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Aristóteles es el primero que va a dar una definición de tiempo y va a ser muy

importante en la filosofía.
La literatura no explica el tiempo, pero nos los muestra desde un lugar distinto que el de
la filosofía. Donde no podemos dar respuestas, pero si otra comprensión que remite no a
un nuevo despliegue de argumentos, si no que nos pega de otra manera, más corpórea.
El arte es una forma de comprender que no esclarece sino nos hace más bien perdernos
y pelearnos frente a conceptos instituidos sobre el tiempo.
El tiempo es un concepto del que todos saben de que se trata, pero nadie sabe explicarlo.
Convivimos tanto con el presente que hasta llegamos a serlo, pero esta tan arraigado a
nosotros que no podemos tomar una distancia para definirlo. Cuando alguien define
algo, toma una distancia. Por eso es que sabemos muy de que se trata, pero cuando
queremos ponerlo en palabras, nos cuesta horrores, eso pasa con el amor, la felicidad, o
la más difícil: la vida. Uno tiene que desafectarse de temas que nos constituyen para
poder definirlo.
El tiempo simplemente va, no hay manera dentro de su ambigua máquina de pararlo, el
tiempo pasa y es indetenible, uno detiene todo, pero el tiempo es inmaterial y además de
arrastra.
El tiempo paso, quince minutos y nosotros estamos acá como dentro de una ola, el
tiempo nos arrastra, y cada vez nos queda menos porque tenemos un tiempo finito.
La angustia es que todos nos vamos a morir, pero el tiempo no, el tiempo va a seguir
pasando, si moriríamos sabiendo que todo terminaría seria menos angustioso, pero no,
morimos y todo sigue, pero sin nosotros.
Si uno tuviera la posibilidad de al morirse, tocar el botón y que desaparezca el universo
entero ¿lo tocarías? Si uno lo toca, se angustiaría menos, el tiempo termina, pero el de
uno. esa paradoja es insoluble, nuestra voluntad no quiere que todo continúe sin
nosotros.
Al no poder definir al tiempo, tenemos impresiones: el tiempo pasa y es inmanejable; el
tiempo es irreversible, no puede volver atrás. Si algo no nos gusta, empezaríamos de
nuevo, pero no hacerlo, es interesantísimo, no existiría la ética, ni la responsabilidad,
ese es el tipo de vida que nos tocó. La tercera característica, es que somos tiempo.
Somos y no somos tiempo, el tiempo esta fuera nuestro pero somos tiempo, hay un
tiempo externo que sucede, pero también somos seres temporales, no solo percibimos el
tiempo sino que además somos seres temporales, una característica que nos define.
¿el reloj mide el tiempo? ¿lo ordena en función de intereses que no son exactamente
aquellos que están presentes en la necesidad de su medición?
Instrucciones para dar cuerda al reloj, de Cortázar.
¿El tiempo se mide atraves de las regularidades de la naturaleza, pero las regularidades
de la naturaleza suponen la tierra girando alrededor del sol, pero explica el tiempo de
modo absoluto? no, explota el sol, la tierra, pero el tiempo sigue, aunque no hay nada.
Nos olvidamos que las regularidades de la naturaleza no son absolutas, sino que habla
de las condiciones de una via láctea entre millones y millones de vías lácteas.
En términos naturales, un cumpleaños es festejar que la tierra gira una vez alrededor del
sol, en términos organicos es un año menos de vida. Es muy extraño la concepción de
acumulación.
El presente es este. Ahora. El pasado no existe y el futuro tampoco, vamos de la nada a
la nada, lo único que esta es el presente pero constantemente se muere en el abismo del
pasado.
Nuestro presente es siempre nuestro pasado mas inmediato, el ahora es lo que acaba de
pasar. Nuestra conciencia del tiempo siempre es conciencia del tiempo que paso, la
conciencia supone un movimiento que tiene que ver como nosotros lo concebimos.

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