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CURSO: 1-6.
ECONOMÍA POLÍTICA
Hemos visto que existen relaciones de explotación entre los seres humanos, y
que esta explotación se funda en que unos pocos son los que poseen los medios
de producción mientras otros muchos no y, por tanto, deben trabajar a cambio
de un salario. A esta relación la llama Marx la estructura. La denomina así porque
es la base, los pilares, sobre los que se mantiene el capitalismo. Sin esta base
económica donde se dé la propiedad privada y sin dos clases sociales (la
capitalista y la obrera), sería imposible pensar el capitalismo.
Sin embargo, ¿notamos nosotros que estamos siendo explotados? ¿Acaso las
leyes no dicen que somos hombres libres e iguales? ¿O por qué respetamos la
propiedad privada si es tan solo una fuente de injusticias? Para Marx, esto se
debe a que existe una superestructura que se encarga de que nada afecte a la
base económica y que, de algún modo, disimula la explotación que se da en la
estructura. Para Marx, la superestructura consiste en la sociedad política que
nos organiza socialmente (el Estado y sus instituciones, las leyes, la policía, la
educación, etc.), a lo que otros marxistas luego agregarán .también la sociedad
civil (la ideología, las tradiciones, las religiones, etc.) todo aquello que nos
conduce a comportarnos de determinado modo. Por ejemplo, si no respetáramos
la propiedad privada y tomáramos algo que no nos pertenece legalmente,
seríamos condenados como delincuentes tanto por la ideología de quienes nos
rodean así como también por las leyes y por las fuerzas de seguridad del Estado,
como ser la policía (nótese que mientras la sociedad civil ejerce su poder por
medio del convencimiento, el poder político lo hace mediante la fuerza directa).
La superestructura no es más que un disfraz que oculta aquello que es propio
del capitalismo y que es la estructura. Así, mientras podemos sentirnos contentos
porque nuestras leyes dicen que somos libres e iguales, Marx sostiene que eso
no es más que una mentira, porque si miramos la estructura vamos a notar que
los obreros no son libres (no les queda otra opción que vender su fuerza de
trabajo para sobrevivir) y que tampoco son los hombres iguales (hay unos que
tienen medios de producción y otros que no).
Marx percibe que incluso muchas veces la superestructura cambia, por ejemplo,
existe la posibilidad de cambiar las leyes o de aumentar los salarios de los
trabajadores, pero él está convencido de que aquello no deja de ser un maquillaje
porque la estructura no se estaría cambiando. Es por esto que sostiene que lo
que importa es cambiar la estructura para lograr una sociedad más justa, y a esa
tarea vuelca todos sus esfuerzos.
Por supuesto, y al igual que ocurre con estos dos métodos históricos de análisis
del espacio y del tiempo pasado, su elección corresponde a las necesidades y
convicciones personales de cada persona y por tanto no defendemos un tipo de
videojuego en cuestión, sólo ofrecemos la idea de que existen juegos que basan
todo su contenido en la materialidad del mismo, es decir, en su estructura, y otros
que basan todo su potencial en su infraestructura, por lo que su elección
corresponderá a nuestras convicciones personales.