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Cañasgordas al occidente y San Jacinto y Santa Marta al norte. En cuanto a los terrenos Atrato -San
Juan y Baudó al W y Ruma, Cocinas y Baja Guajira al N se habrían acrecionado durante el Neogeno
El Terreno Chibcha se unió al Bloqu e Autócton o d e Colombia a finales d el Paleozoico por medio
d e la paleofalla d e rumb o d e Gu aicáramo. EL nuevo conjunto formó el Oriente Colombian o.
En el Terreno Chibcha, los conjuntos metamórficos han recibido varios nombres regionales tales
como el Gp. Quetamé en el Macizo de Quetamé, la Fm. Silgará en el Macizo de Santander y en el
de La F loresta, la Fm. Perijá en la Serranía de Perijá y los metasedimentos de La Cristalina en el
flanco E de la parte septentrional de la Cordillera Central. La edad de algunos de estos conjuntos
está conocida por dataciones tanto radiométricas como paleontológicas.
CEDIEL 2003
El terreno compuesto Guajira-Falcón está compuesto por una colección de fragmentos de corteza
continental Proterozoica y Pa leozoica, secuencias sedimentarias del Jurásico y corteza oceánica del
Cretácico acumuladas durante el proceso de emplazamiento de la placa del Caribe. Nuestra GU-FA
contiene la vagamente definida '' Cinturón Deformada del Caribe Sur '' de Ladd et al.
La guajira se encuentra interactuada por las placas de cocos, caribe y Suramérica, lo cual
durante el Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico más temprano, las condiciones tectónicas
fueron relativamente estables. Sobre un terreno relativamente plano expuesto a leves
subsidencias y solevantamientos, se produjeron sucesivas transgresiones y regresiones
marinas desde el Paleozoico tardío hasta el Eoceno. Durante este tiempo se depositaron
secuencias que sólo presentan leves discordancias entre sí, por lo que después en el
Eoceno, Oligoceno y con mayor intensidad desde el Mioceno, la zona se vio sometida a
esfuerzos compresivos por la convergencia de las placas del Caribe, Nazca y de
Suramérica, que se resolvieron mediante fallamientos inversos y transcurrentes para
acomodar el terreno al necesario acortamiento resultado de esa actividad tectónica.
(Mercado, 2003); esta interaccion y los eventos que han surgido a través del tiempo
geológico de Colombia han causado que las formaciones o grupos que afloran en esta
parte del territorio Colombiano presente diferentes estilos estructurales relacionados a
cada uno de dichos eventos, y la evolución estructural es compleja y ligada tanto a la del
noroccidente de Suramérica como a la del Caribe.
Por lo que la deformación dentro de la Cuenca de La Baja Guajira genera un marco
estructural complejo donde se observan tres estilos prevalecientes: (1) conjunto de fallas
inversas de alto ángulo, longitudinales, (2) un grupo de fallas rumbo deslizantes de
componente dextral, (3) un conjunto menor de fallas laterales izquierdas que indican una
combinación de esfuerzos tensionales y compresivos asociados. (Vargas, 2012)
El emplazamiento de las fallas de Oca, Ciuza y la posterior reactivación de la Falla
Bucaramanga-Santa Marta (con terminación abrupta en la Falla de Oca), no solamente
explican el origen posible de la Sierra Nevada de Santa Marta, sino la generación de una
tectónica muy compleja para la Baja Guajira, que durante mucho tiempo se comportó
como una plataforma relativamente estable afectada solamente por cambios eustáticos y
fenómenos de subsidencia (Vargas, 2012)
En La Guajira se pueden reconocer cuatro bloques tectónicos limitados por megafallas. La
Alta Guajira, cuyo límite sur es la Falla Cuisa. La Media Guajira, localizada entre la Falla
Cuisa y la Falla Oca. La Sierra Nevada de Santa Marta, en el triángulo formado por las
fallas Oca al norte, Santa Marta – Bucaramanga al occidente y Cerrejón al oriente. Y la
serranía de Perijá, desde la Falla Cerrejón al oriente hasta el Golfo de Maracaibo en
territorio venezolano, en donde la alta guajira ha sufrido un desplazamiento hacia el
oriente a lo largo de la Falla Cuisa, al sur de la cual aún hay una zona montañosa que
fisiográficamente hace parte de la Alta Guajira, pero geológicamente es parte de la Media
Guajira y La Sierra Nevada de Santa Marta, constituida por las raíces del continente,
elevada desde los niveles normales a los cuales se encuentra el basamento precámbrico,
hasta por sobre los 5.700 msnm(Mercado, 2003). (Memoria Explicatica Ge)
Las fallas que se encuentran en la península de la Guajira y en la sierra nevada de santa
marta se estipula que son de una edad post-eocena, por lo que afectan rocas hasta de
edad eocena, y estarían activas en el presente, siendo estas fallas las siguientes:
Falla Simarua: Esta estructura fue sugerida por Álvarez (1967), al tratar de correlacionar
las rocas de las serranías de Simarúa y Jarara. La Falla Simarúa tiene una dirección
N60°E y una extensión de 26 km en la serranía de Simarúa; fue trazada por Álvarez
(1967), al considerar las
características litológicas a lo largo de su traza, que coloca en contacto neises y filitas con
diferente grado de metamorfismo, La Falla Simarúa pone en contacto, en la serranía de
Simarúa, filitas de la Formación Jarara de edad cretácica con neises del Grupo Macuira
de edad premesozoica, a partir de una zona estrecha de cizalladura de 10 m, donde se
pasa del neis a la filita (Álvarez, 1967) Zuluaga. et al (2009(Memoria de las Planchas 2,
3, 5, y 6 (con parte de las Planchas 4, 10 y 10 BIS). ÁLVAREZ, W., 1967. Geology of the
Simarúa and Carpintero áreas. Guajira península, Colombia. Tesis Ph.D., Princeton Univ. 168 p. New
Jersey.
