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FACULTAD DE INGENIERÍA

ESCUELA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

Ensayo para el curso de Ética

TRANSITANDO HACIA LA ÉTICA DIALÓGICA

ALUMNOS:
Angulo Cruz, José Miguel
Bonilla Ching, Carlos César
Lee Merino, Jorge
Ravines Conde, Alexander

DOCENTE:
Mgtr. Limo Figueroa, David Fernando

CURSO:
ÉTICA

FECHA:
22 de Abril del 2019
Introducción

El contexto social que refleja la ética en general procede necesariamente de un deber ser de las
relaciones en todas sus dimensiones, es decir, incluye contextos políticos, económicos,
culturales, entre otros, los cuales determinan o legitiman concepciones que afirman o niegan
determinadas situaciones. Por un lado, se podría suponer que es posible investigar o hacer
ciencia sin mayores supuestos éticos, pues según Seoane (2008) la ciencia se podría aceptar
como un espejo de la naturaleza sobre todo porque es fundamentalmente descriptiva. No
obstante, en el marco de las corrientes hermenéuticas es posible afirmar que la interpretación
que la ciencia hace del mundo se fundamenta estrictamente en las necesidades humanas, hecho
que genera unos resultados que denotan de cierta manera un condicionamiento y unas
consecuencias sobre cualquier fenómeno seleccionado.

Desde esa perspectiva, la ética dialógica ha sido una de las propuestas más fructíferas de la
rama de la filosofía ética de finales del siglo XX, pues ha presentado una visión universal de
pensamiento característico de las democracias modernas. Sí bien es cierto, el hecho que toda
ética esté sujeta a dogmatismos heterodoxos genera de cierta manera una restricción, pues está
vinculado a estados de moralidad, siendo la ética y la moral un debate interminable en la
literatura. A partir de esto, surge la ética dialógica como una configuración de pensamiento
basada en una praxis cívica, que permite trascender razones sobre la constatación
fenomenológica del hecho moral (Roén, 2018).

Por otro lado, la ética dialógica es una propuesta de los más destacados pensadores de nuestros
tiempos a partir de tres componentes principales que son: lingüístico-pragmático-hermenéutico,
los cuales son característicos de la filosofía contemporánea. Al respecto investigaciones como la
de Salermo (2011) señalan que el punto de partida de la ética dialógica viene dado desde la
afirmación que todo pensamiento está lingüísticamente mediado por la condición de un lenguaje
privado, de manera que para que ocurra una comprobación entre la razón, el lenguaje e
intersubjetividad requiere una reflexión crítica sobre el carácter dialógico de comprender que el
pensamiento no se usa exclusivamente para dirigir a un objeto, ni mucho menos el lenguaje es
un instrumento diseñado para soportar únicamente al pensamiento, mucho menos que ambos
instrumentos se desarrollen siempre dentro de una relación anticipada sujeto-(co)sujeto.

De hecho, Salermo (2011) afirma que la intersubjetividad (entendida primordialmente como las
relaciones entre los individuos en la que se tiene en consideración el pensamiento del otro en
juicio propio) viene dada justo en la civilización actual la cual surge como el horizonte que se
persigue todo para validar un argumento. Desde luego, este es uno de los principales tópicos de
investigación para la ciencia, pues cumple un papel crucial que incorpora elementos para la
interpretación del mundo.

Ahora, la necesidad que surge para el desarrollo de este escrito se da desde la misma intención
de comprender la ética dialógica como un elemento transicional en el desarrollo del tiempo actual,
toda vez que se ha proclamado abiertamente la necesidad de estudiar los fenómenos desde un
punto de vista histórico (Fedoséiev, 2019). En ese orden de ideas, se presenta este documento
el cual se basa en una revisión teórica sobre la ética dialéctica desde el punto de vista académico,
a partir de la consulta en fuentes de datos de tipo científico y fuentes de carácter divulgativo.

A modo personal se espera que este aporte pueda convertirse en un impulso hacia la transición
de la propuesta ética, de manera que pueda motivar a la academia en general, teniendo en
cuenta que se abordan los puntos que apoyan el desarrollo del tema, entre los que se destacan
los principios de la ética dialógica y la importancia de la misma en la academia.

