Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
FACULTAD
CIENCIAS EMPRESARIALES
ESCUELA PROFESIONAL CONTABILIDAD Y
FINANZAS
CURSO: INTEGRADOR
CICLO: VII
SEMESTRE: 2018 - I
SECCIÓN: CF08N6
AULA: 77
TURNO: NOCHE
TEMA: EMPRESA PRODUCTORA DE VINOS Y PISCOS
2016
HISTORIA DE LAS VITIVINÍCOLAS EN EL PERÚ
En los siglos XVI y XVII, el principal polo vitivinícola se encontraba en el Virreinato del
Perú, en general, y en la zona de la costa peruana, en particular. Los españoles cultivaron
la vid y elaboraron el vino en numerosas localidades peruanas, tanto en los alrededores
de Lima como en la costa y en el sur. Los cronistas y viajeros se admiraron de la cantidad
de viñas que aparecían por todas partes, algunas de ellas tan productivas que "si no se ve,
no se puede creer". El epicentro de este proceso era el valle de Ica, lugar donde se fundó
la ciudad de Valverde (1563). Allí se pusieron en marcha prósperas haciendas
especializadas en la producción de vino y aguardiente. También fue importante el aporte
del departamento de Pisco, especialmente desde la fundación de la ciudad de Santa María
Magdalena del valle de Pisco (1572).
El testimonio más elocuente de la temprana "fiebre vitícola" del Perú, fue elaborado por
Fray Reginaldo de Lizárraga (1545-1615), quien recorrió la región para visitar los
conventos de la Orden de Predicadores. Pero, además de su cometido espiritual, el padre
Reginaldo observó las costumbres y el paisaje de la época; no escaparon a sus
observaciones los cultivos y producciones de cada territorio. Y en el caso del Perú, grande
fue su asombro al comprobar la cantidad y calidad de viñas y vinos. No había una única
región viticultora, sino que la vid se cultivaba en distintas regiones del Perú. En general,
buena parte de las tierras peruanas ocupadas por los españoles, se caracterizaban por el
cultivo de la vid y la elaboración del vino. Pero había tres lugares donde se alcanzaban
niveles extraordinarios: Guayuri, Ica y Pisco. Lizárraga sostiene, por ejemplo que:
La viticultura peruana se vio fuertemente impulsada por dos mercados fundamentales:
por un lado Lima, la Ciudad de los Reyes, principal capital de América del Sur,
caracterizada por su refinamiento y alto poder de consumo; por otro lado Potosí, principal
polo minero del mundo en esos años. El formidable mercado del Potosí actuó como el
gran impulsor para el surgimiento de una industria vitivinícola de envergadura en las
tierras peruanas excepcionalmente aptas para la vid, particularmente los valle de
Moquegua, Ica y Pisco. Allí se levantaron numerosas haciendas especializadas en el
cultivo de la vid y la elaboración del vino. En los primeros años del siglo XVII, sólo en
Moquegua funcionaban 130 bodegas que elaboraban entre 13 y 13,5 millones de litros de
vino y aguardiente, orientadas fundamentalmente al mercado potosino. Algunas
haciendas peruanas alcanzaron dimensiones colosales. Entre ellas podemos citar el caso
de la hacienda de Lancha. Según Antonio Coelo Rodríguez:
"La hacienda de Lancha fue una hacienda ubicada en las Pampas de Villacuri, provincia
de Pisco, departamento de Ica; esta hacienda estaba administrada por la orden de los
jesuitas y tuvo como actividad principal la cosecha de la vid y producción a gran escala
comercial de pisco (aguardiente de uva) y vinos, los cuales eran comercializados por los
jesuitas hacia Lima, Cuzco, Ayacucho, Huancavelica e incluso hacia el antiguo Alto
Perú”.
En las áridas costas peruanas los jesuitas recibieron en donación la hacienda de Lancha y
"allí, a fines del siglo XVI, el cultivo de la vid reemplazó al de las plantas indígenas. En
40 años desarrollaron en medio del desierto de Pisco una pequeña y eficiente empresa
vitivinícola dedicada al cultivo de la vid y a la producción de un vino muy apreciado”.
