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CAPÍTULO 4 NACIMIENTO Y DESARROLLO FÍSICO EN LOS PRIMEROS TRES AÑOS.

El recién nacido.
El período neonatal que abarca las cuatro primeras semanas de vida es una época de
transición del útero, donde el feto pasa de ser sostenido enteramente por la madre a una
existencia independiente, por lo tanto, un neonato es un bebé recién nacido hasta las 4
semanas de edad.
Los niños son un poco más largos y pesan más que las niñas. En los primeros días los
neonatos bajan hasta 10% del peso de manera principal por pérdida de los líquidos, suben
de peso desde el quinto día y vuelven al que tenían al nacer hacia el décimo o décimo
cuarto días.
Los nuevos bebés tienen características distintivas como cabeza grande un cuarto de toda
su estatura y barbilla hundida para facilitar la lactancia.
Los huesos del cráneo del Infante todavía no se fusionan, ni quedarán unidos sino hasta
después de 18 meses. Algunos neonatos tienen mucho vello porque no se ha caído parte
de lanugo, el enmarañado pelo prenatal. Casi todos los recién nacidos están cubiertos por
vérnix caseosa (barniz con aspecto de queso) una grasa protectora contra infecciones.
Sistemas corporales.
Luego del nacimiento los sistemas y aparatos del bebé deben funcionar por su cuenta casi
toda esa transición ocurre en las primeras 4 o 6 horas después del parto. Cuando nacen los
bebés succionan de manera instintiva para tomar leche y sus propias secreciones
gastrointestinales la digieren. Cuando la vejiga y los intestinos se llenan, los esfínteres se
abren automáticamente; durante muchos meses el bebé no será capaz de controlar esos
músculos.
Los neonatos mantienen su temperatura mediante el aumento de su actividad cuando ella
baja.
Cuando nacen los bebés tres o cuatro días después del nacimiento, alrededor de la mitad
de todos los bebés (y una proporción mayor los prematuros) padecen ictericia neonatal: su
piel y ojos se tiñen de amarillo. Esta ictericia es causada por la inmadurez del hígado, por lo
regular no es grave no necesita tratamiento y no tiene efectos duraderos.

Evaluación médica y conductual.


La escala Apgar.
Un minuto después del parto y luego a los 5 minutos se valora los bebés con la escala de
Apgar, debe su nombre a quién la ideó la Doctora Virginia Apgar(1953), que ayuda a
recordar sus 5 subpruebas; Apariencia (color), Pulso (frecuencia cardíaca), Gestos
(irritabilidad refleja), Actividad (tono muscular) y respiración. El neonato se califica con cero,
uno o dos en cada medida hasta una calificación máxima de 10. Una calificación a los 5
minutos de 7 a 10 indica que el recién nacido está en condiciones de buenas a excelentes.
En general las calificaciones de Apgar pronostican confiablemente la supervivencia en el
primer mes de vida.

Valoración del Estado neurológico la escala de Brazelton.


La escala de valoración del comportamiento neonatal de Brazelton sirve para que padres
médicos e investigadores valoren las respuestas de los neonatos a su entorno físico y
social, para identificar las fuerzas y posibles vulnerabilidades del funcionamiento
neurológico y pronosticar el desarrollo futuro.
La prueba se aplica a niños de hasta 2 meses, evalúa la organización motriz, evidenciada
en conductas como el grado de actividad y la capacidad de llevarse una mano a la boca;
reflejos y cambios de estado, como irritabilidad, excitabilidad y capacidad de apaciguarse
después de momentos de irritabilidad; atención y capacidades interactivas, como se ve en
el estado general de alerta y reacción a los estímulos visuales y auditivos, e indicios de
inestabilidad del sistema nervioso central, como temblores y cambios de color de la piel.
Estados de alerta bebés tienen un reloj interno que regula sus ciclos diarios de hambre
sueño y eliminación y quizá sus estados de ánimo. El estado de alerta de un Infante es un
estado fisiológico y conductual en un momento dado del ciclo diario de vigilia, sueño y
actividad.
Los cambios de estado son coordinados por numerosas zonas cerebrales y son
acompañados por cambios en el funcionamiento de casi todos los órganos y sistemas
corporales. El sueño del neonato oscila entre el sueño tranquilo (regular) y el sueño activo
(irregular). Es probable que el sueño activo sea equivalente al sueño de movimientos
oculares rápidos que en los adultos se asocia con el sueño. Y el sueño activo aparece
rítmicamente en ciclos de alrededor de una hora y suma hasta el 50% del tiempo total del
sueño del neonato a partir del primer mes.
Los períodos de sueño nocturno se alargan de manera paulatina a medida que los niños
están más alertas de día y necesitan menos sueño. En general algunos infantes empiezan a
dormir toda la noche, ya desde los 3 meses un niño de 2 años duerme unas 13 horas al
días, entre ellas una única siesta por lo general en la tarde.
Los ritmos y horarios de sueño de los bebés varían con las culturas.

