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Universidad Nororiental Privada

“Gran Mariscal de Ayacucho”


Facultad de Derecho

INFORME SOBRE
ANTEJUICIO DE MERITO
(SENTENCIA Nº 38 DE TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
SALA PLENA DE 16 DE JULIO DE 2013)

5to. Año Sección “3A32”


Turno: Noche
Facilitadora: Autores: Integrantes:
Abog. María Guadalupe Riva Barahona, Eder C.I. E-84.277.695
Cátedra: Chacín, Jesús C.I. V-26.265.062
Derecho Contencioso Administrativo Córdoba, María C.I. V-15.807.215
Figuera, María C.I. V-14.827.170
Morales, Alexander C.I. V- 18.278.174
Simonovis, Linsmar C.I. V-17.360.522

Barcelona, Enero de 2.019


ANTEJUICIO DE MERITO EN VENEZUELA

¿Qué es el Antejuicio de Mérito?

Es un proceso mediante el cual el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declara si hay o no


mérito para enjuiciar a un funcionario público con el fin de preservar y proteger la
institucionalidad del cargo y la estabilidad de la función pública.
Destacando que no se trata de un juicio propiamente dicho, se trata de una evaluación
preliminar de los hechos para determinar si en efecto hay motivos suficientes para que se le
dé curso al procedimiento de investigación y juicio contra el funcionario contra quien se ha
interpuesto la solicitud.
De conformidad con la disposición prevista en el artículo 376 del Código Orgánico
Procesal Penal, el antejuicio de mérito es un procedimiento penal especial que, instaurado
en virtud de la querella del Fiscal General de la República y conducido por el principio del
contradictorio, tiene por objeto declarar la certeza de si hay o no mérito para el
enjuiciamiento de los altos funcionarios del Estado a los que se refiere el ordenamiento
constitucional de la República; en consecuencia, la disciplina normativa acerca del
antejuicio de mérito debe ser interpretada a la luz del nuevo orden constitucional, y es así,
que la querella fiscal debe fundarse en prueba suficiente, motivo por el cual su instauración
debe ser precedida por una actividad de investigación, conducida por el Ministerio Público,
durante cuyo desarrollo debe respetarse íntegramente al imputado su derecho constitucional
a la defensa, a tenor de la disposición prevista en el artículo 49, ordinal 1, de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la forma y condiciones previstas
en el Código Orgánico Procesal Penal. En tal sentido, el juicio sobre la prueba debe
constituir el fundamento principal de la determinación acerca de si hay o no mérito, es
decir, acerca de si hay o no lugar al enjuiciamiento.

¿Dónde está contemplado el antejuicio de mérito?

Dicho procedimiento especial de juzgamiento penal está establecido en el Código Orgánico


Procesal Penal de Venezuela en su Título IV “Del Procedimiento en los Juicios contra el
Presidente de la República y otros Altos Funcionarios del Estado”, en la Constitución en su
artículo 266 y 22 en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

¿Quiénes pueden ser sometidos a un antejuicio de mérito?

De acuerdo al numeral tres del artículo 266 de la Constitución, el Tribunal Supremo de


Justicia puede declarar si hay o no méritos para el procedimiento.
“Declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Vicepresidente Ejecutivo o
Vicepresidenta Ejecutiva, de los o las integrantes de la Asamblea Nacional o del propio
Tribunal Supremo de Justicia, de los Ministros o Ministras, del Procurador o Procuradora
General, del Fiscal o la Fiscal General, del Contralor o Contralora General de la República,
del Defensor o Defensora del Pueblo, los Gobernadores o Gobernadoras, oficiales,
generales y almirantes de la Fuerza Armada Nacional y de los jefes o jefas de misiones
diplomáticas de la República y, en caso afirmativo, remitir los autos al Fiscal o la Fiscal
General de la República o a quien haga sus veces, si fuere el caso; y si el delito fuere
común, continuará conociendo de la causa hasta la sentencia definitiva”.

¿Quién puede solicitar el antejuicio de mérito?

Ningún ciudadano puede hacer una solicitud de antejuicio de mérito sobre cualquier
funcionario ya que esta es una atribución plenamente del Ministerio Público, quien es la
encargada de la acción penal.
De acuerdo con el ordenamiento jurídico, el TSJ debe solicitar a la Asamblea Nacional la
autorización para proceder al enjuiciamiento. Además, se establece que el pase a juicio de
altos funcionarios debe ser conducido penalmente por el Fiscal General “o quien haga sus
veces”.
El artículo 266 Constitucional no señala a quien corresponde la solicitud de antejuicio de
mérito y el artículo 285 del mismo texto fundamental no se lo atribuye al Fiscal General de
la República por lo que ante el silencio de la Ley y debido a la accesibilidad directa a la
justicia tal petición debe corresponder a quien, según el artículo 121 del Código Orgánico
Procesal Penal, sea víctima (ya que el antejuicio no atiende a una acción popular).Sin
embargo, el artículo 376 del COPP exige que el antejuicio de mérito proceda previa
querella del Fiscal General de la República.

¿Quién decide si hay o no méritos?

Según la Ley Orgánica del TSJ en su artículo 110, corresponde a la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del funcionario.

¿Qué sucede después de que se declare con lugar el inicio del antejuicio de mérito?

Cuando se declare que hay lugar al enjuiciamiento, el Tribunal Supremo de Justicia deberá
pasar las actas al tribunal ordinario competente, si el delito fuere común, se continuará
debatiendo de la causa hasta sentencia definitiva.

Procedimiento de Solicitud de Antejuicio de Mérito.

En la audiencia pautada por la Sala Plena, la Fiscal General de la República deberá:

1. Dirigirse a la Sala Plena del TSJ requiriendo la “admisión a trámite” de la “solicitud


de antejuicio”, que es distinta de la querella o acusación del artículo 376 del COPP,
o mejor del “acto conclusivo de querella o acusación”. Para ello es necesario que la
Fiscal acompañe suficientes elementos de convicción, (“fuentes de prueba”) que
soporten fehacientemente su solicitud, de las cuales puedan derivarse
inmediatamente indicios racionales sobre la comisión de los delitos y de la
responsabilidad del alto funcionario.

2. Con tal “admisión a trámite” se cumple el requisito de procedibilidad previsto en el


artículo 37 del COPP, en el cual la palabra “enjuiciamiento” ha de ser entendida en
la segunda acepción del DRAE, esto es, “instruir un procedimiento”.

3. Si la Sala Plena (actuando como Juzgado de Sustanciación o, en su defecto, el Pleno


de la Sala) admite la solicitud de antejuicio en contra del alto funcionario, le remite
los autos al Fiscal General, quien continuará con la investigación, en la cual deberá
reconocérsele y garantizársele al imputado todos sus derechos.

