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En el mismo versículo 15 dice “desparramo las monedas” como con violencia, nos
hace ver que El ministerio de Jesús va a estar arraigado en el celo por la casa
de su Padre, y este celo lo va a llevar al enajenamiento con el sistema de la
época, con su pasión ardiente su celo por la casa del señor, Jesús reta
abiertamente a los antiguos sistemas de adoración que se encuentran vacíos,
secos, estancados, inválidos, falsos. Una adoración falsa es la que se puede
observar en este pasaje.
Vs. 19-22 Jesús predice la destrucción del templo, sin embargo, también dice
que en tres días levantaría un nuevo templo es decir un nuevo lugar de
adoración, estaría representado en su propia muerte y resurrección y su
posterior derramamiento sobre toda carne.
Jesús aquí se muestra como el sacerdote único, verdadero, legítimo y genuino al
cual según el pasaje en Juan 2:23 Muchos creyeron viendo sus señales,
demostrando con su propia vida su testimonio, una pasión radical y desbordante
por la presencia de Dios.
En este sentido esa pasión ardiente, termina por apagar todo plan del enemigo
en contra de tu vida, la adoración genuina demostrada con violencia con pasión
radical, trae un verdadero avivamiento a la iglesia porque la adoración falsa
trae muerte.
En 1 Samuel 19:20 vemos un poderoso caso de adoración genuina de un
hombre que adora con intensidad y termina apagando los dardos del enemigo
haciendo descender la gloria de Dios.
Aquellos hombres que tenía como propósito llevar a David ante Saúl fueron
tomados por aquella demostración de adoración profética desbordante y
radical dirigida por el mismo Samuel. (Samuel representa al liderazgo genuino,
pastores lideres)
Aun el mismo Saúl profetizo, despojándose de sus vestidos y estuvo desnudo
todo el día.
La vergüenza no tiene cabida
La adoración genuina cambia y trae vida a la iglesia los falsos adoradores que
son una mera apariencia traen confusión y muerte sobre la iglesia, hay que
acabar con la adoración falsa la adoración genuina se demuestra con violencia
pero no tan solo espiritual como lo queremos creer también con el cuerpo con
una demostración poderosa, si uno brinca debe saber por qué brinca, si uno
grita debe saber porque grita, su uno aplaude debe saber porque aplaude, si
alguna levanta las manos debe saber por qué las está levantado, es que algo
debe suceder cuando un adorador genuino se levanta como Jesús.