Comienzos del desarrollo físico.


Principios del desarrollo.
Según el principio cefalocaudal, el crecimiento ocurre de arriba abajo. El desarrollo sensorial
y motriz procede de acuerdo con el mismo principio: los infantes aprenden a usar las partes
superiores del cuerpo antes que las inferiores.
Según el principio proximodistal (de dentro hacia fuera), el crecimiento y el desarrollo motriz
proceden del centro del cuerpo hacia afuera. En el vientre materno la cabeza y el tronco se
desarrollan antes que brazos y piernas, y luego los dedos. En la infancia y comienzos de la
niñez las extremidades siguen creciendo más deprisa que las manos y los pies.

Patrones de crecimiento.
Los primeros tres años la dentición comienza hacia los 3 ó 4 meses, cuando los niños
comienzan a coger casi todo lo que está a su vista y se lo llevan a la boca; sin embargo los
primeros dientes pueden no llegar hasta los 5 y 9 meses o aún después. En el primer
cumpleaños los bebés tienen de 6 a 8 dientes a los 3 años están en su lugar los 20 dientes
primarios.

Nutrición.
La nutrición apropiada es esencial para lograr un crecimiento sano. Las necesidades de
alimentación cambian con rapidez durante los primeros tres años.
Pecho o biberón.
Alimentar a un bebé es un acto emocional, además de físico. El cálido contacto con el
cuerpo de la madre fomenta un vínculo emocional entre ella y el bebé, este vínculo se
establece lo mismo al amamantar que en la alimentación con biberón, y en muchos otros
cuidados que los padres pueden realizar tanto como las madres. La calidad de la relación
entre un padre y su hijo y la entrega de abundante afecto y manifestaciones de cariño, es
tan importante como el método de alimentación.
Las madres en lactancia deben tener tanto cuidado como durante el embarazo con lo que
ingieren.
Beneficios del pecho sobre el biberón.
Los bebés amamantados tienen menos probabilidades de contraer enfermedades
infecciosas como diarrea, infecciones respiratorias, otitis media (infección del oído medio) e
infecciones de estafilococos, bacterias y de las vías urinarias.
Tienen menos riesgos de padecer enfermedades de inflamación intestinal.
Tienen más agudeza visual, desarrollo neurológico y salud cardiovascular de largo plazo, lo
que incluye mejores niveles de colesterol.
Es menos probable que tengan retrasos lingüísticos o motrices.
Tienen mejores calificaciones en edad escolar y la juventud.
Tienen menos caries y menos probable que necesiten frenos.

Las madres que amamantan se recuperan más rápidamente del parto y tienen menos
riesgo de sufrir una hemorragia .
Tienen más probabilidades de volver al peso que tenían antes de embarazarse y menos
probable que sufren obesidad duradera.
Corren menos riesgos de padecer anemia y casi ningún riesgo de volver a embarazarse
mientras amamanta.
Abrigan sentimientos de más confianza y menos ansiedad.
Tienen menos probabilidades de sufrir osteoporosis o cáncer ovárico y de mama
premenopáusico.

Células cerebrales.
Al principio las neuronas son meros cuerpos celulares con un núcleo o centro compuesto
por ácido desoxirribonucleico (ADN), que contiene la programación genética celular.
Cuando las neuronas ocupan su sitio producen axones y dendritas, que son las
ramificaciones delgadas como de fibras, los axones envían señales a otras neuronas y las
dendritas reciben los mensajes de aquellos a través de la sinapsis, que son los enlaces de
comunicación del sistema nervioso.
Las sinapsis, son brechas diminutas que se salvan mediante ciertos compuestos químicos
que secretan las neuronas, los llamados neurotransmisores. Una neurona puede tener de
5000 a 100000 conexiones sinápticas de ida y vuelta a los receptores sensoriales del
cuerpo, los músculos y a otras neuronas del sistema nervioso central. A los 2 meses y
medio de gestación y los primeros seis meses a dos años de vida explica buena parte del
crecimiento del cerebro y da cuenta a la aparición de nuevas facultades perceptivas
cognoscitivas y motrices.
Al principio el encéfalo produce más neuronas y sinapsis de las que necesita, las que no
aprovecha o las que no funcionan bien mueren. Este el proceso de muerte celular que es
una poda de células sobrantes comienza durante el período prenatal y continúa después del
nacimiento. Sólo la mitad de las neuronas producidas originalmente sobreviven y funcionan
en la edad adulta, en ésta se forman nuevas, se refuerzan las conexiones entre células
corticales y se hacen más confiables y precisas, para tener un funcionamiento motriz y
cognoscitivo más flexible y avanzado.