4. Al término de la investigación el o la Fiscal General propondrá uno de los actos


conclusivos, que serán conocidos exclusivamente, por la Sala Plena, cuyo Juzgado
de Sustanciación, por virtud del privilegio que para los altos funcionarios, comporta
el antejuicio, será competente en esta fase para decidir todo lo concerniente a
cualquier solicitud (allanamientos, medidas cautelares, etc) durante la fase de
investigación. Es decir, en esta fase, que corresponde al verdadero “antejuicio de
mérito”, el Juzgado de Sustanciación actúa como Juez de Control, pues, aparte de la
agilización del procedimiento, se le posibilita al imputado ejercer recurso de
apelación contra cualquier auto dictado por el Juzgado de Sustanciación, como
sería, por ejemplo, apelar de una medida privativa preventiva de libertad o
sustitutiva.

5. Si la o el Fiscal General acusa o presenta querella, se seguirá el procedimiento de


los artículos 377 y ss. La audiencia del art. 379 equivale a la audiencia preliminar en
los delitos ordinarios. La Sala ordenará al Juez competente, la apertura del juicio
oral y público, si el delito fuere común; y si el delito fuere político, continuará
conociendo hasta sentencia definitiva.
SENTENCIA Nº 38 DE TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA - SALA PLENA DE
16 DE JULIO DE 2013

Fecha de Resolución: 16 de Julio de 2013


Emisor: Sala Plena
Número de Expediente: 2013-000060
Ponente: Gladys María Gutiérrez Alvarado
Procedimiento: Antejuicio de mérito

En fecha 12 de marzo de 2013, se recibió escrito de solicitud de antejuicio de mérito


interpuesto por la abogada actuante en su condición de Fiscal General de la República
Bolivariana de Venezuela, contra el Diputado a la Asamblea Nacional, ciudadano
debidamente identificado por la presunta comisión de los delitos de Defraudación
Tributaria y Legitimación de Capitales, previstos y sancionados en el artículo 116 del
Código Orgánico Tributario y el artículo 4 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia
Organizada -aplicable ratione temporis-, respectivamente, ello en virtud de la denuncia
interpuesta por el Diputado, en su carácter de Presidente de la Comisión Permanente de
Contraloría de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

Este mismo día sobra la Querella Fiscal de Antejuicio de Mérito La Fiscal General de
la República, solicitó la declaratoria de haber mérito para proseguir la causa penal por vía
del procedimiento ordinario, contra el ciudadano demandado, Diputado a la Asamblea
Nacional, con base en los argumentos.

Que de los méritos que arrojó la investigación preliminar, señala el escrito que “…los
elementos de convicción que vinculan al ciudadano demandado (…) con la presunta
comisión de los delitos de DEFRAUDACIÓN TRIBUTARIA, previsto y sancionado en el
artículo 116 del Código Orgánico Tributario y LEGITIMACIÓN DE CAPITALES,
establecido en el artículo 4 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada
[aplicable ratione temporis], se mencionan a continuación: (…) DENUNCIA presentada
por el Diputado P.C., Presidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional,
contra el ciudadano R.M.M.M., por la presunta comisión de uno de los delitos contra el
‘patrimonio público’ (…). Comunicación N° 0016/13 de fecha 13 de febrero de 2013,
suscrita por el Diputado Presidente de la Asamblea Nacional, quien remite copia
certificada de la transcripción de la sesión ordinaria del día cinco (05) de febrero del año
en curso, así como los instrumentos documentales (cheques y transferencia) presentados en
el parlamento, en virtud de la denuncia realizada por el Diputado, Presidente de la
Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, contra el ciudadano demandado, por
presuntos hechos que afectan el patrimonio público…”.
Asimismo, se realiza una relación de cheques emitidos a nombre del ciudadano
demandado, así como la transferencia recibida, a saber:

Igualmente, señala fotocopias de los cheques emitidos a nombre del Diputado


demandado, así como del comprobante de la transferencia recibida, reflejados en el cuadro.

El 12 de marzo de 2013, el ciudadano Diputado a enjuiciar, actuando en nombre


propio, solicitó copia de las actas procesales que conforman el expediente, a los fines de
ejercer su defensa, conforme lo establecido en el artículo 139 del Código Orgánico Procesal
Penal. Asimismo, designó como defensores abogados inscritos en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo solicitando les fuera tomado el correspondiente juramento.

El 19 de marzo de 2013, el ciudadano Diputado a enjuiciar presentó escrito


mediante el cual invocó los artículos 174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal para
solicitar la nulidad absoluta de la petición de la Fiscal General de la República. Asimismo,
denunció lo siguiente: Que la investigación fiscal se inició sin que hubiera sido notificado
de la existencia de la causa, sus cargos y sin poder tener acceso al expediente. Que para
presentar la solicitud, la Fiscalía debió efectuar una investigación, pues si el antejuicio es
declarado con lugar, se iniciaría el juicio “propiamente dicho”. Que las personas tienen
derecho a su defensa desde la misma fase de investigación lo que implicaría que los
investigados sean informados de los cargos que motivan la investigación, que puedan
acceder a las actas y pruebas que conforman el expediente, que dispongan de un tiempo
adecuado para ejercer la defensa, que puedan solicitar la práctica de diligencias destinadas a
demostrar su inocencia. Que sus derechos humanos habrían sido lesionados por el
Ministerio Público, al presentar una solicitud de antejuicio sin que se le haya permitido su
defensa durante la investigación preliminar que debió haberse realizado. Que el Ministerio
Público no le notificó de la investigación, ni le dio oportunidad de solicitar diligencias de
investigación. Que si el Ministerio Público llevó a cabo una investigación sin haberlo
notificado, la solicitud de antejuicio estaría viciada de nulidad. Que si éste no llevó a cabo
una investigación, se habría violado el debido proceso ya que el artículo 37 del Código
Orgánico Procesal Penal, a su decir, establece que antes de ser celebrado el antejuicio debe
llevarse a cabo una investigación preliminar, la cual debió realizarse con su conocimiento.
Que si sólo pudiera demostrar su inocencia durante el juicio oral y público, para ese
momento ya se habría dictado una medida desfavorable en su contra. Que esos derechos –
defensa y debido proceso- habrían sido vulnerados incluso si el Ministerio Público llevara a
cabo la investigación luego de que se realizara el antejuicio de mérito que solicitó. Que si la
Fiscalía ha llevado a cabo parte de la investigación y pretende continuarla luego de haberse
celebrado el antejuicio, también se estaría transgrediendo el orden lógico del
procedimiento. Del mismo modo solicitó la “improcedencia in limine litis” de la solicitud
fiscal, pues la Fiscal General de la República ha pretendido utilizar el antejuicio como una
autorización para seguir investigando y no para determinar si hay méritos para la
celebración de un juicio. Solicitó finalmente que se repusiera la causa al momento de que se
le imputen formalmente los cargos en su contra, así como que se realice un
pronunciamiento sobre la presente solicitud de nulidad antes de la celebración del
antejuicio.

