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“ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE

INGENIERIA AMBIENTAL”

Integrantes:
DESCRIPCIÓN BREVE
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 Sánchez Figueroa Gabriela
URBANO CORPUS
[Título del curso]

TRATAMIENTODocente:
Ing. Hidalgo Macarena Celso

DECurso:
Forestación

CONTAMINANTES
ATMOSFÉRICOS
I. RESUMEN

El trabajo de investigación se basa en la estimación de las reservas de carbono en el


bosque de Eucalyptus globulus Labil del distrito de Recuay, Provincia de Recuay del
departamento de Áncash comprendiendo 0.02 hectáreas. Para la determinación de la
reservas totales de carbono se hizo uso del manual “Determinación de las Reservas
Totales de Carbono en los Diferentes Sistemas de Uso de la Tierra en Perú” de Luis A.
Arévalo, Julio C. Alegre y Cheryl Palm. Mediante el cual realizamos un inventario de DAP
de árboles comprendidos entre 2.5 - 30 cm en dos transectos de 25 m x 4 m con
evaluaciones adicionales de arbustiva, herbácea, hojarasca y árboles muertos en pie.

Para obtener la estimación de la biomasa arbórea viva y muertos en pie se utilizaron


ecuaciones por inferencia de sus principales medidas biométricas, al igual que para la
estimación de la biomasa arbustiva, herbácea, hojarasca por muestreo directos en dos
cuadrantes de 1 m x 1 m distribuidos al azar en los dos transectos de medición.

Los resultados obtenidos fueron los siguientes: 122.063 tC/ha Biomasa arbórea viva,
0.136 tC/ha Biomasa arbórea muertos en pie, 0.650 tC/ha Biomasa arbustiva/herbácea,
6.508 Biomasa de hojarasca un total de 129.357 tC/ha carbono almacenado.

2|P á g i n a
II. INTRODUCCION

Los árboles tienen un papel primordial en la absorción del dióxido de carbono, uno de
los principales gases de efecto invernadero. Debido a eso, su presencia es vital para
combatir el cambio climático.
Según estándares del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático
(IPCC) sobre la cantidad de CO2 que una especie de árbol es capaz de absorber, la
Corporación Nacional Forestal (Conaf) hizo un estudio a las especies y estableció que
quien tiene el mejor rendimiento es el eucalipto, que captura 29,9 toneladas de CO2 por
hectárea al año (tCO2/ha/año).
Aída Baldini, gerente del área forestal de la Conaf, explica que la idea del estudio es
contar con información actualizada que permita mejorar la comercialización de carbono,
mercado que se busca fortalecer. Eso, a juicio de la Conaf, incentivaría el mercado de
los bonos de carbono que se encuentra detenido hasta el momento.
“En la medida en que mejoremos las plantaciones y el uso de la especie, tendremos una
mayor captación de carbono. De ahí la importancia por conocer cada una de las
especies, cuánto captura cada bosque y cuánto puede mantener capturado”, dice
Baldini.
El presente trabajo monográfico detalla la cantidad de CO2 que un árbol de Eucalipto
captura. Se relaciona de manera directa con su tasa de crecimiento. Los árboles que
más crecen son los que más carbono capturan en su madera, una característica muy
pronunciada en los eucaliptos que sumada a otras cualidades lo hacen atractiva para la
reforestación. A pesar de eso, la especie es cuestionada por la gran cantidad de agua
que requiere.

3|P á g i n a
III. MARCO TEORICO

2.1. Antecedentes:

Se ha determinado la existencia de 195,436 tC/ha en el sistema de uso forestal de


la tierra, distribuido de la siguiente manera: 71,693 tC/ha en la biomasa vegetal total
(71,768 tC/ha en la biomasa arbórea, 0,492 tC/ha en la biomasa arbustiva)
herbácea, 2,889 tC/ha en la biomasa de la hojarasca y 16,544 tC/ha en la biomasa
subterránea y 123,743 tC/ha en el suelo (Ing. Prudencio Celso Hidalgo Camarena
2005)
Los bosques de albardones marginales de la llanura aluvial del bajo Paraná (tramo
Predelta) presentan valores de biomasa aérea algo menores al rango de los
bosques tropicales y subtropicales húmedos y cercanos a los de plantaciones de
salicáceas ubicados a latitudes próximas. El 95% de la biomasa está representada
por las fracciones del componente leñoso, mayormente el fuste. Los bosques de
albardones internos presentan valores de biomasa menores a los tropicales y la
biomasa del sotobosque representa cerca del 25% de la biomasa aérea, lo que se
interpretó en términos de la mayor complejidad y desarrollo de los estratos
inferiores de los bosques de albardones inferiores Los albardones marginales, con
textura edáfica más arenosa, tienen menor contenido de COS. El alto contenido de
COS del bosque de timbó (140 Mg C ha-1), a pesar de la baja producción y del
escaso C almacenado transitoriamente como mantillo, se explica por la estabilidad
de la MOS, a deducir del valor de la constante de descomposición húmica (Ksh=
0,01año-1).
En los bosques de albardones marginales (sauce y aliso) el C de la necromasa
demora más en descomponerse (Km = 0,6 año-1), a la vez que el TMR del COS es
de tan sólo 15 años, por lo que los contenidos de COS son bajos (alrededor de 50
Mg C ha-1).
Se puede concluir que el contenido total de C capturado en el vuelo (biomasa
leñosa encima del suelo) es mayor en los bosques de albardones marginales,
mientras que el contenido total de C capturado en el suelo es mayor en los
albardones internos, siendo más estable su almacenamiento en estos últimos.
(LANCHO, Juan F. GALLARDO 2007)
El manejo forestal y de los ecosistemas no puede resolver, por sí solo, el problema
del calentamiento global. Las emisiones, junto con la deforestación de los trópicos
y otros cambios en el uso del suelo, compensan sólo una pequeña porción de las
emisiones provenientes de la quema de combustible fósil. No obstante, el manejo
de C, junto con otras medidas en los ecosistemas tropicales pueden ser actores en
el plan global. Sin embargo, es difícil cuantificar su contribución.
Asimismo, debe notarse que el manejo de los ecosistemas tropicales puede tener
otras funciones y metas aparte de resolver el problema del calentamiento global.
Para una gran mayoría de las personas de los países en desarrollo, los árboles son
la principal fuente de energía. La tierra de bosques es sustituida por la agricultura,
para la producción de alimentos para una población constantemente creciente.
Están surgiendo nuevos retos para el manejo sostenible de los bosques. Sin
embargo, esto no implica que no se pueda hacer algo. El desarrollo de herramientas
4|P á g i n a
que permitan la combinación de estos múltiples objetivos, parece ser la meta
mínima a la que se aspira. (Kanninen, Markku s.f.)
El secuestro de carbono tanto en plantaciones como en bosque natural juega un
gran papel para contrarrestar el problema del calentamiento global de la tierra; a
medida que los bosques aumentan el almacenamiento de carbono, éste es cada
vez menor en la atmósfera, por lo tanto los cambios climáticos disminuyen.
Los bosques tienen cuatro funciones principales en el cambio climático, como
fuente de Dióxido de Carbono cuando se destruyen o degradan, como indicador de
un cambio climático, como fuente de biocombustible y como sumidero de carbono
cuando se explotan de forma sostenible. Por ello la conservación y expansión de
los bosques naturales adultos o de los bosques artificiales son consideradas como
una propuesta muy importante para la reducción del nivel de CO2 en la atmósfera
debido a su función como sumideros de gases de efecto invernadero. (Ing. Agr.
Montepeque, M. & D.Sc. Vanegas-Chacón, E.A. s.f.)
El bosque urbano de plantación forestal del Fundo “Porvenir”, hasta el año 2008,
capturo 22,775.56 toneladas de carbono atmosférico.
El promedio de carbono acumulado es de212.87 T/Ha, por rodal muestreado, el
cual está compuesto por árboles verdes y secos.
El rodal 19 es el que fijo más cantidad de carbono, hasta un 13% del total calculado,
seguido por el rodal 12 y 13, con 12% y 10%respectivamente.
Los rodales 5, 6, 19 y 20, tienen más carbono fijado en árboles secos. (Torpoco, et
al (2008) s.f.)
Según lo informado por CONAF, la superficie de plantaciones forestales bonificadas
por el DL-701 de 1974, para el período 1975-2005, corresponde a 883.521
hectáreas de pino radiata y 270.163 hectáreas de eucaliptos (principalmente de las
especies globulus y nitens).
Esta superficie está ajustada para eliminar posibles sustituciones de bosque nativo,
por lo que la superficie efectiva considerada para el presente estudio fue de 815.399
hectáreas de pino radiata y 260.237 hectáreas de eucaliptos.
Para estimar el inventario de carbono capturado en las plantaciones bonificadas de
pino radiata y eucaliptos, fue necesario distribuir la superficie forestada en
categorías de especie, macroregión, tipo de propietario, clase de sitio, esquema de
manejo y edad. La metodología utilizada para realizar esta distribución se basó en
procedimientos aplicados en estudios previos relacionados con la estimación de la
disponibilidad futura de madera industrial y la evaluación de los impactos del DL-
701.
Los resultados del estudio indican que el inventario actual de carbono capturado en
las plantaciones bonificadas es de aproximadamente 33,27 millones de toneladas,
de las cuales el 84,4% corresponde a plantaciones de pino radiata, el 8,3% a
plantaciones de Eucalyptus globulus y el 7,3% a plantaciones de Eucalyptus nitens.
Las aproximadamente 33,27 millones de tC a nivel nacional equivalen a cerca de
122 millones de toneladas de CO2.
En un régimen de patrimonio forestal regulado, considerando las plantaciones a
forestar bajo el DL-701 hasta el año 2010 (asumiendo una tasa de forestación futura
5|P á g i n a
equivalente al promedio del período 2003-2005), la superficie considerada
incrementa a 1.282.140 hectáreas (870.864 hectáreas de pino radiata y 411.276 de
eucaliptos). En este escenario, el inventario de carbono se aproxima a las 44,5
millones de toneladas (73,3% en plantaciones de pino radiata, 19,6% en
plantaciones de Eucalyptus globulus y 7,1% en plantaciones de Eucalyptus nitens).
Las cerca de 44,5 millones de tC a nivel nacional, correspondientes a un régimen
de PFR, representan cerca de 163 millones de toneladas de CO2.
Este aumento del inventario de carbono se debe, en parte, a la mayor superficie
disponible, pero principalmente a que: (1) en un estado de patrimonio forestal
regulado las plantaciones tendrán una mayor edad promedio que en la situación al
año 2005, y por lo tanto las existencias promedio de volumen y biomasa son
mayores; y (2) a la mayor participación de plantaciones de eucaliptos, las que
concentran mayor contenido de carbono por hectárea.
(Gilabert et al (2007) s.f.)
En este estudio se han encontrado interesantes resultados tanto de porcentaje de
distribución de la biomasa como del contenido de carbono en el ecosistema forestal,
donde destacan para el tipo forestal siempre verde los valores de 665,97 MgC/ha
para el bosque de San Juan y para el bosque de Llancacura incluyendo el suelo de
606,80 MgC/ha. Sin embargo el promedio ponderado del contenido de carbono de
cada especie en relación a la biomasa resultó en todos los casos inferior al 50 %
señalado como valor por defecto por el IPCC (1996) e inferior a valores reportados
por otros autores.
Dadas esas diferencias se percibe interesante poder comparar otros métodos para
la determinación del carbono contenido en la biomasa diferentes al método
colorimétrico utilizado en este estudio, con el objetivo de poder estandarizar los
procedimientos entre los distintos estudios y hacer comparables los resultados
entre ellos.
El muestreo destructivo a pesar del alto costo que significa es necesario e
imprescindible para la determinación de funciones de biomasa, las que son
fundamentales para contabilizar el carbono acumulado en los bosques.
Luego de una alta inversión inicial, para el muestreo destructivo, los costos
disminuyen ya que las funciones antes determinadas se aplican a las tablas de
rodal generadas de inventarios muy similares a los tradicionales, ya que solo
incluyen subparcelas de necromasa, hojarasca y sotobosque y muestras de suelo.
La metodología empleada ha demostrado su utilidad en el desarrollo de esta
investigación, sin embargo existen situaciones que requieren mayor estudio y son
aquellas que se refieren a la determinación de los coeficientes de reducción por
pudrición y condición sanitaria de los árboles.
Se advierte, además, que es necesario definir de manera precisa el volumen
comercial inventariable, la forma de medir las raíces finas y los cambios de carbono
en el suelo.