Las haciendas vitivinícolas peruanas tenían sus viñas, lagares y vasijas vinarias (o
vinateras, como se decía en Perú) integradas únicamente, con recipientes de barro cocido:
especialmente botijas y tinajas. El inventario levantado en 1701 con motivo del remate
de la hacienda de don Diego Pinto del Campo reveló la envergadura de una de las
propiedades vitivinícolas peruanas de ese tiempo: tasada en $42.644, la hacienda poseía
14.000 cepas y una amplia bodega con 1700 botijas, 500 peruleras y 19 tinajones, entre
otros recipientes. El establecimiento tenía también fábrica de botijas y corral de
alambiques para destilar aguardiente. Evidentemente, el Perú era una potencia vitivinícola
regional en el siglo XVII.
Los viticultores de la costa peruana comenzaron con la elaboración del vino, pero poco a
poco se abrió camino también el aguardiente. Existe evidencia documental que se
elaboraba este producto a partir de 1617. El aguardiente más refinado era el que se hacía
en el departamento de Pisco, sobre la costa pacífica, al sur de Lima. Los empresarios
privados y las órdenes religiosas (especialmente los jesuitas) imprimieron un fuerte
impulso a la industria vitivinícola peruana en la época colonial. Recientes estudios han
demostrado la intensidad con la cual se realizaba la "cosecha de la vid y producción a
gran escala comercial de pisco (aguardiente de uva) y vinos, los cuales eran
comercializados por los jesuitas hacia Lima, Cuzco, Ayacucho, Huancavelica e incluso
hacia el antiguo Alto Perú". Si a principios del siglo XVIII la producción regional se
componía mayoritariamente de vino, con menor proporción de aguardiente, de allí en
adelante la tendencia se fue revirtiendo y hacia 1767 el aguardiente llegó a representar el
90% del total elaborado, producto que provenía en buena medida, de la región de Pisco.
La referencia más antigua del uso del nombre Pisco para denominar el aguardiente
peruano data de 1764 y se halla en las Guías de Aduana. Los tenedores de los libros reales
debían anotar cada una de las partidas de carga para registrar el pago de impuestos de
alcabala. Por ello escribían el ingreso de "tantas peruleras de aguardiente de la región de
Pisco", una y otra vez, renglón tras renglón, para llenar libros enteros con estos datos; con
la reiteración de las mismas palabras, se comenzaron a usar los apócopes: poco a poco
fue eliminando "de la región de" y se pasó a escribir "tantas peruleras de aguardiente de
Pisco"; luego se eliminó la palabra "aguardiente", y se pasó a anotar directamente "tantas
peruleras de Pisco". De esta manera se fueron creando los primeros documentos oficiales
en los cuales se daba cuenta del uso de la denominación geográfica "Pisco" para el
aguardiente peruano. Más tarde, en la década de 1825, cuando el viajero inglés High visitó
el Perú, reflejó también los usos y costumbres de la época, al señalar que allí se fabricaba
un afamado aguardiente que los lugareños llamaban directamente por el nombre de la
región geográfica de su elaboración, es decir, "Pisco".
De acuerdo a Del Pozo, en el siglo XVII la viticultura del Perú producía 23.000.000 de
litros. Teniendo en cuenta que, de acuerdo a las técnicas de la época, para obtener cien
litros de vino se necesitaban al menos cincuenta plantas, para alcanzar esta producción,
el Perú debió tener 12.000.000 de cepas. Perú era entonces el principal polo vitivinícola
de América.
Las promisorias expectativas que despertaron los viticultores peruanos, no tardaron en
frustrarse. La decadencia de la viticultura peruana comenzó hacia 1700 y se agudizó en
los siglos XVIII y XIX. Según Rice y Smith, contribuyeron a ello varias causas como los
terremotos, pestes y guerras, como la independencia y la guerra del Pacífico. En la
segunda mitad del siglo XVIII esta tendencia se agravó por decisiones de la Corona, en
particular la expulsión de los jesuitas y la autorización para producir y comercializar
aguardiente de caña, juntamente con las guerras. Posteriormente, otro elemento concurrió
también en esta dirección: la "fiebre del oro blanco", que provocó la reconversión de los
viñedos en algodonales, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
Las catástrofes naturales afectaron recurrentemente a la industria vitivinícola peruana.
