Sei sulla pagina 1di 15

EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Origen y evolución: su desconocimiento en algunas legislaciones modernas

El principio de legalidad (‘nullum crimen, nulla poena sine lege’) está contenido en
la Constitución Nacional, en el art. 18, complementado por el art. 19 y de él surgen
principios básicos para nuestro Derecho Penal.

Conforme al principio de legalidad, sólo la ley crea delitos, y sólo podrá


considerarse delito, aquel hecho que la ley declare delito expresamente. Por eso
es que decimos que ‘no hay delito sin ley’. Mientras la ley no prohíba un hecho, el
hombre tiene libertad para realizarlo. Con esto, queremos dejar en claro que, en
base al principio de legalidad, en Derecho Penal no se admite la analogía; o sea
que, si el hecho no está contemplado concretamente en la ley, no podrá aplicarse
a él, una norma que castigue un hecho similar (ej.: el hurto y el robo, son hechos
similares; si se diese el caso de que el hurto no estuviese contemplado por el
Código, no podría aplicarse, por analogía, al que hurta, la pena correspondiente al
robo). Para poder aplicar pena por un hecho, no basta que la ley lo declare delito,
sino que es necesario que dicha ley sea previa, anterior al hecho. Con esto se
está declarando la irretroactividad de la ley penal; o sea, que ella no puede
aplicarse a hechos pasados, sino que debe aplicarse a hechos futuros. La
irretroactividad de la ley penal, sólo podrá dejarse de lado cuando la ley posterior
al hecho, sea más favorable al reo (ej.: cuando la ley posterior, establezca pena
menor).

Beling sostiene que, para que una norma responda al principio de legalidad, ella
debe ser:

A) Escrita, para que no queden dudas acerca de su contenido.

B) Estricta, significa que debe describir concretamente la conducta que es delito


(este es un medio para evitar la analogía).

C) Previa: debe ser anterior al hecho delictivo.

En cuando al origen del ‘principio de legalidad’, podemos decir que, si bien en el


derecho Romano hubo aplicaciones del mismo, si verdadero origen debe verse en
la Carta Magna de 1215, en donde el Rey Juan Sin Tierra hace concesiones a los
nobles de Inglaterra. Entre otras libertades, la Carta Magna expresa que «nadie
podrá ser arrestado, aprisionado ... sino en virtud de un juicio de sus pares, según
la ley del país» (art. 48 de la Carta Magna), y además el Rey reconoce que sólo el
Parlamento podrá dictar Leyes penales. Posteriormente el principio es recibido por
la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (Francia, 1789), en la
cual entre sus artículos se destacan: Art. 5: «La ley no tiene derecho de prohibir
sino las acciones perjudiciales a la sociedad», «todo lo que no está prohibido por
la ley no puede ser impedido»; «nadie puede ser obligado a hacer lo que ella no
ordena». Art. 8: «Nadie puede ser castigado más que en virtud de una ley
establecida o promulgada anteriormente al delito y legalmente aplicada».
El ‘principio de legalidad’ también fue recibido por la Constitución de los Estados
Unidos (1787) y de ella lo toma la Constitución Argentina, la cual, como ya
sabemos, lo contiene en sus arts. 18 y 19.

Dada la importancia del ‘principio de legalidad’ y de la necesidad de su existencia


para lograr un ordenamiento jurídico penal justo, todas las legislaciones
contemporáneas lo han adoptado, salvo los Estados totalitarios y basados en la
fuerza, los cuales para lograr sus fines políticos, han desconocido el ‘principio de
legalidad’. Esto último, sucedió en 1926 en la legislación rusa, la cual admitió la
analogía en materia penal y sostuvo que el ‘principio de legalidad’ era un principio
«burgués».

En Alemania también se desconoció el principio de legalidad durante la época del


régimen nazi (1935/1947). El Código Penal Alemán fue modificado por una ley de
1935, la cual sostenía que «eran delitos, no solo las conductas previstas
expresamente, sino también aquellas que herían el sano sentimiento del pueblo».
De acuerdo con esta ley, se desconocía el principio de legalidad. No obstante, los
tribunales alemanes interpretaron la ley de un modo tal que, en la mayoría de los
casos, no permitieron que se dejara de lado el ‘principio de legalidad’.
Principio de legalidad.