Mielinización.
Es un recubrimiento de las vías nerviosas con la sustancia grasa llamada mielina, que
acelera la comunicación entre las células. Esta mielinización permite que las señales viajen
con más velocidad y facilidad, y se logre un funcionamiento maduro.
La mielinización comienza hacia la mitad de la gestación en algunas zonas del encéfalo y
en la edad adulta continúa en otras.
La mielinización de las vías visuales que maduran más lentamente, comienzan al nacer y
prosigue durante los primeros 5 meses
Con la audición empieza el proceso a partir del quinto mes de gestación, pero no termina
hasta los 4 años.
Las regiones de la corteza que controlan la atención y la memoria, se minimizan hasta los
inicios de la juventud.
La mielinización del hipocampo, una estructura profunda del lóbulo temporal que cumple
funciones cruciales de memoria, sigue en aumento por lo menos hasta los 70 años.
La mielinización de las vías sensoriales y motrices antes del nacimiento en la médula
espinal y después del nacimiento de la corteza cerebral parece explicar la aparición y
desaparición de los primeros reflejos.

Primeros reflejos.
Cuando se parpadeante la luz brillante los párpados actúan de manera involuntaria, esta
respuesta automática e innata a la estimulación se llama conducta refleja y está controlada
por los centros inferiores del encéfalo que gobiernan otros procesos involuntarios como la
respiración y la frecuencia cardíaca.
Los reflejos primitivos como el de succión, búsqueda del pezón y de Moro (una respuesta a
sobresaltos o la posibilidad de caer) se relaciona con necesidades instintivas de
supervivencia y protección del niño o mantienen el vínculo original con quién lo cuida.
Los primeros 2 a 4 meses los infantes comienzan a mostrar reflejos de postura, que son
reacciones a los cambios de posición o equilibrio. Los reflejos locomotrices, como el de
marcha o el natatorio se parecen a movimientos voluntarios que, sin embargo, no
aparecerán sino meses después de que los reflejos hayan desaparecido.

Conformación del encéfalo: la participación de la experiencia.


Aunque el desarrollo inicial del encéfalo está marcado por la genética, de forma continua la
modifican las experiencias positivas y negativas del ambiente. El término técnico de esta
maleabilidad o capacidad de modificación es plasticidad.
La plasticidad sería un mecanismo evolutivo para adaptarse a los cambios del entorno.

Primeras capacidades sensoriales.


Los sentidos crecen con rapidez durante los primeros meses de vida

Tacto y dolor.
El tacto es el primer sentido que se desarrolla, los primeros signos de este reflejo de
búsqueda aparecen en el útero 2 meses antes de la concepción. A las 32 semanas de
gestación todas las partes del cuerpo son sensibles al tacto sensibilidad que aumenta
durante los primeros cinco días de vida.

Olfato y gusto.
Los sentidos del olfato y el gusto también comienzan a desarrollarse en el útero. Los
sabores y olores de lo que consume la futura madre quizá se transmitan al feto a través del
líquido amniótico, después del nacimiento ocurre una transmisión similar mediante la leche
materna.
Los recién nacidos prefieren los sabores dulces antes que los amargos, agrios o salados
(Haith, 1986). El agua endulzada calma el llanto de los neonatos. El gusto por lo dulce de
los recién nacidos parece servirles para adaptarse a la vida extrauterina, toda vez que la
leche de la madre es bastante dulce.
Las preferencias del gusto que se desarrollan en la infancia duran hasta el final de la niñez.

Audición.
También la audición es funcional antes del nacimiento, el feto responde a los sonidos y
parece que aprende a reconocerlos. La discriminación auditiva se desarrolla con rapidez
después de nacer. Los niños de 3 días son capaces de distinguir los sonidos nuevos de los
que ya habían oído.
Debido a que el oído es crucial para la adquisición del lenguaje las insuficiencias auditivas
deben detectarse cuanto antes.

