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PROYECTO PARA CREACIÓN DE UNA

ORGANIZACIÓN NO GUBERNAMENTAL PARA LA


CAPACITACIÓN Y DEFENSA DE LOS DERECHOS
HUMANOS EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA.

Presentado por:
Dr. Arnaldo José Medrano
C.I.: V-10.793.532
Msc. Milagros Sifontes
C.I.: V-18.453.485

El Tigre, Diciembre 2018


INTRODUCCIÓN

La situación actual que se vive en Venezuela hoy día no sólo afecta el


marco económico, sino que la misma relaciona un conjunto de factores
políticos, sociales y culturales. En este panorama, los derechos humanos no
se encuentran garantizados para los ciudadanos de hechos existe una
constante violación de ellos, muchos acusan al clima de inestabilidad
existente, el cual no asegura la satisfacción de las necesidades básicas
como alimentación y salud, en mucho casos coarta el garantizar un nivel de
vida adecuado a los ciudadanos que hacen vida en la República Bolivariana
de Venezuela, un país donde se restringen su fiel garantía y cumplimiento.

Los Derechos Humanos hacen referencia a un determinado número


de planteamientos o exigencias que deben ser respetadas de tal manera de
asegurar una vida digna, en igualdad, en libertad y en paz a las personas.
Estando dentro de éstos los derechos civiles y políticos, que están
relacionados con la posibilidad de pensar y expresarse libremente, así como
la libertad de participar y hacer vida política, siendo el Estado de Derecho el
garante de éste conjunto de libertades.

Asimismo, se encuentran los Derechos Económicos, Sociales y


Culturales, vinculados con el derecho a un nivel de vida adecuado, a una
alimentación, vestido, vivienda, educación, atención sanitaria, entre otros.
Aunado a ello, el derecho a la paz y vivir una vida tranquila se circunscriben
dentro del conjunto de derechos humanos. En este sentido, son los Estados
los encargados de llevar adelante toda la regulación y promoción de políticas
necesarias para asegurar la plena realización, respeto y el fiel cumplimiento
de todas éstas premisas.
De acuerdo a lo establecido por la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en su Título III, es el Estado Venezolano
representado por el conjunto de instituciones públicas, el que tiene la
obligación de promover el respeto de éstos derechos dentro del país. Sin
embargo, éste no está siendo garante de los mismos, dado que en la actual
crisis, existen un conjunto de derechos humanos que están siendo violados y
no se están implementado las políticas necesarias, ni los mecanismos que
permitan asegurar el respeto y garantía de los mismos. Tampoco se están
llevando a cabo las políticas para superar la crisis, dado que ésta es una de
las variables que resta a la hora de garantizarle a la población Venezolana
las condiciones estables para un nivel de vida adecuado.

Dentro del conjunto de derechos humanos que son violados en el país


resalta el derecho a la alimentación, el derecho a la salud la situación se
agrava, dado que en el país existe una hostil infraestructura de hospitales y
centros asistenciales, lo cual aunado al déficit de personal de salud y la
escasez de medicamentos que ronda cerca del 80% ha agudizado el
panorama en el sector de salud, dejando a la población prácticamente sin
éste vital servicio. Por otro lado, la educación es otro de los ámbitos en el
cual no se garantiza el derecho a plenitud, ya que la calidad de la misma ha
disminuido en los últimos años. Ahora bien, al analizar el estado de los
derechos civiles y políticos en el país, nos encontramos con una polarización
muy fuerte donde cada día la libertad de expresión, la libertad política, los
derechos de propiedad, de libre mercado, a ser juzgado con imparcialidad, el
derecho a la vida, a la integridad física juegan un papel menos importante
para los garantes de dichos derechos en Venezuela, siendo restringidos
cada día y sin derecho a réplica.
Bajo esta realidad así desdibujada, la crisis estructural del país es un
aliciente que restringe muchas de las libertades y derechos humanos de la
población venezolana, dado que no permite crear las condiciones estables
dentro de la economía, que junto a la falta de un Estado de derecho hacen
difícil las garantías de los mismos en Venezuela. No obstante, el llamado es
hacia las autoridades públicas dado que éstas son las que tienen la
responsabilidad por un lado de llevar a cabo las políticas necesarias para
superar la crisis y, por el otro las responsables directamente de promover, y
asegurar el cumplimiento de los mismos.

Finalmente, el llamado es hacia la reflexión de la población sobre el


tema ya que los derechos humanos son universales, prioritarios e
innegociables y ninguna sociedad puede negarlos ni restringirlos y, dado que
somos nosotros los íntimamente afectados, debemos de ser corresponsables
a la hora de promover y luchar por su realización dentro del país. Por estas
razones se hace necesario que los ciudadanos venezolanos tomen en
consideración organizarse para dar fiel cumplimiento a la defensa de los
Derechos Humanos (DDHH). En consecuencia, la prioridad de la creación de
la presente ONG, es capacitar y promover la defensa de dichos derechos en
cualquier ámbito: Laboral, educativo, profesional, seguridad, salud,
económico y que de una u otra manera se busca crear un auténtico estado
que garantice el fiel cumplimiento de los derechos humanos.
CAPITULO I

GENERALIDADES.

Los Derechos Humanos son un conjunto de principios, de aceptación


universal, reconocidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, los cuales están orientados a asegurar la dignidad de cada ser
humano en su dimensión individual, social, material y espiritual.

La vigencia de los derechos humanos es desarrollada en el siglo XIX a


raíz de la revolución francesa y la americana. Durante el siglo XX, los países
a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la
Organización de Estados Americanos (OEA), generan un conjunto de
tratados y pactos internacionales que sirven de eje para la consagración
jurídica internacional de los derechos humanos, cuya normativa central en
esta materia es la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos se conciben dentro de los principios de


progresividad, no discriminación, irrenunciabilidad, interdependencia e
indivisibilidad y son universales, innatos, inviolables, intransferibles,
complementarios, imprescriptibles y no jerarquizables.

