Sei sulla pagina 1di 12

APUNTES DEL CURSO DE PROFUNDIZACION – I – 2015:

Desarrollo Socioemocional a lo largo del ciclo vital


Dr.(c), M.Cs., Esteban Gómez Muzzio. E-mail: eagomez@uc.cl

El objetivo de este CURSO DE ESPECIALIZACIÓN: “Desarrollo Socioemocional a lo


largo del Ciclo Vital: teoría y evidencia para la evaluación e intervención”, es contribuir a
abordar la relación entre el ejercicio de la parentalidad en los espacios cotidianos de crianza
y el desarrollo socioemocional temprano, con una mirada centrada en explorar el rol del
diálogo cotidiano entre adultos y niños. Para ello, se revisan distintas propuestas teóricas
respecto a qué es el desarrollo socioemocional; luego, se organiza la literatura sobre cómo se
construye, cuál es el entorno normativo del desarrollo socioemocional temprano y qué
mecanismos estarían a la base de su progresión natural; finalmente, se identifican
determinantes del desarrollo socioemocional, con un especial énfasis en la parentalidad, los
estilos de crianza y el lenguaje parental dirigido al niño.

NOTA PRECAUTORIA: este documento es de propiedad intelectual del Dr.(c) Esteban Gómez
Muzzio (2015), y únicamente puede ser usado como material de consulta complementario a
los contenidos revisados en el curso en el que usted participó. NO PUEDE ENTREGARSE A
OTROS, bajo ningún argumento, ni copiarse, citarse o difundirse, utilizando ningún
mecanismo de reproducción física o virtual, totalmente ni por partes. Además, el autor deja
constancia que este es un material en desarrollo, por lo cual el modelo teórico presentado no
está aún en su estado final.
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

¿Qué es el Desarrollo Socioemocional?

Si preguntamos cómo reconocer un adulto con desarrollo socioemocional adecuado,


la mayoría de las personas estaría de acuerdo en que debiese tener confianza en sí mismo y
capacidad para confiar en los demás. Que será empático y curioso, abierto al otro, capaz de
usar el lenguaje para comunicar sus necesidades y anhelos, modulando emociones y
comportamientos; por ejemplo, inhibiendo la expresión de su rabia en una discusión para
permitir el diálogo, ajustando la intensidad de su alegría para sintonizar con la tristeza de un
amigo, etc., relacionándose bien con los demás (Cohen, 2005).
Sin embargo, más allá de esta intuición el concepto "desarrollo socioemocional" (en
adelante, DSE) no cuenta con una definición clara y de consenso entre los investigadores.
Existe un importante camino a recorrer en términos de conceptualización y ordenamiento
de la literatura (véase Gross, 2014; Eisenberg et al., 2014), conviviendo tradiciones de
investigación diversas que no siempre se conectan o articulan. Mientras que en bebés se
investiga "atención conjunta", "temperamento", "reactividad emocional", "auto-regulación",
"regulación emocional", "apego" o "referencia social", entre otros; en preescolares se
investiga "teoría de la mente", "apego", "integración al grupo de pares", "autonomía" o
"problemas conductuales"; en escolares se tiende a hablar de "habilidades sociales",
"conducta prosocial", "problemas externalizantes", "salud mental", etc. Y en todos estos casos
pueden encontrarse referencias al concepto "DSE", dando cuenta de lo polívoco o de la
densidad semántica del término.
Para el grupo de expertos de la organización internacional Zero to Three, el DSE
temprano es "la capacidad del infante para experimentar, regular y expresar emociones,
formar relaciones cercanas y seguras, y explorar el entorno y aprender" (Zero to Three, 2001,
en Zeanah, 2009, p.6). En este sentido, un niño o niña con un "buen DSE" se caracterizará por
tener un conjunto de competencias que le permitan entender a los otros y el contexto, regular
o modular sus emociones en función de sus metas, comunicar de manera flexible sus
necesidades y propósitos, y ajustar o corregir sus conductas sociales para reorganizarlas
constantemente. Por ejemplo, activando conductas de apego si la finalidad es aumentar la
proximidad y reducir el estrés; conductas de juego si es recrearse y explorar; o conductas de
hostilidad si es defenderse (Cassidy & Shaver, 2008).
Como primer paso hacia una definición del concepto DSE, Squires, Bricker y Twombly
(2013) han propuesto tratarlo como un constructo bidimensional, que integra competencias
del área social (permiten y facilitan la relación con los demás), y competencias del área
emocional (permiten reconocer, modular y/o comunicar las emociones al servicio de una
meta); ambas áreas están conectadas e íntimamente relacionadas, pero representan
dominios diferenciables.
Respecto a la competencia emocional, Campos, Mumme, Kermoina y Campos (1994),
la definen como la habilidad para regular efectivamente las emociones con la finalidad de

