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Malagón: Una maestra de vocación y servicio desde los 8

años

SANTO DOMINGO. -Con apenas ocho años comenzó a enseñar,


multiplicando lo aprendido dando clases a sus compañeros de colegio. Así
recuerda Jaqueline Malagón sus primeros pasos en el mundo de la
docencia, en el cual cumplirá sus 60 años.

La dama se define como una apasionada de la educación y a sus 77 años


se mantiene activa dando al país cuantiosos frutos, no solo en el ámbito
educativo, sino también en los sectores productivos de la economía
nacional.

Jacqueline Malagón explica que trabaja con el mismo entusiasmo y


disciplina que en sus primeros años de carrera, por lo cual hoy en día se
desempeña como asesora del Ministerio de Educación, del Senado de la
República y de otras instituciones públicas.

En el sector privado forma parte de la Universidad Central del Este, es


asesora de la Asociación de Industrias y de la Fundación Propagas.

Dice que para lograr este nivel ha sido necesaria la capacitación continua,
a la que se ha dedicado por completo.
Trayectoria

Tras finalizar sus estudios de secundaria en el Colegio Santo


Domingo, Malagón ingresó al Barry College, en Miami, para estudiar
Educación Comercial e Idiomas, pero esos estudios fueron suspendidos
por el dictador Rafael Leónidas Trullijo.

Eso no fue un impedimento para la creativa y entusiasta maestra


quedarse de brazos cruzados. Ella ingresó a trabajar en la compañía
Colgate Palmolive como asistente de Producción, donde tuvo la
oportunidad de cubrir unas vacaciones de su jefe, quien era maestro de
inglés en el Centro Cultural Dominico Americano.

Esa experiencia y la calidad de su enseñanza le permitieron formar parte


del personal de ese instituto de formación con apenas 18 años. Ahí laboró
tres meses, ya que se integró al personal docente y administrativo de la
Universidad de Santo Domingo hoy Autónoma (UASD) en la escuela de
Idiomas de esa academia.

Ahí estuvo desde el 1959 hasta 1965, cuando estalló la Revolución.

Luego de ese trabajo emprendió un proyecto educativo junto a tres


líderes: Antonio Cuello, Gustavo Tavárez y Silvestre de Vargas Mendoza,
con quienes en 1966 fundó el instituto de Estudios Superiores (IES),
institución primogénita de Acción Pro Educación y Cultura (APEC),
momento que aprovechó para seguir su formación participando en
diplomados y capacitaciones en países de Centroamérica y el Caribe.

Al mismo tiempo cursaba la licenciatura en Educación mención


Pedagogía en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Desarrollo profesional

Las actividades de Jacqueline Malagón cada vez eran más destacadas y


sus proyectos crecían junto con el desarrollo del país.

Entre 1969-1970 el IES se transformó en una universidad de cuatro años,


donde fue maestra y directora ejecutiva por 28 años.

La especialista recuerda que tras una crisis en el sector educativo fue


designada secretaria de Educación por el presidente Joaquín Balaguer
(en 1992) sin saberlo, pero junto a un equipo de técnicos transformó el
sistema educativo como el pueblo lo estaba demandando en ese momento.
Considera que sus logros se deben al trabajo en equipo tanto de los
dominicanos como de quienes transformaron el currículo educativo, como
el Plan Decenal, y además el Consejo de Asesores.

Destacó que parte de ese equipo estaba integrado por Radhamés Mejía,
José Ramón Toribio, Ramón Flores, Gustavo Taveras, Arelis Rodríguez,
Ramón Morrison y Lorenzo Guadamuz.