Principios de la Ética Dialógica


Los principios de la ética dialógica se dan desde la comprensión del término como un proceso y
no como una cosa, dado que no se pueden considerar separaciones entre “la mente y la materia,
entre el pensamiento y la acción, entre la conciencia y la materialidad, entre la teoría y la práctica”
(Harvey, 2018, p.247). Sobre la cita anterior, se puede inferir que la ética dialógica hace parte de
una postura que permite analizar una secuencia que parte de una realidad, para procesar un
pensamiento y finalmente un enunciado, pero no asigna una fundamentación separada para cada
una de estas.

De hecho, los primeros argumentos sobre la dialógica expresados por Marx citado por Harvey
(2018) definen que los principios de ésta se resumen en once proposiciones, entre las cuales se
destaca el pensamiento dialéctico cuyo énfasis es la comprensión de los procesos, los flujos,
estructuras o sistemas organizados. Como soporte a las afirmaciones anteriores, se tiene que el
pensamiento dialéctico en el principio ontológico acepta los elementos, las cosas, las estructuras
y los sistemas pues estos nunca existen por fuera antes de los procesos, cuyo ejemplo según
Harvey (2018) es el momento que se observa que en el mundo contemporáneo los flujos de
capital y de personas son los que sostienen empresas, fábricas, barrios y ciudades, de manera
que las cosas en general nunca existieron por fuera antes de los procesos.

Otro de los principios afirma que los elementos o las cosas se soportan por medio de flujos,
procesos y relaciones tal que los campos en los que se opere están limitados. De ahí que el otro
postulado conciba que todas las cosas son heterogéneas, por tanto son contradictorias o pueden
deconstruirse. La razón sobre la explicación acerca de por qué todas las cosas son heterogéneas
es porque en virtud de los procesos la única manera que es viable para el hombre de entender
las características cualitativas y cuantitativas de las cosas es comprendiendo precisamente los
procesos y las relaciones entre estos (Harvey, 2018).

Ahora bien, la literatura señala que pensadores como Kant citado por Basanta et. Al (2002) fueron
los primeros en acuñar los términos ética dialógica para dar paso a un giro lingüístico, toda vez
que las estructuras de pensamiento determinan lo que se conoce desde entonces hasta hoy
como realidad. De ahí que la ética dialógica distingue el camino que cualquier individuo debe
seguir hacia la noción de extenderse a una comunidad o nación, en una razón humana que surge
desde el encuentro intersubjetivo con el otro. En otras palabras, la razón humana es ideológica
pues converge del encuentro entre lo que un sujeto presume y lo lleva a un pensamiento o
lenguaje universal como parte de una reflexión que propone la solución de problemas actuales.

La ética dialógica en la educación


Ahora, entendiendo la ética dialógica desde un entorno educativo se puede concebir como un
instrumento de diálogo, pues precisamente sirve en una dimensión comunicativa y/o lingüística
de manera que los grupos humanos puedan elaborar códigos de valores y normas, que sean
beneficiosas para el resto de miembros de las comunidades.

En esa medida, la ética dialógica intenta ser principalmente una salida racional y práctica sobre
las dominaciones ideológicas que se han consolidado en todos los ámbitos a lo largo de la historia
de la humanidad, con el propósito de proporcionar los medios adecuados para que los miembros
de una comunidad puedan asumir posturas argumentativas a modo de consolidar un diálogo,
evitando aspectos de manipulación por parte de aquellos que de alguna manera se convierten
en figuras de principios pero no que en la mayoría de los casos no son representativos del resto
de los ciudadanos (Basanta & Ormart, 2002).

Por otro lado, la gramática generativa o transformacional alrededor de la ética dialógica cobra
gran importancia a nivel educacional, porque con esta se tiene la capacidad de formar y entender
frases, independiente de haberlas recibido en la comunidad. Sobre este aspecto, algunos autores
como Basanta et. Al Basanta (2002) explican que las relaciones en que se desarrolla el lenguaje
están relacionadas con el entendimiento, entonces “hay unos principios muy profundos y
restrictivos que determinan la naturaleza del lenguaje humano y tienen sus raíces en el carácter
específico del entendimiento humano” (Basanta & Ormart, 2002, p.8).

De ahí que los juicios de acuerdo a la cita de Basanta et. Al (2018) siempre tienen en cuenta que
las estructuras gramaticales son el principal componente del lenguaje, pero que a su vez estudia
la interpretación sobre diversas figuras, formas, metáforas, ilusiones entre otras comparativas.
Analizando este último aspecto, se puede interpretar que la necesidad de los sujetos de poder
interpretar se da desde el mismo deseo de desarrollar y concluir un interés moral mutuo,
estructura por principios y reglas. Sobre esta última teoría se halla el discurso de Jürgen
Habermas (1929) perteneciente a la Escuela de Frankfurt quien destacaba por analizar las
diversas situaciones de comunicación entre las personas.