2
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

alcanzar las metas propias. Squires, Bricker y Twombly (2013), por su parte, la definen como
"el manejo o regulación de las propias respuestas emocionales para obtener las metas
deseadas de formas que sean aceptables para los demás" (p. 8). Una revisión amplia de la
literatura permite identificar un consenso respecto a una cierta equivalencia entre
competencia emocional y el logro de la auto-regulación, especialmente de la regulación
emocional, reconociéndola como el hito más importante en el desarrollo socioemocional
temprano (Lengua, 2002; Eisenberg & Spinrad, 2004; Karreman, Tuijl, van Aken & Dekovic,
2006; Muralidharan, Yoo, Ritschel, Simeonova & Craighead, 2010; Kim-Spoon, Cicchetti &
Rogosch, 2013; Gross, 2014).
Por otra parte, Raver y Zigler (1997) definen la competencia social como un abanico
de conductas que permiten desarrollar relaciones e involucrarse en interacciones con pares,
hermanos, padres y otros adultos. Para Fabes, Gaertner y Popp (2006), la competencia social
"refleja las habilidades de los niños para formar relaciones sociales positivas y exitosas" (p.
299). Para Squires, Bricker y Twombly (2013), este concepto implica "la habilidad del niño/a
para usar una variedad de respuestas comunicativas e interactivas para manejar
efectivamente su entorno social" (p. 8).
Sin embargo, en las definiciones expuestas no queda claro a primera vista cuáles son
esas capacidades o habilidades que permiten a los niños formar relaciones positivas o
manejar de forma exitosa su entorno social. Tampoco queda claro cómo se desarrollan dichas
capacidades o cuáles serían sus determinantes. Así, la definición del constructo DSE hasta
este punto no queda completa, siendo necesario ir más allá, hacia la intersección con otros
campos de investigación.
Como se mostrará a continuación, en los trabajos teóricos y empíricos que aluden al
DSE se reiteran esencialmente tres elementos definitorios: (a) la capacidad para identificar y
modular las emociones, o "regulación emocional", (b) la capacidad para comprender las
claves sociales y usar ese conocimiento para modular el propio comportamiento, o "cognición
social", y (c) la capacidad para comunicarse e interactuar con los otros en función de los dos
procesos anteriores, o "competencia comunicativa".
En los tres casos se habla de capacidades o competencias. Esto es relevante, ya que
supone que los componentes del DSE temprano son más o menos modificables por la
experiencia y los procesos de aprendizaje (i.e., "procesos proximales", véase Bronfenbrenner
& Evans, 2000), como las prácticas de crianza, las interacciones cotidianas o los procesos
formales de enseñanza en que el niño se involucra. Lo segundo, es que las competencias
articuladas bajo el concepto "DSE" siempre están al servicio de una meta u objetivo
prioritario para el niño/a (ej., el reestablecimiento de un estado de bienestar psicofisiológico,
la integración a un grupo de pares, la comunicación de una necesidad o una experiencia a los
padres, etc.), aunque esto no quiere decir que se trate de una meta claramente explícita,
consciente y comunicable; tampoco quiere decir que no existan en un momento particular
más de una meta compitiendo por organizar estos mecanismos, si bien continúa siendo
materia de debate cómo se resuelve la priorización.

3
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

A continuación se revisa brevemente cada una de estas dimensiones o componentes


del desarrollo socioemocional temprano, según han sido utilizados en la literatura y
dependiendo del rango de edad que se esté estudiando.

