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Autores: Cubero Pérez y De la Mata.

Cultura y procesos cognitivos. Capitulo 2

Introducción:

Los autores de este texto son miembros del Laboratorio de la Actividad


Humana.

Se presentarán las diferencias en los procesos cognitivos en función del


contexto socio cultural en que las personas están inmersas. Para establecer
esta relación entre mente y contexto, se tienen en cuenta la mirada de las
perspectivas culturales y de perspectivas transculturales.

Se presentarán los estudios transculturales de Luria, centrándose en el papel


que juega la alfabetización en los procesos de categorización, razonamiento y
memoria, dentro del escenario socio cultural específico del marco institucional
de la educación.

Según Luria, el hombre constituye su pensamiento sobre la realidad


(razonamiento, memoria), de manera generalizada, utilizando conceptos y
categorías con el fin de ordenarla.

Los procesos cognitivos de agrupación y categorización se encuentran en


estrecha relación con las formas de actividad propias de cada escenario
sociocultural.

En este texto vamos a ver tres ejes:

Investigaciones transculturales:

El objetivo de las investigaciones transculturales de Luria es demostrar la


naturaleza histórica de la vida psíquica, es decir como el contexto social
transforma los procesos cognitivos de los sujetos.

Su estudio se sitúa en los diferentes grupos del Asia Central.

Luria estudia como las diferentes posibilidades materiales generan diferentes


posibilidades cognitivas y propone 3 tipos de tareas, que sus resultados darán
cuenta de los distintos procesos cognitivos.

La primera es Clasificación en agrupación o en formación de conceptos, esta


va a ser la categorización de los elementos en función de nuestra experiencia.
Por un lado se va a dar la categorización en base a la construcción de
conceptos, despojándose de la actividad cotidiana (acción propia de los sujetos
escolarizados). Por otro, se va a dar la categorización en base a la utilidad
práctica, es decir el uso que el sujeto le atribuye a los objetos en la vida
cotidiana, y en la práctica en común (acción propia de sujetos analfabetizados).
Según Luria las demandas de la escuela, son las responsables de la utilización
de nuevas operaciones psicológicas y que los sujetos estén o no alfabetizados
influye en el modo de realizar agrupaciones, el criterio de clasificación y el
modo de explicar los conceptos.

Las segundas son El razonamiento a través del silogismo. Lo que encuentra


Luria es que mientras los individuos alfabetizados pueden deducir la conclusión
de las premisas que se le plantean, y son capaces de crear mundos
imaginarios; los individuos no alfabetizados no pueden dar respuesta al
silogismo, abstrayéndose de su experiencia personal, y por lo tanto se niegan a
responder aludiendo a la falta de conocimiento concreto.

Las terceras son La resolución de problemas, que al igual que los silogismos,
los individuos no alfabetizados no pueden resolverlos si no lo han
experimentado en la realidad, es decir que no hacen una resolución en forma
abstracta. Mientras que si lo pueden hacer los individuos alfabetizados. Estos
últimos frente a un problema concreto son capaces de generalizar una regla
aplicable a otros problemas, y es por esto que los solucionan de manera más
rápida. Los no escolarizados por su parte no pueden generalizar reglas de
resolución, ya que para dar respuestas se basa en la experiencia inmediata.

A modo de conclusión, los autores de este texto sostienen que los estudios de
la relación entre la alfabetización y los procesos cognitivos demuestran que las
personas que viven en condiciones de vida tradicional, con escasa experiencia
escolar obtienen peores resultados en estas pruebas anteriormente descriptas.
En cambio sostienen, que los sujetos que viven en sociedades modernas, en
marcos institucionalizados obtienen mejores resultados en relación con los
anteriores.

Así podemos ver como la psicología transcultural, realiza estudios


comparativos, incurriendo en la existencia de culturas más avanzadas que
otras, ya que toman como criterio comparativo a la cultura occidental.

Críticas a las investigaciones transculturales

De la Mata y Cubero Pérez, presentan las críticas con las que se va a enfrentar
la psicología transcultural. Ellos niegan la existencia de una superioridad
cognoscitiva entre alfabetizados y no alfabetizados. También sostienen, junto
con Rogoff, que los estudios transculturales caen en un problema
metodológico, ya que extienden programas propios de la cultura occidental, a
otras culturas que no están familiarizados con esos temas presentados.

Rogoff sistematizó dichos problemas presentando una serie de Sesgos que


limitan la influencia de la escolarización en los procesos cognitivos.

