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Peter Bogdanovich
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La mirada
de Ulises
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A finales de 1968 conoce a Orson Welles,
a quien había dedicado una monografía
en 1961, la primera que escribió para el
MoMA. “Hubo una sensación extrañamente
conspiratoria entre Orson y yo que sentimos
casi de inmediato: la sensación de que hacía
ya muchos años que nos conocíamos”.
catorce personas, tras haber asesinado a su Entre los dos se forjaría una honda amis-
madre y a su esposa. tad. Incluso Peter Bogdanovich y Joseph
A Bogdanovich se le dio un presu- McBride hicieron parte del primer día del
puesto de 125.000 dólares y quince días rodaje de The Other Side of the Wind —el
para completar el trabajo. Lo que resultó 23 de agosto de 1970—, la cinta que iba a
de esa amalgama —en la que Sam Fuller constituirse en el regreso de Orson Welles a
le ayudó a pulir el guion— fue realmente Hollywood. No sospechaban entonces que
interesante: dos películas en una que re- se embarcarían en un proyecto que iba a
flexionan sobre lo mismo, el crepúsculo del quedar inconcluso. Ambos interpretaban a
terror gótico reemplazado en el incons- dos críticos de cine, en un momento del ro-
ciente colectivo por la visceralidad de los daje cuando aún Welles no tenía ni siquiera
psicópatas contemporáneos. El viejo actor un actor para el papel protagónico.
de cintas de castillos embrujados, vampiros El éxito de Targets y el buen pulso de
y doncellas cautivas no ve lugar ya para él su director llamaron la atención de BBS,
en el cine de hoy, menos aún si hay mons- la compañía que fundaron Bob Rafelson,
truos de verdad como el francotirador hijo Bert Schneider y Stephen Blauner y que
de vecino que decide parapetarse en un cine estaba financiando a los autores de lo que
al aire libre y matar a sus víctimas al azar. iba a llamarse “el nuevo Hollywood”. Con
Al final triunfa el pasado. Recuerden, es ellos haría su segundo largometraje, La úl-
Bogdanovich: siempre ocurrirá lo mismo. tima película (The Last Picture Show, 1971),
A finales de 1968 conoce a Orson a partir de la novela homónima de Larry
Welles, a quien había dedicado una mono- McMurtry publicada en 1966. Se trata de
grafía en 1961, la primera que escribió para una historia del despertar sexual de unos
el MoMA. “Hubo una sensación extraña- adolescentes (el coming of age) que viven
mente conspiratoria entre Orson y yo que en un pueblo minúsculo de Texas, llamado
sentimos casi de inmediato: la sensación de Anarene. El año es 1952, las oportunida-
que hacía ya muchos años que nos cono- des son pocas, el porvenir se antoja opaco.
cíamos”, recordaba (Bogdanovich y Welles, Bogdanovich hace de este relato en blanco
1999: 20). Desde el primer encuentro, y negro una oda a la nostalgia, a las opor-
Welles le pidió escribir un “librito simpáti- tunidades perdidas, a la juventud desperdi-
co” de entrevistas, como el que Peter había ciada que no sabe para dónde ir. Timothy
hecho con John Ford. No sabían ambos que Bottoms, Jeff Bridges y la debutante Cybill
tardaría veinticuatro años en ser publicado. Shepherd representan a esos jóvenes que
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económica— hace de ella un clásico abso- Prete. Utilizando un cancionero popular
luto. La actuación de Madeline Kahn, en de Cole Porter, Bogdanovich busca home-
su segundo filme con Bogdanovich, casi se najear —a todo color, pero con una paleta
roba la película si no hubiera sido por la que privilegia los blancos y los negros—
picardía de Tatum O’Neal, que se conver- los musicales de los años treinta, grabando
tiría en la persona más joven en ganar un a los actores cantando en vivo en grandes
premio Óscar como actriz de reparto, con planos secuencia. Con solo dos preestre-
apenas diez años de edad. La “naturalidad” nos, la película se exhibió públicamente
de Tatum fue fruto de las interminables para convertirse en un enorme fiasco, pese
repeticiones de muchas de las escenas de a su hermosa banda sonora. Bogdanovich
Luna de papel, motivadas por los constantes no aprendía la lección: el pasado no esta-
olvidos de la joven. ba de moda en los años setenta. Y menos
En este momento particularmente cuando se intentaba “reinventar” un mu-
feliz de su carrera, Orson Welles vuelve a sical. Versiones en video y en televisión
pedirle a Bogdanovich que le ayude con su con montajes alternos más cercanos a los
malhadado proyecto de The Other Side of the propósitos del director han contado re-
Wind, cambiando ahora de rol, para inter- cientemente con más fortuna que la que
pretar a un joven y exitoso director de cine At Long Last Love tuvo en el momento de
llamado Otterlake. Ya el filme tiene prota- su estreno.
gonista, John Huston, pero lo que no tiene
es financiación, y de nuevo quedará suspen-
dido tras unos días de rodaje. Será el largo- La frase de Billy Wilder es lapidaria en su
metraje maldito e inacabado de Welles.
