Sei sulla pagina 1di 15

TEMA: 6

HERIDAS
Una herida es la pérdida de continuidad de la piel debida generalmente a un traumatismo o golpe.
Como consecuencia, se pierde la principal barrera contra las agresiones externas, aumentando el
riesgo de infección y la posibilidad de lesión en tejidos más profundos (tejido subcutáneo, vasos
sanguíneos, nervios, etc.).
1.- Clasificación de las heridas
Las heridas son roturas de los tejidos, provocadas por un agente traumático. En las heridas puede
estar solamente afectada la piel o pueden estarlo también los tejidos subyacentes.
Las heridas se catalogan didácticamente en:
1.1.- Clasificación General:

Ilustración 1 Herida Abierta


Heridas abiertas: En este tipo de heridas se observa la separación de los tejidos blandos. Este tipo
de herida tiende a infectarse fácilmente.

Ilustración 2 Herida Cerrada


Heridas cerradas: Son aquellas en las que supuestamente no hay lesión, sin embargo, la
hemorragia se acumula debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Aunque, aparentemente no ha
sucedido nada, las lesiones internas pueden ser de gravedad.
1.2.- Clasificación Específica:

Ilustración 3 Heridas Simples


Heridas simples: Son heridas que afectan la piel, sin ocasionar daño en órganos importantes como:
rasguños, heridas pequeñas, arañazos.

Ilustración 4 Heridas Complicadas


Heridas complicadas: Son heridas extensas y profundas con hemorragia abundante; generalmente
hay lesiones en músculos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, órganos internos y puede o no
existir perforación visceral.
1.3.- Heridas por el tipo de objeto: Es importante determinar el objeto o la acción que causo la
herida, de esta forma será mucho más fácil saber el tipo de atención que requiere el herido.
Ilustración 5 Heridas Cortantes
Heridas cortantes: Producidas por objetos con extremos filosos como latas, vidrios, cuchillos, que
pueden seccionar músculos, tendones y nervios. Los bordes de la herida son limpios y lineales, la
cantidad del sangrado depende del lugar y la cantidad de los vasos sanguíneos lesionados.

Ilustración 6 Heridas Punzantes


Heridas punzantes: Son producidas por objetos puntiagudos, como clavos, agujas, anzuelos o
mordeduras de serpientes. La lesión es dolorosa, el sangrado puede ser escaso y el orificio de
entrada es poco notorio; es considerada la más peligrosa porque puede ser profunda, haber
perforado vísceras y provocar hemorragias internas. Son heridas de fácil infección, ya que la
limpieza de la herida se dificulta o no es atendida como debe ser. Una complicación común es el
tétanos.
Ilustración 7 Heridas Corto Punzantes
Heridas cortos punzantes: Producidas por objetos agudos y afilados, como tijeras, puñales,
cuchillos, o un hueso fracturado.

Ilustración 8 Heridas Laceradas


Heridas laceradas: Producidas por objetos que tienen bordes filosos e irregulares como el de un
serrucho o el borde de latas. El tejido se desgarra.

Ilustración 9 Heridas por Arma de Fuego


Heridas por armas de fuego: Producidas por pistola; por lo general el orificio de entrada es
pequeño, redondeado, limpio y el de salida es de mayor tamaño, la hemorragia depende del vaso
sanguíneo lesionado; puede haber fractura o perforación visceral, según la localización de la lesión.

Ilustración 10 Raspaduras, excoriaciones o abrasiones


Raspaduras, excoriaciones o abrasiones: Es la producida por un roce de la piel sobre superficies
duras. Son los clásicos raspones, producidas en caídas. Este tipo de herida es dolorosa, hay
sensación de ardor, el sangrado es escaso. Sin la limpieza y atención adecuada se puede infectar con
facilidad.

Ilustración 11 Heridas Contusas


Heridas contusas: Producidas por piedras, palos, golpes de puño o con objetos duros. Hay dolor
e inflamación.

Ilustración 12 Amputación
Amputación: Es la pérdida parcial o completa de una extremidad como: un dedo, una mano, un
brazo, pie, etc.