El antedicho escrito fue acompañado de copia de noticias publicadas sobre


declaraciones de la Fiscal General de la República y, de la copia de la solicitud presentada
por abogados defensores del ciudadano a enjuiciar al Fiscal 10° del Ministerio Público con
competencia plena a nivel nacional, mediante la cual exponen que se enteraron por hecho
público y comunicacional que existe una causa abierta en contra de dicho ciudadano ante
esa Fiscalía; que de ello se desprende que lo tienen como imputado y que deben respetarse
sus derechos; solicitan que se le dé acceso al expediente para ejercer derecho a la defensa;
que aun cuando se le negase su condición de imputado, tiene un interés legítimo, personal y
directo en las resultas del proceso; y por último preguntan: a) ¿Cuáles son los hechos y por
qué delitos se le investiga?; b) ¿A quién más se está investigando en esta causa y por qué?;
c) ¿Cuáles son las operaciones financieras que forman parte de la denuncia que
públicamente dio a conocer el Diputado? y; d) ¿Cuál es el sustento por el que esa Fiscalía
solicitó a la Fiscalía General de la República estudiar la pertinencia de pedir al Tribunal
Supremo de Justicia la declaratoria de haber lugar para su enjuiciamiento?.

El 26 de marzo de 2013 se dictó auto conforme lo establecido en el artículo 100 de


la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, mediante el cual se hizo constar que la
Magistrada Luisa Estela Morales Lugo, actuando en su entonces condición de Presidenta
del Tribunal Supremo de Justicia, procedió a reservarse la ponencia correspondiente a este
caso, con el fin de resolver lo que fuere conducente.

El 3 de abril de 2013 la Sala Plena dicta la decisión N° 10, publicada el día 9 del
mismo mes y año, la cual determinó la competencia de esta Sala para conocer de la querella
presentada por la Fiscal General de la República abogada, contra el ciudadano, en virtud de
la presunta comisión de los delitos de Defraudación Tributaria y Legitimación de Capitales,
previstos y sancionados en el artículo 116 del Código Orgánico Tributario y el artículo 4 de
la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada -aplicable ratione temporis-,
respectivamente, así como admitió cuanto ha lugar en derecho la aludida solicitud de
antejuicio de mérito. Esta sentencia ordenó convocar por auto separado la audiencia pública
concerniente al procedimiento aplicable y ordenó notificar al ciudadano antes mencionado
y a la Fiscal General de la República.

El 8 de abril de 2013 fueron notificados la Fiscal General de la República y el


ciudadano a enjuiciar sobre la mencionada sentencia n° 10 de la Sala Plena.

El mismo día, el ciudadano a enjuiciar presentó escrito mediante el que ratifica la


petición de nulidad absoluta de la solicitud de antejuicio; solicitó que se pronunciara la Sala
con anterioridad a la audiencia, por celeridad y economía procesal; y ratificó la designación
de sus defensores privados.

El 17 de abril de 2013 los defensores del demandado, abogados, interpusieron


diligencia solicitando se les tomara juramento, pues hasta esa fecha no habían sido
juramentados.

El 23 de abril de 2013, se agregó oficio n° DFGR-VFGR-DGAP-DCC-39/018918


de la misma fecha, suscrito por la Fiscal General de la República, adjunto al cual remitió el
oficio del 27 de marzo de 2013 de la Contralora General de la República, quien le envió a
aquella copia certificada de las declaraciones juradas de patrimonio presentadas por el
Demandado en los años 2011 y 2012. Asimismo remitió la Fiscal General de la República,
comunicación del 18 de marzo de 2013, suscrita por el S. de la Asamblea Nacional, en el
que envía certificación de cargo como Diputado Principal del mencionado ciudadano y
copia certificada de la credencial que lo acredita como tal, emanada de la Junta Regional
Electoral del Estado Aragua, a los fines de que sea agregado al expediente.

El 25 de abril de 2013 el abogado defensor, introdujo diligencia en la que solicitó


copia del oficio de la Fiscal General de la República de fecha 23 de abril de 2013 y sus
anexos, las cuales fueron expedidas por Secretaría.

El 22 de mayo de 2013 la Sala Plena dictó auto convocando a la audiencia oral y


pública para el décimo día hábil siguiente, a las diez de la mañana (10:00 a.m.), después de
que constara en autos la última notificación, de acuerdo con lo establecido en los artículos
117 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y 379 del Código Orgánico
Procesal. Este auto ordenó notificar a los fines de la celebración de la audiencia, a la F.
General de la República y al ciudadano.

El 23 de mayo de 2013 fue notificada la Fiscal General de la República sobre el auto


de la Sala Plena de fecha 22 del mismo mes y año, mediante el que se fijó la audiencia oral
y pública atinente al procedimiento.

El 28 de mayo de 2013 fue notificado el ciudadano demandado sobre el auto de la


Sala Plena de fecha 22 del mismo mes y año, mediante el que se fijó la audiencia oral y
pública atinente al procedimiento.

El mismo día la Secretaria de la Sala Plena introdujo diligencia mediante la cual hizo
constar la designación de la nueva Junta Directiva del Tribunal Supremo de Justicia,
efectuada en sesión de la Sala Plena del 8 de mayo de 2013, así como que la ciudadana
Magistrada Ponente, Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, procedió a reservarse la
ponencia en el presente caso, conforme lo establecido en el artículo 100 de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia.
El 29 de mayo de 2013, se introdujo escrito del ciudadano demandado, mediante el
que ratificó la designación de sus abogados defensores privados, a los fines de su
juramento. Asimismo ratificó solicitud de que la Sala Plena se pronuncie con anterioridad a
la celebración de la audiencia de antejuicio de mérito, sobre su solicitud de nulidad
presentada el 19 de marzo de 2013.

El mismo día, el ciudadano demandado solicitó que se tomara en cuenta como fecha
cierta de su notificación sobre la fijación de la audiencia, el día 28 de mayo de 2013. Pide
finalmente que se emita pronunciamiento sobre esta petición antes de la celebración de la
audiencia.

El mismo día la Secretaria de la Sala Plena interpuso diligencia mediante la cual se


inserta copia certificada del original del acta de juramentación de los abogados como
defensores privados del ciudadano demandado en el procedimiento de antejuicio de mérito,
tomada por la Magistrada Ponente, Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia.

El 4 de junio de 2013 el ciudadano Demandado presentó escrito en el cual invocó el


artículo 28 del Código Orgánico Procesal Penal, a los fines de “oponer excepciones a la
persecución penal que se ha materializado con ocasión a (sic) la solicitud de antejuicio”.
Adujo dar contestación a la querella fiscal esgrimiendo los alegatos que en la audiencia
expondrá de viva voz, a los cuales se referirá este fallo en el análisis correspondiente.

El 5 de junio de 2013 el abogado, Fiscal 10° del Ministerio Público con competencia
plena a nivel nacional, introdujo diligencia solicitando copia certificada parcial de los autos,
las cuales fueron expedidas por Secretaría de la Sala.