Los resultados de este estudio reflejan la posibilidad para desarrollar diferentes


proyectos de carbono en el país, entre los que destacan la forestación con
pequeños propietarios o en terrenos marginales con especies nativas o exóticas,
aprovechando la oportunidad de los subsidios existentes para la actividad. Muchas
interrogantes quedan planteadas, las cuales hacen recomendable posteriores
discusiones para armonizar la metodología de medición, la contabilidad y los
6|P á g i n a
protocolos para la preparación y gestión de proyectos de carbono en la Región.
(Jorge Gayoso 2000)

La biomasa por encima del suelo en las plantaciones de E. camaldulensis para las
edades de 4, 6, 8 y 15 años, fue de 27.66, 87.37, 76.12 y 159.77 t/ha,
respectivamente.
El modelo de mejor ajuste de predicción de biomasa fen función del diámetro a
altura de pecho (DAP) fue: Biomasa = 0.0334 (DAP) 2.876, con R2 de 0.95.
El potencial de fijación de carbono de las plantaciones de Eucalipto para las edades
de 4, 6, 8 y 15 años, se estimó en 13.83, 43.69, 38.06 y 79.89 tC/ha,
respectivamente.
La prestación del servicio ambiental de fijación de carbono de las plantaciones de
Eucalipto para las edades de 4, 6, 8 y 15 años, se estimó en $83, $262, $228 y
$479 por tC/ha, respectivamente. (Ing. Agr. Montepeque, M. & D.Sc. Vanegas-
Chacón, E.A. s.f.)

2.2. Base teórica:

2.2.1. El carbono

 Ciclo de Carbono:

El ciclo del Carbono comienza con la fijación del anhídrido carbónico (CO2)
atmosférico a través de los procesos de la fotosíntesis realizados por las
plantas y ciertos microorganismos. En este proceso, el CO2 y el agua
reaccionan para formar carbohidratos y liberar oxígeno a la atmósfera.
Parte del carbohidrato se consume directamente para suministrar energía
a la planta y el CO2 así formado, se libera a través de sus hojas o de sus
raíces. Otra parte es consumida por los animales que también respiran y
liberan CO2. Las plantas y los animales mueren y son finalmente
descompuestos por microorganismos del suelo lo que da como resultados
que el Carbono de sus tejidos se oxide en CO2 y regrese a la atmósfera.
(ORDOÑEZ, José. Captura de Carbono en un bosque templado).

 El Carbono en ecosistemas forestales.

El CO2 atmosférico es incorporado a los procesos metabólicos de las


plantas mediante la fotosíntesis. Este CO2 participa en la composición de
todas las estructuras necesarias para que el árbol pueda desarrollarse
(follaje, ramas, raíces y tronco). Según Snowdon los agro ecosistemas
acumulan Carbono en cuatro grandes componentes: biomasa aérea (o
biomasa sobre el suelo), hojarasca, sistema radical y Carbono orgánico del
suelo. La influencia de la vegetación herbácea en el almacenamiento y
fijación de Carbono es muy baja, por lo que puede omitirse dentro de un
estudio de Carbono. Durante el tiempo en que el CO2 se encuentra
constituyendo alguna estructura del árbol y hasta que es enviado
nuevamente al suelo o a la atmósfera, se considera almacenado. En el
momento de su liberación (ya sea por la descomposición de la materia
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orgánica y/o por la quema de la biomasa) el CO2 fluye para regresar al
ciclo del Carbono. Entre los métodos empleados para determinar la cantidad
de CO2 presente en la biomasa total, se encuentra el método del factor de
conversión. Este consiste en multiplicar los datos de biomasa por un factor
de conversión o fracción de Carbono que involucra la relación entre el peso
de la molécula de CO2 y el peso del átomo de Carbono (C). Este factor
generalmente, asume un valor de 0.5g de C con respecto a un gramo de
biomasa. (BROWN, Sandra y LUGO, A.E. Aboveground biomass estimates
for tropical moist forest of the Brazilian Amazon. Op. cit., p.16).

 Carbono almacenado (Ca).

Hace referencia a la cantidad de Carbono que se encuentra en un


ecosistema vegetal, en un determinado momento. Tiene en cuenta criterios
como tipo de bosque o vegetación, densidad de la madera, factores de
ajuste que se basan en datos de biomasa calculada a partir de volúmenes
por hectárea de inventarios forestales. Generalmente, este tipo de Carbono
se paga por conservación de bosques y no puede ser liberado a la atmósfera
si se accede a un pago por servicios ambientales. El Carbono almacenado
se expresa en tnC ha-1. (SEGURA Milena. Almacenamiento y fijación de
Carbono en Quercus costarricenses en un bosque de altura en la cordillera
de Talamanca, Costa Rica. Turrialba, 1997. 34 p. Trabajo de grado (Lic.
Ingeniero Forestal). Universidad de Heredia)

 Carbono fijado (Cf).