También citó a Alejandrina Germán, Minerva Vincent, Ligia Amada


Melo, Josefina Pimentel, Ramón Flores, Crepelin Pérez y Eduardo
Luna. Malagón fue fundadora del grupo Acción Empresarial por la
Educación, el cual nació por la inquietud de empresarios por la crisis del
sistema educativo.
Alejandrina Germán
SANTO DOMINGO. - Alejandrina Germán es un ejemplo palpable de
alguien que ha visto cumplirse en su vida aquello que siempre ha
predicado con palabras: “La educación es la vía más segura hacia la
superación personal”.
Su principal aliado para alcanzar el éxito fue la perseverancia, pues desde
sus inicios tuvo que vencer obstáculos y limitaciones que encontró en su
camino.
Estas dificultades habrían hecho sucumbir a otras personas menos
decididas, pero no a Alejandrina Germán que tenía la firme voluntad de
lograr su desarrollo profesional y personal.
La figura que es hoy la secretaria de la Mujer, ex secretaria de Educación
y connotada dirigente política, empezó su vida estudiantil en medio de
precariedades, teniendo que llegar a vender hasta cacao “ratonero” para
adquirir su uniforme escolar.
Ella todavía recuerda los días en que tenía que recorrer largas distancias
para llegar a la escuela rural de su comunidad natal donde recibió sus
primeras enseñanzas, teniendo que llevar sus zapatos en las manos para
que no se deterioraran al momento de cruzar un río.
Nació en Las Taranas, provincia de Duarte, hija de los señores Tomás
Germán García, agricultor (fallecido) y Teodora Mejía de Germán, ama
de casa, quienes, aunque nunca fueron a la escuela, estaban convencidos
de que sus hijos sólo podían superarse a través de los estudios.
Alejandrina es la sexta de diez hermanos, en su mayoría profesionales de
éxitos en diferentes áreas.
Cuando inició sus estudios secundarios, las dificultades fueron mayores;
pues, junto a hermanos y amigas viajaban al liceo secundario Osvaldo
García de la Concha del municipio de Castillo, en “bola” que le ofrecían
camioneros que transitaban por su comunidad.
Su sueño
La dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) siempre
soñó con ser ingeniera civil, pero esta carrera no estaba a su alcance,
además de que a través del magisterio podía trabajar en una escuela y
ayudar a sus hermanos a pagar la renta de la pieza estudiantil donde
vivían.
Ingresa a la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1969, y pese a
las limitaciones económicas con que vivía junto a otros hermanos que
vinieron con ella de su pueblo natal, logró obtener su Licenciatura en
Ciencias de la Educación (Magna Cum Laude, 1974), dos años después se
gradúa de un profesorado en francés (Cum Laude, 1976) y ocho años más
tarde cursa la maestría en Educación Superior (Summa Cum Laude,
1984).
Durante su época de estudiante universitaria, Alejandrina recuerda que
su madre atendía en su campo un colmado y la única ayuda que le
enviaba a los hermanos que estudiaban en la capital era una caja de
comida cruda para que la cocinaran, la cual a veces se terminaba antes de
que llegara la próxima, por lo que llegaron a padecer falta de alimentos.
Recuerda que, en una ocasión, que no tenían nada que comer ni dinero
para comprar alimentos, a Alejandrina se le ocurrió vender dos botellas
de refrescos en el colmado “para comprar fideos y hacer una sopa boba”.
La educadora ya trabajaba como profesora, pero lo poco que ganaba
apenas le alcanzaba para pagar el alquiler de la pieza y cubrir sus pasajes
a la universidad.
La anécdota que mejor demuestra las precariedades que rodearon su
infancia, es la que revela que para los Días de los Santos Reyes Magos su
padre les dejaba 10 centavos, uno para cada hermano.
Con dejo de tristeza, Alejandrina recuerda que de niña nunca tuvo una
muñeca, a no ser las de trapo que aprendió a elaborar junto a sus
hermanas en la máquina de coser de su madre.
Ha laborado como profesora de los niveles Inicial, Básico y Medio y en la
Escuela Normal Superior Félix Evaristo Mejía. Mientras, a nivel Superior
ha sido profesora del Departamento de Pedagogía de la UASD desde
1976, y en la carrera de Educación en la Pontificia Universidad Católica
Madre y Maestra (PUCMM), así como en cursos de especialización y
maestría en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo
SUS LOGROS Y RECONOCIMIENTOS
LAS POSICIONES:
En el primer período de Gobierno del presidente Leonel Fernández,
Alejandrina Germán fue designada presidenta del Consejo Nacional de
Educación Superior (CONES), hoy Secretaría de Educación Superior,
Ciencia y Tecnología (SEESCYT), con rango de secretaría de Estado,
función que desempeñó hasta agosto de 1999 cuando fue nombrada
secretaria de la Presidencia hasta agosto del año 2000.
El 16 de agosto del año 2004 fue designada secretaria de Educación,
posición que ocupó hasta agosto del año 2008, fecha en que fue designada
como Secretaria de Estado de la Mujer.
Actualmente es Consultora de la Universidad Iberoamericana (UNIBE),
además de que imparte docencia en el Departamento de Pedagogía den la
Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Ha recibido reconocimientos por sus aportes a la educación de la
Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU),
Universidad Católica Tecnológica del Cibao (UCATECI), Universidad
Tecnológica del Sur (UTESUR), Instituto Tecnológico del Cibao Oriental
(ITECO), Universidad Evangélica Dominicana, Federación Dominicana
de Mujeres, Asociación Dominicana de Mujeres Empresarias, varios
clubes y organizaciones juveniles.
Josefina Pimentel
SANTO DOMINGO. -Josefina Pimentel, exministra de Educación,
aspirante al Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana, es
una reputada maestra, psicóloga, esposa, madre, abuela, amiga e
integrante de la organización política desde hace 37 años.
La licenciada Josefina Pimentel ha dedicado su vida a la educación. Ha
sido funcionaria, alfabetizadora, maestra de primaria, docente
universitaria y de postgrado. Tiene una sólida formación profesional y una
dilatada trayectoria en el PLD, donde ha aportado en diversos ámbitos.
Ahora la acreditada educadora aspira a formar parte del Comité Central
del partido oficial, cuyos nuevos miembros serán elegidos mañana domingo
12 de enero. Para votar por ella hay que marcar el número 386.

