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Decisiones sabias, que llevan a decisiones sabias.

Santiago 4:13-17
13¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y
traficaremos, y ganaremos;
14cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que
se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
15En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
16Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
17y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

Todos tomamos decisiones todos los días de nuestras vidas. Desde que nos levantamos
hasta que no vamos a dormir en la noche. Las decisiones van desde lo muy simple hasta lo
más serio. Por ejemplo, qué desayunaremos, o qué almorzaremos, que ropa vamos a
ponernos hoy; los jóvenes toman decisiones respecto a la carrera que van a estudiar, a la
universidad donde quieren estudiar, a la persona con la cual quieren unirse en matrimonio
para el resto de sus vidas; pero también todos los días tomamos decisiones respecto a si
leemos la Biblia o no, respecto a si oramos o no, respecto a si venimos a la iglesia o no,
respecto a si perdonamos o no, etc…
En fin, todos los días de nuestras vidas necesariamente tenemos que tomar decisiones,
pero la pregunta es, ¿son las decisiones más sabias, las que tomas todos los días de tu vida?
¿son las decisiones más sabias, las que tomas en cada asunto de tu vida?

En esta noche y en este pasaje quiero ayudarles a pensar en cuatro decisiones sabias
que debemos tomar y que a su vez nos ayudarán para tomar decisiones sabias en todos los
asuntos de nuestro diario vivir. Porque como hijos de Dios somos llamadas a tomar decisiones
que pongan el alto el Nombre Glorioso de nuestro Gran Dios y salvador Jesucristo, en todo
momento, en toda situación y ante cualquier persona.

En primer lugar,
I. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA COMO UN NUEVO REGALO DE LA GRACIA DE DIOS.
vv. 13-14a
13¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y
traficaremos, y ganaremos;
14cuando no sabéis lo que será mañana. NTV¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana?
NVI¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana!

¿Qué es lo primero que piensas cuando abres los ojos cada mañana?
¿En el café caliente que te vas a tomar; o en la torta de cochinita que te vas a
desayunar; o en los asuntos que te quedaron pendientes el día de ayer; o en la ropa que te
quedó en la lavadora; o en el problema que tienes con tu espos@, con tu hij@, con tus padres
o con alguna otra persona; o en la tarea que era para hoy y no la hiciste porque te quedaste
viendo el partido de futbol de tu equipo favorito; o en el examen que vas a presentar hoy y no
estudiaste y no te preparaste para ello.
¿Qué es lo primero que piensas cuando Dios te da la bendición de ver la luz de un
nuevo día?

Estimado hermano, Dios quiere que cada mañana al abrir tus ojos y ver la luz del nuevo
día digas, Señor, gracias porque estoy vivo, gracias porque me has regalado un nuevo día,
gracias porque si amanecí con vida se debe solo a tu gracia; por lo tanto ayúdame a vivirlo
para tu gloria, para poner en alto tu nombre, para obedecerte, para agradarte en todo lo que
piense, diga y haga.
Porque nosotros nos entregamos al sueño durante 8 horas, algunos menos, otros más,
y mientras dormíamos el Señor pudo habernos llamado a su presencia, pero no lo hizo, así
que al abrir tus ojos debes decirle, Señor gracias por un día nuevo que me has regalado,
gracias por este gesto de gracia que has tenido para conmigo y mi familia.

Y en este pasaje Santiago reprende a aquellos que, llamándose cristianos, tienen una
actitud delante de la vida como si ellos fueran los que están en control de todo; yo voy a hacer
todo esto, vean cómo utilizó mi tiempo. Pero Santiago les dice en el v. 14: 14cuando no sabéis
lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un
poco de tiempo, y luego se desvanece.
Y el Señor aquí en su Palabra no nos está diciendo que no hagamos planes a largo
plazo, por ejemplo, la hipoteca de una casa es a largo plazo; una carrera es un proyecto a
largo plazo, para muchas cosas haces planes a largo plazo.

Santiago está apelando a la actitud correcta de los creyentes delante del uso de
nuestro tiempo, una actitud de obediencia, de sumisión, de confianza, de no confiar en
nuestras propias fuerzas, sino en las fuerzas que el Señor nos da, en la inteligencia, en la
sabiduría que el Señor nos da.
¡Qué hermoso es para un estudiante cristiano cuando ha sacado buenas calificaciones
decir, gracias Señor!; mientras que su compañero ateo está diciendo lo conseguí, y lo hice. ¿Es
tu esfuerzo? Si; ¿Es tu tiempo? Si; pero ¿Quién te ha dado el tiempo? ¿Quién te ha dado la
capacidad pensar, memorizar y retener? El Señor. Todo es mérito suyo.

Entonces, ojalá que cuando abramos los ojos cada mañana digamos, el Señor me ha
regalado un día más, ¿Cómo voy a vivirlo? De manera que le agrade a él. Como dice el Salmo
90: 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.

