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¿Para qué se usan los

tratamientos térmicos?
Publicado en 11 julio 2011 por Tobas

Los tratamientos térmicos, ¿qué son y para que se utilizan? Tipos de tratamientos
térmicos y fases en las que se dividen. El acero y los tratamientos térmicos y
termoquímicos aplicados a este metal: temple, revenido, recocido, cementación y
nitruración. Explicación detallada de todos los principales tratamientos térmicos.

Definición, motivación y
utilidades
Dureza, resistencia y elasticidad son algunas de las propiedades que tienen los
metales en estado sólido. Estas propiedades pueden variar si se aplican sobre los
materiales tratamientos térmicos.

Calentando o enfriando un metal que está en estado sólido, se


pueden cambiar sus propiedades mecánicas, pero nunca se alteraran sus
propiedades químicas.

Estos tratamientos térmicos pueden dar resultados muy útiles, como producir
superficies duras con un interior dúctil, incrementar la tenacidad o disminuir el
tamaño del grano.

Lo más recomendado es la utilización de los llamados diagramas de cambio de


fases. Estos diagramas son representaciones gráficas de las fronteras entre los
diferentes estados del material, definiendo las temperaturas en las que ocurren
cambios de fase.

Tipos de tratamientos
térmicos y fases de estos
Tipos de tratamientos térmicos:
 Tratamientos en la masa. Se tratan de recocido y normalizado, temple y
revenido.
 Tratamientos Superficiales. Cementación, nitruración, etc.
Fases de un tratamiento térmico:

 Calentamiento hasta la temperatura fijada. El calentamiento debe ser


uniforme o bien lentamente o de forma escalonada.
 Permanencia en la temperatura fijada. Para que el metal se
transforme por completo debe permanecer un tiempo a la temperatura fijada
(unos dos milímetros por centímetro de espesor).
 Enfriamiento hasta la temperatura ambiental.

El acero. Tratamientos
térmicos y termoquímicos
Tratamientos térmicos del acero

El acero es una aleación de hierro y carbono que, además, contiene otros elementos
de aleación. Este metal tiene unas propiedades mecánicas (resistencia, tenacidad,
dureza, maquinabilidad…) que se pueden variar con tratamientos químicos, tales
como:

1. Temple. Endurece y aumenta la resistencia de los aceros. Se calienta el metal a


una temperatura entre 900 y 950 ºC (crítica) y se enfría rápidamente con agua o
aceite.

2. Revenido. Al contrario del anterior, el revenido consiste en disminuir la dureza


y resistencia del acero, eliminando las tensiones en el temple y aumentando la
tenacidad.

3. Recocido. Se trata de un calentamiento hasta la temperatura de austerización,


entre 800 y 925 ºC, para después enfriar muy lentamente. Con ello, aumenta la
elasticidad del acero y disminuye la dureza.

Tratamientos termoquímicos del acero.

A diferencia de los anteriores, los tratamientos termoquímicos sí varían la


composición química del acero. Un par de ejemplos son:
Cementación. Se aumenta el contenido de carbono en la zona periférica. Al
aplicar después los procesos de temple y revenido, se logra una gran dureza en la
superficie y resistencia al desgaste.

Nitruración. De nuevo para endurecer la superficie del acero, se calienta hasta


una temperatura de entre 400 y 525ºC dentro de una corriente de amoníaco y
nitrógeno.

11. ANÁLISIS DE FALLA DE MATERIALES


Publicado el 15 julio, 2015 por estudiantesmetalografia
I. CONTENIDO
11. Análisis de fallas de materiales.
11.1. Introducción.
11.2. Causas del fallo.
11.3. Tipos de fallas.
11.3.1. Fracturas.
11.3.1.1. Características morfológicas de una fractura.
11.3.1.2. Características microscópicas de una fractura.
11.3.2. Grietas.
11.3.3. Fallas por desgaste.
11.3.4. Corrosión.
11.4. Detección de fallas.
11.4.1. Ensayos destructivos.
11.4.2. Ensayos no destructivos.
11.5. Análisis de fallas.
II. ANEXOS
III. LISTA DE FIGURAS.
IV. LISTA DE TABLAS.
V. BIBLIOGRAFÍA.
VI. CRÉDITOS.

