ESTETICA Y RUPTURAS: EXPRESIONISMO,
FUTURISMO, DADAISMO-
Tepnico N* 5
Nicolés Casullo
VV ames ase trabajando el tema de las vanguardias. Habfamos ter-
minado la clase pasada con cierto legado nietzschiano que luego se
subsumio como ideologia erica en el mundo del arte y ayudé a configu:
far el perfil del artista de vanguardia. Esa época que denominamos de las
Vanguardias concluiré en 1939 con la Segunda Guerra Mundial, y ya no
Volverd a set claramente reactivada hasta la década del "60, donde esta
Experiencia modernista por excelencia reaparece como una suerte de
geo final de toda una gran y large época tratando de recuperan en as
Febeliones juveniles y libertarias, mucho de lo que venimos analizando.
La idea de vanguardia se plantea como profunda erftica y all mismo
tiempo como una utopia de cambio en un determinado momento de lo
fnodemno, signado bésicamente por el episodio de la Primera Guerra
Mundial. Al concluir esta guerra, con las secuelas que deja en Europa,
emerge claramente para la intelectualidad de ese momento, para el arts-
fa, el penzador, para aquellos que conforman el mundo de las ideas dos
Misiones: por un lado la visién de que la catdstrofe cultural, espticual
sconeeci6, y con ella, la muerte o al mencs la agonta de esta narracin de
in maz6n burguesa ilustrada que habta prometido la vida plena en la auro-
romfa del individuo asumiendo su definitiva libertad. Por otro lado, el
195+NestésCaano
fin de la Primera Guerra Mundial coincide con la primer gran revolucién,
social en Rusia, la legada al poder de la vanguardia leninista. Ya en 1918
Lenin y Trotsky estén en el poder de la URSS. Aparece de manera rotun-
da la idea de que “este” es el momento preciso para cambiar la historia,
para reformular el mundo, para terminar con lo que no habfa dado resul-
tado. Con el triunfo de este nuevo sujeto de la revolucién, el bolchevi
que, paradigma de la figura del vanguardista, aparece un amplio -fandti-
co a veces, dogmatizado otras- campo utdpico que cala muy hondo en el
espiritu de las vanguardias en el campo del arte y de la politica. El
bolchevoque, un “nuevo hombre” vietorioso, el artifice de la revolu-
cién, el adelantado de un mundo renovado, el ocupante de un nuevo
Estado prometeico, incidieé no sélo en la cultura de las izquierdas sino
también en los dmbitos de las derechas, como prototipo del imprescindi-
ble actor social que exige la época.
El arte discute ya no solamente sus cuestiones espectficas, sino que
se enlaza con todo ese momento, donde va a haber revoluciones frustra-
das, como la alemana y la italiana, y tevoluciones triunfantes, como la
que se produce en Rusia, impregnado este mundo artitico también por
algo que va més allé del arte, y se entrelaza con planteos politicos expre-
sos en relacién a las clases sociales en lucha, los hombres proletarios
amados a tranformar la sociedad, la injusticia econémica, lo irracional
de un sistema que padecié una guerra devastadora y persis en anunciar
una segunda contienda bélica. En este marco tienen un reinado muy
fuerte estas ideas, estas précticas, estas tendencias que se agrupan en
términos de avanzada, de vanguardia, de modelo anticipado al propio
tiempo hist6rico.
Decfamos que especificamente en las vanguardias artisticas, lo que
surge como elemento determinante y sustentador es un rechazo a la trax
dicién estética, pero que no solamente se da en cuanto a las obras artis-
ticas que heredaban, sino a la tradicién como mundo de valores, de con-
ductas, de costumbres, de ideales, de metas, que el artista plantea supe-
rar, eliminar, para empezar algo nuevo. En este sentido las vanguardias,
como afirma el téorico marxista de la cultura Perry Anderson, se coagu-
Jan como “ismos” que procuran adecuar el mundo de valores, conduc-
tas, visiones de vida, practicas del mundo vital, a la altura de la propia
moderizacién que viene suftiendo la historia en su conjunto, Podriamos
decir que después de casi ochenta aflos de cierto statu quo, aparece en
Europa, entre 1900 y 1925, esre cuadro convulsionado de guerta y revo-
+96.
