión arterial normal;
o Las personas que sufren arritmias, cefaleas, asma, trastornos de piel,
disfunciones sexuales, trastornos digestivos, contracturas musculares, etc., por
lo general presentan altos niveles de ansiedad;
o Los estudiantes en época de exámenes (su principal periodo de
estrés) son más vulnerables a la gripe o a enfermedades infecciosas de tipo
pulmonar, siendo más vulnerables las personas con alta ansiedad a los
exámenes.
Los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad mejoran el bienestar
psicológico en todos estos casos, pero también disminuyen la activación fisiológica y
mejoran los síntomas físicos de estas enfermedades (reducción de la presión arterial,
disminución de la taquicardia en las arritmias, eliminación del dolor en las cefaleas, etc.

 En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de manera que


comience a desarrollar una serie de sesgos o errores cognitivos en la
interpretación de su activación fisiológica, o de su conducta, o de sus
pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir una
serie de temores irracionales, fobias, etc., que de por sí son un problema de
salud (los llamados trastornos de ansiedad), pero que a su vez pueden
seguir deteriorando la salud en otras formas. Por ejemplo, una persona
sometida a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de pánico, o
crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de ansiedad, que el individuo no
puede controlar, con fuertes descargas autonómicas, temor a un ataque al
corazón, etc. Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su
activación fisiológica y piensa que le faltará el aire (cuando realmente está
hiperventilando), o que morirá de un ataque al corazón, o que se mareará y
caerá al suelo, o que se volverá loco, etc. Posteriormente, estos ataques de
pánico suelen complicarse con una agorafobia (evitación de ciertas situaciones
que producen ansiedad), con una dependencia de los ansiolíticos, a veces con
reacciones de depresión por no poder resolver su problema, etc. (Peurifoy,
1993; Cano Vindel, 2002). Estos trastornos de ansiedad son mucho más
frecuentes en mujeres que en varones (de 2 a 3 veces más frecuentes), pero
por lo general una crisis de ansiedad coincide con un periodo de mucho de
estrés que se ha prolongado un cierto tiempo. Entre un 1,5% y un 3,5% de la
población sufre trastornos de pánico con o sin agorafobia. La edad de aparición
se encuentra entre los 17 y los 35 años, justo en su edad más productiva.
El estrés también puede ocasionar una serie de perturbaciones sobre los procesos
cognitivos superiores (atención, percepción, memoria, toma de decisiones, juicios, etc.) y
un deterioro del rendimiento en contextos académicos o laborales (Cano Vindel y Miguel
Tobal, 1996), laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995), etc. Así, por ejemplo, los
estudiantes con alta ansiedad de evaluación presentan una disminución del rendimiento,
mientras que los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad a los exámenes
no sólo reducen ésta, sino que mejoran el rendimiento académico, aumentando la nota
media.
El estudio de cómo el estrés provoca interferencias sobre los llamados procesos
cognitivos superiores y sobre el rendimiento se ha llevado a cabo fundamentalmente
desde una perspectiva cognitivo-emocional y, sin duda, la emoción con la que más se ha
trabajado a la hora de estudiar esta influencia negativa sobre los procesos cognitivos ha
sido la ansiedad.
 EPIDEMIOLOGIA Y COSTES DEL ESTRÉS LABORAL
Según un estudio de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y
Trabajo (1999) el 28% de los trabajadores europeos padece estrés:
 El 20% padece burnout
 Más de la mitad de los 147 millones de trabajadores afirman que trabajan a
altas velocidades y con plazos ajustados
 Más de un tercio no pueden ejercer ninguna influencia en la ordenación de las
tareas
 Más de un cuarto no puede decidir sobre su ritmo de trabajo
 Un 45% afirma realizar tareas monótonas
 Para un 44% no hay posibilidad de rotación
 El 50% realiza tareas cortas repetitivas
 Se piensa que estos «estresores» relacionados con el trabajo han contribuido a
importantes manifestaciones de enfermedad:
o Un 13% de los trabajadores se quejan de dolores de cabeza
o Un 17% de dolores musculares
o Un 20% de fatiga
o Un 28% de «estrés»
o Un 30% de dolor de espalda
o Muchos otros, de enfermedades que pueden poner en peligro la vida
 Una estimación moderada de los costes que origina el estrés relacionado con el
trabajo apunta a unos 20 000 millones de euros anuales
Como puede verse en este resumen, no se han considerado otros costes que suele
acarrear el estrés como es el caso de los desórdenes mentales, principalmente los
trastornos de ansiedad. Más de un 15% de personas (según los estudios más recientes,
esta cifra podría alcanzar incluso el 25%) a lo largo de su vida sufrirán algún trastorno de
ansiedad, como por ejemplo ataques de pánico y agorafobia, que lo padecen entre un 1'5
y un 3'5% de personas. El estrés laboral puede ser un factor de vulnerabilidad para llegar
a sufrir este tipo de trastornos, aunque no es el único.
Las personas estresadas acuden generalmente en primera instancia al médico. Sus
quejas más habituales suelen ser ansiedad, dolor y depresión. Pues bien, en el año 2001,
si tenemos en cuenta los datos "sólo" de la receta médica oficial, en España se
consumieron casi 35 millones de envases de fármacos de tipo ansiolítico o tranquilizante.
Casi un envase por habitante.
En cuanto a los depresivos, de los tipos que hoy en día más se consumen, en el mismo
año se recetaron oficialmente más de 14 millones de envases.
De las personas que acuden al médico de atención primaria, el 21% de los pacientes
consume ansiolíticos y/o antidepresivos.
De todas estas cifras sobre abuso de fármacos lógicamente no podemos hacer
responsable al estrés laboral. Sin embargo, el estrés laboral también es responsable de
una parte de este problema.
 FACTORES PSICOSOCIALES
El estrés hoy en día se considera como un proceso interactivo en el que influyen los
aspectos de la situación (demandas) y las características del sujeto (recursos). Si las
demandas de la situación superan a los recursos del individuo, tenderá a producirse una
situación de estrés en la que el individuo intentará generar más recursos para atender las
demandas de la situación.
Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver con las
demandas de la situación (o contexto laboral) y con las características del individuo.
(Tomado de: Merín Reig, Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995, p. 118)

La importancia que las características contextuales (entorno de trabajo) tienen para


determinar la respuesta del individuo está en función del grado de precisión o ambigüedad
que dicho contexto presente. Es decir, cuando una situación tiene mucha "fuerza", las
variables personales son poco importantes porque el comportamiento está muy pautado.
Por el contrario, si la situación no es clara, se presta a la interpretación del sujeto. En este
caso, las características del individuo son más determinantes de su conducta.
¿Existen profesiones más estresantes que otras? Obviamente, sí. La naturaleza de cada
trabajo exige una mayor o menor cantidad de recursos a los trabajadores,
independientemente de sus diferencias individuales. Unos trabajos exigen prisa,
inmediatez, otros exigen precisión, exactitud, otros exigen un gran esfuerzo físico, otros
un gran esfuerzo mental, otros acarrean una gran responsabilidad, pues las
consecuencias de un error pueden ser vitales, etc.
En el ámbito laboral, los estresores que se presentan influyen de forma importante en el
sujeto. Como se muestra en la tabla 1 (Casalnueva y Di Martino, 1994), existen
profesiones con niveles de estrés más altos que otros. En esta tabla, elaborada por el
Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester, se evalúa el grado de
estrés de las distintas profesiones de 0 a 10.

Tabla 1. Nivel de estrés en determinadas profesiones (Casalnueva y Di Martino, 1994)

Mineros 8.3
Policías 7.7
Trabajadores de la construcción 7.5
Pilotos de líneas aéreas 7.5
Periodistas 7.5
Dentistas 7.3
Médicos 6.8
Enfermeros 6.5
Conductores de ambulancia 6.3
Músicos 6.3
Profesores 6.2
Directores de personal 6.0

La consecuencia inmediata que se puede extraer de la tabla anterior es que existen


situaciones laborales objetivas, con mucha fuerza contextual que son potencialmente más
estresantes que otras. Al menos, así son valoradas por las muestras de los distintos
colectivos de trabajadores que han sido seleccionados en este estudio (Merín Reig, Cano
Vindel y Miguel Tobal, 1995, p. 118).
Ahora bien, además de tener en cuenta la profesión, el contexto laboral, debemos tener
en cuenta las diferencias individuales. Así, dos personas en un mismo puesto de trabajo
pueden responder de manera muy diferente. Por ejemplo, uno puede estresarse y otro no.
Cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad laboral puede
provocar la reacción de estrés. E incluso, en ocasiones, aunque la situación objetivamente
no sea muy estresante (por ejemplo, puede que sea agobiante para un individuo, pero
que no lo sea para otro), si un individuo interpreta dicha situación como un peligro, o como
una amenaza potencial, surgirá la reacción de estrés. Por lo tanto, aunque hagamos un
listado exhaustivo de factores que pueden desencadenar estrés, dicho listado será
siempre incompleto. No obstante los siguientes factores han sido recogidos en un amplio
informe sobre el estrés laboral de la Comisión Europea (2000):
 Exceso y falta de trabajo
 Tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo satisfactorio para
nosotros y para los demás
 Ausencia de una descripción clara del trabajo, o de la cadena de mando
 Falta de reconocimiento o recompensa por un buen rendimiento laboral
 No tener oportunidad de exponer las quejas
 Responsabilidades múltiples, pero poca autoridad o capacidad de tomar
decisiones
 Superiores, colegas o subordinados que no cooperan ni nos apoyan
 Falta de control o de satisfacción del trabajador por el producto terminado fruto
de su trabajo
 Inseguridad en el empleo, poca estabilidad de la posición
 Verse expuesto a prejuicios en función de la edad, el sexo, la raza, el origen
étnico o la religión
 Exposición a la violencia, a amenazas o a intimidaciones
 Condiciones de trabajo físico desagradables o peligrosas
 No tener oportunidad de servirse eficazmente del talento o las capacidades
personales
 Posibilidad de que un pequeño error o una inatención momentáneos tengan
consecuencias serias o incluso desastrosas
 Cualquier combinación de los factores anteriores
 CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA
Numerosos investigadores han demostrado que existe una influencia de ciertas
características personales en la producción de estrés. Esto no quiere decir que el solo
hecho de tener una serie de características personales determinadas desencadenen por
sí mismas el estrés, sino que aumenta la vulnerabilidad de esos sujetos para que cuando
se den unas determinadas situaciones o demandas, el sujeto tenga más probabilidades
de sufrir una situación de estrés.
El modo de actuación de estas características en la generación del estrés proviene de la
descompensación, desequilibrio o incongruencia entre lo que exteriormente es
demandado u ofrecido y lo que los individuos necesitan, desean o son capaces de hacer.
Hay que considerar que esas características están afectadas por una gran variabilidad
interindividual e, incluso, también son variables en un mismo individuo a lo largo de su
historia personal. Las características personales a las que nos vamos a referir son
aquellas que se ha constatado que tienen algún tipo de relación en la generación del
estrés.
Entre estas características personales existen ciertos aspectos de la personalidad que
hacen a las personas más vulnerables al estrés:
 Personalidad tipo A: Hace referencia a una tipología de personalidad
característica que se manifiesta en ciertos sujetos como un interés
desmesurado por la perfección y por el logro de metas elevadas, una
implicación muy profunda con su profesión (hasta el punto de considerar el
trabajo como el centro de su vida), que lleva al desarrollo de grandes
esfuerzos, a una tensión constante, a una incapacidad de relajarse y a una
preocupación constante por el tiempo (nunca encuentran tiempo suficiente
para hacer todo lo que quisieran). Estos sujetos son activos, enérgicos,
competitivos, ambiciosos, agresivos, impacientes y diligentes. Este tipo de
personalidad no es un rasgo estático de personalidad sino un estilo de
comportamiento con el que las personas responden habitualmente ante las
situaciones y circunstancias que les rodean. Actúa como un condicionante que
hace al sujeto más sensible al estrés.
 Dependencia: Las personas poco autónomas toleran mejor un estilo de
mando autoritario (supervisión estricta) y un ambiente laboral muy
normalizado y burocratizado. Sin embargo, tienen más problemas en
situaciones que implican tomar decisiones o cualquier tipo de incertidumbre y
ambigüedad que las personas más independientes. Tienen más facilidad para
delimitar el ámbito laboral del extralaboral y, por lo tanto, les permite
abstraerse mejor de la posible problemática en su ámbito laboral.
 Ansiedad: Las personas ansiosas experimentan mayor nivel de conflicto que
las no ansiosas.
 Introversión: Ante cualquier problemática, los introvertidos reaccionan más
intensamente que los extrovertidos, ya que son menos receptivos al apoyo
social.
 Rigidez: Las personas rígidas presentan un mayor nivel de conflicto y de
reacciones desadaptadas, especialmente en situaciones que implican un
cambio y que requieren un esfuerzo adaptativo, que las personas flexibles.
 La formación, las destrezas y conocimientos adquiridos, la experiencia
y la capacidad (intelectual y física): Tienen capital importancia como fuente
de estrés, por la posible incongruencia que se puede dar entre la posición
ocupada (o el trabajo desempeñado) y la capacidad o capacitación del
trabajador. Así, la posición ocupada puede requerir de capacidades y
conocimientos superiores al nivel de preparación de la persona, o bien al
contrario, la capacidad de la persona puede estar por encima de lo que
requiere el puesto que ocupa y ser esto una fuente de frustración e
insatisfacción.
 La mala condición física y los malos hábitos de salud: Pueden disminuir
de alguna manera la capacidad de enfrentarse a los problemas de trabajo.
Existen otros aspectos que se consideran como posibles estresores, con un carácter más
activo, ya que actúan como demandas de la persona en la medida que modulan las
intenciones y las conductas del individuo, el grado de autoexigencia, o lo que el individuo
exige al entorno:
 Las necesidades del individuo: Necesidad de contacto social, de intimidad,
de reconocimiento personal, de autorrealización...
 Las aspiraciones: Deseos de logro personal, de alcanzar un determinado
estatus, de dominar y controlar el trabajo...
 Las expectativas: Esperanzas que el individuo tiene de obtener de su trabajo
ciertos beneficios personales, sociales...
 Los valores: La adhesión al principio de autoridad, importancia del trabajo o
del status...
Algunos autores creen que el estrés es producido de manera primordial por estas
características personales debido a una descompensación o a una deficiente
correspondencia entre la capacidad o la habilidad del individuo y las expectativas o
aspiraciones de ese individuo. Sin embargo, parece más adecuado analizar la dinámica
que se da en el estrés a partir de la interrelación y la comparación que se establece entre
las demandas del trabajo y las características de la persona.
 EVALUACIÓN DEL ESTRÉS LABORAL
Los programas de prevención y control del estrés laboral deben partir de una evaluación
multidimensional del proceso de estrés, es decir, de aquellos factores personales,
interpersonales y organizacionales que intervienen en la generación del estrés en el
trabajo. Puede deducirse, por tanto, que el estrés no puede ser analizado de forma
aislada. El estudio del estrés en el trabajo va a requerir el conocimiento de elementos
esenciales tales como:
- Estresores: condiciones físicas y psicosociales del trabajo.
- Percepción del estrés: evaluación cognitiva del individuo en su apreciación de las
demandas ambientales y los recursos de los que dispone.
- Variables moderadoras: características personales e interpersonales que pueden
determinar la vulnerabilidad al estrés tales como: patrón de conducta, autoeficacia, locus
de control, estrategias de afrontamiento, apoyo social.
- Respuestas al estrés: fisiológicas, comportamentales, cognitivas.
- Consecuencias sobre la salud, las relaciones interpersonales en el trabajo, la
satisfacción laboral, rendimiento en el trabajo, etc.
En definitiva, para evaluar el estrés laboral es necesario utilizar diferentes instrumentos
que se refieran a aspectos relacionados tanto con la situación laboral como con el
individuo. Los instrumentos de evaluación que resultan más útiles son:
- Listas de control para determinar los diferentes ámbitos de una organización
relacionados con el contenido del trabajo y las relaciones sociales que pueden ocasionar
estrés en los profesionales sanitarios.
- Cuestionarlos, escalas e inventarlos que permiten obtener información sobre la forma
en que son percibidos los estresores, así como las características personales y
estrategias de afrontamiento ante un evento estresante.
- Indicadores bioquímicos y electrofisiológicos para la medición de las respuestas
fisiológicas.
- Cuestionarlos sobre problemas de salud que pueden ser ocasionados por el estrés.
- Sistemas de registro administrativo para evaluar, por ejemplo, el absentismo y la
incapacidad laboral.
A continuación, voy a comentar algunos de estos métodos diseñados para la evaluación
del estrés laboral:
 LISTAS DE CONTROL
Las listas de control son un instrumento que permite la autoevaluación de los propios
profesionales de salud con el objetivo de identificar los riesgos (estresores) en el puesto
de trabajo que pueden causar el estrés. Constituyen, pues, el primer paso para la
evaluación de riesgos laborales.
Una de estas listas de control es la elaborada por la Fundación Europea para la Mejora de
las Condiciones de Vida y Trabajo (1933)1. Contiene cuatro listas de control referentes a
los siguientes aspectos: contenido y organización del trabajo; condiciones de trabajo;
condiciones de empleo (política organizacional) y relaciones en el trabajo. Cada una de
estas listas presenta una serie de preguntas en formato sí/no. Con la suma de sus
respuestas se obtendrá una puntuación total donde a mayor puntuación, mayor el número
de problemas identificados que pueden ser generadores de estrés.
 CUESTIONARIOS
Un cuestionario específico para estudiar el nivel de estrés en profesionales de la salud es
el elaborado por A. Reig y A. Caruana (1990) . Este cuestionario contiene 67 ítems y
evalúa diversas fuentes de estrés laboral clasificadas en 7 factores:
Factor I: Contacto con el dolor y la muerte.
Factor II: Conflictos con pacientes y sus familiares.
Factor III: Conflictos con los superiores.
Factor IV: Situaciones urgentes y graves.
Factor V: Aspectos carenciales (fuentes de insatisfacción).
Factor VI: Estrés emocional.
Factor VII: Sobrecarga laboral.
Los ítems se responden con una escala de 1 a 5 puntos, indicando el grado en que cada
afirmación supone una fuente de estrés en el trabajo. Los valores asignados son: (1) no
me produce tensión; (2) tensión leve; (3) tensión moderada; (4) bastante tensión y (5)
mucha tensión. El sumatorio de las puntuaciones dadas es un indicador del estrés laboral.
 INSTRUMENTOS DE MEDIDA
[i] Este instrumento es uno de los más utilizados. Sin embargo ha recibido críticas con
respecto al funcionamiento de las dos últimas subescalas que lo forman
(Despersonalización y Falta de realización personal). En este sentido García Izquierdo
y Velandrino (1992) han desarrollado una escala (EPB) adaptada a la población española,
centrada en el cansancio emocional.