Estoy interesada en integrarme al Comité Central del PLD. Para mí es un


honor y una honra ser miembro del PLD, porque ha contribuido al
desarrollo del país. El PLD ha sido una cantera de formación de líderes...”

Pero ¿cuáles son los motivos que llevan a Pimentel a querer formar parte
del Comité Central?

Ella considera que ha adquirido madurez política y ha afianzado la


conciencia y comprensión de los problemas nacionales.
También cree que la experiencia acumulada y su formación le han
permitido desarrollar una visión inclusiva de la sociedad.

Y es que la educadora ha tenido la oportunidad de servirle al país en


diferentes espacios, desde una perspectiva de trabajo técnico y político. Ha
trabajado con muchas personas y dirigidos procesos complejos. Conoce la
estructura del Estado y la sociedad y sus actores.

“Ahora conozco más de cerca las comunidades y la manera de pensar de


las familias. También valoro las fortalezas que tenemos en nuestro país
desde el punto de vista humano y social. Esta mayor comprensión y grado
de conciencia de la realidad me conducen a dar un nuevo paso de más
responsabilidad y compromiso con nuestro partido”.

Pimentel resalta que el maestro tiene un contacto cotidiano con los niños,
conoce sus necesidades y aspiraciones y entiende los problemas de las
comunidades. “El maestro es un líder, es un ejemplo. El PLD está lleno de
maestros”.
La educadora valora la comprensión pedagógica y política de la sociedad
que tiene el maestro. Considera que la política es una herramienta con un
alto potencial para lograr la transformación de la sociedad.

Fecunda trayectoria

Josefina Pimentel Ingresó al sistema educativo público en 1974, al


Departamento de Orientación y Psicología de la entonces Secretaría de
Educación, dependencia que dirigió. Posteriormente, fue coordinadora de
área del Plan Decenal de Educación y especialista de un programa de
formación de maestros auspiciado por el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), lo que le permitió trabajar estrechamente por cuatro
años con el Ministerio de Educación.

En el primer gobierno del PLD, fue subsecretaria de Educación, encargada


del área técnica pedagógica. En el 2004, regresó al Ministerio de Educación
como viceministra encargada de la misma esfera laboral.

Después, fue directora del Instituto Nacional de Formación Técnico


Profesional (INFOTEP), donde estuvo casi cuatro años e hizo un trabajo
que le valió reconocimiento público.