11. ANÁLISIS DE FALLAS DE MATERIALES.


En el presente capítulo se pretende brindar un acercamiento a las diversas maneras
en las que puede llegar un material a presentar un fallo, así como también las
causas mas comunes de este suceso. Es de aclarar que aunque si bien los
mecanismos de detección de fallas son mencionados en el presente capítulo, en este
no se da un estudio profundo acerca de estos métodos, ya que el siguiente
capítulo da estudio exclusivo a dichos procedimientos.

11.1. Introducción.
Se considera que el material de un componente ha fallado cuando este se encuentra
en una condición bajo la cual no puede cumplir con la función para la cual fue
diseñado.
La falla de un material puede traer consigo altos costos, en términos económicos,
de producción o incluso vidas humanas, por esta razón hacer un análisis en el que
se pueda establecer porque falló el material es de suma importancia, ya que a partir
de este análisis se pueden identificar los errores que se cometieron en el diseño y/o
el manejo que se le dio a dicho componente.

La labor de un analista al efectuar un análisis de fallo a un material se asemeja en


cierta medida al trabajo realizado por un detective en la escena de un crimen, ya
que el análisis busca poder examinar la pieza, su diseño, fabricación, condiciones
de operación, así como también su principal fin, encontrar cómo y porqué falló. [1]

11.2. Causas del fallo.

Aunque las causas del fallo de un material pueden ser muy diversas, todas están
ligadas en cierta medida al error humano, estas se pueden resumir principalmente
a siete, fallas por diseño, por selección inadecuada del material, por un tratamiento
térmico defectuoso, por una manufactura defectuosa del material, por un
mecanizado defectuoso, montaje defectuoso y operación y mantenimiento
deficientes.[2]

 Diseño. Se considera que un elemento tiene un falla de diseño cuando en


este no se tiene en cuenta o hay un error en el cálculo de las condiciones a la
cuales deberá operar dicho elemento. Un ejemplo de esta causa de fallo está en
los inicios de la construcción de los primeros jets en 1950, cuando no se tuvo en
cuenta que debido a la presurización y despresurización de la cabina generaría
en las equinas agudas de las ventanas una alta concentración de esfuerzos, los
cuales la agrietaron y posteriormente la fracturaron, produciendo la explosión
de las naves en pleno vuelo.
[3]

 Selección inadecuada del material. Esta causa de fallo se presenta


cuando el diseñador del elemento, pasa por alto cuales son los límites bajo los
cuales el material con el que es fabricado el elemento puede operar. El
hundimiento del Titanic se debió a un fallo de este tipo, cuando no se tuvo en
cuenta por desconocimiento que el acero seleccionado para el casco de éste se
volvería extremadamente frágil a bajas temperaturas. [4]

 Tratamiento térmico defectuoso. Un material que sea sometido a un


tratamiento térmico, el cual fue realizado sin el cuidado necesario, puede
experimentar imperfecciones, tales como microgietas que lo pueden conllevar a
una falla improvista.
 Manufactura defectuosa. Esta causa de falla es más común en
fundiciones y uniones soldadas, en la cuales se pueden presentar porosidades
(en el caso de la soldadura debido a inclusiones de escoria) y grietas en las
cuales se concentran esfuerzos que generan una posterior ruptura del elemento
o de la unión.
 Mecanizado defectuoso. En elementos que están sometidos a esfuerzos
cíclicos repetidos la presencia de alguna marca de mecanizado puede conllevar
al desgaste progresivo y prematuro del material.
 Montaje defectuoso. En elementos donde se requiere alta precisión en el
ensamble de sus componentes, se requiere que estos componentes estén dentro
de las tolerancias de ensamble, ya que si llegan a estar desalineados podría
presentarse, por ejemplo, cornisas o salientes en las cuales se produciría un
mayor esfuerzo que llevaría a la ruptura del material.
 Operación y mantenimiento deficientes. Se debe tener en cuenta, para
todo instrumento, que el uso normal de este genera un desgaste normal del
material, lo cual puede ser corregido con un correcto mantenimiento
preventivo, que de no realizarse causaría un funcionamiento anormal del
instrumento, lo cual es considerado una falla.