El 10 de junio de 2013 la abogada, Fiscal 3era. del Ministerio Público ante las Salas
Constitucional y de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, introdujo diligencia
solicitando copias certificadas del expediente.

El 10 de junio de 2013, mediante el oficio n° 29252 de esa misma fecha, suscrito por
la Fiscal General de la República, el Ministerio Público remitió comunicación N° P/13/06-
489 de esa misma fecha, suscrita por el Secretario de la Comisión Permanente de
Contraloría de la Asamblea Nacional, adjunto a la cual envió copia de la siguiente
documentación:

Relación de cuentas bancarias del Diputado Comunicación N° ONA-P-0001013 del


26.03.2013 suscrita por el Subdirector de la Oficina Nacional Antidrogas. Relación de
cheques emitidos a nombre del Diputado Demandado Estados de cuenta, correspondientes a
la cuenta corriente del banco Banesco N° 0134-0783 517833024902, correspondiente al
ciudadano Demandado Tal remisión la efectuó para que la documentación fuera agregada al
expediente y, a los fines de solicitar “a objeto de garantizar al mencionado ciudadano, su
Derecho a la Defensa, consagrado en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (…) el diferimiento de la audiencia oral y pública fijada para el
día 11 de junio de 2013, a las 10:00 a.m.”.

El 11 de junio de 2013, la Sala Plena dictó auto mediante el cual acordó diferir, a
solicitud de la Fiscal General de la República, la audiencia oral y pública prevista para
dicho día y fijó para el 25 de junio de 2013, a las diez de la mañana (10:00 am), de acuerdo
con lo establecido en los artículos 117 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia
y 379 del Código Orgánico Procesal Penal, la nueva fecha y hora para la celebración de tal
audiencia en la presente causa de antejuicio de mérito. Tal auto ordenó a su vez la práctica
de las respectivas notificaciones a la Fiscal General de la República y al ciudadano
demandado, siendo notificados efectivamente en la misma oportunidad.

El mismo día, el abogado, defensor privado del ciudadano demandado, presentó


diligencia mediante la cual manifestó que “fuera de horas de despacho (…) [del 10 de junio
de 2013] la Fiscal General de la República presentó (…) oficio DFGR-29252, de fecha
10/06/2013 mediante el cual consignaba nuevos elementos de convicción no mencionados
en la solicitud de antejuicio de mérito. Este acto consiste en una flagrante violación a los
derechos a de la defensa y el debido proceso, además de configurar una manifiesta
vulneración del principio de lealtad procesal y buena fe…”. Solicitó igualmente que “este
oficio no sea tomado en cuenta y que únicamente se tomen en consideración los elementos
consignados y referidos el 12 de marzo de 2013 en la solicitud original de antejuicio de
mérito”.

El mismo día el abogado, Fiscal 10° del Ministerio Público con competencia plena a
nivel nacional, introdujo diligencia solicitando copias certificadas de las actuaciones
cursantes en el expediente correspondientes a los días 10 y 11 de junio de 2013.

El 13 de junio de 2013 la abogada, Fiscal 3era. del Ministerio Público ante las Salas
Constitucional y de Casación Penal, interpone diligencia mediante la que solicitó copias
certificadas de la pieza principal y del anexo 1 constitutivo del expediente respectivo.

El mismo día se inserta diligencia suscrita por la Magistrada Ponente, Presidenta del
Tribunal Supremo de Justicia y por la Secretaria de la Sala Plena, mediante la que se
acuerda la autorización correspondiente a los fines de la expedición de las copias
certificadas solicitadas por la abogada, Fiscal 3era. del Ministerio Público ante las Salas
Constitucional y de Casación Penal.

El 19 de junio de 2013, mediante oficio N° 31148 de esa misma fecha, la F. General


de la República, remite para ser agregada al expediente, la copia de la comunicación N°
2013/000750 del 18 de junio de 2013, suscrita por la Intendente Nacional de Tributos
Internos del SENIAT, en la que informa que el 15 de agosto de 2012, mediante providencia
administrativa n° SANT/INTI/GRTI/RCNT/DF/ 2012/ISLR/01154 del 09 de agosto de
2012 “se inició proceso de fiscalización y determinación del cumplimiento de las
obligaciones tributarias del sujeto pasivo para el ejercicio fiscal 2011, en atención a la
solicitud presentada por el Consejo Legislativo del Estado Aragua, mediante Oficio
distinguido con el N° 191-12, de fecha 11 de junio de 2012, de todo lo cual fue
debidamente notificado en fecha 15 de agosto de 2012 el ciudadano demandado”.
Asimismo remitió copia de la declaración de Impuesto Sobre la Renta del citado ciudadano
correspondiente al ejercicio fiscal 2012. La presente remisión la efectúa la F. General de la
República, a los fines de que la documentación fuera agregada al expediente respectivo.

El 20 de junio de 2013, la Secretaría de esta Sala Plena recibió escrito presentado


por el ciudadano Demandado, debidamente asistido por el abogado, inscrito en el Instituto
de Previsión Social del Abogado bajo el N° 171.568, contentivo de demanda que denominó
“acción de amparo sobrevenido”, contra la actuación de la ciudadana, en su carácter de
Fiscal General de la República, denunciando al efecto “…que la referida ciudadana ha
vulnerado reiteradamente [sus] derechos constitucionales al debido proceso, a la tutela
judicial efectiva y a la defensa en el marco del presente proceso…”, atinente al trámite de la
solicitud de antejuicio de mérito presentada por el Ministerio Público.

El 25 de junio de 2013, a la hora pautada, cumplidos los extremos legales aplicables


al asunto, se celebró en el auditorio principal del Tribunal Supremo de Justicia, la audiencia
oral y pública concerniente al procedimiento de antejuicio de mérito, con la presencia de la
Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Magistrada Ponente y demás Magistrados que
integran la Sala Plena; la ciudadana, en su carácter de Fiscal General de la República; y del
ciudadano demandado y sus abogados defensores.

El mismo día, la Sala Plena dictó la decisión n° 37 mediante la que acordó con
respecto al escrito que el ciudadano demandado interpuso bajo el título de “amparo
sobrevenido” lo siguiente: 1) Que es incompetente para decidir la precitada acción de
amparo constitucional; y 2) Se declina la competencia en la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia para conocer y decidir la acción de amparo constitucional
intentada; en consecuencia, se ordenó desglosar el escrito contentivo de la acción de
amparo antes referida, con sus anexos y remitir en original, con oficio, a la mencionada
Sala de este Alto Tribunal.

El 4 de julio de 2013, el abogado, inscrito en el Instituto de Previsión Social del


Abogado bajo el número 161.091, actuando en su carácter de defensor privado del
ciudadano demandado, presentó escrito de recusación contra los Magistrados Ponentes,
Presidenta e integrantes de la Sala Constitucional de este Supremo Tribunal,
respectivamente, esgrimiendo que habrían “emitido una opinión sobre la causa referida al
antejuicio de mérito solicitado en contra de [su] defendido por la Fiscal General de la
República”, por lo que invocó el artículo 89, numeral 7, del Código Orgánico Procesal
Penal.