Luego fui honrada por el presidente Leonel Fernández, quien que me


designó ministra de Educación. Pudimos cerrar reposicionando al
Ministerio de Educación en el primer lugar en las encuestas. El presidente
Danilo Medina también nos honra y pudimos trabajar en las diez políticas
que se están aplicando”.
Anteriormente, Pimentel fue profesora en el Colegio Loyola. “Ahí fui muy
feliz como maestra de primaria. Tuve unos niños maravillosos y unos
compañeros excepcionales”.

También fue orientadora en el Liceo Experimental Altagracia Amelia


Ricart, experiencia que recuerda gratamente.

Trabajó 32 años en el área de sicopedagogía de la UASD e incidió en la


formación de maestros en centros regionales. Su última experiencia
docente universitaria la tuvo en la provincia Monseñor Nouel. De 1987 a
1990, fue directora del Departamento de Pedagogía de la UASD, y cree que
representó con dignidad al PLD, como educadora y militante.
Cálida acogida

Pimentel es discreta, trabajadora, mesurada y reflexiva. Aprecia que sus


aspiraciones políticas sean bien recibidas.
“Me siento muy honrada, porque el respaldo de compañeros y
compañeras, de los dirigentes intermedios y de la alta dirección ha sido
excelente. He recibido un respaldo entusiasta, que me honra porque
muchos consideran que desde hace mucho tiempo debía estar en el Comité
Central. Muchos dicen que es un derecho adquirido”.

