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TÉCNICA DE LA TOMA DE MUESTRA DE HEMOCULTIVO

La extracción de estas muestras de sangre, siempre se harán antes de la


administración de un tratamiento antibacteriano. El momento idóneo para la
extracción, es aquel justo antes o durante el pico febril, como este momento es
incierto, se recomienda que se extraiga nada más tomar la temperatura del paciente
y que ésta sea igual o mayor a 38º.
Las muestras de sangre se tomarán por venopunción, preferiblemente de las venas
del antebrazo, salvo en los casos que la extraigamos de un catéter venoso central,
esos casos son: la imposibilidad de acceso venoso o arterial periférico, pacientes
con trastornos graves de la coagulación, en la que se desaconseja la punción y
aquellos pacientes en la que se desaconseja por orden médica. La toma de sangre
arterial, sólo se realizará cuando no sea posible hacerlo de la vena.

Para el estudio del hemocultivo se recomiendan extraer de 2 o 3 tandas, siendo


una cantidad mayor desaconsejable.
Material
 Compresor.
 Jeringas.
 Guantes estériles.
 Agujas intravenosas.
 Solución antiséptica (alcohol de 70º, o clorhexidina).
 Gasas y campo estéril.
 Frascos de hemocultivos aerobios y anaerobios (dos de cada uno).
Procedimiento
Lo primero que haremos es preparar el material. Informaremos al paciente de la
técnica que vamos a practicarle y lo pondremos preferiblemente en decúbito supino.
Nos lavaremos bien las manos, colocaremos el campo estéril y nos pondremos los
guantes. Ponemos el compresor en el brazo del paciente y limpiamos con
desinfectante la zona de punción. Destaparemos los botes de hemocultivos y
desinfectaremos las membranas con una gasa impregnada en clorhexidina o
alcohol.

Realizaremos la extracción, en los adultos sacaremos de 8-10 ml y en niños del 1-