[ii] Rodriguez-Marín et al. (1992) han adaptado el cuestionario de Folkman y Lazarus a


población española denominándole “Cuestionario de Formas de Afrontamiento de
Acontecimientos Estresantes”.

[iii] Este instrumento presentado por Kompier y Levi (1994), está diseñado a partir de
otros cuestionarios importantes en el ámbito laboral. Estos son:
o Job Content Questionnaire (Karask, 1985)
o Dutch Work and Health Questionnaire (Smulders, de Winter y
Gründemann, 1992)
o NOVA-WEBA (Dhondt y Houtman, 1992)
o WEBA Y NOVA-WEBA relativos a la salud y el bienestar de los
trabajadores (Houtman, Bloemhoff, Dhondt y Terwee, 1994). De este
instrumento no conocemos ningún trabajo publicado que confirme su validez y
fiabilidad, pero parece muy completo y por lo tanto podría ser interesante
realizar algún estudio psicométrico con él.
Consecuencias
Variables Variables del estrés
INSTRUMENTO Contextuales Individuales laboral

ð Reacciones
ð Estrategias comportamentale
SCOPE equivocadas s
ð
(Brengelmann, Desencadenant ð Estrategias ð Reacciones
1986). es del estrés positivas somáticas

Occupational ð Satisfacción
ð Locus de
Stress Inventory Laboral
Control.
(Cooper et al., ð Fuentes de ð Salud Mental
ð Interpretación
1988). estrés.
de los eventos ð Respuestas
estresantes. de estrés.

ð Cansancio
Emocional
ð
Despersonalizació
Maslach Burnout
n
Inventory.
ð Falta de
(Maslach &
realización
Jackson, 1986).
personal
[i]
Work Stress
ð Estructura
Inventory Scale.
social del
(Moos et al., puesto de
1974). trabajo

Ways of Coping
(Folkman y
Lazarus, 1980, ð Estrategias de
1985).[ii] afrontamiento

COPE Inventory
(Carver et al. ð Estrategias de
1989). afrontamiento

Inventario de ð Valoración (3
Valoración y tipos) de situación
Afrontamiento
(IVA) laboral estresante
(Cano Vindel y ð Estrategias de
Miguel-Tobal, afronta miento (6
1992) tipos)

ð Supervisión
Cuestionario de
Satisfacción ð Ambiente
Laboral. físico
(Meliá y Peiró, ð Prestaciones
1989). recibidas

ð Exigencias
del trabajo.
Cuestionario
sobre el estrés ð Condiciones
en el lugar de de empleo ð Facultades de
trabajo. decisión
ð Apoyo del
(Kompier y Levi, supervisor y de ð Utilización de
1995)[iii] los compañeros las capacitaciones.

ð Escala
general de
estrés
ð
Acontecimientos
vitales
ð Estrés en
ancianos
Escala de
Apercepción del ð Estrés
Estrés. sociolaboral
(Fernández ð Estrés en la
Seara, 1992). conducción

 PREVENCIÓN DEL ESTRÉS


 ¿Se puede prevenir el estrés relacionado con el trabajo?
Cabe abordar el estrés relacionado con el trabajo en cuatro niveles:
 El del trabajador,
 El de la empresa,
 El del país, y
 El de la Unión Europea.
En cualquiera de los casos, son las personas quienes crean las condiciones, que están
abiertas a posibles acciones por parte de todos los implicados.

Siempre hay que empezar por identificar los generadores de estrés relacionados con el
trabajo, las reacciones de estrés y la enfermedad relacionada con el estrés. Hay varias
razones para ello:
 El estrés es un problema para el trabajador, para su empresa y para la
sociedad.
 Los problemas de estrés en el trabajo van en aumento.
 Luchar contra ellos es un imperativo legal, en virtud de la Directiva marco
sobre salud y seguridad de la UE (véase más abajo).
 Muchos de los generadores de estrés y de sus consecuencias son evitables y
pueden adaptarse si todos los implicados en el mercado de trabajo colaboran
en su propio interés y en interés mutuo.
De conformidad con la Directiva marco de la UE, el empresario «deberá garantizar la
seguridad y la salud de los trabajadores en todos los aspectos relacionados con el
trabajo». Entre los principios de prevención de la Directiva se incluyen «evitar los
riesgos», «combatir los riesgos en su origen» y «adaptar el trabajo a la persona».
Además, la Directiva establece el deber que tienen los empresarios de «planificar la
prevención buscando un conjunto coherente». Por este motivo la Comisión Europea
publicó su Guía (Levi, 2000) para sentar las bases de estos esfuerzos.

A partir del control en puestos de trabajo concretos y del seguimiento a escala nacional y
regional, habrá que prevenir o contrarrestar el estrés relacionado con el trabajo mediante
un nuevo diseño del puesto (por ejemplo, mediante la capacitación de los empleados para
que accedan a los recursos y desarrollo de las capacidades personales, así como
evitando tanto la sobrecarga como la falta de trabajo), mejorando el apoyo social y
ofreciendo compensaciones razonables por el esfuerzo realizado por los trabajadores,
todo ello como partes integrantes del sistema de gestión global. También, por supuesto,
adaptando los factores físicos, químicos y psicosociales del puesto de trabajo a las
capacidades, necesidades y expectativas razonables de los trabajadores, todo ello en
línea con lo establecido en la Directiva marco de la UE y con el artículo 152 del Tratado de
Ámsterdam, según con el cual «Al definirse y ejecutarse todas las políticas y acciones de
la Comunidad se garantizará un alto nivel de protección de la salud humana».

Entre las acciones de apoyo no sólo figura la investigación, sino también la adaptación (de
acuerdo con dichos objetivos) de los planes de estudio de las escuelas de comercio, de
tecnología, los de medicina y de ciencias sociales y del comportamiento, así como en la
formación inicial y continua de los inspectores de Trabajo, directores y supervisores.
De conformidad con las Conclusiones de la Presidencia Sueca de la UE (Consejo
Europeo de Estocolmo, 2001), recuperar el pleno empleo (en la UE) no sólo conlleva
centrarse en más trabajos, sino también en mejores trabajos.

Habría que hacer más esfuerzos por promover un buen entorno de trabajo para todos,
incluyendo la igualdad de oportunidades para los discapacitados, la igualdad entre
géneros, empresas buenas y flexibles que permitan reconciliar mejor la vida laboral y la
personal, el aprendizaje durante toda la vida, la salud y la seguridad en el trabajo, la
implicación de los empleados y la diversidad en la vida laboral.

 ¿Cómo se puede prevenir el estrés?


Para identificar el estrés relacionado con el trabajo, sus causas y sus consecuencias,
tenemos que controlar el contenido y las condiciones de nuestro trabajo, los términos del
contrato, las relaciones sociales en la empresa, la salud, el bienestar y la productividad.
La Guía de la UE contiene muchas referencias de listas de comprobación sencillas y a
cuestionarios para que todos los interesados puedan hacerlo.

