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UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

MATERIA: MÉTODOS DE ANÁLISIS CUANTITATIVO


PROFESOR: SEBASTIÉN LOZANO
ESTUDIANTE: JEISSON GARCIA, LAURA MILLÁN, GABRIELA MURCIA
19 DE MAYO DE 2018

Perspectiva de género: violencia y brecha de género en África, Europa y América


Latina

1. Planteamiento del problema

El feminismo a través de la historia ha sufrido múltiples ataques y oposiciones como


consecuencia de los estereotipos que se producen sobre el fenómeno de la equidad y la igualdad
entre hombres y mujeres. Como dice la escritora Melba Escobar (2018) “ (...) tenemos que
hacer una especie de alfabetización social –que debería ser casi que una lucha de política de
Estado— porque la igualdad (entre hombres y mujeres) es también un tema de disminuir los
índices de violencia de género y de muchos otros aspectos que nos competen a todos como
sociedad”.

Según datos oficiales de las Naciones Unidas, más de 600 millones de mujeres viven en países
donde la violencia de género no es un delito y, al mismo tiempo, en muchos Estados, si bien
consideran que este tipo de violencia es un delito, tienen mecanismos judiciales débiles que no
dan una mayor solución a esta problemática. Simultáneamente, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) explica que la violencia de género no es prevalente en sociedades donde los
hombres son mayoría, así como tampoco se asocia con actitudes ‘sexualmente liberales o
reprimidas’ en los hombres; el factor más influyente en la violencia de género es consecuencia
de la violencia en general y todo lo que esto puede conllevar como lo es el abandono de los
padres, ideologías machistas, el dominio y la competencia, poco respeto por las mujeres -
tratarlas como propiedad y excluirlas de la vida pública, económica y política-. entre otros.

Cynthia Enloe (2018) explica que la violencia de género (especialmente el acoso sexual) está
relacionado con asuntos del manejo de poder, y que la única manera de eliminarlo es atacar la
desigualdad en las distintas sociedades. Las políticas planteadas por la OMS para luchar en
contra de la desigualdad de género tienen un alto rango de cobertura, es decir, involucran al
nivel micro y macro de la sociedad actual, puesto que se pide una mayor participación de los
padres en la crianza y cuidado de los hijos; que el activismo en pro de la igualdad de género no
sea exclusiva de mujeres, que este sea incluyente con los hombres para generar un mayor
impacto; así como propone leyes más estrictas para reducir la desigualdad en educación,
derechos matrimoniales y de propiedad, entre otros.

Ahora bien, teniendo en cuenta esto, es importante preguntarse si en regiones como África,
Europa y América Latina este fenómeno ha logrado tener un mayor impacto en las economías
nacionales, analizando los datos del PIB y del Índice de Desarrollo. Al mismo tiempo, si la
desigualdad entre género ha generado mayores desafíos ante políticas públicas y cuál de estas
tres regiones ha logrado reducir esta problemática. También se analizará la influencia que
genera la desigualdad de género en asuntos como la religión, índices de fragilidad, índice global
de paz, índice global de brecha de género, tasas sobre las fuerzas laborales, entre otros.
1.1. Breve historia

Históricamente, el feminismo está en la búsqueda de un cambio en las relaciones sociales que


conduzca a la liberación de la mujer -y también del hombre- a través de eliminar las jerarquías
y desigualdades entre los sexos. Igualmente, el feminismo es un sistema de ideas que, a partir
del estudio y análisis de la condición de la mujer en todos los órdenes –familia, educación,
política, trabajo, etc–, pretende transformar las relaciones basadas en la asimetría y opresión
sexual, mediante una acción movilizadora. Así mismo, se considera que este es un movimiento
político integral contra el sexismo en tanto en los jurídico, lo ideológico y lo socioeconómico,
que expresa la lucha de las mujeres contra cualquier forma de discriminación.

Según estudios, el feminismo surge con la participación activa de las mujeres en los grandes
acontecimientos históricos como el Renacimiento, la Revolución Francesa y las revoluciones
socialistas. A partir del ideal del sufragio se reivindica la autonomía. En el siglo XIX, Flora
Tristán vincula las reivindicaciones de la mujer con las luchas obreras. Tristan (1842) dice: “la
mujer es la proletaria del proletariado [...] hasta el más oprimido de los hombres quiere oprimir
a otro ser: su mujer”. Si bien los principios del Iluminismo proclamaban la igualdad, la práctica
demostró que ésta no incluía a las mujeres. Para la Revolución Francesa, las mujeres inician su
lucha autónoma en pro de sus derechos, demandando, especialmente, el derecho al sufragio.

Aunque en general sus líderes fueron mujeres de la burguesía, también participaron muchas de
la clase obrera. EE.UU. e Inglaterra fueron los países donde este movimiento tuvo mayor fuerza
y repercusión. Para la primera guerra mundial, el gobierno británico declaró la amnistía para
las sufragistas y les encomendó la organización del reclutamiento de mujeres para sustituir la
mano de obra masculina en la producción durante la guerra; finalizada ésta, se concedió el voto
a las mujeres. En América Latina el sufragismo no tuvo la misma relevancia que en los EE.UU.
y Europa, reduciéndose en general la participación a sectores de las elites. Tampoco las
agrupaciones de mujeres socialistas lograron un eco suficiente.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las mujeres consiguieron el derecho al voto en casi
todos los países europeos, pero paralelamente se produjo un reflujo de las luchas feministas. El
denominado “nuevo feminismo”, comienza a fines de los sesenta en EE.UU. y Europa, y se
inscribe dentro de los movimientos sociales surgidos durante esa década en los países más
desarrollados. Plantean la redefinición del concepto de patriarcado, el análisis de los orígenes
de la opresión de la mujer, el rol de la familia, la división sexual del trabajo y el trabajo
doméstico. Manifiestan que no puede darse un cambio social en las estructuras económicas, si
no se produce a la vez una transformación de las relaciones entre los sexos.

