Día 1 de la Creación (Génesis 1:1-5) Dios creó los cielos y la tierra. "Los cielos" se refiere a todo más allá de la tierra, el espacio ultraterrestre. La tierra está hecha pero no formada de alguna manera específica, aunque el agua está presente. Dios luego habla luz a la existencia. A continuación, Él separa la luz de las tinieblas y nombra la luz "día" y las tinieblas "noche". Esta obra creativa se produce de la noche hasta la mañana – un día.
Día 2 de la Creación (Génesis 1:6-8)
Dios crea el cielo. El cielo forma una barrera entre el agua sobre la superficie y la humedad en el aire. En este momento la tierra tendría una atmósfera. Esta obra creativa se produce en un día.
Día 3 de la Creación (Génesis 1:9-13)
Dios creó la tierra seca. Continentes e islas están por encima del agua. Los grandes cuerpos de agua se llaman "mares" y lo seco se llama "tierra". Dios declara que todo esto es bueno. Dios creó toda la vida vegetal, tanto grandes como pequeñas. Él crea esta vida para ser autosuficiente; las plantas tienen la capacidad de reproducirse. Las plantas fueron creadas en gran diversidad (muchos "géneros"). La tierra era verde y llena de vida vegetal. Dios declara que este trabajo también es bueno. Esta obra creativa toma un día.
Día 4 de la Creación (Génesis 1:14-19)
Dios crea todas las estrellas y los cuerpos celestes. El movimiento de estos ayudará al hombre a registrar el tiempo. Dos grandes cuerpos celestes están hechos en relación con la tierra. El primero es el sol que es la principal fuente de luz y la luna que refleja la luz del sol. El movimiento de estos cuerpos distinguirá el día de la noche. Este trabajo también se declara ser bueno por Dios. Esta obra creativa toma un día. Día 5 de la Creación (Génesis 1:20-23) Dios creó toda la vida que vive en el agua. Toda vida de todo tipo que vive en el agua se hace en este momento. Dios también crea todos los pájaros. El lenguaje permite que esto pueda ser el tiempo que Dios hizo los insectos voladores también (o, si no, fueron hechos el día seis). Todas estas criaturas son hechas con la capacidad de perpetuar su especie por reproducción. Las criaturas hechas en el día 5 son las primeras criaturas bendecidas por Dios. Dios declara buena esta obra, y ocurre en un día.
Día 6 de la creación (Génesis 1:24-31)
Dios crea todas las criaturas que viven en tierra firme. Esto incluye todo tipo de criatura no incluido en los días anteriores y el hombre. Dios declara buena esta obra. Dios toma consejo consigo mismo, "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza." (Génesis 1:26). Esto no es una revelación explícita de la Trinidad, pero es parte del fundamento de tal, como Dios revela un "nosotros" dentro de la Deidad. Dios hace el hombre, y el hombre está hecho a la imagen de Dios (hombres y mujeres ambos llevan esta imagen) y es especial por encima de todas las otras criaturas. Para subrayar esto, Dios pone al hombre en autoridad sobre la tierra y todas las otras criaturas. Dios bendice al hombre y le ordena reproducirse, llenar la tierra y sojuzgarla (ponerla bajo la administración legítima del hombre como autorizado por Dios). Dios anuncia que el hombre y todas las otras criaturas solo van a comer plantas. Dios no anulará esta restricción dietética hasta Génesis 9:3-4.
Día 7 de la Creación (Génesis 2:1-3)
Dios descansa. Esto de ninguna manera indica que estaba cansado de Sus esfuerzos creativos, pero indica que la creación es completa. Además, Dios está estableciendo un patrón de un día en siete para descansar. El mantenimiento de este día eventualmente será un rasgo distintivo del pueblo escogido de Dios (Éxodo 20:8-11)
2- La caída del hombre (génesis 3)
1. La Incredulidad: El primer paso fue que Satanás pudo sembrar la duda, una semilla de incredulidad contra la palabra de Dios en el corazón de Eva. 2. El Cambio De La Palabra De Dios: Después que Eva entretuvo la duda en el corazón, ella ahora estaba lista para entrometerse en la Palabra de Dios. Eva cambió y añadió a la Palabra de Dios. Dios no dijo nada de tocar el fruto y la muerte sería cierta. Las palabras de Eva, “para que no muráis” admiten la duda; admiten la posibilidad de que la muerte no fuera cierta. Pero Dios había dicho específicamente "ciertamente morirás", no hubo dudas en la palabra de Dios. 3. La Desobediencia: El acto de desobediencia fue el resultado natural de sem-brar la semilla de duda y de cambiar la Palabra de Dios. En Génesis 3:6 hay una lista de los pasos que llevaron a la desobediencia: (a) Vio; (b) codició; (c) tomó; (d) comió.
