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Juan 4:24-24
Oración Hechos 3:1. Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la hora
de la oración.
Como una fuerza poderosa que hizo que el pueblo caminase en las leyes de
Dios (Ezequiel 32:27)
Trajo nueva vida (Ezequiel 37:14)
Capacito a líderes (Jueces 3:10)
Inspiro a los profetas (Miqueas 3:8)
Ahora el Espíritu Santo de Dios va a ser derramado de una nueva forma. Dos
símbolos describen este derramamiento del Espíritu VIENTO – FUEGO. La palabra
original para Espíritu podría significar “Aliento o Viento” dependiendo del contexto. La
presencia de Dios es como un fuerte viento (2 Samuel 22:16)
Las escrituras no dicen que los que estaban presentes en Hechos 2 sintieron un viento
físico, en cambio dice que oyeron el sonido como de un viento recio que venia del
cielo y lleno toda la casa.
No es casualidad que la palabra nos diga: que la fe viene por el “oír” no por lo que
vemos, Jesús le dio a entender esto a Tomas, no necesitas ver para creer o sentir
algo para adorar… El dijo: Bienaventurados los que creyeron y no vieron. Yo me
atrevería a decir; Bienaventurados los que adoran de manera voluntaria y no los que
esperan a que alguien se los diga.
(Salmos 84).
El pueblo en Hechos 2 no sintió un viento recio sino que “oyó” el sonido como de un
viento recio. Es por hechos y no por sentimiento.
1 Samuel 16:14-23
Saúl fue desechado por causa de la desobediencia, no permita que esto le suceda a
usted.