El principio de legalidad es un principio de propio del derecho público, que tiene por objetivo garantizar la
seguridad jurídica. Rige entre otras ramas, el derecho penal y el derecho tributario . En el derecho tributario
podemos definir que por medio de este se exige que la ley establezca de una manera clara el derecho imponible,
los sujetos obligados al pago, el sistema o la base para determinar el hecho imponible, la fecha de pago, las
infracciones, las sanciones, y las exenciones, así como el órgano legalizado para recibir el pago por los tributos.

Con el objeto de reforzar este principio se establece la reserva de la ley, que obliga a regular la materia concreta
con normas que posea rango de ley. Por lo tanto son materias vedadas al reglamento y a las normativas emanadas
del poder ejecutivo.

Este principio sirve también para dar más facultades al poder legislativo en ciertas materias, de sensibilidad
especial relativas a al afectación de derechos fundamentales. Es decir es una forma de impulsar la separación de
poderes.
El Principio de legalidad es un axioma de valoración por una sociedad, de lo justo.

¿Que es Principio de legalidad penal?


© by Jorge Machicado

 Concepto de Principio
 Concepto de Principio de legalidad
 Concepto de Principio de legalidad penal
 Origen
 Tipos
 Principio de legalidad penal sustancial
o Ventajas

o Desventajas

o Caracteres

 Principio de legalidad penal formal


o Ventajas

o Desventajas

o Historia

o Funciones

o Efectos

o Clases

 Principio de legalidad de los delitos


 Principio de legalidad de las penas
 Principio de legalidad de ejecución
 Principio de legalidad procesal
 Principio de legalidad jurisdiccional
 Abolición del principio de legalidad formal
o Desde el campo científico

o Desde el campo político


TÉCNICAMENTE no debería llamarse principio,
sino fundamento, ya que un Principio solo existe en las
ciencias exactas (Lógica, Matemática). En ciencias
sociales existe el fundamento. Pero por el amplio uso
doctrinario, aun usaremos esta palabra: principio. - Ver
mas en : ¿Qué es un Principio?
No se puede aplicar una sanción si no esta escrita previamente en una
ley cierta.
© ApoyoGrafico™ Derechos Reservados.

Concepto de Principio de legalidad


El Principio De Legalidad es un axioma de valoración de lo justo por una sociedad en
virtud del cual no se puede aplicar una sanción si no esta escrita previamente en una
ley cierta.

Concepto de Principio de legalidad penal


El Principio de Legalidad Penal es el fundamento en virtud del cual ningún hecho puede
ser considerado como delito sin que una ley anterior lo haya previsto como tal.

Origen
En Principio de Legalidad tiene origen en el siglo XVIII, y parte como una reacción contra
la: arbitrariedad [2], el abuso del poder y la inseguridad jurídica.

La filosofía de esa época apunta a esta dirección con Charles Louis de Secondat baron de
Montesquieu y Jean Jacques Rousseau.

Su verdadero enunciado está en el libro de De los delitos y de las Penas de Cesar de


Bonesana, marques de Beccaria. En el capitulo “§ III Consecuencias” dice que:

"[…]sólo las leyes pueden decretar las penas de los delitos; y que esta autoridad
no puede residir mas que en el legislador que representa aun toda la sociedad
agrupada por una contrato social. […]" (Beccaria, Cesare, De los delitos y de las Penas, Bogotá, Colombia: Temis, 3ra, 2005, pagina 74).
El Poder Legislativo (se pensaba en esa época) es incapaz de equivocarse.

Algunos autores dicen que el Principio de Legalidad fue plasmado por primera vez en la
Cláusula Nº 39 de la Carta Magna[4] de Juan “sin tierra”:

"Ningún hombre libre podrá ser detenido o encarcelado o privado de sus derechos
o de sus bienes, ni puesto fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de
cualquier otra forma, ni usaremos de la fuerza contra él ni enviaremos a otros
que lo hagan, sino en virtud de sentencia judicial de sus pares y con arreglo a la
ley del reino." (Carta Magna, Cláusula 39).
Esto, no es así, lo que esta plasmado en esta Cláusula Nº 39 de la Carta Magna de Juan “sin
tierra” es el Principio de legalidad jurisdiccional (“Nemo damnetur nisis per legale
iudicium”) que dice que no hay condena sin sentencia firme “…de sus pares y con arreglo a
la ley del reino”.
La túnica latina “Nullum crimen, nulla poena sine praevia lege” del Principio de legalidad
penal lo pone posteriormente Anselmo von Feuerbach (foyerbaj). Luigi Ferrajoli encuentra
un creador anterior a Feuerbach como autor de la túnica latina.