De la noción actual e histórica de los derechos humanos, se


desprenden una serie de características que dibujan su dimensión, las
cuales, fueron expuestas por Boutros Boutros-Ghali, Secretario General de
Naciones Unidas, de la siguiente manera: “Los derechos humanos se
caracterizan por ser congénitos, inherentes, necesarios, universales,
indivisibles, interdependientes, preexistentes, limitados, inalienables e
inviolables.” De acuerdo con esta definición, los derechos humanos son:

1º Congénitos e inherentes: significa que “pertenecen a la persona


humana desde que nace, es decir, no se originan en las leyes… en virtud de
su naturaleza están de tal modo unidos a la persona que no pueden ser
separados de ella.”

Aquí volvemos a la ley natural porque, todas las personas tienen


derechos por el simple hecho de existir, por la condición de seres humanos,
lo cual, por supuesto no depende del Estado o las leyes, sino de la
naturaleza humana de la dignidad personal.

Cabe recordar, la vieja controversia filosófica en cuanto al momento


en que se es un ser humano, pues hay una corriente que dice que comienza
justamente, al momento de nacer, ya que mientras el feto está en el vientre
materno se le considera una sólo una “potencia de vida”. Mientras que hay
otra corriente, que es la más aceptada, internacionalmente, que considera
que el ser humano existe desde su concepción, por tanto desde ese
momento tiene derechos.

2º Son necesarios: porque el ser humano no puede vivir dignamente


sin el respeto a sus derechos, por tanto, tampoco podría renunciar a estos o
negociarlos. Ni ningún Estado puede eliminar los derechos de los
ciudadanos. Salvo en situaciones extremas que algunos derechos pueden
ser limitados o suspendidos, pero nunca eliminados, extinguidos.

3º Son Universales: porque “pertenecen a todo individuo de la


especie humana, independientemente de su sexo, edad, posición social,
partido político, creencia religiosa, origen familiar, capacidad económica o
cualquier otro factor individualizante.” En otras palabras, los derechos
humanos son iguales para todos, ya sean mujeres u hombres, adultos o
niños, ricos o pobres, católicos, evangélicos o musulmanes, etcétera. De
manera, que no importa la raza, el sexo, la cultura o la religión, la
nacionalidad, pues los derechos humanos son de todos por igual.
4º Son indivisibles: la noción de indivisibilidad alude que a la
preeminencia de los derechos humanos sobre a otros derechos.

5º Son interdependientes: “porque todos ellos se relacionan entre sí


por su origen y por su conexión teleológica.

6º Son preexistentes: porque han surgido con anterioridad al derecho


positivo, ya que aparecieron con el hombre y no deben su origen a un acto
de la autoridad. Aun cuando, sean reconocidos nacional e
internacionalmente, tanto por los ordenamientos jurídicos internos, como por
la Comunidad Internacional.

7º Son limitados: la ejecución de un derecho humano no puede


perjudicar los derechos humanos de las demás personas, ni el justo orden
público.

8º Son inalienables: porque nadie —ni siquiera el propio titular—


puede hacer imposible su puesta en práctica. Los derechos humanos
imponen una obligación concreta a las personas y al Estado de respetarlos
aunque no haya una ley que así lo diga. Queda claro entonces que es
obligatorio respetar todos los derechos humanos que existan en nuestras
leyes y también aquellos que no lo están aún, como por ejemplo el derecho a
la objeción de conciencia (o sea, el derecho a no prestar el servicio militar por
razones de creencias morales o religiosas) o el derecho a la propiedad
colectiva de la tierra en el caso de las comunidades indígenas, y tantos otros.

9º Son inviolables: porque al transgredirlos o colocarlos en peligro se


comete un hecho grave. Es decir, que las personas y los gobiernos tienen
que regirse por un respeto absoluto hacia los derechos humanos;
igualmente, las leyes dictadas no ir en contra a éstos, ni las políticas
económicas y sociales que se implementan.
Los Derechos Humanos imponen una obligación concreta a las
personas y al Estado de respectarlos aunque no haya sido una ley que así lo
diga. Sobre este punto la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV) ha establecido que el respecto y garantía de los
Derechos Humanos son obligatorio cumplimiento para los órganos del Poder
Público, característica esta que ha sido recogida en el Artículo 19.

Asimismo, el Artículo 22 de la CRBV, dispone que la enunciación que


haga la Constitución o los instrumentos internacionales sobre Derechos
Humanos no deba entenderse como negación a otros derechos que sean
inherentes a las personas, y que la falta de reglamentación de estos
derechos no menoscabe su ejercicio.

LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y LOS DERECHOS HUMANOS

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999),


consagra el principio de la legalidad en su artículo 137, al disponer que: “La
Constitución y la ley definirán las atribuciones de los órganos que ejercen el
Poder Público, a los cuales deben sujetarse las actividades que realicen.”

En efecto, en todo sistema de leyes existe un orden jerárquico, en


cuyo extremo superior se encuentra la ley formal, junto a otras normas del
mismo rango, y en el extremo inferior se ubican los reglamentos, sub-
reglamentos, y demás actos normativos asimilados. Así mismo, debe
entenderse que el principio de legalidad se manifiesta, a través de la norma y
la actividad funcional de la administración; es decir, que la ley es la que
determina la actividad administrativa, lo cual se traduce en una relación
dialéctica entre la norma aplicable y el hecho o situación contemplada por
dicha norma, lo que produce necesariamente como resultado el cumplimiento
del principio de legalidad.
IMPORTANCIA DE LA EDUCACION PARA GARANTIZAR LA DEFENSA
DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Por Derechos Humanos entendemos aquellos que se encuentran


recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como los
reconocidos por cada Estado en su ordenamiento jurídico y en los tratados
internacionales ratificados. Dicho de otra forma, son aquel conjunto de
facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las
exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales
deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel
nacional e internacional.