Melanio Paredes
Nació el 22 de octubre de 1951 en República Dominicana. Realizó estudios
de Licenciatura en Física en la Universidad Autónoma de Santo
Domingo y posteriormente de Economía en el Instituto Tecnológico de
Santo Domingo, donde se graduó Magna Cum Laude Fue profesor de
diversas universidades como UNIBE y liceos como el «Mauricio Báez»,
además ocupó otras posiciones públicas como: diputado (1990), director
de Autoridad Portuaria (1999), director del INFOTEP (2004), ministro de
Industria y Comercio (2007) y ministro de Educación (2008).
Fue secretario general de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP)
en el período 1995-1999, logrando varias reivindicaciones para el sector
magisterial dominicano.
Es miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD) y presidente de FUNPEN, organización que lanzó el primer
Ranking de escuelas y colegios en la República Dominicana.
Estuvo al frente del Minerd desde el 16 de agosto de 2008 hasta el 1 de
marzo de 2011 e integra las filas del PLD.
Ligia Amada Melo
Ligia Amada Melo es catalogada como la maestra de maestros porque en
los 56 años que lleva en el área educativa no se ha quedado con ningún
conocimiento que haya aprendido, sino que lo ha trasmitido de
generación en generación, pues tiene muy claro que mientras más damos
más recibimos.
Quería estudiar medicina para explorar el cuerpo humano lidiando con
cada uno de sus circuitos hasta encontrar las causas y consecuencias de
las enfermedades y curar a los enfermos, pero encontró otra forma de
ayudar a la gente a tener una vida más saludable: Motivando el
conocimiento.
Esta tarea era mucho más fácil porque no tenía que pasar toda la noche
estudiando cadáveres y analizando investigaciones que revelaran el
porqué de las enfermedades y cómo evitarlas. Leer libros en todo
momento, cada vez que podía, comentarlos y luego plasmar lo aprendido
en una pizarra fue la fórmula perfecta para que haya más personas sanas
de cuerpo y de mente. Fue debido a que su padre, viviendo en Santo
Domingo fue pensionado y tuvo que regresar a su pueblo natal, Higu¨ey,
que no pudo ingresar a la universidad a estudiar medicina, pero es
justamente a lo que hoy da gracias porque dice haber encontrado en la
educación el mejor camino para la satisfacción personal que no da el
dinero, la fama y los lujos y comodidades que se puedan adquirir con
riquezas materiales.
Estricta
Por tener la personalidad regia que se requería para ser maestro, un buen
dominio de la comunicación y ser una ejemplar estudiante del
bachillerato es que al término de ese período fue escogida en Higüey para
sustituir a las maestras que tenían licencias por maternidad, en 1957, y al
concluir el ciclo de un año fue nombrada inmediatamente como profesora
titular.
“Ver a los estudiantes aprender lo que yo les enseñaba y entusiasmados
con mi clase era mi mayor satisfacción. Yo disfrutaba eso. Cuando me
contestaban una pregunta correctamente o respondían a los estímulos de
la lectura yo me emocionaba mucho más que ellos y era feliz. Así descubrí
mi vocación por el magisterio”, recuerda con añoranza. No obstante,
reconoce que era una maestra muy estricta porque primero se exigía
calidad a ella misma y luego se la imponía a los demás. Nos cuenta que en
el aula los estudiantes la respetaban con cierto temor, pero al cabo del
tiempo agradecían sus enseñanzas basadas en el respeto a las normas, a
las personas mayores y al aprendizaje real sin trampas ni artimañas.
Como técnica formadora de maestros ha trasmitido lo aprendido a miles
de profesores y como ministra hizo temblar a muchos que no tenían la
capacidad de estar en las aulas, pero hoy son los primeros que le
agradecen haberlos sacado de la mediocridad y subido al tren del
conocimiento para poder manejar a esa población joven que va a millón
en la sabiduría.
UN DATO
Estudiantes por aula
En todas las transformaciones curriculares se discute la calidad de la
educación desde diferentes ángulos, y la cantidad de estudiantes por aula
es una de las fundamentales, ya que se cree que debido al gran cúmulo de
alumnos se reducen enormemente las posibilidades de aprendizaje y de
concentración del maestro para educar dignamente. Doña Ligia Amada
recuerda que cuando daba clases en los niveles básico y medio podía
manejar los cursos a pesar de que tenían 40 y 50 estudiantes porque eran
de las mismas edades y estratos sociales, pero que en la UASD se le hacía
casi imposible dar lo máximo de su capacidad porque se reunían 80
estudiantes de diferentes edades.
SU PENSAR
Mensaje a la sociedad
“En sentido general, creo que todos los sectores deben empeñarse en
combatir la pobreza, desarrollar técnicas para que esta sociedad vaya
avanzando. Aquí se habla mucho de lo negativo y eso está generando un
problema grande a la juventud porque se está quedando sin referencia de
lo bueno. Nosotros debemos levantarnos el ánimo y ser proactivos porque
si seguimos transmitiendo lo negativo a los que vienen subiendo se va a
perder el tiempo que se pudiera utilizar para resolverlos. Aquí todo el
mundo está deprimido ¡Nooo!, por qué. Hay muchos valores, mucha
gente buena, jóvenes valiosos, pero les vamos a tumbar el entusiasmo si
seguimos actuando con pesimismo.
EN DOBLE VÍA