Vista.
El sentido de la vista es el menos desarrollado al momento del nacimiento, quizá porque no
hay mucho que ver en el útero.
La percepción visual y la capacidad de usar la información visual asume mayor relevancia a
medida que los niños se incrementan sus niveles de alerta y actividad(Rakison, 2005)
Los neonatos enfocan mejor la vista a unos 30 cm, que es aproximada la distancia a la cara
de una persona que sostiene a un bebé.
Los bebés de 4 meses distinguen rojo verde azul y amarillo.
La agudeza visual del nacimiento es de aproximadamente 20 /400 pero mejora rápidamente
y llega a 20/20 hacia los 8 meses.
La visión binocular que consiste en utilizar ambos ojos para enfocar y percibir distancias y
profundidades, no se desarrolla sino hasta los 4 o 5 meses.

Desarrollo motriz.
Primero los bebés aprenden habilidades simples y luego las combinan en sistemas de
acción cada vez más complejos que permiten una gama más amplia y exacta de los
movimientos y mejor control del ambiente.
Se usa la prueba de exploración del desarrollo de Denver para trazar el progreso entre un
mes y 6 años y para identificar a los niños que no se desarrollan de manera normal.
La prueba mide las habilidades motrices gruesas ( las que usan los músculos grandes)
como rodar o atrapar una pelota y las habilidades motrices finas (con músculos pequeños)
como tomar una sonaja y copiar un círculo. También evalúa el desarrollo del lenguaje (por
ejemplo conocer las definiciones de palabras) y la personalidad, y el desarrollo social (como
sonreír de manera espontánea y vestirse sin ayuda).
Al trazar el progreso característico del control de la cabeza y las manos y locomoción
observe que estos avances siguen los principios cefalocaudal )de la cabeza a las
extremidades) y prosimodistal (de adentro hacia afuera) que esbozamos antes.

Control de la cabeza. A los 4 meses la mayoría de los infantes pueden mantener erguida la
cabeza si los cagan osos y se sostienen en posiciones decentes.
Control de manos. Los bebés nacen con un reflejo de presión. En algún momento entre los
7 y los 11 meses sus manos se coordinan lo suficiente para levantar cualquier objeto
pequeño. A los 15 meses el niño promedio puede construir una torre de 2 cubos. Algunos
meses después del tercer cumpleaños el niño promedio copia un círculo bastante bien.

Locomoción.
Después de los tres meses el Infante promedio comienza a rodar de manera deliberada. El
bebé promedio se sienta sin ayuda a los 6 meses y puedes unir una posición sedente hacia
los 8 meses y medio. Entre los 6 y 10 meses los bebés comienzan a circular por sus propios
medios, se arrastran o gatean. Este nuevo logro de auto locomoción tiene sorprendentes
ramificaciones cognitivas y psicosociales. Los niños que gatean adquieren mayor
sensibilidad al lugar donde están los objetos perciben mejor de qué tamaño son, y sí se
pueden mover, y qué aspecto tienen.
Gatear ayuda a los bebés a juzgar las distancias y a percibir profundidad.
Al aferrarse a la mano de alguien o al mobiliario el bebé promedio puede pararse.
Un poco después de los 7 meses el bebé promedio se para bien, unas 2 semanas antes de
su primer cumpleaños todos estos procesos llevan al mayor logro motriz de la infancia
caminar.
Así a los 11 meses y medio la mayoría de los infantes dan sus primeros pasos sin ayuda, es
cuestión de semanas luego del primer cumpleaños el promedio camina bastante bien y así
pasa al Estado de niño.
Durante el segundo año comienza a trepar escaleras, los niños corren y saltan a los 3 años
y medio, se equilibran en un pie y comienzan a saltar.

Desarrollo motriz y percepción.


La percepción sensorial permite a los niños aprender sobre ellos y su ambiente. Les
permite hacer mejores juicios sobre cómo circular, esta conexión bidireccional entre la
percepción y la acción mediada por el desarrollo del encéfalo da a los infantes mucha
información útil sobre ellos mismos y su mundo (Adolph y Eppler 2002).
La percepción de la profundidad la capacidad de percibir objetos y superficies
tridimensionales depende de varias claves que afectan la imagen de un objeto en la retina.
Estas claves comprende no sólo la coordinación binocular sino también el control motriz.
Las claves cinéticas se producen por el movimiento del objeto o el observador. Cuando los
bebés pueden estirarse y tomar objetos adquiere a percepción háptica, que es la capacidad
de adquirir información mediante la manipulación de objetos más que con sólo verlos.

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