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NOTIFICACION N° 16057-2018-SP-PE
EXPEDIENTE 00374-2013-0-5001-JR-PE-01 SALA SALA PENAL NACIONAL
RELATOR JULIO RAUL ENRIQUEZ LORENZO SECRETARIO DE SALA JUAN CARLOS AÑANCA SOLIS
16 DE AGOSTO DE 2018
SALA PENAL NACIONAL
CONSIDERANDO:
PRIMERO: DEL DEBER JURISDICCIONAL DE CONTROL RESPECTO DEL DICTAMEN
FISCAL QUE SOLICITA EL SOBRESEIMIENTO DEL CASO.
De acuerdo a nuestro sistema jurídico procesal que lo conforma la ley, la
jurisprudencia y la doctrina, el dictamen fiscal que declara no haber merito
para pasar a Juicio Oral y por tanto solicita el sobreseimiento, no es vinculante
para el Órgano Jurisdiccional, pues, el artículo 220° del Código de
Procedimientos Penales exige una actividad de control, a partir de la cual sea
posible la adopción por parte de la Sala Superior, de cualquiera de las
siguientes alternativas: 1) Coincidir con el titular de la acción penal y por tanto
disponer el sobreseimiento solicitado; 2) Ordenar la ampliación de la
instrucción, señalando las diligencias que deben actuarse para el mejor
esclarecimiento de los hechos; o 3) Elevar el proceso al Fiscal Supremo a fin
que ratifique el dictamen del Fiscal Superior o en su caso, ordene formular
acusación. Al respecto el profesor SAN MARTÍN CASTRO, enseña que frente a
un pedido de sobreseimiento, es posible un control de legalidad por parte del
Tribunal, debiendo tenerse como límite al principio acusatorio. Vale decir, en
tanto, la judicatura respete la esencia del rol del Ministerio Público para la
formulación de la acusación fiscal, resulta procedente el control jurisdiccional
en cuanto la adscripción o cumplimiento de dicho rol funcional dentro de los
parámetros de la legalidad.
f) Otra de las acciones ocurrió entre los meses de junio y julio de 2010,
atribuyéndose al Cadete de Cuarto Año Alessandro Carlo Vargas
Sánchez, quien le hacía realizar ejercicios de castigo injustificados al
agraviado, como planchas con su fusil en la mano, además de ofensas
sobre su virilidad y maltrato psicológico, con el fin de castigarlo por las
denuncias que realizó al interior de la Escuela Naval que conllevó a los
procesos disciplinarios y posterior situación de baja de los Cadetes de
Cuarto Año Fernando Pavel Gustavo Carrillo Minaya y Darío Edgardo
Urruchi Horna, asimismo con el objeto de intimidarlo para que presente
su solicitud de baja como Aspirante a Cadete de la Escuela Naval.
3.2. El artículo 321º del Código Penal, sobre tortura, vigente al momento de
los hechos dice: “El funcionario o servidor público o cualquier persona,
con el consentimiento o aquiescencia de aquél, que inflija a otro dolores
o sufrimientos graves, sean físicos o mentales, o lo someta a
condiciones o métodos que anulen su personalidad o disminuyan su
capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o aflicción
psíquica, con el fin de obtener de la víctima o de un tercero una
confesión o información, o de castigarla por cualquier hecho que haya
cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidarla o de
coaccionarla…(…)”.
3.3. Conforme a la Ejecutoria recaída en el RN 1123-2015- LIMA, señala
que el delito de tortura exige la concurrencia de tres elementos: a) Un
elemento material, consistente en las propias acciones que constituyen
el delito de tortura, esto es aplicación de condiciones o procedimientos
que por su naturaleza, duración u otros factores infrinjan al sujeto
pasivo, sufrimientos físicos o mentales, la supresión de sus facultades
de conocimiento, discernimiento o decisión o cualquier otro acto que
atente contra su integridad moral; que en el presente caso se advierte
que los acusados no han desarrollado ninguna de estas conductas. b)
La Calidad del sujeto activo, de representante del Estado, es decir, el
ser autoridad encargada de instituciones destinadas a custodiar por
algún tiempo a personas sujetas a una denuncia, proceso o cualquier
asunto de similar índole. C) Un Elemento teleológico, que exige
finalidad alternativa de procurar obtener una confesión o información
por parte de la víctima o de un tercero; de intimidarla o coaccionarla; o
de castigarla por un hecho cometido.
En este sentido, se tiene:
A) Con respecto a las imputaciones contra Milagros Lizbeth Aliaga
Vidal y Juan Diego Zarauz Vidal; Que de conformidad con lo
señalado por el Ministerio Púbico en su dictamen materia de autos,
compartimos el criterio de que ante estas imputaciones formuladas, no
se advierte en autos, testigo presencial o testigo de cargo que
corrobore la acusación, tampoco se tiene testigo referencial que
permita brindar una narración sobre el contexto y la ocurrencia de los
actos que hubieran realizado los Cadetes Milagros Lizbeth Aliaga Vidal
y Juan Diego Zarauz Vidal.