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o

u
cielo cuando gobemaba Augusto y cuando Jos egip­
clos construían. las pilán1illeS; brillaban, ya cuando
no habla hombres todavfa; y mucho después de
que se disuelva nuestra actual situación histórica,
seguirán por su camino. Puede ser que perciba la
belleza que allí reina, y se le ocurra, como ,flore­
ciendo, una palabra que la exprese. Pero quizá tam­
bién, que pronuncie, ante esos silenciosos poderes, el
EXPERIENCIA RELIGIOSA nombre de una persona querida ... Por esa línea, se
podría todavladecir más cosas, pero ¿se agotaría con
La experiencia de lo sagrado dio lo que se puede presentar a la conciencia?
Todavía no. A la vista de esas imágenes resplan­
decientes, el hombre sensible puede percibir algo
1 que no entra en- las ideas hasta aquí indicad-as. En
el silencio y la distancia puede elevarse algo que
¿Qué encuwtL'a un 'obsérvador atento-y sensible es diferente de todo 10 que se puede decir partiendo
.al pO\1erse ante los diversos modos de preswcia y de las cosas. Deja en silencio a quien lo percibe:. Y
cO}lsideración de la realidad que le rodea? si habla, debe buscar palabras, y ya esa búsqueda
Supongamos que sea de noche. Mira la tierra'ca­ ·revela, que se trata de algo especiaL Dirá: es 50­
Hada. Sobre él se eleva el espacio, en bóveda alta y .Iemne, es misterioso, es eterno, es -y ahora llega
remota. Por todos los lados le llega el fulgor de b.s a lo auténtico- sagrado. Q~,J~_grandeza y._t:Ulli.g~
estrellas, tan grandiosas una por una como ·en cons­ ~}. si!en.ciq_?\!n;~1 tocándole ,d~,..:.r:.'.<::I,(}pecu~i~.E!._:~l~
telaciones. Quizá el aire está tan claro que tiene la s~gr~4o::. .. ",­
sensación de auténticos cuerpos celestes, mientras Pero esta palabra hay que tomarla con seriedad.
que w nuestro clima nórdico no suden dar la im­ No se puede hablar de las cosas de la vida sin
presión más 'tue de puntos o motas luminosas. ¿Qué tomar conciencia de que [as palabras que se usan
"ve" ento,nces? Puede ser que le interese la astrono­ para dio están en buena medida ddormadas. Así
mía, que considere magnitudes y distancias, veloci­ 'pues, con "lo sagrado" nos referimos a aqu,¡;-Ilo, ,ante ,
dades y sistemas. O que resulte impresionada su lo cual, en fietSoñ;;.bie~ ';1;¡c;dás,' r¿';p~mde e,1 sen­
,r sensibilidad histórica, y se diga: bajo estos signos iiñ-iiehtb de debe~' inclinarse: inclinarse de un modo
se combatieron las guerras mundiales; se elevaban c~"i:iG - no podría
hace~io" an~~ ',' ;lg~ qu~' fuera sola­
sobre los emperadores medievales; estaban en el !!lente"tene[ja!' ,. Es algo misterioso, y. sin embargo,
.... ~. ~ ... ~-"

30 31

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ración: era eso.
cueflcía, tal como la
la la

en 'su

unilacerRI­
meme irracional, como reacci6n CQl)­
na el relif'ioso fuera de re­
ja verdad; el
al