Cuando todos los actores del mercado sepan «dónde les aprieta el zapato», podrá
procederse a «adaptar el zapato» para que le vaya bien el «pie», es decir, reducir las
condiciones generadoras de estrés en el lugar de trabajo, gran parte de lo cual puede
hacerse mediante cambios más bien sencillos para una empresa, como son:
 Dar al trabajador el tiempo necesario para realizar su trabajo
satisfactoriamente.
 Dar al trabajador una descripción clara del trabajo.
 Recompensar al trabajador por un buen rendimiento laboral.
 Crear vías para que el trabajador tenga la oportunidad de exponer sus quejas,
y tomarlas seriamente en consideración con diligencia;
 Armonizar la responsabilidad y la autoridad del trabajador.
 Clarificar los objetivos y la filosofía de la empresa y adaptarlos a los propios
objetivos e ideales del trabajador, siempre que sea posible.
 Favorecer el control o la satisfacción del trabajador por el producto terminado
fruto de su trabajo.
 Fomentar la tolerancia, la seguridad y la justicia en el lugar de trabajo.
 Eliminar las exposiciones a factores físicos peligrosos.
 Estudiar los fallos y los aciertos, sus causas y sus consecuencias, de
actuaciones pasadas en materia de salud y seguridad en el trabajo, con vistas
a acciones futuras;
 Aprender a evitar los fallos y a fomentar los aciertos, para una mejora gradual
del entorno de trabajo y de la salud (véase más adelante para el control
interno).
Los tres interlocutores del mercado de trabajo pueden desear, a escala de la empresa o a
nivel nacional, estudiar posibles mejoras organizativas para prevenir el estrés y la
enfermedad relacionados con el trabajo, por lo que respecta a:
 Horarios de trabajo: Diseñar horarios de trabajo para que no entren en conflicto
con las exigencias y responsabilidades no relacionadas con el trabajo. Los
horarios de los turnos rotatorios deberían ser estables y predecibles, con una
rotación que vaya en sentido mañana-tarde-noche.
 Participación/control: Permitir que los trabajadores tomen parte en las
decisiones o actuaciones que afecten a sus puestos de trabajo.
 Carga de trabajo: Asegurarse de que las tareas sean compatibles con las
capacidades y los recursos del trabajador, y prever un tiempo de recuperación
en el caso de tareas especialmente arduas, físicas o mentales.
 Contenido: Diseñar las tareas para que tengan sentido, estimulen, den un
sentimiento de satisfacción y la oportunidad de poner en práctica los
conocimientos.
 Roles: Definir claramente los roles y las responsabilidades en el trabajo.
 Entorno social: Brindar oportunidades de interacción social, incluidos el apoyo
social y emocional y la ayuda mutua entre compañeros de trabajo.
 Control interno
Las actuaciones para reducir el estrés nocivo relacionado con el trabajo no tienen por qué
ser complicadas, requerir mucho tiempo o conllevar costes prohibitivos. Uno de los
planteamientos más sensatos, realistas y de bajo coste es el denominado control interno.

Se trata de un proceso de autorregulación en el que colaboran estrechamente todos los


implicados. De su coordinación puede encargarse, por ejemplo, un servicio interno de
salud en el trabajo, o un inspector de trabajo, una enfermera del trabajo o de salud
pública, un asistente social, un fisioterapeuta o alguien de la sección de personal.

El primer paso consiste en determinar la incidencia, prevalencia, gravedad y tendencias


de las exposiciones a factores de estrés relacionados con el trabajo, sus causas y sus
consecuencias para la salud, por ejemplo, mediante alguno de los muchos instrumentos
de evaluación que figuran en la Guía de la UE.
A partir de estos hallazgos, se analizan luego las características de dichas exposiciones y
cómo se reflejan en el contenido, la organización y las condiciones de
trabajo. ¿Pueden ser necesarias, suficientes o coadyuvantes para causar estrés
relacionado con el trabajo y conducir a la enfermedad? ¿Es posible cambiar dichas
características? ¿Son tales cambios aceptables para los interesados?
El tercer paso es que los afectados diseñen un paquete integrado de intervenciones, que
aplicarán para prevenir el estrés relacionado con el trabajo y para fomentar tanto su
bienestar como su productividad. Lo ideal es combinar enfoques de arriba abajo y de
abajo arriba.

Hay que evaluar los resultados a corto y largo plazo de dichas intervenciones, en cuanto a
los siguientes aspectos:
 Las exposiciones a los generadores de estrés.
 Las reacciones de estrés.
 La incidencia y prevalencia de enfermedad.
 Los indicadores de bienestar.
 La productividad, habida cuenta de la calidad y de la cantidad de Los productos
o servicios.
 Los costes y los beneficios, en términos económicos.
Si las intervenciones no producen efecto, o si su efecto es negativo, en alguno de los
ámbitos mencionados, los implicados quizá deban reconsiderar lo que conviene hacer,
cómo, cuándo, quién debe hacerlo y para quién. En cambio, si los resultados son
positivos en su conjunto, los participantes pueden querer proseguir o ampliar sus tareas
en la misma línea. Se trata, sencillamente, de aprender de la experiencia de manera
sistemática. Si así lo hacen durante un largo lapso de tiempo, el lugar de trabajo se
convierte en ejemplo de aprendizaje de empresa.

Las experiencias con estas intervenciones suelen ser muy positivas, no sólo para los
empleados y en términos de estrés, salud y bienestar, sino también para la función y el
éxito de las empresas, y para la colectividad. Si se llevan a cabo como se propone,
pueden generar una situación ventajosa para todas las partes.
 Intervención centrada en el individuo
La intervención centrada en el individuo es la que se lleva a cabo con mayor frecuencia y
consiste en entrenar a los sujetos para mejoren sus recursos y habilidades para controlar
y manejar el estrés.
 Intervención centrada en la organización
En cuanto a la intervención sobre el estrés laboral desde la perspectiva de la organización
se pueden poner en marcha programas concretos de reducción del estrés en el trabajo,
contando siempre con un buen técnico, así como con la colaboración de los propios
trabajadores. En principio hace falta voluntad de todas las partes que componen la
organización.
Muchas veces el estrés laboral lo produce la mala organización, los malos hábitos
desarrollados en la forma de abordar las tareas, los procedimientos irracionalmente
costosos, en mayor medida que la tarea en sí que comporta la actividad laboral. Por
ejemplo, para la policía con frecuencia resulta más estresante, produciendo un mayor
grado de insatisfacción, la burocracia y la mala organización que su tarea en sí de detener
delincuentes, a veces peligrosos.
La colaboración de los trabajadores es fundamental para denunciar los procedimientos
estresantes que han de ser modificados, así como para proponer soluciones alternativas a
los viejos hábitos.

