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FILIAL ANDAHUAYLAS

TEMA:
LA ÉTICA Y LA POLITICA
CURSO:
ÉTICA DEL CONTADOR PÚBLICO
DOCENTE:
CPC. MIRNA GUZMAN FIGUEROA
ALUMNO:
FERNANDO SAMANEZ ORE

ANDAHUAYLAS – APURÍMAC
MAYO - 2017
INTRUDUCCION
ÉTICA.
La ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la
virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. Requiere la reflexión y la argumentación. El
estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua, y su
desarrollo histórico ha sido amplio y variado.
La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y
cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida
cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican
la adopción de un sistema moral u otro.
LA POLÍTICA.
La política (de latín político y ésta del griego antiguo 'civil, relativo al ordenamiento de
la ciudad o los asuntos del ciudadano') es una rama de la moral que se ocupa de la
actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por mujeres y hombres
libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer
ordenado al bien común. Ciencia que se encarga del estudio del poder público o del
Estado. Algunos autores presentan al uso legítimo de la fuerza como la característica
principal de la política. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio del poder
que busca un fin trascendente. Esta promueve la participación ciudadana ya que posee
la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien
común.

RELACION ENTRE ETICA Y POLITICA.

La relación entre ética y política es estrecha, es desde el origen, porque las dos
competen a la acción humana, y no hay ninguna acción humana que pueda prescindir
de criterios éticos, la ética no va estar a nivel de dar medidas políticas, no es su rol, pero
sí de orientar y discernir lo que es humanizante y deshumanizante en la política y
proponer o hacer vislumbrar mejores formas de vivir en sociedad.
La ética, enriquece la política puesto que la alimenta de utopía y también de sentido
crítico, finalmente le da mucha mayor legitimidad que si no estuviera. Porque con
tanta corrupción en la política la gente pierde la fe, la confianza en los políticos, y eso
es muy dañino para la sociedad y finalmente se crea un ambiente en el que todo vale, y
en el que uno se mete en política para ganar algo personal y no necesariamente para
trabajar por el bien común, y eso a la larga es un daño enorme a la sociedad, es lo que
estamos viviendo ahora en el país. Felizmente se empieza a revertir esto porque creo
que ahora hay una reacción moral y eso me parece que es muy positivo, hay un
comienzo de rechazo a la corrupción que espero que se traduzca en que no haya
votación para los corruptos o sea no votemos por corruptos, es lo mínimo que podemos
pedir.

LA ETICA, LA GOBERNABILIDAD Y LA TRANSPARENCIA.


La ética
La ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la
virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. Requiere la reflexión y la argumentación. El
estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua, y su
desarrollo histórico ha sido amplio y variado.
La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y
cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida
cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican
la adopción de un sistema moral u otro.
Gobernabilidad
La gobernabilidad se refiere a dos conceptos la primera, surgida de
los informes de Banco Mundial, la define como un estilo de gobierno caracterizado por
un mayor grado de cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales en
el interior de redes de decisiones mixtas públicas y privadas. La segunda se define como
un conjunto de modalidades de coordinación de las acciones individuales, entendidas
como fuentes primarias de construcción del orden social; es probable que sea derivada
del campo de la economía de costos y transacciones. Por extensión, gobernabilidad es
definida como cualquier forma de coordinación social.1
Transparencia
Transparencia es la obligación de los sujetos obligados de hacer del conocimiento
público la información derivada de su actuación, en ejercicio de sus atribuciones. Tiene
por objeto generar un ambiente de confianza, seguridad y franqueza entre el gobierno y
la sociedad, de tal forma que los ciudadanos estén informados y conozcan las
responsabilidades, procedimientos, reglas, normas y demás información generada por
el sector público, en un marco de abierta participación social y escrutinio públicos.
La transparencia busca también formar a una ciudadanía sensible, responsable y
participativa, que conozca y ejerza sus derechos y obligaciones, y colabore activamente
en el fomento a la integridad y combate a la corrupción.