formos auténticas e inauténticas de


de valor -llOcal y de valor secundario.
,
3

139 de 172
mn­

con­

140 de 172

zon y cosas semejantes. ES3S palabras son impreci­


pero también comando parte en la de otro, bien séa
sas. Aluden, evidentemente, a una 5.11~¡;i;PEibilidad de
que éste se encuentre presente en persona, o que lo
la eS~~)1Un::-a~_<l._'=()Il"lE....,:?_n.jt!IltQ; una re¿~ptibílidad relate en un libro, etc.
pi¡¡''¡- cualidades de útra índole que las cualidades fí­
Con la experiencia reiigiosa d hombre puede tener
sicas {) psíquicas o espiriwales de la existencia gene­
diverso proceder. Puede defenderla, cuidarla )' ejer­
ral. O se eligen expresiones que tratan de determinar
citarla. Entonces crece, como todo lo vivo; se hace
más esencialm'Cnte lo que se busca, como "chispa dd
más fuene )' rica; se profundiza en su sentido, se
aIma, " "f'()11 d·o de1 a 1ma,
" ".
cllua " o "fiio de i '
espl­
adara en su significación conceptual. El hombre pue­
ritu". Entonces se alude a las profundidades más
de percibir sus exigwcias y cumplirlas en lo posible.
íntimas o las ~lturas más extremas; en ambos casos,
Entonces la experiencia se hace más pura, más gene­
lo más propio y original dd hombre. Estas denomi­ rosa, más seria en su carácter mOl·al. Puede tener
naciones son más precisas que las anteriores, pero
historia en eHa, y si la toma rectamente, su vida en­
presuponen experiencias de índole poco habitual, y
tera cluedará determinada por ella. Pero puede tam­
en todo caso, infrecuentes. Un análisis cuidadoso pro­
bién descuidar esa experiencia, quedar desatc:nro, dis­
bablemente se referirá más a una receptibilidad 4el traído, perezoso ante ella; entonces pierde hondura
conjunto humano que a un "órgano" especial. Fi­
y fuerza y se deshace finalmente. Puede temerla, elu­
nalmente, se podría decir que es "el lílTlit~~'_q~t_
dirla, obstaculizarla, desviarla, debilitarla. Puede en­
h~lln9tcyiJQ~_ lo que aquí se implica; aquello donde
tregarla a la inteligencia, hacer de ella una filosofía,
él-tct'mina, pero Q<;.taL¡:nod{LgtJc "al otro lado" de disolverla escépticamenre. Puede usarla estéticamente
este límite no .hay-un vecino ~n-err;-;¡;ito JdUni­ y dejada resbalar a la blta de compromiso de la
verSJ, sea persona {) cosa, SinO absolutamente fantasía. Puede desempeñar un pape! con dI:!, o uti­
O. ,rp:t. .. .
lizarla para el placer, etc. En todo caso, se pierde io
La energía de la experiencia religiosa puede. ser auténtico -algo de ese cumplimiento que se llama
muy diversa, escalonándose desde la violencia arre­ "la salvación".
butadora, que trastorna la vida entera, hasta el hálito
Pues efLtodQ . coJ1!.<1.~~9_de.Jo-~¡¡gr.adQ_J!~_1!_~~~..9i­
fugitivo. Puede ser de diver.sa pureza; apareciendo
ge::_~i~.:,_.No significa que quien lo exp~rimenta pueda
visiblemente en su propi;¡ autenticidad, o mezclada advertirlo y enconrrarlo interesante, sino que exige
con sentimientos mundanos, con impresiones histó­ que se tome en serio; que se supere lo que le con­
ricas, o estéticas, o eróticas. Quien lo percibe puede tradiga en esa vida, y que se purifique la existen­
tener la experiencia por su propia fuerza original; cia; que se asuma el riesgo de salir hacia ello. 5i
·t Véase m~s adelante págs. 89 y sigs. el_.h e.11~~~~o sig~l~.l<tJ!Y!!!.!ll~~_ pued_~._'p-~r.d_\:;rJfl.~t¡;¡~·
riel~c.i~,_consérvando sólo la sensació'n de haberse em­
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37

141 de 172
silenciar

de las cosas

servIcIo 1
estar lo
eJem-

Pero ¿es
? ldación de
una belleza ¿son
sino también, y
10 espiritual ¿no es
solo no se puede como
lo corporal.

39

142del72
.. Sobre Guar­
, Los SIII­
ne und dílf

40

143 de 172
eterno
él exISte
no se Vlei'te en
con 10 se

ver en ello lo metafísico. la es­


tructura
mente, o encima se
tan determinando su
con que observo la dolo en
del gesto de otra
a su actitud.

mente
cibir que

nuestra conSideraCIón queda


a la vista la Idea,
u",.~"'V la es todavía símbo­
lo -como Platón indica al
. que la Idea és W
de sentido a que se la cosa .
son ellas mismas y que es
mismas,., - ~lú:es' inmediatos y

cosa, pero "HHUIC!

análoga .a

denciada

42 43

144 de l72
¡¡ su en-

COStlS

en el

Y con él una mun­

145 de 172
en
en­
se ra­
y la mera écica.
con eso comienza una

UILlUI<:U menos de entrar en contacoo con


concrétos de cosas. ca 0-.

pl:'estaf una de
sin volverse atávICa. pUr:l y
presente la forma O!"rí~ncía de la
Naturalmente, no de tal
nada más que u·n hombre de la
nuestra Está en la. Edad
rura cadonal, estética y humana. Peto a
una forma de
hubiera

146 de 172
en entonces
es en una en­
SIS y se acerca ia decisión; entonces, en la lucha
Atenea junto a
No

a
na. Puede a todo:

rica ~ - tina cosa se


*' Los dious JI! Grecia
1929" págs. 55 y ¿1I Y

147 de 172
2

f
una mas re­

'" El.:II!dlder eso no nos es fácil a los hombres de


Pensaríamos. al mundo sólo se sucumbír
modo o distwciarse de En
Jos "dioses", crislÍwamente son la
e::I)tlres.IOn de haber suoumbido al mundo y
a su esfera de sentido.