Intervención sobre el estrés desde la


empresa

 Gestión del estrés


Los empleados deben estudiar detenidamente los sistemas de que disponen para evaluar,
prevenir y gestionar el estrés laboral.
Es preciso que conozca los sistemas y recursos con los que cuenta su organización para
gestionar el estrés.
Los recursos internos pueden incluir los servicios de salud ocupacional, el departamento
de gestión de recursos humanos (personal), los departamentos de formación u otras
personas responsables de bienestar y la salud de los empleados.
Los problemas individuales complejos, difíciles y que no puedan gestionarse internamente
deberán ser tratados por un consejero psicólogo, un psicólogo clínico, un orientador o un
médico especialista en salud ocupacional, quien podrá consultar el caso con un médico
generalista o con otros especialistas si lo considera necesario.
La identificación de la existencia de grupos en situación de riesgo en la entidad es
esencial y debe acompañarse de un examen de los recursos institucionales de que se
dispone para la gestión del estrés laboral.
ORIENTACIONES GENERALES PARA LA GESTION DEL ESTRÉS
 Elabore una lista de sus tareas por orden de importancia y establezca un
horario al principio de cada día.
 Tómese breves descansos, con intervalos regulares a lo largo del día. Haga
una relajación breve, o estírese o respire profundo y tranquilamente durante 2
ó 3 minutos cada hora.
 Vigile su postura y controle periódicamente que no está tenso y que su
cuerpo está bien apoyado.
 Consuma alimentos sanos. Limite la cantidad de estimulantes y toxinas
(como cafeína, alcohol, tabaco, dulces) que ingiere cada día.
 Acuéstese por lo menos media hora antes de lo habitual y levántese un
cuarto de hora antes de lo necesario. Establezca y realice ejercicios
estimulantes por la mañana.
 Reduzca todo lo posible el estrés que le rodea (p. ej. Asegúrese de que su
lugar de trabajo y/o su hogar tienen buena luz, un asiento cómodo, bajo nivel
de ruidos y que están ordenados).
 Establezca citas frecuentes para hablar y compartir con personas que lo
escuchen y que se preocupen por Vd. y por los asuntos que le afectan.
 Libere sus emociones reprimidas en cuanto pueda: gruñir, gritar, golpear
almohadones, pegar con una raqueta el colchón, etc., inicie la práctica de un
deporte o pasatiempo que le permita liberar sus frustraciones reprimidas.
 Permita a su mente desconectarse al menos dos veces al día, una de ellas
por medio de la música, un libro o programa de televisión preferidos y otra
utilizando técnicas como la relajación.
 Realice al menos 10 ó 15 minutos de ejercicio físico moderado cada día ,3
sesiones de 20 minutos de ejercicio más fuerte cada semana.
 Utilice técnicas de relajación profunda durante al menos 20 minutos una vez
por semana (p. ej.: una cinta relajación, sauna, masaje o un simple baño de
aromaterapia).
 Planee actividades diversas al principio de la semana para estimular su
humor y su espontaneidad.
 NORMATIVA LABORAL
La Directiva Marco de la Unión Europea, en materia de Salud y Seguridad, obliga al
empresario a reconocer los factores de estrés y a corregirlos. Esta directiva, establece
entre otras cuestiones, que el empresario "deberá garantizar la seguridad y la salud de los
trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo (...) con arreglo a los
siguientes principios generales de prevención: evitar los riesgos, evaluar los riesgos que
no se puedan evitar, combatir los riesgos en su origen, adaptar el trabajo a la persona, en
particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como en la
elección de los equipos de trabajo y los métodos de trabajo y producción, con miras, en
particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos de los mismos
en la salud".
España como Estado Miembro de la Unión Europea adoptó a través de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995 de 8 de noviembre), esta normativa
comunitaria y así, en su artículo 18.1.a, estableció que el empresario adoptará las
medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las informaciones necesarias
en relación con los riesgos para la seguridad y la salud en el trabajo.
Así mismo y como desarrollo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, se aprobó
por Real Decreto en enero de 1997 el Reglamento de los Servicios de Prevención, y
en su Sección 1ª que trata sobre la evaluación de los riesgos, establece en su Art. 3.1.a,
que el empresario deberá eliminar o reducir el riesgo, mediante medidas de prevención en
el origen, organizativas, de protección colectiva, de protección individual o de formación e
información a los trabajadores.
 ESTRESORES
 DEFINICIÓN
Todo suceso, situación o persona que encontramos en nuestro medio ambiente externo
pude ser estresor.
La respuesta al estrés es el esfuerzo de nuestro cuerpo por adaptarse o, con mayor
precisión, por mantener la homeostasis. Experimentamos ESTRÉS cuando no podemos
mantener o recuperar este equilibrio personal. Si no se percibe una amenaza externa, no
hay necesidad de adoptar una postura de adaptación y no puede haber ESTRÉS. Puesto
que las condiciones correctas casi cualquier cosa pueden producir una respuesta, se
desprende que también casi cualquier cosa puede convertirse en un estresor. Por esta
razón es imposible elaborar una lista finita de estresores y decir “evite estos y usted
llevara una vida libre de ESTRÉS “. Sin embargo, prácticamente hablando, algunas
condiciones externas tienen mucho mayor probabilidad de operar como estresores que
otras
Ejemplo de estresor: Vamos a administrar un antibiótico, y en el momento en el que se
tiene la aguja en el reservorio del sistema de suero para introducirlo, nos damos cuenta
de que nos hemos equivocado de paciente, y que el antibiótico está prescrito para el
paciente de la cama de al lado. Al comprobar el nombre, verificamos que el paciente al
que casi introducimos la medicación confundida es alérgico a los antibióticos. Esta
situación seria un estresor que puede provocar una respuesta de estrés.
 TIPOS DE ESTRESORES LABORALES
Hay algunas profesiones que son fuente de estrés. La enfermería es, sin duda, una
profesión generadora de gran estrés, ya que se viven situaciones de gran intensidad
emocional.
Las fuentes de estrés, se clasifican en:
- Sucesos vitales intensos y extraordinarios. Aparece cuando se producen situaciones
de cambio como separación matrimonial, despidos de trabajo, muerte de familiares
próximos, etc.
- Sucesos diarios estresantes de pequeña intensidad. Según algunos autores este tipo
de sucesos pueden provocar efectos psicológicos y biológicos más importantes que los
que puedan generar acontecimientos más drásticos como la muerte de un familiar
próximo.
- Sucesos de tensión crónica mantenida: Son aquellas situaciones capaces de generar
estrés mantenido durante períodos de tiempo más o menos largos. El estrés que supone
tener un hijo que tiene problemas cada día a consecuencia de una enfermedad,
drogadicción, etc.
 ESTRESORES DEL MEDIO AMBIENTE
Todos los Estresores son ambientales, en el sentido de que son parte del medio ambiente.
Sin embargo, muchos aspectos del ambiente o muchas formas de clasificar los estímulos
ambientales. Algunos aspectos del ambiente son físicos, son antropológicos y otros más
son sociológicos. El ESTRÉS es la respuesta psicológica a estos diversos estímulos
ambientales.
Si tuviéramos que categorizar la mayoría de los estresores, diríamos que la mayoría de en
los son parte del ambiente psicológico o sociológico. No obstante una categoría de
estresores no encaja muy bien en esta descripción: los estresores del ambiente físico. En
este ambiente a las que es necesario que se adapte la persona. Aquí nos referimos a los
estresores ambientales, entendiendo por ambiental las condiciones físicas del medio
ambiente. Los extremos en la temperatura, pueden ser un ejemplo de un estresor del
medio ambiente físico, demasiada o poca luz puede ser otro ejemplo. En pocas palabras,
los estresores ambientales son, en este sentido, aspectos físicos del ambiente, percibidos
normalmente por uno o más de los cinco sentidos.
Los estresores del medio ambiente físico son lo que Poulton designa como estresores de
los obreros, puesto que se concentran en las ocupaciones de los trabajadores más de
ninguna otra.
 LUZ
El alumbrado inadecuado para la tarea que estamos ejecutando puede originar
problemas. Puede hacer la tarea más difícil, incluso imposible de terminar, y puede
aumentar nuestro nivel de frustración y nuestra tensión mientras luchamos por terminar
con una tarea bajo condiciones menos que ideales.
Demasiada luz o brillante también pueden ser fuente de dificultades. La brillantez
constituye un buen ejemplo de las diferencias entre reportes de ESTRÉS objetivo y
subjetivo.
Independientemente de las cuestiones objetivas de las intensidades ópticas, un mínimo
de brillantez, una buena iluminación se percibe como alegre y estimulante, y por lo tanto,
relajante. En los pocos casos que existe este conflicto entre el confort percibido y la
iluminación optima, podría haber buenas razones para optar por niveles de iluminación
dentro de la gama del confort.
 RUIDO
El ruido excesivo y/o intermitente interfiere con nuestra concentración y es fuente de
frustración que puede conducir al enojo y a la tensión. Se sobrepone a la verbalización
interna que usamos al pensar y al dirigir nuestros actos.
La prolongada exposición al ruido, puede conducir a la fatiga y a la disminución del
desempeño. No solo puede dar como resultado la fatiga física, sino una disminución en la
tolerancia a la frustración.
El cambio en los nivele de ruido, más que los niveles absolutos en si mismos, resulta
irritante. Otra forma de decir que el ruido, al igual que cualquier estresor, origina ESTRÉS
cuando nos obligan a adaptarnos a un cambio.
 TEMPERATURA
En la mayor parte de los sitios de trabajo, actualmente se evitan los extremos en la
temperatura mediante controles cuidadosos.
Todavía hay individuos que trabajan a la intemperie operaciones manufactureras como las
metalúrgicas, donde no puede controlarse la temperatura. Por otro lado, las regiones
geográficas donde los extremos en la temperatura son algo común, están experimentando
una industrialización cada vez mayor.
El calor excesivo es un estresor en potencia, con probabilidades de generar costos
fisiológicos y psicológicos, particularmente para aquellas personas que desarrollan
actividades que requieren de gran esfuerzo físico. Fisiológicamente, el ESTRÉS
producido por el calor da como resultado un aumento de oxigenación y fatiga.
Psicológicamente, puede perturbar el funcionamiento afectivo normal y aumentar
significativamente la irritabilidad.
Los extremos fríos también influyen psicológicamente sobre los individuos, afectando los
niveles de energía y posiblemente disminuyendo la motivación. Desde el punto de vista
del desempeño, frío extremo afecta manos y pies, y origina disminuciones en el
desempeño entre los individuos que ejecutan tareas que requieren el uso de estas
extremidades.
Como vemos, la temperatura, actúa como estresor cuando se requiere de gran esfuerzo
adaptativo por parte del individuo. Aun la adaptación satisfactoria tiene sus consecuencias
negativas en la forma de la energía física y psíquica invertida para mantener la
adaptación.
 VIBRACIÓN Y MOVIMIENTO
La vibración se experimenta normalmente como consecuencia de operar alguna
herramienta, como el taladro neumático o algún vehículo que transmite la vibración del
motor al asiento del conductor.
El ESTRÉS del movimiento es precipitado por las aceleraciones giratorias de la cabeza
que son registrada en los canales semicirculares del oído interno.
La vibración es una estresor potencial más grande que el movimiento. La cantidad de
vibración que puede experimentar un individuo sin provocar una respuesta al ESTRÉS
depende de la intensidad de vibración, la aceleración, de su amplitud e igualmente de las
características personales del individuo. La mayoría de las consecuencias son de
naturaleza física: visión obnubilada, jaquecas, temblor, y tensión muscular.
Psicológicamente, los resultados de estos estresores tienen mayor probabilidad de
constituir reacciones ante las consecuencias fisiológicas que ante los estresores en sí
mismos. La visión obnubilada, los musculosa tensos, las manos temblorosas o la
aparición de un efecto a largo plazo, como sucede con la enfermedad de Reynaud, son
algunos de los fenómenos que sirven como precipitados de reacciones psicológicas de
estrés.
 AIRE CONTAMINADO
La contaminación del aire se ha convertido en un problema cada vez mayor en los últimos
años. Este tipo de contaminación atmosférica es un estresor que plantea problemas tanto
físicos como psicológicos, pero también la calidad del aire en el sitio de trabajo es una
condición que esta muy relacionada con el problema más general de la contaminación
ambiental.
Muchas empresas industriales producen derivados que contaminan el aire en torno de la
instalación productora. Además de hacerlo durante la respiración, muchas sustancias
pueden también entrar al cuerpo a través de la piel. El polvo del asbesto y el polvo del
carbón que llevan a la enfermedad denominada “ pulmones negros “ pueden ser
productores de fibrosis, y hay pruebas recientes que han vinculado a la inhalación del
asbesto con cáncer.
Uno de los contaminantes del aire más comunes es el monóxido de carbono, que
constituye una amenaza para los individuos que trabajan en talleres de reparación de
autos, pasos a desnivel y muchos segmentos de la industria de la transportación.
Este conocimiento sé esta convirtiendo en un estresor de importancia para algunos. El
trabajador puede experimentar ESTRÉS día a día, precisamente porque sabe que el
asbesto al que se encuentra expuesto puede reducir notablemente la oportunidad de vivir
una vida normal y saludable.
 ESTRESORES EXTRAORGANIZACIONALES
Estos son las acciones, las situaciones o los sucesos ajenos a la organización, que
podrían resultar estresantes para la gente. Las personas, sin embargo, al igual que las
organizaciones, se encuentran inexorablemente vinculadas a las condiciones que existen
en el mundo exterior. Por lo tanto, es de importancia reconocer que los estresores
extraorganizacionales (externos) existen, y que influyen en la conducta de las personas
en sus trabajos.
Los patrones de todos los días de la vida de las personas, generalmente incluyen el
trabajo, la familia, la comunidad y las actividades sociales. Nuestros roles diarios como
trabajadores, padres, esposos, hijos y miembros de la comunidad no ocurren en el vacío.
Algunos de los Estresores Extraorganizacionales que se mencionara incluyen el cambio
social, la familia, la reubicación, las condiciones económicas y financieras, la raza y clase
social, y las condiciones residenciales o comunitarias.
Los que viven o trabajan cerca de nosotros, normalmente pueden recoger indicios de
ESTRÉS antes de que estemos conscientes de que se encuentra en formación. Algunos
signos de advertencia son:
 Irritabilidad en asuntos triviales
 Enfado por las preguntas de los niños
 Ira sin motivo
 Repentino aumento en los hábitos de beber o fumar
 Cavilación
 Depresión
 Insomnio
 Patrones de locución vagos
 Aumento en el uso de antidepresivos y tranquilizantes
Estos y otros son demasiado sutiles para que la persona que padece ESTRÉS se percate
de ellos. Además, la mayoría de la gente muestra algunos de éstos síntomas
ocasionalmente. Sin embargo, cuando se presentan en grupo y persisten con el tiempo,
probablemente existe demasiado ESTRÉS por trabajo y/o extraorganizacionales en la
persona.
 TRABAJO
Para la mayoría de los trabajadores, en lo individual, el trabajo es mucho más que un
compromiso de cuarenta horas por semana. Aun cuando este sea el tiempo de trabajo, el
tiempo invertido en actividades relacionadas con el trabajo aumenta a diez horas diarias, y
probablemente más. Mucha gente permanece más horas en la oficina, se lleva trabajo a
casa por las tardes y regularmente regresa la oficina los fines de semana, invirtiendo más
tiempo en actividades relacionadas con el trabajo.
No solo invertimos una gran cantidad de tiempo en el trabajo; mucha gente encuentra una
parte sustancial de su satisfacción y de su identidad en el propio trabajo.
Consecuentemente su vida laboral se entrelazan y son interdependientes. La distinción
entre el ESTRÉS relacionado con el trabajo y ESTRÉS no relacionado con este es
entonces artificial. Las fuentes de ESTRÉS en el trabajo inciden en la vida no laboral de la
persona y afectan los estresores y el estrés en tal ámbito.
Los estresores más importantes que aparecen en la organización son los siguientes:
- Conflicto y ambigüedad del Rol. Ocurre cuando hay diferencias entre lo que espera el
profesional y la realidad de lo que le exige la organización. Puede haber conflictos como
por ejemplo recibir ordenes contradictorias de un responsable de enfermería o cuando los
deseos y metas no se corresponden con lo que realmente estamos haciendo. Cuando no
se tiene claro lo que se tiene que hacer, los objetivos del trabajo y la responsabilidad
inherente que conlleva, nos puede estresar de forma importante.
También influyen los tiempos de descanso, las relaciones interpersonales, sentirse
observado-criticado por los compañeros, las dificultades de comunicación y las escasas
posibilidades de promoción. Estos factores también pueden generar estrés laboral.
- La jornada de trabajo excesiva produce desgaste físico y mental e impide al
profesional hacer frente a las situaciones estresantes. Por ejemplo una jornada nocturna
puede ser más larga que una de mañana o tarde y por tanto al final de la jornada, el
profesional se encontrará más agotado y su capacidad física y mental puede verse
disminuida.
- Las relaciones interpersonales pueden llegar a convertirse en una fuente de
estrés. Piénsese en un profesional desequilibrado emocionalmente que hace la vida
imposible a todos sus compañeros. Es una fuente continua de estrés. Por el contrario,
cuando existe buena comunicación interpersonal y cuando se percibe apoyo social y de la
organización, se amortiguan los efectos negativos del estrés laboral sobre nuestra salud.
- Promoción y desarrollo profesional. Si las aspiraciones profesionales no se
corresponden con la realidad por falta de valoración de méritos, se puede generar una
profunda frustración apareciendo el estrés.
 FAMILIA
El trabajo y la familia son factores de interacción a los que debe enfrentarse una persona
regularmente.
El examen de la familia como fuente de ESTRÉS se complica, por problemas referidos a
la naturaleza de la variable misma del estresor.
Los estresores en familia varían mucho en severidad y grado de continuidad. Hay breves
crisis familiares que contribuyen igualmente al ESTRÉS a largo plazo. Un determinado
fenómeno familiar puede ser fuente de ESTRÉS y también puede constituir una respuesta
al ESTRÉS. Por lo tanto el estresor familiar puede ser tanto variable dependiente como
independiente. También puede operar como variable mediadora.
Aunque cualquier estresor en apariencia esta basado en la familia puede ser originado por
causas ajenas a ésta, resulta de importancia examinar l familia por si misma pueda no ser
la fuente, puede ser la unidad dentro de la cual los estresores surgen, intercalan y ejercen
un impacto significativo sobre la gente.
La familia puede ser un lugar de alivio del estrés del trabajo, un santuario para regenerar
los niveles de energía. Puede ser fuente de fuerza para el marido, la mujer y los niños.
Inversamente, si los patrones familiares o los sucesos familiares no son correctos, pueden
afectar la conducta en el trabajo, las relaciones entre marido y mujer y la educación de los
hijos. Por lo tanto, La familia puede servir para reducir el ESTRÉS o puede contribuir a
que se acumule en gran medida. A los investigadores corresponde identificar y medir los
estresores que se originan en la familia; por otro lado, los gerentes deben vigilar si las
preocupaciones familiares son llevadas al trabajo.
 TRATAMIENTO DEL ESTRÉS
El tratamiento de las enfermedades por estrés laboral deberá siempre dirigirse a
erradicarlo a través de controlar los factores o las fuerzas causales del mismo. El criterio
general que pretende curar la enfermedad en forma aislada mediante tratamiento paliativo
de las alteraciones emocionales o reparación de las lesiones orgánicas es sumamente
simplista, limitado y poco racional. Así, el tratamiento contra el estrés deberá ser
preventivo y deberá lograrse ejerciendo las acciones necesarias para modificar los
procesos causales.
La prevención y atención del estrés laboral constituyen un gran reto, los criterios para
contrarrestarlo deberán ser organizacionales y personales. Los médicos de salud en el
trabajo y profesionales afines, deben vigilar a sus pacientes y cuando sea posible a toda
la organización con objeto de manejar el estrés en forma efectiva, aunque la participación
del equipo de salud para efectuar cambios sustanciales con frecuencia es más difícil,
pues los gerentes y empleadores generalmente buscan resolver el problema de los
trabajadores en forma individual, pero rechazan la intervención en el origen del problema
cuando esto implica la necesidad de cambios en el lugar de trabajo, por la posible
disyuntiva entre la ganancia económica y el bienestar de los trabajadores.
El médico debe buscar anticipar la situación y aplicar medidas profilácticas efectivas, la
prevención primaria es un objetivo primordial, las acciones eficaces han demostrado éxito
económico en las empresas, al mejorar el estado de animo y el bienestar de los
trabajadores disminuyendo las enfermedades, remitiendo el ausentismo, elevando la
productividad y mejorando sustancialmente el desempeño y la calidad del trabajo.
TÉCNICAS
Las técnicas más habituales de afrontamiento y superación del estrés son las siguientes:
- Técnicas respiratorias: Muy útiles en los procesos de ansiedad, hostilidad,
resentimiento, tensión muscular, fatiga y cansancio crónico.
- Técnicas de relajación progresiva: Son útiles en la ansiedad, depresión, impotencia,
baja autoestima, fobias, miedos, tensión muscular, hipertensión, cefaleas, alteraciones
digestivas, insomnio, tics, temblores, etc.
- Técnicas de autohipnosis: Altamente eficaces en cefaleas, dolores de cuello y
espalda, alteraciones digestivas como el colon irritable, fatiga, cansancio crónico,
insomnio, trastornos de¡ sueño.
- Técnicas de entrenamiento autógeno: útiles en tensión muscular, hipertensión,
alteraciones digestivas, fatiga, cansancio crónico, insomnio y otras alteraciones del sueño.
- Técnicas de detención del pensamiento: útiles en ansiedad ante situaciones
concretas, fobias, miedos, obsesiones, pensamientos indeseados.
- Técnica del rechazo de ideas absurdas: Se utiliza en procesos ansiosos
generalizados, depresión, desesperanza, impotencia, baja autoestima, hostilidad, mal
humor, irritabilidad, resentimiento, etc.
- Técnicas de afrontamiento de problemas: Utilizadas en fobias y miedos y en ansiedad
ante situaciones determinadas.
- Técnica de afrontamiento asertivo: Técnicas utilizadas en obsesiones, pensamientos
indeseados, en problemas de comunicación y ansiedad ante situaciones personales.
- Técnicas de biorretroalimentación: Efectivas en procesos ansiosos generalizados,
tensión muscular, hipertensión, cefaleas, dolores de cuello y espalda, espasmos
musculares, tics, temblores, etc.
 ¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE BURNOUT?
La revista Erga Noticias, publicación periódica del Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo, en un artículo sobre nuevas denominaciones para enfermedades
"modernas", califica el Síndrome de Burnout (o síndrome de estar quemado), como un
síndrome de desgaste profesional que se manifiesta en profesionales sometidos a un
estrés emocional crónico, cuyos rasgos principales son: agotamiento físico y psíquico,
actitud fría y despersonalizada en la relación hacia los demás y sentimientos de
insatisfacción personal con las tareas que se han de realizar, y que suele producirse
fundamentalmente en personal sanitario y en profesionales dedicados a la enseñanza.
El síndrome se manifiesta en los siguientes aspectos:
A. Psicosomáticos: fatiga crónica, frecuentes dolores de cabeza, problemas de sueño,
úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de peso, dolores musculares, etc.
B. Conductuales: absentismo laboral, abuso de drogas (café, tabaco, alcohol, se
fármacos, etc.), incapacidad para vivir de forma relajada, superficialidad en el contacto
con los demás, comportamientos de alto riesgo, aumento de conductas violentas.
C. Emocionales: distanciamiento afectivo como forma de protección del yo, aburrimiento
y actitud cínica, impaciencia e irritabilidad, sentimiento de omnipotencia, desorientación,
incapacidad de concentración, sentimientos depresivos.
D. En ambiente laboral: detrimento de la capacidad de trabajo detrimento de la calidad
de los servicios que se presta a los clientes, aumento de interacciones hostiles,
comunicaciones deficientes.
En mi opinión personal, este tipo de síndrome así como otro tipo de alteraciones son
consecuencia de ciertos factores estructurales de vulnerabilidad. Cualquier intervención
tendría que ir dirigida también a estos factores estructurales, si no las recaídas son
frecuentes.
 PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE EL ESTRÉS
¿EN QUÉ MEDIDA ES IMPORTANTE EL ESTRÉS LABORAL?
 Un 48% trabajadores europeos considera que el estrés afecta a su salud.
 Supone una carga para:
ð El individuo.
ð La organización.
ð La sociedad.
 Es una amenaza para:
ð La salud.
ð El bienestar.
ð La productividad.
 En USA el estrés y enfermedades mentales suponen un coste anual de 230
millones de dólares.
 Un 80% de los trabajadores desearía cambiar de trabajo por esta razón.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS LABORAL?