El primer sesgo es el de la selección de los sujetos. Plantea que al realizar los


estudios comparativos entre escolarizados y no escolarizados, se dejan de lado
el resto de las características que influyen en el desarrollo psicológico de los
niños (ej: nivel cultural de los padres, interacciones con estos, contexto). Los
estudios transculturales entonces resultan ser reduccionistas ya que afirman
que la alfabetización es la única causa de las diferencias cognitivas. Esto se
debe a que consideran a la cultura como una variable independiente.

El segundo sesgo está relacionado con las pruebas, ya que estas estaban
diseñadas en relación con un contexto alfabetizado y tomando los parámetros
occidentales. A las otras culturas se les dificultaba realizar las pruebas
efectivamente, no por estar en niveles más bajo de cognición, sino por la falta
de familiaridad con los materiales y con el lenguaje (falta de compresión
lingüística tal como lo enseña la escuela).

El tercer sesgo está relacionado con la tarea: familiaridad de los sujetos con la
actividad que le exige la tarea experimental. Las tareas que se van a plantear
por los estudios transculturales, son creadas en base a normas pautadas en las
instituciones escolares. Esto produce que en algunas culturas, no haya total
comprensión de las pruebas que se les están pidiendo (esto está en relación
con la familiaridad del lenguaje antes mencionado).

Desde la visión crítica de parte de los psicólogos culturales a los estudios


transculturales, no solo llegan a cuestionarse las conclusiones entre las
diferencias cognitivas encontradas en poblaciones alfabetizadas y no
alfabetizadas, sino que también se cuestionan que exista tales diferencia entre
ellas. Además consideran la influencia de las dimensiones sociales y culturales
en la función psicológica.

La psicología cultural necesita redefinir los conceptos de cognición y de


contexto dando cuenta de un nuevo marco teórico a partir de las críticas a la
psicología transcultural (basada en estudios comparativos).

La psicología de la cognición en contexto

Debido a las dificultades que generan las investigaciones transculturales sobre


la cognición en el laboratorio, se dificulta la compresión de los procesos
complejos que acontecen en la vida cotidiana. Frente a esto surge una
alternativa, por parte de la psicología cultural que centra el estudio de la
actividad cognitiva, en el ámbito de la vida cotidiana.

El enfoque cultural, presenta cambios metodológicos y planea que hay una


relación dialéctica entre las acciones que despliegan los individuos y los
escenarios en que se producen esas acciones. Es en la actividad práctica de
esta relación donde se constituye la mente.

Esta psicología estudia la cognición humana en el contexto cultural en el que


se desarrolla. El contexto es la dimensión subjetiva que elabora un sujeto de
una situación en donde realiza sus actividades específicas. Este contexto
también redefine la noción de cognición, entendiendo que lo cognitivo se
produce en la relación dialéctica entre individuo y contexto.

La psicología cultural va a realizar una crítica al modelo del procesador central


de la información de la psicología cognitiva, la cual asume que el sistema
mental es global, único, permanente. Todos los acontecimientos que nos
suceden, según esta psicología, son analizados desde este sistema.

La psicología cultural se contrapone y propone un procesamiento, cognición


distribuida, es decir que está formada tanto por la actividad del sujeto, como el
contexto en el que vive. Esto va a dar cuenta de que no existe un sistema
cognitivo global, sino que el sistema de interpretación puede ser múltiple
dependiendo del contexto y los individuos que participan en él.

Rogoff propone la noción de suceso cognitivo, para dar cuenta de la dialéctica


entre sujeto y contexto, siendo este último marco de las actividades del sujeto y
el cual le da sentido a las acciones de este.

A partir de la noción de práctica de Lave, determina la influencia de lo social en


el individuo, dicha influencia está conectada con el desarrollo cognitivo del
mismo. Esta autora plantea que la práctica es el análisis intermedio entre el
plano individual y el plano cultural. La práctica está unida a la cognición. Es a
partir de la práctica que la cultura modela los procesos psicológicos humanos
en una situación particular.

Los intereses de la psicología cultural pueden ser defendidos en cuanto a su


validez ecológica, es decir que tanto los contextos que se estudian, como los
procesos analizados y las tareas propuestas sean significativas para los
sujetos.

En los estudios de esta psicología es necesario tener en cuenta el contexto en


el que se inserta la acción del individuo para poder interpretarla correctamente,
y también determinar la influencia de la cultura en la cognición.

Los autores del texto, junto con Rogoff y Lave, presentan dentro de la
psicología cultural el enfoque de la cognición en contexto, el cual pretende
estudiar no solo como se despliega el funcionamiento mental en el ámbito
escolar, sino en otros ámbitos de la vida cotidiana.

Psicología cultural de la cognición en contexto para superar los errores


(metodológicos) de las investigaciones transculturales.

Manera alternativa de estudiar las diferencias culturales cuando estas


realmente existen.

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