Se refiere al flujo de Carbono dentro de una unidad de área cubierta con


vegetación en un lapso de tiempo dado. Su cuantificación permite predecir
el comportamiento del C en cualquier momento durante el crecimiento de la
población. Este tipo de Carbono depende de las características de la
especie, la tasa de crecimiento y la longevidad, así como también de las
condiciones del sitio, como localización, clima y rotación. Se expresa en tnC
ha-1 año-1. (SEGURA, Op. Cit. p.28. ).

2.2.2. Reservas de Carbono:

Reserva de carbono (Carbon Pool). Como su nombre lo indica, es una


reserva. Es un sistema con capacidad de acumular o emitir carbono. Las
reservas de carbono son medidas en términos de masa (por ejemplo:
toneladas métricas de carbono). Estas son las siete reservas de carbono
más importantes asociadas con los proyectos de agricultura, silvicultura y
utilización del terreno: biomasa no-arbórea sobre la superficie; biomasa
arbórea sobre la superficie; biomasa por debajo de la superficie; el tejido
vegetal en proceso de descomposición; carbono en los suelos; productos de
madera; madera. (http://es.mongabay.com/rainforests/carbono-
lexico/Reserva-de-carbono.html).

La foresta de los trópicos húmedos contiene las concentraciones más


grandes de biomasa y diversidad en l tierra y su destrucción tiene
8|P á g i n a
consecuencias medio ambientales directas en todo el mundo. Esta foresta
es actualmente la más extensa en la cuenca amazónica de Sudamérica.
Cuando estos bosques son destruidos con las quemas y convertidas para
otros usos gran parte del carbón que está almacenado en la vegetación es
perdido hacia la atmosfera principalmente como CO2. Este proceso de
pérdidas de carbono es la mayor causa de la acumulación de CO2 en la
atmosfera seguido después de los causados por la combustión de los
carburantes fósiles. Además la foresta tropical es un importante recurso para
la población creciente de los trópicos húmedos bajos. (Alegre, et. Al. 2002).

2.2.3. El carbono en los ecosistemas forestales:

El almacenamiento de carbono y su liberación por los ecosistemas forestales,


ya sea a causa de la forestación, la reforestación o la deforestación, están
considerados en el Artículo 3.3 del protocolo de Kioto. Sin embargo, el
artículo 3.4 también se considera cuando se trata del manejo de bosques en
zonas tropicales en razón de las importantes interacciones con la captura de
carbono en los suelos.

Los bosques cubren el 29 por ciento de las tierras y contienen el 60 por ciento
del carbono de la vegetación terrestre. El carbono almacenado en los suelos
forestales representa el 36 por ciento del total del carbono del suelo a un
metro de profundidad (1500 Pg). Recientemente fue llevado a cabo un
balance completo de los bosques de Francia por Dupouey et. al 1999. Este
estudio comprendió 540 parcelas de la red europea de supervisión forestal.

La media total de carbono del ecosistema fue de 137 t C/ha; de este total, el
suelo representa el 51 por ciento, los restos vegetales superficiales 6 por
ciento y las raíces 6 por ciento. Estos datos son muy cercanos a los
proporcionados en el último informe del IPCC para los bosques en
Tennessee. También se proporcionan datos para los bosques tropicales
cerca de Manaos. El total de carbono en el sistema es mayor y así como el
depósito de suelo orgánico. Los ecosistemas forestales contienen más
carbono por unidad de superficie que cualquier otro tipo de uso de la tierra y
sus suelos, que contienen cerca del 40 por ciento del total de carbono, son
de importancia primaria cuando se considera el manejo de los bosques (FAO,
2000).

2.2.4. Ciclo global de Carbono:

El carbono (c) es un elemento fundamental de los compuestos orgánicos, en


los que se combina con nitrógeno, fósforo, azufre, oxígeno e hidrógeno para
constituir las moléculas más importantes para la vida. Como sucede con
todos los elementos, la disponibilidad de C no es infinita en el planeta y, por
tanto, el C circula entre la materia orgánica y el ambiente físico-químico de
manera constante. El movimiento del C ocurre a diferentes escalas espacio-
temporales, que van desde el nivel molecular, pasando por el organísmico
hasta el global. El C, en su unión molecular con el oxígeno, constituye el
bióxido de carbono (CO2), gas resultante de procesos tanto geoquímicos
como biológicos, y cuya presencia en la atmósfera es fundamental en la
regulación de la temperatura del planeta debido a sus propiedades como gas
9|P á g i n a
de invernadero. El bióxido de carbono ha sido un componente importante
de nuestra atmósfera desde hace miles de millones de años, cuando la gran
actividad volcánica del planeta lo lanzaba a la atmósfera. La atmósfera
primitiva era más rica en bióxido de carbono- aproximadamente una
concentración de 3% contra 0.036% en la actualidad- y evitaba la salida de
la radiación, produciendo, junto con el vapor de agua, un calentamiento
global en el planeta (Lovelock, 1988). La importancia del CO2 y el vapor de
agua en la atmósfera para la regulación de la temperatura del planeta es tal
que sin su presencia la temperatura promedio actual del planeta sería
aproximadamente 33oC más fría y, por lo tanto, el planeta estaría congelado
(Schlesinger 1997).

2.2.5. Efecto Invernadero y Cambio Climático:

El efecto invernadero se origina porque la energía que llega del sol, al


proceder de un cuerpo de muy elevada temperatura, está formada por ondas
de frecuencias altas que traspasan la atmósfera con gran facilidad.
La energía remitida hacia el exterior, desde la Tierra, al proceder de un
cuerpo mucho más frío, está en forma de ondas de frecuencias más bajas,
y es absorbida por los gases con efecto invernadero. Esta retención de la
energía hace que la temperatura sea más alta, aunque hay que entender
bien que, al final, en condiciones normales, es igual la cantidad de energía
que llega a la Tierra que la que esta emite. Si no fuera así, la temperatura de
nuestro planeta habría ido aumentando continuamente, cosa que, por
fortuna, no ha sucedido.

Podríamos decir, de una forma muy simplificada, que el efecto invernadero


lo que hace es provocar que le energía que llega a la Tierra sea "devuelta"
más lentamente, por lo que es "mantenida" más tiempo junto a la superficie
y así se mantiene la elevación de temperatura.

Para más información sobre este tema, con datos y gráficos ver la página
subordinada: "Balance de energía en la Tierra y efecto invernadero"
(http://www.tecnun.es/asignaturas/Ecologia/Hipertexto/10CAtm1/350CaCli.
htm).

El efecto invernadero es un fenómeno natural, convertido por el hombre en


una amenaza a su propia seguridad. Los principales gases producto de la
actividad humana que contribuyen al efecto invernadero son: el bióxido de
carbono o gas carbónico (
CO2), el metano (CH4), los óxidos nitrosos (N20), los clorofluoro-carbonos
(CFCs) y el ozono troposférico (O3). Se derivan principalmente del consumo
de energía, de la actividad industrial y de la expansión de la agricultura.

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA)


desde el comienzo de la revolución industrial la concentración de CO 2 en la
atmósfera ha aumentado en un 30%, la de metano se ha duplicado y la de
óxidos nitrosos ha aumentado en un 15%.

Las emisiones de gas carbónico representan el 50% del efecto invernadero


derivado de la actividad humana. El gas carbónico (CO 2) proviene
10 | P á g i n a
principalmente del consumo de energía fósil: petróleo, gas natural y carbón
mineral, y de la destrucción de los bosques, particularmente en el trópico. La
inyección de CO2 a la atmósfera en 1.990 se estima en 30.000 millones de
toneladas métricas anuales, de las que tres cuartas partes se debían al
consumo de energía fósil. Esto representa un aporte de más de 8.000
millones de toneladas de carbono a la atmósfera anualmente.

Según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos,


estabilizar la concentración de CO2 a los niveles de 1.990 requeriría que su
producción se reduzca en un 60% a muy corto plazo. Reducciones similares
se requieren en las emisiones de óxidos nitrosos y de CFCs, y de un 20% en
las emisiones de metano.

La comunidad internacional no parece estar capacitada para ajustarse a


propuestas de tal naturaleza, debido principalmente a la profunda
dependencia de la economía mundial del consumo de combustibles fósiles
y al impacto que se registraría sobre la actividad industrial.

Dos tercios del impacto acumulado hasta la fecha se ha originado en países


industrializados. Mientras que los países en desarrollo, incluyendo a China,
con cerca del 80% de la población mundial, habían contribuido con un tercio
del efecto invernadero acumulado hasta 1.990, incluyendo la deforestación
registrada en el trópico.

La contribución relativa de los países en desarrollo se encuentra en ascenso.