 Hablamos de estrés cuando se produce una discrepancia entre las demandas
del ambiente, y los recursos de la persona para hacerles frente.
 El estrés es una respuesta adaptativa, que en un primer momento nos ayuda a
responder más rápida y eficazmente a situaciones que lo requieren.
 Nuestro cuerpo se prepara para un sobreesfuerzo, somos capaces de procesar
más información sobre el problema y actuamos de forma rápida y decidida.
 El problema es que nuestro cuerpo tiene unos recursos limitados y aparece el
agotamiento.
 Relacionado con el estrés laboral, aparece el Síndrome de Burnout o estar
quemado. Éste ha sido entendido como una respuesta emocional y cognitiva a
ciertos factores laborales e institucionales, o como consecuencia del estrés.
 Se ha comprobado que la preparación de un determinado grupo de
profesionales no siempre es suficiente para afrontar situaciones habituales de
su trabajo, dando lugar a la aparición de dificultades emocionales y
conductuales y conllevan un sentimiento de fracaso personal e/o incapacidad
para el ejercicio de la profesión.

¿CÓMO AFECTA EL ESTRÉS LABORAL AL SER HUMANO?


 Efectos emocionales: Ansiedad, Agresión, Apatía, Aburrimiento, Depresión,
Fatiga, Sentimientos de culpa, Vergüenza, Irritabilidad, Mal genio, Tristeza,
Baja autoestima, Tensión, Nerviosismo, Soledad.
 Efectos sobre el pensamiento: Incapacidad para tomar decisiones,
Incapacidad para concentrarse, Olvidos frecuentes, Hipersensibilidad a la
crítica, Bloqueos mentales
 Efectos sobre nuestro comportamiento: Predisposición a accidentes,
Consumo de drogas, Explosiones emocionales, Comer en exceso, Falta de
apetito, Beber y fumar en exceso, Excitabilidad, Conductas impulsivas,
Alteraciones en el habla, Risas nerviosas, Incapacidad de descansar, Temblores
 Efectos sobre el trabajo: Absentismo, Relaciones laborales pobres, Altas
tasas de cambio de trabajo, Mal clima en la organización, Antagonismo con el
trabajo, Falta de satisfacción con el desempeño del empleo, Mala productividad
¿A QUE DEBEMOS PRESTAR ATENCIÓN PARA PREVENIRLO?
 Ambiente físico: ruido, vibraciones, iluminación, higiene, espacio físico,
temperatura, etc.
 Demandas del trabajo: trabajo por turnos, trabajo nocturno, exceso de
trabajo y falta de trabajo.
 Contenidos del trabajo: oportunidad para controlar las actividades,
oportunidad para usar habilidades propias, rutina y monotonía.
 Relaciones interpersonales y grupales: relaciones deterioradas,
desconfianza y poca cooperación correlacionan con tensión y estrés (ha sido
considerado un “colchón” para los efectos del estrés laboral”.
 Desarrollo de la carrera profesional: inseguridad contractual, cambio de
puesto, cambio de nivel jerárquico, etc.
 Nuevas tecnologías
 Relaciones trabajo - familia
¿QUÉ SE ALCANZA CON LA INTERVENCIÓN?
 Adquirir mayor conocimiento de los estresores laborales para controlarlos
 Adquirir mayor autoconocimiento y control sobre cómo interpretar el medio.
 Interpretar un menor número de situaciones como ansiógenas.
 Evaluar adecuadamente los recursos propios para hacer frente a la situación.
 Saber solucionar problemas de forma más adaptativa.
 Disminución del nivel de tensión muscular y/o vascular.
 Facilitar descanso y sueño para combatir la fatigabilidad.
 Reducir la fatiga en el trabajo y aumentar el rendimiento.
 Aprender a usar el apoyo social como amortiguador de los efectos del estrés.
 Reducir la evitación a situaciones conflictivas.
 Reducir el impacto de la Ira ante situaciones de frustración.
¿ CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL?
El estrés relacionado con el trabajo, sus causas y sus consecuencias son muy frecuentes
en los quince Estados miembros de la Unión Europea. Más de la mitad de los 160
millones de trabajadores afirman que trabajan muy rápidamente(56 %) y con plazos
ajustados (60 %). Más de un tercio no puede ejercer ninguna influencia en la ordenación
de las tareas; el 40 % señala que realiza tareas monótonas.

Es probable que estos generadores de estrés relacionado con el trabajo han contribuido a
las actuales manifestaciones de enfermedad: un 15 % de los trabajadores se quejan de
dolores de cabeza, un 23 % de dolor en el cuello y hombros, un 23 % de fatiga, un 28 %
de «estrés» y un 33 % de dolor de espalda. También contribuyen a otras muchas
enfermedades, incluso enfermedades que pueden poner en peligro la vida (Fundación
Europea, 2001).

El estrés relacionado con el trabajo continuado es un factor determinante significativo de


trastornos depresivos. Estos trastornos constituyen la cuarta causa principal del volumen
de enfermedades en todo el mundo. Se prevé que para el año 2020 llegará a ser la
segunda causa, detrás de la cardiopatía isquémica, pero delante de todas las demás
enfermedades (Organización Mundial de la Salud, 2001).

En los quince Estados miembros de la UE, el coste medio de estos problemas de salud
mental y otros problemas asociados se cifra en un 3-4 % del PIB (OIT, 2000) (3), lo que
constituye alrededor de 256 000 millones de euros al año (1998).

Es bastante probable que el estrés relacionado con el trabajo sea un factor determinante
significativo del síndrome metabólico (Folkow, 2001; Björntorp, 2001). Este síndrome
contribuye a reforzar la morbilidad de la cardiopatía isquémica y de la diabetes tipo 2.

Así, puede influir en prácticamente todos los aspectos de la salud y la enfermedad


relacionadas con el trabajo. Esto también puede estar mediatizado por un malentendido
emocional o cognitivo que hace que determinadas condiciones de trabajo se consideren
amenazantes cuando no lo son, o que ciertos signos o síntomas corporales sin
importancia se interpreten como manifestaciones de una enfermedad grave.

Todo ello puede conducir a una amplia gama de trastornos, enfermedades, malestares y a
una pérdida de productividad. En la guía de la UE se comentan en detalle ejemplos de
cardiopatía isquémica, ictus, cáncer, enfermedades musculoesqueléticas y
gastrointestinales, ansiedad y trastornos depresivos, accidentes y suicidios.

¿Quién corre este riesgo?


De hecho, cada uno de nosotros. Todos tenemos nuestro «límite de rotura». Además, la
naturaleza del trabajo y sus condiciones cambian con una rapidez vertiginosa. Esto
agrava los riesgos que corremos o podemos correr, si bien en diversos grados. Algunos
grupos corren más riesgo que otros.

Entre los factores determinantes de este mayor riesgo está un comportamiento hostil (de
«tipo A»); una inadecuada reserva de respuestas para hacer frente a determinadas
situaciones y una situación socioeconómica desfavorecida, junto con una falta de apoyo
social.

Otros factores determinantes son la edad (trabajadores adolescentes y trabajadores de


edad avanzada), la combinación de ser mujer y tener exceso de trabajo (caso de la
monoparentalidad) y la discapacidad o la situación desfavorecida. Con frecuencia, las
personas de riesgo especial también están más expuestas a condiciones nocivas de vida
y de trabajo. Con ello quiere decirse que la gran vulnerabilidad tiende a ser concomitante
con la elevada exposición.
 ESTRÉS LABORAL: PANORÁMICA EUROPEA
El estrés laboral es una fuerte reacción emocional negativa al trabajo
El estrés laboral no es un asunto trivial y puede alterar significativamente la conducta de
las personas, perjudicar la calidad de vida y dañar la salud.

En los últimos diez años, el estrés laboral ha sido identificado de forma reiterada en la
Unión Europea como una de las principales preocupaciones en el lugar de trabajo, lo cual
supone un desafío no sólo para la salud de los empleados sino también para el
«bienestar» de las empresas.

En las encuestas realizadas por la Fundación Europea en 1996 y 2000 sobre las
condiciones de trabajo, un 28 % de los trabajadores afirmó tener problemas de estrés,
una cifra superada únicamente por las afecciones musculoesqueléticas (30 % y 33 %
respectivamente). Además, los estudios efectuados en la UE y en otros lugares (Cox et
al., 2000) sugieren que entre el 50 % y el 60 % del total de los días laborales perdidos
está vinculado al estrés.

Ello representa un enorme coste en términos tanto de daño humano como de perjuicio al
rendimiento económico. Además de las graves repercusiones sobre la salud mental y
física de los trabajadores, el impacto del estrés laboral es evidente en los «síntomas
organizativos» como el alto nivel de absentismo y de rotación de personal, el bajo
rendimiento en materia de seguridad, el desánimo de los empleados, la falta de
innovación y la baja productividad.

Así pues, el reto del estrés laboral ha ido cobrando cada vez mayor relevancia en los
medios de comunicación y en la opinión pública de todo el mundo desarrollado. Los
legisladores comunitarios y nacionales han tratado de instaurar medidas para proteger la
salud de los trabajadores y así mejorar la eficiencia de las empresas.

La Directiva 89/391/CEE del Consejo, así como la legislación necesaria en el ámbito de


los Estados miembros, sitúan claramente el estrés laboral dentro del marco jurídico de la
seguridad y la salud en el trabajo. Permiten albergar esperanzas de que se abordará del
mismo modo lógico y sistemático que otras cuestiones de salud y seguridad mediante la
aplicación del modelo de gestión de riesgos, haciendo hincapié en la prevención.

El estrés laboral representa evidentemente un importante problema, pero a veces se da la


falsa impresión de que ese «estrés» es un fenómeno subjetivo difícil de definir y tratar.
Ello, a su vez, puede dejar desamparados desde el punto de vista emocional tanto a los
empresarios como a los empleados que se sienten inseguros en cuanto a lo que
necesitan hacer para abordar el problema. De hecho, aunque los especialistas abordan
este problema desde perspectivas ligeramente diferentes, la mayor parte de ellos
comparte el mismo marco conceptual básico a la hora de definir y tratar el estrés.

