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Para convivir mejor, los seres humanos han llegado a acuerdos y compromisos que garantizan
condiciones de vida plena y saludable. También los pueblos del mundo han firmado pactos para
que logremos ponernos de acuerdo con el bienestar y la dignidad humana, es por ello, que
hablamos de los Derechos Humanos, los Derechos de niños y niñas y los Derechos de las mujeres.
Cabe anotar que existe un sinnúmero de grupos que han venido reivindicando sus derechos y
especificidades ante la sociedad, como son los grupos de poblaciones indígenas, negras,
refugiados y gay, entre otros.
La Constitución de 1991, en su artículo 44, consagró los Derechos del Niño como derechos
fundamentales y señaló al Estado, la sociedad y la familia como garantes de éstos. Al referirse a los
Derechos del Niño, la madre y la familia, especialmente en materia de protección infantil y
familiar, salud, educación y seguridad social, maternidad, trabajo de menores, maltrato físico o
psicológico de los niños, paternidad, filiación entre otros, la Constitución consolida un marco legal
de atención y protección a la infancia..
A continuación presentamos los Derechos de los niños y niñas, los cuales fueron congregados en
cuatro grupos:
1. Derechos de Desarrollo
Cuando hablamos del desarrollo de los niños y de las niñas, nos referimos a un proceso
intencionado que busca el crecimiento armónico e integral de sus aspectos: físico o biológico
que le da la capacidad para moverse, y configurarse corporalmente; psicológico que le da la
capacidad de desarrollar para pensar y hablar; afectivo que le da la capacidad para sentir y
amar, y social, que le da la capacidad para relacionarse con los demás. Según la Convención
de los derechos del niño, derechos de desarrollo son:
2. Derechos de supervivencia
A los niños y niñas hay que protegerlos desde antes de su nacimiento. Si le brindamos la
atención necesaria a la mujer gestante, estamos protegiendo la calidad de vida tanto de ella
como del futuro bebé. Para que un ser humano logre un estado de bienestar, es necesario
que tenga sus necesidades básicas satisfechas, quiere decir, contar con alimentación,
vivienda, salud, recreación, educación. Para una buena salud mental necesitamos sentirnos
aceptados y reconocidos por los demás, necesitamos de afecto, y de sentirnos útiles en la
relación con los otros/as. Unos de los derechos más importantes para garantizar una vida
digna son:
3. Derechos de protección
Durante nuestra infancia, dependemos del adulto y estamos expuestos a las condiciones de
vida que los adultos nos ofrezcan. Cuando hablamos de protección nos referimos a todas las
acciones que obligan a las personas adultas, especialmente a nuestros padres a registrarnos y
darnos un nombre, a brindarnos todas las condiciones de una vida saludable, a protegernos
de todos los peligros, del abandono y del abuso. A continuación presentamos algunos
derechos de protección que consagra la Convención de los Derechos del Niño:
4. Derechos de participación
La participación de la niñez abarca el derecho a pensar y a expresarse libremente, lo que
implica que el niño o la niña sea tenido en cuenta como un sujeto de derechos, que
desempeña un papel activo en la familia, la comunidad y la sociedad. Es muy importante que
los niños y niñas hagan parte activa de la vida escolar, integren los consejos y comités que se
constituyen en la institución educativa y den a conocer sus propuestas para mejorar el
bienestar y la calidad educativa
• Art. 12 A expresar su opinión en los asuntos que lo afectan y a que se le tenga en cuenta.
• Art. 13 A libertad de expresión y a buscar, recibir y difundir información.
• Art. 14 A la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
• Art. 15 A la libertad de asociación y a celebrar reuniones pacíficas.
¡Para recordar!
Somos los niños y niñas que hablamos y pedimos que nos escuchen. Por favor, no nos hagan
callar, que debemos decir algunas cosas, con respeto y cariño, y al mismo tiempo con
franqueza.