El progreso social y económico de los países en desarrollo depende en la
actualidad de un mayor consumo de energía y de aumentos significativos en
la actividad industrial, aparte de modificaciones en sus estructuras políticas.
En 1.990, el consumo de energía primaria de los países en desarrollo
representaba una cuarta parte del consumo global. Para el año 2.005-2.007
se espera que dupliquen su consumo de energía con respecto al 1.990, con
un incremento de 80% sólo en sus emisiones de CO2 a la atmósfera.

Para entonces, el consumo global de energía primaria probablemente


supere los 12.500 millones de toneladas equivalentes de petróleo al año. Los
países en desarrollo representarán aproximadamente un tercio del consumo
total, mientras que el resto de la población mundial (13%), localizada en los
países más ricos, continuará consumiendo el 65% del consumo global.

Los cambios climáticos que se derivan del asentamiento del efecto


invernadero se encuentran relacionados con:

 Los excesos de niveles de consumo y de producción de desperdicios de


las sociedades industrializadas.

 El crecimiento de la población y el acentuamiento de la pobreza en los


países en desarrollo.
 La priorización del desarrollo económico, excluyendo de sus indicadores
la mayor parte de los costos sociales y ambientales que se generan.

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 La estructura de las relaciones económicas internacionales,
profundamente injustas para la mayor parte de la humanidad.

Es en el enfrentamiento colectivo de estos problemas donde podremos


identificar soluciones efectivas al dilema del efecto invernadero. Las
posibilidades de alcanzar metas que permitan minimizar los efectos del
cambio climático implícito en el proceso actual de desarrollo, depende de un
esfuerzo concertado entre todos los países de la Tierra. La distribución de
las cargas deberá basarse en principios de justicia y equidad, tomando en
consideración la responsabilidad acumulada hasta la fecha, la capacidad de
cada país a contribuir al alcance de las metas que se tracen, y el derecho de
todos los pueblos del mundo al disfrute de una vida digna.

Los cambios climáticos que se han venido registrando en la atmósfera están


relacionados con la creciente concentración de algunos gases derivados de
la actividad humana. Aunque existen imprecisiones sobre su magnitud e
impacto, se ha generado un consenso internacional sobre su tendencia a
desestabilizar el equilibrio ecológico del planeta y a afectar el desarrollo
económico y social de todos los países del mundo.

El efecto invernadero es, en realidad, un fenómeno natural, causado por la


presencia de gases en la atmósfera, principalmente vapor de agua y gas
carbónico. Estos gases retienen parte de la energía calórica que se recibe
del sol, manteniendo la temperatura dentro de límites que han permitido el
desarrollo de la vida como la conocemos. Sin la concentración natural de
estos gases en la atmósfera, la temperatura promedio en la superficie de la
Tierra sería similar a la de la Luna, unos 18º C. bajo
cero. (http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0151cap7.html).

2.2.6. Métodos para la generación de valores de fijación de carbono:

Muchos esfuerzos de investigación se han centrado alrededor de los dilemas


del cambio climático y el papel de los sistemas de uso de la tierra en la
temática. La generación de valores de fijación de carbono en sistemas de
uso de la tierra se ha hecho tanto en el nivel más técnico relativo al desarrollo
de proyectos que reportan diferentes maneras de enfrentar la obtención de
números para el potencial de fijación de carbono. Algunas experiencias
exitosas en el desarrollo de proyectos de mitigación han abordado el tema
de los valores de fijación tomando valores de literatura y haciendo una serie
de suposiciones que les permite calcular el potencial de fijación. Estos
esfuerzos se podría decir estiman los valores de carbono, obteniendo valores
razonables pero que necesitan verificación de campo. Otras experiencias
han optado por recurrir a mediaciones físicas para obtener los valores de
fijación de carbono usando métodos de inventarios forestales. Tanto estimar
como medir el potencial de fijación es un proceso valido y a la fecha, ambos
han producido resultados exitosos en el sentido de que proyectos
preparados con ambos métodos han sido considerados para recibir
financiamiento. Personas interesadas en conocer la metodología a través de
inventarios forestales.

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2.2.7. El mercado del carbono:

El Mercado del Carbono es un sistema de comercio a través del cual los


gobiernos, empresas o individuos pueden vender o adquirir reducciones de
gases efecto invernadero. Se creó a partir de la necesidad de cumplir con el
Protocolo de Kyoto.

Existen dos criterios dentro de este mercado:

- El primero indica que no interesa en que parte del mundo se reduzcan las
emisiones de Gases Efecto Invernadero, el efecto global es el mismo. Esto
permite las transacciones entre países distantes entre sí.

- El segundo criterio sostiene que, ambientalmente lo importante no es el


tiempo en que se reducen sino que realmente se reduzcan; indicando así
que el resultado de reducir emisiones hoy o en unos años más es el mismo.

El Mercado tiene dos tipos de transacciones que son:

Transacciones basadas en Proyectos: Se transan reducciones cuantificables


de un proyecto. Dentro de este tipo de transacciones funciona la
Implementación Conjunta (IC) y el MDL Comercio de Derechos de Emisión:
Se transan derechos de emisión creados y asignados. Los cuales
determinan un límite de emisiones para una determinada empresa o entidad
(representan cantidades de emisión que se pueden liberar sin incurrir en una
falta legal). El emisor genera menos emisiones de lo permitido, dejando un
margen de permisos de emisión (o derechos de emisión) que pueden ser
vendidos a entidades, que por razones diversas, no consiguieron emitir
menos del límite establecido. Estos derechos pueden ser por ejemplo, los
determinados por el Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (EU ETS),
creado para cumplir las obligaciones de reducción de emisiones europeas
ante Protocolo de Kioto. (http://www.sinia.cl/1292/w3-article-48293.html)

2.3. Definición de términos básicos:

2.3.1. Biomasa: Materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo


o provocado, utilizable como fuente de energía.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Biomasa).

2.3.2. Bosque: Es un ecosistema donde la vegetación predominante la constituyen


los árboles. Estas comunidades de plantas cubren grandes áreas del globo
terráqueo y funcionan como hábitats para los animales, moduladores de
flujos hidrológicos y conservadores del suelo, constituyendo uno de los
aspectos más importantes de la biosfera de la Tierra
(http://es.wikipedia.org/wiki/Biomasa).

2.3.3. Bosques naturales: Áreas forestales en las que están presentes las
características principales y los elementos claves de los ecosistemas
naturales, tales como la complejidad, estructura y diversidad(FSC, 1996)

13 | P á g i n a
2.3.4. Carbono potencial: Se refiere al carbono máximo o carbono real que
pudiera contener un determinado tipo de vegetación, asumiendo una
cobertura total y original (Alpízar, 1996)
2.3.5. Carbono real: Se refiere al carbono almacenado considerando las
condiciones actuales de cobertura en cuanto al área y el estado sucesional:
bosque primario, bosque secundario, potrero (Alpízar, 1996)
2.3.6. Carbono fijado: Se refiere al flujo de carbono de la atmosfera a la tierra
producto de la recuperación de zonas (regeneración) previamente
deforestadas, desde pastizales, bosques secundarios hasta llegar a bosque
clímax. El cálculo por lo tanto está definido por el crecimiento de la biomasa
convertida a carbono (Alpízar, 1996).

2.3.7. Cubierta forestal: Conjunto de árboles y otras plantas que ocupan el suelo
de un bosque, incluida la vegetación herbácea (Society of American
Foresters 1971, 1983)

2.3.8. Deforestación: Es un proceso provocado generalmente por la acción


humana, en el que se destruye la superficie forestal. Está directamente
causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido
a las talas o quemas realizadas por la industria maderera, así como por la
obtención de suelo para la agricultura, minería y ganadería
(http://es.wikipedia.org/wiki/Deforestaci%C3%B3n)

2.3.9. Efecto invernadero: Es un sistema de interacción entre una comunidad


biológica con sus alrededores ambientales no vivientes y el efecto
invernadero es el fenómeno por el cual determinados gases, que son
componentes de la atmósfera terrestre, retienen parte de la energía que la
superficie planetaria emite por haber sido calentada por la radiación solar.
Sucede en todos los cuerpos planetarios rocosos dotados de atmósfera. (
www.fondef.cl).

2.3.10. Emisiones: Son todos los fluidos gaseosos, puros o con sustancias en
suspensión; así como toda forma de energía radioactiva, electromagnética
o sonora, que emanen como residuos o productos de la actividad humana
o natural(por ejemplo: las plantas emitan CO2)
(http://usi.earth.ac.cr/glas/sp/50000071.pdf)

2.3.11. Emisiones antropogénica: Emisiones de gases de efecto invernadero,


precursores de gases de efecto invernadero y aerosoles, asociados con
actividades humanas. Esto incluye la quema de combustibles fósiles para
obtener energía, la deforestación y el uso de suelo
(http://cambioclimatico.inecc.gob.mx/glosario.html).