Ilustración 13 Aplastamiento
Aplastamiento: Cuando las partes del cuerpo son atrapadas por objetos pesados. Pueden incluir
fracturas óseas, lesiones a órganos externos y a veces hemorragias externa e interna abundantes.
Ilustración 14 Moretón
Moretón: Es el daño a los tejidos blandos y vasos sanguíneos por debajo de la piel. El tejido pierde
su color y se inflama. Inicialmente la piel sólo se ve roja; pero con el tiempo se vuelve de color
morado o rojo oscuro. Un moretón grande o muy doloroso es señal de un daño severo a los tejidos.
2.- Síntomas y signos
 Rotura de la piel, que varía según el tipo de herida.
 Dolor.
 Hemorragia, que depende en parte de los órganos y vasos sanguíneos afectados.
3.- Primeros Auxilios según el tipo de herida
3.1.- Heridas leves
 Si la herida es en la mano, procura inmediatamente quitar anillos, pulseras u otros objetos que
puedan obstruir la circulación sanguínea.
 Lávate las manos con agua y jabón, antes de iniciar los primeros auxilios.
 Limpia la herida con agua limpia y jabón, después con un desinfectante, limpia los extremos
cercanos a la herida, evita que el desinfectante entre en la herida.
 Evita poner pomadas o polvos antibióticos.
 Si la herida no sangra la puedes dejar descubierta, siempre y cuando no sea expuesta a factores
infecciosos. También puedes cubrir la herida con una gasa estéril, puedes fijarla con una venda
(no apretada), o con cinta médica adhesiva.
 Cambia la gasa diariamente, observa si la piel presenta inflamación, enrojecimiento o dolor. Si
este es el caso, comunícate con tu médico para que te recete el medicamento adecuado.
3.2.- Heridas graves
 Por lo general una herida grave requiere de atención médica urgente, trata de localizar ayuda
médica de inmediato y prosigue con los primeros auxilios.
 Procura guardar la calma ante el herido.
 Lo primero que debes hacer es evaluar el tipo de herida
 Tomar signos vitales.
 Tratar de detener la hemorragia y prevenir el estado de shock.
 Cubre la herida, de preferencia con gasa estéril o de no contar con ella, utiliza el trapo más
limpio que encuentres.
 Cuando la herida fue causada por un cuchillo, picahielos, etc. y el objeto aún está clavado en el
cuerpo, por ningún motivo lo saques, debes tratar que el objeto se mueva lo menos posible,
puedes improvisar una especie de dona con tela o gasas y fijarla a la piel.
 No des de beber nada a la víctima.
3.3.- Herida por arma de fuego
La dirección que tomó la bala dentro del cuerpo es impredecible a simple vista, pero siempre hay
que pensar en órganos dañados, fractura de huesos, etc.
 Las heridas de bala deben ser atendidas de inmediato por un profesional médico.
 Revisa el lugar de la herida y procura detener el sangrado con un trapo, gasa limpia.
 Acuesta a la víctima de espaldas con las piernas recogidas (flexionadas), colocando cojines
debajo de las rodillas.
 Toma signos vitales
 Evita el estado de shock (ver shock)
 Mantén a la víctima acostada y cubierta con una manta, mientras llega la ayuda médica
profesional.
 No des de beber nada.
 Si la herida es en una extremidad (brazo, pierna), cubre la herida, entablilla y traslada al herido a
un centro médico.
3.4.- Heridas de cara y cráneo
Generalmente estas heridas son causadas por un golpe, una caída, un accidente automovilista; este
tipo de heridas, por lo general, sangran mucho debido a la vascularización de la zona.
A veces hay hundimiento del hueso y se observan sus bordes, hay salida de líquidos, hemorragia
por oídos y nariz. La víctima puede manifestar tener visión doble, presentar vómito, cosquilleo,
adormecimiento o parálisis de la cara.
 Procura recostar a la víctima y tranquilizarla.
 Limpia la herida con una gasa y agua limpia o suero fisiológico, no uses desinfectantes.
 Cubre la herida con una gasa, o tela limpia, evita ejercer presión sobre la herida, ya que puede
haber fractura con hundimiento del hueso.
 Procura mover lo menos posible a la víctima, para evitar mayores lesiones en caso de fractura de
cráneo o cuello, procura inmovilizar a la víctima con un collarín ortopédico.
 Cuando la herida está en un ojo o en ambos, no trates de quitar el objeto clavado, simplemente
cubre los ojos con un vaso desechable o algo similar y trata de fijarlo con una venda, y busca
ayuda médica profesional de inmediato.
3.5.- Herida por anzuelo
 En este tipo de heridas, lo indicado es observar la profundidad del anzuelo.
 Nunca trates de jalar el anzuelo.
 Si la punta salió por otro extremo, lo conveniente es cortar el extremo puntiagudo con unas
pinzas o alicatas limpias, y retirar el anzuelo por el lugar por donde entró. Si puedes cortar
ambos extremos del anzuelo, lo puedes sacar por cualquiera de los lados.
 Lava y desinfecta la herida.
 Si la herida fue muy profunda y sangra mucho, busca ayuda médica profesional.
3.6.- Levantamiento de piel
En este tipo de heridas, se ve claramente, una porción de la piel levantada.
 No laves la herida
 Intenta colocar la piel nuevamente en su lugar, cubre la herida con una gasa.
 Si el sangrado es importante, puedes aplicar un poco de presión con una venda ancha, para
detener la hemorragia.
 Aplica frío local y busca ayuda médica profesional, tal vez sea necesario poner algunos puntos
de sutura para cerrar la herida.
3.7.- Aplastamiento
 Procura, con ayuda de otra persona tratar de retirar el peso lo más rápido posible.
 En este tipo de emergencias, es de suma importancia el tiempo que la víctima estuvo aplastada,
toma el tiempo de la hora del accidente (si te es posible), y la hora en la que retiraron el peso.
 Controla las hemorragias graves y cúbrelas con un trapo limpio.
 En caso de haber fracturas procura inmovilizar la zona o completamente a la víctima.
 Tome signos vitales y procura que la víctima no caiga en shock.
PRIMEROS AUXILIOS

