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DIVERSIDAD

El término diversidad es aquel que nos permite indicar, marcar o hablar de la


variedad y diferencia que pueden presentar algunas cosas entre sí, aunque también
nos es útil a la hora de querer señalar la abundancia de cosas distintas que conviven
en un contexto en particular, en el contexto de una comunidad, por ejemplo, nos
encontramos con que existen diferentes tipos de diversidades: cultural, sexual o
biológica, entre las más recurrentes.
Según Runer (1991) La diversidad como lo discutimos en clase es la que nos
lleva a aprender, entender y comprender, que nada es igual y que esa diferencia nos
enriquece, en los contextos sociales, políticos, religiosos, culturales, la diversidad la
integran todos los seres humanos.
Como nos apunta López Melero (2001), reconocer la diversidad como un
valor y no como un defecto implica romper con la clasificación y la norma, supone
plantearnos una necesaria profesionalización del docente para la comprensión de la
diversidad y requiere pensar en un currículo que, ahondando en las diferencias del
alumnado, erradique las desigualdades a la vez que haga avanzar la justicia escolar
ofreciendo prácticas educativas simultáneas y diversas, reconocer, por ejemplo, las
diferencias biológicas de los distintos grupos humanos significa, primero descubrirlas
a los ojos de los alumnos, y después valorarlas como signos de identidad propia y
genuina que nos enorgullecen, de forma que se puedan contrarrestar las influencias
del racismo que hace creer a algunos alumnos que determinados signos o rasgos
físicos son superiores a otros. Es decir, no basta con reconocer y aceptar los alumnos
de diferentes capacidades, intereses, culturas, sino que debemos ser conscientes,
además, del enorme valor de todos ellos para construir espacios de aprendizaje.
De igual manera en el Art. 1 y 2 Declaración Universal de Derechos
Humanos, Naciones Unidas, 1948. Establece que, “Todos los seres humanos nacen
libres en dignidad y en derechos, y dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros” Todos tenemos los mismos
derechos y las mismas oportunidades para tener una vida digna y plena, con una
calidad de vida mínima como seres humanos que somos.
Como conclusión puedo decir que todas las personas somos diferentes, con
nuestras aptitudes, actitudes, capacidades físicas y cognitivas, habilidades sociales y
personalidad. Si observamos con detenimiento la cotidianidad de nuestra vida, no
tardaremos mucho tiempo en darnos cuenta de que trabajamos día a día con tensón
para lograr ser cultos, estar preparados para el futuro, tener una buena forma física,
cuidar nuestra piel, nuestra salud, y nos esforzamos continuamente por alcanzar la
perfección, olvidando que el ser perfecto no existe.
Así, buscamos un ideal concreto, que consideramos óptimo o conveniente en
nuestra sociedad, potenciando una homogeneidad perjudicial y, en mi opinión, poco
enriquecedora. Y el ser humano tiende a relacionarse con personas semejantes, que
compartan sus costumbres, nivel sociocultural, inquietudes y aspiraciones.
Inmigrantes, personas de otras etnias, religiones, a menudo nos producen,
inconscientemente, desconcierto y desconfianza, aun cuando no hemos tenido la
oportunidad de conocer su situación, estamos construyendo un sistema social que
excluye sin darnos cuenta a las personas que son diferentes a nosotros, muchas de los
cuales por sus peculiares características físicas, psíquicas o fisiológicas, poseen un
cierto déficit que les dificulta llevar una vida “normal” como muchas personas lo
consideran.
De forma natural somos diferentes, y las diferencias se marcan siempre a
través de la forma en que nos relacionamos. Dice Humberto Maturana “El sentido de
lo humano”, que desde el punto de vista del ser biológico no hay errores, no hay
minusvalías, no hay disfunciones es en el espacio de las relaciones humanas que el
niño limitado pasa a ser limitado. Quizás se nos pase por alto que las personas con
algún tipo de déficit significativo realizan un gran esfuerzo por adaptarse a la vida
cotidiana, en muchos casos no preparada como debiera, desafortunadamente, la
relevancia de estas cuestiones se multiplica si hablamos de niños, los cuales crecen
deprisa y a la fuerza, alcanzando una madurez y cordura de la que muchos adultos
carecen.

