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Editorial 1
Índice 2
Día a día 3
Nos esperan 7
Cárcel de Navalcarnero 12
Acción Solidaria 13
Vivir bien 16
Rompiendo aguas 17
Contraportada 18
Pearl S. Buck
COMPARTIENDO EXPERIENCIAS
ANA SANTOS PÉREZ
DORMIDA
“Todo me lo ha entregado mi Padre
y quiere que no se pierda
ninguno de los que nos ha dado”
Justo, un hombre tan bueno como alegre. Le conocí cuando vine a Pamplona.
Tuvo una vida durísima, pero nunca perdió el humor y el deseo de ayudar a los
otros. A su padre, republicano, lo mataron cuando su madre estaba embarazada
de Justo. A los 12 años, casi sin saber leer ni escribir, tuvo que ponerse de criado
en una casa donde le trataban bien, pero dormía en la cuadra, cargaba pesos en la
espalda mayores que lo que pesaba él. Hacía honor a su nombre, ya de mayor
"peleo" contra toda injusticia y opresión. Se sentía hijo de Euskal Herria y obrero,
socialista. Creía en un Dios bueno y cercano y así quería ser él para las personas
que sufrían. Tuvo 3 hijos, pero su mujer murió a los 40 años; recuerdo que,
emocionado, me enseñaba la foto que llevaba en la cartera... Le diagnosticaron
ELA (la misma enfermedad que tuvo Coro Berrade) y nos decía: no vengáis a ver-
me para que no os contagie la tristura que tengo. Sus cenizas las han echado los
hijos al lado de un árbol que han plantado al lado del rio Arga.
Este escrito que sigue lo ha hecho un amigo suyo.
Itxaso GARCÍA PARREÑO
JUSTO ARGANDOÑA,
UN HOMBRE SENCILLO, CREYENTE, ALEGRE Y COMPROMETIDO
Gora Justo!
Desde la Experiencia:
En comunidad estudiamos la situación, después de ver los pros y los contras deci-
dimos que viniera a vivir con nosotras.
Le preparamos una habitación lo más acogedora posible. Carmen es una persona
tímida y poco comunicativa por tanto le costaba la relación. Poco a poco se fue
abriendo y cogiendo confianza; desde el primer día compartió con nosotras comi-
da, fregaderos, limpieza, lo hacía con gusto y sencillez.
Una característica en ella era la discreción y la observación no se quedaba nunca
sola en casa nos acompañaba a misa a dar un paseo, no se hacía notar.
Captó nuestra manera de vivir y lo expresó con frases como éstas:
Antes de marchar nos dejó una lanas, folletos para hace labores, algunos bolsos
que ella hizo, sin determinar para quien solo con estas sencillas palabras:” para
vosotras porque ¡Como compartís todo!”
La socióloga, se suele reunir con un grupo de emigrantes al cual Carmen fue invi-
tada, notó el cambio que se produjo en ella y nos dijo: se comunica y expresa con
naturalidad y confianza, antes no lo hacía.
Carmen nos dejó su correo electrónico: A través de este medio se mostró agrade-
cida recordando a cada una y diciéndonos ¡Cuidaros!
Hace unos días nos comunicó que había nacido su bebé por cesárea y se encon-
traba bien, que su hija mayor estaba muy contenta, la pequeña estaba celosa, pero
le quería mucho. Y terminaba con su saludo característico “Gracias por todo y cui-
daros”
Leocadia Judt cuenta que tiene un recuerdo muy grato de Amalia, porque cuando
nació su primer hijo ella estaba muy enferma y no tenía con quien dejar su hijito
hasta que volvía del hospital. Amalia se lo cuidaba, “le daba el biberón, le cambia-
ba los pañales, y yo podía ir tranquila al médico porque sabía que con ella , mi pe-
queño estaba bien cuidado”
Nosotras/os, de las capillas rurales, no podemos contar mucho porque ella no sab-
ía manejar vehículo, llegaba solo cuando alguien la traía, pero la recordamos todos
con mucho amor y estamos seguros de que Dios la tiene en su gloria.
Elsa, Elena, Leocadia e Irma, Capilla San Juan de J.J. Castelli
MONTSERRAT CASCANTE
Montse Cascante nos ha dejado. Muchos años de su vida los pasó en Santa Co-
loma de Gramenet, en Barcelona. De allí nos llega una carta escrita a raíz de su
muerte:
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a todas las hermanas que se han hecho presentes en tantas
manifestaciones de cariño, de cercanía y oración, en mi 60 aniversario, en la Sa-
grada Familia. En verdad he sentido nuestra unión. Muchas gracias a todas, de
todo corazón.
Julia Ekay Saralegui. Comunidad de Deusto (Bilbao. Bizkaia)
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Os estoy muy agradecida y os mando un cordial abrazo a todas las que os habéis
unido a mi acción de gracias en estos 60 años
Ana Adot, Comunidad de Tomás de Burgui. (Pamplona. Navarra)
Presencia en Perú
Algo de historia
La Sagrada Familia llegó al Perú el 11 de Febrero de 1977, siendo que las cua-
tro primeras hermanas fueron: Pilar Gorospe, Gemma Perera, Remedios Luis y
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En los dos primeros años llegaron más hermanas para la Fundación de Bagua
Grande en el ‘78 que se cerró a los pocos meses. El año 1979 se abrieron las
casas de Lima (San Martín de Porres) y Santo Tomas de Amazonas, esta últi-
ma se cerró después de 12 años por ser pocas hermanas y haber abierto en el
1986 otra casa en Lima (Comas) para la formación de postulantes. En el año
1996 se abrió otra comunidad en el mismo distrito de Comas para formación
de las junioras.