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-BSTENCA YRUPTURAS:EXIRESCNISMG FPTUREMO, DADA
lucién, donde se termina un siglo de supuesta paz, la “bella época” del
buen burgués, y la historia conereta otra ver pasa a ser discutida en acto,
en accién, es decis, con un nuevo actor, la masa, ineditamente moviliza-
da por proyectos, doctrinas, perspectivas de confrontacién, malestares
profundos. La vanguardia estética, en ese sentido, se plantea dentro de
su campo, y mds allé de él, este rechazo a las tradiciones estéticas, y.a la
vvez y concomitantemente la denuncia a las morales, a las costumbres y a
los valores sociales establecidos y anacronizados por los nuevos vientos
de la historia, Plantea que no hay un gusto artistico universal, para siem-
pre, sino que cada época, cada tiempo tiene sus gustos, sus modos, sus
formas de expresarse. La vanguardia vienesa, ciudad que también tuvo.
sus sectores de artistas avanzados, va a plantearse el lema: “A cada tiem-
po su arte, al arte su libertad”. Este tiempo del arte que quiere expresar
su época, estos grupos que quieren expresar en ideas y en creacién lo que
estd aconteciendo como escena del presente absoluto, se encuentran en.
tun mundo ya modernamente reconstituido, el mundo de la gran metré-
poli, el de las grandes masas, el de las multitudes, el de la méquina, el de
las mutaciones en el campo de la comunicacién, el de la aceleracién
técnica, el de la velocidad, las nuevas formas productivas seriadas, el
‘monumentalismo fabril y los nuevos conocimientos cientificos aplicados
de leno a la industria. También la vanguardia se siente sacudida, aturdi-
da por este mundo, que ¢s un presente que necesita su expresiGn estética
specifica, metropolitana.
Van a aparecer distintas variables y tendencias. Lo importante es lo
gue en el fondo plantea el artista de vanguardia al mundo. Lo que plan-
tea es las formas que adquiere esta otra realidad que se hace presente. La
busqueda, la expresi6n, el armado, la constitucién profunda y confusa
de otra realidad emergida del conjunto de los acontecimientos y teferen-
cias que se precipitaron sobre la historia del hombre. El planteo de que
més alld de la realidad legal, supuestamente “unitaria’, lepitimada que
uno vive, hay otras realidades, inéditas, sin antecedentes, criticas, que el
artista se siente llamado a tratar de descubrir y manifestar. Fragmenta-
idn, fugacidad, precariedad, irisacin de lo teal, baleanizaci6n de la sen-
sibilidad, opacidad de lo evidente, transparentacién del secreto,
esagregacién de la experiencia en lo urbano masivo. En las vanguardias
va a darse de distintas maneras esta bisqueda de esa otra realidad que
auténticamente redefine la subjetividad, la sensibilidad del hombre mo-
demo, como si por deteés de las apariencias de lo real se percibiese una
+976Nicos Caso
realidad esencial, olvidada, extraviada por el farrago de los aconteci-
mientos, necesaia de ser descubierta, repuesta, levada al lienzo, a la
mésica, a la literatura, a la danza. (Qué era ahora el hombre, la experien-
cia de lo humano? ;Cémo representar un mundo que aparecfa de pronto
como irtepresentable de acuerdo a elisicos eénones modemos del arte?
