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PROFESOR
CARLOS ANDRES HURTADO
MAGISTER EN PSICOANÁLISIS
Para Rubinstein (1964, 221) “La acción está ligada a la conciencia por el hecho
que ésta la regula. (Algunas ideas sobre el concepto de conciencia: por una relación
dialéctica entre el ser humano y el mundo, Gonzalo Tamayo Giraldo. pág.; 164).
Lo anterior indica que es la conciencia la que permite que el sujeto se diferencie del
objeto, cuando un ser humano tiene conciencia tiene la capacidad de comprender,
analizar, reflexionar, fijar una posición frente a dicho objeto, pues es el objeto que de
cierta manera lo conduce a actuar de una determinada forma; sin embargo la
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Para ejemplificar lo anterior, el hombre sabe que la naturaleza está pasando por un
estado crítico de contaminación, explotación y extinción de recursos naturales y que
este es el momento de parar con dicha destrucción, pero aun así continua
irresponsablemente aprovechando dichos recursos para seguir respondiendo a las
necesidades y exigencias de un mundo de consumo y globalizado; en este caso el
sujeto utiliza el objeto para un beneficio temporal, sin reflexionar sobre las
consecuencias futuras de dicha acción, es decir, no hay conciencia y su subjetividad
está siendo influenciada en algunos casos por intereses económicos y en otros por
insensibilidad y falta compromiso frente a la problemática.
Así mismo Vygotski considera que “La conciencia se construye a través de las
interacciones del individuo con el mundo y es un atributo de las relaciones entre sujeto
y objeto”; por tanto, “la conciencia no solo se evidencia en la acción de los sujetos, sino
también que se construye y se transforma en ella”. (Algunas ideas sobre el concepto de
conciencia: por una relación dialéctica entre el ser humano y el mundo, Gonzalo
Tamayo Giraldo. pág.; 164-165).
De ahí que la conciencia está determinada por las interacciones sociales que establece
el sujeto en el contexto y la manera como lo asume a través de sus estructuras
cognitivas, estas permiten una mayor comprensión del mundo que lo rodea, de sus
vínculos sociales y de formas correctas o incorrectas de vivir en sociedad; en lo
anterior interviene un contenido cultural que lo proyecta hacia la construcción de una
conciencia que le permita asumirse y asumir al otro, para la reestructuración de una
sociedad más justa y tolerante.
El contexto en el que está inmerso el sujeto es el que define las interacciones y por
ende la conciencia, la cual rige la conducta y la acción, puede ocurrir que la conciencia
de un sujeto que tiene una formación familiar basada en valores y principios morales,
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sea diferente a un sujeto que por el contrario no tiene una orientación adecuada frente
a lo bueno y lo malo.
Como dice Foucault “nos han enseñado hacer lo que somos” con lo anterior se
puede inferir que el ser humano es producto de una historia y una sociedad que ha
estado determinada por unas estructuras sociales de poder, donde el sujeto se
constituye a través de las prácticas sociales que han conducido a la pobreza, la
injusticia, la violencia, el egoísmo, la discriminación, la intolerancia, obteniendo como
resultado una inconsciencia social que ha llevado al sujeto a una deshumanización del
ser.
Estos cambios radicales le han permitido al ser humano desarrollarse como individuo
intelectual y poder desenvolverse en un mundo tan cambiante y acelerado como el
actual pero desafortunadamente, se ha dejado de lado la conciencia, los valores y
principios inmersos en ella. El ser humano de hoy ha dejado de lado el valor por la
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vida, el respeto por el otro, la honestidad, la tolerancia, es decir, no hay una conciencia
que permita al ser humano descubrir su esencia, su ser; los sentimientos y emociones
pasan a un segundo plano ya que es más importante adquirir cosas materiales porque
da un estatus, un reconocimiento social y permiten sentir placer.
El ser humano tiene la capacidad de interpretarse, pero esto no quiere decir que es
consciente de su ser, para que el sujeto pueda llegar a la conciencia debe de
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La tarea no es fácil, despojarse de las máscaras para llegar al ser, es una tarea ardua
pero no imposible, la escuela puede ocuparse de garantizar los espacios para que el
sujeto deje de ser objeto de esta sociedad y llegue a la conciencia, Como dice Paulo
Freire “Quien posee conciencia, posee una capacidad de razonamiento y diálogo
fecundos, tratando siempre de buscar la verdad para comprometerse en la
construcción del hombre” (Tomado como referencia de internet:
http://es.slideshare.net/abbylola/la-educacin-como-practica-de-la-libertad).
De ahí que, el rol del maestro y el del estudiante deben ser diferentes, el maestro
debe de ser un facilitador de la crítica y la reflexión sobre el ser, para que el niño y la
niña tengan la posibilidad de construir un perfil investigativo, el cual a través de la
indagación de problemas y la creación de situaciones adquiera la capacidad reflexiva y
el cuestionamiento permanente que contribuya al surgimiento de una conciencia
sensible y transformadora de sí mismo y de la realidad; si el individuo se acepta
después de haberse interrogado se puede decir que hay una transformación dando
surgimiento a un ser humano con capacidad de asombro y de respeto por el otro, por
la naturaleza, por la vida.
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Por este motivo es importante que cada docente se reconozca como un ser que hace
parte de la naturaleza y que él es el medio que le permite al estudiante el encuentro
con sigo mismo, por lo tanto el docente debe de tener la capacidad de renunciar a sus
prejuicios a lo que el contexto le brinda, atreverse a influenciar su propia conciencia
para encontrarse con su esencia.
Después de haber realizado una reflexión sobre la conciencia y la forma como el ser
humano la ha asumido, expondremos nuestro interés investigativo basado en la
dificultad que tiene un grupo de niños para seguir la norma y si esto afecta o no el
desarrollo moral. como docentes estamos vinculadas en este reto el cual implica hacer
una reflexión sobre nuestro ser, nuestra conciencia y cuál es nuestra responsabilidad
sobre los problemas actuales; es por esto que nuestro proyecto de investigación tiene
el interés de interpretar y comprender las dificultades que presentan un grupo de niños
de grado primero para seguir la norma.
De ahí la necesidad de una educación que vele por la formación integral del ser
humano dando prioridad a su ser , al respeto y el asombro por la naturaleza , a un
pensamiento más abierto, sensible, creativo, soñador la cual permita “sentir y ser
sentido en el afecto y el reconocimiento del otro, una educación que se recree en la
vida y permita reconocernos como cuerpo y tierra ”(cuerpo, mundo de la vida y
educación, Noguera de Echeverri).
la educación debe centrar su labor como lo dice Heidegger “en la pregunta por el ser,
encontrarle sentido a nuestra capacidad de darle sentido a las cosas y volver a
despertar en la gente el sentimiento de lo importante”. para trabajar con
responsabilidad la pregunta por el ser, el docente debe convertirse en un indagador
de su propio ser, y tratar de ver lo que el otro no alcanza a percibir y encaminarse
hacia la posibilidad de hacer que los demás se interroguen sobre su existencia.
BIBLIOGRAFÍA:
Algunas ideas sobre el concepto de conciencia: por una relación dialéctica entre el ser
humano y el mundo, Gonzalo Tamayo Giraldo. pág; 164