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45 °
D + G + M*
d ≡ ∂D/∂Y < 1
E≡C+I+G≡D+G+M (2)
en donde:
=> H = Y - Ē - eY
= Y(1 – e) – Ē
H
=> 1 e s <= propensión marginal a ahorrar
Y
T
m <= propensión marginal a importar.
Y
Entonces:
H = Y –E, T
A s
-m
0
Y
T(Y, Y*, p)
La ventaja: Distingue el nivel total de gasto de su composición entre bienes internos y externos.
II Estática comparativa
H = Y – E, T
Y – E(Y, G)
A’
A
T’
Y0 Y0’ Y
Desviación de la demanda de importación hacia los bienes internos, esto implica que el
gasto de importación será menor a la demanda, así como el exceso de demanda de bienes
internos será mayor, en consecuencia, T’ también se desplazará hacia arriba como en el caso
anterior por lo que también se consigue una mejora en la balanza comercial y un aumento en el
nivel de renta. La función Y – E no se ve afectada.
El efecto algebraico de las modificaciones se deduce de (3)
Y = (Ē + T )/(m + s)
Y = (Ē + M* - M)/(m + s)
Esto implica que un argumento autónomo de las importaciones con una relación
compensadora en los bienes internos, reduce la renta de equilibrio y a la inversa.
El efecto sobre la balanza comercial:
En el libro sólo se analiza el caso de que el incremento del gasto sólo sea en bienes
internos (por lo tanto no se desplaza T), esto implica que mejora el nivel de gasto, pero empeora
la balanza comercial por que la mejora en el nivel de gasto hace aumentar también las
importaciones, y por lo tanto empeora la balanza comercial.
H = Y – E, T H
H’
A
A’
Y
Y0 Y0’
T
Y = Ē (Y, p, g) + T (Y,Y*, p)
Y = Ē + eY + T – mY
Y – eY + mY = Ē + T
Y(s + m) = Ē + T
Y = (Ē + T )/(s + m)
Y = (Ē + M* - M)/(m + s)
∂Y/∂Ē = [(m + s) (1 + 0 + ∂M/∂Ē) - (0 + 0) (Ē + M* - M)] /(m +s)2
= (m + s)(1 + ∂M/∂Ē)/(m +s)2 = (1 + ∂M/∂Ē)/(m + s) (9)
De (9) se deduce que la renta no se verá afectada si todo el mayor gasto recae en
importaciones (∂M/∂Ē = 1), y que en este caso, la balanza comercial empeora en el monto del
incremento del gasto.
Por otro lado, si todo el gasto se realiza en bienes internos la producción se elevará por el
funcionamiento del multiplicador normal y el empeoramiento de la balanza comercial es sólo una
fracción m/(s + m), del mayor gasto. Que es el caso del ejemplo.
H = Y –E, T
H
A’’ Y0
Y
A
A’
T
Esta situación requiere dos instrumentos, uno para lograr el equilibrio interno elevando la
demanda de bienes internos y otro que impida el empeoramiento del equilibrio externo, en el
siguiente capítulo se discuten la devaluación y los aranceles como posibles instrumentos.
No necesariamente hay un dilema siempre déficit/desempleo y superávit/superempleo
son las únicas problemáticas. Las otras dos se resuelven con una expansión o una contracción
de la demanda.
La idea que vamos a exponer es que las consideraciones del equilibrio externo plantea
una restricción importante a la estabilización macroeconómica.
