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LA EUCARISTÍA: CENTRO DE LA VIDA CRISTIANA

INTRODUCCIÓN: Ante todo hay que decir que hay una fe en tres puntos importantes:

_ Cristo está presente siempre a su Iglesia, especialmente en las celebraciones


litúrgicas.

_ Cristo está presente en el sacrificio de la misa

_ Cristo está presente en la persona del ministro

Participando en la Eucaristía los fieles ofrecen a Dios la victima divina y se ofrecen a


Dios juntamente con ella. Ninguna comunidad cristiana se edifica sino es en la Santa
Eucaristía.

Un problema que se ha estado dando es que la Eucaristía se ha tratado de historizar y


se somete a diferentes interrogantes, entre ellos uno de gran realce es ¿cómo lograr
que la celebración eucarística sea centro y culmen de la vida cristiana?

_ En la actualidad la primera comunión es también la última; por lo tanto, para


recuperar el verdadero sentido de la eucaristía es necesario entender su significado
como centro y culmen de la vida cristiana.

_ La eucaristía recibe actualmente demasiados interrogantes, pues se entiende


como sacrificio, pero ¿luego Dios no dice lo contrario? dice que quiere <<misericordia
y no sacrificios>>.

1. LA EXPERIENCIA O FE DE LA IGLESIA

La eucaristía es un símbolo que manifiesta y promueve la fe de los cristianos.

Tres puntos son importantes en la experiencia que ha de animar a la celebración


eucarística:

_ Cristo resucitado se hace presente en la Iglesia


_ Por Jesucristo la humanidad tiene acceso a Dios
_ Que en la eucaristía nace y crece la comunidad cristiana

a) Dios con los hombres para siempre

El proyecto de Dios es habitar entre los hombres para que vivan como hermanos.

 En la esperanza: El proyecto de Dios se va realizando de diferentes maneras


en la revelación bíblica. Es un Dios que interviene en los patriarcas, Abraham,
Isaac y Jacob, interviene en el Éxodo (Ex 24, 45) e interviene a través de
Moisés, de los profetas (2 Sm 7, 11-12) etc.

 <<…Y acampó entre nosotros>>: Testimonio fiel de que Cristo habita entre
nosotros es la expresión de Jn 1, 14, Ex c. 33. 34 y Jn 4, 23.
b) La Iglesia, morada de Dios entre los hombres.

 Presencia del Resucitado en su comunidad: El fracaso del resucitado había


sumergido en la desesperanza, la cual es superada cuando Cristo Resucita.
Importante es aquí sus palabras pronunciadas en vida. Mt 27, 20.

 En Cristo tenemos acceso a Dios: Cristo nos habla constantemente a través


de su Hijo (Heb 1, 2) quien se ofreció por todos nosotros como oblación Santa.
(Flp 4,18)

 Jesús es el Salvador: El Resucitado no sólo tiene vida, sino que la comunica


creando la comunidad de hombres libres (1 Cor 15, 45-56)

2. SIMBOLISMO DE LA EUCARISTÍA

En la celebración eucarística la Iglesia celebra su fe cristiana.

a) La <<cena del Señor>>:

La eucaristía recibe a través de su historia varios nombres: Fracción del pan,


eucaristía, sacrificio y misa.

_ A partir del S. V se impone la expresión <<cena del Señor>>. De origen Paulino


tuvo su actualidad en la Reforma del S. XVI y hoy se ha puesto de nuevo en el
movimiento ecuménico y también la emplea el C.V II.

_ Un argumento de que Jesús celebro la Santa cena es que Hacia el año 40


Pablo ha recibido y comunicado la tradición (1 Cor 11, 23), además, existen cuatro
relatos de la última cena que responden a la tradición, por un lado Mt y Mc dicen
<<sangre de la alianza que es derramada por muchos>> Mt añade <<para remisión de
los pecados>> por otro, Pablo y Lc nos hablan de <<nueva alianza en mi sangre>>. El
contexto de los relatos es litúrgico.

_ La Santa cena parece que se dio en un contexto pascual, aunque se puede


dudar.

 Presencia de comunión: La última cena es un signo vivo de comunión y


alianza entre Jesús y sus discípulos, un signo de amistad y aceptación para
rehabilitar a los que socialmente nada cuentan. La multiplicación de los panes
viene a ser un gesto profético donde Jesús se revela como el pan que llena las
necesidades que sufren los hombres.

 Un sentido sacrificial nuevo: En esa historia de pascua, Cristo es el nuevo


sacrificio que se entrega para salvar al hombre y que el hombre en su libertad
lo acepta. Ésta es la novedad, Is 42, 1-7.