El 11 de julio de 2013, la Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, declaró


inadmisible la referida recusación planteada por el abogado, por ser extemporánea e
infundada, ello de conformidad con el artículo 95 del Código Orgánico Procesal Penal, y la
jurisprudencia de las Salas Plena y Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Tal
pronunciamiento tuvo lugar en cuanto a la recusación propuesta en su contra y, luego, por
celeridad y economía procesal decidió en el mismo acto, con respecto al resto de los
Magistrados que fueron objeto de la mencionada recusación conjunta.

En tal sentido, por tratarse de delitos de naturaleza común aquellos en los que podría
estar incurso el ciudadano demandado, y de conformidad con la precitada decisión n° 1.684
del 4 de noviembre de 2008, dictada por la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo
de Justicia, el enjuiciamiento del mencionado ciudadano, luego de allanada su inmunidad,
deberá hacerse por ante los tribunales ordinarios competentes y la causa se tramitará
conforme a las reglas del proceso ordinario, según lo dispuesto en el Código Orgánico
Procesal Penal y demás normas aplicables. En consecuencia, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 112 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, se ordena
la remisión de los autos a la Fiscal General de la República a los fines contemplados en la
referida Ley Orgánica y en el Código Orgánico Procesal Penal y, para la observancia de los
extremos aplicables dispuestos en el Texto Fundamental y en tales instrumentos
legislativos.

Por su parte, el Ministerio Público, si fuera autorizado el enjuiciamiento por parte de


la Asamblea Nacional, podrá ejercer la acción penal y demás facultades inherentes según
dispone el aludido Código Orgánico Procesal Penal, siguiendo los extremos pertinentes
señalados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en aquel Código y
en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
declara:

PRIMERO

No ha lugar a las solicitudes de nulidad interpuestas por los abogados defensores


privados del ciudadano.
SEGUNDO

Con lugar la solicitud de antejuicio de mérito interpuesto por la abogada, actuando en


su condición de Fiscal General de la República, contra el Diputado a la Asamblea Nacional,
ciudadano por la presunta comisión de los delitos de Defraudación Tributaria y
Legitimación de Capitales, previstos y sancionados en el artículo 116 del Código Orgánico
Tributario y el artículo 4 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada -aplicable
ratione temporis-, respectivamente.

TERCERO

Que hay mérito para el enjuiciamiento del ciudadano, por la presunta comisión de los
delitos de Defraudación Tributaria y Legitimación de Capitales, previstos y sancionados en
el artículo 116 del Código Orgánico Tributario y el artículo 4 de la Ley Orgánica contra la
Delincuencia Organizada -aplicable ratione temporis-, respectivamente.

CUARTO

Se ordena notificar a la Asamblea Nacional, en la persona de su Presidente,


Diputado, sobre la presente decisión, a los fines de que ese Órgano Legislativo Nacional
delibere sobre el allanamiento de la inmunidad parlamentaria del ciudadano, con lo cual de
ser acordado, operará de pleno derecho lo referido en el artículo 380 del Código Orgánico
Procesal Penal.

QUINTO

Se ordena remitir las actuaciones que conforman el presente antejuicio de mérito a la


abogada, Fiscal General de la República, de conformidad con el artículo 112 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

SEXTO

Se ordena notificar de la presente decisión a la abogada, Fiscal General de la


República y al ciudadano enjuiciado.

SOBRE LA NATURALEZA DEL ANTEJUICIO DE MÉRITO

La institución jurídica del antejuicio de mérito, constituye una prerrogativa


constitucional que corresponde a los altos funcionarios del Estado, destinada a brindar un
especial fuero o protección a la función pública que los mismos desempeñan, en tutela del
interés general. Su instrumentación háyase regulada esencialmente en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia; y de ella subráyese el carácter de fase previa que tiene el
proceso para que la vindicta pública, en cabeza de la Fiscalía General de la República,
pueda iniciar la persecución penal propiamente dicha, a los fines de establecer o desechar la
posible autoría que vislumbra el Ministerio Público en su investigación preliminar.
Diferenciación hecha con el eventual juicio, la decisión que emita la Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia en torno a la existencia de mérito para el enjuiciamiento de
un alto funcionario, no supone un prejuzgamiento acerca de su responsabilidad penal.

El Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 381 dispone la enumeración


taxativa de los altos funcionarios que gozan de esta prerrogativa constitucional del
antejuicio de mérito, en obsequio a la protección de la función pública que despliegan en el
cumplimiento de las atribuciones que la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la ley y demás actos sublegales le encomiendan, a saber: el Presidente de la
República, el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Ministros o Ministras del
Despacho, Procurador o Procuradora General de la República, Miembros del Alto Mando
Militar, Gobernadores o Gobernadoras de los Estados, Diputados o Diputadas de la
Asamblea Nacional, Magistrados o Magistradas del Tribunal Supremo de Justicia,
Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o
Defensora del Pueblo, Rectores o Rectoras del Consejo Nacional Electoral, y Jefes o Jefas
de Misiones Diplomáticas de la República.

Es así como, en el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia en que se


constituye la República Bolivariana de Venezuela, con arreglo al artículo 2 del Texto
Fundamental, se ha previsto esta institución como un procedimiento especial, que habrá de
instaurarse nada menos que ante el más Alto Tribunal de la República, cuando el Ministerio
Público acopie elementos de convicción serios y fundados en torno a la posible
participación de alguno de los ciudadanos que desempeñen tales altos destinos, capaz de
comprometer su responsabilidad, en la presunta comisión de hechos punibles, siendo que la
determinación sobre la existencia de mérito para la persecución penal y enjuiciamiento, si
fuera así decidido, no supone un prejuzgamiento sobre la causa que tenga lugar de seguidas.

En nuestro país, esta institución ha evolucionado a lo largo de diversas etapas


histórico-jurídicas. Nótese que en las Constituciones desde 1811 hasta la de 1893, se previó
con normas similares entre sí, la responsabilidad y la posibilidad del juzgamiento de los
empleados federales, ministros del Despacho y del Presidente de la República, por parte de
las cámaras legislativas, o bien involucrando al Poder Judicial, por órgano de aquella
“Corte Suprema de Justicia” y de la “Alta Corte Federal” de los inicios republicanos del
país.

En la Constitución de 1901 se incluye la referencia expresa a la declaración que


correspondía a la Corte Federal y a la Corte de Casación, reunidos ambos cuerpos en
“Supremo Tribunal Federal”, si “ha o no lugar a formación de causa; si declarare lo
primero, quedará de hecho en suspenso el funcionario acusado; si declarare lo segundo,
cesará todo procedimiento”; ello en cuanto a una enumeración taxativa de funcionarios que
se mantuvo esencialmente en torno a los siguientes: Presidente de la República, Ministros
del Despacho, Consejeros de Gobierno, Procurador General de la Nación, Gobernador del
Distrito Federal y los propios “Vocales”, tal como eran denominados los miembros de las
referidas Cortes.