T=0
Y*
Y0* Y*
Ahora:
=> mY = Y* - Ē* – e*Y* + T
= Y* - Ē* – e*Y* + (T* + m*Y*) – M
= Y*(1 – e* + m*) – Ē* + T * - M
= Y*(s* + m*) – Ē* + T * - M
=> mY = T * + m*Y* - M – T
Y = ( T * + m*Y* - M – T)/m
Para estudiar esto con la ayuda de las ecuaciones (3) y (11). Diferenciamos el sistema y
supondremos un crecimiento exógeno en el gasto interno; la pregunta aquí es cómo se
presentan para este modelo, los efectos de repercusión en el caso de un incremento en el gasto
interno. Para ello supondremos que las producción de cada país se ajustará en proporción al
exceso de demanda; es decir:
ỷ = k1[E(Y, G) –T(Y, Y*) –Y] ỷ = dY/dt (A.1)
en donde las ki son las variables de ajuste. Con el fin de investigar la estabilidad del
sistema en torno al equilibrio, y en aras de la sencillez, supondremos que las velocidades de
ajuste son iguales a la unidad, ki = 1, entonces:
ỷ = [Ē + eY + T – mY – Y]dt
= [Ē + T – Y + eY– mY]dt
= [Ē + M* – M – Y + eY– mY]dt
= [Ē + T * + m*Y* - M – Y( 1 – e + m)]dt
= [Ē + T – M + m*Y* - Y(s +m)]dt
= m*Y*dt – Y(s + m) dt ; Ydt = Y - Y y Y*dt = Y* - Y *
= m*(Y* - Y *) – (s + m)(Y - Y )
= -(s + m) (Y - Y ) + m*(Y* - Y *) introduciendo k1:
=-k1(s + m)( Y - Y ) + k1m*(Y* - Y *)
análogamente:
( s m) m * Y Y
m (s * m*)Y * Y * 0
La ecuación característica sería:
En donde: |s + m +s* + m*| > |√[s2 + 2s*s + 2 ms + 2m*s + s*2 + 2s*m + 2 s*m* + m2 +
6mm* + m*2] |
ya que 0 < s < 1; 0 < m < 1; 0 < s* < 1; 0 < m* < 1
Y
Y*
Fig. A - 1
Pp. 60
Y*
0 dE m*
D1 det 0 0 s * m * ( s * m*)dE
1 0 m *
0 s m dE
D 2 det 0 m 0 ( m) dE
1 m 0
dE sm m*
D3 det 0 m s * m * ( ms*)dE
0 m m *
y
1 sm m*
det 0 m s * m * ( s m)( s * m*) mm* 0
0 m m *
Entonces :
dY D1 ( s * m*) 1
dE ( s * m*)(s m) mm * mm *
( s m)
( s * m*)
(14)
ms* 1m*
m
dT D3 ms* (s*m*) (s*m*)
(16)
dE (s*m*)(sm)m * m * m *
(s m) (s m)
(s*m*) (s*m*)
que ha de compararse con (10) para entender los efectos de repercusión para este caso
particular. El autor concluye que un desplazamiento del gasto agregado hará que la renta se
eleve en una cuantía mayor, y que la balanza comercial empeore en una cuantía menor, que en
ausencia de los efectos de repercusión.
3. – Desviación de la demanda.
W T=0
Y
T’ = 0
A
Y’
A’
¿Una transferencia de un país a otro dejará la balanza por cuenta corriente en equilibrio
una vez que se hayan tenido en cuenta los cambios inducidos en las rentas? o ¿se producirá un
déficit o un superávit para el país pagador de la transferencias?
¿Se cumplen las condiciones bajo las cuales la producción permanecerá invariables? La
respuesta es sí, si el mayor gasto extranjero compensa exactamente nuestro menor gasto.
Ahora bien, cuando no se generan efectos de distribución el saldo de la cuenta corriente
empeora como función directa de la transferencia pagada: sin embargo, mejora cuando se
reduce la renta disponible mejora en el exterior, con el siguiente incremento de nuestras
exportaciones. El efecto es, entonces, por esta explicación:
Es decir, la balanza por cuenta corriente mejora o empeora si la suma de las presiones
marginales a la importación supera o no la unidad.
En el caso donde no existen efectos de distribución
1
Esto se deduce de los impuestos y es fácilmente demostrable, por los que consideré muy redundante la demostración.
Como vemos nuestras exportaciones no aumentan en la misma cuantía de la
transferencia, resultando un déficit de la balanza por cuenta corriente.
Para desarrollar este sistema debemos recordar que el gasto dependerá de la renta
disponible en el interior Y- K y el exterior Y* + K, lo que nos permite expresar el sistema de la
siguiente manera:
0 s m m * dT (m * d)dk
0 m s * m * dY (d * m)dk
1 m m * dY *(m * m)dk
Resolviendo por la regla de Cramer (método que se mostró para el caso de cambios en el
gasto) obtenemos:
0 (m * d ) dk m*
D 2 det 0 (d * m) dk s * m * (m * s s * d )dk
1 (m * m)dk m *
0 s m (m * d )dk
D3 det 0 m (d * m)dk ( sd * s * m)dk
1 m ( m * m)dk
dY (m * s ds*) (m * s ds*)
dk ( s m)( s * m*) mm *
y (19)
dY * ( sd * s * m) ( sd * s * m)
dk ( s m)( s * m*) mm *
y
d(Y* + k)/dk = dY*/dk + 1 = (- e + 1)/∆ = s/∆ (20)
IV – INTERTEPENDENCIA
*Nota: La intención de este texto fue desarrollar matemáticamente las ecuaciones del
capítulo III de “La macroeconomía de una economía abierta” de R. Dornbush, con la intención
de hacer clara la exposición se siguió el desarrollo del libro, salvo en algunas ecuaciones, en
donde fue necesario desarrollar las Notas Finales del capítulo.