Las personas experimentan estrés cuando sienten que existe un desequilibrio entre lo que
se les pide y los recursos personales y del entorno que poseen para satisfacer esa
demanda. Este vínculo entre demanda y recursos puede moderarse en gran medida
mediante factores como el apoyo social -tanto en el trabajo como fuera del mismo- y el
control sobre el trabajo.

Aunque el proceso de evaluar tanto la demanda como los recursos («valoración») es


psicológico, los efectos del estrés no son meramente psicológicos por naturaleza. Pueden
afectar también a la salud física y social, a la innovación y a la productividad.

 EL ESTRÉS RELACIONADO CON EL TRABAJO: UN PROBLEMA


CRECIENTE
El cambio y la innovación pueden causar estrés entre los trabajadores
Las empresas afrontan estos días grandes cambios. La competencia ha aumentado tanto
en el interior del mercado libre europeo como más allá de sus fronteras. La necesidad de
mejorar la productividad y la calidad, las innovaciones en tecnología y en la organización
del trabajo, las exigencias medioambientales y los cambios de estructura de la población
activa (envejecimiento, sociedad multicultural, mujeres en el mercado laboral), son todos
ellos factores que requieren flexibilidad y adaptabilidad.

Así, lo que necesitamos es una fuerza de trabajo propicia al cambio y la innovación: que
esté orientada al cliente y muy motivada. A raíz de ello, muchos trabajadores se sienten
amenazados: los conocimientos se tornan obsoletos muy pronto y aumenta la necesidad
de renovar las cualificaciones.

En ocasiones, entran en juego otros factores, por ejemplo unas pautas de trabajo
intensivo, jornadas laborales más largas y acoso. Todos estos factores han hecho que el
estrés se convierta en un fenómeno cada vez más común con repercusiones
significativas, pues afecta al bienestar físico y psicológico de una persona y perjudica el
funcionamiento de la empresa. Por lo tanto, el estrés menoscaba la salud y la eficiencia,
tanto individual como socialmente, y el estrés relacionado con el trabajo ha llegado a ser
un aspecto esencial de la seguridad y salud en el trabajo.

Seguridad y salud en el trabajo


El estrés relacionado con el trabajo, sus causas y sus consecuencias están muy
extendidos en los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Los datos publicados por
la Comisión Europea en la Guía sobre el estrés relacionado con el trabajo (1999) reflejan
que más de la mitad de los 147 millones de trabajadores europeos afirman que trabajan
bajo una presión considerable.

Más de un tercio no tiene libertad para organizar las tareas, y más de un cuarto no puede
participar en las decisiones relativas a las pautas de trabajo. Además, el 45 % afirman
realizar tareas monótonas y el 50 % realizan tareas cortas y repetitivas.

Se piensa que estas causas del estrés relacionadas con el trabajo han contribuido a las
actuales enfermedades: Un 13 % de los trabajadores se quejan de dolores de cabeza, un
17 % de dolores musculares, un 30 % de dolor de espalda, un 20 % de fatiga y un 28 %
de estrés.

En España, la cuarta Encuesta nacional de condiciones de trabajo, realizada por el


Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, refleja que del total de consultas
médicas solicitadas por los trabajadores el año pasado, el 20 % se debieron a lesiones
relacionadas con el trabajo y, de este porcentaje, el 4,6 % estaban relacionadas con el
estrés.

Un análisis de la parte de la encuesta que se refiere a la presencia de ciertos síntomas de


naturaleza psicosomática refleja que el 5 % de los encuestados afirmaron sufrir síntomas
de estrés. De acuerdo con las estadísticas, este porcentaje varía cuando se analiza por
separado cada una de las ramas de actividad: un 7,6 en el sector administrativo y
bancario y un 7,1 % en el sector de servicios sociales.

La UE calcula que los costes que supone el estrés relacionado con el trabajo rondan los
20 000 millones de euros al año en el conjunto de la UE. La OIT afirma que el coste de los
problemas de salud mental relacionados con el trabajo, incluido el estrés, representa el 3
% del PIB de la UE.
 CONCLUSIÓN
El estrés es provocado por factores que son resultado de un acelerado ritmo de vida en la
actualidad. A cada persona le afecta de manera diferente, porque cada una de ellas tiene
un patrón psicológico que la hace reaccionar de forma diferente a las demás, es decir,
cada uno de nosotros somos diferentes a los demás y por lo tanto actuamos y nos
manifestamos de forma diferente a los demás y por tanto actuamos y nos manifestamos
de forma diferente.
El estrés no es una enfermedad propiamente dicha sino es la causa de las algunas
enfermedades. El estrés puede hacer que las personas se depriman y se sientan
irritables, portándose un poco descuidadas. Entonces el estrés es un factor realmente
importante en algunos accidentes que ocurren tanto en el ambiente laboral como fuera.
Es cierto que el estrés no es la causa de accidentes en la actualidad, pero si bien es cierto
el estrés sé esta convirtiendo día a día en una amenaza constante para nuestra sociedad,
ya que cada día aumenta él numero así como la intensidad del estrés en las personas.
Existen muchos factores tanto del medio ambiente externo como fuera del que actuales
como estresores, es decir en la actualidad todos estamos expuestos por todos lados a ser
envueltos por factores estresantes, lo importante esta en saber como manejar estas
situaciones.
Así como existen factores estresantes también hay formas con las que podemos luchar y
tratar de combatir esos estresores y si no es así pues cuando menos debemos estar
consientes que viviendo en un mundo como en el que vivimos actualmente, lleno de
cambios constantes, de prisas y de ajetreos para así poder manejar las situaciones con
mayor facilidad y no caer constantemente presas del estrés.
Al identificar los factores que pueden ser causas de estrés pueden ser tratados y
estudiarse adecuadamente para su manejo. Si como mencionan algunos autores, las
causas pueden ser físicas: como el ruido, la temperatura, y en general los factores del
medio ambiente físico; todos estos elementos pueden ser controlados, ayudando a que
las personas realicen sus actividades de manera más tranquila y relajada.
El estrés trae como consecuencias físicas que hacen daño a la persona como son el
envejecimiento prematuro, cambio de personalidad, etc. Que eso en vez de ayudar
perjudica y solo hace que se tenga un menor rendimiento en todo tipo de actividad.
En el presente trabajo se ha intentado ofrecer unas pinceladas de lo que es actualmente
el campo de estudio sobre el estrés laboral. Comentar con amplitud todas las facetas del
estrés laboral sería, además de imposible, inadecuado en unas breves páginas. Baste
como ejemplo señalar que en los últimos siete años se han recogido en la base de datos
“psyclist” casi 1200 artículos de revistas y más de 250 capítulos de libros sobre el tema.
 BIBLIOGRAFÍA
CASALNUEVA, B., DI MARTINO V.(1994): Por la Prevención del Estrés en el Trabajo. Las
Estrategias de la OIT. Salud y Trabajo.
COMISIÓN EUROPEA (2000). Guía sobre el estrés relacionado con el trabajo. ¿La «sal
de la vida» o el «beso de la muerte»? Luxemburgo
DEL HOYO DELGADO, MARI ANGELES. C.N.N.T. Estrés laboral Edit. INSHT. Madrid
1997.
LABRADOR, FRANCISCO J., El estrés. Nuevas técnicas para su control. Editorial Temas
de hoy. (1992)
MERÍN, J., CANO, A. Y MIGUEL-TOBAL. Programa para la reducción del estrés en el
ámbito hospitalario. Mimeo: Universidad Complutense de Madrid. (1995)
MERÍN-REIG, J., CANO-VINDEL, A., & MIGUEL-TOBAL, J. J. (1995). El estrés laboral:
bases teóricas y marco de intervención / Occupational stress: theoretical back-ground and
intervention framework. Ansiedad y Estrés.
OIT. La Prevención del estrés en el trabajo. Condiciones de trabajo. 8
Recopilación. Madrid. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 1996
PEIRÓ, J.M. Psicología de la organización. Madrid. U.N.E.D. (1987)
PEIRÓ, J.M. Y SALVADOR, A. Control del estrés laboral. Madrid. Ed. Eudema S.A. (1993)
ROJAS E. El estrés. Madrid. 3ª Edición. Ed. TH Temas de hoy 1989.
SALVADOR, A. Y GONZÁLEZ-BONO, E. Trastornos psicofisiológicos asociados al estrés
laboral. Universidad de Valencia. (1995)
LEGISLACIÓN:
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. (BOE 10.11.1995).
Real Decreto 39/1997, de 17 de enero. Reglamento de los Servicios de Prevención. (BOE
31.1.1997).
Real Decreto 486/1997, de 14 de abril. Disposiciones mínimas de seguridad
y salud en los lugares de trabajo. (BOE 23.4.1997).
Real Decreto 488/1997, de 14 de abril. Pantallas de visualización. (BOE
23.4.1997).
Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio. Disposiciones mínimas de seguridad
y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
(BOE 7.8.1997).
PAGINAS WEB:
http://agency.osha.eul.int/publications/magazine/5/es/MAGAZINES_ES.
pdf
http://agency.osha.eu.int/publications/reports/
http://www.ucm.es/info/seas/estrés_lab.pdf
http://www.mtas.es
http://www.europa.eu.int/comm/employment_social/health_safety/publ
icat/stress_es.pdf
http://www.ondasalud.com/edicion/noticia/0,2458,235850,00.html
http://www.ecofield.com.ar/notas/n-135.htm
http://www.satse.es/salud_laboral/guia_prevencion_estres.htm
http://geosalud.com/Salud%20Ocupacional/estres_laboral.htm
http://www.medspain.com/n3_feb99/stress.htm
http://www.acosomoral.org/psico14.htm
www.psicologia-online.com
www.psicoactiva.com
30
Los policías también se afectan de estrés y gastritis
Las largas jornadas de los agentes y la presión por cumplir sus funciones,
ocasionan que se alimenten irregularmente y sufran de problemas variados

La labor policial es una profesión que está sujeta al cumplimiento de varios objetivos a favor de la
comunidad. Sin embargo, no todo es fácil. Los agentes deben someterse a una rutina que puede
quebrantar su salud física y mental.

Desarrollar operativos y patrullajes, así como responder a las demandas de la ciudadanía como un
mediador en caso de problemas en que debe poner mano dura ante el cometimiento de una
infracción, son parte de las actividades que ejecuta a diario.

Esto, sumado a la larga jornada laboral y a las tensiones de realizar su trabajo a cabalidad, es un
factor que puede acarrear enfermedades y tensiones.

El doctor Sergio Tinoco, director técnico del hospital de la Policía, señala que entre las
enfermedades más comunes que presentan los agentes están: hipertensión arterial, diabetes,
problemas gastrointestinales y rinofaringitis (problemas respiratorios).

Las cifras de personas que diariamente se atienden en la mencionada casa de salud evidencian
esta realidad, pues solo en la última semana -del 30 de noviembre al 6 de diciembre- se registraron
por el área de consulta externa 532 policías en servicio activo y 225 en servicio pasivo por
diferentes causas. “De esa cantidad el mayor número es por hipertensión y gastritis”, precisa.
Jonathan Reyes, del Distrito Portete, manifiesta que los agentes padecen de ese tipo de
enfermedades “debido a los horarios de trabajo; muchas veces se come a deshora. Nos
alimentamos donde nos coja el hambre, cerca del lugar donde nos encontremos”.

Tinoco reitera que los gendarmes “sufren de gastritis por que la alimentación muchas veces no es
la correcta, por su trabajo no comen a las horas adecuadas. A esto se suma el estrés de estar en
lugares de alto riesgo, ya que su forma de trabajo es diferente a cualquier otra. Los lugares que
frecuentan están rodeados de polvo, ruido, etc...”.
Otro agente del Distrito Portete, que prefirió no identificarse, comentó que hace 10 años pertenece
a la institución policial y ha visto cómo se ha afectado su salud.

“El problema es que no tenemos horarios establecidos para la comida y por ende tampoco un lugar
determinado donde desayunar, almorzar o merendar; a esto se le agrega el estrés por la carga
laboral y la complejidad de los procedimientos... no sabes con qué te puedes encontrar”, expresa el
uniformado, quien dice padecer de ambas cosas. “Desde hace 2 años tengo principios de gastritis
y problemas con la presión arterial, pero no me he sometido a tratamientos porque debo cumplir
con mis funciones”, concluye.

En referencia a la hipertensión arterial, Tinoco indica que se genera en este grupo laboral por el
estrés, variaciones de los hábitos de sueño, turnos de guardias, servicios requeridos y alimentación
consistente en comidas rápidas.

Riesgos en levantamientos
Los investigadores de la policía, aquellos que trabajan en levantamiento de cadáveres o en
investigaciones en las que es necesario el empleo frecuente de productos químicos también
pueden verse perjudicados. En este sentido el especialista Tinoco sostiene que todos están
preparados para cumplir sus funciones, además utilizan los instrumentos necesarios, como
mascarilla, guantes y ropa adecuada, para evitar algún tipo de daño a su salud. “Cada policía tiene
su rol y se cuida”.
Problemas psicológicos
En referencia a los problemas psicológicos que puedan sufrir los policías debido a la estrecha
relación con la exposición a peligros y a las duras condiciones de trabajo, Tinoco explica que en el
hospital también se cuenta con especialistas en psicología. “Es un trabajo muy estresante y por
eso tenemos un equipo de salud mental dirigido por un psiquiatra y cinco psicólogos; en caso de
que se requiera este tipo de tratamiento se les da la consulta médica y la psicoterapia”, agrega.