El feminismo contemporáneo considera que la igualdad jurídica y política reclamada por las
mujeres del s. XIX –en general conquistadas en el s. XX– si bien constituyó un paso adelante,
no fue suficiente para modificar en forma sustantiva el rol de las mujeres. Las revoluciones
socialistas no significaron un cambio sustancial para la mayoría de las mujeres.

La producción de los ochenta, demostró la diversidad entre las mujeres, expresada según la
clase, raza, etnia, cultura, preferencia sexual, etc. Siendo este influenciado por el auge del
pensamiento postmodernista y postestructuralista, pero también se basó en la propia evolución
y experiencia del movimiento. Respecto al poder, se critica la visión unilineal que lo considera
como prerrogativa masculina. Señala el carácter relacional entre los géneros y denuncia las
estructuras de poder que se dan entre las mujeres, rompiendo con la idea prevaleciente de la
mujer víctima.

Aunque han habido avances para llegar a la igualdad entre hombres y mujeres, aún existen
desigualdades y menos oportunidades en todos los campos en los cuales la mujer se ve más
afectada que el hombre. La brecha de género es la diferencia entre mujeres y hombres que se
evidencia en los logros, aptitudes políticas, intelectuales culturales o económicas. Esta brecha
de género permite por medio de datos reflejar los problemas que hay estructuralmente en los
países y que se debe hacer para mejorar y disminuir esta brecha. Un ejemplo de brecha es la
económica en la cual se evidencia que hay entre los salarios, líderes y participación de los
hombres en comparación con las mujeres; así mismo ocurre en la educación, salud, política y
trabajo entre otros.

En América Latina y Europa más allá de las múltiples diferencias y matices entre las corrientes
internas puede esquematizarse un feminismo más institucionalizado –en donde las mujeres se
agrupan dentro de ONGs y en los partidos políticos–, y un feminismo más autónomo y
radicalizado. Por otro lado, existen también amplios grupos y/o movimientos de feministas
denominadas populares, que tienen como prioridad la militancia, recogiendo demandas e
intentando nuevos liderazgos.

En Latinoamérica la principal tensión reside en cómo mantener la radicalidad del pensamiento


y la acción, al mismo tiempo que se incursiona en espacios públicos y políticos más amplios,
que permitan negociar y consensuar las propuestas y agendas que la mayoría de las mujeres
necesitan. Los países donde el fenómeno adquirió mayor importancia son Brasil, México, Perú
y Chile. Resulta peculiar la evolución alcanzada en países como Cuba y Nicaragua, donde la
lucha de las mujeres organizadas es significativa, a pesar de que éstas no siempre se definen
como feministas.

1.2. Importancia y razones de la investigación

Esta investigación se hace con el fin de analizar cuales son las implicaciones de las variables
frente a la violencia contra las mujeres y las brechas de género en países de América Latina,
Europa y África. Para así conocer cómo la desigualdad entre hombres y mujeres además de la
violación de derechos humanos frente a ellas han impactado en la estructura de los estados, si
el efecto que tiene en estos; en este caso en los continentes mencionados anteriormente.
Concientizar al lector de que es un problema latente muy importante, el cual es necesario
solucionar y evidenciar que este problema ocasiona efectos directos en la estructura política,
económica y social del Estado. Además es necesario visibilizar la violencia y brecha de género
como un problema social con un trasfondo sociocultural a combatir desde diferentes ámbitos,
por este motivo es necesario romper el silencio e impulsar acciones para erradicarla. Esta
investigación, a través del uso de diferentes datos estadísticos se propone investigar más a
fondo dicho problema, para así tener una serie de bases cuantitativas que le den mas rigidez al
presente estudio, evidenciar el efecto que tiene aún la brecha de género en el mundo y mostrar
la necesidad de cambiar esta desigualdad.

1.3. Preguntas de la investigación

- ¿Qué implicaciones tiene el P.I.B en el índice de desarrollo de género, índice de


desarrollo humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global brecha
de género, participación económica y política de la mujer, desempleo, expectativa de
vida, educación, trabajo de la mujer y el número de feminicidios?
- ¿Cuál es el alcance del índice de desarrollo global en el índice de desarrollo de género,
índice de desarrollo humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global
brecha de género, participación económica y política de la mujer, desempleo,
expectativa de vida, educación,trabajo de la mujer y el número de feminicidios?

- ¿Que consecuencias tiene el GINI per cápita en el índice de desarrollo de género, índice
de desarrollo humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global
brecha de género, participación económica y política de la mujer, desempleo,
expectativa de vida, educación, trabajo de la mujer y el número de feminicidios?

- ¿Cuál es la participación del índice de felicidad en el índice de desarrollo de género,


índice de desarrollo humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global
brecha de género, participación económica y política de la mujer, desempleo,
expectativa de vida, educación, trabajo de la mujer y el número de feminicidios?

