15 de marzo de 2019 SÍNTESIS DE CONTEXTO HISTÓRICO SOCIAL
El proceso histórico de la pedagogía como arte y ciencia para la formación del
hombre, se ha construido con las aportaciones de grandes personajes que con su visión transformadora de los modelos de instrucción de su época han sustentado las bases educativas, filosóficas y pedagógicas de la educación actual. Una primera revisión de algunos personajes de la pedagogía clásica me permitió seleccionar a dos, cuya importancia por sus ideales en torno a la educación me motivaron a revisar sus obras y conocer con mayor profundidad sus fundamentos pedagógicos.
La presente síntesis tiene el propósito de conocer y analizar las semejanzas y
diferencias en los principios pedagógicos de Juan Jacobo Rousseau y Celestin Freinet. La importancia que tiene el análisis dentro del contexto de la educación en general, se sustenta en que los conceptos pedagógicos sirven para transformar el segundo sentido de la educación en la sociedad de su tiempo y particularmente el concepto en la formación del hombre.
En este análisis comparativo se establecerán como ejes, algunos elementos
pedagógicos que se encuentran en el centro de la teoría de ambos pedagogos; entre ellos, podemos destacar el concepto de educación ligado a la religión, a la naturaleza, a la razón, en el entorno de la formación del hombre desde su infancia, así como la concepción de una escuela activa que implica un nuevo rol del docente o preceptor en función de una nueva organización escolar. Esto se fortalece con la relación que se hace entre la educación en términos de igualdad y de equidad. El contenido teórico de estos ejes constituirá el desarrollo del presente ensayo.
Un elemento central en la perspectiva educativa de Freinet y Rousseau lo constituye
su pedagogía de carácter naturalista, ya que Juan Jacobo Roseau considera en su ideal pedagógico era que todo lo que se originaba de la naturaleza era perfecto, y se degeneraba con la sociedad, su educación se orienta a lo moral y debe de disponer de la libertad; su intención es separar la educación entre los niños y los jóvenes, en este sentido, es pertinente destacar desde la concepción de Rousseau que la educación debe darse en un desarrollo natural y el aprendizaje basarse en la propia experiencia, asimismo, que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y señala cómo la naturaleza es capaz de influir en el desarrollo físico y mental del infante. En cambio, en Freinet, conductista, con postulados a favor de la moral y de la civilidad propone principios fundamentales y generales en su sistema pedagógico son funciones prioritarias del individuo que permiten al niño constituirse como persona, se rechaza el plegar su espíritu a cualquier dogma infalible y preestablecido. Se consagra a convertir a los alumnos en adultos conscientes y responsables que construirán un mundo del cual serán proscritos el racismo, la guerra y todas las formas de explotación del hombre. La pedagogía de Freinet toma en cuenta el ritmo individual de aprendizaje, por eso, el niño utiliza las herramientas específicas concebidas por él.
Rousseau señaló que el niño es un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a
sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño. Freinet tiene una confianza plena en la naturaleza del niño y en sus posibilidades; él la concibe como un torrente cuya fuerza es preciso encausar pero que la educación no debe oponerse.
Rousseau. El proceso educativo debe de partir del entendimiento de la naturaleza
del niño, del conocimiento de sus intereses y características particulares. Así debe reconocerse que el niño conoce el mundo exterior de manera natural haciendo uso de sus sentidos, consecuentemente es erróneo hacerlo conocer el mundo en esta etapa a partir de explicaciones o libros. Rousseau señala la necesidad de replantear los métodos de enseñanza imperantes que consideran al niño como si fuera un adulto más, asumiendo con ello que comparten intereses, habilidades, necesidades y capacidades. Freinet. Hoy en día el maestro que se incline por llevar a la práctica las ideas del maestro. Hace hincapié en la educación de los valores como la democracia, la libertad de expresión, la comunicación, el compromiso, la responsabilidad y el trabajo en equipo. Señala que saber no puede transmitirse unilateralmente del maestro “que sabe” al alumno que no lo hace. El niño, a partir de lo que sabe y conoce adquiere otros saberes, al mismo tiempo que pone en marcha un método de búsqueda, medios de adquisición, un espíritu crítico, un método de análisis y de sintaxis.