Sequías, inundaciones, terremotos y demás fenómenos causaron un fuerte impacto en esta
actividad. Entre ellos, un papel destacado cupo al terremoto de 1687 que "destruyó Pisco,
Ica y muchos pueblos de la costa central; muchas bodegas se derrumbaron, numerosas las
vasijas vinarias de barro cocido, quedaron despedazadas e inútiles. La industria
vitivinícola en su conjunto sufrió un fuerte quebranto. Por su parte el terremoto de 1868
"dañó residencias y construcciones administrativas, destrozó canales de irrigación y
quebró numerosas tinajas". Las decisiones de la Corte fueron otro factor negativo para la
vitivinicultura peruana. Especialmente por dos medidas. Por un lado, la expulsión de los
jesuitas en 1767. Los padres de la compañía tenían un papel protagónico en la economía
peruana, y muy particularmente en la vitivinicultura: en el momento de rematarse sus
propiedades, las más codiciadas y mejor pagadas eran precisamente las viñas. Pero el
conocimiento y solvencia de los jesuitas al frente de la compleja industria del vino, no
pudieron ser satisfactoriamente reemplazados. Con el alejamiento de la compañía, la
industria vitivinícola peruana perdió buena parte de su vigor.
Por otro, la Corte perjudicó la industria vitivinícola peruana cuando, hacia fines del siglo
XVIII, la Corona dispuso para la elaboración de aguardiente de caña de azúcar. Este
producto tenía menor calidad que el aguardiente de uva; pero sus costos eran muy
inferiores, motivo por el cual desplazó del mercado que, en largos años de esfuerzo, había
construido el aguardiente de uva. Estas dos medidas del gobierno español se vieron
agravadas por la declinación de la minería del Potosí, hacia fines del siglo XVIII, lo cual
fue cerrando el otrora principal mercado dinamizador de la industria vitivinícola peruana.
La Guerra del Pacífico resultó letal para la viticultura peruana. Así por ejemplo
"Moquegua fue invadida cuatro veces entre 1870 y 1883 y los chilenos fueron culpados
de generalizadamente robar, saquear y destruir propiedades, capitales y recursos de la
industria vitivinícola". Para agravar aún más la situación, los viñedos peruanos sufrieron
una plaga de filoxera para esa misma época, lo cual terminó por llevar a la ruina a la
industria vitivinícola peruana a fines del siglo XIX.
En 1908 Perú ocupaba el 5° lugar entre los productores vitícolas de América, debajo de
Argentina, Chile, EEUU y Brasil. La producción peruana era de 98.000 hectolitros, lo
cual representaba el 1,22% de los caldos del continente.
EL PRESIDENTE DEL CONGRESO
DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Ha dado la Ley siguiente:
LEY QUE DECLARA DE INTERÉS NACIONAL LA PROMOCIÓN Y
DIFUSIÓN DEL VINO PERUANO Y DEL PISCO COMO BEBIDAS
NACIONALES
Artículo 1. Declaración de interés nacional
Declárase de interés nacional la promoción y difusión del vino peruano y del pisco como
bebidas nacionales.
Artículo 2. Alcances de la Ley
Los alcances de la presente Ley son los siguientes:
a. Promover la imagen y la marca del vino peruano y del pisco en todo tipo de eventos
oficiales en el país y en el exterior.
b. Promover el desarrollo tecnológico y comercial de las economías regionales a partir de
acciones relacionadas con actividades de servicios vinculadas al sector vitivinícola y
pisquero del país.
c. Promover estudios, investigaciones y organizaciones tendientes a la definición de las
distintas regiones vitivinícolas y pisqueras de cada provincia y departamento del país.
d. Difundir las características culturales que implican la producción, elaboración y
consumo del vino peruano y del pisco, conjuntamente con sus tradiciones.
Artículo 3. Autoridades competentes
El Ministerio de Cultura, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, el Ministerio de
Relaciones Exteriores y el Ministerio de la Producción, de conformidad con sus
competencias y funciones, dispondrán las normas y acciones pertinentes para la
aplicación e implementación de la presente Ley.
Artículo 4. Financiamiento
La aplicación de lo establecido en la presente Ley se financia con cargo al presupuesto
institucional de los pliegos respectivos, en el marco de las leyes anuales de presupuesto,
conforme a sus competencias y sujetándose a la normatividad vigente.