- ¿Qué implicaciones tiene el índice de paz global en el índice de desarrollo de género,


índice de desarrollo humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global
brecha de género, participación económica y política de la mujer, desempleo,
expectativa de vida, educación, trabajo de la mujer y el número de feminicidios?

- ¿Cuál es el alcance del índice de Estados fallidos en el índice de desarrollo de género,


índice de desarrollo humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global
brecha de género, participación económica y política de la mujer, desempleo,
expectativa de vida, educación, trabajo de la mujer y el número de feminicidios?

1.4. Usos y usuarios de la investigación

En este estudio se van a tomar 19 países de América Latina: Brasil, México, Argentina,
Colombia, Venezuela, Chile, Perú, Ecuador, Guatemala, República Dominicana, Costa Rica,
Uruguay, Panamá, Bolivia, Paraguay, El Salvador, Honduras, Cuba. 21 países de Europa:
Italia, España, Reino Unido, Países Bajos, Polonia, Grecia, Portugal, Francia, República Checa,
Rumania, Ucrania, Hungría, Alemania, Bélgica, Croacia, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia,
Estonia, Albania, Irlanda. 20 países de África: Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Argelia, Marruecos,
Sudán, Libia, Etiopía, Túnez, Kenia, Ghana, Tanzania, República Democrática del Congo,
Costa de Marfil, Camerún, Uganda, Zambia, Gabón, Guinea Ecuatorial. Con 20 variables:
Índice de desarrollo de género, Índice de desarrollo mujeres, Índice de brecha de género,
homicidios femeninos, desempleo mujeres, expectativa de vida mujeres, participación política,
empoderamiento político, mujeres con al menos algún tipo de educación secundaria, trabajo
independiente mujeres, fuerza laboral y años esperados de escolaridad.

2. Objetivos de la investigación

2.1. Objetivo general

Evaluar el impacto de la violencia y brecha de género en los países de América Latina, Europa
y África en variables económicas, sociales y políticas.

2.2. Objetivos específicos

- Comparar las variables planteadas para determinar su influencia en el problema de


violencia y brecha de género.

- Estudiar las implicaciones de las variables planteadas en el problema de violencia y


brecha de género.

- Interpretar la base de datos a través de métodos cuantitativos.

- Explicar las relaciones de las variables planteadas y cómo influyen estas en la violencia
y brecha de género.

3. Metodología

3.1. Métodos(s) de investigación

La metodología que se ha utilizado en este estudio es el método cuantitativo, estableciendo


comparaciones con otros estudios y en diferentes momentos temporales -analizando datos entre
los años 2015 y 2017-. Se han utilizado distintas bases de datos de organizaciones tales como
ONU Mujeres, CEPAL, OEA, UE-, la OMS, Banco Mundial, entre otros.

3.2. Fuentes de datos

Los datos recogidos para realizar esta investigación fueron obtenidos de las siguientes
organizaciones:

- ONU Mujeres América Latina.


- ONU Mujeres Europa.
- Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
- Organización de los Estados Americanos (OEA).
- Unión Europea (UE).
- Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Banco Mundial.
- Foro Económico Mundial
- PNUD
- Reportajes informativos y de investigación de El País Colombia, El Espectador, El
Tiempo, BBC Mundo, CNN, entre otros.

3.3. Método(s) de selección de los elementos que contienen los datos; diseño muestral

Se utilizó el muestreo aleatorio estratificado para la selección de los países de dichos


continentes, pues se seleccionaron desde el PIB más alto hasta el más bajo, para así hacer el
estudio un poco más rígido al no elegir Estados con un PIB muy bajo. También se realizó con
el objetivo de ver la diferencia entre los tres continentes dejando prejuicios o percepciones a
un lado para ver resultados cuantitativos y sacar conclusiones basadas en estos.

3.4. Técnica(s) e instrumentos de recolección de datos

La recolección de datos de esta investigación se realizó por medio de la consulta a diferentes


bases de datos de organizaciones e instituciones internacionales, en las que se obtenían
informaciones de los índices de paz global, índice de desarrollo de género, índice de desarrollo
humano en mujeres, índice de desigualdad de género, índice global brecha de género,
participación económica y política de la mujer, desempleo, expectativa de vida, educación,
trabajo de la mujer y el número de feminicidios; en los 60 países muestrales de los tres
continentes estudiados.

4. Análisis de resultados

4.1 Estimación de parámetros

1. Con un un 95% de confianza la media poblacional del índice de igualdad de género en


los países de América Latina, Europa y África tiene un intervalo de confianza está entre
un 0,329 y un 0,343.

0,3515 ± 1,96 (0,1841/√60)

0,3515 ± 0,022

0,3515 - 0,022 = 0,329

0,3515 + 0,022 = 0,343

2. Con un un 95% de confianza la media poblacional de la participación política de las


mujeres en el parlamento en los países de América Latina, Europa y África tiene un
intervalo de confianza está entre un 24,70 y un 24,77.

24,72 ± 1,96 (0,1132/√60)


24,72 ± 0,014

24,72 - 0,014 = 24,70

24,72 + 0,014 = 24,77

3. Con un un 95% de confianza la media poblacional del porcentaje de mujeres


desempleadas en países de Europa tiene un intervalo de confianza está entre un 24,06
% y un 25,38%.

