Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
100000G26T
Carreras para Gente que Trabaja
TEMAS
INTEGRANTES
CATEDRÁTICO
CURSO
LIMA-2019
Problemas y desafíos en el Perú actual
100000G26T
Carreras para Gente que Trabaja
En agosto de 1990, Alberto Fujimori ganó las elecciones con un programa que negaba la aplicación
de un shock de precios. Sin embargo, al poco tiempo de ganar las elecciones, cambió de política y
aplicó un programa típico de reducción de la demanda interna – que se conoció como fujishock –
para enfrentar la hiperinflación.
El plan, que provocó graves disturbios en la capital y en otras ciudades del Perú, se veía venir desde
hacía varios días. Pues a pesar de que, recién elegido, Fujimori aseguró que la palabra "shock"
debía ser borrada del lenguaje económico y político del Perú, la situación heredada del gobierno
anterior no parecía brindar ninguna otra alternativa. La primera señal evidente de la nueva
orientación se presentó a mediados de julio, cuando los dos principales asesores económicos de
Fujimori, Santiago Roca y Adolfo Figueroa, partidarios de un ajuste gradual, presentaron renuncia
de sus cargos. En su lugar fue nombrado Jorge Chávez, un economista de corte neoliberal cuyas
primeras declaraciones hablaban ya del sacrificio que tendrían que hacer los peruanos en la primera
etapa del gobierno Fujimori, para contribuir a la solución de los graves problemas por los que
atravesaba el país.
La renuncia de los dos asesores estuvo relacionada, al parecer, con el resultado de las giras que
días antes realizó el presidente Fujimori por el Japón y los Estados Unidos, buscando la
colaboración de los organismos de crédito para la reconstrucción económica de su país, cuya
situación externa es absolutamente crítica. Fujimori recibió al Perú con un déficit de 144 millones
de dólares en el Banco Central y con sólo 122 millones de dólares en el exterior. En tales
condiciones, los bancos le habrían exigido a Fujimori la aplicación de un programa de ajuste radical,
como condición para estudiar el otorgamiento de los créditos.
La nueva orientación quedó clara cuando el Presidente decidió nombrar al derechista Juan Carlos
Hurtado Miller como primer ministro y ministro de Economía. Hurtado era líder de Acción Popular,
uno de los puntales del Fredemo el movimiento de Vargas Llosa y había sido ministro de Agricultura
en el segundo gobierno de Fernando Belaunde. La designación de Hurtado se produjo diez días
antes de la posesión del nuevo presidente.
El objetivo inmediato del programa es "sincerar" los precios, con el fin de crear el ambiente
apropiado para reducir los altísimos niveles de inflación que sufre la economía peruana, con índices
que superan en la actualidad el 3.000 por ciento anual. Porque la verdad es que en el gobierno
anterior se generaron situaciones tan absurdas como el hecho de que una botella de agua mineral
costara, para un turista, 40 veces más que un litro de gasolina.
Problemas y desafíos en el Perú actual
100000G26T
Carreras para Gente que Trabaja
Como resultado de la política populista de Alan García, los peruanos estaban adquiriendo una de
las gasolinas más baratas del mundo. Sin importar que la empresa estatal encargada del manejo
de los hidrocarburos, Petroperu, estuviera sufriendo un multimillonario desangre. El precio del galón,
antes del alza, estaba en 16 centavos de dólar, mientras su costo de producción era del orden de
55 centavos de dólar. No es de extrañar, en tales condiciones, que Petroperú hubiera acumulado
pérdidas superiores a los 2.500 millones de dólares en los últimos años.
En la misma situación estaban otras empresas del Estado, como resultado directo de la política del
gobierno de Alan García. Según el entrante ministro de Energía y Minas, Femando Sánchez
Albavera, las empresas públicas del Perú sufrieron pérdidas por unos 8.000 millones de dólares en
el último quinquenio.
Otro de los objetivos del plan de "shock" es incrementar la generación de recursos externos
mediante el aumento de las exportaciones y la reinserción del Perú en el sistema financiero
internacional. El primer paso para ello, aparte de la formulación del propio plan, es la liberación total
del mercado cambiario y la eliminación, por lo tanto, del dólar oficial, cuya cotización estaba muy
por debajo del precio fijado en el mercado negro. Mientras el primero estaba en 53.000 intis por
dólar, el segundo superaba la semana pasada los 200.000 intis.
Como contraprestación, el gobierno fijó un impuesto temporal del 10 por ciento a las exportaciones,
con el fin de incrementar los recursos del Estado. A diferencia del plan de "shock" aplicado por el
presidente Fernando Collor de Mello en el Brasil, sin embargo, la nueva carga impositiva
contemplada en los primeros anuncios del esquema peruano resulta bastante reducida. De acuerdo
con los observadores internacionales, el programa se carga sobre los sectores de menores ingresos
de la población y apenas grava con impuestos ligeros a los sectores más pudientes.