Por educación en derechos humanos, se entiende la práctica


educativa que tiene por objeto principal favorecer el reconocimiento, la
defensa y la promoción de los mismos, considerando al ser humano como
sujeto de derechos. Es toda formación fundada en el respeto y vigencia de
valores, principios y mecanismos relativos a los derechos humanos en su
integridad e interdisciplinariedad, su vinculación con la democracia, el
desarrollo y la paz.

Es decir, que se debe enfocar la educación en los derechos humanos


de tres modos distintos:

a) a través de las prácticas que se basan en una educación valoral, es


decir, en la transmisión de ciertos valores universales que el individuo debe
plasmar en su vida cotidiana,

b) el manejo de las prácticas que privilegian la formación


eminentemente jurídica,

c) las prácticas que parten de una realidad social y política,


inscribiendo el conocimiento de los derechos humanos como la construcción
de un saber, en el marco de la lucha por la democracia y la reapropiación de
la ciudadanía.

La educación en los derechos humanos debe de enfocarse en la


tercera de estas propuestas, pues a quienes se intenta educar son personas
que viven inmersas en una sociedad concreta y con unas circunstancias
históricas concretas, que influirán y modificarán la forma de entender sus
derechos. Esto no quiere decir que las otras dos hipótesis de enfoque no
puedan complementarse con la que nosotros apoyamos, pues los valores y
los fundamentos jurídicos en donde situarlos también son parte integrante de
la comprensión global de los derechos humanos.

Ya una vez delimitados los conceptos, encontramos que la primera


vez en la que la educación y los Derechos Humanos aparecen relacionados
es en la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948,
que dice:

“La presente Declaración Universal de los Derechos


Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y
naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos
como las instituciones, inspirándose constantemente en ella,
promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto
a esos derechos y libertades, y aseguren, por medidas
progresivas de carácter nacional e internacional, su
reconocimiento y aplicación universal y efectivos, tanto entre
los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los
territorios colocados bajo su jurisdicción”.

Es decir, que uno de los objetos que se intentaba alcanzar con la


proclamación de esta Declaración Universal era que se reconociesen y
protegieran los Derechos Humanos, además de la vía jurisdiccional que
consideramos imprescindible, también por el camino de la educación y la
enseñanza en los propios Derechos Humanos, siendo éste un medio
privilegiado para crear en cada individuo, una conciencia de respeto a los
mismos, como presupuesto indispensable para el desarrollo de una sociedad
justa y democrática.

No se puede estar equivocados si se dijera que los términos


democracia, educación, desarrollo, valores éticos y Derechos Humanos, son
conceptos que funcionan unidos, y es fácil comprobar que son siempre
correlativos, y que si alguno de ellos falla, el resto queda resentido en su
estructura. Es por eso, que la educación debe de ser un fin a alcanzar por
cualquier sociedad, dentro de su evolución como nación democrática, siendo
que, en la Reunión celebrada en Caracas, Venezuela, en Octubre de 1997,
como motivo de la creación de “La Agenda Iberoamericana para el S.XXI”, a
manos de la Fundación Popular Iberoamericana, se propuso como primera
recomendación a la Cumbre de Jefes de Estado y Jefes de Gobierno, que se
declarara como prioridad del espacio político iberoamericano, la educación.

La UNESCO afirmó que lo específico de la educación en Derechos


Humanos era educar la conciencia de una convivencia social a nivel
personal, nacional e internacional que dignifique a la persona. Es una
educación cuyo centro será el conflicto permanente de las relaciones
humanas, pero cuya esperanza siempre estará dada en el respeto al otro, la
cooperación y el entendimiento. Esto lleva necesariamente a que una
enseñanza en Derechos Humanos sea una educación democrática.

Es por ello que, en el transcurso del aprendizaje de los Derechos


Humanos, nosotros mismos y la sociedad en su conjunto, vamos dando
forma a una nueva cultura, a la “Cultura de los Derechos Humanos”, una
cultura de carácter preventivo, con la que debemos intentar erradicar

Esa “Cultura de los Derechos Humanos” llevará a una educación


cívica de la sociedad, para que ésta sea más responsable y consciente ante
la problemática de los Derechos Humanos. Pero para poder llegar a ese nivel
de educación cívica y de afianzamiento de la cultura de los Derechos
Humanos, es necesario que los gobiernos reflejen en las normas la
importancia que tiene la educación dentro del proceso de desarrollo del país,
y doten de medios suficientes para que se cumplan unos mínimos
educativos.

¿POR QUÉ LA PROMOCIÓN DE UNA CAPACITACIÓN PARA LA


DEFENSA DE LOS DDHH?

Antes de efectuar el análisis para objeto del presente proyecto, es


necesario efectuar una muy breve caracterización de los Derechos
Humanos, a los fines de disponer de una introducción sobre la importancia
de la capacitación para la defensa de los DDHH en Venezuela. A los fines de
desarrollar este trabajo de investigación, se revisó diferentes autores locales
e internacionales y se encontró con múltiples maneras de caracterizar a los
derechos humanos según sea la perspectiva filosófica o ideológica desde la
cual se pretendan analizar.

Así se considera importante efectuar una primera precisión


terminológica que se relaciona con la necesidad de distinguir los derechos
humanos en sentido amplio y en sentido estricto, así podemos señalar que
por derechos humanos en sentido amplio la doctrina se refiere a estos como
aquellos derechos inherentes a la persona que resultan de su condición de
ser humano en el marco particular de la evolución humana, mientras que en
sentido estricto, se trataría también de derechos inherentes a la persona que
resultan de su condición de ser humano en el marco particular de la
evolución humana que son reconocidos y que son objeto de protección
jurídica por parte del Estado.