En la Constitución de 1904 se conservó dicha referencia, sólo que atribuida


directamente a la “Corte Federal y de Casación”, órgano supremo del Poder Judicial de
entonces. De similar manera se continuó reeditando en las sucesivas Constituciones de los
Estados Unidos de Venezuela, modificándose principalmente en cuanto a los altos
funcionarios cuyo enjuiciamiento debía darse con arreglo a la autorización que emanaba de
la cúspide del Poder Judicial, cuando por ejemplo la Constitución de 1922 incluyó a los
“Vicepresidentes” –autoridades designadas como “Primer y Segundo Vicepresidentes” los
cuales suplían las faltas absolutas del “Presidente de los Estados Unidos de Venezuela”- y a
los “Presidentes de los Estados” –autoridades que ejercían la máxima autoridad ejecutiva en
los estados-. Asimismo, válgase denotar que las Constituciones subsiguientes mantuvieron
tal regulación, excepción hecha de la figura de los “Vicepresidentes” antes aludidos,
destinos de corta vigencia que a la postre fueron suprimidos.

Posteriormente, la Constitución de 1947 incluyó entre los predichos altos


funcionarios que gozaban del antejuicio de mérito ante la entonces “Corte Suprema de
Justicia”, al “Contralor General de la Nación” y dado el deslinde de funciones que este
Texto Fundamental incorporó respecto del “Procurador General de la Nación”, cuyas
competencias naturales de Ministerio Público fueron atribuidas al “Fiscal General de la
Nación”, se adicionó también este último a tal efecto.

Ya para el año de 1953, se promulgó la Constitución de la República de Venezuela,


que incluyó expresamente entre tales altos funcionarios con la mencionada prerrogativa
procesal, a los “miembros del Congreso Nacional”, valga anotar, a los Diputados; al igual
que a los “Secretarios Generales” de los “Gobernadores de los Estados, el Distrito Federal y
de los Territorios Federales” y los “miembros de las Cortes Superiores de los Estados y de
los Juzgados Superiores donde no hubiere Corte”.

En la Constitución de 1961, se identificó literalmente como atribución de la extinta


Corte Suprema de Justicia, la de “[d]eclarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del
Presidente de la República o quien haga sus veces, y en caso afirmativo, continuar
conociendo de la causa, previa autorización del Senado, hasta sentencia definitiva”; así
como “[d]eclarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento de los miembros del Congreso
o de la propia Corte, de los Ministros, el Fiscal General, el Procurador General o el
Contralor General de la República, los Gobernadores y los Jefes de las misiones
diplomáticas de la República y, en caso afirmativo, pasar los autos al Tribunal ordinario
competente, si el delito fuere común, o continuar conociendo de la causa hasta sentencia
definitiva, cuando se trate de delitos políticos, salvo lo dispuesto en el artículo 144
respecto a los miembros del Congreso;…”.

Así pues, observa la Sala algunos rasgos preponderantes de la evolución que ha


tenido en nuestro país la institución del antejuicio de mérito, el cual ha perdurado como
expresión del principio de la responsabilidad de los altos funcionarios públicos, y como una
protección para el desempeño de sus funciones, entre otras nociones definitorias.

Hecho este breve repaso de algunos hitos histórico-jurídicos devenidos de los Textos
Constitucionales que han regido en el país, estima conveniente la Sala referirse a algunos
aspectos sobre el tratamiento jurisprudencial dado a esta figura del antejuicio desde la
entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por parte
de este Tribunal Supremo de Justicia. En ese sentido, atinente a la institución del antejuicio
de mérito, se ha pronunciado el Máximo Tribunal de la República en diversos fallos.

‘…El antejuicio de mérito es un instituto consagrado por la Ley Fundamental de la


República en relación con los altos funcionarios que la misma señala en los ordinales 1ª
y 2ª del artículo 215.... (omissis)

1. El ante-juicio no constituye sino una etapa previa al posible enjuiciamiento de aquellos


funcionarios respecto a los cuales la Ley Fundamental de la República lo consagra
como una forma de resguardar el cumplimiento de sus funciones, ya que dicho
procedimiento tiene por objeto evitar a los mismos el entorpecimiento producido por la
apertura de causas penales posiblemente temerarias o infundadas. En el ante-juicio no
se dicta propiamente una sentencia de condena, sino que sólo se tiene como fin,
eliminar un obstáculo procesal para que un ciudadano comparezca a juicio, donde
tendrá la oportunidad de para acreditar su inocencia.

2. El ante-juicio de mérito no debe implicar, en modo alguno, la búsqueda de la


comprobación plena del cuerpo del delito ni de la culpabilidad del funcionario en
relación con el cual opera dicho procedimiento especial, como si se tratase de un juicio
propiamente dicho. Sólo se trata de constatar si los hechos imputados son punibles y si
ciertamente la acusación está seriamente fundada como para formar causa. Por
consiguiente, no se debe adelantar opinión sobre el fondo del asunto, pues de lo que se
trata es de examinar los recaudos y deducir una precalificación de los hechos.

3. El ante-juicio de mérito tiene por objeto el análisis y estudio previos de las actas
procesales, con el fin de establecer si de la reconstrucción de los hechos que de ella
deriva, emergen presunciones vehementes de la comisión de un hecho punible y de que
en la perpetración del mismo se encuentra comprometida la responsabilidad del
funcionario.
En síntesis, se trata de establecer – como lo señala la decisión de este Supremo
Tribunal de fecha 1950 (G.O. Nº 6, p. 23) – si existe ‘mérito suficiente’ para que sea
sometido a juicio el funcionario acusado. Para lograr este objetivo debe observarse si se
configura o no el hecho punible que se le imputa y si existen fundados indicios de haber
participado en la realización del mismo...’.

De igual manera, en sentencia de fecha 20 de mayo de 1993, de la Corte en Pleno de


la extinta Corte Suprema de Justicia, caso: Carlos Andrés Pérez, se expresó que en el
antejuicio de mérito “...se trata de un procedimiento especial en un doble aspecto: En
primer lugar por lo que atañe a los sujetos enjuiciables y en segundo término, por lo que se
refiere al procedimiento. En el primer caso, únicamente a los Altos Funcionarios están
sometidos al Antejuicio de Mérito por ante el más Alto Tribunal de la República. Y en
cuanto a las características procedimentales, la Ley ha previsto determinados elementos,
entre los cuales se destaca que dada su finalidad fundamental, el Antejuicio, como su
misma denominación lo indica, no indica un juicio propiamente dicho, sino un
pronunciamiento previo a la causa, que cuando se declara con lugar constituye la base
para la iniciación del juicio o de su prosecución, según las normas aplicables en cada
caso. No constituye por ello un indicativo de absolución o condena, sino una declaratoria
acerca de la procedencia o no de la apertura del juicio penal correspondiente”.

