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Facultad de Pedagogía - SEA

E.E.: Proyecto de Investigación

Académico: Itzel Natalia Lendechy Velazquez

Elaboró: Cecilia Garcia Landa


Nathalie Hernández González

Xalapa, Ver., mayo de 2019.


PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Zona 088I

ATENCIÓN A LAS NECESIDADES DE LOS CENTROS DE TRABAJO

Supervisión de zona de Telesecundarias 30FTV0088I

MISIÓN
“ Ofrecer un servicio educativo de calidad en las escuelas, para garantizar y alcanzar el
logro esperado de los aprendizajes de los alumnos en condiciones equitativas para todos.”

VISIÓN
“ Garantizar la participación del Consejo Técnico Escolar por una Autonomía de Gestión
informada, orientada a la toma de decisiones con liderazgo, respeto, perseverancia y
responsabilidad que mejore los componentes del sistema educativo y con ello, la calidad
de los aprendizajes de nuestros alumnos.”

VALORES COMPARTIDOS
Respeto : Significa valorar a los demás, acatar su autoridad,y considerar su dignidad. El
respeto se acoge a la verdad; no tolera bajo ninguna circunstancia y repugna la calumnia y
el regaño.

Tolerancia : Podríamos definir la tolerancia, como la aceptación de la diversidad de


opinión, social, étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a
los demás, valorando las distintas formas de entender, y posicionarse en la vida, siempre
que no atenten contra los derechos fundamentales de la persona.

Responsabilidad : Se puede entender la responsabilidad, como la obligación de asumir las


consecuencias de los actos propios, y por tanto, la obligación de prevenir las condiciones
que puedan afectar al profesionista y/o a los demás.

Perseverancia : Empleo enérgico de las fuerzas físicas, intelectuales o morales, para


conseguir algo. Una persona perseverante, tiene claro un objetivo positivo, relacionado
con la creación de algo nuevo, o la aportación de distintos valores al mundo.
ANTECEDENTES

En mayo de 1992 se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica


(anmeb), por el cual el gobierno federal transfirió a los gobiernos de los estados los servicios de
educación básica, los de formación inicial y en servicio de los docentes. Por su naturaleza, el
anmeb fue un acuerdo político entre tres actores: el gobierno federal, los gobiernos de los estados
y el sindicato de maestros. Su firma significó la definición de una política educativa nacional que
por su importancia puede compararse con la creación de la sep en 1921. El texto del anmeb sólo
alude a la reorganización y a la transferencia de la operación de los servicios de educación básica y
de formación de docentes, sin embargo, tanto el sindicato como las autoridades federales y de los
estados usaron el concepto de federalización para hablar del proceso mediante el cual se buscaba
redistribuir las funciones educativas y construir un nuevo federalismo educativo que fue luego
establecido en los artículos 12 a 16 de la Ley General de Educación mediante la distribución de la
función social educativa entre los tres órdenes de gobierno. Al transferir los servicios educativos a
los gobiernos estatales, la federación también trasladó las estructuras políticas, normativas y
administrativas destinadas a la gestión y al control de la operación de esos servicios. Entre ellas,
las tramas de poder burocrático-sindical, las culturas institucionales, así como los acuerdos tácitos
de la SEP con la organización sindical. La configuración histórica, política y normativa de la
supervisión escolar federal, como instancia de control burocrático, político, ideológico, gremial,
corporativo del magisterio y como instancia clave de la operación administrativa en campo, fue
heredada a los gobiernos estatales. A partir de la descentralización pactada en 1992, varias
entidades se dieron a la tarea de construir, reconstruir, articular o simplemente hacer gobernable
al nuevo sistema educativo local a través de la búsqueda de factores de equilibrio. En ese
contexto, los temas de la supervisión escolar y apoyo a las escuelas surgieron como asuntos de
agenda de política educativa en el marco de la descentralización del Sistema Educativo Nacional
de manera progresiva y no siempre en primer lugar. A nivel federal, no hubo referencia al tema en
el ANMEB. Alguna alusión indirecta se dio en el Programa de Desarrollo Educativo (1995-2000).
Aparece, ya como tema específico, en el Programa Nacional de Educación (2001-2006), como un
asunto significativo a la gestión de orden institucional y relevante para la transformación de la
escuela pública