Un modelo tridimensional del desarrollo socioemocional


(Gómez, 2015)

Las competencias socio-cognitivas

Siguiendo el esquema propuesto, el segundo componente del DSE temprano sería la


competencia socio-cognitiva. La competencia socio-cognitiva agrupa aquellos constructos
propuestos en la literatura que dicen relación con las capacidades que permiten al niño o
niña procesar la información social en múltiples niveles: desde la integración e interpretación
de claves micro-relacionales como la mirada, el contacto físico, el tono de voz o la gestualidad,
pasando por la identificación y comprensión del sentido e intenciones de las emociones y
conductas propias y de los otros en la interacción, hasta la atribución de significado de dichas
emociones y conductas en el marco más amplio de un contexto social y cultural determinado.
En la literatura es posible identificar corrientes de investigación que se pueden agrupar bajo

4
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

este paraguas, como los estudios sobre el desarrollo de la atención conjunta en la infancia
temprana (Mundy & Newell, 2007), la comprensión de emociones y la empatía emocional en
preescolares (Denham et al., 2002), las capacidades de procesamiento de la información
social para evaluar eventos y regular comportamientos (Hornik & Gunnar, 1988), hasta toda
la rica tradición de investigación sobre la teoría de la mente en primates y humanos
(Wellman, 1990).
La competencia socio-cognitiva o de cognición social, permite a los niños desde muy
pequeños integrar dos fuentes centrales de información: el monitoreo y representación de la
propia actividad intencional; con el monitoreo y representación del comportamiento
intencional de los otros (Tomasello, Carpenter, Call, Behne & Moll, 2005, en Mundy & Newell,
2007). Así, "los infantes se vuelven capaces de imputar la proposición condicional de que si
las intenciones propias llevan a conductas vinculadas a metas, entonces el comportamiento
relacionado con metas de los demás debe desprenderse de sus intenciones" (Mundy &
Newell, 2007, p. 270).
Las competencias socio-cognitivas se relacionan íntimamente con las competencias
de regulación emocional. Eisenberg y colaboradores (2014) argumentan que los niños y
niñas que presentan una mejor capacidad de regular sus emociones tienen una mayor
probabilidad de focalizarse en información relevante acerca de su entorno social y emocional,
comprendiendo mejor las emociones propias y ajenas. Asimismo, se ha visto que la
comprensión de emociones actúa como un mediador entre la RE y el comportamiento
socialmente adaptado (Izard et al., 1999, en Eisenberg et al., 2014).
Sobre estos cimientos, los niños y niñas serán capaces de comprender las
representaciones mentales de los otros diferenciándolas de las propias, gracias a una
competencia cognitiva específica denominada Teoría de la Mente, que se ha definido como la
capacidad para atribuir estados mentales no observables (creencias, deseos, intenciones,
etc.) a nosotros mismos y a los demás, interpretando su conducta en términos mentalistas
(Premack & Woodruff, 1978; Wellman, 1990, 2004).
La teoría de la mente es un constructo principal al comprender el DSE temprano: "la
teoría de la mente cotidiana es demostrablemente importante para el funcionamiento e
interacción social de los niños. Esto es claro, en parte, a partir de la considerable evidencia
que muestra que severos impedimentos sociales hallados en individuos con autismo se
vinculan de forma cercana con déficits en su capacidad para construir a las personas en
términos de sus vidas mentales" (Wellman, 2004, p. 3). El trabajo de Wellman y sus colegas
(2004) ha identificado una progresión evolutiva en la que los niños primero comprenden que
las personas tienen deseos y que esos deseos las movilizan; luego, adquieren la noción de que
las personas manejan conocimiento sobre algunas materias pero son ignorantes en otras, que
hay cosas que saben y otras que ignoran, y que no todos manejan la misma información;
luego, son capaces de resolver la tarea de la falsa creencia; y finalmente pueden descifrar los
indicadores de emociones ocultas.

5
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

Con la progresión en sus competencias regulatorias emocionales sumado al desarrollo


de las funciones ejecutivas, los niños mejoran en su desempeño en tareas que evalúan la
teoría de la mente; la investigación ha identificado que los niños que logran niveles
adecuados de auto-regulación temprana, parecen tener una ventaja en el posterior desarrollo
de la comprensión emocional y las habilidades de la teoría de la mente (Wellman, 2004;
Astington & Baird, 2004).
Gran parte de la investigación sobre teoría de la mente se ha centrado en las
predicciones y las atribuciones que los niños realizan, pero recientemente se ha puesto el
foco también en las explicaciones que construyen los niños en la vida cotidiana (Wellman,
2004, p. 2): "los niños pequeños en gran medida piden y ofrecen explicaciones sobre las
personas -más del 70% del tiempo- y ofrecen explicaciones psicológicas distintivas (ej., "Ella
quiere que...")". Desde tan temprano como los dos años de edad, los niños piden activamente
explicaciones psicológicas a las personas en su entorno, lo que por contraparte supone que
esas personas ofrecen al niño, en el lenguaje, una red de hipótesis mentalistas. La
investigación ha sugerido que las diferencias observadas entre las familias, en las
conversaciones explicativas dirigidas al niño/a, se vinculan con diferencias observadas en la
teoría de la mente de los niños, tanto concurrente como prospectivamente (Bartsch &
Wellman, 1995, en Astington & Baird, 2004).
Así, el lenguaje compartido se convierte en una variable importante para el desarrollo
de la teoría de la mente. En estos intercambios los niños se exponen al hecho de que
diferentes personas quieren y conocen cosas diferentes, y esta experiencia los lleva a una
conciencia respecto a diferentes puntos de vista (Harris, 1989). Siguiendo esta cadena de
evidencia, sería razonable esperar una relación entre el lenguaje parental dirigido al niño, las
cualidades de este proceso, y la progresión en las competencias de cognición social
observadas.