¿Qué está pasando con los jóvenes que parecen estar educándose para
viajar a la luna, aprendiendo de todo lo que quieren aprender por sí
solos?
¡Oh…! los tiempos han cambiado. Ya no es sólo el maestro y los padres
quienes los instruyen con criterios muy definidos, como en épocas
anteriores, sino que ahora se valen de todos los recursos que están a su
alcance; dominan la tecnología, los idiomas y tienen la opción de elegir lo
que quieren aprender. Es cierto que se nutren muchísimo de
informaciones de toda índole, pero qué pasa, no hay supervisión, no hay
control, aprenden de todo y tal vez no lo de su nivel de desarrollo, a lo que
hay que prestarle atención porque a veces “se pasan de la raya”.
Observamos que a los estudiantes no parece interesarles la educación que
reciben en las aulas, sino la que ellos buscan. ¿Qué pasa ahí?
Ciertamente hay un problema que se da en las escuelas sobre cómo éstas
funcionan y cómo los alumnos quieren aprender. Los muchachos se dan
cuenta de que con la tecnología aprenden más rápido y fácil que con el
pizarrón, los libros y el profesor. Como requieren de menos esfuerzo
buscando informaciones en la Internet, viendo películas, vídeos y leyendo
noticias a través del chat, y de menos exigencia de atención, ponen mayor
entusiasmo y aprenden más. Ante esta realidad la escuela no le resulta
atrayente y por eso es urgente que se produzca una revolución en el
sistema educativo tradicional, de eso estamos conscientes.
¿Qué piensan hacer, entonces, los garantes de la educación dominicana?
Sabemos que es urgente que se combine el uso de la tecnología con la
educación formal, porque de ningún modo una debe sustituir a la otra,
sino que la mejor fórmula es la combinación de ambas, de modo que el
estudiante pueda aprovechar las explicaciones del profesor ya formado y
con toda la experiencia que le da la vida, y al mismo nutrirse de
informaciones generales a través de la tecnología y la comunicación y
combinarlas con las dinámicas de grupo. Así el estudiante podría tener un
mayor entusiasmo por la escuela, aprovechar ese tiempo y no ir a cumplir
con un horario y una obligación que le imponen sus padres y la sociedad.
¿Qué diferencia hay en la educación del antes y el después?
Bueno, ahora estamos en la “sociedad del conocimiento”. Todo el mundo
sabe de todo, se entera de todo, hasta los pequeñitos saben lo que está
pasando en el mundo porque se cacarea por todos lados, en el seno de la
familia, en los grupos de amigos reales y virtuales, en fin, ¡una maravilla!.
Antes había más disciplina, mayor rigor en el sistema de enseñanza y
ahora se es más permisivo.
Es indudable que se ha avanzado, pero todavía el sistema educativo recibe
duras críticas que lo califican de ineficiente para estos tiempos modernos.
Se han logrado muchas cosas y se seguirán logrando. En el 1996, cuando
yo entré al Ministerio de Educación como Secretaria, solo un 13 por
ciento de los niños iban a nivel preescolar y todos eran del sector privado,
no existía la formación preescolar a nivel público. Hoy la educación
indudablemente llega a diferentes sectores y hay una mayor formación de
los profesores. También en el desarrollo de la educación ha contribuido el
esfuerzo particular de gente que estudia con beca y mantiene buenas
calificaciones. En el programa de becas ya son 12 mil 200 los jóvenes que
han ido a estudiar fuera y están aquí bien preparados.
Pero se cuestiona mucho la calidad de los maestros. ¿Han avanzado ellos
también con el nuevo ritmo que lleva la sociedad?
Claro que sí, muchísimo, aunque todavía se debe avanzar más. Fíjate, en
el año 1970 solo un 35% de los profesores tenían titulación en educación;
en el 1996 un 65%, hoy más del 90% tiene titulación del nivel básico o
medio; y a nivel superior la mayor parte tiene maestría y un 2.4% tiene
doctorado. Este último es un porcentaje muy bajo, pues casi todos
deberían tener doctorado, pero hacia allá vamos. Por lo pronto, un 60%
cuenta con maestría, muy pocos tienen solo licenciatura y tenemos a
muchos profesores con postgrado. Sin embargo, las 46 universidades que
tenemos en el país no han formado a los estudiantes para una sociedad del
conocimiento, para un siglo 2021, sino para ser más de lo mismo y ahí está
el retraso en la educación hoy.
Muchos colegios van a millón, igual que los estudiantes, y entre los útiles
escolares requieren laptop o iPad en vez de cuadernos. ¿Favorece usted
eso?
Claro. Ojalá que los 2 millones 400 mil estudiantes que hay inscritos en el
país pudieran estudiar con laptop, pero todavía nos falta mucho para
llegar ahí. Lamentablemente los que tienen mayor acceso a la educación
con técnicas modernas se forman con mayor calidad. El país necesita una
masa bien formada, crítica, de gente instruida, bien formada en todos los
sentidos: en desarrollo de valores, conocimientos amplios de la ciudadanía
y dominio de los contenidos y las competencias profesionales para la
sociedad tecnológica donde van a aplicar sus conocimientos. La educación
ampliada sólo la tiene un grupito que puede pagar los colegios avanzados,
pero el Estado tiene el compromiso de llevar ese conocimiento a la
mayoría. Ahora con el 4% se puede mejorar bastante.

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