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FORMALIDADES Y REQUISITOS PARA CONTRAER MATRIMONIO

ARTICULO 248

Quienes pretendan contraer matrimonio civil lo declararán oralmente o por escrito


al alcalde provincial o distrital del domicilio de cualquiera de ellos.

Acompañarán copia certificada de las partidas de nacimiento, la prueba del domicilio


y el certificado médico, expedido en fecha no anterior a treinta días, que acredite
que no están incursos en los impedimentos establecidos en el artículo 241, inciso
2. y 243 inciso 3., o si en el lugar no hubiere servicio médico oficial y gratuito, la
declaración jurada de no tener tal impedimento.

Acompañarán también en sus respectivos casos, la dispensa judicial de la


impubertad, el instrumento en que conste el asentimiento de los padres o
ascendientes o la licencia judicial supletoria, la dispensa del parentesco de
consanguinidad colateral en tercer grado, copia certificada de la partida de
defunción del cónyuge anterior o la sentencia de divorcio o de invalidación del
matrimonio anterior, el certificado consular de soltería o viudez, y todos los demás
documentos que fueren necesarios según las circunstancias.

Cada pretendiente presentará, además, a dos testigos mayores de edad que lo


conozcan por lo menos desde tres años antes, quienes depondrán, bajo juramento,
acerca de si existe o no algún impedimento. Los mismos testigos pueden serIo de
ambos pretendientes.

Cuando la declaración sea oral se extenderá un acta que será firmada por el alcalde,
los pretendientes, las personas que hubiesen prestado su consentimiento y los
testigos. (*)

COMENTARIO:
De acuerdo al modelo seguido por la legislación peruana, el matrimonio no solo es
la institución natural y fundamental de la sociedad y del Derecho Familiar, del cual
se desprenden todas las demás relaciones, deberes y derechos que surgen como
consecuencia de la unión legal y voluntariamente concertada entre varón y mujer;
sino que desde el punto de vista técnico es sin lugar a dudas un acto jurídico, en los
términos a que se contrae el artículo 140 del Código Civil.

En efecto, el matrimonio supone la existencia de la manifestación de voluntad de


los contrayentes destinada a crear una relación jurídica, requiriendo para su validez
la capacidad de los agentes, objeto física y jurídicamente posible, fin lícito y
observancia de la formalidad prescrita bajo sanción de nulidad.

No obstante lo expresado anteriormente, en relación a la autoridad competente para


celebrar el matrimonio civil, cabe precisar que existen algunos supuestos
excepcionales en los cuales, por permisión legal, no es la propia persona del alcalde
quien celebra el matrimonio, sino persona o autoridad distinta. Así, tenemos los
siguientes casos:

a) Ante un regidor del Concejo o un funcionario municipal determinado, por


delegación que puede efectuar el alcalde en estas personas.
b) Ante un director o jefe de hospital o establecimiento análogo, también por
delegación del alcalde en estas personas.
c) Ante el párroco o el ordinario del lugar, igualmente por delegación que puede
efectuar el alcalde en estas personas.
d) Ante un comité especial, en las comunidades campesinas o nativas; comité que
estará constituido por la autoridad educativa e integrado por los dos directivos de
mayor jerarquía de la respectiva comunidad.
e) Ante el jefe del Registro del Estado Civil, en las capitales de provincia donde
dicho Registro se encuentre a cargo de funcionarios especiales.
f) Ante el párroco o autoridad sacerdotal, en caso que alguno de los contrayentes
se encuentra en inminente peligro de muerte.

Nuestra legislación distingue la nulidad de la anulabilidad del matrimonio por haber


sido celebrado ante funcionario incompetente, a partir de considerar la actuación de
buena o mala fe de los contrayentes; esto es, si los contrayentes conocían o no la
incompetencia del funcionario. En ese sentido, la ley civil sanciona con nulidad el
matrimonio celebrado ante funcionario incompetente si ambos contrayentes han
actuado de mala fe; mientras que dispone solo la anulabilidad del matrimonio
celebrado ante funcionario incompetente cuando los contrayentes han actuado,
ambos, o por lo menos uno, de buena fe.