2.3.12. Energías renovables: Fuentes de energía sustentables (dentro del corto


tiempo que toma a la Tierra realizar sus ciclos) e incluye tecnologías no
basadas en carbono como la energía solar, la energía hidroeléctrica y la
energía eólica, así como tecnologías de carbono neutrales como la
biomasa (http://cambioclimatico.inecc.gob.mx/glosario.html).

14 | P á g i n a
2.3.13. Fuente: Cualquier proceso, actividad o mecanismo el cual produzca un gas
de invernadero o un aerosol hacia la atmósfera
(http://cambioclimatico.inecc.gob.mx/glosario.html).

2.3.14. Gases de efecto invernadero: Se denominan gases de efecto invernadero


(GEI) o gases de invernadero a los gases cuya presencia en la atmósfera
contribuyen al efecto invernadero. Los más importantes están presentes en
la atmósfera de manera natural, aunque su concentración puede verse
modificada por la actividad humana, pero también entran en este concepto
algunos gases artificiales, producto de la industria. Esos gases contribuyen
más o menos de forma neta al efecto invernadero por la estructura de sus
moléculas y, de forma sustancial, por la cantidad de moléculas del gas
presentes en la atmósfera
(http://es.wikipedia.org/wiki/Gas_de_efecto_invernadero).

2.3.15. Manejo forestal: El manejo de bosques es la rama de la ingeniería forestal


o ingeniería de montes que se ocupa de las actividades administrativas,
económicas, legales, sociales, etc. de los bosques y que sigue principios
científicos y técnicos de silvicultura, protección y regulación
(http://es.wikipedia.org/wiki/Manejo_forestal).

2.3.16. Plantación: Formación forestal establecida por siembra o plantación en el


marco de procesos de forestación o reforestación. Será, bien de especies
introducidas o de especies autóctonas intensamente gestionada que reúna
las características siguientes: formada por una o dos especies coetáneas y
espaciamiento regular. Se excluye la formación forestal que no ha sido
sometida a gestión intensiva durante un período significativo de tiempo
(http://www.pefcgalicia.org/?q=es/node/87).

2.3.17. Reforestación: Repoblar un terreno con plantas forestales. La


reforestación es una operación en el ámbito de la silvicultura destinada a
repoblar zonas que en el pasado histórico reciente
(http://es.wikipedia.org/wiki/Reforestaci%C3%B3n).

2.3.18. Reservorios de carbono: Biomasa aérea, biomasa subterránea, detritos,


madera muerta, carbono orgánico en el suelo y productos de madera
(http://www.conafor).

15 | P á g i n a
IV. MATERIALES Y METODOS

4.1. Lugar de Ejecución:

4.1.1. Ubicación y características generales del área.- El área de trabajo


comprende 0.02 hectáreas de bosque de la especie Eucalyptus globulus
Labill, existentes en el distrito de Recuay, Provincia de Recuay del
departamento de Áncash, ubicado en la Cordillera Negra a una altitud
promedio de 3427 m.s.n.m. (3428 m.s.n.m. en la parte más alta y 3425
m.s.n.m. en la parte más baja) con una accesibilidad excelente a través de
la carretera asfaltada Huaraz – Ticapampa.

Geográficamente el polígono está conformado por las siguientes


coordenadas:

ID LATITUD LONGITUD

1 9°42'52.28"S 77°27'40.29"O
2 9°42'52.58"S 77°27'41.41"O
3 9°42'53.16"S 77°27'41.53"O
4 9°42'53.72"S 77°27'40.96"O
5 9°42'54.13"S 77°27'41.43"O
6 9°42'54.63"S 77°27'41.19"O
7 9°42'54.98"S 77°27'41.70"O
8 9°42'56.21"S 77°27'41.37"O
9 9°42'56.02"S 77°27'39.90"O
10 9°42'55.05"S 77°27'40.06"O
11 9°42'53.62"S 77°27'40.18"O

16 | P á g i n a
Fig. 01: Ubicación del Área Forestal.

4.1.2. Clima y ecología.- Según Holdridge, (1976) y ONERN, (1976), el área de


estudio por estar ubicado en la región latitudinal del país y a 3427 m.s.n.m.
en promedio, pertenece a la Zona de Vida Bosque Húmedo Montano
Tropical (bh-MT) con una biotemperatura media anual máxima de 13.1 °C
y la media anual mínima, de 7.3°C. El promedio máximo de precipitación
total por año es de 1,154mm y en promedio mínimo 498mm.

Según el diagrama bioclimático de Holdridge, esta zona de vida tiene un


promedio de evapotranspiración potencial total variable entre la mitad (0.5)
y una cantidad igual (1) al volumen de la precipitación promedio total por
año, lo que ubica a esta zona de vida en la provincia de humedad:
HUMEDO.

Sin embargo, en el área de estudio se observa un clima templado seco en


el día y frío en las noches, con una temperatura media anual de 11 °C. Por
lo general el clima es favorable para la producción de pastos naturales y el
cultivo, beneficiando así de esta manera a la agricultura y ganadería. (Sitio
web oficial de la municipalidad provincial de Recuay).

17 | P á g i n a
Fig. 02: Zona de Vida de Recuay

4.1.3. Vegetación.- En el reino vegetal hay producción de papas, ollucos, trigo,


cebada, habas, arvejas, quinua y maíz en las partes bajas, y luego pasto
natural, así como alfalfa y es propicio para el cultivo de árboles de Eucalipto,
Ciprés, Maguey, Sauco, flores de diferentes variedades y hortalizas.
En las partes altas hay bosques de Quenual silvestre, el Quishuar,
Huarwuash, Quenchac, Packllash. En las partes bajas se aprecia la
presencia del Gigantón (san pedro) y la Pitajaya, cuyas flores llenan de
aroma a los campos en abril y mayo. Entre las plantas de frutos comestibles
se tiene asimismo algunas variedades como: el Shuptac y el Rancay, el
Shuro de plantas espinosas. Igualmente se debe notar la existencia de
plantas alimenticias como Berros, la Menta o Muña, Nabo silvestre y otros,
inclusive algunas plantas que sirven de condimento para la preparación de
alimentos como el Atocash, la Muña, la Hierba buena, el Anís silvestre,
entre otras. También apreciamos la presencia de la planta de la Cantuta,
flor simbólica del Perú cuyas flores presentan diversos colores.
Entre las plantas medicinales de la región cabe la existencia del Anguarate
para dolores estomacales, Matico para la cura de heridas, la Congona
silvestre como cicatrizante para las heridas internas, el ruqui (san pablo)
cuyo jugo extraído del cogollo es cicatrizante y comprime la heridas, las
hojas del Huarwuash, Manzano, Aliso para los dolores de la cabeza, las
hojas de la Shequia, Hierbas de culebra para dislocaduras, asimismo el
Tecuar, Manzanilla y, Culen, escoba del campo (Ocapitzana), Menta hinojo,
Arrayán, Orégano, Cedrón para cólicos y desarreglos estomacales; para
combatir la gripe se utiliza también la Escorzonera, Huamanrripa, Ancosh,
Llumlla, hojas de Nogal, Eucalipto y Shuptac. (Alvarado, 2007)

18 | P á g i n a
4.1.4. Caracterización del suelo.- El relieve muestra una pendiente irregular
hacia el este de la ciudad de Recuay, variando entre los 10° a 40° de
inclinación.

Este flanco, igualmente, se encuentra disectado por quebradas que en su


origen fueron muy importantes (por que en el pasado geológico también
tuvo actividad glaciar) y que ahora no son más que relieves muy
modelados, sin indicios de erosión, toda vez que la cobertura de material
suelto es poco significativa, permitiendo el afloramiento de la roca base en
muchos lugares. Estas quebradas sirven de colectores de las aguas que
periódicamente caen en las estaciones de lluvia, con entregas hacia el
cauce del rio Santa.

Dentro del área estudiada, las rocas que constituyen el basamento, son:

 Rocas Volcánicas: Representadas, básicamente, por los “Volcánicos


Calipuy”, cuyo emplazamiento es prominente, particularmente a lo largo
de la Cordillera Negra, con prolongaciones importantes hacia la
Cordillera Blanca. Están constituidas por una secuencia de piroclastos,
derrames, brechas y tufos, de espesor variable.

En cuanto al material de cobertura tenemos:

 Depósitos Coluviales: son materiales restringidos a las acumulaciones


de detritos producidos por redeposición de productos de meteorización,
ubicados en laderas. La litología y granulometría es variada, de pobre
compactación y, en consecuencia, muy permeables.

19 | P á g i n a
Fig. 03: Caracterización Físico Geográfica de Recuay.