3- El diluvio (génesis 6-9)
El Libro del Génesis da la siguiente breve reseña del Diluvio: Dios ve la maldad de los hombres, y determina destruirlos con excepción de Noé y su familia (6,1-8). Le revela su decreto a Noé y le indica cómo puede salvarse a sí mismo y la semilla de toda vida animal por medio de un arca que debe construir de acuerdo a ciertas dimensiones (6,9-22). Siete días antes del Diluvio, Dios manda al patriarca a entrar al arca (7,1-5). Noé completa su entrada al arca el mismo día que comienza el Diluvio; la lluvia cae durante cuarenta días y noches; todos los seres vivos fuera del arca son destruidos; las aguas prevalecen sobre la tierra ciento cincuenta días (7,6-24). Las aguas disminuyen, la tierra se seca; Noé comprueba su condición por medio de un cuervo y una paloma enviados fuera del arca (8,1-14). Noé obedece la orden divina de salir del arca, construye un altar, ofrece un sacrificio, hace un pacto con Dios y comienza a ser un labrador (9,1-27).
4- Babel (génesis 11:1-9)
En su arrogancia, vemos que los pueblos buscan desafiar a Dios a través de la construcción de la torre de Babel. No es la torre lo insultante, sino la actitud de las personas obrando en franca soberbia y rebeldía. En castigo por dicha soberbia, Dios confunde el idioma de los distintos grupos y se ven esparcidos sin poder comunicarse entre ellos. Es precisamente en este entorno que el hermano de Jared oró a Dios para evitar que su lenguaje fuera confundido y en respuesta no sólo pudieron preservar su idioma, sino que se vieron conducidos por Dios a “una tierra favorecida sobre todas las demás”. 5- El llamamiento de Abraham (génesis 11: 10 – 12:3) Abram – más tarde renombrado Abraham por Dios (Génesis 17:5) – realmente sería el padre de muchas naciones. Él es también el padre de todos los que tienen fe en Dios (Romanos 4). Dios le pidió a Abram que dejar todo atrás. Pero Dios estaba dando Abram todo. Una herencia. Una manera de llevar la bendición de nuevo al mundo. “En ti serán benditas todas las familias de la tierra” nos recuerda la promesa de Dios en Génesis 3:15: Pondré enemistad Entre tú y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, Y tú lo herirás en el talón. Ambas promesas se refieren a la descendencia (la semilla) (Génesis 22:17-18). Viene Alguien que va a destruir el poder de Satanás, y que bendecirá a las naciones. El Apóstol Pablo hace esta conexión en Gálatas 3:16: Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: “y a las descendencias,” como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: “y a tu descendencia,” es decir, Cristo. La nación de los israelitas preservaría la Palabra de Dios para el mundo (Romanos 3:1-2). También nos traería el Mesías, que es el cumplimiento de todo.