De otro lado, en cuanto a las formalidades del matrimonio propiamente dichas, a


que se contrae el artículo 248 del Código Civil, es pertinente mencionar que las
mismas pueden ser clasificadas cuando menos en dos categorías: las formalidades
de carácter general y las formalidades de carácter especial:

a) Formalidades de carácter general. - A éstas se refieren el segundo y el cuarto


párrafos del artículo 248, y son exigibles a todos los contrayentes en general. Tales
son:

i) la copia certificada de las partidas de nacimiento de ambos;


ii) la prueba del domicilio igualmente de los dos contrayentes;
iii) el certificado médico, expedido en fecha no anterior a treinta días, que
acredite que los contrayentes no padecen enfermedad crónica,
contagiosa o transmisible por herencia, o de vicio que constituya peligro
para la prole, o la declaración jurada de no tener tal impedimento si en el
lugar no hubiere servicio médico oficial y gratuito, y la presentación de
dos testigos mayores de edad que conozcan a los pretendientes por lo
menos desde tres años antes, debiendo declarar bajo juramento acerca
de si existe o no algún impedimento; dejándose constancia de que son
dos testigos por cada pretendiente, aun cuando los mismos testigos
pueden serio de ambos.
b) Formalidades de carácter especial.- A éstas se refiere el tercer párrafo del
artículo 248 y, en un caso, también el segundo párrafo. Son exigibles para los casos
particulares siguientes:

i) para el caso de mujeres viudas o divorciadas, el certificado médico,


expedido en fecha no anterior a treinta días, que acredite que no se
encuentran embarazadas o, en defecto de este documento, la declaración
jurada de la contrayente si en el lugar no hubiere servicio médico oficial y
gratuito. La exigencia del certificado médico para estos casos no estaba
prevista en el texto original del artículo 248, sino que fue incorporada por
la modificatoria efectuada a este artículo por la Ley NQ 27118 de 23 de
mayo de 1999. Hacemos extensivo para este caso, los comentarios
críticos y las observaciones formuladas anteriormente, al tratar el tema
del certificado médico como formalidad de carácter general.

ii) para el caso de personas viudas, copia certificada de la partida de


defunción del cónyuge anterior;

iii) para el caso de personas divorciadas o cuyo matrimonio ha sido


invalidado, copia certificada de la sentencia de divorcio o de invalidación,
según el caso;

iv) para el caso de extranjeros, el certificado consular de soltería o viudez;

v) para el caso de menores de edad, la dispensa judicial, el instrumento en


que conste el asentimiento de los padres o ascendientes, o la licencia
judicial supletoria; y para el caso de parientes entre quienes a pesar del
vínculo el matrimonio les es permitido (tercer grado), la dispensa judicial
correspondiente.

AVISO MATRIMONIAL

ARTICULO 250

El alcalde anunciará el matrimonio proyectado, por medio de un aviso que se fijará


en la oficina de la municipalidad durante ocho días y que se publicará una vez por
periódico, donde lo hubiere. En la circunscripción que no exista periódico, el aviso
se efectuará a través de la emisora radial de la respectiva localidad que elijan los
contrayentes, o de la más cercana a su localidad; debiendo entregarse el texto
publicado, con la firma y libreta electoral del responsable de la emisora radial, al jefe
de los Registros Civiles.
El aviso consignará el nombre, nacionalidad, edad, profesión, ocupación u oficio,
domicilio de los contrayentes, el lugar donde será celebrado el matrimonio y la
advertencia de que todo el que conozca la existencia de algún impedimento debe
denunciarlo. (*)
(*) Texto según modificatoria introducida por la Ley N° 26205 de 2-07-93.

COMENTARIO:

La publicidad de los actos jurídicos hace posible que los mismos sean conocidos
por los terceros y, en caso que un acto afecte sus derechos o intereses en forma
directa o indirecta, éstos tengan la posibilidad de ejercer las acciones que
correspondan según ley.

En el caso particular de la celebración del matrimonio, la publicidad del


proyecto matrimonial a través del respectivo aviso a que se contraen los artículos
250 y 251 del Código Civil, viene a ser también un requisito formal de cumplimiento
obligatorio, salvo el caso de dispensa regulado en el artículo 252.