6,5 ± 2,086 (1,45/√21)

24,72% ± 0,66

24,72 - 0,66 = 24,06%

24,72 + 0,66 = 25,38%

4.2. Análisis de las estimaciones (univariado y paramétrico)

- Índice de desarrollo

La presente gráfica nos dice que entre más


alto sea el índice de desarrollo de los países
de América Latina, África y Europa más
alto es el índice global de brecha de género;
esto explica que en países en Europa con
alto índice de desarrollo existen más
ataques contra las mujeres y más
discriminación hacia ellas; según el informe
del Banco Mundial el informe también muestra que las mujeres europeas están mejor formadas
que los hombres pero siguen infrarrepresentadas en puestos de decisión de las empresas y
todavía ganan de media un 16% menos. En temas laborales la brecha de género europea es
muy alta, por ejemplo, Alemania, un país donde la mujer más poderosa del mundo es su
canciller, representó un 42,3% de brecha de género una de las más altas de Europa junto a Gran
Bretaña que representó un 32,4% al igual que Alemania su jefe de gobierno es una mujer.

Entre más alto sea el índice de desarrollo de los países más alta es la expectativa de vida de las
mujeres; esto se puede ver reflejado en países de Europa donde la expectativa de vida de las
mujeres está por encima de los 75 años; según un informe de las naciones unidas en Europa la
esperanza de vida es alta debido a que poseen varios indicadores favorables que hacen que el
Índice de Desarrollo Humano sea favorable. El promedio de esperanza de vida mundial es de
71,5 años, lo que significa que los
países europeos señalados superan
esa estimación y se sitúan entre los
países con una población longeva.

Cuando es más alto el índice de


desarrollo de los países de América
Latina, Europa y África, la
participación económica de las
mujeres es mucho más alta que otros
países, pero se observa que hay países
con menor índice de desarrollo y
mayor participación de la mujer en la
economía, según un informe de la
Unión Europea Pero pese a este
progreso en el empleo femenino, “las mujeres siguen sin alcanzar la total independencia
económica”, reconoce la Comisión Europea (CE)en un adelanto del informe sobre Igualdad
entre hombres y mujeres que espera publicar este año. Las mujeres siguen ganando, de media,
un 16% menos por hora que los hombres.

Al analizar la anterior gráfica se


puede observar que entre más
alto sea el índice de desarrollo
global, en los países de América
Latina, Europa y África, mayor
es el porcentaje de mujeres con al
menos algún tipo de educación
secundaria; es el caso de países
de Europa donde el índice de
desarrollo es más alto que los
otros continentes y el porcentaje de mujeres con algún tipo de educación es mucho más alto;
en la Unión Europea, en el 2016, el porcentaje de mujeres graduadas en educación superior
fue superior al porcentaje de hombres graduados, excepto en Alemania y Grecia. El valor más
bajo de mujeres graduadas correspondía a Alemania (47,4%). Según un informe de la oficina
para las mujeres de las Naciones Unidas. "Ya pasaron décadas desde que los países de Europa
y América del Norte alcanzaron la paridad en educación primaria y secundaria. Y en
educación superior la desigualdad de género se ha revertido", agrega Zahidi una investigadora
del Foro Económico mundial.
Los países que tienen mayor índice de
desarrollo tienden a tener mayor
empoderamiento político de las mujeres,
pero no en gran medida, pues se
encuentran nivelados con otros Estados,
ya que se observa que países de África
con poco índice de desarrollo tienen casi
el mismo empoderamiento político de
las mujeres de Europa. Las mujeres se
enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida política. Las barreras
estructurales creadas por leyes e instituciones discriminatorias siguen limitando las opciones
que tienen las mujeres para votar o presentarse a elecciones. Las brechas relativas a las
capacidades implican que las mujeres tienen menor probabilidad que los hombres de contar
con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces.
Según un informe de la ONU mujeres.

La inclusión de las mujeres en el


ámbito laboral se encuentra más
nivelada entre los países en
desarrollo y los desarrollados de
América Latina, Europa y África,
pero entre más alto sea el índice de
desarrollo la inclusión de mujeres
es más alta, pero no en gran
medida. Según la Organización
Internacional del Trabajo el enfoque aplicado por la OIT en materia de incorporación laboral
de las consideraciones de género tiene una perspectiva doble, y se basa en análisis que
examinan las necesidades e intereses específicos y a menudo disímiles de las mujeres y los
hombres en el mundo del trabajo.

Los países en vía de desarrollo tienen


más desempleo de mujeres que los
países con poco índice de desarrollo,
además los países más desarrollados
tienen casi el mismo porcentaje de
desempleo que los países con bajo
índice de desarrollo, pero hay Estados
con alto índice de desarrollo que tienen
un alto nivel de desempleo de mujeres.
Según la organización CC Europa en cuanto al mercado laboral existen diferentes
desigualdades en el empleo, en los salarios, en las prestaciones por desempleo y también en
las pensiones. Todos ellos bajo un denominador común, la desigualdad estructural por el
simple hecho de ser mujer.
Entre más alto sea el índice de desarrollo el
trabajo independiente de mujeres reduce en
gran medida, porque en países de Europa
(con alto nivel de desarrollo) las mujeres
trabajan en empresas, tienen un empleo fijo
o se encuentran afiliadas a una organización
laboral, en cambio en países con bajo nivel
de desarrollo o en vía de desarrollo las
mujeres al no encontrar un empleo fijo crean sus propios puestos de trabajo en muchos casos
informales. tasa de informalidad laboral fue de 56.5 % en el segundo trimestre de 2017, con
una diferencia entre mujeres y hombres de apenas 0.4 puntos porcentuales (56.8 % versus 56.4
% respectivamente). Según un informe de la OIT la expectativa hubiera sido que la tasa de
informalidad de las mujeres fuera sustancialmente mayor que la de los hombres porque
muchas mujeres trabajan en categorías de empleo de altísima informalidad como el trabajo
doméstico y el trabajo no remunerado.