Tipos
Son:

1. Principio de legalidad sustancial

2. Principios de legalidad formal

Principio de legalidad penal sustancial


El Principio De Legalidad Penal Substancial es un axioma extrajurídico de defensa
social en virtud del cual se sanciona con una pena o se somete a una medida de
seguridad cualquier acción u omisión o estado peligroso de una persona que vaya
contra la sociedad o el Estado. Mas en la Web o en su ordenador.

Principio de legalidad penal formal


El Principio de Legalidad penal Formal es un axioma jurídico por el cual ningún hecho
puede ser considerado como delito sin que la ley anterior lo haya previsto como tal.

La descripción del delito o situación peligrosa tiene que preceder al acto delictivo o al
comportamiento peligroso. Considera y castiga como delito, todo hecho que esté en la ley
como tal. No considera ni castiga los hechos que no estén en la ley, aun cuando esos hechos
sean lesivos a la sociedad o al individuo.

Ejemplos de este Principio Legalidad Penal Formal citamos:

 “No hay delito sin ley anterior que lo establezca como tal” (Nullum crimen sine
praevia lege);
 “No hay proceso sin ley previa de cómo hacerlo” (Nullum iuditio sine praevia lege)

Son tomados por una opción política liberal, democrática, defensora de derechos, libertades
y garantías fundamentales del individuo.

Ventajas
 Garantiza la libertad individual.
 Evita el arbitrio.

 Afirma y asegura la certeza y seguridad jurídicas.

Desventajas
 Es un obstáculo para la defensa social.
 No ofrece garantías contra el Estado-legislador.
 Permite el rompimiento entre criminalidad real y legal. Es decir, no se castigan
hechos –por mas atroces que sean para una sociedad—, si ese hecho no esta descrito
como delito en la ley.
 Favorece la impunidad.

Historia
Históricamente este Principio De Legalidad Penal Formal fue plasmado en la Declaración
de Derechos de Virginia [5] (12 junio 1776) que dice:

"VIII. [...] nadie será privado de su libertad sino en virtud de la ley del país o del
juicio de sus iguales." (Declaración de Derechos de Virginia, Art. VIII).
Asimismo este Principio es tomado por la Constitución de Filadelfia (1774) y
la Constitución de Maryland (1776).

También recoge este Principio la “Josephina” austriaca (1787) y la


francesa Declaración De Los Derechos Del Hombre Y Del Ciudadano [6] (26 agosto 1789),
esta última dice:

"Artículo 8.-...nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y
promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente." (Declaración De Los Derechos Del Hombre
Y Del Ciudadano, Art. 8).

Con el pasar de los años este Principio se plasma en los tratados y convenios
internacionales sobre derechos humanos.

Funciones
 Garantizar los derechos y libertades del individuo. Protege al delincuente de la
venganza pública, ya que ningún acto por más repugnante y perjudicial puede ser
castigado sino está tipificado como delito en el Código Penal.

 Evitar el arbitrio del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.

 Afirmar la certeza y seguridad jurídicas.

 Limitar la potestad de castigar (imperium) del Estado. Ya que únicamente se


podrá ejercer esta potestad cuando la conducta de una persona se subsume en una
figura penal previamente tipificada como delito por el Poder Legislativo.

Efectos
En el campo de las fuentes.

1. El principio de legalidad formal excluye a las fuentes no escritas del Derecho Penal:

a. la costumbre,
b. la analogía,

c. la interpretación analógica,

d. la interpretación extensiva,

e. la interpretación teleológica.

2. El principio de legalidad formal excluye a las fuentes escritas diferentes de la ley, es


decir excluye a:

a. la jurisprudencia y a,

b. la doctrina.

3. Impone como única fuente y exclusiva fuente del Derecho Penal a: la ley penal, apoyada
en los Principios: De Reserva De La Ley, De Taxatividad o Determinación y,
el Principio De De Irretroactividad Desfavorable.

En la técnica de elaboración de leyes. En el campo de la técnica de elaboración de leyes


impone:

1. Mandato de certeza. Impone el mandato de una “lex certa”. El legislador debe


formular el presupuesto y la sanción de la norma con tanta precisión y claridad
como sea posible. La ley debe ser cierta.
2. Mandato de ley escrita. Impone el mandato de una “lex escripta”. Es decir prohíbe
el Derecho consuetudinario[7]. El juez penal debe contar con una ley escrita para
condenar o agravar penas.