En efecto, dentro del procedimiento administrativo previo a la ceremonia del


matrimonio civil, la publicidad es la siguiente etapa que los contrayentes deben
observar una vez que han cumplido con adjuntar los documentos exigidos por el
numeral 248.

La finalidad de dar a conocer al público el proyecto matrimonial mediante el aviso


es, como resulta obvio, permitir a terceros la formulación de oposición al matrimonio,
conforme a los artículos 253 a 257 del Código Civil, en casó conocieran y
acreditaran la existencia de una causal o impedimento de los pretendientes o de
alguno de ellos.
CAUSALES DE SEPARACIÓN DE CUERPOS

ARTICULO 333

Son causas de separación de cuerpos:


1. El adulterio.
2. La violencia física o psicológica, que el juez apreciará según las circunstancias.
3. El atentado contra la vida del cónyuge.
4. La injuria grave, que haga insoportable la vida en común.
5. El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos o
cuando la duración sumada de los períodos de abandono exceda a este plazo.
6. La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común.
7. El uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan
generar toxicomanía, salvo lo dispuesto en el artículo 347.
8. La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración
del matrimonio. 9. La homosexualidad sobreviviente al matrimonio. 10. La condena
por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos años, impuesta
después de la celebración del matrimonio.
11. La imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en proceso
judicial.
12. La separación de hecho de los cónyuges durante un período ininterrumpido de
dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores
de edad. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el artículo 335.
13. La separación convencional, después de transcurridos dos años de la
celebración del matrimonio. (*)

(.) La parte introductoria y los rubros 1 al 6 de estos comentarios han sido


elaborados por el Dr. Alex Plácido V., con excepción del apartado 1) del rubro 6
(sobre la causal de separación de hecho) que ha sido desarrollado por la Dra.
Carmen Julia Cabello.

COMENTARIO:

El matrimonio válido termina generalmente con la muerte física de úno o ambos


cónyuges, por estar destinada a perdurar hasta ese instante. Pero su decaimiento
y disolución puede ser anticipada. Situaciones de hecho determinadas adquieren
relevancia jurídica para provocar esa anticipación.

La separación personal, que no disuelve el vínculo matrimonial, y el divorcio vincular


constituyen situaciones que la ley prevé, frente al conflicto matrimonial.
La separación personal se limita a autorizar a los cónyuges a vivir separados sin
que ninguno de ellos readquiera la aptitud nupcial, en tanto que tras el divorcio
vincular los cónyuges pueden volver a contraer nuevo matrimonio.

Como soluciones que brinda la ley ante situaciones de conflicto matrimonial la


separación personal y el divorcio vincular pueden aparecer como soluciones
alternativas o autónomas, o, finalmente ser la separación de cuerpos una solución
previa al divorcio vincular.

En el Derecho Comparado, en la actualidad, es mayoritaria la tendencia a legislar


autónomamente la separación de cuerpos y el divorcio, y, simultáneamente, prever
la conversión de la separación personal en divorcio vincular. La separación,
institución heredada del Derecho Canónico medieval como remedio a los
matrimonios rotos sin llegar a la disolución del vínculo, se ha mantenido en los
diversos Códigos por el prestigio que ejerció el Código Civil francés que ha influido
en todas ellas, y por la necesidad de conceder una solución para los matrimonios
en dificultades cuando los esposos tienen escrúpulos de conciencia para acudir al
divorcio.

En el Derecho de Familia, al menos dentro de lo que podemos llamar la tradición


liberal, se ha profundizado un carácter no autoritario de la legislación, que no se
manifiesta sólo en la eliminación de las relaciones de subordinación entre los
miembros del grupo familiar, sino también en la renuncia a imponer a los
ciudadanos, diferentes en ideas y creencias, un modelo único de moral familiar, más
alláde las estrictas exigencias del orden público. Es previsible, pues, que algunas
personas estén dispuestas a separarse personalmente, pero no acepten
inicialmente una petición de divorcio vincular. De ahí que se conserve la mera
separación personal como alternativa posible, aunque la separación de cuerpos en
cuanto impone un celibato a quienes ya han vivido en matrimonio, pueda convertirse
en una situación poco frecuente.

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