El índice de desarrollo de los países de


América Latina, Europa y África influye
dentro de los años esperados de escolaridad
en las mujeres; entre más alto sea el índice
de desarrollo mayor es el índice de
escolaridad en las mujeres; esto se observa
que en países de Europa (con altos índices
de desarrollo) las mujeres tienen gran
participación en las escuelas y universidades, por ende los años de escolaridad son mucho más
altos, en cambio en países con bajos índices de desarrollo las mujeres no pueden ingresar a la
educación y los años de escolaridad son mucho más bajos.

Entre más alto sea el índice de desarrollo


de un país es más baja la tasa de
homicidios hacia las mujeres, cabe
resaltar que en países de África y
América Latina el porcentaje de
asesinatos de mujeres es más bajo a
comparación de las mujeres, pero al ser
países con altos índices de violencia la
cantidad de asesinatos es más alta, en cambio en Europa el porcentaje de asesinato de mujeres
sobrepasa el 40% del total de homicidios a diferencia de África y América Latina donde los
homicidios hacia mujeres del total no sobrepasan el 20%. Haciendo de Europa un continente
con baja tasa de homicidios, pero con una alta probabilidad de que el homicidio sea perpetuado
hacia una mujer.
- PIB
El presente análisis se hizo para ver la influencia del PIB en las brechas de género de los países
de América Latina, Europa y África, pero al obtener la muestra se observó que algunos países
tienen un PIB muy alto a diferencia de los demás, por este motivo existen algunos datos atípicos
que interfieren con el análisis. Se observó que algunas variables sí se veían influenciadas con
el crecimiento del PIB como es el caso de:
En la tasa de PIB de los países de Europa,
América Latina y África no se encuentra
que tenga alguna influencia dentro del
índice de desarrollo de género, pues entre
más alto sea el PIB de los países el índice
de desarrollo de género es alto, pero lo
mismo sucede con países de PIB bajo
donde el índice de desarrollo de género es
igual de alto que los paises mas ricos.

Se observa que entre más alto sea el


PIB de los paises mas alto es el
desarrollo humano de las mujeres,
pues esto pasa en países de Europa
donde se encuentran los países con
alto PIB; allí las mujeres tienen
mayores ingresos a diferencia de
países con un PIB bajo ya que las
mujeres tienden a trabajar con salarios
más bajos y empleos informales, según un análisis de la OCDE una reducción de la disparidad
entre la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral produce un crecimiento
económico más rápido. Si las mujeres, que representan la mitad de la población en edad de
trabajar, no alcanzan su pleno potencial económico, la economía mundial se verá afectada.
Lo que nos quiere decir que entre más alto sea el índice de desarrollo humano de las mujeres
aumenta más el producto interno bruto como vemos en el caso de Francia donde existe un gran
índice de desarrollo de género y las mujeres que trabajan en sectores de modas y cosméticos
aportan una gran cantidad
de ingresos al PIB.

El PIB de los estados tiene


una gran influencia sobre el
índice de desigualdad de
género, ya que cuando este
es más alto el índice de
desigualdad de género es
mucho más bajo, este es el
caso de países de Europa
donde las mujeres tienen una importancia significativa en temas de política, educación, salud
y economía, a diferencia de países con bajo PIB donde el índice de desigualdad es mucho más
alto. La importancia de la mujer en la vida política de Europa es muy alta pues personas
influyentes en sus países son mujeres como es el caso de Ewa Kopacz, primera ministra de
Polonia, Marie Louise Coleiro Preca, presidenta de Malta, Atifete Jahjaga, presidenta de
Kosovo, Simonetta Sommaruga, presidenta del Consejo Federal de Suiza, Erna Solberg,
primera ministra de Noruega, Dalia Grybauskaite, presidenta de Lituania, Angela Merkel,
cancillera de Alemania, Kolinda Grabar Kitarovic, presidenta de Croacia y la primer ministra
británica Theresa May.
- GINI per cápita 2016 (dólares)
Según estas regresiones, es importante
decir que el índice de desarrollo de género
altera los efectos del coeficiente de GINI
per cápita. Entre mayor es la cifra del
índice de desarrollo de género, mayor
influencia tiene en el coeficiente. Si bien
este índice puede modificar el
comportamiento del coeficiente, este no es
directamente proporcional ante sus

resultados. Respecto al índice de


desarrollo humano para mujeres, es
importante comprender que varios países
desplazan los datos de esta regresión,
como consecuencia al poco -o en su
defecto mucho- desarrollo de la mujer en
cada región. Podemos observar en esta
variable, que países de Europa y América
Latina -especialmente Europa- tienen un
mayor índice de desarrollo humano para
la mujer, demostrando una mayor implementación de políticas públicas en este tema y, como
consecuencia de esto, tiene una mayor relación a los efectos del coeficiente de GINI per cápita
(dólares).