4 ml. Retiraremos la aguja, presionaremos el punto de punción y colocaremos un
apósito. A continuación, inocularemos la sangre extraída en los botes, primero en
el anaerobio, en el que sacaremos la jeringa y la aguja a la vez para impedir la
entrada de aire, luego en el aerobio, en el que retiraremos primero la aguja para
favorecer la entrada de aire. Moveremos suavemente los frascos para mezclar el
contenido y evitar la coagulación.
A continuación, volveremos a relizar todo el proceso en el otro brazo, para extraer
la segunda tanda de hemocultivos. Hay estudios que demuestran que se obtienen
resultados similares cuando se extraen simultáneamente, que cuando se extraen
con un intervalo de 30 minutos.
Con las muestras ya tomadas, identificaremos los botes con el nombre completo
del paciente, fecha, hora y numeraremos los frascos en orden de extracción.
Lo mandaremos lo antes posible al laboratorio de Microbiología.
GASES ARTERIALES
La gasometría es la medición de los gases disueltos en una muestra de sangre
(arterial o venosa) por medio de un gasómetro. Es la mejor prueba para el estudio
del intercambio pulmonar de gases y el equilibrio ácido-base.
Está indicada en el diagnóstico, valoración de la gravedad y evolución de los
distintos trastornos ácido-base tanto metabólicos como respiratorios.
Se toman muestras por punción arterial o por aspiración de un catéter en una línea
arterial. Es la que proporciona mayor información.
Lo primero que hay que realizar es la localización de una arteria palpable. Al elegir
la zona de punción debe tenerse en cuenta la accesibilidad del vaso y el tipo de
tejido, ya que los músculos, tendones y grasa, son menos sensibles al dolor que el
periostio y las fibras nerviosas. Además, para reducir la posibilidad de punción
venosa accidental, es preferible elegir arterias que no presenten venas satélites
importantes.
Por todo ello, la arteria radial es la más recomendada como lugar de punción; de
forma que cuando la circulación colateral es insuficiente o es difícilmente accesible,
se pueden utilizar como alternativa la arteria humeral en la fosa ante cubital.
Una vez elegida y palpada la arteria, hay que comprobar la viabilidad de la
circulación colateral suficiente; para ello se realiza la maniobra de Allen, que
demuestra el flujo colateral a través del Arco Palmar Superficial. Para ello se pide
el enfermo que abra y cierre vigorosamente el puño, tras haber localizado y
comprimido la onda de pulso radial y cubital. Tras 5-10 flexo extensiones suele
aparecer palidez isquémica palmar. Con la mano del enfermo extendida, se libera
la compresión cubital y se registrará el tiempo necesario para que reaparezca la
coloración palmar habitual. En general, se considera que la circulación colateral es
adecuada si reaparece en menos de 15 segundos.
TOMA DE MUESTRA DE LAS ARTERIAS
Si todo es normal hay que realizar la punción, para ello se coloca la muñeca del
paciente en hiperextensión, formando un ángulo de 45º con la aguja. Para la
punción deben emplearse agujas de calibre inferior a 20G y especialmente
diseñadas para ésta práctica. En ocasiones, se puede inyectar de forma
subcutánea un anestésico local que no contenga adrenalina para evitar la
vasoconstricción; con ello evitamos el dolor, disminuimos la ansiedad y la
hiperventilación.
En condiciones ideales, debe obtenerse un reflujo de sangre arterial, capaz de
elevar el émbolo de la jeringa de forma pasiva, obteniendo entre 2-5 ml. Tras la
punción debe comprimirse la zona durante 2-3 minutos, con objeto de evitar la
formación de un hematoma.
Es un procedimiento que requiere de una técnica y material especial. Aquí te
decimos lo que debes saber para tomar una buena muestra.
Cuándo está indicada la toma de sangre arterial?
 Desequilibrios ácido-base
 Hipoxia
 Hipercarbia
 Pruebas de rutina en obesidad, drogadicción, etc.
¿Cuales son los parámetros que obtenemos?
 pO2
 pCO2
 SaO2
 HCO3
 pH arterial
 Glucemia
 Lactato
 Electrolítos séricos
 Hemoglobina
 Carboxihemoglobina
 Metahemoglobina
¿Cuándo está contraindicada la toma de sangre arterial?
 Diátesis hemorrágicas
 Uso próximo o concomitante de anticoagulantes
 Enfermedad vascular periférica severa
 Anormalidades en la piel (infecciones, quemaduras, dermatitis)
 Si tienes tiempo haz el Test de Allen para detectar defecto en la circulación
colateral
 Insuficiencia de flujo sanguíneo del Arco palmar o cirugía arterial previa en
misma zona
¿Qué material necesitas?
 Iodopovidona o torundas de alcohol
 Jeringa heparinizada con aguja del 22-25
 Jeringa con aguja del 25 o 27
 Lidocaína al 1-2%
 Gasa estéril
 Guantes
 Un riñón quirúrgico o toalla enrollada
 Hielo
 Curita
Procedimiento:
1. Coloca el antebrazo del paciente sobre la toalla o riñón estirando la muñeca
2. Ponte los guantes
3. Prepara la piel con iodopovidona o torunda de alcohol cuidando la técnica
estéril (no pasar dos veces por la misma zona la torunda o gasa)
4. Palpa el pulso radial medial del proceso estiloides y lateral del flexor radial del
carpo; no existe evidencia de que algún sitio de punción sea mejor que los otros,
se usa más comúnmente el radial por su accesibilidad.
5. Con la jeringa de aguja del 27 infiltra con lidocaína el punto donde vayas a
tomar la muestra hasta formar una pequeña roncha. Esto ha demostrado que
disminuye las molestias del paciente y no altera los resultados, también reduce
el vasoespasmo.
6. Retrae el émbolo de la jeringa heparinizada hasta 2 CC, para pacientes con
contraindicación a la heparina puedes aplicar solución de citrato de sodio al
1.4%
7. Toma la jeringa heparinizada como lápiz con tu mano diestra y con la otra mano