6
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

Referencias
Ainsworth, M., Blehar, M., Waters, E., & Wall, S. (1978). Patterns of Attachment: A psychological study
of the strange situation. U.SA.: Lawrence Erlbaum Associates.
Astington, J. & Baird, J. (2004). Why language matters for theory of mind. International Society for the
Study of Behavioral Development Newsletter, 45(1), 7-9.
Baumrind, D. (1991). The influence of parenting style on adolescent competence and substance use.
Journal of Early Adolescence, 11(1), 56-95.
Behrman, J., Bravo, D. & Urzúa, S. (2010). Encuesta Longitudinal de la Primera Infancia: aspectos
metodológicos y primeros resultados. Centro de Microdatos: Santiago de Chile.
Belsky, J., Bakermans-Kranenburg, M. & van IJzendoorn, M. (2007). For better and for worse:
Differential Susceptibility to environmental influences. Current Directions in Psychological
Science, 16(6), 300-304.
Bornstein, M. & Putnick, D. (2012). Cognitive and Socioemotional Caregiving in Developing Countries.
Child Development, 83(1), 46-61.
Bornstein, M. (2012). Parenting Infants. En M.H. Bornstein (Ed.), Handbook of Parenting. Volume 1:
Children and Parenting (2nd ed., pp. 3-43). New York: Psychology Press.
Bornstein, M., Tamis-LeMonda, C., Hahn, Ch., & Haynes, M. (2008). Maternal responsiveness to young
children at three ages: Longitudinal Analysis of a multidimensional, modular, and specific
parenting construct. Developmental Psychology in The Public Domain, 44, 867–74.
Bowlby, J. (1969). El vínculo afectivo. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
Bronfenbrenner, U. & Evans, G. (2000). Developmental science in the 21st century: Emerging
theoretical models, research designs, and empirical findings. Social development, 9(1), 115-125.
Bus, A., van IJzendoorn, M. & Pellegrini, A. (1995). Joint book reading makes for success in learning to
read: a meta-analysis on intergenerational transmission of literacy. Review of Educational
Research, 65(1), 1-21.
Calkins, S. & Fox, N. (2002). Self-regulatory processes in early personality development: A multilevel
approach to the study of childhood social withdrawal and aggression. Development &
Psychopathology, 14, 477-498.
Calkins, S., Smith, C., Gill, K. & Johnson, M. (1998). Maternal interactive style across contexts: Relations
to emotional, behavioral and physiological regulation during toddlerhood. Social Development, 7,
350-369.
Callaghan, T., Rochat, Ph., MacGillivray, T. & MacLellan, C. (2004). Modeling Referential Actions in 6-
to 18-Month-Old Infants: A Precursor to Symbolic Understanding. Child Development, 75(6),
1733-1744.
Campos, J., Frankel, C. & Camras, L. (2004). On the Nature of Emotion Regulation. Child Development,
75(2), 377-394.
Campos, J., Mumme, D., Kermoina, R., & Campos, R. (1994). A functional perspective on the nature of
emotion. Monographs of the Society for Research in Child Development, 59 (2-3, Serial No. 240),
284-303.
Cassidy, J., & Shaver, P. (2008). Hanbook of Attachment. Theory, research, and clinical aplications.
London: The Guildford Press.

