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05/06/2016
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En una de las primeras entradas de este blog se dieron unas nociones básicas para poder leer
comprensivamente una Sentencia, dirigidas a todos aquellos que se enfrentan a ello por primera
vez. Ya decía allí que la lectura de jurisprudencia tiene un indudable valor pedagógico. Ahora
intentaré ir un paso más allá de la simple lectura: se trata aquí de facilitar unas indicaciones para la
realización, con fines formativos, del comentario de una Sentencia. Por lo tanto, los destinatarios
principales de estas líneas son los estudiantes de Derecho.
Antes de ofrecer las pautas, hay que tener en cuenta que es prácticamente imposible establecer
una forma canónica de hacer el comentario. El contenido y la estructura del comentario variarán
según los objetivos concretos del profesor y de la asignatura, del orden jurisdiccional, del Tribunal
sentenciador (Constitucional, Supremo…), del tipo de Sentencias y, por supuesto, del nivel de
conocimientos jurídicos que tengan los estudiantes.
Desde mi personal punto de vista, las principales utilidades que tiene la realización de comentarios
de Sentencias son que los alumnos asimilen mejor las instituciones jurídicas objeto de su estudio,
que vean qué es eso de “razonar en Derecho” y que aprendan a ser críticos con los argumentos
jurídicos. Hacia esos objetivos debe ir enfocada la manera en que se construye el comentario.
Para elaborar estas pautas he seguido en gran medida los consejos que se ofrecen en dos fuentes
que me parecen muy interesantes y recomendables para quienes estamos, a uno y otro lado del
aula, en la docencia universitaria del Derecho:
El libro Guía para clases prácticas del Grado en Derecho, de la serie “Herramientas de estudio” de
la editorial Dykinson (Madrid, 2011). No he podido averiguar (y bien que lo lamento) quién es el
autor, puesto que ni tan siquiera se indica en el copyright.
La obra del maestro Agustín Gordillo El método en Derecho (Madrid, Civitas, 1988). Y el capítulo V
(“Cómo leer una Sentencia“) de su Introducción al Derecho.
Como paso previo a la realización de una crítica, hemos de facilitar la comprensión de la Sentencia
a quien va a leer nuestro comentario, realizando una descripción objetiva, que sea lo bastante
precisa, de los principales elementos de la misma. Esta descripción debería comprender, al menos,
los siguientes apartados:
Hechos en que consiste el caso. No tendría que ser un relato pormenorizado y exhaustivo, pero sí
lo suficientemente detallado para que nos permita comprender correctamente los problemas
jurídicos que se van a plantear. Llegar a tener un conocimiento preciso de los hechos resulta a
veces una labor dificultosa, en aquellas ocasiones en que la Sentencia no los expresa con claridad.
Conviene construir el relato de los hechos de manera cronológica. Es imprescindible señalar
quiénes son las partes presentes en el litigio.
Cuáles son las pretensiones de las partes Se trata de explicar, sucintamente, las posturas que
adoptan en el mismo las partes del proceso.
Decisión (fallo) que toma el Tribunal. En el caso de que existieran votos particulares, es
imprescindible hacer mención a los mismos.
Motivación jurídica de la decisión. Lo más adecuado es hacer una descripción de cuáles son los
pasos lógicos que sigue el Tribunal para alcanzar su conclusión.
Esta primera parte del comentario, que corresponde con lo que sería una ficha de la Sentencia,
puede constituir la única parte del ejercicio para alumnos de los primeros cursos de la titulación.
Como mínimo, esta parte debería estar compuesta por las siguientes secciones:
Contexto jurídico del caso. Se trata de situarlo en la institución jurídica que es objeto de estudio.
Análisis de la resolución del problema jurídico. Debería ser un análisis crítico, que ponga de relieve
las fortalezas y debilidades del razonamiento seguido por el Tribunal: ¿está adecuadamente
determinado el régimen jurídico aplicable? ¿cuáles son los criterios interpretativos seguidos? ¿qué
principios se manejan? ¿qué aspectos deberían haberse tenido en cuenta en la argumentación?
¿existe la debida correlación entre los hechos y la solución adoptada? ¿hay alguna interrupción del
íter lógico del razonamiento judicial? ¿la solución resulta congruente con lo que pedían las partes?
¿cuáles son las consecuencias del fallo? ¿se podría haber llegado a otra solución más justa?, etc.
Partiendo de lo anterior, además se pueden incluir otros aspectos adicionales a los mencionados,
ya más propios de alumnos avanzados, como por ejemplo:
Realizar una comparación de la solución adoptada con las ofrecidas por el mismo u otros
Tribunales en casos similares.
Por último, en cuanto a la redacción, se debe tener presente que el comentario no puede
constituir una mera repetición de la teoría estudiada; su valor consiste precisamente en
comprobar cómo se conectan la doctrina jurídica con la práctica de los Tribunales. Ni tampoco
resulta admisible el hacer un “copia y pega” sin más de párrafos enteros de la Sentencia.