HISTORIA
TERRUÑO
TECNOLOGIA
CONSUMO
PRODUCTOS
VINOS: LINEA ALTA GAMA
VINOS: LINEA SELECCIÓN
VINOS: LINEA CLASICA
VINOS: LINEA DE LA VIÑA
VINOS: LINEA ALTA GAMA
EXPORTACION
ALEMANIA
CANADA
CHILE
COLOMBIA
COSTA RICA
ECUADOR
EL SALVADOR
ESPAÑA
FRANCIA
TIPOS DE VINOS
Según el color. Según el Estatuto del Vino de 1970, los vinos se subdividen
en:
Tintos, se obtienen del prensado de uva negra que da mosto blanco, o bien mosto
colorado el color tinto se obtiene a base de los pigmentos que están en el hollejo
de la uva. Cuanto más tiempo esté el mosto en contacto con el hollejo, más intenso
será el color del vino y su concentración de taninos (sustancias que se encuentran
en las pieles, pepitas etc.)
Rosados: se obtienen del prensado de las mismas uvas que el tinto, si bien en este
caso el tiempo de contacto entre mosto y hollejo es mucho menor, con lo que el
color es menos fuerte.
Blancos. por prensado de uva blanca o negra, en el caso de uva negra es obligado
a impedir que el mosto tome color, por lo que se tienen que separar.
NIC 41 – AGRICULTURA
OBJETIVO:
ALCANCE:
Esta Norma debe aplicarse para la contabilización de lo siguiente, siempre que se
encuentre relacionado con la actividad agrícola.
* Las subvenciones del gobierno relacionadas con las plantas productoras (véase la NIC
20 Contabilización de las Subvenciones del Gobierno e Información a Revelar sobre
Ayudas Gubernamentales).
Esta Norma se aplica a los productos agrícolas, que son los productos obtenidos de los
activos biológicos de la entidad, pero solo hasta el punto de su cosecha o recolección.
NIC 2 - EXISTENCIAS
OBJETIVO:
ALCANCE
(c) los activos biológicos relacionados con la actividad agrícola y productos agrícolas
en el punto de cosecha o recolección (véase la NIC 41, Agricultura).
(b) Intermediarios que comercien con materias primas cotizadas, siempre que valoren sus
existencias al valor razonable menos los costes de venta. En el caso de que esas
existencias se contabilicen por un importe que sea el valor razonable menos los costes de
venta, los cambios en dicho importe se reconocerán en el resultado del ejercicio en que
se produzcan los mismos.
NIC 12- IMPUESTO SOBRE LAS GANANCIAS
OBJETIVO:
El objetivo de esta norma es prescribir el tratamiento contable del impuesto sobre las
ganancias. El principal problema que se presenta al contabilizar el impuesto sobre las
ganancias es cómo tratar las consecuencias actuales y futuras de:
a) La recuperación (pago) en el futuro del valor en libros de los activos (pasivos) que
se han reconocido en el balance de situación de la empresa; y
b) Las transacciones y otros sucesos del periodo corriente que han sido objeto de
reconocimiento en los estados financieros.
Esta norma exige que las entidades contabilicen las consecuencias fiscales de las
transacciones y otros sucesos de la misma manera que contabilizan esas mismas
transacciones o sucesos económicos. Así, los efectos fiscales de transacciones y otros
sucesos que se reconocen en el estado de resultados, se registran también en el mismo.
Los efectos fiscales de las transacciones y otros sucesos que se reconocen
directamente en el patrimonio neto, se llevan directamente a estas partidas del
balance. De forma similar, el reconocimiento de los activos por impuestos diferidos
y pasivos en una combinación de negocios afectara el importe de la plusvalía que
surge en esa combinación de negocios o al importe reconocido de una compra en
condiciones ventajosas.
Esta Norma también aborda el reconocimiento de activos por impuestos diferidos que
aparecen ligados a pérdidas y créditos fiscales no utilizados, así como la presentación
del impuesto sobre las ganancias en los estados financieros, incluyendo la
información a revelar sobre los mismos.