 Vida en el mundo: La cena se celebró en un contexto de fiesta pascual que,


según la tradición Judía, evoca liberación o salvación del pueblo, el Reinado de
Dios.
b) <<Haced esto en memoria mía>>

La última cena es un gesto profético, es una acción sacramental del mesías, es la


entrega de Jesús para que todos los hombres tengan vida en abundancia.

<<Haced esto en memoria mía>> es una actualización del presente en el pasado,


esta actualización tiene plena realidad en la Santa eucaristía.

 <<El pan que baja del cielo>>: Comer el pan y beber el vino es <<comer el
Cuerpo y beber la Sangre de Cristo>>, la realidad de Jesús, su causa, su
historia y su destino. La participación en la eucaristía conlleva el seguimiento
de Jesús <<amaos unos a otros como yo os he amado>>, <<permaneced en
mí>> (Jn 15, 4 y 12)

 <<Anunciar la muerte del Señor>>: La Iglesia <<conmemora>> el gesto de la


última cena, símbolo y presencia de la vida y muerte de Jesús, donde tuvo
lugar el sacrificio nuevo, en 1 Cor 1, 23.

 <<El que coma, vivirá por mí>>: Jesús es <<la resurrección y la vida>> Jn
11, 25, y quien lo recibe a él recibe al Padre Jn 6, 57 y permanecerá en él Jn
6, 56 y 58.

En la celebración eucarística, la comunidad manifiesta su fe o experiencia: que el


Resucitado se hace presente y activo en su comunidad para la salvación de los
hombres.

3. SOBRE LA PRESENCIA REAL

a) Distintas versiones de la única fe

En el estudio de la presencia real se ha querido tender a un cierto reduccionismo, pero


hay que tener en cuenta que cada época destaca matices o aspectos de la única fe.

 En los primeros siglos: En el S. II se ve una <<cierta concentración de la


presencia real de Cristo en los elementos del pan y del vino>>. No se niega
que la eucaristía sea comida, pero se acentúa la presencia en los elementos,
con el peligro de olvidar el símbolo de la comida, tan destacado en los escritos
Paulinos. Comer juntos no se reduce sólo a los elementos, sino más bien a un
símbolo en el que se alimentan y se promueven las relaciones de amistad y de
alianza.

En el S. III Y IV tanto los griegos como los latinos confiesan la única fe,
presencia real de Jesucristo en la eucaristía, pero en la explicación de la
misma hay distintas aproximaciones.

Los griegos expresan su fe cristiana en el marco de la filosofía platónica,


hablan del pan y del vino como símbolos, pero ese término implica una
presencia deficiente de la misma.

Los latinos, San Cipriano, San Ambrosio pero principalmente San Agustín
afirma que el pan y el vino son sacramentos, pues se ve una cosa, pero se
entiende otra. Para San Agustín el cuerpo real es la Iglesia, pues es allí donde
tiene lugar la presencia eucarística.
 La crisis en los siglos IX – XI: En el S. IX la alternativa se planteo sin
distinguir la presencia de Cristo en la eucaristía, ¿es una realidad o no? y si es
una realidad ¿no será masticado y destrozado el Cuerpo de Cristo? Y si es un
símbolo ¿cómo hablar de presencia real?

En el S. XI se agudizó la cuestión. Unos interpretaban el realismo de la


presencia de Cristo, un cierto cafarnauinísmo (Jn 6, 52) y otros que por
defender la eucaristía terminaron negando el realismo de Cristo en la
celebración.

En 1059 la Iglesia rechazó esa negación y confesó su fe <<después de la


consagración el pan y el vino ya no son las mismas especies, sino que son en
verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo>>.

Todas estas discusiones teológicas sitúan el problema fuera de un contexto Bíblico y


olvida la tradición.

 La teología escolástica de la <<transubstanciación>>: Este término, dado a


conocer en 1215 en el Concilio de Letrán designa la presencia real de Cristo en
la eucaristía, evitando caer en el realismo sensible. <<el Cuerpo y la Sangre de
Jesucristo están presentes en las especies consagradas de pan y de vino.

En el S. XIII Santo Tomás nos da a conocer unos puntos muy importantes: la


presencia real de Cristo no se percibe por los sentidos, sino por la fe, además
la <<sustancia>> es la esencia de las cosas que se actualizan en los
accidentes. Por eso la <<<conversión eucarística>> no es creación de la nada,
sino que es una <<radical transformación>>.

Apoyados en Santo Tomás tenemos que decir que después de la


consagración, permanecen los accidentes del pan y del vino sin sujeto de
adhesión o sustancia.