La participación económica afecta la variable de GINI per cápita dada en dólares, ya que
demuestra el nivel de productividad y de crecimiento y desarrollo económico de cada país
estudiado. En esta regresión se demuestra cómo los países con mejores economías -como
consecuencia de un amplio espectro de participación económica- tienen un mejorado nivel de
GINI per cápita. África demuestra un nivel bajo de participación económica y de índice de
GINI per cápita por consecuencia a los múltiples conflictos de interés presentados en la región,
generados por el manejo y la distribución de los distintos recursos naturales en esta zona. Al
mismo tiempo, demuestra cómo los países
latinoamericanos y europeos están más
cercanos a la línea de regresión, demostrando
la afinidad entre la variable de GINI per
cápita y de participación económica en cada
Estado.

La variable de GINI per cápita (dólares) nos


demuestra una relación entre los homicidios
y esta variable económica, ya que entre menor
número de homicidios, los resultados del
coeficiente económico son más efectivos -o
más positivos-. Europa, tiene un espectro en el
que sus puntos de análisis están cerca de 0
homicidios -Irlanda tiene 6 homicidios de
mujeres anualmente- y un número máximo de
624, a diferencia de América Latina que el rango está entre los 50 y los 575, y de África que
tiene un rango de tasas de homicidios a la mujer entre 5 hasta 5674. El dato más atípico y más
lejano a la recta de regresión es el de Nigeria, ya que este tiene un GINI per cápita (dólares) de
2.450 y una tasa de homicidios de mujeres de 5674.

La correlación entre el índice de desigualdad de género y GINI per cápita (dólares) presenta
como muy pocos Estados se aproximan a la
recta de regresión, principalmente Estados
europeos donde en los últimos años las
políticas públicas han buscado reducir el nivel
de desigualdad en este aspecto. Así mismo,
muestra como los datos más alejados a la
recta pertenecen a dos tipos de países: el
primero pertenece a los Estados africanos
como República de Congo, que tienen altos
niveles de desigualdad y, el segundo
pertenece a los Estados europeos que han logrado reducir los niveles de desigualdad, alejándose
cada vez más de la curva. El coeficiente de GINI per cápita (dólares) en esta regresión se
demuestra como una variable susceptible a las políticas que buscan reducir desigualdad en los
países.

El índice global sobre la brecha de género y el GINI per cápita (dólares) muestran una
correlación en la gran mayoría de los países analizados, donde todos se mantienen a una
distancia equilibrada de la recta de regresión, así mismo, podemos evidenciar como el
coeficiente de GINI per cápita (dólares) puede verse afectado por la brecha de género, así como
la brecha de género puede afectar las actividades económicas. Este índice muestra cómo
algunos países de América Latina, Europa -especialmente Europa Oriental- y África tienen
índices ‘elevados’ de brecha de género,
teniendo como factor influenciador las pocas
políticas públicas sobre el tema y la cultura
social que se tiene respecto a este.

Podemos analizar en esta gráfica como el


empoderamiento político no tiene una mayor
relación con el coeficiente de GINI per cápita
(dólares). Se puede encontrar en está que los
países con mayor coeficiente de GINI per
cápita (dólares) tiene una variación de empoderamiento político, es decir, mientras unos
Estados tienen una fuerte práctica política en su territorio, otros son débiles en este aspecto.
Simultáneamente, podemos encontrar como los países con una tasa baja de GINI per cápita
(dólares) tienen un equilibrio en la tasa de empoderamiento político ya que se encuentran entre
un rango de 0,5 (aproximadamente) y 0,4.

Respecto a los años esperados de escolaridad


para las mujeres, podemos encontrar una
pendiente positiva, en donde los países con
altos niveles de escolaridad generan un mejor
desempeño en el coeficiente de GINI per
cápita (dólares). Demuestra como lo Estados
europeos, algunos americanos y africanos, al
tener políticas igualitarias e inclusivas
generan un mayor y mejor desempeño en
espectros económicos nacionales. Al mismo
tiempo, se puede encontrar como en ciertos casos los años esperados de escolaridad no tienen
una mayor importancia frente a este coeficiente económico.

Al tener una pendiente negativa, encontramos que la tasa de desempleo es menor cuando el
coeficiente de GINI per cápita (dólares) es positivo y estable para los gobiernos. Demuestra,
que a mayor desempleo mayor ineficacia e ineficiencia en este coeficiente económico, así
mismo, demuestra como Estados africanos y algunos Estados latinoamericanos tienen una alta
tasa de desempleo afectando los niveles de GINI per cápita (dólares). Esto demuestra la
necesidad de los distintos gobiernos en reformar las políticas laborales con el fin de mejorar la
economía, ya que, segun el analisis de esta grafica, entre mayor tasa de desempleo hay menor
seguridad en los coeficientes de GINI per
cápita (dólares), siendo esta una relación
inversamente proporcional.

De acuerdo a esta gráfica, podemos


comprender que la expectativa de vida de las
mujeres para el año 2016 era directamente
proporcional al coeficiente de GINI per cápita
(dólares). Esto demuestra que entre mejor
económica y mejores los distintos factores
económicos hay una mayor posibilidad para mejorar la calidad de vida, especialmente la
calidad de vida de las mujeres. Los Estados europeos y latinoamericanos tienen un mayor
acercamiento a la recta de regresión, en donde se puede evidenciar el impacto positivo de tener
una tasa buena de GINI per cápita (dólares) sobre las expectativas y la calidad de vida para las
mujeres.

