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COMPONENTES NO VERBALES Y VERBALES DE LA COMUNICACIÓN

ASERTIVA

Cuando nos comunicamos utilizados dos tipos de códigos, el verbal, es decir,


el lenguaje, y el no verbal, es decir, miradas, gestos, posturas corporales que
emitimos mientras estamos interactuando con otras personas.

LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Los principales componentes no verbales que ponemos en marcha cuando nos


comunicamos son:

-La mirada: es uno de los componentes no verbales más estudiados en el


campo de la comunicación y unos de los más importantes en el terreno de la
asertividad y las habilidades sociales. En cualquier interacción social, la
mirada constituye un elemento indispensable para entrar en contacto con
otras personas. Centrándonos en el terreno que nos interesa, el de la
asertividad las conclusiones son que: Los sujetos asertivos miran más
frecuentemente mientras hablan que los sujetos pocos asertivos.

-La expresión facial: es uno de los componentes más importantes del lenguaje
gestual y, por extensión, de la comunicación no verbal.Teniendo en cuenta
que, cuando dos personas se encuentran frente a frente con el propósito de
entablar una conversación, la mayor cantidad de mirada va dirigida a la zona
de la cara, esta se convierte en un elemento indispensable a la hora de facilitar
y/o dificultar la comunicación entre ellos. Las personas asertivas, utilizaran
una expresión facial acorde con el mensaje que quiere transmitir.

-La postura corporal: es la forma en que se manifiesta un estado emocional


concreto: nerviosismo, inquietud impaciencia, etc. Cuando una persona se
pasea de un lado a otro en un espacio reducido, de forma alterada y
persistente, sin rumbo concreto, nos transmite todas las emociones anteriores.
Las personas asertivas adoptan generalmente una postura erecta y cercana,
que transmite a la vez acercamiento y seguridad, y miran de frente a la otra
persona, sin invadir su espacio ni mostrar agresividad.

-Los gestos: implican la utilización de diferentes partes del cuerpo como la


cabeza, las manos y los pies para realizar movimientos, que apoyen y
amplifiquen la actividad verbal o bien que la contradigan, para tratar de
ocultar nuestros verdaderos sentimientos.

Las personas asertivas mueven su cuerpo de una manera desinhibida y acorde


con el mensaje que quieren trasmitir. Su lenguaje gestual transmite franqueza,
seguridad en uno mismo y espontaneidad.

-Volumen: es un elemento clave en la conversación. Las personas asertivas


modulan el volumen en función del mensaje que quieren transmitir y el
contexto en el que se emite. Es un discurso asertivo, en condiciones normales,
el volumen correcto es aquel que permita al interlocutor escuchar con claridad
nuestro mensaje a una distancia que no se considere invasiva ni excesivamente
alejada.

-Tono: es un elemento indispensable para transmitir emociones. El tono de


voz comunica si una persona está triste, enfadada, sorprendida, alegre,
confusa, insegura, temerosa. El tono asertivo debe comunicar emociones,
apoyando firmemente el mensaje que queremos trasladar.

-Fluidez-perturbación del habla: la fluidez verbal nos permite expresarnos y


comunicar nuestro mensaje de una manera ágil y atractiva para el oyente: el
discurso asertivo tiene como característica principal la fluidez en su
composición, la desinhibición y facilidad para expresar ideas y emociones.

-Claridad y velocidad: El emisor de un mensaje asertivo debe hablar con una


claridad tal que el receptor pueda comprenderle sin necesidad de sobre
interpretar o recurrir a otras señales alternativas.

Respecto a la velocidad esta no debe ser ni muy lenta ya que puede aburrir y
que el interlocutor se desconecte, ni muy rápida ya que puede hacerse
inentendible el mensaje. Ambas alternativas distorsionan la comunicación e
impiden que el interlocutor capte realmente el mensaje.
TÉCNICAS ASERTIVA.