6- El descenso de Egipto (génesis 46-47)
Hemos visto cómo Jacob y toda su familia llegaron al país de Egipto. El llevarlos a la tierra de Gosén fue una acción estratégica de José. Porque esa tierra era, en realidad, la más fértil de aquella época. Aunque, como estaban pasando por un período de hambre, la tierra no tenía mucho valor para sus propietarios. Descubriremos que este capítulo presenta la mejor imagen de la vida de Jacob hasta este momento. Cuando nos encontramos con Jacob por primera vez en las Sagradas Escrituras, no parecía, precisamente, una figura brillante. En efecto, hasta que le vimos hacer su viaje a Egipto, no comenzamos a comprobar que se había convertido en un hombre de fe. Este capítulo, más que ningún otro, revela esa nueva forma de ser. El período de hambre se hacía más severo en sus efectos, a medida que se acercaba a su final. Aunque todo el mundo entonces conocido fue afectado, solo se mencionan aquí las regiones de Canaán y Egipto por ser las zonas específicas donde se desarrolla la historia que nos relata la Biblia
7- El éxodo (éxodo 7-12)
Las 10 plagas Cada uno muestra una plaga que Jehová le puso a Egipto. En el primero ves a Aarón golpeando el río Nilo con su palo. Entonces el agua del río se convirtió en sangre, y los peces del río murieron, y ahora el río empezó a tener mal olor. Faraón agita las manos para espantar las ranas de su cama en la segunda plaga Después, Jehová hizo que salieran ranas del río Nilo. Estaban en los hornos, las vasijas de amasar, las camas, por dondequiera. Cuando las ranas murieron, los egipcios las pusieron en montones, y el país se llenó de mal olor. Entonces Aarón golpeó el suelo con su palo y el polvo se convirtió en jejenes, insectitos que vuelan y pican. Esta fue la tercera plaga. Los mosquitos pican a una mujer en la tercera plaga Las otras plagas solo hicieron daño a los egipcios, no a Israel. La cuarta fue de moscas grandes que se metieron en las casas de todos los egipcios. La quinta plaga hirió a los animales. Muchísimas de las vacas y las ovejas y las cabras de los egipcios murieron. Después Moisés y Aarón tiraron al aire puñados de cenizas, las cuales les causaron llagas a las personas y los animales. Esta fue la sexta plaga. Después de eso Moisés levantó la mano al cielo, y Jehová mandó truenos y granizo. Fue la peor granizada que Egipto había tenido. Los egipcios tratan de escapar de las moscas durante la cuarta plaga En la quinta plaga, los animales de los egipcios mueren La plaga octava fue un gran enjambre de langostas. Nunca antes hubo, ni después de eso ha habido, tantas langostas. Se comieron todo lo que el granizo no destruyó. La plaga novena fue de oscuridad. Por tres días una oscuridad densa cubrió el país, pero los israelitas tenían luz donde vivían. Finalmente, Dios le dijo a su pueblo que rociara la sangre de un cabrito o un corderito en los postes de sus puertas. Entonces el ángel de Dios pasó sobre Egipto. Cuando el ángel veía la sangre, no mataba a nadie en aquella casa. Pero cuando no veía la sangre, mataba al primer hijo nacido, de hombre y de animal. Esta fue la plaga décima. Después de esta plaga, Faraón dejó ir a los israelitas, los cuales ya estaban listos y aquella misma noche empezaron a marcharse de Egipto
8- La pascua (éxodo 12)
Después de haber estado el pueblo de Israel esclavo por 430 años en Egipto, Dios lo liberó y castigó al Faraón porque no quería dejar ir al pueblo israelita. Al pueblo egipcio le cayeron 10 plagas, la última fue la muerte de los primogénitos. Por eso Dios o Jehová, mandó que comieran cordero que simbolizaba al Salvador, por eso debía ser perfecto, sin defectos y con su sangre debían pintar los dinteles de las puertas, porque esa noche pasaría Jehová hiriendo a todos los que no obedecieron ni creyeron, pero salvó a todos los que pintaron con sangre del cordero sus dinteles de las puertas. El pueblo egipcio al ver ese grave acontecimiento les dio a los israelitas oro, plata joyas preciosas, vestidos y cuanto les pidieron los israelitas, con tal que se fueran pronto antes que algo peor les sucediera. Así salió el pueblo de Israel con abundancia de cosas y gran ganado A todo esto se le llamó Pascua y deberían guardar estas ceremonias por siempre de comer los panes sin levadura y la carne con hierbas amargas por siete días.
