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Marcuse, Herbert (1968): La tolerancia represiva, Convivium. Revista de Filosofía 27, pp.

105-
123.
Por: Viviana Mogollón
Palabras clave: Represión, política, status quo, verdad
La intolerancia institucionalizada y tergiversada de las clases dominantes, ejerciendo una falsa
tolerancia en el colectivo para sus propios intereses mediante la coerción legalizada.
El autor plantea que las condiciones para una sociedad humana de tolerancia aún no están
establecidas, sino que su manifestación está limitada por la represión y por la violencia,
(Marcuse; 1968:105) dicho esto analiza que: “A modo de intimidación frente a una guerra
nuclear; como acción policial contra el movimiento revolucionario; como refuerzo técnico en la
lucha contra el imperialismo y el comunismo y como método de pacificación en las matanzas
neocolonialistas, la violencia y la represión son proclamadas, practicadas y defendidas
igualmente por gobiernos democráticos y autoritarios” (Marcuse; 1968: 105). Desde este punto
de vista, la tolerancia está orientada en una vía equivocada de comportamientos políticos
limitando las posibilidades de vivir sin miedo (Marcuse;1968: 105-106).
“La tolerancia es sólo fin en sí mismo cuando resulta verdaderamente multilateral y es practicada
tanto por los que dominan como por los 'dominados, por los señores como por los esclavos, por
los esbirros y por sus víctimas.” (Marcuse; 1968: 107). Según el autor, la desigualdad
institucionalizada es la que no permite una sociedad de tolerancia puesto que necesita de la
violencia del pueblo para sus fines, (Marcuse; 1968: 107) es así que “la tolerancia que ampliaba
el ámbito y el contenido de la libertad fue siempre parcial e intolerante frente a los portavoces
del status quo de la represión.” (Marcuse; 1968: 107).
El autor sostiene que “Libertad es liberación, un específico proceso histórico en la teoría y en la
praxis, y tiene como tal su justicia, su verdad y su falsedad.” (Marcuse; 1968: 108). Por lo tanto
“hay una verdad objetiva, que sólo puede ser descubierta y averiguada si se llega a saber y
comprender lo que es y puede ser y lo que debería hacerse para mejorar la suerte de la
humanidad.” (Marcuse; 1968:109).
El autor realiza un análisis de la tolerancia, pero en el sentido en el que se ve la tolerancia frente
a las mayorías y la opinión establecida y publica, (Marcuse; 1968: 110) señalando que “Bajo el
dominio de los medios monopolísticos -meros instrumentos, a su vez, del poder económico y
político -se engendra una mentalidad para la que lo justo y lo injusto, lo verdadero y lo falso,
están ya determinados de antemano en aquellos casos en que atañen n los intereses vitales de la
sociedad” ( Marcuse;1968: 112), dando como resultado “Una neutralización de los contrarios,
una neutralización, desde luego, que tiene lugar en el firme terreno de la limitación estructural de
la tolerancia y dentro del marco de una mentalidad prefabricada.” (Marcuse; 1968:114). El autor
plantea que la diferencia de una tolerancia verdadera y falsa radica en el nivel de civilización
obtenido (Marcuse; 1968:117), abriendo paso a “la supresi6n de la tolerancia frente a los
movimientos represivos y una tolerancia diferenciada en favor de tendencias progresistas
equivaldría a fomentar "oficialmente" la revolución.” (Marcuse; 1968:118).
Finalmente, el autor realiza un análisis sobre las transformaciones dentro las sociedades
democráticas avanzadas transformando la función liberal de la democracia (Marcuse; 1968:122).

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