Lo normal es encontrarnos con diversas dificultades a veces difíciles de


superar. La mayoría de ellas son que la otra persona ignore el mensaje y
continúe con su conducta, o bien intente criticarla o descalificarla de distintas
maneras. Para estas eventualidades se deberá estar preparado con una serie de
técnicas asertivas adicionales. A continuación recogemos algunas:

1-Técnica del disco rayado.

Técnica que consiste en repetir una y otra vez tu afirmación sin alzar la voz,
de manera calmada, sin agresividad verbal y sin entrar en provocaciones.

Ejemplo:
-Nunca me escuchas cuando te hablo.

-Si te escucho. Lo que pasa es que me has hablado cuando estaba


corrigiéndonos ejercicios.

-¡Sabes perfectamente que cuando hablo nunca me escuchas!


-Te repito que, cuando me has hablado, estaba pendiente de la corrección y no
he podido escucharte.

2-Técnica del banco de niebla.

Consiste en dar la razón a la persona, pero sin intención inmediata de seguir


discutiendo sobre el problema inicial para no agravarlo. Hay que cuidar
mucho el tono porque puede provocar una reacción agresiva del interlocutor.

Ejemplo:
-Nunca me escuchas cuanto te hablo.

-Puede que tengas razón.

-¡Claro que tengo razón!

-Es posible.

3-Técnica para el cambio.

El gran valor de esta técnica es que no genera agresividad en el interlocutor.


consiste en enfocar la discusión, es decir, se sale fuera del foco de la discusión
para adoptar una visión global que posibilite relativizar la propia discusión.
Ejemplo:
-Nunca me escuchas cuando te hablo.

-No te escucho porque tienes el don de hablarme cuando más concentración


necesito.
-¡Cómo puedes decir eso!

-Mira, discutiendo así no llegaremos a nada. Tú sabes bien cómo nos sentimos
después de este tipo de discusiones. Es tarde y hemos tenido un día muy largo.
Valoremos si vale la pena continuar. ¿Te parece bien?

4-Técnica del acuerdo asertivo.

Esta técnica asertiva da la razón al interlocutor, es decir, se cede, pero se


insiste en el error cometido y no en como uno es. Esta técnica guarda una
relación directa con la frase del inicio de esta entrada: la asertividad no es lo
que haces, es lo que eres. Aborda el peligro de etiquetar a las personas.

Ejemplo:
-Nunca me escuchas cuando te hablo.

-Tienes razón al decir que no te escucho, sobre todo cuando estoy corrigiendo.
Pero en otras circunstancias no es así.

5-Técnica de la pregunta asertiva.

La técnica de la pregunta asertiva tiene como punto de partida pensar que la


crítica hecha por nuestro interlocutor es positiva. Así se consigue que la
persona con la que se discute deje de ser tu enemigo para pasar a ser tu aliado.
Para ello se formula una pregunta en la que se incide en la manera en cómo se
puede mejorar.

Ejemplo:
-Nunca me escuchas cuando te hablo.

-¿Qué crees que podría hacer para que esto no volviera a ocurrir?

6-Técnica de ignorar.

Esta técnica se suele recomendar cuando el interlocutor está muy nervioso,


alterado o enfadado. Se trata de una técnica delicada como el tono sosegado
que se emplearía puede entenderse como una provocación. Se recomienda ser
lo más empático posible

Ejemplo:
-¡Estoy harto de que nunca me escuchas ¡
-Ahora estás de muy mal humor. Es mejor aplazar esta conversación para otra
ocasión.

7-Técnica del aplazamiento asertivo.

Se trata de una técnica muy útil cuando no se sabe qué responder en ese
mismo instante, cuando percibimos que no se sabe dar una respuesta efectiva
y clara inmediata. Si el interlocutor insiste, se puede alternar con el banco de
niebla.

Ejemplo:
-Nunca me escuchas cuando te hablo.