El Profesor Pedro Nikken muy claramente se refiere a este aspecto


cuando señala: “La sociedad contemporánea reconoce que todo ser humano,
por el hecho de serlo, tiene derechos frente al Estado, derechos que éste, o
bien tiene el deber de respetar y garantizar o bien está llamado a organizar
su acción a fin de satisfacer su plena realización. Estos derechos, atributos
de toda persona e inherentes a su dignidad, que el Estado está en deber de
respetar, garantizar o satisfacer son los que hoy conocemos como derechos
humanos.” (Pedro Nikken, 2007, p.7).

Los Estados y sus obligaciones en materia de derechos humanos se


puede señalar, sin lugar a dudas, que la obligación fundamental que se
deriva para los Estados como resultado del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, no es otro que garantizar los derechos humanos en su
jurisdicción, de manera de asegurar la eficacia de los mismos. Cuando se
dice Estado, se refiere a él, tal y cómo se ha manejado antes, en el marco
de los distintos niveles que presenta el Poder Público ya sea en su
distribución horizontal: Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral y
Electoral, como en su distribución vertical: Poder Nacional, Poder Estadal y
Poder Municipal, según sea el caso.

Con ello se encuentra con una obligación jurídica para el Estado que
presenta una doble vertiente, así tenemos una obligación de hacer, que se
fundamenta en el deber de garantizar el respeto absoluto de los derechos
humanos lo que supone fundamentalmente una actuación activa, esto es,
asegurar judicialmente la eficacia y consecuente vigencia de tales derechos
por él tutelados, y una correlativa obligación de no hacer, relacionada con
abstenerse de realizar cualquier actuación que atente contra tales derechos
humanos, sean estos, civiles, políticos, sociales, económicos o culturales.
Pero hay diferencias importantes en la forma de hacer eficaz esa garantía en
materia de derechos humanos que depende de su categoría, así no es lo
mismo tutelar un derecho político que un derecho social, pues en el segundo
caso depende del grado de desarrollo social y económico que haya
alcanzado cada nación con base a sus recursos disponibles.
PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD

Es aquel, que recoge la tendencia internacional de no limitar la


garantía y protección estadal de los derechos humanos a solamente aquellos
que hayan sido reconocidos expresamente en una norma jurídica, sino que
por el contrario, obliga al estado a reconocer, garantizar y proteger cualquier
otro derecho humano en virtud del desarrollo que seguirá experimentado el
derecho internacional en esta materia, y que como veremos de seguida, no
solamente queda reducido a este aspecto. Precisamente el principio de
progresividad presenta una doble perspectiva, pues no solamente reconoce
la existencia de más derechos humanos sino también la ampliación de su
contenido mínimo. Así lo establecido en el artículo 19 de la Constitución de
1999 que al establecer la obligación estatal de garantizar el goce y ejercicio
de los derechos humanos, exige que debe hacerse conforme al principio de
progresividad y de no discriminación, siendo que se refiere al principio de
progresividad.

Esta es la incorporación expresa a nuestro ordenamiento jurídico


constitucional del principio de progresividad en materia de derechos
humanos, principio que no se encontraba establecido en la Constitución de
1961. Implica que no es posible que a través de una modificación en nuestro
ordenamiento jurídico interno, se limite, reduzca o elimine algún derecho
humano que haya sido reconocido internacionalmente, además supone
también que el Estado venezolano está impedido de denunciar un tratado,
pacto o convenio internacional, pues el derecho ya fue adquirido y es, cómo
bien lo señala la norma jurídica bajo análisis, irrenunciable.
EL CIUDADANO VENEZOLANO ¿CONOCE TODO SOBRE LOS
DERECHOS HUMANOS EN LA ACTUALIDAD?

El fenómeno de la internacionalización de los Derechos Humanos


después de la II Guerra Mundial puede atribuirse a las monstruosas
violaciones ocurridas en la era hitleriana y a la convicción de que muchas de
estas violaciones se podrían haber evitado si hubiera existido en los días de
la Sociedad de las Naciones un sistema internacional efectivo de protección
de los Derechos Humanos. La garantía efectiva de los Derechos Humanos
se extiende más allá de una declaración universal (Declaración Universal
sobre los Derechos del Hombre, ONU, 1948), y de encontrarse éstos
plasmados en otros instrumentos como la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, OEA, 1969. Otro aspecto a estudiar es el fundamento
jurídico de los Derechos Fundamentales en Venezuela, ya que es el país
donde se vive, y desde la academia se debe velar porque tales derechos se
conozcan y sean garantizados; máxime que Venezuela constituye un Estado
Democrático y Social de Derecho y de Justicia, como contempla la Carta
Magna (Art. 2 CRBV).

Venezuela es país miembro del Sistema de las Naciones Unidas y en


su ordenamiento jurídico cuenta con disposiciones orientadas a proteger los
derechos fundamentales. La Constitución venezolana de 1999 contempla la
preeminencia de los Derechos Humanos, al establecer que "los tratados,
Pactos y convenios relativos a (éstos), suscritos y ratificados por Venezuela,
tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno y son de
aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder
Público" (Art. 23), y también aparece previsto que toda persona debe
promover y defender los Derechos Humanos como fundamento de la
"convivencia democrática y de la paz social" (Art. 132).
EN CUANTO A NIVEL PENITENCIARIO, LOS VENEZOLANOS
TIENEN EL NIVEL COGNOSCITIVO DE LA MATERIA

Se observa pues, que en el marco del tema de estudio, el instituto


para la capacitación y defensa de los Derechos humanos (INCADEDDH),
abarca muchos aspectos entre ellos la clara violación de los DDHH en las
cárceles del país, la situación de las personas privadas de libertad, la
violencia carcelaria y los distintos hechos que ocurren a diario, pueden
constituirse en violaciones a sus Derechos Humanos. Esta situación pudiera
estar conectada a la vulneración de los mismos, así que es fundamental
investigar la realidad en torno a esta situación, que ha sido señalada por el
Observatorio Venezolano de Prisiones, como una de las causas de la
violencia carcelaria Asimismo, el desarrollo humano viene entrelazado con
los derechos humanos, buscando también una motivación en común que
lleve a todos los individuos de las sociedades a gozar de un bienestar, de su
libertad y la dignidad, garantizándoles así un buen vivir.
CAPÍTULO II

ORGANIZACIÓN DE INCADEDDHH

El Instituto para la Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos


(INCADEDDHH), se creó con la convicción de trabajar como una
organización no gubernamental (ONG), la cual lucha por la defensa de los
derechos humanos en todo el ámbito nacional, para ello se encargará de la
capacitación, adiestramiento y mejoramiento profesional, de diversos
estudiantes y profesionales de diversas áreas universitarias, con la finalidad
de la promoción, revisión, supervisión y control de cada uno de los procesos
inherentes a la defensa de los DDHH en Venezuela.