LA ETICA DEL SERVICIO A LA SOCIEDAD.


Significa actuar con caridad y amabilidad. Este principio está incorporado en actos a
través de los cuales los servicios o cosas que benefician a la gente son provistos,
incluyendo el concepto más complejo de balancear los beneficios y los perjuicios,
usando los costos y beneficios relativos de decisiones y acciones alternativas como
base para optar entre alternativas.
Dando dos puntos sobre la ética en la sociedad actual, los integrantes de la misma
dicen:
La Ética existe en nuestra sociedad actual, y la misma está forjada en la clase
trabajadora, productora y a la vez libre-pensadora, que comienza por la preocupación
de la formación y educación de su familia, los que a su vez formados por educadores
en las escuelas y distintos ámbitos de enseñanza, van conformando LA SOCIEDAD
responsable de mantener la convivencia pacífica en primer término dentro de la
comunidad, luego del País y finalmente, dentro del concurso de naciones. Claro que es
más sencillo decir que todo se rige por el dinero, egoísmo y el anarquismo, pero es
precisamente la pérdida de valores y el no pensar un poco con detenimiento, que lleva
a una sociedad y sus integrantes a la pérdida de valores.
La ética en la sociedad actual es casi imperceptible claro que hay individuos con ética y
señoritas y niños, pero la ética que no gira en torno al amor y lo sencillo no sirve la ética
actual es todo el mundo detrás del Dios del dinero, pasando de los problemas ajenos,
eso es el papel de la ética en una sociedad artificial donde huele a frialdad cemento ropa
de marca, fabricadas con sangre de padres que están estresados sin tiempo para amar
a sus hijos y contentos con sobrevivir y que a los suyos no les falte.
LO ÉTICO, LO SOCIAL Y LO DIVERSO.
La idea política, económica y jurídica más importante del siglo xx -y de la segunda mitad
del XIX- fue, sin duda, la noción de "lo social". Frente a la primacía que en el siglo xviii
tuvo "lo individual", es decir, la creencia según la cual el ser humano podía constituirse
a partir de la conciencia, la responsabilidad y la libertad las tres profundamente
individuales, frente a todo ello, a partir de Marx el núcleo y el motor de las luchas
políticas pasó a ser "lo social". todo implicó un giró hacia esta idea: el comunismo y el
socialismo, la lucha de clases; el derecho social, por sobre los derechos civiles y
políticos del ciudadano; la macroeconomía por sobre la "micro", Keynes por encima de
Adam Smith, la encíclica rerumnovarum, la economía social de mercado, ¡¡la justicia
social!!, el estado intentando resolver el "problema social", o sea, el welfarestate; la
doctrina social de la iglesia, el sindicalismo y la política económica y, sintetizándolo todo,
el socialcristianismo y, más aún, la socialdemocracia, como doctrinas ya estrictamente
políticas.
Hoy esa idea -la primacía de lo social como el eje central de la política, la economía y el
derecho- está radicalmente agotada, ¡ya no da más! lo cual no quiere decir que
tengamos que prescindir de ella, que debamos regresar a la primacía del individuo, la
mano invisible del mercado o el capitalismo salvaje. No se trata para nada de eso, se
trata de "huir hacia delante", de ir más allá de lo social, pero asumiéndolo plenamente.
Se trata -en dos platos- de que cuando un hombre sabe que la sociedad o el estado
tienen la obligación de velar por él, por sus hijos y su familia, de garantizarles
educación, salud, vivienda, empleo y todo cuanto pueda caber en la idea de lo social,
entonces ese hombre dejará de hacer esfuerzos para lograr por sus propios medios su
bienestar. Si puedo vivir de las dádivas, becas, subsidios, ayudas y "misiones", ¿para
qué o por qué debo esforzarme?
Esa primacía de lo social sobre lo individual, característica de los últimos 150 años, ha
sido acompañada y reforzada poderosamente por el desarrollo espectacular de la
ciencia y la tecnología, propio de la modernidad, esto es, de los últimos cuatro o cinco
siglos.
Ha sido la creencia ciega e ingenua según la cual el conocimiento -la lamentable noción
de sociedad del conocimiento, la primacía de lo cognoscitivo y lo tecnológico sobre lo
ético- bastaban para garantizar el progreso y la felicidad del ser humano.
Hoy, la política, la economía y el derecho están girando hacia lo ético. No se trata, como
ya dijimos, de regresar al laissez faire, al "dejar hacer" a los agentes individuales,
asumiendo la ingenuidad según la cual el "libre juego de la oferta y la demanda lo
