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La lombricultura es una técnica con "mucho futuro" que aún debe superar "algunos mitos"

como que las lombrices son dañinas para las plantas vivas. El humus se cotiza en el mercado
como el mejor abono natural pero los expertos miran más allá: el valor nutritivo de la carne de
este invertebrado. Su carne tiene un 70-80% de proteínas, aminoácidos, oligoelementos y
vitaminas, entre otros compuestos; sólo se usa como alimento para los animales. Preparación
de un plato de lombrices a la plancha en una feria gastronómica de República Checa. GTRES El
humus de lombriz se cotiza ya en el mercado como el mejor abono natural para las plantas,
pero los expertos en lombricultura miran más allá, concretamente al valor de la carne de este
invertebrado, comestible y de gran poder nutritivo. En la actualidad, la carne de lombriz, con
un 70-80% de proteínas, aminoácidos, oligoelementos y vitaminas, entre otros compuestos,
sólo se usa como alimento para los animales, sobre todo de aves y peces. Sin embargo, sus
características nutricionales se asemejan a las de los insectos que muchas culturas incluyen en
su dieta diaria e incluso aprecian como un auténtico manjar. Alivia la fatiga y mejora la masa
muscular Un informe de Naciones Unidas ya abogó por el consumo de insectos para mejorar la
nutrición en el mundo, en lugar de aumentar la superficie dedicada a la agricultura en aras de
atender la demanda alimenticia de más de 9.000 millones de personas que se espera para
2030. Luis Fernández Brugos cría 350 millones de lombrices en una superficie de una hectárea
y media ubicada en una explotación ganadera, donde produce humus de lombriz como
fertilizante ecológico "para todo tipo de cultivos, plantas y árboles". Pero él mismo admite que
la lombriz "se puede comer", de hecho en algunos países se utiliza lo que llaman harina de
lombriz como complemento dietético o ingrediente de algunas recetas, porque "mejora la
masa muscular, alivia fatigas y enriquece los tejidos". La lombriz, sagrada para los egipcios El
humus como abono natural se obtiene de la digestión que hacen las lombrices de la materia
orgánica; "es el mejor fertilizante que existe, no contiene sustancias químicas y genera vida en
el suelo, al que aporta millones de bacterias que lo hacen más fértil y sano". Por algo, recuerda
Fernández Brugos, en la antigua Roma ya se utilizaba en agricultura y los egipcios consideraban
a la lombriz un animal sagrado, al que atribuían la fertilidad del valle del Nilo. Pero "no todo el
humus es igual, depende de lo que les eches de comer", ha reconocido el criador de lombrices;
"en nuestro caso, la trazabilidad está garantizada, porque siempre utilizamos estiércol
procedente de explotaciones ganaderas". Asegura que algunas explotaciones alimentan a sus
lombrices con lodos de depuradora o con los sobrantes del triturado de pelets, lo que está
desanimando a muchos agricultores, que ya de por sí son reacios a lo desconocido, a cambiar
de compostaje. "El humus regula el PH del suelo" Pero este criador no se cansa de explicar que
el humus de lombriz no sólo alimenta a la planta, también la fortalece y protege frente a
plagas, heladas y enfermedades: "las cosechas se incrementan como mínimo un 50%".
Además, "regula el PH del suelo, lo descontamina, no huele y no aloja parásitos perjudiciales,
sino millones de bacterias beneficiosas para el terreno, zinc, hierro, plomo, boro, magnesio,
manganeso, siete veces más de nitrógeno que el estiércol, seis más de potasio y cinco más de
fósforo". Por otro lado, un camión de humus equivale a diez camiones de estiércol para el
campo y "se utiliza para todo" —cerezo, tabaco, pimiento, plantas de ornamentación— con la
particularidad de que "por mucha cantidad que se eche no quema la planta". Los 350 millones
de lombrices de su finca de Peraleda de la Mata (Cáceres) son capaces de transformar en
humus de cinco a seis millones de kilos de estiércol al año en ciclos de tres o cuatro meses, ya
que "digieren su propio peso en estiércol a diario y depositan la mitad en forma de humus".
Generan sustancias contaminantes Ello evita el depósito de gran cantidad de sustancias
contaminantes, como el metano, que emiten CO2 y que cuando llueve se filtran a las aguas
subterráneas, ha explicado. Sus lombrices se reproducen "de forma exponencial", no se
escapan mientras tengan comida, viven casi quince años, a los dos y medio se empiezan a
reproducir —preferentemente con una humedad del 70 o el 80% y a temperaturas que oscilan
entre los 12 y los 28 grados— y ponen un huevo cada semana. Para este experto en
lombricultura, es una técnica con "mucho futuro" que aún debe superar "algunos mitos",
como que las lombrices son dañinas para las plantas vivas.

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beneficios-alimento-perfecto-proteinas-lombricultura/#xtor=AD-15&xts=467263

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