Ubicación.

Está ubicado en la Ciudad de El Tigre, Municipio Simón Rodríguez,


Estado Anzoátegui, Venezuela.

Descripción de la Institución.

El Instituto para la Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos


(INCADEDDHH), es una organización, que a pesar de estarse creando el
presente año, su personal cuenta con muchos años de experiencia en el
marco legal, de la defensa y capacitación de los DDHH en el estado
Anzoátegui y otros estados de la región oriental, su personal directivo y
docente conforman un equipo de trabajo con elevada capacidad profesional y
de comprobada responsabilidad y solvencia moral. El mencionado equipo de
trabajo, tiene como fin prestar asesoría capacitación, preparación y
promoción integral dirigida a aquellas personas que deseen capacitarse y
prepararse en la defensa de los derechos humanos; con garantía de
eficiencia, confiabilidad, seriedad, confidencialidad, profesionalismo, agilidad
y honestidad, para resolver sus necesidades en cuanto a cualquier trámite de
tipo legal tanto en sus asuntos públicos o privados.

Estructura Organizativa.

El Instituto para la Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos


(INCADEDDHH), está estructurada de la manera siguiente:

 Un Doctor en Derechos Humanos


 Un Msc en Derechos Humanos
 Una secretaria
 Personal docente para la Gerencia de Capacitación
 Un área de atención de casos
 Un asesor técnico (informática)
Misión

La misión de Instituto para la Capacitación y Defensa de los Derechos


Humanos (INCADEDDHH), es brindar enseñanza, capacitación, preparación
y dominio en la defensa de los derechos humanos en todo el ámbito
nacional. Asumir cada caso presentado como propio, con respeto y
humanidad; cerrarlo como el más grande de los logros. Así mismo, se enfoca
en la permanente defensa y aplicación de la justicia y asegurar la defensa de
los DDHH de todos los ciudadanos. Todo esto basado en la prestación de un
excelente servicio de asesoría a todos quienes confíen en su calificado
equipo profesional; para lo cual procuran la mejor y mayor preparación
técnica, académica y personal.
Visión

El Instituto para la Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos


(INCADEDDHH), tiene como visión, consolidarse como una ONG de
servicios globales más reconocido en la región, gracias a sus valores
jurídicos y éticos, su trato personalizado y calidad integral en la
representación de los ciudadanos los cuales requieran que se les defiendan
y garanticen los derechos humanos.

Valores

Ética: Las actividades que realizan se ciernen con estricto apego a los
principios y obligaciones morales en la relación con los ciudadanos afectados
en DDHH, en estudiantes a ser capacitados, socios, trabajadores y demás
personas con quienes se relación, guiados por la transparencia en todos sus
actos y el cumplimiento estricto de los acuerdos y compromisos adquiridos.

Honestidad: La fuerza moral que guía la actuación societaria en su esfera de


acción y se expresa en el comportamiento íntegro observado por el personal
en la vida familiar, profesional y social, se manifiesta en la honestidad
intelectual en todos sus actos y en el manejo de los recursos para garantizar
la defensa de los DDHH.

Profesionalidad: Premian el desempeño eficiente y asumen con empeño y


dedicación el reto de su formación. Procurando el mejoramiento continuo de
sus actividades mediante el análisis crítico de los procesos actuales y su
optimización.

Sentido de pertenencia: Asumen como propias y con el desempeño en


consonancia con su visión, misión y valores de la organización y en el
empeño y dedicación para la obtención de las metas.
Eficiencia: sus actividades laborales se encuentran regidos por altos niveles
de exigencia en el desempeño de todos los integrantes de la organización,
ejecutando las tareas encomendadas con una alta calidad en los resultados
parciales y totales obtenidos, todo lo cual se manifiesta en la óptima calidad
de sus servicios y asesorías siempre dentro de los más altos estándar.

Respeto: Procuran la actuación considerada y respetuosa hacia sus clientes,


compañeros de trabajo, familiares y demás personas o instituciones con
quienes interactúan.

Integración: se desenvuelven dentro de un sistema constituido por el gremio


profesional especialistas en derechos humanos, para ser parte funcional de
él. Se identifican con la misión, visión y valores de la Sociedad y se sienten
parte fundamental de la organización para la cual trabajan, incorporando en
este proceso integrador a sus familias.

Responsabilidad: se sienten comprometidos a mantener los más altos


niveles de responsabilidad en todas las manifestaciones organizacionales,
profesionales y personales, y son consecuentes con los principios de la
Sociedad. Sus trabajadores y personal docente cumplen sus deberes
conociendo que son respetados en sus derechos fundamentales y
cumpliendo los compromisos derivados de su misión.

Lealtad: Son leales con sus alumnos, estudiantes, profesionales, así como
también entre ellos mismos, sus familias y con todas las personas o
instituciones con quienes interactúan.
FUNCIONES DE LOS CARGOS.

PRESIDENCIA.