9- La promulgación de la ley (éxodo 19-24)
Moisés subió a la montaña donde Jesús le habló y le dijo que hiciera ver a los israelitas las bendiciones que habían recibido. Jesús les había guiado fuera de Egipto donde habían sido esclavos, y ahora les pedía que obedecieran sus mandamientos; y si lo hacían, continuaría bendiciéndoles. Éxodo 19:3–6; 3 Nefi 15:5 Moses speaking to Israelitas Moisés bajó de la montaña y dijo a la gente lo que Jesús había dicho. La gente prometió obedecer y hacer lo que Jesús les pedía para recibir más bendiciones. Éxodo 19:7–8 Israelitas gathering Jesús quería que los israelitas escucharan su voz, por lo que Moisés les dijo que se pararan en la cumbre de una montaña, la cual se llamaba monte SinaíÉxodo 19:1, 9–17 Cloud of smoke around Mount Sinaí Una nube de humo descendió en la montaña, y Jesús estaba en ella. La montaña tembló y Jesús habló a la gente.
Éxodo 19:16–25; 20:22
Jesucristo le dio a la gente los Diez Mandamientos: No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen. No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Honra a tu padre y a tu madre. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás. Éxodo 20:1–17; 21–23 Israelitas speaking to one another La gente escuchó a Jesucristo y se asustó. Ellos no querían que él les hablara y prefirieron que le hablara sólo a Moisés, y así Moisés les podía decir lo que Jesús decía. Moisés regresó a la montaña, y Jesús le dio otros mandamientos a la gente. Éxodo 20:18–26; 21 Jesús appearing to Moses Moisés les dijo a Aarón y a los dos hijos de Aarón y a 70 ancianos que subieran con él a la montaña. Todos ellos subieron a la montaña y vieron a Jesús. Éxodo 24:1–11 Moses with Jesús Christ Jesús dijo a Moisés que subiera más alto en la montaña, y allí escribió con su dedo los Diez Mandamientos en una roca y se los dio a Moisés. Éxodo 24:12; 31:1 Moses praying Moisés se fue por 40 días y 40 noches y no comió ni bebió durante todo ese tiempo. Éxodo 24:18; 34:28; Deuteronomio 9:9–13, 18
10- la peregrinación del por el desierto (números 13-14).
Conforme a lo que había mandado el Señor, Moisés envió a doce espías a explorar la tierra de Canaán e informar sobre lo que hallaran. Después que diez de los espías “vituperaron… la tierra que habían reconocido” (Números 13:32), los israelitas temieron que el pueblo de la tierra fuera demasiado fuerte para conquistarlo y le faltó la fe necesaria para entrar en la tierra prometida. Por consiguiente, el Señor declaró que andarían errantes en el desierto durante cuarenta años.
11- La conquista de la tierra prometida (Josué 11)
Vv. 1-9.Las maravillas que Dios obró para los israelitas eran para estimularlos a actuar vigorosamente por sí mismos. De la misma manera, la guerra contra el reino de Satanás que se lleva a cabo en la predicación del evangelio, primero progresó por milagros; pero habiéndose demostrado plenamente que es de Dios, ahora se nos ha dejado a la gracia divina en el uso habitual de la espada del Espíritu. Dios alentó a Josué. Los nuevos peligros y dificultades hacen que sea necesario buscar nuevo apoyo de la Palabra de Dios, la que tenemos cerca de nosotros para usarla en todo momento de necesidad. Dios nos da tribulaciones en proporción a nuestras fuerzas, y nos da fuerzas en proporción a nuestras pruebas. La obediencia de Josué al destruir caballos y carruajes, demuestra su abnegación al cumplir el mandamiento de Dios. La posesión de cosas de las cuales el corazón carnal tiende a depender, es dañina para la vida de fe, y el caminar con Dios; en consecuencia, es mejor estar sin ventajas mundanales que tener el alma amenazada por ellas. Vv. 10-14. Los cananeos llenaron la medida de su iniquidad y, a manera de juicio, fueron dejados a merced del orgullo, obstinación y enemistad de su corazón, y al poder de Satanás, quitados todos los frenos, mientras las dispensaciones de la providencia tendían a sumirlos en la desesperación. Se acarrearon sobre ellos mismos la venganza que justamente merecían, de la cual los israelitas iban