TRABAJAR EN EQUIPO
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ACCIÓN SOLIDARIA
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González Montes en la misa dando la bienvenida a todos los inmigrantes que lle-
naban la Catedral: africanos, iberoamericanos, de los países del Este… señalando
el deber de acogida y la fraternidad de todo ser humano, señalando así mismo que
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Terminaba el día haciendo una llamada final a la lucha por la justicia, como el me-
jor legado que podemos entregar a nuestros hijos.
La jornada se ha enmarcado en la campaña permanente promovida desde hace 25
años por el Movimiento Cultural Cristiano “Campaña por la Justicia en las relacio-
nes Norte-Sur” en la que se denuncian las causas del Hambre, el Paro y la Esclavi-
tud Infantil.
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VIVIR BIEN
¿Qué es el “Vivir bien”? “Vivir bien significa para estos pueblos vivir en armonía con todos
y con la Madre tierra, porque todos dependemos de todos y todos nos complementamos.
Vivir bien significa vivir en equilibrio, estar bien, no tener enfermedad, pensar en lo que se
hace, educar a los hijos en contacto con la naturaleza, respetarla, poseer equilibrio corpo-
ral y espiritual, armonía personal y familiar. La tierra no es sólo espacio geográfico, es
pasado, presente y futuro, es soberanía territorial, organización, pensamiento, espirituali-
dad, economía y cultura, todo es integral. Este vivir bien no significa para los pueblos ori-
ginarios andinos volver al pasado sino recuperar su horizonte de sentido para dar conte-
nido al presente.
“Vivir bien” comporta profundos cambios en nuestro modo de pensar y de vivir, significa
valorar la dignidad de los pobres, de las diferentes culturas y religiones, de las diferentes
formas de vivir la sexualidad, valorar la dignidad de la tierra, la dignidad de la vida, la dig-
nidad de la fe en el misterio de Dios revelado en Cristo y que por el Espíritu se hace sa-
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Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, le pregunté al Director, qué criterio se usaba
para definir si un paciente debería o no ser Internado.
'Bueno,' dijo el Director, 'hacemos la prueba siguiente: Llenamos una bañera, luego al pa-
ciente le ofrecemos una cucharita, una taza y un cubo y le pedimos que vacíe la bañera.
En función de cómo vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no y con qué trata-
miento empezar'
-Ah, entiendo- dije. - una persona normal usaría el cubo porque es más grande que la
cucharita y la taza.
Un pobre paisano de una aldea de Pontevedra estaba acostado en su cama, con una en-
fermedad terminal, le quedaban pocas horas de vida.
De repente huele el aroma de la comida que más le gustaba: unas empanadas caseras de
carne recién hechas!!
Para él no había nada mejor en el mundo que las empanadas de su mujer Cirila.
Llega hasta la mesa de madera donde se encontraban extendidas las suculentas empana-
das doraditas, recién hechas y toma una, viendo que sus esfuerzos habían valido la pena,
sería como su último deseo, cuando
repentinamente... zás... siente un fuerte golpe de cucharón en la cabeza que merma sus
facultades y casi lo hace caer presa de la debilidad de sus piernas.
Tratando de no desplomarse al suelo hace un giro por voltear la vista, alcanza a ver a su
mujer con un cucharón de hierro en la mano, diciéndole:
En estos tiempos de crisis y agobio, cuando parece que el mundo depende de los
banqueros, y pendemos de sus labios o escuchamos con avidez lo que dicen los grandes
observadores financieros sobre nuestro futuro, o el mundo se divide por la confianza
económica en el ranking de países, y algunos compran oro para agarrarse a algo de-
finitivo que dure “para siempre”, ahora que los profetas son futbolistas, los pontífices
famosos y los líderes malabaristas de la mentira, háblame, Señor. Rompe los códigos de
los poderosos, los criterios de la publicidad, los ideales de
los grandes programadores de medios, los intereses de
mercado.
Siéntate aquí a mi lado, sobre la hierba ahora que atar-
dece y siento el peso del vivir como una losa, un
miedo al futuro, una larga incertidumbre,
Ahora que no sé cómo ayudar a mi hermano a salir
del bache o percibo que este mundo pequeño se ha co-
lado en mis amigos, mi familia, mi comunidad incluso
cristiana o budista o musulmana y los diosecillos de barro
se agrandan como gigantes,
Siéntate a mi lado y mírame, como en tus tiempos
de Galilea, y háblame de aquel que quiso asegurarse la
vida a base de acumular grano, o del que construyó so-
bre arena, o de los lirios y los gorriones. Dime aquello del
manantial que salta por encima del tiempo hasta una
vida sin tiempo y del agua que brotará de mis entrañas.
Ayúdame a limpiar mis ojos y mirar más que ver qué
hay detrás de todo eso. Ver los cráneos que ocultan las
cabezas de los financieros, imaginarme a los políticos ju-
gando al aro, aventurar un rostro infinito detrás de las
estrellas.
Déjame inclinar la cabeza sobre tus palabras y
confiar en ti porque tú no presumes de coche, ni de demótica, ni de salir en la tele o
tener un tipo de ensueño o vestir muy fashion, sino de tener entrañas, de ser humilde y
manso de corazón para recibir a los que estamos tristes o agobiados.
Deja que mi yo pequeño descubra tu yo grande en ese corazón infinito y que vuelva a
nacer como le pedías a Nicodemo y que, cuando vea a tu Iglesia obsesionada con
dogmas, normas o prescripciones, te vea entre publicanos, entre gitanos e inmigrantes, en
las barcas de refugiados sin rumbo y entre los hombres que te buscan en cualquier reli-
gión u ong.
Pero sobre todo enséñame a mirarme como resucitada, salvada, rescatada desde
el momento que me pierdo en ti.
Amén
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