El Código de Procedimiento Penal boliviano desconoce esta prohibición al aceptar


el Derecho consuetudinario indígena:

"Artículo 28º.- (Justicia comunitaria). Se extinguirá la acción


penal cuando el delito o la falta se cometa dentro de una comunidad
indígena y campesina por uno de sus miembros en contra de otro y
sus autoridades naturales hayan resuelto el conflicto conforme a su
Derecho Consuetudinario Indígena, siempre que dicha resolución no
sea contraria a los derechos fundamentales y garantías de las
personas establecidos por la Constitución Política del Estado. La Ley
compatibilizará la aplicación del Derecho Consuetudinario
Indígena." (Código de Procedimiento Penal boliviano, Artículo 28º).

3. Prohibición de la analogía. Impone el mandato de una “lex stricta”. Es decir el


principio de legalidad prohíbe al juez penal aplicar la analogía. En Derecho Penal
no quepa el concepto de lagunas o vacíos jurídicos como en Derecho Civil u otros
sectores del Derecho.
En Derecho Penal lo que hay es el concepto inexistencia del delito no previsto, y de
ahí que no quepa crear delitos por analogía con otros. El juez tendrá que absolver o
sobreseer definitivamente.

4. Ley anterior. Impone el mandato de “lex praevia”. Se prohíbe que una ley sea
retroactiva. El legislador y el juez penal no pueden aplicar las leyes en forma
retroactiva en perjuicio del imputado. Por ejemplo así dice la Constitución de
Bolivia en su Artículo 33º. “La ley sólo dispone para lo venidero y no tiene efecto
retroactivo, excepto en materia social cuando lo determine expresamente, y en
materia penal cuando beneficie al delincuente.” (Ley 2650 13 abril
2004; véase texto en: http://www.geocities.com/cpbolivia/)

En la aplicación de leyes. En el campo de la aplicación de leyes impone:

1. Rango de aplicación de la pena. Este rango debe ser razonablemente amplio. Pero
claramente limitado por que la rigidez de la pena es perjudicial.

2. Aplicación a los estados peligrosos. Es más difícil ser fiel al Principio De Legalidad
Formal cuando se trata de estados peligrosos y las medidas de seguridad.
Algunos afirman que en estos casos solo se debe ser fiel al Principio de legalidad
jurisdiccional para preservar las garantías individuales.
Mourullo soluciona diciendo. La medida de seguridad debe aplicarse cuando la
peligrosidad se revela a través de la ejecución de los hechos previstos como delictivos
por ley vigente en el momento de la comisión de dichos hechos.

Clases
1. Principio de legalidad de los delitos

2. Principio de legalidad de las penas

3. Principio de legalidad de ejecución

4. Principio de legalidad procesal

5. Principio de legalidad jurisdiccional

Principio de legalidad de los delitos


“Nullum crimen sine scripta, stricta, certa et praevia lege” (no hay delito sin ley escrita,
cierta y previa).

El Principio de Legalidad de los Delitos es un axioma jurídico en virtud del cual ningún
acto u omisión voluntaria es considerado como delito sin que una ley escrita, cierta y
anterior lo haya previsto como tal.
La ley que describe un hecho como delito debe ser precisa y clara (lex certa) y estar
plasmada en la ley positiva estrictamente (lex scripta et stricta).

Este Principio elimina la analogía [9], ya que en ésta el juez crea Derecho a través de una
tipificación penal no prevista en la ley o el juez constituye de derechos subjetivos dignos de
tutela. En ambos casos el juez se convierte en legislador, es decir, crea Derecho, que es
función exclusiva del Órgano Legislativo; al juez solo se le permite crear jurisprudencia.

El Principio De Legalidad De Los Delitos es tomado como fundamento de las siguientes


leyes y tratados:

Códigos penales. Generalmente se redactan así:

"Nadie podrá ser condenado o sometido a una medida de seguridad por un hecho
que no esté expresamente previsto como delito por ley penal vigente al tiempo que
se cometió..." (CP boliviano Art. 4; CP colombiano Art. 6, CPE argentina Arts. 18, 19).
Como el Principio De Legalidad De Los Delitos está plasmando en la ley, este
procedimiento lo convierte en una garantía legal, aunque no es una garantía
constitucional porque no esta plasmado en la Constitución boliviana, excepto en el
argentino.