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Santa Marta y Espín (1996) opinan que la atención a la diversidad implica el


reconocimiento de la otra persona en la individualidad, originalidad irrepetibilidad,
supone incluyendo la adecuación de los ritmos personales.
La atención a la diversidad supone una nueva forma de entender la realidad
educativa, la escuela se enfrenta al reto de llevar a la práctica el derecho de todos a la
educación y fomentar la igualdad de oportunidades, sin embargo, estos
planteamientos requieren una nueva forma de pensar y actuar, que en la mayoría de
los casos, aún no se ha producido, el cambio de mentalidad pasa por un cambio de
actitud hacia la diversidad, entendiendo ésta como un valor positivo para todos, este
trabajo intenta poner de manifiesto la importancia que tienen las actitudes en el
proceso de atención.
Del mismo modo es una característica intrínseca de los grupos humanos, ya
que cada persona tiene un modo especial de pensar, de sentir y de actuar, desde el
punto de vista evolutivo, existan unos patrones cognitivos, afectivos y conductuales
con ciertas semejanzas, dicha variabilidad, ligada a diferencias en las capacidades,
necesidades, intereses, ritmo de maduración, condiciones socioculturales, abarca un
amplio espectro de situaciones, en cuyos extremos aparecen los sujetos que más se
alejan de lo habitual, frente a una visión que asocia el concepto de diversidad
exclusivamente a los colectivos que tienen unas peculiaridades tales que requieren un
diagnóstico y una atención por parte de profesionales especializados, consideramos
que en los grupos educativos existe una variabilidad natural, a la que se debe ofrecer
una atención educativa de calidad a lo largo de toda la escolaridad.

MEDIDAS PARA LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Por medidas se entienden aquellas actuaciones de índole tanto organizativa


como curricular que se puedan llevar a cabo en el proceso de planificación o en el
desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, para atender a la diversidad de
los estudiantes, los criterios para seleccionar estas medidas van de la prevención a la
actuación, desde medidas de carácter más general hasta medidas excepcionales, este
amplio espectro se dirige a dar respuesta a todas las necesidades educativas que se
presenten con el fin último de favorecer la integración escolar y social, estas
actuaciones no van ligadas de forma permanente a colectivos de alumnos concretos,
ya que un alumno/a puede requerir a lo largo de su escolaridad la adopción de
diferentes tipos de medidas.
“Necesidad de un currículum en el cual la flexibilidad, la apertura, la
autonomía y la adecuación se configuran como los aspectos definitorios del mismos”
Torres González, (1999)
También es muy importante la organización del trabajo en el aula, ya que esta
debe posibilitar el desarrollo individual de cada alumno, con sus diferencias, peculiar
método de expresarlas y su propio desarrollo social, requiere, por tanto, contar con la
posibilidad de participar en situaciones individuales de trabajo, grupales, en juegos,
debate, donde confronte sus intereses con los de otros niños, intercambie sus puntos
de vista, preste y reciba ayuda, dichas medidas pueden ser de carácter general y de
carácter específico, dentro de las primeras contamos con: tutoría y orientación,
refuerzo educativo y optatividad, opcionalidad, en cuanto a las segundas,
permanencia de un año más en un curso o ciclo, reducción de un año de escolaridad,
adaptaciones curriculares y diversificación curricular.
REFERENCIAS

Humberto M. (1994). Sentido de lo humano. Biólogo, Chile

López M.., (2001). Igualdad en la diversidad [Libro en línea]. Disponible en:


http://www.esnips.com. [Consulta: 2016, Febrero]

Santa M. (1996). Programa para educar en discapacidad. La educación que


transformará al país. Caracas, Venezuela: Editorial Paulinas.

UNESCO. (2003). Revista internacional de educación de adultos. Confederación de


MRPS

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