La puesta en práctica del neoliberalismo durante la gestión de gobierno del presidente Alberto
Fujimori (1990-2001) en el Perú, implicó el desmantelamiento del ordenamiento constitucional,
conduciendo a la instauración de una dictadura sostenida con el apoyo de las Fuerzas Armadas. El
régimen fujimorista se prolongó por medio de dos reelecciones, la primera en 1995, la segunda en
abril del 2000, en las cuales predominaron la corrupción, el fraude y el terrorismo de Estado. Durante
este régimen los peruanos fueron desposeídos de sus empresas, despojados de sus derechos
Problemas y desafíos en el Perú actual
100000G26T
Carreras para Gente que Trabaja
A dos meses de su posesión, el gobierno Fujimori impuso dos medidas que perfilaron lo que serían
las políticas prioritarias del régimen en el transcurso de la década. El 7 de agosto de 1990 decretó
el Estado de emergencia en Lima y nueve provincias del país por un lapso de 30 días, y un día
después decretó un plan de ajuste que contemplaba la supresión de los subsidios a productos de
primera necesidad como el pan, la leche, el azúcar, la pasta, y la gasolina. En el siguiente año,
1991, el presidente Fujimori enfrentó dificultades para sacar adelante su agenda, en la que figuraban
como principales iniciativas la privatización de las empresas estatales más rentables y el
otorgamiento de facultades discrecionales a las Fuerzas Armadas. Al no contar con una bancada
parlamentaria mayoritaria el gobierno no logro la inmediata aprobación de sus iniciativas. La
oposición en el Congreso de la República estaba representada por las bancadas de los partidos
Acción Popular (PAP) y el Frente Democrático (FREDEMO).
El 5 de abril 1992, las Fuerzas Armadas ocuparon los edificios públicos mientras el presidente
Fujimori anunciaba el cierre del Congreso de la República. Durante el autogolpe fueron saqueados
los archivos del poder judicial. Al día siguiente el ministro de economía Carlos Boloña Behr anunció
la aplicación del conjunto de reformas económicas neoliberales. Mediante el autogolpe se cerró el
Congreso y se reformó el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Ministerio
Público y el Tribunal de Garantías Constitucionales, la Contraloría General de la República y el
Poder Electoral; lo anterior permitió llevar a cabo las iniciativas que el gobierno de Fujimori
representaba. La incompetencia de los políticos y “la amenaza terrorista”, constituida por la guerrilla
Sendero Luminoso, fueron los pretextos utilizados para la implantación de la legislación de
excepción, con la cual se extendió el control policial de la población y se criminalizó todo tipo de
oposición. En este marco se intensificó la represión en las universidades públicas y varias de ellas
fueron puestas bajo el control de las Fuerzas Armadas, “tal fue el caso de la Universidad Nacional
de San Marcos, que fuera declarada en reorganización con autoridades y un cuerpo administrativo
nombrado por el gobierno, provocando la renuncia o el despido de académicos connotados; la
misma suerte corrió la Universidad Pedagógica Nacional-La Cantuta, de cuya residencia estudiantil
fueron sacados y asesinados por las fuerzas militares nueve estudiantes y un profesor” . La
disolución del parlamento, la clausura del poder judicial y de los órganos de control y su reemplazo
por cuerpos de funcionarios afines al gobierno, y la criminalización de la oposición permitieron al
gobierno Fujimori acelerar el desenvolvimiento de su agenda. En noviembre de 1992, el Congreso
disuelto fue reemplazado por un Congreso de carácter constituyente controlado por el presidente
Fujimori. Un mes después habían sido expedidos 923 decretos, entre ellos, los que consagraron la
privatización de las empresas estatales del hierro, zinc, petróleo, cementos, teléfonos y electricidad.
Problemas y desafíos en el Perú actual
100000G26T
Carreras para Gente que Trabaja
La ineficiencia del estado y la necesidad de atraer inversiones sirvieron como propaganda para
justificar las privatizaciones.
¿Por qué puede hablarse de una red de corrupción durante el gobierno de Fujimori?
Las investigaciones confirman que cerca de seis mil millones de dólares “desaparecieron” del
erario nacional, pues solo se utilizaron mil millones de los siete mil millones producidos por las
privatizaciones.
No podemos agradecerle algo a un gobierno que destinó 14,091 millones de dólares a depredar
instituciones del Estado, a corromper medios de comunicación y proponer reformas económicas
distorsionadas.
Alberto Fujimori engañó al país porque ni bien asumió el poder aplicó los paquetazos ; todo lo
contrario de su discurso populista que se oponía al plan transparente de Mario Vargas Llosa .
Si bien se controló la crisis económica, el golpe destrozó a los pobres que no estaban preparados;
es decir, se generaron problemas sociales que hasta hoy no se solucionan. El problema es que
Fujimori se rodeó de los grandes del FMI, a quienes no les importaba el lado social.
Asimismo, la pobreza se situó en un 60%, se desapareció a los sindicatos y gremios laborales, y
los despidos masivos generaron un alto nivel de informalidad que hoy lo vivimos en el transporte
público y comercio.
Fujimori gana las elecciones con un discurso de izquierda, pero privatizó las empresas públicas a
precio de huevo roto, y gracias a la lucha de Talara la refinería no se privatizó. En esa medida el
Perú se convirtió en un atractivo porque en ningún lugar se encontraban empresas tan baratas y
con salarios controlados.
También se cometieron violaciones a los derechos humanos como la masacre de la Cantuta y
Barrios Altos, asimismo las estilizaciones sin consentimiento de más de 370,000 peruanos.
Grupo Colina, escuadrón de la muerte que funcionó durante aquellos años como un
grupo paramilitar fundamentada en el combate contra posibles miembros de la
organización terrorista Sendero Luminoso.
“Es evidente y la dictadura se caracteriza por reunir en una sola mano los tres poderes
del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. No hay que escandalizarse,
lamentablemente se rompió el orden constitucional”,