resolverá todo". Se trata de impulsar y de apelar al desarrollo espiritual de cada quien,
para por esa vía redefinir lo social, para por esa vía relanzar la integración de los
hombres y mujeres en un todo más humano. Se trata de pensar en los demás y de
integrarse con ellos, no a partir del estado, el socialismo, el sindicato, el "máximo líder",
la izquierda o la socialdemocracia, sino ¡¡a partir del individuo! del amor al prójimo y del
desarrollo de las infinitas potencialidades contenidas en el espíritu humano. Quien
pretenda hacer política hoy sin comprender ¡¡e incorporar!! Todo eso, no podrá ir mucho
más allá de, digamos, la democracia social. Así como quien prescindiendo de la ética
pretenda abordar el problema de la gerencia y de la empresa, no podrá ir mucho más
allá de la sociedad del conocimiento.
LA ETICA EN RAZON DE LA VIDA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA.
Ética: razón de ser
Ahora bien ¿por qué la ética especula sobre lo humano, su ser, su hacer y su razón de
ser? ¿a qué obedece esta interrogante en la que, al igual que en el caso de la moral, se
busca la verdad acerca de lo bueno o el sustento que nos permita justificar y/o condenar
todo acto humano?
La ética, con sus interrogantes, busca el sustento de aquello que nos convierte en
mejores personas y su búsqueda obedece a la posibilidad que tenemos como humanos
de pensar nuestra propia vida y tomar conciencia de nuestra autoconciencia. Así, la
ética se constituye a partir de la reflexión, a partir de la comprensión que tengo sobre mi
vida, mis costumbres, e incluso, o sobre todo, a partir de la libertad con la cual puedo
trazar mi propio camino e instaurar mis propios hábitos.
La ética, por lo tanto, no puede separase de una práctica de vida en la cual la auto
comprensión de mi ser, mis conductas y todo lo que me rodea, me mantengan atento
hacia lo que deseo, hacia los límites de lo que puedo hacer, hacia la posibilidad de hacer
mi propio camino sin por ello desvincularme del mundo al que pertenezco. En tanto es
el estudio de la conducta humana, su actividad no tiene descanso e involucra todo
aquello susceptible de ser valorado, mejorado, elegido, involucra todo lo que puede ser
hecho, dicho, sentido, pensado. Involucra todo el ser del hombre. El interés por esta
especulación, es el interés por la vida misma. Que toma forma a través de la moral como
respuesta que me permite llevar a la práctica el resultado de lo que, desde la práctica,
me interrogo.
El carácter no restrictivo de la ética como ciencia de la conducta le viene dado por
ocuparse de la libertad. Ligada a ella, la responsabilidad sobre mis actos y la plena
congruencia entre mis ideas y mis hábitos. Finalmente, toda especulación ética lleva
inherente la instauración de una nueva práctica posible, o ése debería ser el
compromiso que dicha teorización se pusiera como meta. Al menos para mí así lo es.
La ética también nos remite a los principios fundamentales de la práctica cívica, político-
social e incluso profesional, frente a lo cual, la moral hace eco en el mundo de lo privado
y en cuán valiosos son mis actos en mis asuntos personales; ya que al parecer lo bueno
se restringe cada vez más a la vida privada y la responsabilidad a la vida pública. En lo
privado queremos consagrarnos como "buenos" seres humanos, en lo público como
personas "responsables". Y en este último sentido, se invierten los términos, pues la
moral, cuya función es básicamente social, se entiende como individual y la ética, que
parte de la toma de conciencia del individuo, se asume como el apego a los intereses
comunes antes que a los de la propia persona. Tal derivación en los discursos colectivos
hace aún más difícil establecer una clara distinción entre ambas.
LA VERDAD
El término verdad se usa frecuentemente para significar el acuerdo entre una afirmación
y los hechos o la realidad a la que dicha afirmación se refiere,1 o la fidelidad a una idea.1
El uso de la palabra verdad abarca también desde la honestidad, la buena fe y la
sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los conocimientos con las cosas que
sea firman como realidades: los hechos o la cosa en particular;2 así como la relación de
los hechos o las cosas en su totalidad en la constitución del Todo, el Universo.
Para el hebreo clásico el término `emuná significa primariamente «confianza»,
«fidelidad». Las cosas son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo
que ofrecen.