7
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

Centro de Microdatos (2012). Informe resultados evaluaciones. Segunda ronda. Encuesta Longitudinal
de la Primera Infancia. Universidad de Chile: Santiago.
Cohen, J. & Mendez, J. (2009). Emotion regulation, language ability, and the stability of preschool
children’s peer play behavior. Early Education & Development, 20, 1016–1037.
Cohen, J. et al. (2005). Helping Young Children Succeed: Strategies to Promote Early Childhood Social
and Emotional Development. Washington, DC: National Conference of State Legislatures and Zero
to Three. http://www.zerotothree.org/policy (accessed on April, 28, 2014).
Cole, P., Martin, S. & Dennis, T. (2004). Emotion Regulation as a Scientific Construct: Methodological
Challenges and Directions for Child Development Research. Child Development, 75(2), 317-333.
Cyr, Ch., Euser, E., Bakermans-Kranenburg, M. & van IJzendoorn, M. (2010). Attachment security and
disorganization in maltreating and high-risk families: A series of meta-analyses. Development and
Psychopathology, 22, 87-108.
Davis, E. & Levine, L. (2013). Emotion Regulation Strategies That Promote Learning: Reappraisal
Enhances Children’s Memory for Educational Information. Child Development, 84(1), 361-374.
De Wolff, M., van IJzendoorn, M. (1997). Sensitivity and Attachment: A Meta-Analysis on Parental
Antecedents of Infant Attachment. Child Development, 68(4), 571-591.
Denham, S. & Kochanoff, A. (2002). Parental contributions to preschoolers’ understanding of emotion.
Marriage and Family Review, 34, 311–343.
Denham, S., Caverly, S., Schmidt, M., Blair, K., DeMulder, E., Caal, S., Hamada, H. & Mason, T. (2002).
Preschool understanding of emotions: contributions to classroom anger and agression. The
Journal of Child Psychology and Psychiatry, 43(7), 901-916.
Diamond, A., Barnett, W.S., Thomas, J. & Munro, S. (2007b). Supporting Online Material for Preschool
Program Improves Cognitive Control. Science, 317. DOI: 10.1126/science.1151148
Egeland, B. & Bosquet, M. (2002). Emotion regulation in early childhood: The role of attachment-
oriented interventions. In B. S. Zuckerman, A. F. Lieberman, & N. A. Fox (Eds.). Socioemotional
Regulations: Dimensions, Developmental Trends and Influences (pp. 101-124). Skillman, NJ:
Johnson & Johnson Pediatric Institute.
Eisenberg, N. & Spinrad, T. (2004). Emotion-Related Regulation: Sharpening the Definition. Child
Development, 75(2), 334-339.
Eisenberg, N., Hofer, C., Sulik, M. & Spinrad, T. (2014). Chapter 10: Self-Regulation, Effortful Control,
and Their Socioemotional Correlates. En J., Gross, J. (Ed.). Handbook of Emotion Regulation.
pp.157-172. The Guilford Press: New York.
Eisenberg, N., Valiente, C., Spinrad, T. L., Cumberland, A., Liew, J., Reiser, M., et al. (2009). Longitudinal
relations of children’s effortful control, impulsivity, and negative emotionality to their
externalizing, internalizing, and co-occurring behavior problems. Developmental Psychology,
45(4), 988–1008.
Eisenberg, N., Zhou, Q., Spinrad, T. L., Valiente, C., Fabes, R. A., & Liew, J. (2005). Relations among
positive parenting, children’s effortful control, and externalizing problems: A three-wave
longitudinal study. Child Development, 76, 1055–1071.
Evans, G. (2004). The Environment of Childhood Poverty. American Psychologist, 59(2), 77-92.
Evans, G., & English, K. (2002). The environment of poverty: Multiple stressor exposure,
psychophysiological stress, and socioemotional adjustment. Child Development, 73, 1238–1248.