Ejercida en este caso por el Dr. Arnaldo José Medrano, quien será el
ejecutor principal y supervisor de cada una de las áreas y gerencias de la
presente ONG. Será el promotor de cada una de las actividades a ejecutarse
en aras de una excelente capacitación de profesionales en el área de DDHH
en la República Bolivariana de Venezuela, con un radio de acción que abarca
todo el territorio nacional. Será la única persona autorizada para establecer
los enlaces con organismos de seguridad del estado, universidades,
academias e instituciones militares, para la capacitación con material
actualizado en el proceso de defensa de los derechos humanos.

DIRECCIÒN GENERAL.

Representada en la persona de la Msc. Milagros Sifontes, quien le


rendirá cuentas directamente a la Presidencia de esta prestigiosa institución.
Será la persona encargada de supervisar al personal adscrito a la gerencia
de capacitación, atención de casos y asesoría técnica. Tendrá la potestad de
poder planificar asesorías en materias de derechos humanos en instituciones
educativas, tanto públicas como privadas, podrá establecer cronogramas de
trabajo y evaluará de manera directa al personal activo de INCADEDDHH.

SECRETARIA.

Trabajará de manera adjunta a la presidencia como a la dirección


general, por supuesto respetando la jerarquía de ambos. Será la encargada
de la redacción de documentos, minutas, memorándum, llevar la agenda del
presidente de la institución, recibirá las solicitudes de cursos y asesorías,
llevará el control de las personas que se capacitan y todo lo de índole
administrativa de INCADEDHH.

GERENCIA DE CAPACITACIÒN.

Integrada por un compendio de profesionales en el área de derechos


humanos, debidamente seleccionados por la presidencia de INCADEDDHH,
en ellos pesa todo el proceso de formación en el área de defensa de los
derechos humanos, dentro y fuera de la Institución. Esto incluye cursos,
talleres, diplomados, maestrías, licenciaturas y doctorados en DDHH, aunado
a ello preparación de mesas de trabajo a nivel comunal en consejos
comunales, parroquias, instituciones educativas a nivel de secundaria y
superior, ente de seguridad, empresas de vigilancia, de servicios, área
petrolera, medicinal, alimentaria, penitenciaria, entre otros.

ÀREA ATENCIÒN DE CASOS.

INCADEDDH, no solo es capacitación, de la mano de su presidente el


Dr. Arnaldo José Medrano, como un equipo de especialista, tendrán la
potestad de atender cualquier requerimiento en cuanto a violación de
derechos humanos debidamente comprobada, para proceder a cada uno de
los procesos inherentes a la defensa de los mismos, con seriedad,
responsabilidad, honor, lealtad y apego a la normativa legal vigente en el
área de DDHH.
ÀREA SERVICIO TÈCNICO.

Específicamente el área de informática, para mantener operativo los


equipos que se usaran en nuestra sede y llevar un respaldo o back up de
cada uno de los procedimientos ejecutados por la presente ONG.
CAPÍTULO III

PLAN DE ACCIÓN E INICIACIÓN DE INCADEDDHH

RECURSOS.

RECURSOS HUMANOS.

INCADEDDHH cuenta con un personal profesional debidamente


capacitado, preparado y en constante proceso de mejoramiento profesional,
en cuanto área de derechos humanos se refiere. Para ello su presidencia y
dirección general son los entes encargados de velar por el constante
mejoramiento y proceso evaluativo del recurso humano con que cuenta la
Institución.

RECURSOS MATERIALES.

A pesar de iniciarse, INCADEDDHH, cuenta, con todo el material


audiovisual, equipos de computación, material de apoyo a la instrucción, para
ejecutar cada uno de los procesos o fases de formación, preparación,
capacitación adiestramiento en el área de defensa de derechos humanos, así
como también cuenta con todo el material necesario para asumir la atención
de cualquier caso de violación de derechos humanos y pueda ser atendido
en cualquier parte del territorio nacional.
PLAN DE TRABAJO INICIAL

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL.

Desarrollar profesionales en capacitación, adiestramiento y aplicación


de la defensa de los derechos humanos, para la formación de los debidos
garantes del cumplimiento de los mismos a nivel nacional.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.

Establecer las herramientas y procesos de capacitación del personal de


INCADEDDHH, como de los entes o particulares que requieren capacitación
en el área de derechos humanos

Elaborar un cronograma de actividades por períodos lectivos de instrucción


(trimestrales)

Preparar los nuevos profesionales en el área de defensa de los derechos


humanos a nivel nacional.

Proporcionar la defensa de los DDHH, apegados a las normativas legales


vigentes, tanto nacionales, como internacionales.

JUSTIFICACIÓN.

Los derechos humanos son fundamentales para el desarrollo de


cualquier sociedad. Una de las pocas razones por las que se puede
argumentar la importancia del Estado es, sencillamente, por la necesidad de
proteger nuestros derechos. Su valor primordial radica en que los derechos
del hombre son condiciones que le son intrínsecas, que le permiten ser un fin
en sí mismo y darse sus propios fines. El derecho a la vida, a la libertad y a la
propiedad –que son los derechos liberales tradicionales, son fundamentales
no sólo porque permiten al hombre desarrollarse, sino también porque
suponen el fundamento en el cual se asienta el Estado de Derecho.

Esto quiere decir que de cierta manera, las Constituciones de los países
tienen como finalidad establecer el marco de reglas a fin de mantener y
respetar esos derechos fundamentales que se encuentran reconocidos. En el
caso Venezolano por ejemplo, el Art. 2 de la Constitución dispone que uno
de los valores del ordenamiento jurídico y de su actuación sea la
preeminencia de los derechos humanos. En consecuencia, el Estado existe
para hacer respetar estos derechos y asegurar que todas las leyes cumplan
esta misión; es la única organización que tiene el poder de la coacción para
poder hacer cumplir el principio de la salvaguarda de nuestros derechos.