Además comenta que cada vez que un uniformado es herido por arma de fuego o blanca un
médico se encarga de sus lesiones. “Como puede repercutir en su salud mental ponemos a su
disposición un psicólogo para que pueda sentirse seguro”.

Sin embargo, no solo la víctima recibe este tipo de atención, también los familiares, pues son presa
de una fuerte impresión al sentir que su pariente pudo perder la vida en la ejecución de su labor.

LA NATURALEZA DEL ESTRÉS


Dr. Antonio Cano Vindel
Presidente de la SEAS

¿QUÉ ES EL ESTRÉS?

El término estrés proviene de la física y la arquitectura y se refiere a la fuerza


que se aplica a un objeto, que puede deformarlo o romperlo. En la Psicología,
estrés suele hacer referencia a ciertos acontecimientos en los cuáles nos
encontramos con situaciones que implican demandas fuertes para el individuo,
que pueden agotar sus recursos de afrontamiento.

La definición del término estrés ha sido muy controvertida desde el momento


en que se importó para la psicología por parte del fisiólogo canadiense Selye
(1956). El estrés ha sido entendido:

 como reacción o respuesta del individuo (cambios fisiológicos, reacciones


emocionales, cambios conductuales, etc.)

 como estímulo (capaz de provocar una reacción de estrés)

 como interacción entre las características del estímulo y los recursos del
individuo.

En la actualidad, este último planteamiento, se acepta como el más completo.


Así pues, se considera que el estrés se produce como consecuencia de un
desequilibrio entre las demandas del ambiente (estresores internos o externos) y
los recursos disponibles del sujeto. De tal modo, los elementos a considerar en la
interacción potencialmente estresante son: variables situacionales (por ejemplo,
del ámbito laboral), variables individuales del sujeto que se enfrenta a la
situación y consecuencias del estrés.

El estrés puede ser definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de
demandas ambientales que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una
respuesta adecuada, poniendo en marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando
la demanda del ambiente (laboral, social, etc.) es excesiva frente a los recursos de
afrontamiento que se poseen, se van a desarrollar una serie de reacciones
adaptativas, de movilización de recursos, que implican activación fisiológica.
Esta reacción de estrés incluye una serie de reacciones emocionales negativas
(desagradables), de las cuáles las más importantes son: la ansiedad, la ira y la
depresión.

Ansiedad y estrés

Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos, entendiendo en


ambos casos un mismo tipo de reacción emocional, caracterizada por alta
activación fisiológica. Sin embargo, existen tradiciones diferentes a la hora de
estudiar ambos fenómenos. El estrés es un proceso más amplio de adaptación al
medio. La ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una amenaza.
Digamos que dentro del proceso de cambios que implica el estrés, la ansiedad es
la reacción emocional más frecuente. Muchos estímulos o situaciones pueden
provocar en el individuo la necesidad de movilizar recursos para dar respuesta a
las demanda de dicho estímulo, o para volver al estado inicial de equilibrio en el
que se encontraba inicialmente. Al estímulo le llamamos estresor, o situación
estresante.

Distintos enfoques en el estudio del estrés

Vamos a ver brevemente algunas cuestiones fundamentales que se estudian


bajo el rótulo "estrés". Ello nos permitirá entender distintos puntos de vista a la
hora de estudiar el estrés.

1. El estrés como estímulo.

El estrés ha sido estudiado como el estímulo o la situación que provoca un


proceso de adaptación en el individuo. En distintos momentos se han investigado
distintos tipos de estímulos estresores.

1.1. El estrés como estímulo. Los grandes acontecimientos.

Los acontecimientos vitales, catastróficos, incontrolables, impredictibles,


como muerte de un ser querido, separación, enfermedad o accidente, despido,
ruina económica, etc., son el tipo de situaciones estresantes que fueron más
estudiadas en los años sesenta y setenta. Como puede verse, se trata de
situaciones de origen externo al propio individuo y no se atiende a la
interpretación o valoración subjetiva que pueda hacer el sujeto de las mismas.
Serían situaciones extraordinarias y traumáticas, o sucesos vitales importantes,
que en sí mismos producirían cambios fundamentales en la vida de una persona y
exigirían un reajuste. En esta línea se han llevado a cabo investigaciones sobre
las relaciones entre cantidad de estrés y salud (por ejemplo, cuántos estresores
han sufrido las personas que enferman) .

1.2. El estrés como estímulo. Los pequeños contratiempos.

En los años ochenta se han estudiado también los acontecimientos vitales


menores (daily hassles), o pequeños contratiempos que pueden surgir cada día
(en el trabajo, las relaciones sociales, etc.) como estímulos estresores.

1.3. El estrés como estímulo. Los estímulos permanentes.

Así mismo, se han incluido los estresores menores que permanecen estables en
el medio ambiente, con una menor intensidad pero mayor duración, como el
ruido, hacinamiento, polución, etc.

2. El estrés como respuesta.

Previa a esta concepción del estrés como estímulo, en los años cincuenta se
había investigado la respuesta fisiológica no específica de un organismo ante
situaciones estresantes, a la que se denominó Síndrome de Adaptación General y
que incluía tres fases: alarma, resistencia y agotamiento. Selye consideraba que
cualquier estímulo podía convertirse en estresor siempre que provocase en el
organismo la respuesta inespecífica de reajuste o reequilibrio homeostático, pero
no incluía los estímulos psicológicos como agentes estresores. Hoy en día
sabemos que los estímulos emocionales pueden provocar reacciones de estrés
muy potentes.

3. El estrés como interacción


En tercer y último lugar, el estrés no sólo ha sido estudiado como estímulo y
como respuesta sino que también se ha estudiado como interacción entre las
características de la situación y los recursos del individuo. Desde esta
perspectiva, se considera más importante la valoración que hace el individuo de
la situación estresora que las características objetivas de dicha situación. El
modelo más conocido es el modelo de la valoración de Lazarus (Lazarus y
Folkman, 1986), que propone una serie de procesos cognitivos de valoración de
la situación y valoración de los recursos del propio individuo para hacer frente a
las consecuencias negativas de la situación. El estrés surgiría como consecuencia
de la puesta en marcha de estos procesos de valoración cognitiva. Si el sujeto
interpreta la situación como peligrosa, o amenazante, y considera que sus
recursos son escasos para hacer frente a estas consecuencias negativas, surgirá
una reacción de estrés, en la que se pondrán en marcha los recursos de
afrontamiento para intentar eliminar o paliar las consecuencias no deseardas.

Según el modelo de Lazarus el proceso cognitivo de valoración de la situación


supone una estimación de las posibles consecuencias negativas que pueden
desencadenarse para el individuo. Si el resultado de esta valoración concluye que
las consecuencias pueden ser un peligro para sus intereses, entonces valorará su
capacidad de afrontamiento frente a este peligro potencial. Si las consecuencias
son muy amenazantes y los recursos escasos, surgirá una reacción de estrés. La
reacción de estrés será mayor que si la amenaza no fuera tan grande y los cursos
de afrontamiento fuesen superiores. Una vez que ha surgido la reacción de estrés
el individuo seguirá realizando revaluaciones posteriores de las consecuencias de
la situación y de sus recursos de afrontamiento, especialmente si hay algún
cambio que pueda alterar el resultado de sus valoraciones. Estas revaluaciones
son continuas y pueden modificar la intensidad de la reacción, disminuyéndola o
aumentándola.

Toda persona hace constantes esfuerzos cognitivos y conductuales para


manejar adecuadamente las situaciones que se le presentan, por lo tanto no todo
el estrés tiene consecuencias negativas. Sólo cuando la situación desborda la
capacidad de control del sujeto se producen consecuencias negativas. Este
resultado negativo se denomina distrés, a diferencia del estrés positivo, o
euestrés, que puede ser un buen dinamizador de la actividad conductual (laboral,
por ejemplo).
Estrés laboral

Desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en


1995, se ha dado un impulso a los aspectos relacionados con la Salud Laboral,
entre los factores desencadenantes de distintos problemas de salud, deterioro de
las relaciones interpersonales, absentismo y disminución de la productividad, se
encuentra el estrés.

La Comisión Europea, a través de la Fundación Europea para la Mejora de las


Condiciones de Vida y Trabajo (1999) ha realizado un estudio sobre el estrés
laboral en el que concluye que el 28% de los trabajadores europeos padece estrés
y el 20% burnout (se sienten "quemados" en su trabajo), siendo los sectores más
afectados los trabajos manuales especializados, el transporte, la restauración y la
metalurgia.

Los altos costes personales y sociales generados por el estrés laboral, han dado
lugar a que organizaciones internacionales como la Unión Europea y la OMS
insistan cada vez más en la importancia que tienen la prevención y el control del
estrés en el ámbito laboral.

SÍNTOMAS QUE PUEDE PROVOCAR


EL ESTRÉS LABORAL
Dr. Antonio Cano Vindel
Presidente de la SEAS

El estrés supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La


mayor parte de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando
está sometido a una reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y
se precisan procedimientos diagnósticos para determinar el nivel de la reacción.
Sin embargo, a nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés
pueden ser fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos
cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una
reacción de estrés es la ansiedad.

Los síntomas de ansiedad más frecuentes son:

1. A nivel cognitivo-subjetivo:

 preocupación,

 temor,

 inseguridad,

 dificultad para decidir,

 miedo,

 pensamientos negativos sobre uno mismo

 pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros,

 temor a que se den cuenta de nuestras dificultades,

 temor a la pérdida del control,

 dificultades para pensar, estudiar, o concentrarse, etc.

2. A nivel fisiológico:

 sudoración,

 tensión muscular,

 palpitaciones,

 taquicardia,

 temblor,
 molestias en el estómago,

 otras molestias gástricas,

 dificultades respiratorias,

 sequedad de boca,

 dificultades para tragar,

 dolores de cabeza,

 mareo,

 náuseas,

 molestias en el estómago,

 tiritar, etc.

3. A nivel motor u observable:

 evitación de situaciones temidas,

 fumar, comer o beber en exceso,

 intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.),

 ir de un lado para otro sin una finalidad concreta,

 tartamudear,

 llorar,

 quedarse paralizado, etc.

El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad,


tristeza-depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos
reconocer.
Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente
otros síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta
de rendimiento, etc.

Finalmente, si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a


producir enfermedades físicas y desórdenes mentales, en definitiva problemas de
salud.

CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS


LABORAL
Dr. Antonio Cano Vindel
Presidente de la SEAS

Inicialmente el estrés puede dinamizar la actividad del individuo provocando


un proceso de incremento de recursos (atención, memoria, activación fisiológica,
rendimiento, etc.) que hace aumentar la productividad. Sin embargo, cuando este
proceso de activación es muy intenso o dura mucho tiempo, los recursos se
agotan y llega el cansancio, así como la pérdida de rendimiento.

Para realizar tareas complejas, o para aumentar la velocidad en tareas simples,


se necesita un cierto grado de activación. Sin embargo, un exceso de activación
dificulta la realización de dichas actividades.

Las consecuencias negativas del estrés son múltiples, pero a grandes rasgos,
cabe señalar su influencia negativa sobre la salud, así como sobre el deterioro
cognitivo y el rendimiento.

El estrés puede influir negativamente sobre la salud por varias vías, como son:

1) por los cambios de hábitos relacionados con la salud,


2) por las alteraciones producidas en los sistemas fisiológicos (como el sistema
nervioso autónomo y el sistema inmune) y

3) por los cambios cognitivos (pensamientos) que pueden afectar a la conducta,


las emociones y la salud.

 En primer lugar, el estrés modifica los hábitos relacionados con salud, de


manera que con las prisas, la falta de tiempo, la tensión, etc., aumentan las
conductas no saludables, tales como fumar, beber, o comer en exceso, y se
reducen las conductas saludables, como hacer ejercicio físico, guardar una
dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene, etc. Estos
cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por
supuesto, pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias
muy negativas para el individuo en las principales áreas de su vida, como
son la familia, las relaciones sociales, el trabajo, la salud, etc. Veamos
algunos datos:

o (1) en algunas profesiones altamente estresantes hay tasas más altas


de tabaquismo, alcoholismo y otras adicciones;

o (2) esto también es cierto en trabajadores desempleados, frente a lo


que tienen trabajo;

o (3) las personas con obesidad presentan niveles de ansiedad más


altos que las personas que no presentan obesidad;

o (4) los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia) también


están muy ligados con ansiedad;

o (5) muchas personas con fobia social tienen problemas con el


alcohol.

A su vez, el desarrollo de hábitos perniciosos para salud, como es el caso


de las adicciones, hace aumentar el estrés. Los programas de intervención
para la reducción del peso, o los programas de intervención en adicciones,
o el tratamiento de los trastornos de alimentación, etc., deben incluir
técnicas de reducción de ansiedad y manejo del estrés, pues cuando así se
hace mejoran su eficacia.

 En segundo lugar, el estrés puede producir una alta activación


fisiológica que, mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones
psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza
tensionales, problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas
sexuales, etc. (Labrador y Crespo, 1993); a su vez, el estrés puede producir
cambios en otros sistemas, en especial puede producir una
inmunodepresión que hace aumentar el riesgo de infecciones (como la
gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades
inmunológicas, como el cáncer (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1994).
Veamos datos:

o (1) los pacientes hipertensos presentan niveles de ansiedad e ira más


altos que las personas con presión arterial normal;

o (2) las personas que sufren arritmias, cefaleas, asma, trastornos de


piel, disfunciones sexuales, trastornos digestivos, contracturas
musculares, etc., por lo general presentan altos niveles de ansiedad;

o (3) los estudiantes en época de exámenes (su principal periodo de


estrés) son más vulnerables a la gripe o a enfermedades infecciosas
de tipo pulmonar, siendo más vulnerables las personas con alta
ansiedad a los exámenes.