50

148 de 172
y sus órdenes

En kt

en las experienCIas del eros, en


ceses de la generación y el nacimiento;
por otra parte su contravalor en d
te, relación:con el eros se ha
de estos impulsos.
y su poder de formar
para h prosecución
eso se ha oercibido modo tan

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149 de 172
La ~10-0t1tJlCa

ln1Sn1a.

150 de 172

se Orientan

151 de 172

en el : la en
la existencia y ante la existencia.

152dcl72
en torno de mí constantemente atacan lo
mío, am:::batando sus elementos. En h~:Jras
en oue SOy a
causarme la

eso es necesarIo un corucli::nte


y, aún Estos : el hombre
eXIstenCia. No se com­
es;

ahí

contra la
en la
in suerte.

4
Co­

aparece en

153 de 172
·un \,¡,1.'-u."",,,, ..,·I.. \.J

se exoresa

70 7I

154 de 172
entran
una vez y otra a una
van :a la conCtenCla la estructl..\ra laexistel1cia.
en. una moral un caracrer esta eXIstenCla:
en la La

155 de 172
5

156 de 172

>11< Todas

<!ti niño \Se


ver el sig­
con su cere­
monia!.

76

157 de 172
en

158 de 172

tonces se establece un contacto; se muestra. la esencia esto no sólo es falso, sino enCIerra en SI
esa abiet· pues el misteriO es una ?
too Pero si se mira con exaCl:1DJá, la elOstencia. (¡ue el
esto ocurre es el mistel1o, es
eso vel~os también

en el
no es
Sl!lO
en un conOCUl1Ienro
por lm

que todo esta Siendo conoel­


do
traspasándola con su
esa es la condición para
en ~qthórr. ..es el
Platón eso la .

prensión

. ¿
lo que
¿Por qué soy. en
no se ha to? la
equipara lo uno
ton el progreso del conocí- es as!: la realidad es "mera"
El espíritu humano la eleva
misterio; que habrá
. Pero In ex:Denencia descrita
. y el hombre no es la
• Por eso, tamhién al adulto ese: .cerClOramu:nto· pre­ en la luz por su
tendido le es mlÍs fácil mediante el símbolo, esto es, el cul­ situaci6n de estar sa·
tO, en sus díve¡'sos procesos.

80 81
6

159del72
se esa extra,ñeza en con­
mIsmo; conmigo y con mi el
en cuanto éstoy en éL Tan como
la mod6n religiosa; ~an pronto como J.€p.
W4,.,'..<1I."', el pre~.eI1JtiLPiento de que lo
eOIl su mIsterio, está asumido en una
esas pl"eguntas en
exactamente:
la

y aun en Clcrto sentido,

es lo que se

.)

¿qu6 ocurre con esas


6 nos dice la matemática, se
un determinado sistema
no se
la no-obviedad de la CJU,>lJ".I'­

no es necesari;: Dentro de la
existencia todas partes: físicas:
ese efecto j •

este
socioloQ'!Cas: SI

mutuas de

dades
no 10 <""""U<.IU

¿Se
E¿- el es
de
que se nos ha hecho
la medieval dd mundo como.

82

160 de 172
llO~ aclaran la
un un carácter la eXistencia que el
una de ver:
el
esto es,e1

a
el
el
vuelve a aflUIr a
lo hermoso, lo
el es­
el se­
d tomas en la hlosotía y la LllCU'CLII.i1,

LJUJ"U,-,.. en el vital y social.


