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La nostalgia y la educación

En nuestro país es frecuente escuchar, sobre todo a las personas mayores,


afirmar que la educación de los años 60 era mucho mejor que la que estamos
teniendo hoy. Frases como “éramos la Suiza de América, “en esa época sí que
habían maestros”, “ya desde chicos aprendíamos a leer, escribir ahora no
saben nada” son habituales y se han aceptado como ciertas. Esas afirmaciones
han sido reiteradas infinidad de veces y han pasado a formar parte de nuestro
imaginario colectivo, aún aquellos que no vivimos en ese tiempo hemos ido
aceptando esa construcción de la realidad. La población en general ha
aceptado que el Uruguay de esa época era educado, poderoso y ganador de
mundiales, características que forman parte de nuestro pasado y que
constituyen un ideal que no volverá a repetirse. Tendemos a mirar nuestro
presente con ojos mucho más críticos, solemos tener una mirada gris sobre
nuestro hoy y añoramos un tiempo que ya no volverá. Esta esencia nostálgica
forma parte de nuestra idiosincrasia uruguaya, somos quejosos, deseamos
volver a vivir en el pasado porque lo idealizamos, en vez de valorar nuestro
presente y dedicar nuestras energías a construir un “hoy” cada vez mejor.
Somos el país del tango que le canta al amor perdido, de la noche de la
nostalgia que evoca una juventud pasada, y de “todo tiempo pasado fue mejor”
Nos dejamos ganar por un sentimiento de tristeza que nos invalida para vivir
plenamente el presente.

Uno de los objetivos de la sociología como ciencia, es cuestionarse estas


imágenes construidas sin mayor asidero científico, indagar y analizar estas
construcciones colectivas remitiéndose a hechos constatables. La Dra. Adriana
Marrero (docente grado 5 en la UDELAR) realizó un trabajo sobre la educación
de esta época en nuestro país, que considero es relevante para ayudarnos a
comprender la realidad de ese momento. Algunas cifras sobre la educación son
reveladoras de una situación que ignoramos:

-“En 1918 se crea el Consejo de Enseñanza Primaria y Normal…

-1900 y 1943, la matrícula escolar pública pasó de 50.000 alumnos a 245.000

-En secundaria… en 1912 se crean liceos departamentales en todo el país...En


el mismo año, se crea un liceo “femenino” y…en 1919, un liceo nocturno,
dirigido a los trabajadores...la matrícula de la enseñanza secundaria, que era
de apenas 500 alumnos al finalizar el siglo XIX, pasa a unos 6.300 en 1923, y a
los 11.360 en 1931... Pocos años más tarde, en 1935…la enseñanza
secundaria es separada de la universidad… y para 1950, casi 30.000 alumnos
asistían a la enseñanza secundaria.
-La educación técnica permaneció… rezagada, y… ligada principalmente a la
enseñanza de oficios manuales, alejada de los desarrollos tecnológicos,
enfocada a recibir mayormente a los niños y jóvenes de clases populares, que
fracasaban en la enseñanza general.

-Durante las primeras décadas del siglo, la Universidad… una institución poco
desarrollada y de escasa penetración social, prácticamente reservada a la
formación de una élite de “doctores”…

-La primera mitad del siglo XX se cierra con la creación del Instituto de
Profesores “Artigas” encargado de la formación sistemática de docentes con
destino a una enseñanza secundaria…

-Durante muchas décadas, la escuela pública no fue, realmente, lo que


nosotros creíamos que era. En los hechos…la escuela primaria uruguaya,
pública, gratuita, laica, pero sobre todo obligatoria, no alcanzó los objetivos de
universalidad, sino hasta 1985…
En el “Informe sobre el estado de la educación en el Uruguay”, de 1965
realizado por la CIDE-CCEE más del 10% de la población nacional carecía
de instrucción y casi un 50% no había completado la enseñanza primaria.
Según la CIDE…para 1949, sólo un tercio, el 33% exactamente, había logrado
finalizar los seis años de escuela primaria. ..Recién en 1963, el porcentaje de
niños que lograban culminar el ciclo escolar completo alcanza apenas al
60%.
Otro texto de Cepal, reitera el mismo fenómeno:
“En el censo de 1963 estableció que el 11.4% de la población de 15 años y
más no había recibido educación formal y que el 42.3% no había
completado el ciclo escolar. Esto definía a la mayoría de la población
uruguaya como “escolar incompleta”, y pone de relieve que los niveles de
cultura formal de la misma eran aún en esa fecha bastante bajos… (Cepal,
1989:16)

No solamente los bajos niveles de inclusión educativa eran un problema, sino


que los que estaban dentro del sistema tenían serias dificultades para aprobar
y completar el ciclo educativo. La repetición y el rezago eran tema constante.