 Los reformadores del S. XVI y el concilio de Trento: Aquí los reformadores


(Calvino, Zuinglio y Lutero) volvieron a las fuentes de la revelación. Se destaco
el titulo de <<cena del Señor>> y el simbolismo de de la comida, pero se
desviaron de la fe de Iglesia sobre la presencia real. Calvino solo acepta lo
espiritual más no lo real, Zuinglio ve sólo un estimulo para la fe y Lutero, admite
la presencia real, pero no el modelo escolástico, cambia la
<<transubstanciación>> por <<consubstanciación>> y dice que a la sustancia
del pan y del vino se les agrega o se les une una nueva sustancia.

Ante todo esto el Concilio responde: en la eucaristía está presente, verdadera,


real y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo, con su alma y su
divinidad.

 Nuevas interpretaciones: Encíclica Mysterium fidei, 1965: En los años 60


se quiso responder a la mentalidad moderna. Algunos teólogos de la época
insistieron en que la eucaristía es un acontecimiento de salvación a favor de los
hombres; el termino <<transubstanciación>> es cambiado por
<<transfinalización y transignificación>> es decir, el pan y el vino son
<<transignificados>> signos en el que el Señor se da como alimento, y
<<transfinalizados>> porque su fin es alimentar espiritualmente.

La Mysterium fidei nos da a conocer la nueva realidad ontológica de las


especies del pan y del vino luego de ser consagradas.
b) Claves para una interpretación renovada

 Lo decisivo del dogma: La transubstanciación pone aquello que los hombres


no pueden controlar, pues es Dios quien se da, la transfinalización o
transignificación destaca que en la eucaristía el pan y el vino cambian de
finalidad y de significación.

 En el dinamismo del símbolo: El símbolo hace presente, actualiza la realidad


significada.

4. <<UN SACRIFICIO SINGULAR>>

a) Aproximación a la historia:

En la antigüedad la eucaristía se incorporo en las celebraciones.

 En los primeros siglos: Se da el paso de la comida fraterna al ámbito


litúrgico. Aquí asoma un peligro; hacer de la eucaristía un sacrificio religioso
más, y ya en S.IV se pierde el sentido de comida fraterna puesto que se pasa a
celebrar la eucaristía en las basílicas.

 En la teología medieval: En el S. XIII se llegó a celebrar misas penitenciales


de modo tarifado.

 Las declaraciones de Trento: La misa es un sacrificio no sólo de alabanza,


sino que ha de ser ofrecido por los vivos y los difuntos, por las penas y
satisfacciones.

b) Novedad y singularidad

Singularidad del sacrificio de Cristo y peculiaridad de su forma simbólica

 Sacrificio religioso: Aquí se distinguen tres momentos: desposeimiento o


salida de sí mismo, consagración a la divinidad y la comunión.
 En el antiguo testamento: El sacrificio Judío o inmolación de víctimas, el
sacrificio que se reduce a pura rúbrica y la consumación del sacrificio en las
ofrendas.
 El sacrificio de Cristo: Toda la existencia de Jesús fue un sacrificio
 Sacrificialidad de la eucaristía: La eucaristía es sacramental, es una
anamnesis.

5. <<PARA QUE LOS HOMBRE TENGAN VIDA>>

El objetivo de la existencia de Jesús es que todos los hombres se salven, tengan vida
en abundancia, Jn 6,51.

a) Cristo como alimento

Cristo en la eucaristía se nos da a conocer como luz y vida para el mundo. El pan y el
vino son medios para mantener la vida la cual se va perfeccionando a través de la
creación. En la parte espiritual la eucaristía promueve la vida que Dios nos ha
comunicado en el bautismo, una vida sin pecado, pero grande en el perdón de los
mismos.

b) <<Vinculo de caridad>>

La eucaristía da a conocer el gesto que Dios quiso tener con la humanidad, dejar a los
hombres las riquezas de su amor. Amor en Iglesia y en sociedad.

 Reconciliación y solidaridad: Jesús derriba los muros de la separación entre


los hombres y los pueblos y viene a hacer una nueva sociedad, Mt 5, 24,
sociedad en la que sobresale la entrega por uno mismo y por los demás.
 En el seguimiento de Jesús: Jesucristo es camino verdad y vida. Camino que
se ha de llevar teniendo en cuenta una intimidad con el Padre, una dedicación
al reino de los pobres y entrega de sí mismo.

c) En el deseo de plenitud

La vida en gracia o amor no tiene límite. La eucaristía promueve y mantiene esa vida.

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