Particularmente, la Sala Constitucional ha caracterizado al procedimiento especial del


antejuicio de mérito, a semejanza de una etapa inicial para un eventual enjuiciamiento de
altas autoridades. Valga citar la sentencia n° 233 del 11 de marzo de 2002, la cual se
expresó de la siguiente manera: “El procedimiento conocido como antejuicio de mérito,
(…) ha sido definido por la jurisprudencia y la doctrina como un procedimiento especial,
de única instancia, previo y distinto al juicio penal propiamente dicho. Es decir, a
semejanza de una etapa inicial (in jure actum), en cuya primera fase se califican los hechos
como relevantes o no para pasar, si fuere el caso, a la segunda fase del juicio de fondo, (in
judicium), ya que, quien tiene derecho a ese antejuicio o juicio de mérito, se inviste de una
prerrogativa (jure esse)”.

En otras palabras, el antejuicio de mérito se traduce en una prerrogativa para la altas


autoridades del Estado, prevista en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en su artículo 266, numerales 2 y 3, así como en el artículo 5, numerales 1 y 2
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, y en el artículo 377 del Código
Orgánico Procesal Penal.

ROL DEL FISCAL O LA FISCALA GENERAL DE LA REPÚBLICA.

Respecto a la competencia del Fiscal o de la Fiscala General de la República en el


marco del trámite del Antejuicio de Mérito, esta Sala Plena debe precisar lo que sigue:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 266,
numerales 2 y 3, en concordancia con su único aparte, le asigna a esta Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia la atribución de declarar si hay o no mérito para el
enjuiciamiento del Presidente o P. de la República o quien haga sus veces, y de otros Altos
Funcionarios, estableciendo de igual modo los lineamientos fundamentales del
procedimiento para determinar su responsabilidad penal. Tales lineamientos, respecto al
procedimiento del antejuicio, son recogidos por la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia y el Código Orgánico Procesal Penal, el cual se inicia a instancia del F. o de la
Fiscala General de la República, bien se trate de delito de acción pública o bien de delitos
enjuiciables a instancia de la parte agraviada.

Por su parte, el Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 377, ubicado dentro
del Título IV (referido al procedimiento en los juicios contra el Presidente de la República
y otros altos funcionarios públicos) del Libro Tercero (dedicado a los procedimientos
especiales), dispone que corresponde al Tribunal Supremo de Justicia declarar si hay o no
mérito para el enjuiciamiento del Presidente o P. de la República o de quien haga sus veces
y de los Altos Funcionarios del Estado, previa querella del Fiscal o de la Fiscala General de
la República.

Como puede apreciarse de lo supra transcrito, en el trámite del antejuicio de mérito el


máximo representante del Ministerio Público tiene atribuida la competencia exclusiva para
instar dicho trámite sin distingo de la naturaleza del delito denunciado –delitos de acción
pública o delitos enjuiciables a instancia de la parte agraviada-; por cuanto el antejuicio de
mérito es un procedimiento especial, establecido con relación a los altos funcionarios del
Estado que tienen a su cargo las funciones públicas más relevantes; procedimiento
destinado a que este Alto Tribunal determine si existe o no mérito para el posterior
enjuiciamiento una vez desaforado el Alto Funcionario. Ello es así, ya que con el trámite
del antejuicio de mérito se protegen funciones públicas trascendentales para el Estado y la
sociedad de aquellas acciones destinadas a perturbarlas, pudiendo afectarse además del
interés público, la gobernabilidad.

ANÁLISIS SOBRE LA EXISTENCIA O NO DE MÉRITO PARA EL


ENJUICIAMIENTO

Como punto previo en el presente capítulo, meritorio es referirse a la celebración de


la audiencia pública y oral en el presente procedimiento de antejuicio de mérito, a tenor de
lo dispuesto en los artículos 379 del Código Orgánico Procesal Penal y 117 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

Es así como el 22 de mayo de 2013, la Sala Plena mediante el auto N° 29, acordó
convocar a la audiencia oral y pública, para el décimo día hábil siguiente, a las diez ante
merídiem (10:00 am), después de que constara en autos la última notificación. En efecto, tal
como se señaló, el 28 de mayo de 2013 el ciudadano demandado, fue notificado de la
referida audiencia. De esa manera, bajo el rigor de las actuaciones cursantes en el
expediente, la audiencia se celebraría el día 11 de junio de 2013 a la hora pautada. No
obstante, el 11 de junio de 2013, la Sala Plena dictó el auto N° 32 mediante el cual acordó
diferir, a solicitud de la Fiscal General de la República, contenida en el oficio N° 29252 del
10 de junio de 2011, la audiencia oral y pública prevista para dicho día y fijó para el 25 de
junio de 2013, a las diez ante merídiem (10:00 am), la celebración de tal audiencia en la
presente causa de antejuicio de mérito. Tal auto ordenó a su vez la práctica de las
respectivas notificaciones a la Fiscal General de la República y al ciudadano demandado,
siendo notificados efectivamente en la misma oportunidad.

Tal audiencia tuvo lugar precisamente el día 25 de junio de 2013, iniciándose a la


hora pautada en el auditorio principal del Tribunal Supremo de Justicia. A ésta asistieron la
Magistrada Ponente, Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia y demás Magistrados
integrantes de la Sala Plena, la abogada, Fiscal General de la República y el ciudadano
demandado, y sus abogados defensores. Transcurrió la audiencia con absoluta observancia
de lo dispuesto en el artículo 379 del Código Orgánico Procesal Penal y el artículo 117 de
la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

Una vez instalada la Sala Plena, con la conducción de la Magistrada Presidenta del
Tribunal Supremo de Justicia, se declaró abierto el acto, y se produjeron las siguientes
intervenciones en ese orden, a saber: La Fiscal General de la República, quien expuso los
argumentos de hecho y de derecho en los que se sustenta la querella de antejuicio
presentada, concluyendo en la solicitud de que se declarase la existencia de mérito
suficiente para el enjuiciamiento del ciudadano objeto del antejuicio.

De seguidas el abogado, expuso alegaciones en defensa del ciudadano demandado,


concluyendo en la inexistencia de mérito para su enjuiciamiento. Asimismo, la Presidenta
del Tribunal Supremo de Justicia concedió el derecho de réplica y contrarréplica
correspondiente. Por último se le concedió el derecho de palabra al ciudadano demandado
quien expuso los alegatos que consideró a su favor para que la Sala Plena determinara la
inexistencia de mérito para su enjuiciamiento. Ahora bien, como se ha indicado,
corresponde a esta Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia determinar si los hechos
explanados en la querella presentada por la Fiscal General de la República contra el
ciudadano demandado, Diputado a la Asamblea Nacional, generan presunciones que
comprometan su responsabilidad para establecer si hay o no méritos para su enjuiciamiento,
siendo precisamente éste el objeto del presente fallo, en el curso del proceso que ha
ocupado a este Supremo Tribunal.