Todos los desarrollos están hechos paso a paso, excepto los últimos donde se considera
que los procesos anteriores dan suficiente base para comprenderlos y desenvolverlos paso a
paso.
Espero que este esfuerzo sea muy útil a todos los que lo revisen.
L.E.C.C
I. El modelo.
(1) p ≡ eP*/p
que indica la dimensión de las unidades de producción interna por unidad de producción
extranjero. Una elevación de p implica un deterioro en la relación real de intercambio. El precio
relativo determina, para un nivel dado de renta, y del gasto, la composición del gasto interno
entre importaciones, una elevación de p, reducirá las importaciones. Este supuesto se recoge
en (2), donde la demanda extranjera de nuestros bienes es una función del precio relativo,
siéndolo también la demanda interna de importaciones:
De (3) se deduce que la balanza comercial depende de la renta y de los precios relativos.
Sin embargo, hay que señalar que un incremento en el precio relativo de las importaciones no
necesariamente mejora la abalanza comercial. Esto depende de las elasticidades precio de las
importaciones y las exportaciones. Esto queda formalizado en la condición Marshall – Lerner
que se deriva a continuación.
α* ≡ (∂M*/∂p)p/M* > 0
α ≡ -(∂M/∂p)p/M >0
T = M*(p) – pM(p, Y)
dT/dp = dM*/dp – [(dp/dp)M + pdM/dp]
dT/dp = dM*/dp – M – p(dM/dP)
dT/dp = pM/pM[dM*/dp – M – p(dM/dp)]
dT/dp = M(dM*/dp (p/pM) – pM/pM -dM/dp (p/M))
Suponemos que existe un equilibrio comercial inicial o sea M* = pM y por tanto:
dT/dp = M(dM*/dp (p/pM*) – 1 - dM/dp (p/M))
dT/dp = M(α* - 1 + α)
=> dT/dp = M(α* + α - 1) (4)
Y = E + eY + T – mY
Y – eY +mY = Ē + T
Y(1 – e + m) = Ē + T
Y(s + m) = Ē + T
Y = (Ē + T)/(s + m)
( E T ( s m)
( s m) ( E T )
Y
p p
YY
p ( s m) 2
Y ( s m)(0 M ( * 1))
YY
p ( s m) 2 (6)
Y M ( * 1)
YY
p sm
p sm
YY
Y M ( * 1)
P YEq. Interno.
p sm
Y M ( * 1)
T=0 Eq. ext.
P0
II y IV - Conflicto
“Policy Mix”
Desempleo (III)
Déficit (II) Superempleo
Déficit
Y
Fig
4 – 2.
1.- Devaluación
Supongamos que le precio de bienes internos y los externos están dados, y por tanto, la
relación real de intercambio depende sólo del tipo de cambio. Una depreciación de la moneda
hará que se eleve el precio de la moneda interna de las importaciones, es decir, que empeore la
relación real de intercambio. Entonces, de acuerdo a los supuestos establecidos, existe una
relación biunívoca entre la depreciación del tipo de cambio y el empeoramiento de la relación
real de intercambio:
p e (7)
p dp p
donde el signo ^ designa una variación en porcentaje , esto es .
Entonces de la ecuación de equilibrio (5) se puede calcular la variación de la renta de
equilibrio:
Y = E(Y) + T(p, Y)
Y = Ē+ eY + T – mY
Y – eY + mY = Ē + T
Y(1 – e +m) = Ē + T
Y(s + m) = Ē + T
Y = (Ē + T)/(s + m)
M* *
( 1)
dY p
dp sm ; ya que como M* = pM => M*/p = M
Y M * ( * 1) M * ( * 1) 1
p ( s m) p ( s m) p
M * ( * 1) p p e
Y ; pero
( s m) p p e
´(8)
M * ( * 1) e
Y e
( s m)
M * ( * 1)
Y eˆ
s m
d T /dp = (M*/p)(α* + α - 1)
d T =[M*(α* + α - 1)]· e
Entonces de (3):
T= M*(p) – pM(p, Y)
T = T - mY
dT/dp = d T /dp – m(dY/dp) Sustituyendo y despejando:
mYe
T M * ( * 1) eˆ
e
T M * ( * 1) eˆ mY
Sustituyendo(8) :
M * ( * 1)
T M * ( * 1) eˆ meˆ
sm
M * ( * 1) e
T M * ( * 1) m
sm e
Te mM * ( * 1)
M * ( * 1)
e sm
(9)
Te ( s m) M * ( * 1) mM * ( * 1)
e sm
Te ( s m) m
M * ( * 1)
e s m
Te s
M * ( * 1)
e s m
s e
T M * ( * 1)
sm e
s
T M * ( * 1) eˆ
s m
Como vemos si se satisface la C. M.–L. una depreciación del tipo de cambio real
mejorará la balanza comercial. Sin embargo, la expansión inducida por el desplazamiento de la
demanda hacia bienes internos provoca un incremento de las importaciones eliminando
parcialmente la mejora inicial de la Balanza Comercial debido a la depreciación. El término s/(s
+ m) refleja este efecto reductor.
