PERFILES DE UN INVERSIONISTA

Debemos empezar por la definición de una persona inversionista y es aquella que utiliza su
dinero para obtener acciones que se pueden negociar dentro del gran mercado de finanzas.
Una persona inversionista debe destacarse en ciertas cualidades si quiere tener una toma
de decisiones acertada ya que esto implica que el dinero que posee puede aumentar o todo
lo contrario puede disminuir.
Empezamos por la principal característica y es identificar el perfil de inversión, esto nos
genera la opción de delinear una estrategia y saber a dónde se quiere llegar, ya sea porque
busque multiplicar su patrimonio a largo plazo o porque quiere que la inversión genere
ingresos mensuales.
Seguido a esto analizamos el control emocional ya que ayuda a pensar bien cualquier
movimiento en un entorno en el que hay varias cosas que pueden perjudicar cualquier
proyecto que usted haya tenido en mente inicialmente.
La disciplina no puede faltar, ya que al ser constantes se obtendrá un mejor rendimiento
del dinero, de aquí surge una lección muy importante que todo inversionista debe saber: la
estrategia que se traza no se cambia, se ejecuta y se saca el mayor provecho.
En lo que respecta a la paciencia facilita la selección el momento indicado para ingresar y
cuándo no al mercado accionario. Suele ser uno de los errores más comunes, ya que si no
se posee un control adecuado del dinero disponible para invertir puede que se obtengan
consecuencias negativas al perderlo en malas jugadas.
Diversos factores influyen en el perfil del inversionista:
 La edad y el horizonte de tiempo de la inversión, que determinan cuánto tiempo
podemos esperar para que la inversión de frutos.
 Los ingresos, tanto los que percibe hoy, como los que espera obtener.
 Las obligaciones financieras contraídas, mientras más obligaciones tenga con
otros, tendrá menor capacidad de ahorro.
 Patrimonio, que representa el respaldo económico con el que cuenta.
 Capacidad de ahorro, que le permitirá aprovechar oportunidades o hacer frente a
imprevistos.
 Tolerancia al riesgo, cuánto se está dispuesto a arriesgar.
 Conocimientos financieros, es más fácil invertir en algo conocido que en algo
desconocido.
 Objeto de la inversión, define en qué se utilizarán los recursos invertidos, por
ejemplo, para comprar una casa o sólo si se trata de inversión de excedentes.
 Rentabilidad deseada, rendimiento que espera obtener en el futuro de la inversión.
Básicamente, existen tres perfiles de inversionistas: conservador, moderado y agresivo.
Conservador: Este inversionista se caracteriza por ser menos tolerante al riesgo y valorar
la seguridad. Por lo tanto, escoge instrumentos de inversión que le den certeza de que no
perderá parte o todo el dinero que invertirá (su capital). No le importa que las ganancias
(rendimiento) obtenidas sean bajas.
El inversionista conservador es el que más prevención al riesgo tiene. En general este
inversionista busca una renta adicional más estable en el tiempo asumiendo el menor riesgo
posible.
Moderado: Este inversionista es cauteloso con sus decisiones, pero está dispuesto a
tolerar un riesgo moderado para aumentar sus ganancias. Procura mantener un balance
entre rentabilidad y seguridad.
El perfil moderado apunta más hacia un portafolio que genere una rentabilidad más
alta, pero en equilibrio con la seguridad de recibir una renta periódica.
Agresivo: Esta clase de inversionistas corre riesgos en los mercados y opta por los
instrumentos que prometen las ganancias más elevadas, sin importar si en un momento
dado se arriesga a perder la mayor parte de la inversión.
Se proyectan los mayores rendimientos posibles, por lo que está dispuesto a asumir el
riesgo que sea necesario. Se trata, por ejemplo, de inversionistas jóvenes, pero que
cuentan también con solidez económica y con ingresos de moderados a altos y personas
solteras o aún sin hijos, entre los 30 y los 40 años de edad.
Este perfil es para un inversionista al que le atraiga el riesgo y es el que ofrece la
rentabilidad más alta posible. Este inversionista no busca seguridad y suele invertir en
mercados y empresas emergentes con volatilidades bastante altas.
El perfil de riesgo es una clasificación que se le hace a los inversionistas con el objetivo de
conocer su nivel de prevención o similitud al riesgo, lo que posibilita al inversionista y a las
entidades financieras fijar un balance entre los instrumentos financieros que van a hacer
parte del portafolio de inversión.
En conclusión, debemos estructurar bien el perfil de riesgo ya que es de suma importancia;
los actuales inversionistas suelen aventurarse en el mercado de renta variable sin tener
mayor conocimiento previo.
Las elevadas volatilidades que pueden presentarse, pueden poner inquieto a cualquier
persona independientemente del tiempo o del momento, ya que no es nada extraño ver
como una acción con una buena conducta durante muchos años pierde el 50% de su valor
en uno o dos días.
Así que de esta manera si queremos incrementar el patrimonio, es indispensable diversificar
los activos otorgando a cada uno la carga o el porcentaje adecuado según la percepción y
el perfil del inversionista.
Sin embargo, la estadística esta de nuestro lado y los portafolios de inversión se estructuran
de tal manera que tanto las rentabilidades históricas como las esperadas sean las mejores
combinaciones posibles de rentabilidad riesgo.
BIBLIOGRAFÍA
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