ALCANCE
1. Esta Norma debe ser aplicada en la contabilización del impuesto sobre las
ganancias.
2. Para los propósitos de esta Norma, el término impuesto sobre las ganancias
incluye todos los impuestos, ya sean nacionales o extranjeros, que se relacionan
con las ganancias sujetas a imposición. El impuesto sobre las ganancias incluye
también otros tributos, tales como las retenciones sobre dividendos, que se pagan
por parte de una empresa subsidiaria, asociada o negocio conjunto, cuando
proceden a distribuir ganancias a la empresa que informa.
3. Esta Norma no aborda los métodos de contabilización de las subvenciones del
gobierno (véase la NIC 20 Contabilización de las Subvenciones del Gobierno e
Información a Revelar sobre Ayudas Gubernamentales), ni de los créditos fiscales
por inversiones. Sin embargo, la Norma se ocupa de la contabilización de las
diferencias temporarias que pueden derivarse de tales subvenciones o deducciones
fiscales.
OBJETIVO:
Esta Norma establece las bases para la presentación de los estados financieros de
propósito general, para asegurar que los mismos sean comparables, tanto con los estados
financieros de la misma entidad correspondientes a periodos anteriores, como con los de
otras entidades. Esta Norma establece requerimientos generales para la presentación de
los estados financieros, guías para determinar su estructura y requisitos mínimos sobre su
contenido.
ALCANCE:
4. Esta Norma se aplicará de la misma forma a todas las entidades, incluyendo las
que presentan estados financieros consolidados y las que presentan estados
financieros separados, como se definen en la NIC 27 Estados Financieros
Consolidados y Separados.
ASPECTO LABORAL
Normativa Laboral
Modo de Contratación
Beneficios Laborales.
Reglas de jornada laboral
1. Aspecto Laboral:
Régimen laboral de la actividad privada en el Perú (D. L 728)
La legislación laboral peruana establece derechos y beneficios comunes para los
empleados en el sector privado. Sin embargo, en algunos casos, se establecen condiciones
y derechos diferentes en función de la industria (sector agrario, minería, textil, entre
otros), la ocupación o actividad (régimen de enfermeras) o el número de empleados en la
empresa (microempresas y pequeñas empresas).
Objetivos de la presente ley
a) Promover el acceso masivo al empleo productivo
b) Mejorar los niveles de empleo adecuado en el país de manera sustancial
c) Incentivar el pleno uso de la capacidad instalada existente en las empresas.
d) Estimular la inversión productiva en el sector privado.
e) Garantizar la seguridad en el empleo y los ingresos de los trabajadores.
o Jornada de trabajo para los empleados y obreros: Ocho horas diarias (8) o
cuarenta y ocho horas (48) por semana como máximo.
o Horas extraordinarias de trabajo: Se pagan con la sobretasa según ley, para las
primeras 2 horas será el 25% por hora (calculado sobre la remuneración mensual
del trabajador). Por las horas restantes será el 35% por hora.
o Turno de noche: De 10:00 p.m. a 6:00 a.m. El pago a los empleados no será
inferior al salario mínimo mensual más un recargo del 35% como mínimo
(1,255.50).
o Periodo de prueba: Todos los contratos antes mencionados permiten un periodo
de prueba de 3 meses. Durante este plazo, el empleado no tiene derecho a
indemnización en caso de despido arbitrario.
ASPECTO TRIBUTARIO
La Ley del IGV e ISC señala que son sujetos pasivos del Impuesto
Selectivo al Consumo (ISC):
La base imponible está constituida por el volumen vendido o importado expresado en las
unidades de medida de acuerdo a las condiciones establecidas por Decreto Supremo
refrenado por el Ministerio de Economía y Finanzas. Y el Impuesto se determinará
aplicando un monto fijo sobre esa base imponible. El monto fijo está en el cuadro que se
encuentra en la norma.
La base imponible se encuentra constituida por el precio de venta al público sugerido por
el productor o el importador, multiplicado por un factor, el cual se obtiene de dividir la
unidad (1) entre el resultado de la suma de la tasa del Impuesto General a las Ventas,
incluida la del Impuesto de Promoción Municipal más uno (1). El resultado será
considerado a tres decimales.