LA JUSTICA
La Justicia se representa por una mujer con los ojos vendados, con una balanza en una
mano y una espada en la otra. La justicia, entendida como virtud humana, puede ser
definida como el arte de hacer lo justo, y de "dar a cada uno lo suyo" (latín: Ars Iuris),
básicamente esto nos dice que la justicia es la virtud de cumplir y respetar el derecho,
es el exigir sus derechos, es otorgar los derechos a un individuo.
La justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quién le
pertenece esa cosa por derecho. La Justicia es ética, equidad y honradez. Es la
voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel sentimiento de rectitud
que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todos los derechos de los demás.
Hans Kelsen la define así:
La Justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con
la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la Justicia de la libertad, la justicia de la paz, la
justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.
LA POLITICA SOCIAL-CIVIL Y LOS DERECHOS HUMANOS.
Política social
La política social es una disciplina científica y política dedicada a estudiar
(generando teoría) e intervenir públicamente (estatal o comunitaria) en las
consecuencias materiales y morales del siempre desigual desarrollo de
las sociedades modernas (industrializadas y urbanizadas). Como ciencia normativa y
como actividad política (su doble dimensión) presenta la misión fundamental de atender
los tres grandes fines de la acción social contemporánea: justicia social (en sentido
formal), bienestar social (en sentido material) y orden social (en sentido legal).
 Como actividad política, de una manera más concreta se define como una modalidad
de la política general (de la acción de gobierno, de las propuestas programáticas de los
partidos políticos y de la actividad de los denominados agentes sociales -sindicatos y
patronal-) ), mediante un sistema político público (Estado social y de derecho, o formas
comunitarias de auto organización).
 Como ciencia, se construye como una disciplina de estudio y reflexión que busca
alcanzar una mediación histórica, e incluso epistemológica, entre las exigencias de "lo
económico" (el bien-estar) y "lo político" (el bien-común). mediante un corpus teórico
propio.
Política civil (ciencia política)
El término sociedad civil, como concepto de la ciencia social, designa a la diversidad de
personas que, con categoría de ciudadanos y generalmente de manera colectiva, actúan
para tomar decisiones en el ámbito público que consideran a todo individuo que se halla
fuera de las estructuras gubernamentales.
La sociedad civil se concibe como el espacio de vida social organizada que es
voluntariamente autogenerada, independiente, autónoma del estado y limitada por un
orden legal o juego de reglas compartidas. Involucra a ciudadanos actuando
colectivamente en una esfera pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas,
intercambiar información alcanzando objetivos comunes.
Sociedad civil y sociedad política: Jürgen Habermas
La existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un
prerrequisito para la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo. Para Jürgen
Habermas, la sociedad civil tiene dos componentes principales: por un lado, el conjunto
de instituciones que definen y defienden los derechos individuales, políticos y sociales
de los ciudadanos y que propician su libre asociación, la posibilidad de defenderse de
la acción estratégica del poder y del mercado y la viabilidad de la intervención
ciudadana en la operación misma del sistema; por otra parte estaría el conjunto de
movimientos sociales que continuamente plantean nuevos principios y valores, nuevas
demandas sociales, así como vigilar la aplicación efectiva de los derechos ya otorgados.
Así, la sociedad civil contiene un elemento institucional definido básicamente por
la estructura de derechos de los estados de bienestar contemporáneo, y un elemento
activo, transformador, constituido por los nuevos movimientos sociales.
Según Enrique Brito Velázquez, la sociedad civil es "el conjunto de ciudadanos
organizados como tales para actuar en el campo de lo público en busca del bien común,
sin ánimo de lucro personal ni buscar el poder político o la adhesión a un partido
determinado.
DERECHOS HUMANOS
¿Qué son los derechos humanos?