GINI per cápita (dólares) y la tasa de mujeres


con al menos algún tipo de educación
secundaria, al tener una pendiente positiva
demuestra que tiene una relación
directamente proporcional. El país con mayor
y mejor nivel de educación secundaria para la
mujer, tiene altas posibilidades de tener una
buena tasa de GINI per cápita (dólares),
mientras que los países (principalmente
África, unos países latinoamericanos) tienen
un coeficiente de GINI per cápita (dólares)
bajo a relación con los demás. La tasa de
mujeres con al menos algún tipo de educación
secundaria afecta al coeficiente de GINI per cápita (dólares) -de cierta medida indirectamente-
ya que sin escolaridad habrá pocas
oportunidades laborales, lo que generará un
bajo nivel económico a nivel nacional.

Se puede observar que la fuerza laboral de


mujeres para el año de 2017 tiene una
pendiente positiva, demostrando que, al igual
que los niveles de escolaridad, hay una
relación directamente proporcional entre la
educación - el trabajo - GINI per cápita. Esto
es debido a que entre mayor fuerza laboral en la economía nacional, mejor será el rendimiento
del coeficiente de GINI per capita en está. Al mismo tiempo, podemos observar cómo los países
africanos tienen un nivel bajo en la tasa de fuerza laboral, factor generado por características
culturales.

La correlación entre la tasa del trabajo de las mujeres en el año 2017 y la tasa de GINI per
cápita están relacionadas, ya que se puede evidenciar como el trabajo afecta el rendimiento de
la tasa de GINI per cápita a nivel nacional; los países tendrán una tasa sana de GINI per cápita
cuando tienen un nivel amplio de trabajo/empleo en donde las mujeres cumplen con un rol
importante. Al mismo tiempo, demuestran que los Estados con mejores tasas han realizado
múltiples políticas públicas en donde se busca reducir la tasa de brecha de género nacional.

Está correlacion tiene una pendiente


negativa, el trabajo independiente de las
mujeres es directamente proporcional a la
tasa de GINI per cápita. Esto es posible
comprenderse, ya que a mayor número de
trabajos independientes, el coeficiente
económico analizado tiene mayores
posibilidades de tener un buen nivel en la tasa
de GINI per cápita. A diferencia de los países
africanos -especialmente-, en donde al haber
una baja tasa de trabajo independiente para las mujeres, se puede comprender una baja tasa de
GINI per cápita.

- Índice de paz global

Este análisis se realizó para ver la influencia del índice de paz global en las brechas de género
de los países de América Latina, Europa y África, pero al obtener la muestra se observó que
algunos países tienen un índice de paz global muy alto a diferencia de los demás - y en otras
ocasiones, más bajo de lo normal-, por esta razón existen algunos datos atípicos que interfieren
con el análisis.
Tanto el índice de
desarrollo de
género como el
índice de
desarrollo
humano de
mujeres de los
países de Europa,
América Latina y África son proporcionales en el índice de paz global, pues entre más alto sea
el índice de paz global de los países, el índice de desarrollo de género y el índice de desarrollo
humano de mujeres es alto. Esto también sucede cuando los países tienen un bajo nivel en la
tasa de índice de paz global, donde se puede encontrar niveles bajos en los índices de desarrollo
de género y de desarrollo humano de mujeres.
La participación económica es directamente
proporcional con el índice de paz global, ya
que demuestra el nivel de productividad y de
crecimiento y desarrollo económico de cada
país estudiado. Se demuestra cómo los países
con mejores economías -como consecuencia
de un amplio espectro de participación
económica- tienen un alto índice de paz
global.

El índice global sobre la brecha de género y el


índice de paz global muestran una
correlación, donde todos se mantienen a una
distancia equilibrada de la recta de regresión,
así mismo, podemos evidenciar como el
índice de paz global puede verse afectado por
la brecha de género.. Este índice muestra
cómo algunos países de América Latina,
Europa -especialmente Europa Oriental- y
África tienen índices ‘elevados’ de brecha de
género, teniendo como factor influenciador las pocas políticas públicas sobre el tema y la
cultura social que se tiene respecto a este.

Respecto a los años esperados de escolaridad para las


mujeres, podemos encontrar una pendiente positiva, en
donde los países con altos niveles de escolaridad generan
un mejor desempeño en el índice de paz global.
Demuestra como lo Estados europeos, algunos
americanos y africanos, al tener políticas igualitarias e
inclusivas generan un mayor y mejor desempeño en
espectros económicos nacionales. Al mismo tiempo, se puede encontrar como en ciertos casos
los años esperados de escolaridad no tienen una mayor importancia frente a este coeficiente
económico.

La expectativa de vida de las mujeres para el año 2016


era directamente proporcional al índice de paz global.
Esto demuestra que hay una mayor posibilidad para
mejorar la calidad de vida, especialmente la calidad de
vida de las mujeres. Los Estados europeos y
latinoamericanos tienen un mayor acercamiento a la
recta de regresión, en donde se puede evidenciar el
impacto positivo de tener una tasa buena de índice de
paz global.

- Felicidad
El siguiente análisis se va a basar en la variable felicidad relacionada con las otras variables
sobre brechas de género y homicidios.