Los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad mejoran el


bienestar psicológico en todos estos casos, pero también disminuyen la
activación fisiológica y mejoran los síntomas físicos de estas
enfermedades (reducción de la presión arterial, disminución de la
taquicardia en las arritmias, eliminación del dolor en las cefaleas, etc.
 En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de manera que
comience a desarrollar una serie de sesgos o errores cognitivos en la
interpretación de su activación fisiológica, o de su conducta, o de sus
pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir
una serie de temores irracionales, fobias, etc., que de por sí son un
problema de salud (los llamados trastornos de ansiedad), pero que a su vez
pueden seguir deteriorando la salud en otras formas. Por ejemplo, una
persona sometida a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de
pánico, o crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de ansiedad, que el
individuo no puede controlar, con fuertes descargas autonómicas, temor a
un ataque al corazón, etc. Durante esta crisis el individuo interpreta
erróneamente su activación fisiológica y piensa que le faltará el aire
(cuando realmente está hiperventilando), o que morirá de un ataque al
corazón, o que se mareará y caerá al suelo, o que se volverá loco, etc.
Posteriormente, estos ataques de pánico suelen complicarse con una
agorafobia (evitación de ciertas situaciones que producen ansiedad), con
una dependencia de los ansiolíticos, a veces con reacciones de depresión
por no poder resolver su problema, etc. (Peurifoy, 1993; Cano Vindel,
2002). Estos trastornos de ansiedad son mucho más frecuentes en mujeres
que en varones (de 2 a 3 veces más frecuentes), pero por lo general una
crisis de ansiedad coincide con un periodo de mucho de estrés que se ha
prolongado un cierto tiempo. Entre un 1,5% y un 3,5% de la población
sufre trastornos de pánico con o sin agorafobia. La edad de aparición se
encuentra entre los 17 y los 35 años, justo en su edad más productiva.

El estrés también puede ocasionar una serie de perturbaciones sobre los


procesos cognitivos superiores (atención, percepción, memoria, toma de
decisiones, juicios, etc.) y un deterioro del rendimiento en contextos académicos
o laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1996), laborales (Cano Vindel y
Miguel Tobal, 1995), etc. Así, por ejemplo, los estudiantes con alta ansiedad de
evaluación presentan una disminución del rendimiento, mientras que los
programas de entrenamiento en reducción de ansiedad a los exámenes no sólo
reducen ésta, sino que mejoran el rendimiento académico, aumentando la nota
media.
El estudio de cómo el estrés provoca interferencias sobre los llamados
procesos cognitivos superiores y sobre el rendimiento se ha llevado a cabo
fundamentalmente desde una perspectiva cognitivo-emocional y, sin duda, la
emoción con la que más se ha trabajado a la hora de estudiar esta influencia
negativa sobre los procesos cognitivos ha sido la ansiedad.

FACTORES PSICOSOCIALES QUE


INCIDEN EN EL ESTRÉS LABORAL
Dr. Antonio Cano Vindel
Presidente de la SEAS

El estrés hoy en día se considera como un proceso interactivo en el que


influyen los aspectos de la situación (demandas) y las características del sujeto
(recursos). Si las demandas de la situación superan a los recursos del individuo,
tenderá a producirse una situación de estrés en la que el individuo intentará
generar más recursos para atender las demandas de la situación.
Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver
con las demandas de la situación (o contexto laboral) y con las características del
individuo.

(Tomado de: Merín Reig, Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995, p. 118)

La importancia que las características contextuales (entorno de trabajo) tienen


para determinar la respuesta del individuo está en función del grado de precisión o
ambigüedad que dicho contexto presente. Es decir, cuando una situación tiene
mucha "fuerza", las variables personales son poco importantes porque el
comportamiento está muy pautado. Por el contrario, si la situación no es clara, se
presta a la interpretación del sujeto. En este caso, las características del individuo
son más determinantes de su conducta.
¿Existen profesiones más estresantes que otras? Obviamente, sí. La
naturaleza de cada trabajo exige una mayor o menor cantidad de recursos a los
trabajadores, independientemente de sus diferencias individuales. Unos trabajos
exigen prisa, inmediatez, otros exigen precisión, exactitud, otros exigen un gran
esfuerzo físico, otros un gran esfuerzo mental, otros acarrean una gran
responsabilidad, pues las consecuencias de un error pueden ser vitales, etc.
En el ámbito laboral, los estresores que se presentan influyen de forma
importante en el sujeto. Como se muestra en la tabla 2 (Casalnueva y Di Martino,
1994), existen profesiones con niveles de estrés más altos que otros. En esta tabla,
elaborada por el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester,
se evalúa el grado de estrés de las distintas profesiones de 0 a 10.

Tabla 2. Nivel de estrés en determinadas profesiones (Casalnueva y Di Martino,


1994)

Mineros 8.3

Policías 7.7

Trabajadores de la construcción 7.5

Pilotos de líneas aéreas 7.5

Periodistas 7.5

Dentistas 7.3

Médicos 6.8

Enfermeros 6.5

Conductores de ambulancia 6.3

Músicos 6.3

Profesores 6.2

Directores de personal 6.0


La consecuencia inmediata que se puede extraer de la tabla anterior es que
existen situaciones laborales objetivas, con mucha fuerza contextual que son
potencialmente más estresantes que otras. Al menos, así son valoradas por las
muestras de los distintos colectivos de trabajadores que han sido seleccionados en
este estudio (Merín Reig, Cano Vindel y Miguel Tobal, 1995, p. 118).

Ahora bien, además de tener en cuenta la profesión, el contexto laboral,


debemos tener en cuenta las diferencias individuales. Así, dos personas en un
mismo puesto de trabajo pueden responder de manera muy diferente. Por
ejemplo, uno puede estresarse y otro no.

Cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad


laboral puede provocar la reacción de estrés. E incluso, en ocasiones, aunque la
situación objetivamente no sea muy estresante (por ejemplo, puede que sea
agobiante para un individuo, pero que no lo sea para otro), si un individuo
interpreta dicha situación como un peligro, o como una amenaza potencial,
surgirá la reacción de estrés. Por lo tanto, aunque hagamos un listado exhaustivo
de factores que pueden desencadenar estrés, dicho listado será siempre
incompleto. No obstante los siguientes factores han sido recogidos en un amplio
informe sobre el estrés laboral de la Comisión Europea (2000):

 Exceso y falta de trabajo

 Tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo satisfactorio para


nosotros y para los demás

 Ausencia de una descripción clara del trabajo, o de la cadena de mando

 Falta de reconocimiento o recompensa por un buen rendimiento laboral

 No tener oportunidad de exponer las quejas

 Responsabilidades múltiples, pero poca autoridad o capacidad de tomar


decisiones

 Superiores, colegas o subordinados que no cooperan ni nos apoyan


 Falta de control o de satisfacción del trabajador por el producto terminado
fruto de su trabajo

 Inseguridad en el empleo, poca estabilidad de la posición

 Verse expuesto a prejuicios en función de la edad, el sexo, la raza, el


origen étnico o la religión

 Exposición a la violencia, a amenazas o a intimidaciones

 Condiciones de trabajo físico desagradables o peligrosas

 No tener oportunidad de servirse eficazmente del talento o las capacidades


personales

 Posibilidad de que un pequeño error o una inatención momentáneos tengan


consecuencias serias o incluso desastrosas

 Cualquier combinación de los factores anteriores

Referencias

Merín-Reig, J., Cano-Vindel, A., & Miguel-Tobal, J. J. (1995). El estrés laboral:


bases teóricas y marco de intervención / Occupational stress: theoretical
back-ground and intervention framework. Ansiedad y Estrés, 1 (2-3), 113-
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Casalnueva, B., Di Martino V.(1994): Por la Prevención del Estrés en el Trabajo. Las
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Comisión Europea (2000). Guía sobre el estrés relacionado con el trabajo. ¿La «sal de la
vida» o el «beso de la muerte»? Luxemburgo: Autor. Disponible en:
http://www.europa.eu.int/comm/employment_social/health_safety/publicat/stress_es.pd
f

NORMAS BÁSICAS PARA LA PREVENCIÓN

DE PROBLEMAS DE ANSIEDAD Y ESTRÉS


Dr. Antonio Cano Vindel

La ansiedad y el estrés dependen de múltiples factores, tanto situacionales como


personales, por lo tanto son muchas las variables sobre las que podemos incidir
para conseguir prevenir o reducir la ansiedad y el estrés.

A nivel personal y de manera muy general, si tenemos en cuenta ambos tipos de


factores (situaciones e individuos) cabría señalar algunas variables importantes
sobre las que podemos incidir:

1. La dieta:

 Conviene comer sano, evitando las comidas que sobrecargan a nuestro


organismo con pesadas digestiones u otras consecuencias negativas a
corto, medio o largo plazo (obesidad, colesterol, etc.)

 Usar el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con


nuestras actividades profesionales

 Es bueno aprovechar la comida para hacer vida social y familiar

 No abusar del alcohol en las comidas

2. Descanso:

 Dormir lo suficiente, en torno a ocho horas

 Tomar vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso

 Fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo

 Dejar el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones)


3. Ejercicio físico:

 La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarnos

 Andar todos los días al menos treinta minutos

 Utilizar las actividades de ejercicio físico para airearnos (naturaleza) y


airear nuestros pensamientos charlando relajadamente con familiares o
amigos

4. Organización:

 La organización del tiempo y de nuestras actividades, estableciendo


horarios, es fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no
sufrir continuos sobresaltos, olvidos importantes, etc.

 No llegar tarde a las citas, contando con los pequeños retrasos habituales
para estar a tiempo

 Saber seleccionar actividades cuando no podemos hacer todo

5. Solución de problemas y toma de decisiones:

 No dejar pasar los problemas: afrontarlos de una manera más activa o más
pasiva, pero decidiendo qué es lo mejor en cada caso

 Tomar decisiones siguiendo un proceso lógico: planteamiento del


problema, análisis de alternativas (pros y contras), elección de la menos
mala. No volver atrás

 No analizar continuamente el problema o las alternativas: esto produce


ansiedad

6. Interpretación de situaciones y problemas:


 El estrés que nos produce un problema o situación depende de las
consecuencias que prevemos, pero a veces exageramos las consecuencias
negativas (hipervaloramos la probabilidad de que ocurra algo malo,
hacemos un análisis catastrofista de las consecuencias, realizamos una
interpretación negativa de una situación ambigua, llevamos a cabo
anticipaciones negativas y empezamos a sufrir un problema que no existe,
etc.)

 Si estamos nerviosos: entender que es natural, la ansiedad es tan natural


como el miedo, la alegría o el enfado, y no preocuparnos aún más porque
estamos activados o nerviosos

 Actuar con naturalidad, no evitar los problemas, no estar preocupados por


lo que los otros puedan pensar de nosotros o de nuestro problema

 Es bueno saber que los demás no perciben nuestros síntomas de ansiedad


con la misma intensidad que nosotros los estamos experimentando

 Es bueno pensar que los demás también tienen ansiedad y que cuando
nosotros notamos su ansiedad no les condenamos (¿por qué tenemos que
ser más severos con nosotros mismos que con otros?)

 No añadir elementos accesorios al problema

7. Atribuciones y autoestima:

 Si hemos hecho bien una cosa, reconocer nuestra propia autoría y


felicitarnos por ello (no ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra
capacidad)

 Si hemos hecho mal una cosa, no echar balones fuera, reconocer que
hemos actuado mal en esta ocasión, analizar nuestros errores y corregirlos,
sin culpas, sin pensamientos negativos sobre uno mismo ("esta vez lo he
hecho mal, debo corregirlo")

 Es bueno querernos y tratarnos bien

8. Relaciones con los demás (pareja, amigos, compañeros, familia, etc.):


 Reforzar las conductas positivas de las personas de nuestro entorno, con
aprobación, halagos, sonrisas, pequeños detalles, etc.

 Corregir las conductas negativas de las personas de nuestro entorno,


dándoles la información a tiempo y nuestra desaprobación, pero sin
broncas, sin culpas, ni otros castigos

 No sacar continuamente los problemas del pasado, las culpas de los demás
(ya los perdonamos)

 Recordar siempre que una pareja en crisis intercambia muchos castigos y


pocos refuerzos, justo lo contrario de una pareja sin problemas

9. Entrenamiento específico en técnicas de control de ansiedad y estrés:

 Practicar la relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos
encontramos peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos

 Leer algún libro bueno de autoayuda para aprender a pensar bien,


eliminando algunos pensamientos erróneos, ideas irracionales, etc., que
nos estresan

 Exponerse poco a poco a las situaciones que tenemos pánico

 Aprender a decir no, cuando nos cuesta mucho, pero sabemos que es mejor
decir no

 Practicar nuestras mejores habilidades sociales

 Si tenemos dificultades, no sabemos poner en marcha estas actividades


que nos pueden ayudar a controlar nuestro estrés, a reducir nuestra
ansiedad, ponernos en manos de un buen especialista. Si seguimos sus
indicaciones, nos ayudará a recuperar el bienestar y la salud

Bibliografía
Antonio Cano Vindel (2002). "La ansiedad. Claves para vencerla". Málaga:
Editorial Arguval

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