El Código penal boliviano podría ser mas claro y preciso como los Tratados internacionales
o como el Código Penal alemán que dicen:

"Un hecho sólo puede ser penado, si la punibilidad estaba determinado


legalmente antes de que el hecho fuera cometido. " (CPE alemán, 103 inciso 2, GG; CP alemán, Sumario 1, St. GB).
La Convención Americana sobre Derechos Humanos dice:

"Articulo 9. — Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el


momento de cometerse no fueran delictivas..." (Pacto de San José de Costa Rica, Articulo 9).
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dice:

"Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no


fueran delictivos..." (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos , Art. 15, ap.,1).

Principio de legalidad de las penas


“Nullum poena sine scripta, certa, stricta et praevia lege” (no hay pena sin ley escrita, cierta
y anterior que lo establezca como tal).

El principio de legalidad de las penas es un axioma jurídico en virtud del cual no se puede
sancionar, si la pena no ha sido previamente establecido a su perpetración por una ley
escrita y cierta.

Principio que es tomado como base de:


"Artículo 13.— No se podrá imponer pena al agente, si su actuar no es
reprochable penalmente." (Código Penal, Art. 13).

Principio de legalidad de ejecución


“Nulla execution sine praevia lege” (no hay ejecución sin sentencia ejecutoriada).

El Principio de legalidad de ejecución es la base por el cual nadie puede ser puesto en
prisión si no hay sentencia condenatoria.

Principio de legalidad procesal


“Nullum iuditio sine praevia lege” (no hay proceso sin ley previa de cómo hacerlo).

El Principio de legalidad procesal es un axioma jurídico en virtud del cual el imputado no


puede ser procesado con ley establecida posteriormente del acto u omisión presuntamente
delictuosa.

El Art. 1 del Código de Procedimiento Penal cuando dice: “Nadie será condenado... sin
haber sido oído... en juicio celebrado conforme a este Código.” no tiene base a este
principio ya que la expresión “este Código” no frena ni prohíbe que alguien sea procesado
con ley de procedimiento posterior al hecho que se está procesando.

Principio de legalidad jurisdiccional


“Nemo damnetur nisis per legale iudicium” (no hay condena sin sentencia firme).

El Principio de legalidad jurisdiccional es un axioma jurídico en virtud del cual nadie


puede ser condenado mientras no haya sentencia condenatoria con carácter de cosa
juzgada y emitida por juez competente.

Este principio de legalidad jurisdiccional está expresado en la ley. No hay sanción “sino en
virtud de sentencia emanada por autoridad judicial competente y en cumplimiento de una
ley” (Código Penal Art. 70). “Nadie será condenado a sanción alguna si no es por
sentencia ejecutoriada,...” (Código de Procedimiento Penal, Art. 1). Ambos artículos toman
como base al este axioma.

Abolición del principio de legalidad formal

Desde el campo científico


La Escuela correccionalista dice que la pena debe ser indeterminada para poder aplicar
la prevención especial que es el tratamiento del interno: cura y rehabilitación e inserción
social. “Un enfermo entra al hospital hasta sanarse”.

Por eso se debe abandonar la idea de una pena determinada.


Desde el campo político
La ex Unión soviética tomó el Principio de legalidad substancial, pues, luego de la
revolución el Derecho encuentra suficiente “la conciencia socialista de justicia”.

El Código penal soviético de 1922 se basa en el concepto material del delito—es delito toda
conducta peligrosa para el orden socialista—. Permite el uso de la analogía. Recién en 1960
retoma el Principio De Legalidad Formal.

La Alemania nazi modifica el código penal de 1871 optando por el Principio De Legalidad
Substancial considerando como delito “todo hecho que vaya contra el sano sentimiento del
pueblo alemán”. También introduce la analogía. Es derogado por ley No.- 11 del Consejo
de Control Aliado de 30 de enero de 1946.

Clic para Comentar


[1]Axioma. (del griego "axioma", 'lo que parece justo'). Proposición evidente no susceptible de demostración sobre la cual se funda una ciencia. Originariamente el término ‘axioma’
significa dignidad. Por derivación se ha llamado ‘axioma’ a “lo que es digno de ser estimado, creído o valorado”. Así, en su acepción más clásica el axioma equivale al principio que, por su dignidad
misma, es decir, por ocupar cierto lugar en un sistema de proposiciones, debe “estimarse como verdadero”. (Ferrater Mora, José, Diccionario De Filosofía Abreviado, versión compendiada por
Eduardo García Belsunce y Ezequiel de Olaso, Buenos Aires, Argentina: Sudamericana, 6ta, 1977, pagina 46).

