Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
"Nuestro estudio indica que 1’736, 138 personas en el Perú tienen problemas
severos de alcohol, es decir cumplen con indicadores de alcoholismo", subrayó
el psicólogo Milton Rojas, encargado del Servicio de Consejería y Adicciones de
Lugar de Escucha de Cedro.
Por otro lado, el experto destacó que la brecha de consumo de alcohol entre
hombres y mujeres ya no es tan grande. "Hace 10 ó 15 años los estudios de
Cedro indicaban que existía una gran diferencia, pero ahora la brecha es
mínima, mientras las mujeres registran un 77%, los hombres alcanzan un 81%”.
De igual modo, las diferencia entre Sierra y Selva no son significativas".
Esto tiene que ver con una serie de costumbres desafortunadas, asociadas a la
religión, al deporte, señaló el experto, pues los chicos han internalizado que es
necesario tomar para tener más éxito con las chicas, entre otras ideas erradas.
Para el experto de Cedro, urge desarrollar una política más intensa de
prevención y control del consumo de bebidas alcohólicas, en especial de la
cerveza, que muchos no consideran peligrosa en relación con otras bebidas de
mayor grado etílico.
"En este momento, el Estado no tiene una gran capacidad de respuesta para
ofrecer tratamiento a las personas con problemas de alcoholismo. Si uno suma
las cifras de consumo de drogas lícitas como ilícitas, más de tres millones de
personas requieren tratamiento", anotó.
De acuerdo con el ministerio, en lo que va del año 2017, los especialistas del
Minsa han atendido a 22 niños de 10 y 11 años por problemas de alcohol; 324
adolescentes entre 12 y 14 años y 765 jóvenes entre 15 y 17 años. Es decir,
1,111 menores de edad están batallando contra el alcohol.
Sin embargo, las cifras podrían ser mayores porque, según señala el Director
Ejecutivo de Salud Mental del Minsa, Dr. Yuri Cutipé, no sería raro que en esta
estadística figuren menores desde los 11 años.
https://peru21.pe/peru/cifras-preocupantes-2017-han-atendido-mil-
menores-edad-alcoholismo-386620
¿Qué es el alcoholismo?
Podría decirse que el consumo del alcohol es un problema ético pues depende
de la persona la decisión de consumirlo con responsabilidad o con abuso; sin
embargo, cuando hablamos de un enfermo de alcoholismo, hablamos en que el
individuo ya no tiene el control absoluto sobre su decisión de ingerirlo pues el
cuerpo se lo demanda cada vez en mayor cantidad y frecuencia.
El consumir alcohol no significa que sufras de una adicción. Tal vez la mayoría
de las personas adultas alguna vez han consumido una bebida alcohólica y no
por eso son adictas. Una adicción es el llegar al punto de tener la necesidad de
hacer un hábito que domina la voluntad, En este caso la adicción al alcohol sería
el solo estar pensando o teniendo en mente conseguir el alcohol y
emborracharse, Como cualquiera otra adicción, el alcoholismo genera una
variedad de distintos problemas, como personales, sociales y físicos. La ética
es también el saber lo que está bien y lo que está mal para cada persona, tiene
que ver con las costumbres, es decir, lo que haces y con tu manera de ser, que
viene siendo tu forma de pensar o de actuar, Al ser un adicto al alcohol
desprenderás una serie de dificultades éticas. Una dificultad ética es un
problema que tiene que ver con la moral, que son los pensamientos o los
comportamientos de las personas. Por ejemplo, al vivir con un alcohólico se
presentaran problemas de ética en la familia, como es el agredir con golpes a
un integrante de la familia ya sea la mujer o sus hijos, También las personas
alcohólicas son muy dadas a insultar en su estado a cualquier persona que esté
a su alrededor cuando sufren de estar intoxicados con esta sustancia, Otra
dificultad ética es el no poder dar dinero para el sustento o el alimento de la
familia, ya que la persona adicta no sería capaz de controlar sus deseos y
cualquier fuente de ingreso lo utilizaría para su beneficio que este caso sería
para comprar más bebidas con alcohol.
El género.
Algunos asiáticos, por otro lado, que tienen un gen inactivo del químico de
hidrogenase, son más sensibles a los efectos del alcohol. Este producto
químico es empleado por el cuerpo para metabolizar el alcohol etílico, y en su
ausencia, se acumulan sustancias tóxicas causando rubores, mareos y
náusea. Las personas con esta sensibilidad genética tienen la probabilidad de
experimentar reacciones adversas al alcohol y por lo consiguiente no volverse
alcohólicas. (Este defecto no es por completo un protector contra el alcohol,
sin embargo, en particular si se añade presión social, como entre los miembros
de fraternidades en las universidades.) Es importante destacar, sin embargo,
que, hereditario o no, a las personas que sufren de alcoholismo se les sigue
considerando legalmente responsables de sus propias acciones.
Aunque un 54% de adultos que habitan en las zonas urbanas han consumido
alcohol por lo menos una vez al mes comparado con un 42% en las zonas no
urbanas, la vida en la ciudad o el campo no tiene una influencia en el riesgo
de tomar hasta la embriaguez o el uso exagerado de alcohol. Las personas en
los Estados Unidos del área central del norte presentan el mayor riesgo de
beber exageradamente (alto uso de 6.4% y de beber hasta la embriaguez de
19%) y las personas en el noreste presentan el riesgo más bajo (alto uso de
4.5% y de beber hasta la embriaguez de 13%).
La sobredosis
El alcohol es una droga y las personas pueden morir por una sobredosis. Esto
es un peligro especialmente entre los adolescentes que pueden querer
impresionar a sus amigos con su capacidad para beber alcohol pero que
todavía no pueden medir los efectos.
Los efectos de varias drogas son fortalecidos por el alcohol, mientras que otros
son inhibidos. De especial importancia es su efecto de refuerzo en los
medicamentos que también deprimen el sistema nervioso central, incluyendo
medicamentos contra la ansiedad, sedativos, antidepresivos y antipsicóticos.
El alcohol interactúa con varias drogas consumidas por los diabéticos.
Interfiere con los medicamentos que previenen las crisis convulsivas y con los
que se emplean para prevenir la coagulación de la sangre. Aumenta el riesgo
de sangrado gastrointestinal en las personas que toman aspirina u otros
medicamentos inflamatorios sin esteroides. En otras palabras, el estar
tomando casi cualquier medicación debería impedir el tomar alcohol.
http://aramasociacionalcoholicos.org/Cliente/ARAM/Documentos/alcoholismo.p
df
http://relacionesetica.blogspot.com/2014/11/el-alcoholismo-etico-y-moral.html