Cabe señalar que un cambio en el precio relativo lleva consigo efectos renta y sustitución.
Las elasticidades de demanda en la ecuación (4) pueden, por tanto dividirse en esos dos
efectos definiendo las elasticidades precio compensadas o las elasticidades de sustitución
puras, obteniendo:
* * m* ; m (10)
Sustituyendo en la C. ML.:
M ( * 1) * m* m 1)
por lo tanto, una condición suficiente para que una depreciación mejore la balanza
comercial es que la suma de las propensiones a la importación m + m*, sea mayor que la
unidad.
2.- Arancel
Y E (Y ) T ( p, Y ) (5)
Y DM *
Y D pM ( M * pM ) ( p p ) M
Y D p (1 t ) M ( M * pM ) tpM
Y E T tpM
(5a)
De (5a), haciendo el arancel inicial cero, se deduce el impacto sobre la renta:
(continúa en la siguiente pag.)
Y E T tpM
Y E eY T mY tpM
Y (1 e m) E T tpM
Y ( s m) E T tpM
E T tpM
Y
( s m)
D * pM tpM M * pM tpM
Y
( s m)
D M * D pM
Y
sm sm
0
D p M ( s m)
( s m) M p ( D pM )
Y p p p p
p ( s m) 2
pM M
(M p)
Y pM p
p sm
pM M p 2
M
Y pM p pM
p sm
M p
M 1
p M
sm
M (1 )
( s m)
M*
(1 )
p
sm
M * (1 ) 1
sm p
Y M * (1 )
p
p sm
Y M * (1 )
p sm
Y M * ( 1)
p sm
(11)
Esto último se explica porque: p p (1 t ) ; despejando t:
p
t 1
p
p p
p p
t p p p
0 2
p p 2
p
p p (1 t )
t 2
p 2 p
p p
(1 t )
p
p
(1 t )
t p
p
1
t p
p
p
t
p
1 p
t p
Así pues, un arancel lleva a una expansión de la producción siempre que la demanda de
nuestras importaciones sea mayor que uno. Sólo si la elasticidad precio es lo suficientemente
alta, el gasto en importaciones, a precios internos disminuirá, aumentando la demanda de
bienes internos. Sólo si la elasticidad de la demanda es mayor que la unidad, el efecto
sustitución predomina sobre el efecto renta, en cuyo caso tiene lugar un aumento de la
producción.
El efecto de un arancel sobre la balanza comercial es más directo:
Una vez obtenido esto, obtendremos la derivada de la Balanza Comercial con respecto a
t:
T T mY
T Y
M * m
t t
Y
Sustituyendo :
t
T M * ( 1)
M * m
t sm
T mM * ( 1)
M *
t sm (12)
T (s m)M * mM * ( 1)
t sm
T (s m) m( 1)
M *
t sm
T s m m m
M *
t sm
T s m
M*
t s m
Esta relación nos indica que si α = 1 el incremento en la renta del arancel dT = pMdt es
igual a la mejora en la Balanza comercial originándose un superávit que compensa el superávit
presupuestario. Si la elasticidad de la demanda es mayor que 1, la balanza comercial mejorará
en una mayor proporción, a pesar del incremento de la renta y viceversa.
3. – Subsidio a la exportación
No afecta el precio interno de los bienes, pero reduce el coste real de nuestros
exportables para el resto del mundo. El precio de precio al que se enfrentan los extranjeros es
p* = p/(1 – v) siendo v el responsable del subsidio.