Más allá del orden discursivo macro que representan dichos planteamientos, fue en el nivel
local74 donde apareció el tema, en el contexto de los procesos locales derivados de la
descentralización (como es el caso de la estrategia seguida en Aguascalientes) y en relación directa
con la introducción del Proyecto Escolar como herramienta de gestión y transformación de las
escuelas de educación básica, entre 1994 y 1996 (Nuevo León, Guanajuato). La supervisión escolar
y el apoyo técnico a las escuelas se plantearon también en el contexto estratégico y operativo de
los programas compensatorios a cargo de Conafe a partir de 1994. En varias entidades se
desarrollaron proyectos, sean dirigidos ex profeso a la supervisión escolar, sean dirigidos a las
escuelas y que la involucraban de manera indirecta. En el caso de Aguascalientes, la estrategia de
reorganización del sistema educativo local, a partir de la federalización, tomó como centro a la
supervisión escolar (1993).75 En Guanajuato, a propósito del desarrollo de un nuevo modelo de
sistema educativo estatal, se diseñó un modelo de supervisión escolar (1995).76 En años
siguientes, varios estados generaron propuestas de transformación de la supervisión escolar en
relación directa con la introducción del proyecto escolar, como Nuevo León (1996, 1997). A partir
de la formulación del Programa para Abatir el Rezago en Educación Básica (PAREB) en 1994, el
Conafe contempló un componente de fortalecimiento de la supervisión escolar. En 1996, realizó
un seminario nacional sobre el tema, para visualizar alternativas y estrategias de organización,
funciones y procesos. Poco tiempo después, en el mismo año, el programa de investigación e
innovación la gestión de la escuela primaria, de la Subsecretaría de Educación Básica y Normal de
la SEP (SEByN), llevó a cabo una serie de consultas con personal de supervisión. En el nivel federal,
el tema apareció asociado a la problemática generada por la introducción de programas que
intervienen de manera directa en las escuelas, que para su operación requieren de cierto tipo de
colaboración del estamento de supervisores y jefes de sector. La emergencia del tema de la
supervisión escolar y el apoyo a las escuelas sucedió en el contexto de la implantación de políticas
y programas federales dirigidos a la mejora de la calidad. Entre tanto, en algunas entidades
apareció como un asunto de gobernabilidad y equilibrio en la nueva distribución de poderes
producto de la descentralización. En otras, como referencia estratégica para concretar políticas de
mejora de la calidad. En algunos casos, sobre todo en el nivel local, se planteó como problema
medular el asunto de la definición de funciones de la supervisión escolar o, mejor, sus tareas,
formas de trabajo y de organización. Varias iniciativas sucedieron para replantear y negociar las
funciones asignadas a la supervisión escolar. En especial, en entidades en las que se desplegó un
proceso de regionalización de la estructura administrativa central estatal, gracias al cual se
cuestionó la organización territorial de las zonas y sectores escolares (Nuevo León, Puebla,
Zacatecas, Baja California, Guanajuato), entre 1996 y 2000. Sin embargo, en la lógica de la
administración federal y en muchas de las locales, la acción interventora sobre la supervisión
escolar heredada de la fase anterior al ANMEB se circunscribió a tres cuestiones: (a) la inclusión
del estamento en la operación de nuevos programas y proyectos (luego de reconocer los efectos
perversos de la exclusión en algunos de ellos), (b) por lo que la capacitación cobró relevancia, (c)
así como la motivación del personal para cambiar su actitud en relación con los cambios
implicados por la nueva orientación de las políticas. El asunto de la revisión y replanteamiento de
las funciones de la supervisión escolar ha estado asociado al conjunto de nuevas demandas que se
le han hecho al estamento, a partir de su inclusión en la operación de programas y proyectos
relacionados con los docentes (Carrera Magisterial y Programa Nacional para la Actualización
Permanente de Maestros en Servicio —Pronap), las escuelas (Proyecto Escolar, luego el PEC), la
enseñanza (Programa Nacional de Lectura y Escritura —Pronales—, más tarde Enciclomedia), los
alumnos (Programa de Integración Educativa, Programa de Evaluación de Logros) y los programas
compensatorios. Asimismo, dicha revisión se ha relacionado con el desarrollo paulatino de nuevas
formas de regulación del trabajo docente y directivo; la incorporación de nuevas tecnologías a los
procesos administrativos (sistemas de información) y nuevos criterios de planeación y
microplaneación educativa que replantean el papel de los supervisores en esa materia. Lo anterior
se tradujo en un sinnúmero de acciones de capacitación, a través de pequeños cursos o talleres,
para informar a los supervisores sobre los contenidos y, sobre todo, los procedimientos
administrativos y operativos de los programas federales, estatales y los nuevos procesos
administrativos relacionados con sistemas de información y planeación. A partir del Programa
Nacional de Educación 2001-2006 (Pronae), en el que se puso como centro el tema de la
profesionalización del personal de supervisión escolar, en varias entidades se ha hecho énfasis —
en paralelo al tema de las funciones— al tema de la capacitación, en especial para enfrentar las
resistencias al cambio y para alinear a las personas en el nuevo contexto discursivo respecto a la
centralidad de la escuela y la gestión escolar en los procesos de mejora de la calidad de la
educación. Muchos de esos programas de capacitación han privilegiado las dimensiones personal y
afectiva al centrarse en el tema de las actitudes (cursos con frecuencia limitados a tópicos de
desarrollo humano, liderazgo) y sólo en algunos casos se refieren al desarrollo de capacidades y
competencias funcionales, en relación con la planeación, la organización, la gestión y la evaluación
educativas como tareas. Tal capacitación sucedió a través de múltiples formatos. Por una parte, un
Curso Nacional de Actualización sobre Gestión Escolar; cursos estatales de actualización,
relacionados con contenidos de los planes y programas; cursos cortos y talleres. Más aún, en
varias entidades se desarrollaron acciones más estructuradas de capacitación, como diplomados.