11.3. Tipos de fallas.


Las fallas estructurales de un material pueden ser de diferentes tipos,
principalmente, fracturas, grietas, desgaste y corrosión; cualquiera de estas puede
ser debida a un proceso químico, en tanto que solo las tres primeras son
consecuencias del trabajo –debido o indebido– al cual el material es sometido.

11.3.1. Fracturas.
Es el resultado final de un proceso de deformación plástica excesiva al cual es
sometido un material. Dependiendo del material y factores ajenos a este como la
temperatura, la carga y el tiempo durante el cual es sometido el material, este
puede llegar a una fractura, que se pueden clasificar principalmente como súbita
(también llamada frágil) o dúctil, además, cada tipo de fractura presenta diferentes
características en su aspecto, así como también en su microestructura.
 Fractura súbita. En este tipo de fractura el material presenta un corte
limpio, a 90°, sin aparente deformación plástica, originado por un esfuerzo
normal.

Figura 11-1. Fractura frágil a


simple vista. [5]

 Fractura dúctil. Se origina ante esfuerzos cortantes que dejan como


evidencia una deformación plástica observable, produce en los planos de corte
la forma copa-cono, por consiguiente forma un ángulo de 45° respecto a la
carga, donde a lo largo de la superficie inclinada se evidencia una zona de
desgarre y en el tope de esta una zona fibrosa.

Figura 11-2. Fractura dúctil a


simple vista. [6]

11.3.1.1. Características morfológicas de una fractura.


Al observar una fractura se pueden apreciar diferentes rasgos o atributos en cuanto
a su aparente morfología. Dependiendo si la fractura es frágil o dúctil se podrán
apreciar diferentes aspectos. Una fractura frágil puede presentar aspecto granular,
así como también marcas radiales; en tanto que una fractura dúctil puede mostrar
una textura fibrosa y con presencia de pequeños agujeros.

Figura 11-3. Fractura frágil con marcas


radiales.[7]
Figura 11-4. Fractura frágil con aspecto granular. [8]

Figura 11-5. Detalle de fractura


dúctil. [9]

Figura 11-6. Presencia de agujeros en fractura


dúctil. [10]

11.3.1.2. Características microscópicas de una fractura.

Si bien al observar una fractura a simple vista se pueden apreciar ciertos rasgos
propios de cada tipo de fractura, también es importante detallar su aspecto
microscópico, ya que de este manera también se aprecian diferencias entre cada
tipo de fractura.
Una fractura frágil puede presentar señales de clivaje, también llamadas
transgranulares ya que la fractura se propaga a través de planos específicos del
grano, fracturas intergranulares, en donde la fractura se propaga entre los granos a
través del límite de estos, y también a nivel microscópico se evidencian microvacíos
similares a los agujeros que se ven a simple vista.
[11]
Figura 11-7. Fractura
intergranular. [12]

Figura 11-8. Fractura transgranular


con microvacíos. [13]

A nivel microscópico la fractura dúctil no presenta ninguna característica diferente


a las que se evidencian a simple vista.

Figura 11-9. Zona fibrosa. [14]

Figura 11-10. Zona de desgarre. [15]

11.3.2. Grietas. Son aberturas o fisuras que se presentan en el material y pueden


terminar por fracturarlo totalmente, por esta razón son también llamadas fracturas
progresivas. Se pueden dar a causa de diferentes factores:
 Ciclos de carga (fatiga): Un material que es sometido a un trabajo cíclico
puede presentar grietas sucesivas debido a la aplicación de esfuerzos de manera
repetitiva, que dan como resultado una fractura total del elemento. Dicha
exposición a la fatiga marca el material con las denominadas marcas de playa,
las cuales son señales de la variación de esfuerzos durante el sometimiento a
fatiga hacia el material.

