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Guía práctica
La historia industrial del país resulta en
sus propios límites compleja y fascinante.
Como es previsible, su envergadura,
extensión y densidad de testimonios no
sólo guarda relación con los grandes ciclos
que han marcado nuestro desarrollo
económico, sino también con el carácter
dependiente del proceso de
industrialización del país.
J
UNTO al llamado ciclo
del guano, y aun en me-
dio de la ruina material
en que se encontraba el Perú
tras la guerra de Independen-
cia, las primeras señales de
reactivación de la actividad
productiva e inicios de la in-
dustrialización del país se pro-
ducen en el período compren-
dido entre 1835 y 1870. En-
tonces, la creciente demanda
de materias primas y otros
bienes generada por la Revo-
lución Industrial europea trajo
consigo la incorporación de • Fábrica de tejidos Huáscar. Cusco, 1917.
nuestro país a su dinámica de
expansión. Arequipa, Puno y de la cultura industrial del país. vez más modernas, darían inicio a El boom industrial en el sur no Modernidad industrial y mo-
Cusco, ciudades de un territo- La primera fábrica textil insta- la exportación de tops e hilados, tuvo límites en su expansión. dernidad cultural son dos fenó-
rio que desde 1830 exportaba lada en el Perú republicano y la tejidos de punto y tejidos planos. Junto con la industria textil sur- menos estrechamente relacio-
lana de ovino y fibra de alpa- tercera en Sudamérica data de La construcción del ferrocarril gieron otras, como la cervecería nados. Esto explica por qué las
ca al mercado inglés, fueron 1859. Es la fábrica de Lucre, en el del sur, que llegaría a Puno en de propiedad de G. Mangels- señales más vitales de la van-
los centros de una primer y ac- Cusco, importada pieza por pie- 1874 y al Cusco en 1908, se dorff, instaladas en el Cusco en guardia moderna en el Perú de
tivo desarrollo industrial. za desde Francia por iniciativa de constituyó en un factor decisivo 1872. Aparecieron también nue- inicios del siglo XX provenían
Francisco Garmendia. Adicional- para la dinamización de la pro- vas industrias, como las de los del sur y no de la Lima arruina-
Industrias en el sur mente, es uno de los primeros ducción industrial de la zona. chocolates y fideos, ejemplifica- da por epidemias y discursos
experimentos sociales que fun- Con él aparecieron en la región das en las fábricas de Víctor Au- paradójicamente provincianos.
Hacia mitad del siglo XIX, la re- cionaron como una especie de sur todo un nuevo universo de bert y Agustín Arteta. A inicios Entonces, el movimiento de re-
gión sur del país estaba formada falansterio creado en la línea de objetos tecnológicos y arquitec- del siglo XX, como consecuencia novación cultural registraba un
por una densa red de emporios las utopías prefiguradas por turas inusitadas relacionados de la puesta en funcionamiento intenso movimiento de grupos
comerciales y las primeras fábri- Charles Fourier. Un caso insólito con el funcionamiento y man- de la central hidroeléctrica de activos en Arequipa, Juliaca,
cas de tejidos e hilados. De este en América Latina. tención de los servicios del fe- Ccorimarca en 1913, surgiría en Puno y Cusco, que iban y venían
período existen, por suerte, aún Arequipa fue otra de las ciuda- rrocarril, así como con la fabri- el Cusco una nueva generación de ciudad en ciudad. Todos muy
algunos restos industriales por des que a partir de la década de cación y ensamblaje de embar- de industrias, como las fábricas conectados con la vanguardia y
revalorizarse. Son evidencias va- 1870 se convertirían en la sede de caciones para la navegación en textiles Húascar, La Estrella y al- producción cultural europea,
liosas de esta etapa formativa numerosas fábricas. Éstas, cada el lago Titicaca. gunas del emporio Lomellini. como el grupo Ork‘opata y su
portancia. Este emporio contaba, históricamente más significati- evidencias de origen han desa- serie importante relacionada con ominoso y perverso de ese capi- miento y toda la infraestructura
asimismo, con un moderno sec- vos entre los complejos mineros parecido, aún se conservan algu- las primeras ciudades factoría talismo salvaje que no tuvo repa- requerida. Aún existe en distin-
tor industrial y un sistema de republicanos. Posee instalacio- nas con riesgo de correr igual edificadas en el Perú republica- ros en mermar poblaciones y de- tas zonas una serie de valiosos