Heridas superficiales

1. Controlar la hemorragia, si la hay.


2. Limpieza y desinfección con agua y jabón, utilizando gasas estériles.
3. Secar bien la zona.
4. Aplicar antiséptico adecuado. Clorhexidina® 0,05%.
5. Tapar la herida con un apósito estéril (gasa, esparadrapo).
Heridas graves profundas

1. Valoración ABC, actuando en consecuencia.


2. Controlar la hemorragia si la hay.
3. Limpieza con suero fisiológico (o agua en su defecto).
4. Tapar con una gasa.
5. Traslado urgente a un centro sanitario, con una valoración continua.
Heridas graves perforantes y amputación

1. Valoración ABC, actuando en consecuencia.


2. Controlar la hemorragia si la hay.
3. NUNCA intentar retirar un objeto clavado.
4. Limpieza con suero fisiológico y tapar con una gasa.
5. Traslado urgente a un centro sanitario, con una valoración continua.

BIBLIOGRAFIA

1.- Capitan, L; Cano, A; Jiménez, R. Guía Práctica de Urgencias Quirúrgicas. Ed Indice y


Marcapáginas SL. Sevilla. 2000.
2.- Benavides, JA; Garcia, FJ; Guadarrama, FJ; Lozano, LA. Manual practico de urgencias
quirúrgicas. 1998.
3.- Triguero, JM. Consejos de urgencia. Ed Roche Farma. 1999.
4.- Lobo, E. Manual de urgencias quirúrgicas. 2ª edición. Ed: IM&C. 2000
5.- Duran Sacristan. Tratado de patología y clínica quirúrgica. Madrid. 1985.
6.- Gonzalez Bethencourt. Materiales de sutura en cirugía. Barcelona. 1980.
7.- Schwartz. Principios de cirugía. 6ª edición. Vol I Ed: interamericana. 1994.
TEMA:7
HEMORRAGIAS
Se llama hemorragia a la salida de la sangre de los vasos que la conducen. Las hemorragias, en su
mayor parte, son de origen traumático, sin embargo, se pueden presentar hemorragias de tipo no
traumático en el curso de algunas enfermedades, que llegan a producir roturas vasculares (tumores,
úlceras de estómago, várices, enfermedades infecciosas, etc.) y, por último, en un tipo de
enfermedad en que la sangre sufre alteraciones en su coagulación.
Las hemorragias se dividen de acuerdo con los vasos lesionados en:
 a) Hemorragia capilar: aquella hemorragia que se produce cuando la incisión afecta los tejidos
y secciona los vasos de pequeño diámetro, tanto arteriales como venosos; en estos casos, la
sangre brota de los bordes de la herida, llamándose hemorragia en sábana.
 b) Hemorragia arterial: es la que se produce al lesionarse arterias de mediano o grueso calibre,
entonces la sangre sale de color rojo intenso, en chorros intermitentes; rojo oscuro azulado y sale
resbalando de una manera continua.
 c) Hemorragias externas, internas y subcutáneas (debajo de la piel).