4.2. Metodología: Para la determinación de la reservas totales de carbono se hizo uso


del manual “Determinación de las Reservas Totales de Carbono en los Diferentes
Sistemas de Uso de la Tierra en Perú” de Luis A. Arévalo, Julio C. Alegre y Cheryl
Palm. Teniendo en cuenta los siguientes pasos para cada tipo de biomasa:

4.2.1. Biomasa Arbórea Viva: Es toda la biomasa (tronco, ramas, hojas) de los
árboles con diámetros mayores de 2.5 cm. Se siguieron los pasos
siguientes:

20 | P á g i n a
 Para estimar el Carbono secuestrado en la biomasa arbórea viva, se
trazaron 2 parcelas de 4 m x 25 m (Figura 4) donde se realiza el
inventario forestal, midiendo el diámetro a la altura del pecho (DAP) de
todos los árboles con 2.5 hasta 30 cm de DAP (Figura 5).

 Para árboles, que ramifican se midió cada rebrote a la altura del pecho
(DAP) luego se estimó su biomasa después de calcular el diámetro
general del árbol, utilizando la formula raíz cuadrada de la suma de los
diámetros de las ramas individuales (Figura 6)

4.2.2. Biomasa arbustiva y herbácea: Esta biomasa arbustiva (BAb) y herbácea


(BHb) está compuesta por la biomasa sobre el suelo (epigea) de arbustos
menores de 2,5 cm de diámetro; gramíneas y otras hierbas. Se siguieron
los pasos siguientes:

 La biomasa se estimó por muestreo directo en dos cuadrantes de 1m x


1m, distribuidas al azar dentro de las parcelas de 4m x 25 m (Figura 7).

 Se corta toda la vegetación a nivel del suelo y se registra el peso fresco


total por metro cuadrado (Figura 8);

 Se colecto una sub-muestra y se registra el peso fresco (Figura 9) y luego


se coloca en una bolsa de papel correctamente identificada y se seca
en estufas de aire caliente a 75 °C hasta obtener peso seco constante
(Figura 9).

 El peso seco de esta biomasa se eleva a t/ha y éste valor se multiplica


por el factor de 0.45, obteniéndose la cantidad de Carbono en esta
biomasa. (En el anexo se presenta la hoja de trabajo, que se usa para
registrar la información y los cálculos respectivos).

4.2.3. Biomasa de la hojarasca (Bh): Se siguieron los pasos siguientes:

 Se cuantifico en base a la capa de mantillo u hojarasca y otros materiales


muertos (ramillas, ramas) en cuadrantes de 0,5m x 0,5m colocados
dentro de cada uno de los cuadrantes de 1m x1m (Figura 10).

 Se colecto toda la hojarasca, registrándose el peso fresco total por 0.25


m2(Figura 11); de esta se sacó una muestra y se registró su peso; se
colocó en bolsas de papel debidamente codificados y se secó en estufas
a 75 °C hasta obtener peso seco constante.(Figura 12)

 Este peso seco se lleva a t/ha y multiplica por el factor de 0.45, para
obtener la cantidad de C/ha en la hojarasca (Anexo).

4.2.4. Biomasa de árboles muertos en pie: La biomasa de los árboles muertos


en pie, se estimó en las parcelas de 4m x 25m de acuerdo con el DAP de
los árboles, de forma similar que para la estimación de la biomasa arbórea
viva.

21 | P á g i n a
V. RESULTADOS

5.1. Estimación de la cantidad de carbono almacenado en la zona evaluada:

En los transectos evaluados no se encontraron árboles caídos muertos. Solo en


el transecto A se encontraron árboles muertos en pie.

5.1.1. Biomasa de árboles vivos y carbono orgánico almacenado en t/ha:

CO- BAV (t/ha) = BAV (t/ha) x (0,45)

BAV (t/ha): Biomasa de árboles vivos


F: Factor de conversión (0,45)
CO- BAV (t/ha): Carbono orgánico en la biomasa arbórea viva.

TRANSECTO BAV (t/ha) F de C CO- BAV (t/ha)


A 469,088 0,45 211,090
B 73,415 0,45 33,037

PROMEDIO 271,251 0,45 122,063

GRAFICA TRANSECTO A vs
TRANSECTO B (t/ha)
250.000
211.090
200.000

150.000

CO- BAV (t/ha)


100.000

50.000
33.037

0.000
A B

22 | P á g i n a
5.1.2. Biomasa de la vegetación arbustiva/herbácea y carbono orgánico
almacenado en t/ha:

CO- BAH (t/ha) = BAH (t/ha) x (0,45)

BAH (t/ha): Biomasa arbustiva y herbácea


F: Factor de conversión (0,45)
CO- BAH (t/ha): Carbono orgánico en la biomasa arbustiva y herbácea

TRANSECTO BAH (t/ha) F de C CO- BAH (t/ha)


A 0,898 0,45 0,404
B 1,99225 0,45 0,897

PROMEDIO 1,445 0,45 0,650

GRAFICA
TRANSECTO A vs TRANSECTO B (t/ha)
1.000
0.897
0.900
0.800
0.700
0.600
0.500 0.404 CO- BAH (t/ha)
0.400
0.300
0.200
0.100
0.000
A B

5.1.3. Biomasa de la hojarasca y carbono orgánico almacenado en t/ha:

CO- Bh (t/ha) = Bh (t/ha) x (0,45)

Bh (t/ha): Biomasa de la hojarasca


F: Factor de conversión (0,45)
CO- Bh (t/ha): Carbono orgánico en la biomasa de hojarasca

23 | P á g i n a
CO- Bh
TRANSECTO Bh (t/ha) F de C
(t/ha)
A 20,803 0,45 9,361
B 8,123 0,45 3,655

PROMEDIO 14,463 0,45 6,508

GRAFICA TRANSECTO A vs
TRANSECTO B (t/ha)
10.000
9.361
9.000
8.000
7.000
6.000
5.000
CO- Bh (t/ha)
4.000 3.655

3.000
2.000
1.000
0.000
A B

5.1.4. Biomasa de árboles Muertos en pie y carbono orgánico almacenado


en t/ha:

CO- BTAMP (t/ha) = Bh (t/ha) x (0,45)

Bh (t/ha): Biomasa de árboles muertos en pie


F: Factor de conversión (0,45)
CO- BTAMP (t/ha): Carbono orgánico en la biomasa de árboles muertos en
pie

TRANSECTO Bh (t/ha) F de C CO- BTAMP (t/ha)

A 0,602 0,45 0,271


B 0 0 0

PROMEDIO 0,301 0,225 0,136

24 | P á g i n a
GRAFICA TRANSECTO A VS
TRANSECTO B (t/ha)
0.300
0.271
0.250

0.200

0.150 CO- BTAMP


(t/ha)
0.100

0.050
0
0.000
A B

5.2. Cálculo del carbono total almacenado en la zona evaluada:

FUENTE MEDIDA CARBONO TOTAL AMACENADO t/ha

Biomasa arbórea viva 122,063


Biomasa arbórea muertos en pie 0,136
Biomasa arbustiva/herbácea 0,650

Biomasa de hojarasca 6,508

TOTAL 129,357

El carbono total almacenado en la zona evaluada constando de biomasa arbórea


viva, biomasa arbórea muertos en pie, biomasa arbustiva/herbácea y biomasa de
hojarasca es 129,357 t/ha

25 | P á g i n a
VI. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

A nivel de la vegetación, el mayor volumen de carbono orgánico almacenado está


concentrado en la biomasa de los arboles vivos (122,063 tC/ha) frente a la biomasa de
árboles muertos en pie, biomasa arbustiva/herbácea y biomasa de hojarasca.

Las reservas de carbono orgánico almacenado en la biomasa arbórea viva (122,063


tC/ha) del bosque estudiado difiere de otras evaluaciones efectuadas en plantaciones de
la misma especie Eucalyptus globulus Labill en otros lugares:

 71,768 tC/ha en la biomasa arbórea, dentro de los bosques de “Tuyu Ruri”-Maracará.

 El bosque urbano de la plantación forestal del Fundo “Porvenir”, hasta el año 2008,
capturo 22,775.56 toneladas de carbono atmosférico, compuesto por árboles verdes
y secos en Huancayo-Junín

 2797100 tC/ha de carbono capturado en plantaciones de Eucalipto, Chile.

 El potencial de fijación de carbono de las plantaciones de Eucalipto para las edades


de 4, 6, 8 y 15 años, se estimó en 13.83, 43.69, 38.06 y 79.89 tC/ha, respectivamente
en Guatemala.

Estas diferencias se deben entre otras razones a la edad de los árboles, manejo
silvicultural, clima, suelo (calidad de sitio), número y tipos de aprovechamiento y manejo
de rebrotes.

La cantidad de carbono orgánico de la biomasa de árboles muertos en pie solo alcanza


un peso de 0,136 (tC/ha). Esta tendencia es general en plantaciones de eucalipto,
debido a la presencia de la poca cantidad de árboles muertos en pie existentes en el
lugar estudiado.