El aumento de exportaciones inducido por un subsidio hace que se eleven la producción
y el empleo. La producción se eleva en
p p * p *
p * p
p p p
0 2 2
p p * p *
p
p p *
p p(1 )
p p
p * p
Si ν=0 inicialmente: p
Entonces:
Y E eY T mY
Y eY mY E T
Y(1 e m) E T
Y (s m) E T
E T D M *
Y
sm sm
D M * (s m)
(s m) (D M*)
Y p p p Suponemos un cambio unitario de p
p (s m)2
M * pM M * M * p
M
Y p pM p p pM
p s m s m s m
M * p M *
M
Y p M * p M * * 1
p s m s m s m p
M * * p
Y
sm p
M * *
Y p
sm
Y M * *
p sm
Y M * *
13
sm
T T mY
T Y
M * * m
T M * *
M * * m
sm
T ( s m) M * * mM * *
sm
En esta parte se estudia la relación entre los salarios y la relación real de intercambio, por
un lado, y los salarios y el desempleo por otro, el análisis demostrará que un cambio en los
precios relativos implica un cambio en los salarios reales o en el nivel de vida. La resistencia de
los salarios reales va a ser un obstáculos para lograr un ajuste completo.
1. Salarios, costes y precios
Las empresas fijan sus precios mediante una simple adición (mark – up) al coste unitario
del trabajo:
P = aW(1 + x) (20)
Por lo tanto aW es el costo unitario del trabajo, que incrementado por le porcentaje de
beneficios nos dará el precio. Cuanto mayor sea la productividad del trabajo, menor será la
cantidad unitaria de trabajo y, en consecuencia, menores serán los precios en relación a los
salarios.
Q = pβ(p*e)1 - β (21)
W = wQ (22)
Esta ecuación define la única relación de intercambio p consistente con el salario real
exigido por el trabajo, la política de precios practicada por las empresas y la productividad
imperante. Llamaremos a p la relación real de intercambio requerida para distinguirla de la
vigente.
¿w es exógena, o depende del nivel de empleo? Nuestro supuesto simplificador será que
la demanda de salario real será una función creciente del cociente entre la producción real y la
de pleno empleo:
w w (Y / Y ) (24)
en donde:
w cte
elasticidad del salario real requerido con respecto al nivel de producción y el
empleo.
Sustituyendo (24) en (23) se obtiene la fórmula final para la relación de intercambio
requerida:
1
p aw(1 x ) 1
1
(1 x )aw (Y Y ) 1
(25)
p, p
Viceversa
Relación real de intercambio implica un w menor
(por el sobreempleo, es de esperar que los w se
eleven mejorando la relación de intercambio.
A’ Equilibrio interno no sostenible
A p (a , w , x , Y / Y )
¿Puede una devaluación resolver el problema? No, si existe resistencia de los salarios
reales. A largo plazo, la devaluación no puede resolver un problema de desempleo estructural
que tiene sus raíces en los la resistencia de los salarios reales.
La rigidez de los salarios implica una restricción adicional a los políticas que persiguen el
logro del equilibrio interno y externo. Por ello deben encontrarse políticas que contribuyan a
reconciliar el equilibrio interno y externo con la exigencia de los salarios reales.
¿Cuáles podrían ser los elementos de tales políticas estructurales? Un aumento en la
productividad podría vencer la resistencia de los salarios reales inconsistente con un nivel de
competitividad que garantice el pleno empleo, pero es difícil. Otra posibilidad es un subsidio al
empleo o un recorte en los márgenes de beneficio mediante una disminución de los impuestos
al empleo o de cargas de seguridad social. Esos subsidios o reducción de impuestos
introducirán una diferencia entre los salarios recibidos por los trabajadores, W, y el coste del
trabajo para las empresas W’. Si el subsidio se establece con un tipo v, entonces W’ = W(1 – v);
sustituyendo esta expresión en (20) se obtiene:
1
p aw(1 x)(1 )
(23a)
1
Los subsidios introducen un cuña entre los costes laborales y los salarios haciendo
posible lograr la consistencia y la competitividad al mismo tiempo, aunque no debemos
deslumbrarnos con esta solución, ya que se sustituye el problema de los salarios reales por un
déficit presupuestario.
3. El proceso de ajuste
h(Y Y ) kT (Y , p ) G
G (G, p )
p Y G 0
A’
p 0
T
Y
G
FIG 4 - 7
p p( p / p ) p' 0 p(1) 0
h(Y Y ) kT (Y , p ) G
G (G, p )
Posiciones de equilibrio:
p
p eq tal que : 0
p
p
1
0
aw(1 x)
1
1
p aw(1 x ) 1 0
1
aw(1 x) 1 0
1
p