-Mira, no es la primera vez que me haces esta afirmación. Ya ha ocurrido otras


veces entre nosotros y sabes lo delicado que es. Te propongo aplazarlo porque
en este preciso momento estoy en plena corrección de mi trabajo práctico.
EMPATÍA.

Es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.


Los seres humanos desarrollamos gradualmente la capacidad para conectarnos
con personas. En la relación del yo con el tú vivimos situaciones en las que
compartimos momentos de estudio, de juego, de diversión de discusión, de
pena, de disputa, etc. Dichas vivencias nos exigen aprender a analizar que nos
exigen aprender a analizar que nos para frente a otro que sentimos o que
vivimos.
Al mismo tiempo, nos planteamos la necesidad de preguntarnos qué siente y
que vive el otro en una situación distinta o semejante a la que vivimos
personalmente. Esto significa interpretar los sentimientos, las intenciones, los
pensamientos y las conductas de las demás personas. A esta capacidad se le
llama empatía, que significa, por tantos, la capacidad de ponerse en el lugar de
la otra persona.

Son herramientas valiosas para desarrollar estas capacidades: la


comunicación positiva, sin agresión o violencia, la cooperación y la compartir
solidario.
Si bien la empatía es innata, eso no quiere decir que las personas nacen con la
habilidad desarrollada. Como toda destreza, se requiere ejercitarse en ella y
tener oportunidades para ponerla en práctica, de tal manera que se convierte
en una habilidad de uso diario.

Algunos ejemplos de empatía:

-Sentir tristeza e impotencia al ver el sufrimiento de un animal.

-Sentir tristeza y ganas de llorar al ver a otra persona llorando desconsolada.


-Ayudar a una persona de edad a cruzar la calle.

-Sentir miedo y angustia al ver al protagonista de una película de terror siendo


perseguido por un asesino.

Como cultiva la empatía

Hay muchas maneras, sencillas y complejas, de ejercitarse y cultivar la empatía


en la vida cotidiana. Según Ciaramicoli, A. y Ketcham, k.en su libro. “El poder
de la empatía”, proponer las siguientes:

-Hacer preguntas con final abierto. A diferencia de las preguntas cerradas


(¿Te sientes enfadada conmigo?), la abiertas comunican el deseo de aprender
de la otra persona sin interés verdadero que se tiene en su punto de vista. Las
preguntas con final abierto (¿Cómo te sientes conmigo?), permiten que la otra
persona guie la conversación hacia donde ella quiere o necesita, en vez de
dirigirla en un sentido específico.
-Avanzar suavemente. Cuando las emociones y sentimientos se encuentran
en un punto álgido, es útil tomarse un momento para reflexionar y pensar. Ir
más despacio permite que los pensamientos vayan al mismo paso que las
emociones y sentimientos, aportando tranquilidad y sensatez a una situación
cargada de emociones.

-Evitar hacer juicios y dar consejos. No importa cuánto se sepa de la


experiencia pasada de la persona, no se puede saber con certeza que está
pensando en ese preciso momento. Es mejor preguntar en forma abierta para
evitar hacer juicios. Incluso, muchas veces no hay que preguntar nada, solo
escuchar, sin insistir en que “no es nada” o en ofrecer consejos.

-Prestar atención al cuerpo. En el encuentro empático, el cuerpo entra en


sintonía con el de la otra persona y podemos detectar sus reacciones físicas.
Prestar atención a esa información aporta claves importantes sobre sus
pensamientos y emociones y facilita una relación constructiva.

-Escuchar con convicción. La Empatía es más que la repetición de unas


técnicas de escucha. Florece cuando la persona, además de desarrollar esta
habilidad, cree con convicción que:

-Pensar, ser y sentir diferente no es una equivocación

-Las demás personas, sin importar sus diferencias, son sus semejantes, con

derechos y deberes.

-Como seres humanos estamos dotados para actuar con empatía.

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