Por tanto, la primera decisión sabia que debes tomar para que a su vez puedas tomar
decisiones sabias todos los días y en cada asunto de tu diario vivir es:
I. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA COMO UN NUEVO REGALO DE LA GRACIA DE DIOS.
II. DECIDE VIVIR CADA NUEVO DÍA COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE TU VIDA.
14cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que
se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
¿Qué pasaría si te diagnosticara un médico y te dijera que tienes una enfermedad X en
etapa terminal y que te quedan solamente unos pocos meses, semanas o días de vida?
¿Cómo vivirías ese poquito de tiempo que aún te queda?
Seguramente lo vivirías intentando hacer en esos momentos todo lo que no has podido
hacer durante toda tu vida: puede que decidas pasar más tiempo con tu esposa y con tus
hijos, puede ser que vayas a reconciliarte con aquella persona con la cual has estado
enemistado por mucho tiempo y pedirle perdón, puede ser que decidieras testificar de tu fe
tanto como que fuera posible a todos los que estuvieran a tu alrededor, pudiera ser que
decidieras leer más la palabra del Señor y orar con más fervor preparándote para estar en la
presencia del Señor; puede ser que vivas con mayor convicción, con mayor pasión, con mayor
fuerza el poco tiempo que te queda.
¿Por qué no vivir así siempre? ¿Por qué no vivir cada día como si fuera el último día de
tu vida? ¿Por qué no dedicar ya el tiempo que el Señor nos regala a lo que realmente es
importante, a lo que tiene valor para esta vida y para la vida venidera?

La vida es tan breve que debemos reflexionar que tal vez no haya el mañana.
No esperes hasta mañana para ser más santo, tal vez no llegue el mañana. No esperes
hasta mañana para ser mejor esposo, porque tal vez no haya el mañana. No esperes hasta
mañana para comenzar a ejercitar la paciencia, a lo mejor no llegue el mañana. No esperes
hasta mañana para comenzar a leer tu Biblia y orar y confesar tus pecados a Dios y pedir
perdón al hermano y compartir de tu fe con esa persona que vive cerca de tí porque tal vez no
haya mañana para ni para ti, ni para él.
No sabemos si tendremos un día más porque cada día es un regalo de la gracia de Dios,
lo que sí sabemos es que Dios te ha regalado el día de hoy, por eso DECIDE VIVIR CADA
NUEVO DÍA COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE TU VIDA y veraz la diferencia, y veraz que
otro gallo te va a cantar.

Entonces, la primera decisión sabia que debes tomar para que a su vez puedas tomar
decisiones sabias todos los días y en cada asunto de tu diario vivir es:
I. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA COMO UN NUEVO REGALO DE LA GRACIA DE DIOS.
II. DECIDE VIVIR CADA NUEVO DÍA COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE TU VIDA.
III. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA DESCANSANDO (CONFIANDO) EN EL SEÑOR v.15
15En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

Hermanos, Dios es tan sabio, el E.S. es infinitamente sabio que en su Palabra no


solamente te dice lo que no debes hacer, sino que también te dice lo que debes hacer. 15En
lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Hermanos, no sabemos qué nos depara el futuro, no sabemos qué va a suceder el día
de mañana, pero sí sabemos cómo enfrentar el futuro, confiando en el Señor, descansando en
el Señor; confiando en que nuestros tiempos están en las manos de Dios, descansando en la
seguridad de que todo está dirigido y gobernado por nuestro Señor y Creador.
La confianza del cristiano, descansa en que nada de lo que sucede sucede por
casualidad, por buena o por mala suerte, por azares del destino; sino porque Dios así lo tenía
determinado, así lo tenía planeado, así lo tenía establecido, así lo tenía ordenado y estaba en
sus manos por encima de todas las cosas.
Incluso por encima de la acción del diablo está la mano poderosa y soberana de Dios
controlándolo todo; seguramente todos recordamos la vida de Job; en el capítulo 1, el
mismísimo diablo viene a la presencia del Señor para pedirle permiso para poder tocar la vida
de Job; incluso cuando nuestra vida esté siendo zarandeada por el diablo y estemos viviendo
tiempos de prueba, sabemos que Dios está por encima del diablo, y si el diablo nos toca o nos
quiere hacer mal no puede ir más allá de lo que Dios le permita hacer.

Entonces, ¿cuál debe hacer ser la actitud del cristiano delante de la vida?
Una actitud de absoluta confianza de que todo está en las Soberanas y Poderosas
manos de nuestro Padre celestial, de que todo pertenece al Señor y él tiene cuidado de todo.

Así que el cristiano debe decir empezaré una familia si Dios quiere, empezaré una
carrera si Dios quiere, emprenderé este negocio si Dios quiere, nos vemos mañana si Dios
quiere; no como una forma de hablar más, sino digámoslo con convicción, si Dios quiere, si
Dios lo permite, si es la voluntad del Señor, Dios mediante.