Falla Puralapo: El trazo de esta estructura puede ser identificada al noroeste de la zona
de estudio, donde geomorfológicamente contrasta un valle de topografía suave con rocas
del Neis de Macuira contra una zona escarpada con rocas de la Formación Palanz y
Moina. Su trazo tiene dirección N50°E y luego se trunca contra el trazo de la Falla Cuisa;
su movimiento se considera normal, activo hasta el Cretácico temprano (Quintero, 2017)
(LEERgeologia)
Falla cosinas: Se considera que el Sistema de Fallas Cosinas hace parte del tren
estructural
regional N-NE a N-E, que se trata de una falla de cabalgamiento, pero debido a la rotación
y la deformación del bloque Cosinas, limitado por las fallas de Puralapo y Cuisa, el tren
estructural regional ha adoptado una tendencia N85°E. (Londoño, 2002)
(GuajiraMemoria2)
Falla Kasipoch: Fue definida por Álvarez (1967) y se presenta en el suroccidente del
área de Simarúa. La falla tiene una dirección N60°E, con inclinación del plano de falla
hacia el noroeste y una extensión aproximada de 20 km, Según Álvarez (1967) la Falla de
Kasiposh, corresponde a una falla de tipo inverso, sin embargo evidencias de campo
muestran que además de movimientos en la vertical la falla presenta movimientos en la
horizontal con componente dextral, evidenciado por una foliación sobreimpuesta en
neises del Neis de Macuira. (Zuluaga, 2009) (Memoria de las Planchas 2, 3, 5, y 6 (con
parte de las Planchas 4, 10 y 10 BIS).
Falla Santa Ana: Esta estructura fue definida por Álvarez (1967) en la serranía de
Simarúa, y toma el nombre del cerro Santa Ana. Es una falla de cabalgamiento con
dirección aproximada N50°E, que buza alrededor de 15° hacia el noroeste (Álvarez,
1967), con una extensión aproximada de 20 km; cabalga rocas metamórficas de edad
premesozoica del Grupo Macuira sobre rocas sedimentarias de la Formación Poschachi
de edad cretácica temprana. (Londoño, 2002) (GuajiraMemoria2)
ANTECEDENTES
El término de terreno ha sido utilizado por varios autores, a partir de los años 85 y en
particular en dos ensayos sintéticos regionales que propusieron una visión global del
territorio colombiano (Etayo et al., 1986; Restrepo y Toussaint, 1987 y 1988); en otros
trabajos mas locales se hizo uso del mismo termino, en donde permitieron suponer que la
esquina NW de Sudamérica era compuesta por un mosaico de terrenos alóctonos que se
habían acrecionado al Cratón Amazónico durante diversos periodos geológicos.
Colombia está compuesto por una serie de terrenos según Cediel (2003), en el cual
dentro de este estudio el enfoque se hará a partir del terreno que corresponde a la parte
de la Guajira, por lo que se determina que le corresponde el terreno Guajira - Falcon, y
para la parte de la Sierra Nevada de Santa Marta el terreno corresponde al mismo
nombre.
Terreno Guajira: Este terreno está compuesto por una colección de fragmentos del
Proterozoico y Paleozoico corteza continental, con secuencias sedimentarias del
jurásico y corteza oceánica del cretácico acumuladas durante el proceso de
emplazamiento de la placa del Caribe. (Cediel, 2003)
Sierra Nevada de Santa Marta: La sierra Nevada de Santa Marta está limitada por
el norte y el occidente por las fallas Oca y Santa Marta-Bucaramanga, a lo largo
de las cuales no sólo se ha desplazado lateralmente, sino también verticalmente
varios miles de metros, se calcula más de 7000 m a lo largo de la falla de Oca, si
se tienen en cuenta los 2000m de sedimentos depositados al norte de la falla, más
mínimo a los 5700m de altura de la sierra. Complementariamente, una serie de
fallas NE-SW a ENE-WSW han contribuido al levantamiento de la sierra, han
elevado escamas de basamento hacia la altura por compresión. [ CITATION Mer99
\l 9226 ] (trabajo Jenny)
Aunque según Toussaint y restrepo (1988 a 1994), el terreno que hace parte de la
Guajira es terreno sospechoso Chibcha (Ch), con basamento continental
precámbrico, comprende la cordillera Oriental, el Macizo de Santander y la parte
sureste de la sierra Nevada de Santa Marta. Su último evento tectometamórfico es
caledoniano. Rocas sedimentarias marinas del Paleozoico superior recubren en
discordancia las unidades metamórficas paleozoicas inferiores. Después de unirse
al bloque autóctono, un importante cinturón magmático afectó su borde occidental
durante el Jurásico y una importante cobertura sedimentaria mesocenozoica se
depositó encima alcanzando el cretácico marino más de 10000 m en la zona de
Bogotá. (Toussaint et al, 1996) (trabajo Jenny).