8
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

Evans, G., Li, D. & Whipple, S. (2013). Cumulative Risk and Child Development. Psychological Bulletin,
139(6), 1342-1396.
Fabes, R., Gaertner, B. & Popp, T. (2006). Getting Along with Others: Social Competence in Early
Childhood. En K. McCartney & D. Phillips (Eds). Blackwell Handbook of Early Childhood
Development. (p. 297-316). Oxford: Blackwell Publishing.
Farkas, Ch. (2007). Comunicación Gestual en la Infancia Temprana: Una Revisión de su Desarrollo,
Relación con el Lenguaje e Implicancias de su Intervención. Psykhe, 16(2), 107-115.
Feldman, R. (2012). Parent-infant synchrony: A biobehavioral model of mutual influences in the
formation of affiliative bonds. Monographs of the Society for Research in Child Development, 77(2),
42-51.
Gershoff, E., Aber, J., Raver, C. & Lennon, M. (2007). Income Is Not Enough: Incorporating Material
Hardship Into Models of Income Associations With Parenting and Child Development. Child
Development, 78(1), 70-95.
Gómez, E. & Muñoz, M. (2014). Escala de Parentalidad Positiva E2P. Manual. Fundación Ideas para la
Infancia: Santiago.
Gottman, J., Katz, L. & Hooven, C. (1997). Meta-emotion: How families communicate emotionally.
Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum.
Gross, J. (Ed.). (2014). Handbook of Emotion Regulation. The Guilford Press: New York.
Grossman, A., Churchill, J., McKinney, B., Kodish, I., Otte, S., & Greenough, W. (2002). Experience effects
on brain development: Possible contributions to psychopathology. Journal of Child Psychology
and Psychiatry, 44, 33–63.
Harris, P.L. (1989). Children and emotion: The development of psychological understanding. Oxford:
Blackwell
Hobson, P., Patrick, M., Crandell, L., García, R. & Lee, A. (2004). Maternal sensitivity and infant triadic
communication. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 45(3), 470-480.
Hoff, E. (2006). How social contexts support and shape language development. Developmental Review,
26, 55-88.
Hornik, R. & Gunnar, M. (1988). A descriptive analysis of infant social referencing. Child Development,
59, 626-634.
JUNJI, UNICEF & UNESCO (2010). Resultados: Encuesta Nacional de Primera Infancia. ENPI 2010. JUNJI:
Santiago de Chile.
Karreman, A., van Tuijl, C., van Aken, M. & Dekovic, M. (2006). Parenting and Self-Regulation in
Preschoolers: A Meta-Analysis. Infant and Child Development, 15, 561-579.
Katz, L. & Windecker-Nelson, B. (2006). Domestic violence, emotion coaching, and child adjustment.
Journal of Family Psychology, 20, 56-67.
Kim-Spoon, J., Cicchetti, D. & Rogosch, F. (2013). A Longitudinal Study of Emotion Regulation, Emotion
Lability‐Negativity, and Internalizing Symptomatology in Maltreated and Nonmaltreated
Children. Child Development, 84(2), 512-527.
Kochanska, G., Kim, S., Barry, R. & Philibert, R. (2011). Children´s genotypes interact with maternal
responsive care in predicting children´s competence: Diathesis-stress or differential
susceptibility? Deveopment and Psychopathology, 23, 605-616.
Kopp, C. (1982). Antecedents of self-regulation: A developmental perspective. Developmental
Psychology, 18(2), 199-214.

9
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

Kopp, C. (1989). Regulation of distress and negative emotions: A developmental view. Developmental
Psychology, 25, 343–354.
Larraín, S. & Bascuñán, C. (2012). 4° Estudio de Maltrato Infantil UNICEF. Unicef: Santiago de Chile.
Lengua, L. (2002). The Contribution of Emotionality and Self-Regulation to the Understanding of
Children's Response to Multiple Risk. Child Development, 73(1), 144-161.
Meltzoff, A. & Moore, K. (1977). Imitation of Facial and Manual Gestures by Human Neonates. Science,
198(4312), 75-78.
Meltzoff, A. (2011). Social Cognition and the Origins of Imitation, Empathy and Theory of Mind. En
Goswami, U. (Ed). The Wiley-Blackwell Handbook of Childhood Cognitive Development. (p. 46-75).
West Sussex: Wiley-Blackwell Publishing.
Mundy, P. & Newell, L. (2007). Attention, Joint Attention, and Social Cognition. Current Directions in
Psychological Science, 16(5), 269-274.
Muralidharan, A., Yoo, D., Ritschel, L., Simeonova, D. & Craighead, W.E. (2010). Development of
Emotion Regulation in Children of Bipolar Parents: Putative Contributions of Socioemotional and
Familial Risk Factors. Clinical Psychology: Science and Practice, 17(3), 169-186.
National Scientific Council on the Developing Child (2011). InBrief Series: The Impact of Early
Adversity on Children´s Development. Recuperado de: http://www. developingchild.harvard.edu
/library
Pollak, S. (2008). Mechanisms linking early experience and the emergence of emotions: Illustrations
from the study of maltreated children. Current Directions in Psychological Science, 17, 370-375.
Premack, D. & Woodruff, G. (1978). Does the chimpanzee have a theory of mind? The Behavioral &
Brain Sciences, 7, 515-526.
Propper, C. & Moore, G. (2006). The influence of parenting on infant emotionality: A multi-level
psychobiological perspective. Developmental Review, 26, 427-460.
Putnam, S., Gartstein, M. & Rothbart, M. (2006). Measurement of fine-grained aspects of toddler
temperament: The Early Childhood Behavior Questionnaire. Infant Behavior & Development, 29,
386-401.
Putnam, S. P., & Rothbart, M. K. (2006). Development of Short and Very Short Forms of the Children’s
Behavior Questionnaire. Journal of Personality Assessment, 87(1), 103-113.
Raver, C. & Zigler, E. (1997). Social competence: An untapped dimension in evaluating Head Start's
success. Early Childhood Research Quarterly, 12(4), 363-385.
Razza, R., Martin, A. & Brooks-Gunn, J. (2012). Anger and Children’s Socioemotional Development:
Can Parenting Elicit a Positive Side to a Negative Emotion? J Child Fam Stud, 21, 845–856.
Rescorla, L., Achenbach, T., Ivanova, M., Bilenberg, N., Bjarnadottir, G., Denner, S. et al. (2012).
Behavioral/Emotional Problems of Preschoolers: Caregiver/Teacher Reports From 15 Societies.
Journal of Emotional and Behavioral Disorders, 20(2), 68-81.
Rescorla, L., Achenbach, T., Ivanova, M., Harder, V., Otten, L., Bilenberg, N. et al. (2011). International
Comparisons of Behavioral and Emotional Problems in Preschool Children: Parents´ Reports
From 24 Societies. Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology, 40(3), 456–467.
Roben, C., Cole, P. & Armstrong, L. (2013). Longitudinal relations among language skills, anger
expression and regulatory strategies in early childhood. Child Development, 84(3), 891-905.
Robokos, D. (2007). Cognitive, Language and Social-Emotional Development Among Infants and
Toddlers in Early Head Start: An Examination of the Impact of Cumulative Risk. Thesis submitted