Figura 11-11. Marcas de playa en


una fractura por fatiga. [16]

 Fluencia lenta: Las grietas por fluencia lenta se presentan cuando el


elemento se encuentra a una alta temperatura y además está bajo la acción de
esfuerzos a tensión, lo cual origina que el material sufra especies de desgarros.

Figura 11-12. Grieta por fluencia


lenta. [17]

 Fragilización: Se presenta por la interacción del material con agentes


externos causando una pérdida de resistencia y ductilidad que podrían
conllevar a la ruptura del elemento trabajado. Como ejemplo, en un proceso de
carburización de un lote de engranajes, se podrían presentar pequeñas grietas
radiales en el eje del mismo, debido al aumento de dureza causado por los
compuestos químicos usados en este proceso.

Figura 11-13. Presencia de grietas


radiales en un engranaje. [18]
11.3.3. Fallas por desgaste.
El uso cotidiano de un material provoca que este mismo tenga fallas en su
estructura debido a fuerzas de rozamiento, de choque y fatiga entre sus elementos
y/o su entorno.

 Desgaste abrasivo: Se presenta debido a la fricción generada en el


movimiento de dos elementos, con diferente dureza, de un mecanismo, lo cual
produce perdida de material y ralladuras de los elementos.

Figura 11-14. Desgaste


abrasivo. [19]

 Fatiga superficial: Se presenta cuando los elementos que están en


contacto presentan pequeñas imperfecciones, las cuales originan esfuerzos
repetitivos que a su vez causan pequeñas picaduras en el material.

Figura 11-15. Picaduras a causa de fatiga superficial. [20]

 Ludimiento: Es un tipo de desgaste debido a desajustes de dos elementos


que se encuentran en contacto uno con otro y sometidos a presión, produce
pérdida del material y deformación superficial.

Figura 11-16.
Ludimiento. [21]
 Erosión: El desgaste por erosión se presenta cuando un elemento de un
mecanismo está en contacto con un fluido en movimiento, este tipo de desgaste
suele ser lento y produce perdida de material de manera progresiva, el material
desgastado puede tener apariencia pulida si se trata de un fluido líquido o
gaseoso, o granular si se trata de flujo de un sólido abrasivo.

Figura 11-17. Erosión de aspecto pulido (izquierda) y erosión de aspecto granular


(derecha). [22]

 Cavitación: Se presenta en elementos que transportan o contienen un


fluido líquido sometido presión, el cual puede ocasionar burbujas que al
explotar desprenden material oxidado de las paredes del elemento, generando
picaduras.

Figura 11-18. Picaduras en un tambor debido al


fluido agitado por las aspas. [23]

11.3.4. Corrosión.
La corrosión es una falla en un elemento resultado de un proceso químico en el cual
el material reacciona con elementos de su entorno, reacción que altera sus
propiedades, reduciendo su dureza, su resistencia mecánica, entre otras.

 Corrosión generalizada: En este tipo de corrosión la sección completa


del material que está expuesta al medio corrosivo se ve afectada.
Figura 11-19. Corrosión generalizada en
un tubo. [24]

 Corrosión galvánica: Se presenta cuando dos materiales diferentes están


en contacto directo en medio de un mismo medio corrosivo, produciendo una
celda galvánica, lo cual acelera la corrosión de uno de los elementos.

Figura 11-20. Perno corroído al estar en contacto con una


correa de acero galvanizado en una abrazadera. [25]

 Gradiente de concentración: Se presenta cuando hay una concentración


de un fluido corrosivo, generalmente es producto del goteo del fluido y produce
picaduras localizadas en la zona del goteo.

Figura 11-21. Gradiente de concentración por


condensación de vapor (gotas). [26]

 Rendija: Se presenta corrosión de manera localizada en juntas o uniones


de elementos, en donde hay concentración y filtración del fluido corrosivo.
Figura 11-22. Corrosión en medio de una
rendija. [27]

 Tuberculación: Se presenta en depósitos del material corrosivo, en donde


los productos de la corrosión experimentan un crecimiento desproporcionado,
en elementos como tuberías pueden generar incluso su taponamiento.