El ciudadano demandado, en el escrito del 4 de junio de 2013, mediante el cual


manifiesta dar respuesta a la querella fiscal de antejuicio de mérito, reitera la solicitud de
nulidad de esta última fundamentada en la supuesta ausencia de notificación de los cargos
por parte del Ministerio Público. Sobre esta solicitud ya se refirió este fallo en el capítulo
correspondiente a las nulidades solicitadas. Asimismo, en dicho escrito declara que la
querella fiscal se basa en copias simples que habrían sido solicitadas al Presidente de la
Asamblea Nacional y no a las instituciones bancarias u organismos competentes en esta
materia. En cuanto a esta alegación, tal como se afirmó en el capítulo de esta sentencia,
referido a la naturaleza del antejuicio de mérito, éste no debe confundirse nunca con el
propio juicio que tendría lugar en caso de la declaratoria de existir mérito para el
enjuiciamiento del alto funcionario. De allí que la gestión investigativa del Ministerio
Público con motivo del antejuicio, no deba ser en modo alguno exhaustiva en obsequio del
agotamiento previo de esta prerrogativa. Asimismo, en criterio de la Sala, el examen que se
efectúa en la ocasión del antejuicio de mérito, se circunscribe a la consideración de
verosimilitud entre la posible ocurrencia de hechos relevantes para el Derecho Penal y la
probable imputación que pueda recaer en el alto funcionario sometido al antejuicio de
mérito, por lo que no sería imprescindible la necesidad de la plena prueba; caso distinto al
juicio en el que debe darse el debate que impone la ley, con los elementos probatorios
suficientes que permitan comprobar el acaecimiento del hecho típico, antijurídico y
culpable y, dentro de ello, su autoría individualizada.

Será asunto, pues, del juicio que se lleve a cabo, cumplidos como sean los trámites
conducentes, luego de la declaratoria de existencia de mérito para el enjuiciamiento, la
apreciación de las pruebas y su valoración conforme lo determinen las reglas adjetivas del
Código Orgánico Procesal Penal. Este mismo razonamiento aplica para desestimar la
alegación sobre otra de las denuncias efectuadas por la defensa del funcionario objeto del
presente antejuicio de mérito, cual es la del presunto forjamiento de elementos de
convicción. Es así como tal oposición sería propia del juicio, mas no del antejuicio en el
presente caso. Sería el juez penal de la causa, con los derechos, garantías y demás
elementos inherentes dispuestos en el ordenamiento jurídico aplicable, el que contaría con
las herramientas procesales idóneas para examinar dicho alegato, y no necesariamente la
Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia.

De otra parte aduce la defensa que la solicitud de antejuicio de mérito no expresa qué
se pretende demostrar con cada uno de los elementos de convicción mencionados en la
misma. Al respecto aprecia la Sala que la Fiscal General de la República, tanto en su
querella –que no acto acusatorio-, como en la exposición brindada en la audiencia oral y
pública, mostró con claridad fundados indicios sobre la presunta comisión de los delitos de
defraudación tributaria en su modalidad de ocultamiento, tipificado en el artículo 116 del
Código Orgánico Tributario, toda vez que “observa [el Ministerio Público] que las
declaraciones del Impuesto Sobre la renta, correspondientes a los años 2009 y 2010, no
reflejan el dinero recibido o ingresado al patrimonio del referido parlamentario -como
consecuencia de los cheques y transferencias emitidos a su favor-, lo que requiere ser
objeto de investigación, para lo cual deben practicarse diligencias que son consideradas
como actos de persecución penal personalizada, y que solo pueden ser posibles con el
previo pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia, que autorice el enjuiciamiento,
para luego -de ser el caso- solicitar a la Asamblea Nacional allane la inmunidad
parlamentaria correspondiente…”.

En idéntico sentido, sobre el delito de legitimación de capitales, tipificado en el


artículo 4 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada -aplicable ratione
temporis-, la Fiscal General de la República dictamina que “…se hace necesario fuera de
cualquier especulación posible, verificar la aplicación o destino de los fondos
comprometidos, pues llama la atención que estas cantidades no hayan estado sujetas a
declaración ante la Administración Tributaria del sujeto obligado, razón por la cual
considero que la conducta presuntamente desplegada por el Diputado podría encuadrar en
el referido tipo penal de Legitimación de Capitales (…). Con relación al delito de
Legitimación de Capitales, también denominado lavado de dinero, blanqueo o reciclaje de
capitales o blanqueo de bienes, cabe destacar que éste constituye el modo de asegurar los
frutos de actividades ilícitas. Las ganancias de tales actividades deben diluirse en la
complejidad del sistema económico o financiero de uno o varios países, a los fines de darles
apariencia de legitimidad, vale decir, ‘reciclándolos’. Así lo ha resaltado nuestro máximo
Tribunal (…): ‘El artículo 37 de la Ley Orgánica sobre Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas, se refiere a una acción en la cual mediante el logro de la impunidad del delito
cometido, se alcanza el lucro’…”.

Respecto de ambos delitos supuestamente cometidos, agrega la Fiscal General de la


República que “…será necesario realizar una investigación sin la existencia de ningún
obstáculo procesal, con el objeto de cumplir con la finalidad del proceso que no es otro
que la búsqueda de la verdad a través de las vías jurídicas y la justicia en la aplicación del
derecho, conforme a lo establecido en el artículo 13 del Código Orgánico Procesal
Penal…”.

Ello así, se aprecian razonamientos concatenados efectuados por la F. General de la


República, tanto en su querella, como en su exposición en la audiencia oral y pública,
destinados a circunscribir el objeto de las probanzas y de las acciones que serán necesarias
al determinarse con lugar la querella fiscal y la existencia de mérito para el enjuiciamiento.
Ahora bien, en este estado estima conveniente la Sala hacer referencia a los delitos que
presuntamente habría cometido el ciudadano demandado, Diputado a la Asamblea
Nacional. La Fiscal General de la República ha identificado en su querella, 2 tipos
delictuales, a saber: Defraudación Tributaria y Legitimación de Capitales.
BIBLIOGRAFIA

TEXTOS LEGALES.

CONSTITUCION BOLIVARIANA DE VENEZUELA -1.999

LEY ORGANICA DE PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS

LEY ORGANICA DE LA PROCURADURIA GENERAL DE LA REPUBLICA

LEY ORGANICA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA -2.010

FUENTES WEB CONSULTADAS:

www.tsj.gob.ve

Publicado por Roger López. http://actualidadpenal.net/que-es-el-antejuicio-de-merito/

Publicado por CEPAZ https://cepaz.org.ve/noticias/que-es%C2%AD-el-antejuicio-de-


merito/

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