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1. Los depósitos de la faja de meandros.

Los meandros se desarrollan sobre una llanura de inundación. La faja de meandros


no ocupa la totalidad de esta superficie. Si bien la mayor parte de la planicie de
inundación puede ser periódicamente anegada, el cauce resulta desproporcionado
respecto a la llanura de inundación. Se observa un gran número de paleoformas y
formas actuales en la llanura de inundación: cuellos de meandro reseccionados,
lagunas en medialuna, depósitos de punta de barra, albardones laterales,
acumulaciones de rotura de albardones laterales, etc. La mayor parte del río presenta
una morfología meandriforme.

Se destaca además que la faja de meandros correspondiente a la planicie de


inundación activa tiene un ancho reducido si se la compara con la faja de meandros
que está presente en el nivel de terraza baja, situación que podría estar indicando una
disminución de caudales para la condición fluvial actual. Asimismo, la existencia de
niveles fluviales escalonados que surge de la morfología fluvial, fue la respuesta
directa de este sistema fluvial a una disminución del nivel del mar. Cuando esta
situación tuvo lugar, el río ajustó sus variables a su nuevo nivel de base a partir de la
profundización, generándose así el nivel de terrazas indicado.

En la margen derecha se observa la pendiente de corte de una curva de


meandro. A lo largo de esta margen se extiende un albardón lateral que
presenta un corte fluvial que lo atraviesa en forma normal. Este corte se
produjo durante un evento de creciente que no superó la altura del albardón
pero que lo seccionó en el sitio ilustrado. Hacia la izquierda la cárcava se
atenúa hasta desaparecer en el ambiente de la planicie de inundación (zona
regular de color pardo), área en la cual se han acumulado los depósitos
erosionados del albardón seccionado.

La sucesión de episodios como los indicados a lo largo del tiempo, va generando el


relleno progresivo de la planicie de inundación.

En relación con la geoformas inactivas que permiten conjeturar la dinámica que este
curso fluvial tuvo en el pasado, se destacan restos de niveles de terraza baja. Se trata
en este caso de antiguas planicies aluviales, representativas de un anterior perfil de
equilibrio fluvial que respondía a un nivel del mar más elevado que el actual.
2. Depósitos de pantanos fluviales.

Un pantano es una capa de agua estancada y poco profunda en la cual crece


una vegetación acuática que puede llegar a ser muy densa.
La mayoría de las veces, el pantano ocupa, en un valle, la parte abandonada por las
aguas de un río, como antiguos meandros, lechos antes muy anchos y luego
reducidos por alguna causa que haya afectado al caudal del río. En las regiones
semidesérticas no es raro que el endorreísmo dé lugar a la formación de extensos
pantanos cuya área esté sujeta a enormes variaciones estacionales. Los pantanos
pueden ser de agua dulce o de agua salada y de marea o sin ella.
Es común que en ciertos pantanos, se produzca escorrentía en forma de manto, y el
terreno posea habitualmente una o dos especies vegetales de raíces aéreas
dominantes. En otros tipos de pantanos, el agua circula por canales, pero corre sólo
en épocas de deshielo o de fuertes precipitaciones lo cual genera la existencia
de barro, sedimentos y nutrientes en el pantano, e influye a su vez en que vaya
variando estacionalmente la profundidad del agua pantanosa.
Entendido como ecosistema, en los pantanos conviven distintas plantas sumergidas y
flotantes como: algas, lirio de agua, el junco, el arroz silvestre y la enea. Cuando los
sedimentos rellenan el fondo del pantano, la vegetación acuática va siendo
reemplazada gradualmente por matorrales y, otras veces, por especies propias de
tierra firme con gramíneas y árboles de mayor tamaño que hunden sus raíces en el
fondo rico en depósitos orgánicos. Los pantanos de agua dulce o salada
proporcionan hábitats donde anidar y pasar el invierno a aves marinas, pequeños
mamíferos, ranas, cocodrilos, insectos y muchas otras especies hidrofilacios.

Constituyen estos medios los pantanos, los cuales se desarrollan sobre depresiones
someras. La escasa profundidad del agua permite la instalación de una vegetación, que
puede en ocasiones extenderse por toda la superficie del pantano. Además de la
existencia de una depresión, requieren para su formación unas condiciones climáticas
determinadas: abundancia y frecuencia de lluvias. Se pueden desarrollar sobre
cualquier tipo de superficie, pero lo más frecuente es que lo hagan sobre penillanuras,
llanuras de inundación y deltas

Tipos de pantanos.

Pueden diferenciarse dos grandes grupos de medios palustres: Marinos y de


agua dulce.

Los pantanos marinos se originan de varios modos: a) Por formación de una barrera
que aísla una zona costera del mar. b) Por elevación del fondo del mar, provocando la
existencia de una zona de aguas poco profundas; en este caso el pantano puede tener
una extensión considerable. c) Por inmersión de una llanura situada en las proximidades
del mar. En los dos últimos casos la parte más exterior suele recibir aguas marinas,
teniendo entonces populaciones de organismos marinos, mientras que la zona más
interior, al tener generalmente agua dulce, presentará especies dulceacuícolas. Dada
su proximidad al mar, y si la velocidad de subsidencia excede a la de sedimentación,
pueden quedar recubiertos por sedimentos marinos; en ocasiones las invasiones
marinas se producen de una forma más o menos periódica, convirtiéndose el pantano
en una cuenca parálica.
Los pantanos de agua dulce pudieron haber estado relacionados originalmente con
marinos, poro la mayoría nunca tuvieron agua salada. Unos se desarrollan en lagos
pequeños, con poca agitación, o bien sobre zonas restringidas de lagos mayores; otros
lo hacen sobre penillanuras y otras formas planas.