En esta gráfica se puede evidenciar


que hay una relación al ver que entre
mayor desempleo de las mujeres, hay
mayor felicidad. Este análisis se
puede tener influencia de aspectos
culturales y también la cantidad de
mujeres y hombres que haya en el
país, porque a simple vista este
resultado estaría matemáticamente
contrario a nuestra hipótesis inicial.

En esta gráfica se evidencia que entre


mayor Indice desarrollo humano de
mujeres hay mayor felicidad. Esta gráfica
apoya nuestra tesis principal y muestra una
correlación entre las dos variables de
manera progresiva.

En esta gráfica se puede evidenciar


que hay una correlación entre la
participación política de la mujer
con el índice de felicidad de los
países, aunque hay algunas
excepciones que no hacen una
conclusión más general, además se
evidencia un punto común entre los
países entre la participación y la
felicidad y muy pocos países se
destacan con una gran participación
política de la mujer.
En esta gráfica se evidencia que
entre mayor son los años
esperados de escolaridad de las
mujeres, el país es más feliz.
Hay una correlación que permite
evidenciar esta relación entre las
dos variables, aunque hay datos
dispersos además de
excepciones como países en los
cuales tienen un índice de
felicidad alto pero años
esperados de escolaridad
muy bajos.

En esta gráfica se evidencia


que hay una relación entre
Índice global de género y
felicidad, ya que entre
mayor índice global de
género los países son más
felices. Hay varios países
que con un nivel bajo de
brecha de género son más
felices, comparados con los
que tienen una brecha de
género alta son menos
felices, lo cual corrobora
nuestra hipótesis.

En esta gráfica se evidencia una


correlación entre las dos
variables al ver que la
participación económica de la
mujer tiene influencia en la
felicidad aunque no es muy
significativa, hay una
estabilidad en los datos que
permite ver la relación con
casos específicos que manejan
una tendencia que va en aumento.

En esta gráfica entre mayor es el índice de desarrollo de género, mayor es la felicidad, en la


gráfica hay un un clara división entre dos grupos de países, los que tienen un índice de
desarrollo bajo y baja felicidad y los que tienen índices altos con mayor felicidad,

En esta gráfica se evidencia


que entre mayor es la
expectativa de vida mayor es
la felicidad de una manera
muy clara se muestra la
correlación entre las dos
variables sin excepciones.

En esta gráfica se muestra una


correlación en la cual entre
menor es el índice de
desigualdad mayor es la
felicidad, de nuevo se evidencia
nuestra hipótesis principal,
aunque hay datos dispersos
siguen un patrón conjunto hacia
la la misma conclusión.

Indice Estados fallidos:


En esta gráfica se
evidencia una correlación
entre estas dos variables,
entre mayor indice de
desarrollo los países
tienden a tener mayor
estabilidad y por otro
lado los países con menor
indice de desarrollo de la
mujer tienden a tener
menor estabilidad,

En esta gráfica hay una


estabilidad entre países con una
mediana capacidad para
permanecer estables con una
porcentaje de participación
política alta. Estos países tienen
a ser cada vez más estables
cuando aumentan la
participación política de la
mujer.

Esta gráfica muestra que entre


mayor es el desempleo de la
mujer los Estados tienden a
mayor inestabilidad, en cambio
cuando los Estados mantienen
un desempleo controlado en la
mayoría de los casos los
Estados tienden a la
estabilidad.

5. Conclusiones
En los datos analizados podemos concluir que para que un país mejore en sus bases en aspectos
económicos, políticos y culturales es necesario que vayan de la mano con la solución del
problemas estructurales como la brecha de género. Es necesario disminuir la desigualdad de
género en los países, puesto que esta tiene fuertes impactos en aspectos gubernamentales e
internacionales. Aunque hay esfuerzos y mejoras frente al tema aún existen vacíos que impiden
avances nacionales y por ende, avances internacionales con el fin de brindar mejores
condiciones en todos los ámbitos para la mujer.

Teniendo en cuenta esto, se pudo evidenciar cómo las políticas públicas tienen un amplio
impacto en el problema de la brecha de género, donde países europeos logran tener buenos
resultados económicos y sociales de acuerdo al desarrollo de su población en general, sin
distinción de género. Al mismo tiempo, es necesario recalcar el papel de la educación, ya que
se logró evidenciar que el ciclo para mejorar las vidas nacionales inicia desde este tema; es
decir, cuando los Estados tenían buenos niveles de escolaridad lo más probable era que tuvieran
un buen desarrollo económico y político, en cambio, los países con poca inversión en ese sector
eran los que presentaban mayor diferencia con la recta de regresión, siendo casos atípicos.

La brecha y violencia de género es uno de los problemas con mayor influencia global, al
observar el dominio de las diferentes variables dentro de dicho problema se puede concluir que
el problema de violencia de género abarca diferentes problemáticas sociales y se inmiscuye
dentro de otras variables es importante que los gobernantes de los Estados se preocupen por
intentar solucionar dicho obstaculo para que las variables que mas aportan dentro de la politica
de un Estado tengan mayor crecimiento y, por ende, mejore las políticas y el crecimiento de
los países.

Finalmente, es necesario recalcar la importancia de los distintos índices nacionales e


internacionales, ya que muestran el desarrollo y el progreso de los distintos Estados. Es
necesario realizar políticas públicas pensando en las prosperidad de la nación en el aspecto
social, cultural, económico y político, con el fin de tener mejores calidades de vida, según las
situaciones nacionales.

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