En 2002 se firmó el Compromiso social por la calidad de la educación en el que se planteó el


propósito de que la promoción de los docentes y directivos para cargos de supervisión y Jefatura
de Sector –al amparo de la normatividad vigente del escalafón magisterial— se diera mediante
concursos de oposición. Se suponía que esa medida erradicaría las formas vigentes de acceso al
cargo de supervisión (además de escalafón formal, el paralelo) y contribuiría a una
profesionalización del ejercicio del cargo y la función. Sin embargo, entre ese año y 2006 no se
implementó, aun cuando la SEP realizó estudios y diseños para su operación. Ahora, el Programa
Sectorial de Educación 2007-2012 ha planteado un conjunto de objetivos y metas que implican a la
supervisión escolar, en cuanto a su capacitación, el desarrollo de funciones de evaluación y apoyo
diferenciado a las escuelas. Su concreción supone una transformación cualitativa de la orientación,
los roles y las prácticas del personal de supervisión escolar, pero no refiere la necesaria incidencia
en los constitutivos históricos que configuran la dimensión político-normativa de ese servicio.
Planteamiento del problema

 La implementación del nuevo modelo educativo trae consigo cambios


considerables en el ámbito pedagógico y administrativo para los centros de
trabajo. ¿Cómo el supervisor escolar en su función de Autoridad Educativa Local
(AEL) gestiona y capacita al personal a su cargo para atender a las comunidades
educativas de la zona en función del nuevo modelo educativo?

Recursos

 Sala de juntas
 Asesores Técnico Pedagógicos (recursos humanos)
 Equipo de computo
 Papelería en general
 Medio de transporte

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