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HUMANO?
Sabes que sí, que el arte es fundamental para la cultura en una sociedad. Cuando desarrollas
o participas en alguna expresión artística como pintura, escultura, literatura, música, baile,
etc., desarrollas una sensibilidad que te permite apreciar, disfrutar y dialogar con lo que
haces hasta mejorar la manera de comportarte y de vivir. Además, como actividad creativa,
tiene un efecto liberador, curativo y de desarrollo personal.
En muchas ocasiones ha servido como plataforma y herramienta de expresión para realizar
cambios importantes en la sociedad, como medio de comunicación y crítica social.
Asimismo, es un hilo conductor que nos permite ver los cambios de las épocas, costumbres,
formas de vida desde el inicio de la humanidad.
Acaso definir al arte sea uno de los mayores desafíos para aficionados y profesionales. El
concepto rígido y formal de los diccionarios lo reconoce como la manifestación de la
actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que
interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
Sin embargo, esta frase académica no alcanza para expresar la real importancia del arte
en la actividad humana a lo largo de la historia. En tiempos remotos, el ensayista León
Tolstoi no vaciló en señalar que el arte es en realidad todo lo producido por los seres
humanos que no se vincule con su propia fisiología. Sin dudas, esta manera de referirse al
arte permite reconocer su influencia recíproca con todo el resto de las acciones del
hombre.
En efecto, los recursos plásticos forman parte de la vida de la humanidad desde los
primeros tiempos, como se observa en las pinturas rupestres que ilustraban los sucesos
cotidianos de nuestros primeros ancestros. De la misma forma, basta advertir en las
esculturas de las cavernas como el arte actuaba como medio de gran importancia para
difundir ideas y cánones de belleza.
Asimismo, la arquitectura ha sido otra herramienta para demostrar la importancia del
arte, desde los tiempos de las primeras civilizaciones (Sumeria, Egipto, mayas, China) y,
fundamentalmente, en la época de las grandes catedrales de las Edades Media y Moderna
en Europa.
Se hace énfasis en la participación del arte en la historia por medio de la literatura, tanto
en su formato original de tradición oral como en las grandes obras escritas por todas las
culturas. Igual consideración cabe para la música, vehículo de civilización a lo largo de los
cinco continentes.
De todos modos, la mención en la cual se destaca en forma máxima la importancia del
arte consiste en el teatro. Esta forma de arte merece un comentario diferencial, debido a
que para muchos expertos el teatro es una sumatoria proporcional de literatura, música y
arte plástica, en proporciones variables, que permite realmente cumplir con ese concepto
inicial de “interpretación personal de lo real o imaginado” con el cual el diccionario
intenta en vano concebir al arte.
Así, la importancia del arte aparece mencionada en cada acción del hombre sobre la Tierra
desde sus antiguos orígenes hasta el menor detalle de la vida cotidiana.
Está más que hablado y estudiado que los mensajes tienen un impacto, ya sea de forma
positiva o negativa. Lo que se expresa produce en el receptor un efecto, por lo que bajo
ese concepto, queda clara la importancia del arte por su cualidad de canal y de emisor.
Sin embargo, más allá de ser un transmisor de mensajes o canal de expresión, el arte,
como actividad creativa, tiene un efecto liberador, curativo, y de desarrollo personal.
Además, el arte sensibiliza, y los artistas, al ser seres sensibles, crean una mejor sociedad.
Es por esto que se utiliza en la psicología desde hace años como terapia para mejorar,
sanar y dejar a un lado cualquier enfermedad mental o trastorno que una persona pueda
estar atravesando, con ayuda de elementos artísticos o formas de creación de arte.
La arteterapia es una herramienta curativa que se formalizó a partir de los 1920. En aquel
entonces, los profesionales de la salud mental comenzaron a notar que algunos de los
pacientes que sufrían trastornos mentales se expresaban por medio de la pintura u otras
formas artísticas.
El arte como terapia es una técnica de tres canales: el terapeuta, el cliente o paciente y el
arte. Sin embargo, no todo es tan absoluto, pues no es necesario pasar por la consulta de
un psicólogo o psiquiatra para obtener los resultados curativos del proceso creativo en el
que se manifiesta el arte.