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o
étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos
derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles. Los derechos humanos universales están a menudo
contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho
internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del
derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece
las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas
situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover
y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos
o grupos.
Marco histórico
Los derechos humanos, herederos de la noción de derechos naturales, son una idea de
gran fuerza moral y con un respaldo creciente. Legalmente, se reconocen en el Derecho
interno de numerosos Estados y en tratados internacionales. Para muchos, además, la
doctrina de los derechos humanos se extiende más allá del Derecho y conforma una
base ética y moral que debe fundamentar la regulación del orden geopolítico
contemporáneo. La Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha convertido
en una referencia clave en el debate ético-político actual, y el lenguaje de los derechos
se ha incorporado a la conciencia colectiva de muchas sociedades. Sin embargo, existe
un permanente debate en el ámbito de la filosofía y las ciencias políticas sobre
la naturaleza, fundamentación, contenido e incluso la existencia de los derechos
humanos; y también claros problemas en cuanto a su eficacia, dado que existe una gran
desproporción entre lo violado y lo garantizado estatalmente.
Origen cultural
Existe un importante debate sobre el origen cultural de los derechos humanos.
Generalmente se considera que tienen su raíz en la cultura occidental moderna, pero
existen al menos dos posturas principales más. Algunos afirman que todas las culturas
poseen visiones de dignidad que se plasman en forma de derechos humanos, y hacen
referencia a proclamaciones como la Carta de Mandén, de 1222, declaración
fundacional del Imperio de Malí. No obstante, ni en japonés ni en sánscrito clásico, por
ejemplo, existió el término derecho hasta que se produjeron contactos con la cultura
occidental, ya que estas culturas han puesto tradicionalmente el acento en los deberes.
Existen también quienes consideran que Occidente no ha creado la idea ni el concepto
de derechos humanos, aunque sí una manera concreta de sistematizarlos, una
discusión progresiva y el proyecto de una filosofía de los derechos humanos.
Las teorías que defienden la universalidad de los derechos humanos se suelen
contraponer al relativismo cultural, que afirma la validez de todos los sistemas culturales
y la imposibilidad de cualquier valoración absoluta desde un marco externo, que en este
caso serían los derechos humanos universales. Entre estas dos posturas extremas se
sitúa una gama de posiciones intermedias. Muchas declaraciones de derechos
humanos emitidas por organizaciones internacionales regionales ponen un acento
mayor o menor en el aspecto cultural y dan más importancia a determinados derechos
de acuerdo con su trayectoria histórica. La Organización para la Unidad Africana
proclamó en 1981 la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, que
recogía principios de la Declaración Universal de 1948 y añadía otros que
tradicionalmente se habían negado en África, como el derecho de libre determinación o
el deber de los Estados de eliminar todas las formas de explotación económica
extranjera. Más tarde, los Estados africanos que acordaron la Declaración de Túnez, el
6 de noviembre de 1993, afirmaron que no puede prescribirse un modelo determinado
a nivel universal, ya que no pueden desatenderse las realidades históricas y culturales
de cada nación y las tradiciones, normas y valores de cada pueblo.
Derechos y obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar,
proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los
Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de
limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los
derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que
los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos
humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros
derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.

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