[2]Arbitrariedad. Acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado solo por la voluntad o el capricho.

[4]¿Qué es la Carta Magna del 5 de junio de 1215? La Carta Magna es una cédula que el rey Juan "sin tierra" de Inglaterra otorgó a los nobles ingleses el 15 de junio de 1215 “en la que se
comprometía a respetar los fueros e inmunidades de la nobleza y a no disponer la muerte ni la prisión de los nobles ni la confiscación de sus bienes, mientras aquellos no fuesen juzgados por ‘sus
iguales’” (Valencia Vega, Alipio, Desarrollo del Constitucionalismo, La Paz, Bolivia, Juventud, 2ª, 1988, pagina 81).

[5] Declaración de Derechos de Virginia o Constitución de Virginia de 12 de junio de 1776.

[6] Declaración De Los Derechos Del Hombre Y Del Ciudadano (26 agosto 1789). Texto fundamental en virtud del cual se definen los derechos "naturales e imprescriptibles" de la libertad, la
propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión reconociendo la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la justicia y afirmando el principio de la separación de poderes públicos. Se inspiro
en la declaración de independencia estadounidense de 1776 y en el espíritu filosófico del siglo XVIII, marca el el principio de una nueva era.

[7] ¿Que es el Derecho Consuetudinario? Es el conjunto de principios, valores y normas de carácter jurídico no codificadas que regulan las relaciones humanas de una sociedad cuya observancia es
impuesta de manera coercitiva por la costumbre. La Costumbre es una forma inicial del Derecho Consuetudinario que consiste en la repetición constante de un acto que con el paso del tiempo se
vuelve obligatoria y por necesidad, y con consentimiento colectivo y apoyo del poder político llega a convertirse en ley. El Código de las Siete Partidas español definió la costumbre como (se
mantiene la redacción) el “derecho o fuero que no es escrito, el cual han usado los hombres luengo tiempo, ayudándose de él en las cosas y en las razones por qué lo hicieron”.

[9] Analogía. (Del lat. analogia < gr. analogia, proporción, semejanza.) Aplicación a un caso no previsto en la ley de una norma extraída de la misma ley (analogía legis) o del ordenamiento
jurídico (analogía iuris)

- See more at: http://jorgemachicado.blogspot.com/2009/10/principio-de-legalidad-


penal.html#sthash.eDZIt4mi.dpuf.
08:00 | Publicado por Walter Mauricio Robles Rosales

El principio de legalidad es uno de los principios superiores que informan todo el ordenamiento jurídico haciendo posible la realización de
un Estado social y democrático de derecho, es decir, el respecto irrestricto al Derecho, al cumplimiento de la ley, a la realización de la
justicia. Este fundamental principio tiene enraizamiento constitucional que va más allá de la visión meramente formalista, pues como muy
bien afirma el profesor Roberto Dromi, el principio de legalidad “a solas” no dice nada, debe enmarcarse en una orientación filosófico-
política que busca consolidar la democratización de las instituciones contra las acechanzas del autoritarismo y las dictaduras. Es
propiamente el imperio del derecho que regula jurídicamente los valores y el “número apertus” de los derechos humanos.

El principío de legalidad ha sido engendrado por el aforisma romano “ legem patere quam feciste” que en buen castellano significa soporta
la ley que hiciste. Es pues deber de los funcionarios y la ciudadanía en general soportar u obedecer la norma legal que rige para toda la
Administración Pública y el quehacer privado y público de las personas. Ni la Constitución ni la ley son una teoría especulativa o
abstraccionista como fungen los mesías, los caudillos o los dictadorcillos de ciertas instituciones públicas que se creen sus propietarios
absolutos obrando al mismo tiempo como fiscales y jueces, al amparo de una discrecionalidad abusiva e intolerante. La supremacía de la
norma constitucional y la obligatoriedad de la ley garantizan la seguridad jurídica, la participación comprometida y responsable de los
ciudadanos en la vida política, cultural y el progreso económico, la redistribución de la riqueza, que el interés privado armonice con el
interés público, la justicia solidaria.