transporte ferroviario conectado nes y piezas tecnológicas de in- suerte. no. Un destacado ejemplo: el jar ecosistemas muertos. Pero, vestigios que dan cuenta de la
directamente con el puerto. Otro calculable valor histórico para la La Oroya y Cerro de Pasco son complejo y campamento de Tala- aun así, todo el aparato tecnoló- primera generación de locomo-
complejo de similares caracterís- minería nacional e internacional. un símbolo de la minería peruana ra. Representa un caso excepcio- gico empleado, las evidencias de toras, vagones e instalaciones
ticas es el de Paramonga, tam- La ciudad consta de una estruc- desde mediados del siglo XIX. En- nal entre los enclaves producti- una manera nueva de concebir que aparecieron en el Perú. En
bién de propiedad de William tura rigurosamente estratificada carnan historia y experiencia so- vos constituidos por las grandes las ciudades y los procesos pro- algunos casos, muchos de estos
Grace. en términos sociales y funciona- cial asumida por la población co- transnacionales, sobre todo esta- ductivos desarrollados constitu- testimonios continúan en servi-
A pesar de que el patrimo- les. El núcleo originario partió del mo heredad incuestionable. La dounidenses. En este caso, insta- yen una auténtica revolución cio restringido, como es el caso
nio histórico de numerosas ha- complejo industrial siderúrgico y reacción de la población ante la laciones como la originaria casa tecnológica y cultural en la socie- de Desamparados. En el sistema
ciendas de la Costa del Perú de- el primer “campamento” de tra- reciente demolición de una de las de fuerzas y otros componen- dad peruana republicana que no ferroviario del sur, la coexistencia
sapareció, lo que hoy aún se bajadores (hoy demolido). Con el chimeneas principales de la plan- tes del complejo petrolero se puede desconocer ni mucho entre lo viejo y lo nuevo se pro-
conserva en pésimas condicio- tiempo aparecieron nuevos ba- ta metalúrgica de La Oroya, ale- constituyen testimonios impor- menos destruir en sus evidencias duce en medio de una red que
nes posee un valor excepcional. rrios, como el acomodado Chu- gando una cuestión de memoria tantes de esta primera fase del más visibles. funciona regularmente.
En muchos casos, se ha legado lec, destinado a los empleados histórica e identidad del paisaje desarrollo industrial peruano. Junto a los trenes, los tran-
un perturbador paisaje de rui- americanos de la Cerro de Pasco histórico de la ciudad vivida, es Como en el caso de La Oroya, Ferrocarriles vías fueron componentes princi-
nas tecnológicas. Y éste no es Corporation. una prueba irrefutable de ello. el campamento de Talara se La historia de los ferrocarriles en pales del sistema de transporte
sólo un problema de las hacien- Aparte de la propia planta Defensa popular de un patrimo- forma como un complejo urba- el Perú es la de una utopía incon- urbano en las principales ciuda-
das de la Costa. La Sierra se en- metalúrgica, constituyen el com- nio industrial que desafortunada- no de barrios y componentes clusa que empezó como una des del Perú hasta casi fines de
cuentra también llena de estos plejo minero de La Oroya enor- mente está desapareciendo, pero social y funcionalmente dife- “fiebre de los ferrocarriles” a mi- la década de 1960. Había tran-
testimonios. Ciertamente, de mes estructuras tecnológicas y que debería ser parte de una me- renciados y estratificados. tad del siglo XIX, en medio de los vías en Lima, Arequipa y Cusco.
menor envergadura e importan- una importante serie de arqui- moria por ser rescatada, preserva- Tanto la minería como la ex- malos olores y buenos negocios De este fenómeno, no existen
cia por la base industrial y tec- tectura industrial e instalaciones da y puesta en valor. plotación petrolera han sido los del guano, así como de las inicia- más testimonios revalorizados
nológica empleada, pero no por relacionadas con el funciona- Junto a los complejos mine- sectores de la economía peruana tivas del gobierno de Ramón que el viejo tranvía de Barranco,
ello menos importantes como miento del Ferrocarril Central. ros, los campamentos de explo- en que ha sido posible advertir Castilla y después el del presi- puesto a funcionar en un tramo
memoria viva de una etapa del Pese a que gran parte de estas tación petrolera constituyen otra con mayor nitidez el lado más dente José Balta. El primer tren pequeño sólo como objeto de
desarrollo de esta región. de América Latina se puso en exposición y evocación.