La cantidad de carbono orgánico de la biomasa arbustiva /herbácea solo alcanza un peso


de 0,650 (tC/ha). La cual es una tendencia general en las plantaciones de Eucalyptus
globulus Labill, por la pobreza de la vegetación arbustiva y herbácea debajo de la copa
de los árboles, como resultado de la competencia entre la vegetación arbórea y los
demás componentes vegetales, así como al fenómeno de alelopatía que ejerce el
eucalipto sobre las demás especies del sistema; lo cual se agrava con los procesos de
erosión del suelo.

La cantidad de carbono orgánico almacenado en la hojarasca 6,508 (tC/ ha) del sistema
presenta por lo general una tendencia muy superior al almacenado en la biomasa
arbustiva/herbácea. Esto debido a que este material, por encontrarse en la capa
superficial del suelo en forma inerte tiene menor contenido de humedad y también por la
cantidad de árboles (62) dentro del transepto que generan biomasa de la hojarasca que
se va acumulando continuamente a través del tiempo, pese a las intervenciones
periódicas del bosque.

Para determinar si la estimación realizada en el presente trabajo de investigación se


aproxima a estimaciones derivadas de muestreo directo, se compararon los resultados

26 | P á g i n a
obtenidos en la captura de carbono en el largo plazo, con estudios previos efectuados
en otros países y el Perú.

La cantidad total de carbono orgánico en el sistema forestal de uso de la tierra del bosque
“Hatum Chacra”, que viene a ser la sumatoria del carbono orgánico almacenado en la
biomasa arbórea viva, la biomasa arbórea muertos en pie, la biomasa
arbustiva/herbácea y la biomasa de hojarasca (129,357 tC/ha) resulta ser
significativamente un dato conservador, pues los resultados de trabajos similares
efectuados en otros países arrojan cifras totalmente diferentes. Estas diferencias se
deben principalmente a la cantidad de árboles y al diámetro de los mismos , además de
entre otras razones a la altitud, la edad de los árboles, manejo silvicultural, clima,
desarrollo del suelo (calidad de sitio), número y tipos de aprovechamiento, manejo de
rebrotes e intervención de la población

Finalmente, del análisis de los resultados se puede afirmar que la gestión de los bosques
de regeneración, como es el caso del eucalipto, es fundamental, por tratarse de los
sistemas de uso de la tierra más difundidos y de mayor capacidad de secuestro y ciclaje.
Donde el secuestro en promedio fue de 129,357 tC/ha.

VII. CONCLUSIONES

7.1. En el Bosque Hatun chacra, la estimación de reservas de captura de carbono se


efectuó utilizando dos parcelas rectangulares de 4x25m.

7.2. En las 0.2475ha de plantaciones forestales establecidas con Eucalyptus globulus


labill en la zona de estudio Hatun chacra se determinó la existencia de 129.357
tC/Ha en el sistema forestal, encontrando 122.063tC/Ha de biomasa arbórea viva,
0.650 tC/Ha de biomasa arbustiva/herbácea, 6.508 tC/Ha de biomasa de la
hojarasca y 0.136 tC/Ha de biomasa arbórea muertos en pie.

7.3. Los contenidos de carbono orgánico más altos en el sistema estudiado fueron
encontrados en la biomasa arbórea viva, constando el 94% del carbono total
almacenado.

7.4. Las reservas de carbono almacenadas en los sistemas forestales dependen en


general de la especie, de la edad de la vegetación arbórea, de la estratificación del
bosque, de las características climáticas y de la calidad del suelo.

7.5. La metodología utilizada permite elaborar estimaciones exactas y detalladas,


además las variables tienen una precisión exacta.

27 | P á g i n a
VIII. RECOMENDACIONES

8.1. Recomendamos a los estudiantes desarrollar prácticas de conservación y manejo


adecuado de los bosques naturales y cultivados, ya que contribuyen con la
purificación del aire, el almacenamiento y reciclaje de nutrientes y el mantenimiento
de la diversidad biológica.

8.2. Incentivar y estimular la protección de los bosques ya que son importantes


sumideros de carbono, que contribuye a la mitigación del cambio climático.

8.3. Debemos realizar cuantificaciones periódicas de las reservas de carbono en los


bosques, que nos permitan conocer los balances de emisión y captura, para así
poder tener una idea de la capacidad de los bosques en términos de sumidero de
carbono.

8.4. Se recomienda no realizar quemas o convertir los árboles a otro uso, porque gran
parte del carbón almacenado en la vegetación es perdido hacia la atmosfera
principalmente como CO2.

IX. BIBLIOGRAFIA

9.1. Holdridge, L. y ONERN (1976). Mapa Ecológico del Perú – Guía Explicativa. Pág.
101.
9.2. Alvarado, B. (2007). Plantas Medicinales de la Cordillera Negra. Rev Acad Perú
Salud 14(2).
9.3. INDECI. (2004). Mapa de peligros, Plan de Usos del Suelo y Medidas de
Mitigación Ante Desastres - Ciudades de Recuay, Ticapampa y Catac. Perú. Pág.
87-91.

28 | P á g i n a
ANEXOS

Fig. 04: Trazo de parcelas de 4 m x 25 m.

Fig. 05: Medición el diámetro a la altura del pecho (DAP).

Fig. 06: Medición de rebrote a la altura del pecho (DAP)

29 | P á g i n a
Fig. 07: Cuadrante de 1m x 1m

Fig. 08: Corte de la vegetación a nivel del suelo y registro del peso fresco total
por metro cuadrado.

Fig. 09: Colecta una sub-muestra, registro del peso fresco y secado en estufas
de aire caliente a 75 °.

30 | P á g i n a
Fig. 10: Cuadrantes de 0,5m x 0,5m colocados dentro de cada uno de los cuadrantes
de 1m x1m

Fig. 11: Colecto de hojarasca y registro del peso fresco total por 0.25 m2.

Fig. 12: Colecta de sub-muestra, registro del peso fresco y secado en estufas
de aire caliente a 75 °

31 | P á g i n a
ANEXO A

REGISTRO Y PROCESAMIENTO DE DATOS DE CAMPO

Transecto “A” (4 x 25 metros):

Formula 01: Biomasa arbórea viva

𝐷𝐴𝑃 = √𝑑𝑎𝑝12 + 𝑑𝑎𝑝22

# DAP (cm)
Nombre DAP (cm)
Árbol N° 1 N° 2
1 Eucalyptus globulus Labill 2,5 0 2,5
2 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5
3 Eucalyptus globulus Labill 3,2 3,5 4,7
4 Eucalyptus globulus Labill 7 0 7,0
5 Eucalyptus globulus Labill 7,5 0 7,5
6 Eucalyptus globulus Labill 14 3,5 14,4
7 Eucalyptus globulus Labill 3,4 3,3 4,7
8 Eucalyptus globulus Labill 4,2 0 4,2
9 Eucalyptus globulus Labill 4,6 0 4,6
10 Eucalyptus globulus Labill 7 2,5 7,4
11 Eucalyptus globulus Labill 16,5 0 16,5
12 Eucalyptus globulus Labill 15 0 15,0
13 Eucalyptus globulus Labill 29,6 0 29,6
14 Eucalyptus globulus Labill 11,0 0 11,0
15 Eucalyptus globulus Labill 4 4,6 6,1
16 Eucalyptus globulus Labill 24 0 24,0
17 Eucalyptus globulus Labill 6,5 4,8 8,1
18 Eucalyptus globulus Labill 10 3,5 10,6
19 Eucalyptus globulus Labill 6,8 4,5 8,2
20 Eucalyptus globulus Labill 3,5 4 5,3
21 Eucalyptus globulus Labill 4 4,1 5,7
22 Eucalyptus globulus Labill 15 7,3 16,7
23 Eucalyptus globulus Labill 4,7 4,5 6,5
24 Eucalyptus globulus Labill 4 3,8 5,5
25 Eucalyptus globulus Labill 2,5 2,5 3,5
26 Eucalyptus globulus Labill 11 2,8 11,4
27 Eucalyptus globulus Labill 4 0 4,0
28 Eucalyptus globulus Labill 10,2 0 10,2
29 Eucalyptus globulus Labill 12 0 12,0
30 Eucalyptus globulus Labill 3,8 0 3,8
31 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5,0
32 Eucalyptus globulus Labill 5,1 0 5,1
33 Eucalyptus globulus Labill 5,1 0 5,1
34 Eucalyptus globulus Labill 12,5 0 12,5
35 Eucalyptus globulus Labill 8 6,8 10,5
32 | P á g i n a
36 Eucalyptus globulus Labill 4,5 0 4,5
Cuadro 37 Eucalyptus globulus Labill 29,9 6 30,5 01:
38 Eucalyptus globulus Labill 5,6 0 5,6
39 Eucalyptus globulus Labill 3 0 3,0
40 Eucalyptus globulus Labill 3,4 0 3,4
41 Eucalyptus globulus Labill 13,3 0 13,3
42 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5,0
43 Eucalyptus globulus Labill 5,4 12 13,2
44 Eucalyptus globulus Labill 13 0 13,0
45 Eucalyptus globulus Labill 9,8 6 11,5
46 Eucalyptus globulus Labill 7 0 7,0
47 Eucalyptus globulus Labill 9 0 9,0
48 Eucalyptus globulus Labill 3 4,5 5,4
49 Eucalyptus globulus Labill 6,5 0 6,5
50 Eucalyptus globulus Labill 6 0 6,0
51 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5,0
52 Eucalyptus globulus Labill 15 0 15,0
53 Eucalyptus globulus Labill 15 0 15,0
54 Eucalyptus globulus Labill 9,6 0 9,6
55 Eucalyptus globulus Labill 18,7 0 18,7
56 Eucalyptus globulus Labill 2,9 0 2,9
57 Eucalyptus globulus Labill 6,5 0 6,5
58 Eucalyptus globulus Labill 29 0 29,0
59 Eucalyptus globulus Labill 18,5 10 21,0
60 Eucalyptus globulus Labill 9 12 15,0
61 Eucalyptus globulus Labill 13 0 13,0
62 Eucalyptus globulus Labill 4 0 4,0
Biomasa arbórea viva