10
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

in partial fulfillment of the requirements for the degree of Doctor of Philosophy. Columbia
University.
Rothbart, M. & Bates, J. (1998). Temperament. In W., Damon (Series Ed.) & N. Eisenberg (Vol Ed.).
Handbook of Child Psychology: Vol. 3, Social, emotional and personality development (5th ed., pp.
105-176). New York: Wiley.
Rothbart, M. & Bates, J. (2006). Temperament. In W. Damon, R. Lerner, & N. Eisenberg (Eds.),
Handbook of child psychology: Vol. 3. Social, emotional, and personality development (6th ed.,
pp. 99–166). New York: Wiley.
Rothbart, M. (1989). Temperament in childhood: A framework. In G., Kohnstamm, J., Bates, & M.,
Rothbart (Eds.). Temperament in Childhood (pp. 59-73). Chichester, England: Wiley.
Rothbart, M., Ziaie, H. & O’Boyle, C. (1992). Self-regulation and emotion in infancy. In N. Eisenberg &
R. Fabes (Eds.). Emotion and its regulation in Early Development: New directions for child
development, No. 55: The Jossey-Bass education series, (pp. 7-23). San Francisco: Jossey-Bass.
Rueda, M.R., Fan, J., McCandliss, B., Halparin, J., Gruber, D., Pappert, L. & Posner, M. (2004).
Development of attentional networks in childhood. Neuropsychologia, 42, 1029–1040.
Schore, A. (2001). The effects of early relational trauma on right brain development, affect regulation,
and infant mental health. Infant Mental Health Journal, 22(1-2), 201-269.
Schore, J. & Schore, A. (2008). Modern Attachment Theory: The Central Role of Affect Regulation in
Development and Treatment. Clin Soc Work J, 36, 9–20.
Shonkoff, J. & Phillips, D. (Eds) (2000). From Neurons to Neighborhoods: The Science of Early Childhood
Development. Washington D.C.: National Academy Press.
Shortt, J., Stoolmiller, M., Smith-Shine, J., Eddy, J. & Sheeber, L. (2010). Maternal emotion coaching,
adolescent anger regulation, and siblings´ externalizing symptoms. Journal of Child Psychology
and Psychiatry, 51, 799-808.
Squires, J., Bricker, D., & Twombly, E. (2013). The ASQ:SE User's Guide. Baltimore: Paul H. Brookes
Publishing.
Stansbury, K. & Zimmerman, L. (1999). Relations among child language skills, maternal socializations
of emotion regulation, and child behavior problems. Child Psychiatry and Human Development,
30, 121–142.
Stocker, C., Richmond, M., Rhoades, G. & Kiang, L. (2007). Family emotional processes and
adolescents' adjustment. Social Development, 16(2), 310-325.
Strasser, K., Mendive, S. & Susperreguy, M. (2012). Los procesos familiares como mediadores de la
relación entre el contexto socioeconómico y los resultados cognitivos y educativos. En I. Mena,
M. Lissi, L. Alcalay, N. Milicic (eds.). Educación y Diversidad. Aportes desde la Psicología
Educacional. (pp. 297-337). Santiago de Chile: Ediciones UC.
Susperreguy, M., Strasser, K., Lissi, M. & Mendive, S. (2007). Creencias y prácticas de literacidad en
familias chilenas con distintos niveles educativos. Revista Latinoamericana de Psicología, 39, 239-
251.
Thompson, R. & Meyer, S. (2007). The socialization of emotion regulation in the family. In: J. Gross
(ed.). pp. 249–268. Handbook of emotion regulation. New York: Guilford.
Thompson, R. (2014). Chapter 11: Socialization of Emotion and Emotion Regulation in the Family. En
J., Gross, J. (Ed.). Handbook of Emotion Regulation. pp.173-186. The Guilford Press: New York.