Sin embargo, muchas veces el rol del Estado no termina allí. Las
crecientes demandas de la sociedad han generado una ampliación de las
funciones del mismo. Ya no sólo existe el Estado como ente protector, sino
que también se ha atribuido otras funciones que en la mayoría de los casos
generan más problemas que los que pretenden solucionar. Esto se debe
principalmente a que en su afán de garantizar nuestros derechos –ya no de
solo hacerlos respetar, los Estados se extralimitan y tienden a violar otros por
otro lado. Esta realidad, que se ve con más claridad en gobiernos de carácter
socialista, plantea una pregunta importante: ¿Debe el Estado garantizar los
derechos de sus ciudadanos? Si la respuesta es afirmativa, valdría la pena
preguntarse también… ¿Cómo debe el Estado garantizar estos derechos?
La clave para responder a estas preguntas está en la diferencia entre la
línea –a veces muy fina, que separa el «respetar» del «garantizar». Respetar
los derechos está vinculado con el límite que tenemos en nuestro actuar
como individuos. Esto supone que nuestras acciones serán legítimas en la
medida que no violenten los derechos de los demás. En contraste con este
escenario se presenta el Estado que “garantiza” a sus ciudadanos sus
derechos. Ya aquí el Estado tiene un rol ampliado: no sólo busca crear
condiciones que permitan el goce de los derechos de las personas sino que
actúa también con la intención de garantizarlos por ellos.

Este segundo escenario, cada vez más extendido en todo el mundo,


tiene unas repercusiones importantes porque esconde una puerta para el
desamparo de derechos que el Estado tiene el deber de proteger. El hecho
de que el Estado tenga la función de ser garante de nuestros derechos, le da
la calidad de árbitro de, y de jugador en, la sociedad, y abre la puerta para
que pueda usar la coacción como una herramienta para tal fin –muchas
veces, a costa de la destrucción de la salvaguarda de nuestros derechos.

En la actualidad se habla mucho de los derechos humanos, pero en


realidad existe demasiado desconocimiento a pesar de que han existido
desde hace más de 50 años. Después de la Segunda Guerra Mundial en
1945, la ONU observó la necesidad de que todo el mundo gozara de los
derechos y libertades fundamentales. Teniendo en consideración que la
dignidad es la base, los derechos humanos se proclamaron el 10 de
diciembre de 1948, en París, con el propósito de que fueran respetados por
los pueblos de la Tierra. Pero en la realidad, ¿estos derechos se cumplen en
todo el mundo o toda persona en verdad conoce sus derechos humanos? Sin
pensarlo demasiado, se daría una respuesta negativa a esta cuestión.
Para reconocer la importancia que tienen es necesario que primero
sepamos que somos diferentes, esto no quiere decir que exista alguien
inferior a otro, al caso se pueden mencionar la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, los de la mujer y los de los niños. La Declaración
Universal de los Derechos Humanos dice que todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos; tienen derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad; nadie será sometido a esclavitud o a tratos
inhumanos; todos son iguales ante la ley; no pueden ser desterrados; tienen
derecho a la libre expresión; a buscar asilo en cualquier país; a un trabajo, al
disfrute de su tiempo libre, a la educación. Y de igual manera, tienen deberes
a la comunidad. En nuestra sociedad existe una cultura discriminatoria hacia
las mujeres, con frecuencia existen abusos de poder o autoridad, los cuales
pueden causar daños psicológicos y patrimoniales.

Por eso, tienen derecho a tomar libremente decisiones que afecten su


vida; tratar en paz asuntos que interesen a ambos miembros de la pareja;
compartir por igual las responsabilidades familiares; expresar sus opiniones y
necesidades; ser respetadas física, sexual y psicológicamente; no ser
humilladas, ridiculizadas o menospreciadas, ni en público ni en la intimidad,
etcétera. Los niños también cuentan con una serie de derechos a efecto de
que se les reconozca conforme a la ley: ningún menor de edad podrá ser
discriminado por razones de color, raza, sexo, idioma, religión, origen o
posición económica; todo menor tendrá derecho a gozar y disfrutar de
libertad, igualdad, dignidad y seguridad social; a gozar de salud, vivienda,
alimentos, educación y tener una familia; a ser protegidos contra cualquier
tipo de abandono, crueldad, explotación, maltrato y abuso sexual.
Estos son a grandes rasgos el contenido de cada una de las
declaraciones que la gran mayoría no conocen, motivo por el cual no se da la
importancia total.

Pensar la defensa de los derechos humanos como insoslayable


discusión pública, como necesario respeto a lo diferente, como lucha siempre
vigente y, por qué no, como inevitable amor al prójimo; al final, defender
derechos humanos significa mostrar indignación ante lo injusto, solidaridad
auténtica por el sufrimiento ajeno, y una de las formas más poderosas de
aprender a ser humanos.

La defensa de derechos humanos conlleva una importante dimensión


ética y no menos alta responsabilidad de coherencia. También conlleva
tropiezos, contradicciones, dudas y errores. La defensa de derechos
humanos conlleva dosis de pasión, que es diferente a ser apasionados.

En muchas circunstancias, esta labor resiste riesgos, erróneas


acusaciones, prejuicios y estigmas. Quizás comporta un acto de fe en lo
humano, en una búsqueda continua de mecanismos para erradicar actos que
ultrajan nuestras propias conciencias. Significa aspirar a vivir en sociedades
en que Derechos y Libertades se vean garantizados a todos y todas por
igual. Significa prudencia y precisión para regular el fiel de la balanza,
reconocer que quienes vulneran derechos, por más siniestros que sus actos
sean, también son acreedores de estos.
Nro Actividad programada Recursos humanos Recursos Materiales Observaciones
01 Elaboración de proyecto de Presidencia Proyecto impreso y Ejecutada
presentación Dirección general digital
02 Presentación para el Registro de Presidencia Transporte público, En proceso
INCADEDDHH Dirección general documentos para
registro
03 Planificación de cursos y Presidencia Computadoras, En proceso
capacitación Dirección general pendrives, video
beam
04 Apertura sede principal Presidencia -- En proceso
05 Elaboración portal en Internet Área informática Computadora En proceso
06 Apertura sala atención casos Presidencia -- En proceso
especiales Dirección general
07 Posible apertura de diplomados Presidencia -- En proceso
On line (Academia virtual para la Área informática
capacitación en DDHH)

Fuente: Presidencia INCADEDDHH (2018)


DISPOSICIONES FINALES

Para la elaboración del diseño de la página web, así como la del


campus virtual (plan a largo plazo) para la ejecución de los diplomados On
Line, se cuenta con la asesoría del Prof. Einstein Pinto, quien ya ha trabajado
en este tipo de diplomados “On line” y escuela o academias virtuales.