El precio de venta al público sugerido por el productor o el importador incluye todos los
tributos que afectan la importación, producción y venta de dichos bienes, inclusive el
Impuesto Selectivo al Consumo y el Impuesto General a las Ventas.
Los bienes destinados al consumo del mercado nacional, sean éstos importados o
producidos en el país, llevarán el precio de venta sugerido por el productor o el
importador, de manera clara y visible, en un precinto adherido al producto o directamente
en él, o de acuerdo a las características que establezca el Ministerio de Economía y
Finanzas mediante Resolución Ministerial.
El precio de venta al público sugerido por el productor o el importador incluye todos los
tributos que afectan la importación, producción y venta de dichos bienes, inclusive el
Impuesto Selectivo al Consumo y el Impuesto General a las Ventas.
Los bienes destinados al consumo del mercado nacional, sean éstos importados o
producidos en el país, llevarán el precio de venta sugerido por el productor o el
importador, de manera clara y visible, en un precinto adherido al producto o directamente
en él, o de acuerdo a las características que establezca el Ministerio de Economía y
Finanzas mediante Resolución Ministerial.
En el sistema al valor, y en el Sistema al valor según precio de venta al público, el
impuesto se determinará aplicando sobre la base imponible la tasa establecida en el literal
A o en el literal C del Apéndice IV respectivamente.
Base Legal: Artículos 55 y 59 de la Ley del IGV e ISC.
Sistema que aplica alternativamente el Sistema Específico, al valor o al valor según precio
de venta al público: Este sistema se aplica a los casos señalados en el literal D del
Apéndice IV de la Ley del IGV, según el cual el impuesto a pagar será el mayor valor que
resulte de comparar el resultado obtenido de aplicar la tasa o monto fijo a los bienes
señalados en dicho literal.
Modifican el Literal A del Nuevo Apéndice IV del Texto Único Ordenado de la Ley
del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo.
Decreto supremo Nº 095-2018-eF
Bebidas alcohólicas.
La reciente modificación del ISC a las bebidas alcohólicas busca: (i) reducir los incentivos
al consumo de estas bebidas, y (ii) brindar una mayor progresividad al impuesto al valor.
Para ello, los licores que tengan entre 0 y 6 grados de concentración de alcohol se
mantiene el ISC de S/ 1,25 por litro producido y se eleva de 30% a 35% la tasa al valor
según precio de venta al público.
Para los licores con mayor concentración de alcohol, los que superen los 20 grados, se
mantiene los S/3,40 por litro, pero se sube de 25% a 40% la tasa al valor.
Declaración y Pago - ISC
El plazo para la declaración y pago del impuesto Selectivo al Consumo a cargo de los
productores y sujetos del impuesto, se determina de manera mensual, considerando el
cronograma aprobado para dicha periodicidad de acuerdo al último dígito del RUC, y
se utiliza el PDT ISC Formulario Virtual N° 615 versión 3.0, aprobado
mediante Resolución de Superintendencia N° 317-2016/SUNAT.
El Impuesto Selectivo al Consumo a cargo de los importadores será liquidado y pagado
en la misma forma y oportunidad que el artículo 32 de la Ley del Impuesto General a las
Ventas e ISC.
Al respecto el citado artículo indica que, el Impuesto que afecta a las importaciones será
liquidado por las Aduanas de la República, en el mismo documento en que se
determinen los derechos aduaneros y será pagado conjuntamente con éstos.
Base Legal: Artículo 63 de la Ley del IGV e ISC
CASO PRÁCTICO
CONCLUSIONES
El vino es una de las bebidas de mayor acceso, se encuentran de todos los precios, tipos
y presentaciones. En el Perú se venden vinos nacionales artesanales e industriales de la
parte sur del país, también de origen chileno y argentino, lo más solicitados en el
continente. Tradicionalmente, el vino se bebe en situaciones y momentos especiales, un
brindis para sellar un hecho importante o como un acompañante en el consumo de carnes
y pescados.
Esta bebida está presente en celebraciones y se encuentra en todos los niveles sociales,
cada vez más popular en los último años, según el diario el peruano el consumo de esta
bebida se duplico en los 3 últimos años, gracias en gran medida a la gastronomía y al
papel que juega esta bebida en el paladar y como complemento de nuestros platillos
nacionales.