Pedimos que nos oigan y prometemos no ponernos serios, aunque nuestras palabras los
hagan sonreír. Se trata de nosotros y del pequeño sitio que ocupamos. Necesitamos más
espacio y aspiramos a que nos miren con más respeto e interés. Ciertamente, somos chiquitos
y cabemos en cualquier parte, pero crecemos a toda hora y mañana seremos tan grandes
como ustedes. Comprendan la importancia que en realidad tenemos.
Ayúdenos a crecer, a cruzar los puentes que nos separan del futuro, a comprender el significado
de las palabras, a alcanzar los frutos más altos y a tocar las nubes con los dedos.
Nosotros, los niños y niñas, también pensamos, también tenemos problemas, que solos no
podemos resolver, y también sufrimos y esperamos. Sufrimos desengaños y esperamos que
alguien nos consuele y nos ponga la mano sobre el hombro, con un gesto amoroso y comprensivo.
Como somos pequeños, el viento nos dobla fácilmente y ustedes, los mayores, nos olvidan.
Recuerden nuestra sed con más frecuencia.
Piensen que somos el futuro, la patria de mañana, los que tenemos el encargo de prolongar la
vida. Sin la fuerza que crece con nosotros, sería imposible progresar, reanudar las faenas
interrumpidas por la muerte. Con el paso del tiempo, seremos albañiles e ingenieras, navegantes y
leñadores, arquitectas y ascensoristas, ebanistas, abogadas y médicos. Un día dejaremos de ser
niños y niñas y cambiaremos las cometas por cohetes y aviones.
Es necesario, pues, que nos cuiden con más empeño, que alejen de nosotros los peligros, que nos
defiendan de las guerras y las enfermedades, que nos enseñen a leer, a escribir y a cantar, que nos
den aire puro y libros inocentes, que nos acerquen a la poesía, que nos dejen soñar, tendidos en la
hierba, con un mundo más limpio y más honrado.
Somos los niños y niñas. Pedimos que nos oigan, que se acerquen a nuestros labios y pongan los
oídos sobre nuestras palabras. Escuchen: la indiferencia no nos gusta, porque ella nos produce la
impresión, muy triste por cierto, de que no existimos.
Queremos que nos miren con ternura, que nos entiendan, que nos digan: el día los espera, niños y
niñas de todo el mundo, para darles regalos luminosos y jugar con ustedes bajo el cielo.
Te invitamos a darle una miradita al programa de televisión donde podrás observar la situación de
miles de niños y niñas colombianas que tienen sus derechos vulnerados.
Con el apoyo de tu profesor o profesora, pueden analizar el programa de televisión y responder las
siguientes preguntas:
• ¿Quiénes son los responsables de asegurar los derechos de los niños y niñas?
• ¿Ustedes como niños, niñas y jóvenes han sentido violentados sus derechos?
Ahora vamos a valorar cómo fue tu participación durante el desarrollo del capítulo. A
continuación, lee las preguntas y responde cómo fue tu desempeño.
• ¿Qué recomiendas para proteger los derechos de los niños y las niñas?
¿Cómo está tu personaje?, esperemos que esté acompañando la secuencia del capítulo y que les
encuentre sentido a las actividades.
Continuamos... abre tu cuaderno e imagina a tu personaje... y escribe: ¿Cómo es su convivencia
con los demás? ¿Expresa sus opiniones a las personas que lo rodean? ¿Acepta las decisiones
colectivas frente a sus intereses individuales? ¿Cómo vive sus derechos y deberes en la sociedad?
Cuéntanos...
A todos nos ha ocurrido, alguna vez en la vida, que hacemos algo de lo cual, con el tiempo, nos
arrepentimos, e incluso deseamos que no hubiera sucedido o que nunca vuelva a acontecer.
Situaciones así se dan cuando actuamos sin tomar en cuenta las consecuencias de lo que hacemos.
No te preocupes si a ti ya te ha pasado, porque con el tiempo uno va aprendiendo de sus errores.
Te invitamos a que conozcas un poco acerca de este tema, tal vez con ello puedas enfrentar
menos tropezones o, por lo menos, estos serán menos bruscos.