La vegetación, tanto en los marinos como en los de agua dulce, es muy variada, yendo
desde pantanos en los que predominan los árboles a aquellos en los que se desarrollan
fundamentalmente helechos, musgos, etc.
3. Sistema de Ríos Anastomosados

Este sistema ha sido considerado como un tipo especial de los sistemas de ríos
meándricos, en donde se desarrolla un sistema de canales de muy alta sinuosidad de
manera estable y permanente.

Imagen satelital de un río anastomosado


a. Procesos de depósito
Para Smith (1980), el término anastomosado es empleado para describir un complejo
de depósito fluvial de gradiente muy bajo (0.09 - 0.012 m/km), en donde se interconectan
una serie de canales de muy alta sinuosidad, angostos y relativamente profundos.
Además, en estos sistemas los canales son separados por planicies de inundación que
consisten de islas con vegetación, muros naturales y áreas donde pueden desarrollarse
depósitos de desborde. Los canales en estos sistemas son rellenados con arena y
grava, formando depósitos lenticulares, limitados por depósitos areno-arcillosos de muro
natural. Por otra parte, en las planicies de inundación, los depósitos característicos los
constituyen materiales limo-arcillosos finamente laminados, incluyendo depósitos finos
de pantanos con un alto contenido de materia orgánica.

Modelo arquitectónico de un río anastomosado.

b. Características de los sedimentos


Debido a que los depósitos de canal en estos sistemas contienen sedimentos muy
similares a los de los otros sistemas fluviales, esto es, gravas estratificadas y arenas
con estratificación cruzada cóncava, no pueden ser tomados como diagnóstico de este
tipo de sistemas. Sin embargo, de acuerdo a Smith (1983), las facies distintivas de los
sistemas de ríos anastomosados son aquellas que se desarrollan en las áreas de
intercanales, siendo muy comunes los depósitos de desborde y de canal de desborde.
Otra de las características distintivas de los sedimentos finos generados en las planicies
de inundación de estos sistemas, es la presencia abundante de raíces y la acumulación
de materia orgánica.

Para Nadon (1994), los sedimentos de los ríos anastomosados están representados
por cuerpos elongados de arenisca, encajonados entre delgadas capas de areniscas
de grano fino y lutitas. Así mismo, Nadon (1994) concluye que para que una secuencia
de este tipo de sistema fluvial se preserve, deben de mantenerse las características de
bajo relieve y muy bajo gradiente por largos períodos geológicos.
4. Depósitos de llanura deltaica.

Los deltas se forman en la desembocadura de las cuencas vertientes fluviatiles.


Cuando los ríos desembocan en el mar, las corrientes fluviátiles desaceleran
bruscamente, debido a su dispersión. Eso provoca el depósito de la mayor parte de los
sedimentos cargados por el río, edificando el delta. A medida que se acumulan
sedimentos, el delta prograda hacia el mar, adquiriendo así una organización
morfológica característica con tres medios principales, que son de arriba hacia abajo la
llanura deltaica, el frente deltaico y el prodelta.

La llanura deltaica es una llanura aluvial baja, que constituye el tope emergido del
edificio deltaico. La llanura deltaica está cortada por una red de brazos fluviátiles más
o menos bifurcados, llamados canales distributarios, que irradian desde el río principal.
Transportan el agua y los sedimentos fluviátiles hacia las desembocaduras del delta, y
están caracterizados por depósitos arenosos cuyo espesor alcanza la profundidad del
canal (5 a 20 m). Dichos canales erosionan más o menos profundamente los depósitos
fluviátiles subyacentes y se sobreponen a los sedimentos más antiguos y marinos del
frente deltaico.
En zonas con clima húmedo, la llanura deltaica está cubierta por una vegetación
densa. Entre los canales se depositan sedimentos arcillosos, a menudo ricos en
materia orgánica vegetal, hasta generar vetas de lignito y carbón en sectores
protegidos de los aportes fluviátiles. En zonas con clima árido, la vegetación es más
escasa o aún ausente y la llanura deltaica intercanal está compuesta de arcilla y
evaporitas.

El frente deltaico es una plataforma marina somera que bordea la llanura deltaica,
donde se acumula una gran parte de los sedimentos llevados por los ríos
distributarios. En las zonas de desembocadura, los sedimentos son generalmente
arenosos y forman barras de desembocadura que progradan sobre las arcillas más
externas del prodelta. Las facies y la geometría de dichas barras varían con el tipo y la
intensidad de los procesos sedimentológicos costeros dominantes. Hacia el mar y
entre las desembocaduras, los sedimentos se vuelven más finos y arcillosos.
El prodelta constituye la parte más externa y profunda del delta. La sedimentación
está caracterizada por depósitos finos (límolitas y arcillas) con carácter marino. El
prodelta forma la base del edificio deltaico y descansa sobre la plataforma continental.
Cuando un delta prograda mucho, el prodelta descansa sobre el talud continental.
Se localiza en las desembocaduras fluviales, donde descarga la mayor parte del
sedimento transportado, provocando un avance de las zonas que se rellenan con
sedimentos sobre el mar. Por su morfología, se pueden distinguir deltas aislados de
los complejos deltaicos, según la separación e interacción entre las desembocaduras
fluviales. La formación de deltas y sus características morfológicas depende de la
cantidad de sedimentos aportados por el río, del grado de dispersión en la
desembocadura y de los mecanismos marinos de eliminación y redistribución del
sedimento.

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