La Presidencia se encargará de establecer la sede principal de


INCADEDDHH, en la ciudad de El Tigre, Municipio Simón Rodríguez, del
estado Anzoátegui, pero con un radio de acción a nivel nacional.
CONCLUSIONES

La persona que actúe en favor de un derecho (o varios derechos)


humano(s) de un individuo o un grupo será un defensor de los derechos
humanos. Estas personas se esfuerzan en promover y proteger los derechos
civiles y políticos y en lograr la promoción, la protección y el disfrute de los
derechos económicos, sociales y culturales. Los defensores abordan
cualesquiera problemas de derechos humanos, que pueden comprender
desde las ejecuciones sumarias hasta la tortura, la detención y prisión
arbitrarias, la mutilación genital de las mujeres, la discriminación, las
cuestiones laborales, las expulsiones forzadas, el acceso a la atención
sanitaria o los desechos tóxicos y su impacto en el medio ambiente. Los
defensores actúan en favor de derechos humanos tan diversos como el
derecho a la vida, la alimentación y el agua, el nivel más alto posible de
salud, una vivienda adecuada, un nombre y una nacionalidad, la educación,
la libertad de circulación y la no discriminación.

Los defensores de los derechos humanos actúan en todas las partes


del mundo: tanto en los Estados que están divididos por conflictos armados
internos como en los que son estables; en los no democráticos y en los que
el ejercicio de la democracia está firmemente asentado; en los que
económicamente están en desarrollo y los clasificados como países
desarrollados.

La mayoría de los defensores de los derechos humanos desarrollan su


actividad en el plano nacional o local, en defensa del respeto de esos
derechos en sus propias comunidades y países. En esas situaciones, sus
principales homólogos son las autoridades locales encargadas de garantizar
el respeto de los derechos humanos en una provincia o el país en su
conjunto. Sin embargo, algunos defensores actúan en el plano internacional
o regional. Su labor es cada vez más variada: se concede atención prioritaria
a las cuestiones de los derechos humanos en el plano nacional y local, pero
mantienen contactos con los mecanismos internacionales y regionales que
puedan ayudarles a mejorar la situación en sus países.

La actividad de muchos defensores tiene por objeto lograr que se


rinda cuentas de la observancia de las normas relativas a los derechos
humanos. En términos generales, esta labor puede consistir en ejercer
presión sobre las autoridades y promover la realización de mayores
esfuerzos por parte del Estado para cumplir las obligaciones internacionales
en materia de derechos humanos que ha contraído al ratificar tratados
internacionales.

En casos más concretos, la importancia atribuida a la rendición de


cuentas puede suponer que los defensores denuncien, bien sea en un medio
público (por ejemplo, un periódico) o ante un tribunal, violaciones de
derechos humanos que ya se han producido. De esta manera contribuyen a
que se haga justicia a las víctimas y a acabar con las pautas de impunidad,
evitando así violaciones futuras. Un gran número de defensores, a menudo
por conducto de organizaciones establecidas al efecto, concentran sus
esfuerzos exclusivamente en poner fin a la impunidad.

Los mismos grupos de defensores también podrían promover el


fortalecimiento de la capacidad del Estado para enjuiciar a los autores de
violaciones, por ejemplo impartiendo capacitación en materia de derechos
humanos a los fiscales, los jueces y la policía.

Algunos defensores tratan de lograr que el gobierno cumpla las


obligaciones que le incumben en materia de derechos humanos, por ejemplo
publicando información sobre su historial con respecto a la aplicación de las
normas en esta esfera y haciendo un seguimiento de los progresos
realizados. Otros defensores conceden prioridad a una buena gestión de los
asuntos públicos, promoviendo la democratización y el fin de la corrupción y
el abuso de poder y explicando a la población cómo ejercer su derecho de
voto y las razones por las que es importante participar en las elecciones.

Cabe destacar también la labor educativa que desarrollan los


defensores. En algunos casos, consiste en enseñar a aplicar las normas de
derechos humanos en el contexto de una actividad profesional, por ejemplo
por magistrados, abogados, policías, soldados o supervisores de los
derechos humanos. En otros casos, la educación puede ser más amplia y
desarrollarse en las escuelas y universidades o mediante la difusión de
información sobre la normativa vigente entre la población en general o
grupos vulnerables.

En resumen, la labor de los defensores de los derechos humanos a


menudo consiste en reunir y difundir información, llevar a cabo una actividad
de promoción y movilizar a la opinión pública. Sin embargo, conforme se
indica en esta sección, también pueden proporcionar información para
potenciar o capacitar a otras personas. Participan activamente en la
facilitación de los medios materiales necesarios para hacer realidad los
derechos humanos –construyendo viviendas, suministrando alimentos,
reforzando el desarrollo, etc. Se esfuerzan en conseguir una transformación
democrática que suponga una mayor participación de la población en la
adopción de las decisiones que conforman sus vidas y una mejor gestión de
los asuntos públicos. También contribuyen a mejorar las condiciones
sociales, políticas y económicas, a reducir las tensiones sociales y políticas,
a consolidar la paz a nivel nacional e internacional y a promover la toma de
conciencia con respecto a los derechos humanos en el plano nacional e
internacional.

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