Figura 11-23. Tubería que presenta


tuberculación. [28]

 Erosión: Se presenta cuando el fluido el corrosivo se encuentra en


movimiento y está en contacto con el material, generando una rata de corrosión
mayor al esperado producto de la cooperación entre la acción corrosiva y la
erosión producto del flujo. Se puede apreciar el patrón de flujo en las zonas
afectadas.

Figura 11-24. Patrón de flujo de


corrosión. [29]

11.4. Detección de fallas.


Métodos usados en otros campos del saber, como por ejemplo la medicina, son
también usados en la detección de fallas. Para identificar fallas presentes así como
susceptibilidad a estas, se hace uso de en sayos no destructivos y ensayos
destructivos, respectivamente.
11.4.1. Ensayos destructivos.
El fin de estos ensayos es evaluar la tendencia a fallas de ciertas piezas, haciendo
uso de muestras de material idéntico al del elemento que se va a usar, se extraen
probetas del mismo lote de producción y estas son sometidas a procesos que las
destruyen y evalúan en qué punto presentan fallo, es decir, el límite de dicho
material antes de considerarse obsoleto.

Algunos ejemplos de estos ensayos son: ensayo de dureza, prueba de tracción,


análisis metalográfico bajo el microscopio, prueba de doblez, prueba de impacto,
ensayo de fatiga, ensayo de termofluencia, entro otros.

11.4.2. Ensayos no destructivos.


Este tipo de ensayos son los más indicados para detectar una falla en un elemento
que va a ser usado, puesto que no requieren de la destrucción del elemento.

Algunos ensayos no destructivos son: las tintas penetrantes, partículas magnéticas,


radiografía industrial, ultrasonido, entre otros. Un desarrollo más completo de este
tema se hizo en el capitulo anterior.

11.5. Análisis de fallas.


A causa del servicio que prestan los materiales, estos se ven influenciados bajo
agentes externos (químicos, mecánicos, climatológicos) que acortan la vida de los
mismos y los llevan al fallo.

Este análisis no solo se centra en buscar las razones o antecedentes precursores a


este si no también desarrollar procesos de prevención de fallos e investigación de
nuevos materiales que sean menos propensos a la falla, para prevenir futuros
inconvenientes. [30]

Con el fin de clasificar la gravedad de las fallas un grupo de ingenieros desarrollo


un método a finales de la década de 1940, llamado FMEA (failure mode and effects
analysis).

Es una técnica usada para catalogar, identificar y eliminar fallas conocidas o fallas
potenciales. Cabe resaltar que para aplicar este sistema se debe contar con un
grupo de personas capacitado y con experiencia en el análisis de fallas de los
materiales para que el análisis sea lo más certero posible. Este equipo determinara
el modo de fallo, evaluara su riesgo y tomara las medidas correctivas necesarias.

Con modo de fallo se hace referencia a como un componente o sistema puede fallar
al tratar de cumplir con su labor, por otro lado la causa de una falla se refiere a los
problemas de diseño que conllevan al fallo y el efecto de un fallo es definido como
el resultado de un modo de fallo en la función del material.
La forma más sencilla de aplicar el FMEA es determinar los riesgos prioritarios de
un modo de falla mediante el RPN (risk priority number), el cual es determinado
por: RPN=O x S x D, donde los factores de riesgo son O, S y D (ocurrencia,
severidad de un falla y habilidad de detectar una falla respectivamente). Un RPN
elevado indica mayor riesgo de falla, por lo tanto fallas con un valor alto de RPN
deben ser tratadas con mayor consideración y atención. [31]

Los valores de O, S y D son evaluados con las siguientes tablas de datos:

Puntuación. Probabilidad de ocurrencia. Probabilidad de falla.