“Para todo el país, en 1934, había un 37.8% de repetidores en la matrícula de


1º año: en 1967 ya estaba en 33.8%. Para todo el sistema, es decir, para los
seis años, en 1964 de cada 100 niños matriculados, 24 son repetidores…
"En la enseñanza media la repetición es un fenómeno de entidad más intenso
en la enseñanza técnica que en la secundaria

-1959, (el mismo año en que el país lograba alcanzar el más alto índice de PBI
per cápita de América Latina), menos del 40% de los uruguayos lograban
terminar los seis años de escuela. La expansión del sistema…obedecía más
a la incorporación de los niños en los primeros años, que a la retención y al
tránsito de la población escolar hacia grados superiores como consecuencia de
la acción educativa de la escuela. La repetición, la extraedad y la
permanencia dentro de la escuela durante varios años sin lograr egresar
de ella, fue una constante de la experiencia de los niños uruguayos hasta
bien pasada la mitad del siglo XX…

-La baja tasa de egreso de la escuela primaria, que alcanza la universalización


recién a mediados de los años 80, las altísimas tasas de repetición en el primer
año de escolarización, que alcanzaban al 40% de los ingresantes, la extraedad
de los niños que permanecen en la escuela pero no progresan en ella, nos
habla de una escuela que…resultaba ser fuertemente seleccionadora.

Estos datos, muy reveladores, nos demuestran que tenemos una imagen
idealizada de la educación pasada en nuestro país. La perspectiva
distorsionada sobre nuestra educación, que ha colaborado en una imagen
idealizada, puede haber estado influida por la falta de información, dado que en
los primeros años de vida de nuestro país (de 1908 a 1963) no se realizaron
censos.

Algunas cifras de la actualidad nos permiten conocer nuestro sistema educativo


de hoy:

-En 2008 eran 968.334 los estudiantes del sistema educativo formal.

47.928 en la primera infancia, 109.654 en inicial, 354.852 en primaria, 171.502


en media básica, 126.581 en media superior, 29.908 en terciaria no
universitaria, 97.197 en universitaria, 31.710 en otros cursos técnicos.

Existe un descenso de la tasa de repetición en primaria.

En la educación media se “registró un interesante incremento (2%, es decir


6.449 matriculados más que en 2007), en educación media básica aumentó 5%
(8.983 estudiantes más) y en la educación media superior se redujo 1,8%,
(2.534 estudiantes menos).

También se supo que 30% de la población entre 25 y 39 años de edad tiene la


educación primaria como máximo nivel educativo. “Entre la población de
menores ingreso, el 53 % se encuentra en dicha situación”. En la actualidad, la
matrícula de educación inicial “crece levemente” en todo el país, logrando
“cobertura universal”… La educación primaria alcanza casi el 100% de la
población en edad escolar.”

Todos estos datos nos hablan de que aún queda mucho por hacer, la
desigualdad de oportunidades del sistema educativo es una realidad. Los niños
que provienen de familias con menor capital cultural serán los que tendrán
mayores dificultades para culminar con éxitos sus estudios, este un tema de
larga data como nos demuestra el trabajo de la Dra. Marrero. Esto no significa
que debamos adoptar una actitud conformista, ni mucho menos pero
consideramos que conocer realmente nuestra realidad educativa pasada puede
contribuir a construir un presente mejor. No buscamos análisis simples para
temas complejos y multidimensionales, pero sí desmitificar, develar realidades
construidas sin conocimiento empírico

Para cerrar tomamos palabras de la Dra. Marrero “Por eso, parece razonable
que la sociedad uruguaya y los actores políticos y sociales que deben tomar en
sus manos la responsabilidad de conducir la educación y decidir sobre ella,
tengan en mente una visión tal vez menos luminosa, pero más realista, sobre la
educación de nuestro pasado y sobre los factores que ocultaron sus más
notorios problemas.”

Fuentes

-http://www.fcs.edu.uy/archivos/Art%C3%ADculo%20Marrero.pdf

http://www.google.com.uy/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uac
t=8&ved=0CCgQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.republica.com.uy%2Fla-poblacion-
universitaria-en-
uruguay%2F&ei=8OR4U93YFcuosQSZ_ID4Cw&usg=AFQjCNGVnCeicO3uOyv52nAo
06P7Vd2MIg&bvm=bv.66917471,d.cWc

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