EVOLUCIÓN GEOLÓGICA
La historia geológica de La Alta Guajira es tan compleja que registra casi completamente todos los
eventos geológicos que afectaron Colombia desde el Proterozoico Tardío. Así, se observan rocas
que registraron colisiones durante el Precámbrico (por ejemplo del episodio de la orogenia
Orinoco) y durante el Paleozoico (conocidas en Norteamérica como orogenias Alleghenian y
Taconica), especialmente el episodio que ocurrió del Ordovícico medio al Silúrico y que se conoce
en Colombia como la Orogenia Quetame. También hay rocas que registran la formación de rifts
continentales en el Jurasico y el desarrollo de un margen pasivo en el Cretácico. Por último, es
posible también observar la influencia de la Orogenia Andina que se inició a finales del Cretácico y
que continuo hasta el Eoceno tardío – Oligoceno temprano. (Zuluaga, 2009) (Memoria de las
Planchas 2, 3, 5, y 6 (con parte de las Planchas 4, 10 y 10 BIS).
Durante el Precambrico las rocas del actual nucleo de la Sierra Nevada de Santa Marta, y
de las serranías de la Alta Guajira, así como el basamento de la serranía de Perijá, hacían
parte del sector noroccidental del actual Escudo de Guayana. Las rocas corresponden a un
fragmento del Escudo de Guayana, del entonces Continente de Pangea, sometidas durante
una o más oportunidades con anterioridad al Paleozoico a metamorfismo de alto grado
que produjeron desde esquistos y neises hasta migmatitas; en donde se reportan al
menos tres eventos metamórficos regionales: El primer metamorfismo
ocurrió en el Precámbrico, y se considera correlacionable con el evento
Grenvilliano (Restrepo-Pace, 1995 en INGEOMINAS 2002), que origino
rocas en las facies granulita y anfibolita de almandino y está
representado por la Granulita de Los Mangos y posiblemente por el Neis
de Buritaca y el Neis de Los Muchachitos (Romero, 2006) (estudio
sedimentológico)
El segundo evento se dio al occidente del Arco de Sevilla, y no afectó las
rocas más
antiguas que se encuentran al oriente de éste; corresponde a un
metamorfismo con una edad
mínima de 110 Ma que afecto el área de esquistos de Santa Marta, bajo
condiciones de la
facies esquistos verdes alta y anfibolita (Doolan 1970 en INGEOMINAS
2002); se
correlaciona hacia el sur con un evento registrado en la Cordillera
Central de la misma
edad, reflejado en las rocas del Complejo Arquía. Hacia el norte, en la
península de La
Guajira no se tienen registros que indiquen este metamorfismo, pero
podría estar
representado en alguna de las unidades que conforman el Grupo
Macuira o la Formación
Jarara y que a la fecha no han sido estudiadas en detalle. (Romero,
2006) (estudio sedimentológico)
El tercer evento metamórfico en la Sierra Nevada de Santa Marta se
registra a finales del
Cretácico y principios del Paleógeno y es anterior a 48 Ma cuando ocurre
la intrusión del
Batolito de Santa Marta. El grado de metamorfismo aumenta de norte a
sur y corresponde a
un metamorfismo dinámico en facies esquistos verdes. (Romero, 2006)
(estudio sedimentológico)
En el Devónico temprano, el terreno sufrió sumersión de modo que permitió la deposición
de unos 1.000 m de sedimentos en ambientes marinos de aguas someras durante el
Devónico temprano a medio y el Carbonífero, para pasar a más profundos durante el
Pérmico, ahora durante el Triásico, y hasta el Jurásico temprano, se produce
sedimentación, primero en ambiente marino, que pasa a transicional, con aportes
volcánicos, como lo evidencia el corte B-B’, en donde se representa la Fm Guatapuri que la
compone calizas a limolitas. Durante el Jurásico inferior y medio el ambiente
pasa a marino de aguas someras y se depositan más de 3.000 m en una cuenca en
subsidencia, igualmente en el corte lo representa la Fm la Quinta y paralelamente, hay
actividad volcánica ácida desde fines del Jurásico hasta principios del Cretácico(Fm
Batolito Patilla). (Mercado, 2003). (Memoria Explicatica Ge)