Si nos enfocamos en la terapia como tal, esta puede tener lugar en diversos escenarios,
incluyendo consultas privadas, centros comunitarios, cárceles, escuelas y hospitales.
Se emplea usualmente con personas que padecen estrés postraumáticos, ya sea por
abusos sexuales, o alguna vivencia traumática, como incurrir en conflictos bélicos o ser
víctimas de accidentes a grandes escalas.
También se aplica con individuos que sufren enfermedades físicas como el cáncer, SIDA,
con personas diagnosticadas con autismo, demencia o alzheimer, depresión, esquizofrenia
u otros trastornos psicológicos, con niños con retraso escolar, problemas de atención u
otra serie de dificultades que muchos infantes presentan en la actualidad, entre otros.
Gracias a que no se requiere una habilidad, o el manejo impecable de las técnicas del arte
que se desee practicar para expulsar las emociones, la arteterapia la puede utilizar toda
persona que así lo desee.
Con este método, los individuos logran vencer o resolver conflictos psicológicos, así
como mejorar habilidades sociales y comunicativas, pues el arte representa otro medio
de comunicación.
Todo esto debido a que quien lo practica lo hace en un ambiente agradable, poco
invasivo, libre y utiliza su mente de una forma que le permite estar enfocado en el
momento presente, dejando fluir sus pensamientos y su creatividad.
Así como la terapia del arte no se emplea en una localización en específica, también se
formula por medio de distintas manifestaciones artísticas (teatro, danza, pintura, música,
escritura, collage, escultura).
Quien lo aplique cuenta con la libertad para expresar aquello que le angustia, le provoca
miedo, le aflige, o causa frustración, dejando salir con su creatividad esas emociones que
no sabía cómo manifestar de una forma convencional.
El artista o paciente que utiliza el arte como terapia es el único que tiene la potestad
de darle significado a su obra.
Por eso, el terapeuta se limita a dar las instrucciones del ejercicio que crea conveniente y
provee el silencio y el espacio preciso para que la actividad creativa se realice sin
interrupciones externas que puedan causar distracciones y romper con el proceso de
internalización.
ARTIVISMO
Quizás hayas escuchado esta palabra o visto este tipo de manifestaciones, pero no le
habías puesto un nombre.
Los artivistas no se limitan a realizar solamente arte callejero en todas sus vertientes, sino
que se ha producido a través del tiempo una nueva forma de comunicar un mensaje de
una manera no lineal, en donde el receptor tiene la oportunidad de participar, responder
y aportar al cambio social que el artista impulsa con su iniciativa.
En especial en tiempos donde la libertad se hallaba reprimida, como lo han sido las luchas
independentistas, la búsqueda incansable por la democracia, o la demanda por el respeto
a los derechos humanos.
Todo esto con el fin de lograr un cambio favorable deseado, o llanamente, crear
conciencia sobre un tema que afecta a la humanidad.
En el artivismo se utiliza el arte para generar un cambio en la sociedad, pero sin limitarse a
la exposición misma de una obra, sino que busca la participación de un colectivo para que
esta cobre un sentido, o pueda llegar a su etapa culmine.
CONCLUSION
Conocer cómo puede influir el arte de forma positiva en la vida de las personas y la
sociedad es una gran ventaja y sirve de motivación y estrategia para realizar tu obra.
Hoy en día tienes la oportunidad de darte a conocer y expandir tu arte en Internet, sino
también de influir de manera positiva y generar un cambio en la sociedad con tan solo
compartir una pieza tuya en la Red.
No es un secreto para los amantes del arte saber que, ya sea creando o admirando una
obra, podemos recargar nuestra vida de energía positiva y de expulsar lo negativo. El arte
tiene efecto curativo, y esto es una ventaja más para promover lo que haces como artista.
Tal vez no te interese más que crear lo que te nace, expresar lo que tu cuerpo necesita
expresar. Pero tú, como ser creativo, entenderás mejor que nadie los beneficios de
incorporar el arte en nuestras vidas y promoverlo como una herramienta fundamental
para cambiar el mundo.