10 Muy alta: el fallo es casi inevitable. 1 de 2
9 1 de 3
8 Alta: repetición de fallas. 1 de 8
7 1 de 20
6 Moderada: fallas ocasionales. 1 de 80
5 1 de 400
4 1 de 2000
3 Baja: relativamente pocas fallas. 1 de 15,000
2 1 de 150,000
1 Remota: la falla es poco probable. 1 de 1,500,000
Tabla 11-1. Clasificación cuantitativa de la probabilidad de ocurrencia de una
falla. [32]

Puntuación. Detección. Probabilidad de detección por control de diseño.

El control de diseño no puede detectar la causa


10 Absoluta incerteza.
potencial y el subsecuente modo de falla.

Muy remota oportunidad de que el control de


9 Muy remota. diseño pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.
Remota oportunidad de que el control de diseño
8 Remota. pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.
Muy baja oportunidad de que el control de
7 Muy baja. diseño pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.
Baja oportunidad de que el control de diseño
6 Baja. pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.
Moderada oportunidad de que el control de
5 Moderada. diseño pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.
Moderadamente alta oportunidad de que el
4 Moderadamente alta. control de diseño pueda detectar la causa
potencial y el subsecuente modo de falla.
Alta oportunidad de que el control de diseño
3 Alta. pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.
Muy alta oportunidad de que el control de diseño
2 Muy alta. pueda detectar la causa potencial y el
subsecuente modo de falla.

El control de diseño detectara la causa potencial


1 Casi seguro.
y el subsecuente modo de falla.
Tabla 11-2. Clasificación cuantitativa de la probabilidad de detección de una
falla. [33]

Puntuación. Efecto. Severidad del efecto.


Una puntuación muy alta de severidad se presenta
Peligros sin
10 cuando un potencial modo de fallo afecta la seguridad
previo aviso.
del sistema sin previo aviso.
Una puntuación muy alta de severidad se presenta
Peligros con
9 cuando un potencial modo de fallo afecta la seguridad
previo aviso.
del sistema con previo aviso.

Sistema inoperable con fallas destructivas sin


8 Muy alto.
comprometimiento de la seguridad.

7 Alto. Sistema inoperable con daños en el equipo.

6 Moderado. Sistema inoperable con pequeños daños en el equipo.

5 Bajo. Sistema inoperable sin daños en el equipo.


Sistema operable con significante degradación en el
4 Muy bajo.
desempeño.

3 Menor. Sistema operable con degradación en el desempeño.

2 Muy menor. Sistema operable con mínima interferencia.

1 Ninguno. No hay interferencia.

Tabla 11-3. Clasificación cuantitativa de la severidad de las consecuencias de una


falla. [34]

Como ejemplo del método FMEA, se analizará el fallo por fractura en el eje de un engranaje
perteneciente a la trasmisión de un elevador de uso público.

TIPO DE CAUSAS
FUNCIÓN IMPACTO S O
FALLA POTENCIALES
Fragilidad en el eje de los
engranajes producto de
Parte de la Suspensión del una imperfección a causa
trasmisión funcionamiento del de la presencia de
Fractura del eje de
de un elevador y posibles 10 hidrogeno en la estructura 3
un engranaje.
elevador lesiones en sus del material como
público. pasajeros. consecuencia de un
proceso de carburación
aplicada al material.
Tabla 11-4. Ejemplo de obtención del RPN. [35]

Con este valor obtenido de RPN=SxOxD=10x3x3=60 se puede concluir que el fallo


del eje es de un riesgo mediano, ya que aunque en caso de fallo éste sería grave, la
probabilidad de que éste ocurra es relativamente baja, así como también la
oportunidad de que no sea detectada la posibilidad de fallo.

II. ANEXOS.
A continuación se pone a disposición del lector los links de descarga de dos de los
artículos usados como referencia en el presente documento.
Failure Analysis for Materials Based on Failure Analysis
Cases, http://ieeexplore.ieee.org/xpl/login.jsp?tp=&arnumber=5367146&url=http
%3A%2F%2Fieeexplore.ieee.org%2Fxpls%2Fabs_all.jsp%3Farnumber
%3D5367146
Failure mode and effects analysis by data envelopment
analysis, http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0167923609001997

III. LISTA DE FIGURAS.


Figura 11-1.↑ Fractura frágil a simple vista. [5]