En la Constitución del 93’, el principio de legalidad está expresamente normado en el literal d), inc.24 del art. 2°, concordado con el
parágrafo a) del inc.24 del artículo en referencia, y el numeral 3 del art. 139° los cuales dan plena seguridad jurídica al ciudadano y
sustentan los principios del Derecho Administrativo, puntualmente, el numeral 1.1 del Artículo IV del Título Preliminar de la Ley del
Procedimiento Administrativo General, (LPAG), Ley N° 27444, mediante el cual se precisa que las autoridades administrativas deben actuar
con respeto a la Constitución, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo para los que le fueron
conferidas. Normas legales concordadas con el inc. 2 del art. 2° de la Constitución; arts. 2° y 7° de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos; art. 2° de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; arts. 2°, 3° y 26° del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos; arts. 1° y 24° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. De modo que es fundamento legal que rige no sólo
para los tres clásicos poderes del Estado: Ejecutivo, legislativo y judicial, sino también para todos los órganos autónomos constitucionales,
e incluso para entidades de derecho privado que presten servicios públicos (propios e impropios). En el caso de las universidades públicas,
prevalece su Ley Universitaria, Ley N° 23733, aplicándose supletoriamente la LPAG, Ley 27444.

No obstante que este principio es uno de los principios rectores de un Estado comprometido con los derechos fundamentales, todavía
existen instituciones públicas que parecen castillos feudales impenetrables y herméticos dentro de un Estado que pretende acceder a la
modernidad y competitividad del siglo XXI. Craso ejemplo es el de algunas universidades públicas como la Universidad Nacional Federico
Villarreal, cuyo rector hace caso omiso al principio de legalidad, encubriendo a siete decanos que no cumplen con los requisitos que la Ley
Universitaria exige para desempeñar su función. La denuncia de un sector de docentes de la Facultad de Derecho y Ciencia Política
interpuesta contra su ilegal decana y el acuerdo de la Asamblea Universitaria, máximo órgano de gobierno, de constituir una Comisión
Investigadora son altamente significativas. ¿ Y qué hace el órgano de control institucional ?

No es el único caso, también figuran algunos partidos políticos, federaciones deportivas y otras entidades públicas, donde el titular del
presupuesto, rodeando de un muro burocrático, se comporta como señor feudal sin tener en cuenta que la legalidad es la base de las
instituciones y de la democracia.

El país necesita entidades democráticas, profesionalismo y transparencia en la gestión y normas claras que todos respeten y cumplan a
partir de principios como el de la legalidad, debido proceso y otros, contenidos en la tutela jurisdiccional efectiva, derecho esencial
procesal y constitucional, básicamente humano para alcanzar la justicia real y concreta. Sólo así se podrá purificar el desagradable hedor
de aquella institución pública que opera como un viejo y amurallado castillo medieval.
Derecho Administrativo

Principio general del Derecho, reconocido expresamente por


la Constitución (arts. 9.1 y 103.1), que supone el sometimiento pleno de
la Administración a la ley y al Derecho, la sujeción de la Administración al
bloque normativo.

El principio de legalidad implica, en primer lugar, la supremacía de


la Constitución y de la ley como expresión de la voluntad general, frente
a todos los poderes públicos. Además, el principio de legalidad implica la
sujeción de la Administración a sus propias normas, los reglamentos.

La sujeción de la Administración a la ley se entendió durante el siglo XIX,


y parte del presente, en el sentido de que la ley era un mero límite
externo a la actuación administrativa, de modo que
la Administración podía hacer todo aquello que la ley no le prohíbe
(teoría de la vinculación negativa).

Sin embargo, actualmente se vuelve a entender el principio de legalidad


en su sentido originario: todas las actuaciones de los poderes públicos
deben estar legitimadas y previstas por la ley, de modo que
laAdministración sólo puede actuar allí donde la ley le concede
potestades. Es decir, el principio de legalidad implica que la ley es el
único mecanismo de atribución de potestades a la Administración.

La sujeción de la Administración a sus propias normas se traduce en el


principio de inderogabilidad singular de los reglamentos, reconocido en el
art. 52.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de régimen jurídico de
las administraciones públicas y procedimiento administración común, que
implica que laAdministración, que puede modificar o derogar sus
propios reglamentos, no puede, sin embargo, implicarlos en casos
concretos y determinados, haciendo excepciones a los mismos,
con independenciade la jerarquía existente entre el órgano que dicta
el reglamento y el que dicta una resolución singular contraria al mismo.

Potrebbero piacerti anche