Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Una persona puede, de este modo, tener derecho a varias nacionalidades y hay países,
como por ejemplo Francia, donde se reconoce el ius soli y el ius sanguinis. También es
posible no tener ninguna nacionalidad (apátrida).
Literalmente, el ius sanguinis es el derecho de la sangre, expresión latina que implica que
la identidad nacional es algo heredado de los padres, una identidad colectiva que se
transmite de generación en generación. El Ius soli, por el contrario, correspondería al
derecho del suelo, lo que implica que la identidad viene determinada por el preciso lugar
en el que se encuentran los progenitores de la persona en el momento de su nacimiento
independientemente del origen de los mismos. En términos generales, el ius soli
predomina en países que optan por favorecer la inmigración, mientras que el ius sanguinis
es preferido por aquellos países que buscan conservar cierta cohesión étnica y social.
Países de aplicación
El Reino Unido también aplican el ius sanguini, mientras que en el resto de países
europeos no suele aparecer en su ordenamiento jurídico.
España utiliza el ius sanguinis, así como también el ius soli en algunos casos: padre
o madre extranjero nacido en España, menores extranjeros adoptados por
españoles, hijos apátridas y filiación indeterminada (véase Inmigración en
España).g
Un gran número de otros países americanos (Brasil, Canadá, Chile, Estados Unidos,
Ecuador, Jamaica, México, Perú, Uruguay, Venezuela) aplican también el ius soli,
originalmente como respuesta a las necesidades de población europea para
colonizar el continente.
Filiación
nombre femenino.
La filiación es un derecho jurídico que existe entre dos personas donde una es
descendiente de la otra, sea por un hecho natural o por un acto jurídico. En términos
generales, se puede indicar que
«(...) comprende el vínculo jurídico que existe entre los sujetos llamados ascendientes y
descendientes, sin limitaciones de grados; es decir, entre personas que descienden las
unas de las otras (...)» (Gallegos, 2006, p. 65).