11
Apuntes curso “DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL” – Dr(c). Esteban Gómez Muzzio. NO DIFUNDIR.
___________________________________________________________________________________________________________________

Trentacosta, C. J., Hyde, L. W., Shaw, D. S., Dishion, T. J., Gardner, F., & Wilson, M. (2008). The relations
among cumulative risk, parenting, and behavior problems during early childhood. Journal of
Child Psychology and Psychiatry, 49, 1211–1219
Tronick, E. & Cohn, J. F. (1989). Infant – mother face-to-face interaction: Age and gender differences
in coordination and the occurrence of miscoordination. Child Development, 60, 85 – 92.
Tronick, E. (1989). Emotions and emotional communication in infants. American Psychologist, 44,
112–126.
Vicente, B., Saldivia, S., de la Barra, F., Melipillán, R., Valdivia, M. & Kohn, R. (2012). Salud mental
infanto-juvenil en Chile y brechas de atención sanitarias. Revista Médica de Chile, 140, 447-457.
Walden, T. & Ogan, T. (1988). The Development of Social Referencing. Child Development, 59, 1230-
1240.
Walker, S., Wachs, Th., Meeks, J., Lozoff, B., Wasserman, G., Pollitt, E., Carter, J. & The International
Child Development Steering Group (2007). Child development: risk factors for adverse outcomes
in developing countries. The Lancet, 369(9556), 145-157.
Waters, S., Virmani, E., Thompson, R., Meyer, S., Raikes, H.A. & Jochem, R. (2010). Emotion Regulation
and Attachment: Unpacking Two Constructs and Their Association. J Psychopathol Behav Assess,
32, 37–47.
Weisleder, A. & Fernald, A. (2013). Talking to Children Matters: Early Language Experience
Strengthens Processing and Builds Vocabulary. Psychological Science, 24(11), 2143-2152.
Wellman, H. (1990). The Child’s Theory of Mind. Cambridge, MA: MIT Press.
Wellman, H. (2004). Theory of Mind: Developing Core Human Cognitions. International Society for the
Study of Behavioral Development Newsletter, 45(1), 1-4.
Wellman, H., Lopez-Duran, S., LaBounty, J. & Hamilton, B. (2008). Infant attention to intentional action
predicts preschool theory of mind. Developmental Psychology, 44 (2), 618–623.
Wellman, H., Phillips, A.T., Dunphy-Lilii, S. & LaLonde, N. (2004). Infant social attention predicts
preschool social cognition. Developmental Science, 7 (3), 283–288.
Yamaguchi, M., Kuhlmeier, V., Wynn, K. & vanMarle, K. (2009). Continuity in social cognition from
infancy to childhood. Developmental Science, 12(5), 746-752.
Yap, M., Allen, N. & Ladouceur, C. (2008). Maternal Socialization of Positive Affect: The Impact of
Invalidation on Adolescent Emotion Regulation and Depressive Symptomatology. Child
Development, 79(5), 1415 – 1431.
Zeanah, Ch. (2009). Handbook of Infant Mental Health (Third Edition). The Guilford Press: New York.
Zimmerman, F., Gilkerson, J., Richards, J., Christakis, D., Xu, D., Gray, Sh. & Yapanel, U. (2009). Teaching
by Listening: The Importance of Adult-Child Conversations to Language Development. Pediatrics,
124(1), 342-349.

12

Potrebbero piacerti anche