Número de ensayo 1

MATERIA: Filosofía del Derecho

TEMA: expectativas de la Filosofía del Derecho en la formación del abogado.

NOMBRE DEL ESTUDIANTE: Noelia Celena Abad Castillo

CURSO: Primer ciclo

FECHA: 23-04-2019

En años anteriores al estudiar la carrera de derecho la influencia de la “Filosofía del Derecho” era

mínima en sus universidades, pero hoy en día es una materia primordial que llegó con más fuerza

para establecer su formación y fortalecer el conocimiento de cada uno de los alumnos. Empezando

desde lo más mínimo, nunca nos cuestionamos cada actividad que realizamos día tras día como

levantarnos, ducharnos, ir a la universidad, comer, etc. Pero nunca nos preguntamos ¿Por qué lo

hacemos? Y es ahí donde empieza a realizar un notable trabajo la filosofía ya que esta nos ayuda

a reflexionar la esencia, las propiedades, causas y efectos de las cosas. Podemos llegar a decir que

no reflexionar sobre nuestro entorno es colocarnos un muro por delante que nos impide visualizar

todo el Universo que se encuentra tras éste. Desde tal punto podemos llegar a comprender de cómo

influye esta materia en un abogado.

Muchos aun piensan que el estudio de la Filosofía del Derecho, solo trata de sendas

confusas de donde no se extrae nada bueno. Pensar así, es vivir equivocado, pues sin la Filosofía

del Derecho, no existirían las constituciones políticas y mucho menos los códigos. La Filosofía del

Derecho cumple un rol importante en nuestra sociedad, ya que el Derecho es un saber que necesita

ser pensado, enjuiciado, recreado continuamente en función de los problemas que nuestras
sociedades evidencian y de las soluciones que demandan, hay que saber aplicar esta rama porque

no es lo mismo tener una definición de “memoria” que poder comprender la esencia de una norma

y tener la habilidad de poder aplicarla al caso en concreto. Gracias a su aparición podemos

interpretar con más facilidad y coherencia las diferentes teorías imprescindibles del Derecho, así

también se ocupa de las características comunes a cualquier método del Derecho y estudia los

criterios que permiten enjuiciar el contenido del mismo. Podemos aplicar lo que dijo un día

Aristóteles para la política “porque no somos ni dioses ni animales”. Porque somos seres humanos

que nos caracterizamos por la sociabilidad, pero también la conflictividad. Un abogado puede

poner sus destrezas racionales al servicio de la resolución de problemas intersubjetivos de

intereses. Por estas razones, la Filosofía del Derecho es importante, básicamente por dos razones:

La primera, porque nos da herramientas que las reglas y el derecho positivo en estricto sensu no

nos dan, a la hora de solucionar casos difíciles, y la segunda, a razón como bien nos ha demostrado

la “historia del derecho”, que muchas veces por cierta razón de tener una nula o vaga formación

en el campo de la filosofía del derecho, se han justificado grandes crímenes contra la humanidad,

como fue en el contexto del Estado Legal de Derecho Hitleriano.

La necesidad que tiene un abogado de la filosofía es mayor que la de otros profesionales,

por el hecho de que el abogado es un profesional del juicio: a él le concierne evaluar y juzgar las

relaciones sociales conflictivas o pongan en peligros determinados bienes jurídicos protegidos por

el Derecho. Pero no a costa de lo que sea, sino desde el punto de vista de la justicia y del bien

común. Y parafraseando a Mario Bunge podemos decir que una práctica de la abogacía sin filosofía

sería poco seria. Porque sin ontología sería invertebrada, sin epistemología estará acéfala, y sin

ética no tendrá garras.