Queriendo hacer una película con su acidez: “No es cierto que Hollywood sea un
actual pareja, y contando con el paraguas
de The Directors Company, Bogdanovich
lugar amargo dividido por el odio, la codicia
vincula a Cybill Shepherd al proyecto y los celos. Todo lo que necesita para
de Daisy Miller, según el texto de Henry
James al que llega por recomendación de congregar a todos es otro fracaso de Peter
Orson Welles. Incluso Bogdanovich quería
que Welles la dirigiera para que Cybill y
Bogdanovich”.
él la protagonizaran, pero Welles se negó.
El rol masculino principal quedó en ma-
nos de Barry Brown. El filme se rodó en Para completar su infortunio dirige
Italia y Suiza, con escenografía y vestuarios después Nickelodeon (1976), otra mirada
de Ferdinando Scarfiotti y fotografía de al ayer del séptimo arte, desde la pers-
Alberto Spagnoli. Es probable que el mo- pectiva de los pioneros del cine silente.
mento no fuera el más propicio para una Bogdanovich la construyó a partir de un
cinta de época y que Cybill Shepherd no guion original de W.D. Richter llamado
estuviera a la altura de un reto histriónico Stardust Memories, que Irwin Winkler
de este tamaño, motivos que hicieron que había comprado y que el productor David
Daisy Miller, pese a su hermosa composi- Begelman de Columbia Pictures quería
ción visual, fracasara estrepitosamente. que el director de Luna de papel realizara.
Buscando recuperarse y encontrar un A esa base dramática le sumó anécdotas
terreno más familiar para él, Bogdanovich reales que le contaron leyendas como Alan
emprende el proyecto de un musical, At Dwan, Leo McCarey y Raoul Walsh, pero
Long Last Love (1975), de nuevo con Cybill la suma de esos elementos —entre cómi-
Shepherd, acompañada ahora de Burt cos, cinéfilos, históricos y patéticos— y las
Reynolds, Madeline Kahn y Duilio Del actuaciones de Ryan y Tatum O’Neal, Burt
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tardó un año más en estrenarse, buscan- sale por fin publicado un inmenso volumen
do minimizar el impacto de la muerte de llamado This is Orson Welles (en español
la joven. Su limitada exhibición hizo que Ciudadano Welles), el resultado de todas las
Bogdanovich comprara los derechos del conversaciones y entrevistas que Peter y
filme e intentara venderlo él mismo. La he- Orson Welles habían tenido desde que se
catombe económica no tardó en darse: ten- conocieron.
dría que declararse en bancarrota en 1984. Se dedicó entonces a dirigir películas
Ese mismo año, para su fortuna, emprende para televisión como medio de subsistencia,
el proyecto de Mask (1985), protagoniza- con títulos y temáticas que es mejor olvidar.
da por Cher y Eric Stoltz, una historia de El siglo xxi lo vio regresar tras la cámara
la vida real sobre un joven que sufre una para dirigir El maullido del gato (The Cat’s
displasia craneodiafisaria, condición extre- Meow, 2001), una escenificación de uno de
madamente rara que le deformó el cráneo. los escándalos y misterios más suculentos
Pese a las malas relaciones con Cher duran- de los años veinte: el supuesto asesinato del
te el rodaje, la película salió a flote y logró director Thomas Ince a manos del magnate
un inesperado éxito de taquilla, convirtién- William Randolph Hearst, quien, en un
dose en un salvavidas temporal para su atri- arranque de celos, lo habría confundido
bulado director, quien, por si no le faltaran con Charles Chaplin y le había disparado
problemas, demandó a Universal Studios en la cabeza. Era conocido el flirteo entre
por suprimir un par de escenas del filme y Chaplin y la amante de Hearst, la actriz
cambiar la música de Bruce Springsteen de Marion Davies, y el magnate reunió, en no-
la banda sonora. Illegally Yours (1988) fue la viembre de 1924, a varios amigos para un
única cinta adicional que hizo en esa déca- fin de semana de placer en su yate de lujo,
da. Que se casara con la hermana menor de el Oneida, donde parece que todo ocurrió.
Dorothy, Louise Stratten, en 1988, cuando Parece, pues un manto de silencio cubrió y
ella tenía veinte años y él casi cincuenta, no cubrirá para siempre la verdad. Hearst tenía
ayudó a mejorar las cosas. Su prestigio y su tanto dinero que podía acomodar los he-
imagen se vinieron ahora sí a pique. chos a su antojo. No fue nada casual que
Durante los años noventa solamente Orson Welles lo escogiera para satirizarlo
dirige tres largometrajes: Texasville (1990), en Ciudadano Kane: Hearst representaba
la secuela de La última película; ¡Qué ruina el poder absoluto y desmedido que todo lo
de función! (Noises Off, 1992), inteligente y contamina y lo corrompe. El maullido del
graciosa pero incomprendida, y The Thing gato —basada en una obra teatral de Steven
Called Love (1993), solo recordada por ser Peros estrenada en 1997— tuvo apenas un
el último filme completo en el que actuó mes de rodaje y se filmó en Grecia y Berlín.
River Phoenix antes de morir. En 1992 Fue un digno retorno para Bogdanovich,
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