Baésicamente se viene de un larguisimo perfodo donde habia gravita-
A eet ca ds ca as agteaecs ek cae hed
prescindible adecuacién del arte a la imagen que tenemos de lo real. La
vanguardia confronta con esa variable roméntica, realista, naturalista
impresionista que habia atravesado el siglo XIX, la combate expresando
que “esa realidad” es apenas una realidad més, y més que esto, el presen-
tar realistamente las cosas desde el arte es caer definitivamente en las
apariencias, en la mentira, en lo ilusorio de la vida y de las relaciones
humanas. El mandato del arte es la busqueda de esas otras realidades
invisibles, disgregadas, mutiladas, agrietadas, que no se hacen presente
sino a través de una nueva intuicin, imaginacién,investigaciGn, expec
mentacién, en ese acto complejo y profundamente subjetivo de la erea-
cin. Esto significa que lo que ponen en el tapete las vanguardias es que
cexclusivamente el lenguaje construye la realidad. Bl lenguaje no refiere a
tun mundo previamente preexistente que el lenguaje va a buscar, descu-
bre y hace un esfuerzo inigualable por retratar adecuadamente. El len-
guaje construye la realidad, -no va en busca de una realidad constituida
“de verdad”, frente a la cual hace de mero intermediario. No es una
mimesis precaria, una copia lograda, un rflejo adecuado de Sino el
mundo “de verdad”. No hay un mundo de verdad, y un lenguaje que lo
trae a lienzo, a pagina en blanco como el pescador al pescado. La reali-
dad es constituicién del lenguaje. Esa es la extica de las vanguardias, del
‘exivestva stncy tu bistmy dad atsimorotiecthllanitababtadasonlimoy ala
apariencia, a la falsedad del realismo que trabaja en funcién de demos-
trar que ae ee artistico va hacia una realidad insospechada de
otras cosas. Lo que plantean las vanguardias es que el lenguaje constitiy
loaled, » de couriers cee cette oi an as onde
mos ta realidad. Y que no hay una realidad de verdad y otra realidad de men
ira. Lo que construye el lenguaje es verdad en tanto que lenguaje. Des-
‘pués lo podemos discutir, pero la propia discusién propondra otra reali-
dad en discusin, que también seré construcci6n del lenguaje,
La vanguardia, en todas sus variables, y mds alld de sus diferencias -
porque las hay- va a rechazar esta idea de traducir una tealidad supuesta-
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EsTEMcAVIUTURAS-BURESONSSO LTUNISHD, DADAM
mente ya constituida en términos realistas. Por otro lado, y al calor de
teste problema, las vanguardias van a tratar de establecer distintos crite-
rios de belleza, Esta es otra problemética: que es la belleza. Esto lo discu-
ti6 filosdficamente la originaria filosoffa griega, los dislogos sGcratico-
platénicos, centenares de afos antes. Frente a la mutiplicidad de la be-
Ileza en el campo de lo sensible, la necesidad de la bisqueda de la belleza
‘metafisica, de lo bello en st. {Hay un canon definitivo de belleza para
todo tiempo y lugar? ;O la belleza es la construccién de época que puede
hhacer un artista a partit de determinado gusto, determinada forma, de-
terminada imaginaciGn, determinadas convenciones, como afirmaba un
siglo y medio atras el romanticismo? Ler discusin sobre lo bello est muy
ligada a esta variable de tepresentacién de lo real. El planteo de vanguas-
dia, hija en este sentido de la propuesta de Baudelaire, el poeta francés
ide mediados del siglo XIX, va a ser que no hay belleza permanente, que
la belleza es fugaz, circunstancial, perseguida inutilmente, en todo caso.
Que estd marcada por las convenciones, por valores hist6ricos dominantes
las modas sociales. Que la belleza moderna no es lo armonioso, lo orgi
nico, lo agradable, lo placentero, lo unitario, sino la discusién del propio
amtsta con su obra, la crisis de ese artista con su obra, que la belleza, el arte
fen definitiva, es preguntarse de ahora en ms qué es el arte, st persiste el
arte, si se puede extremar un poco mas ese suefio del arte. Que la belleza
moderna es la cita de lo circunstancial, la moda, con lo etemo.
La vanguardia esté viviendo el nuevo mundo de la metr6poli, de las
masas, mundo fragmentado en el cual nosotros estamos absolutamente
habituados a vivir, este mundo de lo real resquebrajado, de la
desagregacién permanente de lo real, como significa vivir en una ciudad
‘como Buenos Aires. La vanguardia trata de expresar eso. Confronta con
las variables de la estética moderna que buscaba clasicamente en el cua-
dro, en la obra, en el texto, la unidad de sentido, la unidad ilusoria de un
mundo, La obra modema no habfa roto en definitiva con ciertos precep-
tos clésicos, un ilusorio rehacer mimético de la realidad, rehacer lo bello
de la unidad ongénica aunque presentase lo feo, el espanto, lo informe.
La obra remitia siempre a un consagrado referente de realidad que
armonizace la obra y lo otto. De abt nos queda ese gesto 0 reaccién
esponténea que todavia se tiene al ver una obra modema bajo cénones
Clasicos y decir qué armonioso, esté absolutamente todo claro, “tal cual
es", real, “la oscuridad de este bosque es exactamente la oscuridad que
yo percibé cuando anduve por un bosque’. Este realismo es con lo que