Toda esta herencia de nues- operaciones en Lima en 1848 Para muchas poblaciones del
tro patrimonio industrial no está
La Oroya y Cerro de Pasco son un símbolo de la minería peruana para enlazar Lima con el Callao. país, el ferrocarril es memoria
ni registrada en algún tipo de ca- desde mediados del siglo XIX. Encarnan historia y experiencia social Después vendrían las líneas que histórica viva. Basta mencionar,
tálogo temático ni mucho menos asumida por la población como heredad incuestionable. unirían Lima con Chorrillos y entre muchos testimonios, la
considerada como conjunto de otras repartidas en distintas re- cantidad de huaynos huancaveli-
valor patrimonial. Por consi- giones del país, principalmente canos o huancaínos asociados al
guiente, es un bien cultural que en el sur andino y la costa norte mítico “Tren Macho”. Rescatar,
no cuenta siquiera con la forma- del Perú. Tras la Guerra con Chi- poner en valor y conservar el le-
lidad de un bien cultural sujeto le, los más de mil 500 kilómetros gado histórico de la presencia
de protección. de línea férrea se reducirían a del ferrocarril en el Perú no sólo
apenas 600. se justifica como una demanda
Minas, fundiciones Entre todos los emprendi- culturalmente justificada, sino
y campamentos mientos ferroviarios, el llamado que aparece como un imperativo
de obreros Ferrocarril Central del Perú, que inexcusable en la medida en que
El Perú ha sido y es un país empezó a construirse en 1870, reconstruye memoria y revela los
esencialmente minero. De ahí resulta a todas luces una expe- rastros de un país que se permi-
que el patrimonio industrial per- riencia límite de la ingeniería fe- tía utopías y proyectos integra-
teneciente a las actividades de rroviaria y un extraordinario ho- dores de país.
explotación minera sea vasto y • Puente menaje a la imaginación huma-
de gran envergadura. Los ejem- El Infiernillo. na. En toda su extensión, se tra- Hidroeléctricas
plos históricos se extienden des- Huancayo. ta de un fascinante artefacto tec- Cuando se recala en la imagi-
de aquellas minas medianas de • Central Hidroeléctrica. Huinco,1965. nológico de cientos de kilóme- nería futurista de un Antonio
sorprendente arquitectura que tros y arquitecturas ad hoc. Aquí Sant`Elia y su Cittá nuova
empezaron a transformar el pai- Los inicios de la las relaciones entre línea férrea, (1914), de megaarquitecturas
saje republicano del Perú del si- modernidad tecnología y el paisaje más prefiguradas a modo de gigan-
glo XIX como las minas Uchuc- urbana no se agreste del país produce una tescas hidroeléctricas, es difícil
chacua, Goyllarisquizga y Gual- dramática poesía visual de ten- eludir el asombro por el inusita-
gayoc de 1906, por citar apenas
encontraban siones y armonías que revelan do y provocador paisaje tecno-
algunas, hasta grandes comple- ciertamente en un encuentro perturbador entre lógico que recrea este referente.
jos mineros como el de La Oro- Lima ni en el artificio y naturaleza. Salvo la Es- Las centrales hidroeléctricas, co-
ya o Toquepala. En sus orígenes, denso humo del tación de Desamparados, hoy re- mo arquitectura y artefacto tec-
cada uno de estos complejos café Estrasburgo funcionalizada como centro cul- nológico, encarnan como pocos
debió significar para la pobla- tural, ningún otro antiguo com- objetos aquella aspiración hu-
ción y el paisaje circundante
ni en las ponente o instalación ha mereci- mana de transformar paisajes
una autentica revolución per- performances de do valoración alguna desde el naturales en escala regional.
ceptual en el imaginario visual y Abraham punto de vista patrimonial. Las hidroeléctricas son eso:
cultural heredado. Valdelomar. No hay rieles ni trenes sin esculturas que moldean una
La ciudad campamento de La grandes o pequeñas estaciones, nueva geografía gracias al con-
Oroya es uno de los testimonios • Campamento minero de La Oroya. así como talleres de manteni- curso de enormes turbinas y ar-