vuelve a palpar el pulso con dos dedos y en signo de amor y paz para palpar el
trayecto de la arteria sin problema. La roncha de lidocaína debería quedar entre
los dos dedos.
8. Sobre la roncha punciona con la jeringa (heparinizada) en un ángulo de 30º
a 45º y el bisel boca arriba hasta obtener sangre en el émbolo, la solución
dentro de la jeringa se pinta de sangre levemente. La sangre arterial saldrá a
presión,no necesitas jalar, el distinguir entre sangre arterial o venosa por el
color no es conveniente.Esta técnica se conoce como de punción directa
9. Si no obtienes sangre arterial retira la jeringa hasta llegar a nivel subcutáneo y
busca entrar en la arteria. El buscar la arteria a profundidad puede lacerar otras
estructuras o la misma arteria causando daño severo o quizá un gran hematom
10. Una vez obtenida la muestra, mínimo 2 ml, retira la jeringa y pídele al paciente
o a un compañero que presione firme- e inmediatamente con la gasa durante
5- 10 minutos para evitar el famoso hematoma y lograr la deseada hemostasia
11. Retira la aguja de la jeringa y deséchala en el bote de punzocortante
12. Es recomendable frotar la jeringa entre tus manos para un mezclado eficaz de
la sangre con la heparina y evitar el odioso coágulo.
13. Elimina con cuidado cualquier resto de aire de la jeringa y colócale el tapó
14. La muestra sólo se coloca en hielo (o cualquier otra forma de frío) cuando el
análisis de la sangre va a demorar hasta 15 minuto
15. Coloca un curita (o algodón alcoholado con cinta) en el sitio de punción.
¿Cuáles pueden ser las complicaciones?
 Infección
 Hematoma
 Pseudoanaeurisma
 Fístula arteriovenosa
 Neuropatía
 Pérdida sanguínea iatrogénica
 Sangrado persistente
 Isquemia de rama
 Embolización aérea
 Lesión del nervio mediano
 Plexopatía braquial
 Trombosis
HEMATOPOYESIS
La hematopoyesis es el proceso de formación de las células de la sangre, los
glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas. Todos
estos tipos celulares provienen de un antecesor común al que se denomina
hemocitoblasto o célula madre hematopoyética multipotente, pues tiene la
capacidad de dar lugar a los varios tipos celulares propios de la sangre.
La hematopoyesis o hemopoyesis comprende todos los procesos de división,
desarrollo y maduración de todos los tipos celulares que se generan en la médula
ósea y que se incorporarán al torrente sanguíneo.
La vida media de cada tipo celular es diferente. Los glóbulos rojos tienen una vida
media de 3 meses, por ejemplo. En cualquier caso, la formación de células
sanguíneas es continua y está modulada por señales internas, como la necesidad
de más glóbulos blancos ante una infección o de plaquetas en caso de herida.
Fases de la actividad hematopoyética
La actividad hematopoyética es uno de los procesos biológicos más precoces, ya
que se inicia durante la vida intrauterina desde las primeras semanas. En este
período se desarrolla en tejidos particulares y a través de tres fases: una
prehepática, una hepática y, por último, una medular.
Durante la fase prehepática, que se inicia alrededor de la tercera semana de vida
intrauterina, la hematopoyesis tiene lugar en las paredes del saco vitelino, por lo
tanto, tiene una localización extra-embrionaria; prosigue hasta la octava semana y
se orienta en sentido eritropoyético y durante gran parte de esta fase, más
específicamente en sentido megalopoyético (hasta la sexta semana o séptima
semana). En realidad es hacia la sexta semana cuando aparecen los grupos de
células más pequeñas que los megaloblastos y que muestran características
estructurales análogas a las fases de los eritroblastos.
Durante la siguiente fase hepática es el hígado el lugar más importante de la
actividad hematopoyética, la cual se inicia hacia el final del segundo mes y alcanza
su máximo de actuación alrededor del quinto mes fetal disminuyendo luego
gradualmente hasta cesar algunos días después del nacimiento. Esta actividad se
orienta en sentido eritropoyético, con la producción de eritroblastos, y en sentido
granulocitopoyético. Durante este periodo aparece la hemopoyesis o
hematopoyesis esplénica, que inicialmente se dirige en sentido granulocitopoyético
y plaquetopoyético, luego alrededor del quinto mes en sentido exclusivamente
linfopoyético.
Durante la fase medular es la médula el lugar más importante de la actividad
hematopoyética. La hemopoyesis medular se inicia hacia el final del tercer mes y
luego sustituye de una manera gradual la que tenía lugar en el hígado, hasta que
al octavo mes es el órgano hemopoyético más importante. Algunos días después
del nacimiento la médula ósea es el único lugar de producción de eritrocitos, de
granulocitos, de plaquetas y es completamente funcional en sentido hemopoyético.
Después de algunos meses se inicia un proceso de sustitución adiposa que
comienza en los huesos largos más distales, y se extiende gradualmente a otros
territorios, hasta que en la edad de la pubertad no existe tejido hemopoyético en
estos segmentos esqueléticos, sino sólo en las epífisis proximales del húmero y del
fémur. Quedan así como lugares de notable actividad hemopoyética las vértebras,
costillas, esternón, huesos ilíacos y cráneo.
Lugar donde se produce la hematopoyesis
Durante la primera etapa de la vida en el embrión y feto, la hematopoyesis se
produce de forma diferente. El hígado y en menor proporción el bazo, ganglios
linfáticos y timo son los órganos productores entre el segundo y séptimo mes. A
partir del séptimo mes de vida intrauterina será la medula ósea el órgano
hemopoyético principal hasta el nacimiento y después lo será durante toda la vida
en situación normal.

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