se nos presente este
¿

?Y

161 de 172
posible, entonces es .diferente. Entonces sé: en mí titudes que acabamos de indicar se caracterizan a sí
hay energía para comentar, la "iniciativa", que hace mismas como en naufragio, dando así testimonio -de
surgir la acción, de la decisión propia. A través de la auténtica, la que sostiene la existencia. De esa ex­
mi vida se extiende una cadena de semejantes accio­ periencia procede todo lo que va unido a la experien­
nes, que provienen de mi libertad, o en las que se cia del destino. En forma negativa, tiene lugar como
da la posibilidad de que surgieran de ahí: Pero con un temor que llega desde más allá de todos los peli­
eso queda abolida en todo lugar la necesidad, ponien­ gros concretos que quepa señalar, y que es indepen­
do en su lugar el hecho, el "factum". diente de la valentÍa individual; como una continua
Todo eso significa: la existencia, en. conjunto, no alarma, no respecto a esta o aquella posibilidad intra­
tiene el carácter- de la necesidad, sino el de la efecti­ IllUndana, sino respecto a lo que amenaza desde fuera
vidad. Es decir, un carácter que va unido a la Ij~ del mundo i una conciencia de estar entregadp. En­
bertad. forma positiva, tiene lugar como una confianza más
allá de toda pmeba; una gratitud esencial que no s:
Aquí vuelve a haber lugar y posibilidad para la refiere a tal o cual coyuntura feliz, sino a la exis­
expe!"iencia específicamente religiosa: esto es¡ el pre­ tencia en general i como una conciencia de que todo
sentimiento de que hay un punto de iniciativa del está regalado, y una disposición a aceptarlo dentro
que surge en absoluto el hecho del mundo, y desde dd propio ser como un don; como sabiendo que todo
el cual se "hace" el mundo. Expresémoslo así: es la . está dirigido, con docilidad a insertarse en esa direc­
conciencia de que el mundo es "querido": su para­ ción. Se puede decir t\lmbién: una disposición a obe­
lelismo a lo que antes se expresó dic¡endo que todo dec~r, entendiendo esto en sentido de una actitud
ente es "sabido", conocido. Forma parte de la esen­ básica, opuesta a la que se rebela -o, aún peor-, la
t!a de la vida religiosa el avanzar desde la experiencia que ni siquiera ve que se pueda obedecer.
del ser meramente existente, que no se sabe a sí mis­ Hay otras 'maneras de que llegue a la conciencia
mo, a la de una conciencia en que éste es sabido. Pero la no-obviedad de la existencia, pero puede bastar
también: desde la experiencia de un ente que no lo dicho. Hemos hablado de la comprensión de que
se puede querer a sí mismo, a la de una voluntad que la existencia no es segura, sino que está puesta en
lo quiere. La sensibilidad fatigada deja quedarse in­ juego, tanto en cada" elemento aislado de la conexión
completo el mundo: la. sensibilidad escéptica renuncia del mundo, como en su conjunto: la coni.prensión
a que se pueda completar. Hoy parece hacerse visible de que la existencia no pued.e calarse con la mirada,
un modo de sentir que trene que ver con una especie sino que es algo desconocido a pesar de todas las
de" oposición desesperada, viendo precisamente en el comprensiones. Y, en fin, la comprensión de que no
inacaba-miento lo propiamente humano. Pero las ac­ es algo necesario, sino de hecho: algo atravesado en

86 87

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La 1!'1"Alj'!"ril!n.eiLJ. de la

rrusmo ClU­

el conjunto

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no tenemos

asume un
de la muerte, en Cllanto
nuestra eXIstencIa
la
en la conCI<:nCla asco.
con el

la muerte, tiene

transcurso o 'Su eterna el nacimiento

90

164 de 172
en
como se ve un
con el con­
2 }d

165 de 172
al de la a tener
un cambio. Se cierra la tierra. lo
las l'eservas de la
cuanto constantemente se
10

nuestra eXIstencia entera.


de 10 finito,
de. ahí proviene
en todo; la
la lo a políticos.
nuestra relación con el hecho;
una voluntad de mun­
A unlver-

cos­
configurado en
en la ' de los espacios,
pos y , y el miedo
dominan . .
I smo no se S,lente
se colocada en
. Por eso no cobija, sino, enorme
Por todo dio. en todos por
la

la

-~ .. ... ".
"

94

166 de 172
otro el esto es, la en.
concreta de la eXistencia,
estar SUjeta a una
concreta, la
3

J
96
'1

167 de 172
4

~\

)
el
"7

se experImenta, )' se ve.

168 de 172
Un no me hará ja­
más a 'otra causa a
una causa lo !ffi uesna' SU la estructu­
fa el contrario, todo ~ ..r,.f"rM

esa
1
eXistir, no

tan

ser
'se reconoce

co-

CO.