33 | P á g i n a
Formula 02: Biomasa arbórea viva-BA (Kg/árbol)

𝐵𝐴 = 0.1184 ∗ 𝐷𝐴𝑃2.53

Cuadro 02: Biomasa arbórea viva-BA (Kg/árbol)

# Arbol DAP (cm) BA (Kg/arbol)

34 | P á g i n a
1 2,5 1,2
2 5,0 6,9
3 4,7 6,1
4 7,0 16,3
5 7,5 19,4
6 14,4 101,5
7 4,7 6,1
8 4,2 4,5
9 4,6 5,6
10 7,4 18,9
11 16,5 142,4
12 15,0 111,9
13 29,6 624,8
14 11,0 51,5
15 6,1 11,5
16 24,0 367,5
17 8,1 23,4
18 10,6 46,4
19 8,2 23,9
20 5,3 8,1
21 5,7 9,8
22 16,7 146,4
23 6,5 13,5
24 5,5 8,9
25 3,5 2,9
26 11,4 55,3
27 4,0 3,9
28 10,2 42,2
29 12,0 63,6
30 3,8 3,5
31 5,0 6,9
32 5,1 7,3
33 5,1 7,3
34 12,5 70,6
35 10,5 45,4
36 4,5 5,3
37 30,5 673,7
38 5,6 9,3
39 3,0 1,9
40 3,4 2,6
41 13,3 82,5
42 5,0 6,9
43 13,2 80,4
44 13,0 77,9
45 11,5 57,0
46 7,0 16,3
47 9,0 30,7
48 5,4 8,5
49 6,5 13,5
50 6,0 11,0
51 5,0 6,9
52 15,0 111,9

35 | P á g i n a
53 15,0 111,9
54 9,6 36,2
55 18,7 195,5
56 2,9 1,8
57 6,5 13,5
58 29,0 593,2
59 21,0 263,1
60 15,0 111,9
61 13,0 77,9
62 4,0 3,9
∑ BA= 4690,880

Formula 03: Biomasa arbórea viva-BAVT (t/ha)

𝐵𝐴𝑉𝑇 = ∑𝐵𝐴 ∗ 0.1

BAVT= 469,088

Cuadro 03: Biomasa arbustiva y herbácea-BAH(t/ha)

Transecto PSM PFM PFT BAH (t/ha)


A- m1 49,8 130 250 0,958
A- m2 57,3 130 190 0,837

Promedio 0,898

Cuadro 04: Biomasa de hojarasca- Bh (t/ha)

Transecto PSM PFM PFT BAH (t/ha)


A- m1 135,8 150 650 23,539
A- m2 135,5 150 500 18,067

Promedio 20,803

Cuadro 05: Biomasa de árboles muertos en pie

# Arbol Nombre DAP (cm)

1 Eucalyptus globulus Labill 0


2 Eucalyptus globulus Labill 0

36 | P á g i n a
3 Eucalyptus globulus Labill 0,0
4 Eucalyptus globulus Labill 0,0

Formula 04: Biomasa de árboles muertos en pie BAMP (kg/árbol):

𝐵𝐴𝑀𝑃 = 0.1184 ∗ 𝐷𝐴𝑃2.53

Cuadro 06: Biomasa de árboles muertos en pie BAMP (kg/árbol):

# Arbol DAP (cm) BAMP (Kg/arbol)

1 3,5 2,8
2 2,8 1,6
3 2,6 1,3
4 1,4 0,3

∑ BAMP= 6,025

Formula 05: Biomasa total de árboles muertos en pie BTAMP (t/ha)

𝐵𝑇𝐴𝑀𝑃 = ∑𝐵𝐴𝑀𝑃 ∗ 0.1

BTAMP= 0,602

ANEXO B

REGISTRO Y PROCESAMIENTO DE DATOS DE CAMPO

Transecto “B” (4 x 25 metros):

Formula 06: Biomasa arbórea viva

𝐷𝐴𝑃 = √𝑑𝑎𝑝12 + 𝑑𝑎𝑝22

DAP (cm)
# Arbol Nombre DAP (cm)
N° 1 N° 2
1 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5
2 Eucalyptus globulus Labill 6 0 6
3 Eucalyptus globulus Labill 7,5 0 7,5
4 Eucalyptus globulus Labill 10 0 10,0
37 | P á g i n a
Cuadro 5 Eucalyptus globulus Labill 10 0 10,0 07:
6 Eucalyptus globulus Labill 5,5 0 5,5 Biomasa
7 Eucalyptus globulus Labill 5,5 0 5,5 arbórea
8 Eucalyptus globulus Labill 10 0 10,0 viva
9 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5,0
10 Eucalyptus globulus Labill 7 0 7,0
11 Eucalyptus globulus Labill 15,5 0 15,5
12 Eucalyptus globulus Labill 6 5 7,8
13 Eucalyptus globulus Labill 4,5 3,3 5,6
14 Eucalyptus globulus Labill 7,5 0 7,5
15 Eucalyptus globulus Labill 4 0 4,0
16 Eucalyptus globulus Labill 3,5 0 3,5
17 Eucalyptus globulus Labill 7,4 0 7,4
18 Eucalyptus globulus Labill 6 0 6,0
19 Eucalyptus globulus Labill 19 0 19,0
20 Eucalyptus globulus Labill 12,5 0 12,5
21 Eucalyptus globulus Labill 3,8 0 3,8
22 Eucalyptus globulus Labill 5 0 5,0
23 Eucalyptus globulus Labill 7 0 7,0
24 Eucalyptus globulus Labill 5,1 0 5,1
25 Eucalyptus globulus Labill 7,5 0 7,5

Formula 07: Biomasa arbórea viva

𝐵𝐴 = 0.1184 ∗ 𝐷𝐴𝑃2.53

Cuadro 08: Biomasa arbórea viva

# Arbol DAP (cm) BA (Kg/arbol)


1 5 6,9
2 6 11,0
3 7,5 19,4
4 10,0 40,1
5 10,0 40,1
6 5,5 8,8
7 5,5 8,8
8 10,0 40,1
38 | P á g i n a
9 5,0 6,9
10 7,0 16,3
11 15,5 121,6
12 7,8 21,5
13 5,6 9,2
14 7,5 19,4
15 4,0 3,9
16 3,5 2,8
17 7,4 18,7
18 6,0 11,0
19 19,0 203,5
20 12,5 70,6
21 3,8 3,5
22 5,0 6,9
23 7,0 16,3
24 5,1 7,3
25 7,5 19,4

∑ BA= 734,149

Formula 08: Biomasa arbórea viva-BAVT (t/ha)

𝐵𝐴𝑉𝑇 = ∑𝐵𝐴 ∗ 0.1

BAVT= 73,415

Cuadro 09: Biomasa arbustiva y herbácea-BAH(t/ha)

Transecto PSM PFM PFT BAH (t/ha)


B- m1 46,5 150 500 1,550
B- m2 108,2 200 450 2,435

Promedio 1,992

Cuadro 10: Biomasa de hojarasca- Bh (t/ha)

Transecto PSM PFM PFT BAH (t/ha)


B- m1 110,9 150 300 8,872
B- m2 110,6 150 250 7,373
Promedio 8,123

39 | P á g i n a

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