Entre las principales premisas que consolidó Habermas están los siguientes puntos: 1) “no se
debe excluir del diálogo a ninguna persona que manifieste tener intereses en el problema sobre
el que se dialoga” (Educalab.es, 2019). Esto quiere decir que las éticas están en la obligación de
construir un mundo moral en el que se incluya de manera conjunta a todos los miembros de una
sociedad pero reafirmando valores morales positivos y no manipulando teorías abstractas como
lo hace el campo de la filosofía.
Por su parte la segunda premisa define lo siguiente: 2) una vez en el diálogo todos los interesados
tienen igual derecho a la palabra, sin ser coaccionados cuando hablen. Sobre este punto, se
reconoce una igualdad de participación sobre los miembros de un debate, situación que permite
el desarrollo de un diálogo en el que no se someta a prejuicios o intereses morales las opiniones
de los mismo.

Cabe resaltar que la teoría de Habermas citado por Educalab.es (2019) sobre la ética dialógica
explica que las condiciones anteriores son ideales e importantísimas para construir nuestras
sociedades democráticas y prulares, pues se defiende abiertamente el carácter de inclusión
sobre todas las perspectivas desde una fundamentación moral. Entonces podría decirse que la
ética dialógica es el fundamento armónico de la educación, porque se encarga de velar por las
condiciones comunicativas o linguisticas de las personas, de hecho, en la literatura se oboserva
que diversos autores la reconocen como ética del leguaje o de la comunicación, porque se
preocupa de la forma en que los grupos de personas pueden establecer códigos y normas
morales comunes para que beneficiente a la comundiad en general.

Conclusión

Dentro de los aspectos principales a concluir sobre la ética dialógica en general se puede inferir
que se caracteriza por ser un modelo teórico que se fundamenta a tratar armónicamente los
enunciados y juicios morales casi que sin forma estipulada o procedimental, es decir, no tiene
establecido normas morales de acción, sino todo lo contrario, las opiniones en general tienen
validez ética para determinar un procedimiento de comunicación entre las personas.

Por otro lado, la ética dialógica es un instrumento propio del diálogo moderno puesto que la
pretención moral es universal, siendo la clave de las construcciones de las sociedades actuales.
Inclunso, el fundamento es la acción comunicativa teniendo en cuenta las múltiples formas de
comunicación que tienen los individuos para entrar en debate sobre una situación, y en la que se
reconoce la libertad para participar de las discusionse que son propias de las decisiones y normas
que les afectan.

Con respecto a la educación, la ética dialógica actúa sobre los conceptos y precedentes en el
dsearrollo pedagógico y ético, puesto que se ajusta a los hechos perteneciente al orden
educativo. En otras palabras, al ser la educación un instrumento de diálogo que exige ética de
quienes participan en ella, la ética dialógica permite que esta no se vea limitada o aislada.
Referencias

Basanta, E., & Ormart, E. (2002). La ética dialógica de Apel y su influencia en la educación.
Investigaciones en Psicología, 7-25. Retrieved from
https://www.academia.edu/10085465/La_etica_dial%C3%B3gica_de_Apel
Educalab.es. (2019). Las éticas dialógicas: La teoría de la justicia como imparcialidad de John
Rawls y la teoría del discurso de Jürgen Habermas. Retrieved from
http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena4/quincena4_conten
idos_5.htm
Fedoséiev, P. (2019). El desarrollo de la dialéctica en relación con los cambios de la vida.
Retrieved from http://www.filosofia.org/urss/fed/dec095.htm
Harvey, D. (2018). La dialéctica. Territorios 39, 245-272. Retrieved from
http://www.scielo.org.co/pdf/terri/n39/0123-8418-terri-39-00245.pdf
Roén, Ó. (2018). Ética dialógica y responsabilidad social de la empresa. Madrid: Universidad
Complutense de Madrid. Retrieved from https://eprints.ucm.es/49966/1/T40577.pdf
Salermo, G. (2011). Ética y dialéctica o ética dialéctica. Andamios, 335-365. Retrieved from
http://www.scielo.org.mx/pdf/anda/v8n15/v8n15a13.pdf
Seoane, J. B. (2008). Hacia una ética dialógica de (y desde) la ciencia social(a propósito de
Weber, Berger y Heller). Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, 13-31.
Retrieved from http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-
64112008000300002

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