Figura 11-2.↑ Fractura dúctil a simple vista. [6]

Figura 11-3.↑ Fractura frágil con marcas radiales. [7]

Figura 11-4.↑ Fractura frágil con aspecto granular. [8]

Figura 11-5.↑ Detalle de fractura dúctil. [9]

Figura 11-6.↑ Presencia de agujeros en fractura dúctil. [10]

Figura 11-7.↑ Fractura intergranular. [12]

Figura 11-8.↑ Fractura transgranular con microvacíos. [13]

Figura 11-9.↑ Zona fibrosa.[14]

Figura 11-10.↑ Zona de desgarre. [15]

Figura 11-11.↑ Marcas de playa en una fractura por fatiga. [16]

Figura 11-12.↑ Grieta por fluencia lenta. [17]

Figura 11-13.↑ Presencia de grietas radiales en un engranaje. [18]

Figura 11-14.↑ Desgaste abrasivo. [19]

Figura 11-15.↑ Picaduras a causa de fatiga superficial. [20]

Figura 11-16.↑ Ludimiento. [21]

Figura 11-17.↑ Erosión de aspecto pulido (izquierda) y erosión de aspecto


granular (derecha). [22]

Figura 11-18.↑ Picaduras en un tambor debido al fluido agitado por las aspas. [23]

Figura 11-19.↑ Corrosión generalizada en un tubo. [24]

Figura 11-20.↑ Perno corroído al estar en contacto con una correa de acero
galvanizado en una abrazadera. [25]

Figura 11-21.↑ Gradiente de concentración por condensación de vapor (gotas). [26]

Figura 11-22.↑ Corrosión en medio de una rendija. [27]

Figura 11-23.↑ Tubería que presenta tuberculación. [28]

Figura 11-24.↑ Patrón de flujo de corrosión. [29]

IV. LISTA DE TABLAS.


Tabla 11-1.↑ Clasificación cuantitativa de la probabilidad de ocurrencia de una
falla.
[32]

Tabla 11-2.↑ Clasificación cuantitativa de la probabilidad de detección de una


falla.
[33]

Tabla 11-3.↑ Clasificación cuantitativa de la severidad de las consecuencias de


una falla. [34]

Tabla 11-4.↑ Ejemplo de obtención del RPN. [35]


V. BIBLIOGRAFIA
[1]↑. Metal Actual. Análisis de Falla. María Cristina Rojas Cruz,
pp1. http://www.metalctual.com/revista/5/procesos.pdf
[2]↑. Análisis de falla de componentes de ingeniería. Gustavo Tovar, pp 75-76
http://revistaing.uniandes.edu.co/pdf/rev9art10.pdf
[3]↑. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/14042_accidentes_avion_se
guridad_vert_fut_rg
[4]↑. http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/Titanic_25204.pdf
[5]↑, [6]↑. http://materiales.unex.es/miembros/personal/p-
mirandaold/docencia_sec/PMII/apuntesFRACTURA.pdf
[7]↑, [8]↑, [9]↑, [10]↑, [12]↑, [13]↑, [14]↑, [15]↑, [16]↑, [17]↑, [19]↑, [20]↑, [21]↑,
[22]↑, [23]↑, [24]↑, [25]↑, [26]↑, [27]↑, [28]↑, [29]↑.
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/ingenieria/2023293/und_2/pdf/und1.pdf
[11]↑. III Fractura, 3.2 Fractura frágil, D. Aspectos Microscópicos de la Fractura
Frágil, Raúl Collters. http://www.analisisdefractura.com/fracturafragil.htm
[18]↑, [30]↑. Failure Analysis for Materials Based on Failure Analysis Cases,
Qingmei Wang, and Peng Shi, pp 1. Scientific Center for Material Service Safety.
University of Science and Technology Beijing.
[31]↑, [32]↑, [33]↑, [34]↑. Failure mode and effects analysis by data envelopment
analysis, Kwai-Sang Chin, Ying-Ming Wang, Gary Ka Kwai Poon, Jian-Bo Yang, pp
1-2.
[35]↑. Los Autores.

