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Placa neuromuscular: partes,

funciones y patologías
Por
Cinta Martos Silván

La placa neuromuscular, también conocida como unión neuromuscular, es


la sinapsis entre una neurona motora y un músculo. Gracias a los impulsos
transmitidos, el músculo puede contraerse o relajarse.

En concreto, es la conexión entre el botón terminal de una neurona y la


membrana de una fibra muscular. Los botones terminales de las neuronas se
conectan con las placas terminales motoras. Éstas últimas se refieren a la
membrana que recibe los impulsos nerviosos de una placa neuromuscular.

Este tipo de sinapsis es la más estudiada y la más sencilla de comprender.


Para controlar un músculo esquelético, una neurona motora (motoneurona)
hace sinapsis con una célula de este músculo.

Componentes de la placa neuromuscular


La placa neuromuscular se compone de los siguientes elementos:

– Una neurona motora (motoneurona). Esta neurona se denomina


presináptica porque emite impulsos nerviosos o potenciales de acción.
Específicamente, los impulsos nerviosos viajan por el axón de esta neurona
hasta el botón terminal que se sitúa muy cerca del músculo. Dicha
terminación posee una forma ovalada de unas 32 micras de anchura.
En el botón terminal se encuentran las mitocondrias y otros elementos que
permiten la creación y almacenamiento de acetilcolina. La acetilcolina es el
principal neurotransmisor de la estimulación muscular.

Muchos autores se refieren a este elemento como motoneurona alfa, al ser


un tipo de neurona cuyo axón hace sinapsis con fibras musculares
extrafusales de un músculo esquelético. Cuando ésta se activa, libera
acetilcolina, lo que produce que las fibras musculares se contraigan.

– Hendidura sináptica o espacio sináptico. El botón terminal de la


neurona y la membrana muscular no están en contacto directamente, existe
un pequeño espacio entre ellas.

– La placa motora, que está compuesta por una o más células musculares.
Estas células diana constituyen una fibra muscular.

Existen diferentes tipos de fibras musculares. Las fibras musculares que se


inervan en la placa neuromuscular se llaman fibras musculares extrafusales.
Son las controladas por motoneuronas alfa y son responsables de la fuerza
que surge de la contracción de un músculo esquelético.

A diferencia de éstas, existen otro tipo de fibras musculares que detectan el


estiramiento de un músculo y se encuentran paralelas a las fibras
extrafusales. Estas se denominan fibras musculares intrafusales.

Una fibra muscular se compone de un haz de miofibrillas. Cada miofibrilla


está formada por filamentos superpuestos de actina y miosina, que son
responsables de las contracciones musculares.

La actina y la miosina son proteínas que conforman la base fisiológica de la


contracción muscular.
Los filamentos de miosina poseen unos pequeños salientes llamados puentes
de entrecruzamiento de miosina. Son los intermediarios entre la miosina y
los filamentos de actina y son los elementos móviles que producen las
contracciones musculares.

Las partes donde se superponen los filamentos de actina y los de miosina se


observan como bandas oscuras o estrías. Por eso, a los músculos
esqueléticos se les suele llamar músculos estriados.

Los puentes de entrecruzamiento de miosina “reman” a lo largo de los


filamentos de actina para que la fibra muscular se acorte, contrayéndose.

¿Cómo funciona la placa neuromuscular?


Las placas neuromusculares se sitúan en las hendiduras que hay a través de
la superficie de las fibras musculares. Cuando un potencial de acción o
impulso eléctrico viaja por la neurona, su botón terminal libera un
neurotransmisor llamado acetilcolina.

Cuando se acumula cierta cantidad de acetilcolina, se produce el llamado


potencial de placa terminal en el que la membrana muscular se despolariza.
Este potencial es mucho más amplio comparado con el que se produce entre
dos neuronas.

El potencial de placa terminal siempre da lugar a la activación de la fibra


muscular, expandiéndose este potencial a lo largo de toda la fibra. Esto
provoca una contracción o sacudida de la fibra muscular.

La despolarización es la reducción del potencial de membrana de una célula.


Cuando una fibra muscular se despolariza comienzan a abrirse los canales de
calcio permitiendo que penetren los iones de calcio dentro de ellas. Este
fenómeno es el que provoca la contracción muscular.
Esto es porque el calcio funciona como un cofactor, que ayuda a las
miofibrillas extraer energía del ATP que está en el citoplasma.

Un solo impulso nervioso de una neurona motora da lugar a una sola


contracción de una fibra muscular. Los efectos físicos de estas sacudidas son
mucho más prolongados que los que tiene un potencial de acción entre dos
neuronas.

Esto se debe a la elasticidad del músculo y el tiempo necesario para librar a


las células del calcio. Además, los efectos físicos de un conjunto de impulsos
nerviosos pueden acumularse dando lugar a una contracción prolongada de
la fibra muscular.

La contracción muscular no es un fenómeno del todo o nada, como lo son las


contracciones de las fibras musculares que componen el músculo. Por el
contrario, la fuerza de la sacudida está determinada por el promedio de
frecuencia de descarga de las diferentes unidades motoras.

Si en un momento concreto, descargan muchas unidades motoras, la


contracción será más enérgica, y si descargan pocas, será débil.

Patologías de la placa neuromuscular


Las patologías de la unión neuromuscular pueden afectar al botón terminal
de la neurona motora, o bien a la membrana de las fibras musculares. Por
ejemplo, el botulismo produce una alteración e inhibición en la liberación de
acetilcolina, tanto en la musculatura esquelética como en el sistema nervioso
autónomo.

Se adquiere por consumir alimentos contaminados, principalmente. A las


pocas horas produce una debilidad muscular progresiva y rápida.
Por otro lado, la miastenia gravis, que es la enfermedad neuromuscular más
conocida, aparece por la inflamación de los receptores de acetilcolina. Surge
por unos anticuerpos que poseen estos pacientes que atacan dichos
receptores.

Su principal síntoma es debilidad de los músculos esqueléticos voluntarios.


Se observa sobre todo en los músculos que participan en la respiración,
salivación y deglución; así como en los párpados.

Otro ejemplo de patología de la placa neuromuscular es el síndrome de


Lambert-Eaton, que consiste en una enfermedad autoinmune la que el
sistema inmunitario ataca por error a los canales de calcio de las neuronas
motoras.

Esto genera una alteración en la liberación de acetilcolina. En concreto, se


bloquea la propagación del potencial de acción motor. También se observa
debilidad muscular, además de tumores.

Referencias

1. Carlson, N.R. (2006). Fisiología de la conducta 8ª Ed. Madrid:


Pearson.
2. La unión neuromuscular. (s.f.). Recuperado el 14 de abril de 2017,
de UNI Net: tratado.uninet.edu.
3. Neuromuscular Junction. (s.f.). Recuperado el 14 de abril de 2017,
de New Health Advisor: newhealthadvisor.com.
4. Neuromuscular Junction. (s.f.). Recuperado el 14 de abril de 2017,
de Wikipedia: en.wikipedia.org.
5. Placa neuromuscular. (s.f.). Recuperado el 14 de abril de 2017, de
NeuroWikia: neurowikia.es.
6. The Neuromuscular Junction: Function, Structure & Physiology.
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7. Rojas, Á. P., & Quintana, J. R. Enfermedades de la placa
neuromuscular. Recuperado el 14 de abril de 2017, de Universidad
del Rosario: urosario.edu.co.

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