1.1.- Síntomas de una hemorragia


El principal factor que determina la gravedad de una hemorragia es la cantidad de sangre perdida
El síntoma más visible de la hemorragia es la propia pérdida de sangre. Pero en las hemorragias
exteriores muy profundas o en las internas pueden presentarse alteraciones generales muy
particulares, constituyendo el cuadro clínico del llamado shock hemorrágico.
Se presenta palidez de la piel, la cual está a su vez fría, la mucosa de los labios blanquecinas, pulso
rápido pero de un latido muy débil, respiración lenta y superficial, y a veces entrecortada como si le
faltase el aire, el paciente se encuentra intranquilo e irritable aun cuando esté semiinconsciente.
Si la hemorragia continúa llega el síncope cardíaco y muerte. Este estado es el llamado shock
hemorrágico. Si la hemorragia puede contenerse y empezar el tratamiento adecuado, según se
indicará, el herido va recuperándose lentamente, según el grado de anemia por la sangre perdida.
2.2.- Primeros auxilios en casos de hemorragias
 Acostar al herido, colocar la cabeza más baja que los pies. La quietud de la parte herida ayuda a
formar un coágulo.
 Evitar el enfriamiento del accidentado, así como evitar cualquier compresión del cuerpo,
aflojando el cuello, el cinturón o toda ligadura.
 Si la herida es en un miembro, elevar ese miembro.
 Detener la hemorragia. En las hemorragias externas es fácil realizar maniobras para detener la
hemorragia, dentro de las normas siguientes:
 Rapidez en la actuación: hay que actuar con tranquilidad y decisión; pues cuanto menor sea la
pérdida de sangre, mejor será el estado del paciente.
 Utilizar el medio más seguro y que menos consecuencias o complicaciones puede dejar Lo
mejor es una compresión manual adecuada, en la raíz del vaso correspondiente, pues así no se
lesiona ningún tejido y se puede dejar fluir de cuando en cuando un poco de sangre para irrigar y
oxigenar los tejidos del miembro lesionado.
 Si se usa hemostasia mecánica con torniquete, anotar cuidadosamente y en sitio bien visible, la
hora en que ha sido colocado. La hemostasia (detención de la hemorragia) puede hacerse
también directamente en la herida; pero esto es cuando la hemorragia es pequeña, de vasos
capilares; entonces se hace la presión directamente sobre el lugar sangrante. Para hacer esta
presión se usará una compresa estéril o en su lugar un pedazo de tela o un pañuelo lo más limpio
posible. Pero no siempre puede hacerse con una compresión manual; entonces se tendrá que
recurrir al torniquete; este puede hacerse con una cuerda, un pañuelo, un tubo de goma de
irrigador, la correa de una máquina de coser, una corbata, etc.
 Para colocarlo, si la longitud lo permite, se dan dos vueltas alrededor del miembro y se hace un
nudo sencillo y luego otro que coja un pedazo de madera, un lápiz, etc. Una vez colocado, se
gira esta hasta obtener la presión deseada. El torniquete sirve para evitar la hemorragia de un
miembro interrumpiendo la circulación del tronco arterial principal; por ello para colocar un
torniquete y que sea efectivo, se colocará lo más cerca de la base del miembro, o sea, lo más
cerca del cuerpo.
2.- Tratamiento general del hemorrágico
Hasta la llegada del médico o personal de salud, tápese con frazadas al herido para evitar el
enfriamiento. Si la hemorragia es externa y no hay sospecha de que exista otra lesión profunda, por
ejemplo, abdominal, puede darse a beber al accidentado agua fría, así como también café; no se dé
nada líquido, si el accidentado está sin conocimiento.
RESUMEN APU

Primeros auxilios en hemorragias externas

1. Valoración ABC actuando en consecuencia.

2. Presionar directamente sobre la herida con una gasa estéril o con algo limpio (sábana, ropa). Si la
gasa se empapa, no levantarla nunca, sino colocar más encima.

3. Elevar el miembro afectado, en el caso de hemorragias en extremidades.

4. Traslado urgente a un centro sanitario, haciendo una valoración continua.

También es aconsejable tumbar a la persona y colocar en la posición antishock para prevenir una
lipotimia (e incluso el shock hipovolémico). Con este simple procedimiento se controlan la gran
mayoría de hemorragias. Tras controlar la hemorragia, se tratará a continuación la herida causante.