VI. CRÉDITOS.
Este documento, en su primera edición, fue elaborado el día 15 de Julio de 2015
por:

Caicedo Mora Jorge Andrés, Estudiante Metalografía I, Curso Intersemestral 2015-


I, Universidad Tecnológica de Pereira.

Medina Colorado Santiago, Estudiante Metalografía I, Curso Intersemestral 2015-I,


Universidad Tecnológica de Pereira.

Ordóñez Guerrero Samuel Andrés, Estudiante Metalografía I, Curso Intersemestral


2015-I, Universidad Tecnológica de Pereira.

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Carbonitruración
La carbonitruración es un proceso de cementación en caja austenítico (por encima de
A3) similar a la carburación, que incorpora nitrógeno (a través de NH3 gaseoso) y que
se utiliza para aumentar la resistencia al desgaste mediante la creación de una capa
superficial endurecida.

Beneficios
La carbonitruración se aplica principalmente para producir una caja sólida y resistente
al desgaste. La difusión de carbono y nitrógeno aumenta la templabilidad del carbono
simple y los aceros de baja aleación, creando una caja con una dureza superior a la
producida por la carburación. El proceso de carbonitruración es particularmente
adecuado para la producción masiva de pequeños componentes limpios. Debido a que
la carbonitruración requiere una temperatura inferior en relación con la carburación, la
distorsión disminuye. La velocidad moderada de enfriamiento reduce el riesgo de
fisuras producidas por el temple.

Aplicaciones y materiales
La carbonitruración austenítica se aplica con éxito a los componentes producidos en
forma masiva en general, y a aquellos de dimensiones más pequeñas que requieren
una gran resistencia al desgaste y en los que los requisitos de profundidad de la caja
varían entre 0,1 y 0,75 mm como máximo. Las aplicaciones habituales incluyen:

 engranajes y ejes
 pistones

 rodillos y cojinetes

 palancas de sistemas accionados hidráulica, neumática y mecánicamente.

Principalmente para mejorar la resistencia al desgaste y la fatiga de aceros al carbono


simple.

Es posible realizar la carbonitruración de una amplia variedad de aceros, desde los


aceros al carbono hasta los aceros dulces (con un contenido de aluminio reducido), los
aceros de baja aleación con un porcentaje de carbono máximo del 0,25%, los aceros de
decoletaje y los aceros sinterizados.
Detalles del proceso
La carbonitruración (austenítica) es un tratamiento termoquímico que implica la
incorporación de carbono y nitrógeno en la superficie del componente, habitualmente
en forma simultánea. El proceso se lleva a cabo a temperaturas inferiores, y
generalmente durante menos tiempo que la carburación; por lo tanto, los componentes
son menos propensos a la distorsión. El nitrógeno difuso tiene un efecto estabilizador
en la austenita y disminuye la velocidad crítica de enfriamiento, y como consecuencia
la templabilidad del acero.

Se pueden aplicar medios de enfriamiento rápido menos severo, como el aceite, en


lugar del enfriamiento rápido al agua necesario para el acero dulce.

La carbonitruración se lleva habitualmente a cabo en un intervalo de temperatura de


entre 820 y 900 °C, en una atmósfera gaseosa que añade un porcentaje de carbono de
entre el 0,5 y el 0,8% y un porcentaje de nitrógeno situado entre 0,2 y 0,4% (<5%),
sobre la superficie de acero al carbono simple o acero de baja aleación. Transcurrido el
tiempo de difusión, los componentes se enfrían directamente en aceite. La profundidad
de cementación en caja obtenida (CHD) no es, generalmente, superior a los 0,7 mm y
depende no sólo de las profundidades de carbonitruración sino también de la
temperatura de cementación, la velocidad de enfriamiento, la templabilidad del acero y
las dimensiones del componente. El tratamiento térmico se completa con un revenido a
baja temperatura, entre 150 y 200 °C para el rango de profundidad superior de la caja
de cementación, lo que permite reducir la fragilidad, dependiendo de las circunstancias
tribológicas.

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