Nada de lo que ocurra en nuestra vida debe provocar que el cristiano mire al cielo y
diga Señor esto se te ha escapado de las manos, porque no sucede tal cosa, Dios está en
control de todo.

No es casualidad que estés aquí esta noche; es porque el Señor te ha traído con un
propósito, para que escuches su palabra esta noche ¿verdad?
Las cosas no suceden por casualidad en la vida del cristiano, sino por la providencia de
Dios guiando todas las cosas; no hay casualidades en la vida del cristiano.
Nuestra actitud debería ser más bien, ¿qué es lo que el Señor quiere? ¿qué es lo que el Señor
se propone? ¿qué es lo que el Señor quiere lograr en mi vida con este evento, con esto que
acaba de sucederme? Por eso te digo, DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA DESCANSANDO
(CONFIANDO) EN EL SEÑOR.

Entonces, la primera decisión sabia que debes tomar para que a su vez puedas tomar
decisiones sabias todos los días y en cada asunto de tu diario vivir es:
I. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA COMO UN NUEVO REGALO DE LA GRACIA DE DIOS.
II. DECIDE VIVIR CADA NUEVO DÍA COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE TU VIDA.
III. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA DESCANSANDO (CONFIANDO) EN EL SEÑOR v.15
IV. DECIDE VIVIR CADA DÍA DE TU VIDA COMBATIENDO CONTRA TU PECADO
16Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
17y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Creo que podemos aceptar el hecho de que somos especialistas en ver, observar,
juzgar y condenar más el pecado de los demás que el de nosotros mismos.

Aquí Santiago está apuntando al corazón de aquellos que hacen planes sin confiar en el
Señor, a la actitud irresponsable, a la actitud soberbia, de orgullo, de arrogancia.
¿Ha habido soberbia en tu corazón, ha habido orgullo al pensar conseguiré esto,
conseguiré lo otro, lograr esta meta o aquella otra? ¿Respecto al uso de tu tiempo, al uso de
tu vida?
Santiago dice …y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado, lo que solemos
llamar pecado de omisión; si sabes lo que es correcto y no lo haces estás pecando también
delante del Señor
Te está llamando la Palabra del Señor a involucrarte en una lucha encarnizada contra tu
propio pecado, a localizar tu pecado y atacarlo hasta destruirlo en tu corazón.
¿Has luchado o estás luchando contra tu pecado? sí, Bueno, un poquito, la semana
pasada, hace 3 meses.
¿Has luchado encarnizadamente contra tu propio pecado y dice hebreos 12:4, porque
aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; ¿has luchado contra tu
pecado hasta la sangre? ¿hasta la muerte? ¿hasta ya no poder más?
La lucha contra nuestro pecado es la lucha más importante de nuestras vidas y no nos
lo podemos tomar demasiado a la ligera.

Encontremos, localicemos nuestros pecados y no tengamos una visión farisaica de lo


que es el pecado.
Robar es pecado, mentir es pecado, pero ¿cuántas otras cosas más son pecado?
¿Cuántas actitudes? ¿Cuántos pensamientos? ¿Cuántos deseos del corazón son pecado? y
necesitamos luchar contra todo esto.

Todos estos son propósitos espirituales y personales; pero también como iglesia
tenemos propósitos espirituales, queremos que nuestra iglesia crezca, que nuestra iglesia sea
conocedora de las Escrituras, que sea una iglesia viva, que sea una iglesia sana, que sea una
iglesia que ore; que sea una iglesia que evangelice, que ante todo sea una iglesia más santa.
Porque la salud del cristiano y la salud de la iglesia es su santidad.
Porque lo que Dios quiere ver en su iglesia y en todo cristiano ante todo es que
luchemos contra el pecado y que lo erradiquemos de nuestras vidas.

Reconozcamos nuestros pecados diariamente, confesémoslo al hermano y al Señor


diariamente, pidamos perdón por ellos. Dice primera de Juan 1:9 Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Ojalá puedas hacer tuyas están resoluciones para poder vivir agradando más al Señor,
siendo más lo que el Señor quiere que seas, luchando más contra el pecado, viviendo una vida
más santa cada día de tu vida.
Estas son resoluciones espirituales que los que conocemos al Señor nos podemos
hacer; pero para aquel que no conoce al Señor o si no conoces al Señor estos serían
propósitos de Dios para ti: ¿por qué Dios me ha creado? ¿por qué estoy aquí? ¿Qué es lo que
espera Dios de mí? ¿Con qué propósito Dios me ha traído en esta noche?
Entonces mi oración es que Dios te muestre claramente sus propósitos para contigo y le
reconozcas como tu creador, como tu único Salvador, puedas acudir a los pies de la Cruz de
Cristo y suplicar su Perdón para que te salve.

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