a ser los ejecutores, por la orden que el Señor dio a Moisés. Vv. 15-23. Nunca deje que los hijos de Anac aterroricen al Israel de Dios porque llegará el día de su caída. La tierra descansó de la guerra. No terminó en paz con los cananeos, eso estaba prohibido, pero en paz de ellos. Queda un reposo, un reposo de la guerra para el pueblo de Dios, en el cual deben entrar cuando su guerra termine. Lo que ahora hicieron se coteja con lo que se dijo a Moisés. La palabra de Dios y sus obras, si tomadas en conjunto, se verá que concuerdan plenamente. Si tomamos conciencia de nuestro deber, no tenemos que cuestionar el cumplimiento de la promesa. Pero el creyente nunca debe sacarse la armadura o esperar una paz duradera hasta que cierre los ojos al morir; más bien, a medida que se acrecienten sus fuerzas y su utilidad, puede esperar tribulaciones más pesadas; pero el Señor no permitirá que ningún enemigo asalte al creyente hasta que Él lo haya preparado para la batalla. Cristo Jesús vive siempre para interceder por su pueblo, y la fe de ellos no fallará por más que se permita a Satanás atacarlos. Por tediosa, aguda y difícil que sea la guerra del creyente, su paciencia en la tribulación puede ser estimulada por el gozo de la esperanza; porque, él descansará, antes de mucho, del pecado y del pesar en la Canaán de arriba.
12- Las edades oscuras del pueblo escogido (jueces)
Jueces nos da una imagen de la época oscura en la historia hebrea después de la muerte de Josué. No había gobierno central fuerte en Israel después de su muerte. Hubo, sin embargo, la fuerza unificadora de la fe en Yahvé. Era una forma de gobierno teocrático con Jehová el Dios de su rey. El único problema con una teocracia es que cuando la gente no se toma en serio su compromiso. Siguen cayendo en la idolatría y la apostasía. La guerra civil y anarquía dividida y debilitada a la nación. Los países vecinos que fueron usados por Dios para traer castigo sobre Israel. La nación no se hizo grande hasta que el rey David unió a la gente. Israel no logró conquistar la tierra debido a la falta de fe y obediencia al Señor (Jue. 2:1-3). El refrán de 300 años fue cada uno hacía lo suyo hasta que Dios levantó a un líder, pero tan pronto como murió la gente volvió a lo que era correcto a sus propios ojos. Fue una vacilación constante entre la obediencia y la apostasía. Ellos nunca aprendieron de su historia. Los Problemas de Israel durante este tiempo fueron debido a su desobediencia. Dios todavía amaba a su pueblo a pesar de que se hundió en las profundidades de la depravación. Excepto por la gracia de Dios y la misericordia Israel habría sido exterminada.
13- La unción de Saúl como rey 7 ( 1 Samuel 9:27 – 10:1)
Saúl fue el primer rey ungido por mandato divino. La unción con óleo sagrado significaba la elección divina de una persona para desempeñar en nombre de Dios la función encomendada. Más tarde serán ungidos también los sacerdotes e incluso los profetas. Pero sólo el rey de Israel es denominado “ungido del Señor”, en cuanto elegido como representante de Dios para dirigir al pueblo. En este sentido el rey de Israel, sobre todo a partir de David, es figura de Jesús, llamado Cristo: “Cristo viene de la traducción griega del término hebreo ‘Mesías’ que quiere decir ‘ungido’. No pasa a ser nombre propio de Jesús sino porque Él cumple perfectamente la misión divina que esa palabra significa. En efecto, en Israel eran ungidos en el nombre de Dios los que le eran consagrados para una misión que habían recibido de Él. Éste era el caso de los reyes, de los sacerdotes y, excepcionalmente, de los profetas. Este debía ser por excelencia el caso del Mesías que Dios enviaría para instaurar definitivamente su Reino. El Mesías debía ser ungido por el Espíritu del Señor a la vez como rey y sacerdote, pero también como profeta. Jesús cumplió la esperanza mesiánica de Israel en su triple función de sacerdote, profeta y rey
14- La edad dorada de los israelitas baja David y salomón- el reino unido (2 Samuel 5:4-5,1 reyes 1:6-8).