Aunque el torniquete es una maniobra encaminada a controlar una hemorragia grave, que no cede
con unos adecuados primeros auxilios. Es una técnica peligrosa, con importantes complicaciones
posibles (gangrena y muerte) y que solo debe realizarse en último extremo. La única situación
donde estaría indicado realizar un torniquete es en caso de una amputación donde la hemorragia sea
incontrolable.
Primeros auxilios ante un sangrado o una hemorragia interna

En estos casos es muy difícil detectar la hemorragia, por lo que ante cualquier sospecha (tras caída
de altura, accidente de tráfico) y por la gravedad que acompañan, la actuación se centrará en:

 Valoración ABC, actuando en consecuencia.


 Prevenir y tratar un posible shock hipovolémico (por pérdida importante de sangre), colocando
a la persona en la posición antishock.
 Evitar pérdida de calor, abrigando a la persona accidentada. Aflojar las ropas.
 Traslado urgente a un centro hospitalario haciendo una valoración continua.

BIBLIOGRAFIA

1.- Capitan, L; Cano, A; Jiménez, R. Guía Práctica de Urgencias Quirúrgicas. Ed Indice y

Marcapáginas SL. Sevilla. 2000.

2.- Benavides, JA; Garcia, FJ; Guadarrama, FJ; Lozano, LA. Manual practico de urgencias

quirúrgicas. 1998.

3.- Triguero, JM. Consejos de urgencia. Ed Roche Farma. 1999.

4.- Lobo, E. Manual de urgencias quirúrgicas. 2ª edición. Ed: IM&C. 2000

5.- Duran Sacristan. Tratado de patología y clínica quirúrgica. Madrid. 1985


SHOK HIPOVOLEMICO

El denominado shock hipovolémico es una situación que requiere atención médica inmediata y que
produce tras la pérdida de más de la quinta parte del volumen de sangre que circula en el
organismo. Esta pérdida hace que el corazón no pueda bombear la cantidad necesaria de sangre
hacia el cuerpo y por tanto llegue menos oxígeno a los tejidos, lo que puede hacer que los diferentes
órganos dejen de funcionar y se pueda incluso producir la muerte del paciente.

Esta importante pérdida de volumen de sangre circulante que origina el shock hipovolémico puede
estar ocasionada por dos causas:

 Hemorragias debidas a heridas o lesiones traumáticas y al sangrado interno consecuencia de un


traumatismo a alguna enfermedad concreta.
 Pérdida de líquidos (deshidratación), a causa de quemaduras, diarreas, vómitos o hiperhidrosis
(sudoración excesiva). En estas ocasiones el organismo tiende a reponer el líquido perdido a partir
de la sangre, lo que reduce su volumen circulante.
El shock hipovolémico puede producir la pérdida de la consciencia, aunque ésta va precedida de
otros síntomas:

 Caída de la tensión arterial.

 Hipotermia.

 Sudoración fría.

 Ansiedad.

 Estado de confusión.

 Debilidad general.

 Palidez de la piel.

 Pulso rápido, aunque muy débil.

Tratamiento del shock hipovolémico


Lo más importante es trasladar a la persona que sufre un shock hipovolémico a un centro
hospitalario, pero debe hacerse en una ambulancia con vigilancia médica. Por tanto, lo primero que
hay que hacer es llamar al servicio de emergencias y mientras llega la asistencia médica tomar una
serie de precauciones:
 Mantener caliente al paciente para evitar la hipotermia, tapándole con cualquier prenda que se tenga
a mano Un abrigo, mantas, etc.).

 No se le deben administrar líquidos.

 Si se detecta alguna lesión clara en la cabeza, la espalda, una pierna o el cuello no se la debe mover
bajo ningún concepto. Si no es así habrá que colocarla tumbada boca arriba y con los pies en alto,
con el fin de favorecer el retorno sanguíneo.

Una vez que el paciente ha llegado al hospital, la prioridad inmediata es la reposición de la sangre
y/o los líquidos perdidos. Para ello se instalará una vía a través de la cual se administrará suero o, si
es necesario sangre o hemoderivados. Si la presión arterial es baja se administrará algún
medicamento que permita devolverla a la normalidad (dopamina, epinefrina, etc.). También será
necesario monitorizar al paciente y controlar la secreción de orina mediante la colocación de una
sonda vesical.

Ante un schok hipovolémico, el pronóstico dependerá de la gravedad del mismo, directamente de la


cantidad de sangre/líquido que se ha perdido, del tipo de lesión o enfermedad que lo ha causado y
de la edad del paciente, ya que entre las posibles complicaciones que se pueden producir figuran la
posibilidad de sufrir un ataque cardiaco, que algunos órganos (riñón, cerebro, etc.) puedan sufrir
daños irreversibles e incluso la muerte.

Potrebbero piacerti anche