101

169 de 172
esos fellómenos tienen
y eterna de su esencia esta pa labr~' en un
y sentIdo: la ldea. lJero ésta, por su se a la vista
una autenticidad que
el '~Bien" y Se
hablábamos
se

de
go, nuevo
no. de "lo
segundo". o no también
-en esta relación conl la respecto a la hay en, la
su evidenciado y lo . . realidad. lo se ....'1I0I·,.~::I

'1

él su sentir, su 'fiodo de cn­


su alma. esta formulación, d
'7 que en sí es e invisible, se haría vj~
sible en las formas, mOVImIentos y proporciones
rostro. En 10 -que se ve en la forma
ral, llegaría a ser ,vista el
a descans'at en expenenGlas : y esa
como la realidad en cada caso una es al contrario (
iluminación especial
Finalmente, se

:nuestra existencia: la

la

170 de 172
no con­

lo que se manifiesta
la terrenos de . que
es caso

lo

per­
como un rostro en que nos mira lo
la . de eso divino no sería
lo captación del miste~
lo cual nos abrimos
inmediata del mundo, sino en St. mlSlna no es
positivo, y _en el alto
dice a todo ente
ocasión, así como .al mundo en
no cuanto que eso
en sí,

un acto

171 de 172
Es algo extraño respecto a lo terrenal: aparece, y se dirige a lo desconocido. Sin embargo, hay una
~o.ca, U~~a. Por eso tiene un peculiar po#er de des­ confianza despertada por eso mismo y garantIzada por
prúi.aiiniento. Altera las. relaciones ' deimporcancia su esencia, y que sabe que hay objaivo y camino;
de la vida. Aligera su carga, ilumina su opresión, que. se puede andar, proseguir y llegar.
promete liberación. y no cambiando esto o aquello,
sino del todo, al transformarlo todo, y haciendo que La exp.er!.~_%L:t.IciigY¡~. junto con todo lo que pro­
.. to'd o Se haga ,bueno .. • 'que to do sea para, b', len" , A
11
cede'-rle dla, ~_stá sustentada por un determina~o ór­
la vez, intranquiliza i trastorna las conexiones exis­ gano, mejor .dicho, Ror. una determinada s~~sibilidad
temes, pone ,en cue-sti6n las valoraciones vigentes en del conjunto, que está desarrollada de modo diverso
el mundo. deja abolida la ciudadanía terrenal y pro­ en ' los, di~~rsos hombreS. En la _'may',~,_parte de los
Voca anhelo de otro lugar, c.a.sos, se en.cuel~tra sólo con energía median3, y en
Peto no de ir hacia el vacío o hacia lo i.naccesible, .ocasiones desap,arece,.ca~i ..P.?E .~ompl.:~o. Pero ,a v~ces
pues su manera de darse contiene una orientación. se muestra con gran fuerza y pureza, y encuentra el
Procede de lo otro, de otro lugar, y su origen sigue nivel de lo .inhabitua.1 en el genio religioso, en el que
siendo perceptible; "desde lejos llega junto a mí" "", ::bre caminos religiosos, en el modelo y fundador. Su
como dice Holderlin; y regresa allá llevándose con­ acto puede ser original y creador; pero también pue­
sigo a quien lo percibe con docilidad. Por eso se hace de estar compartido con otras personas, propicias y
evidente en dIo un objetivo; pero también a la vez ejemplares.
un camino, pues tiene una lógica interna. una con­ La experiencia religiosa forma con sus contenidos
r-­
se.cución al realizarse. Ahí logra lo interior buscar uno de los factores básicos de la vida, Influye en
~.
y enContrar; actuar y Hegar al objetivo. ~oda Ja existencia humana. Por eso, a pesar de ser

Pero siempre en el modo de la "trascendencia", radicalmente incompren~i.!>lc:, se hace posible entre ~


condicionado por la radical distinción respecto a todo los 'individuos 1m acuerdo sobre ella, del cual surgen ~

lo del "aquende"; como un despre?dimiento respecto valoraciones y ordenaciones comunes. Por variadas
a lo inmediatamente dado, y como UD salto a lo Otro. que puedan ser las experiencia's religiosas oe los di~
~)
Este ir, buscar y hacer, tiene el carácter del riesgo, v~sos _ p'ueblos y épocas, al observarlas de cerca se

muestran e.!i"tóª~ijiartes las mismas formas últimas,

• Quejas de Menón por Diótima (Menons Klage um ~~bre cuya ba~e se h~ce posibf¿-liñ- Iei:guaje rdigloso

Diotima), [N. del T.-Fernher T1Ahe: :sigo !as palabras


fyndamental. Y aunque ~o que se quiete deci~ con

que empld en mi propia traducción (Adonais, 1949):


.. ,¿No estoy solo, pues? Pero'un algo amiltoso debe ese lenguaje s!.empre sigue inexpresado, sin embargo,

desde lejos llegar tunto a mí, y debo reIr, y asombrarme en cuanco hay acu~rdo, ._s<:_qui_e_re}ecir lo mismo en

de cuánta ventura encuentro aun en medio del doloL] común.

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